- A7-0280/2010 de la señora Ramona Nicole Mănescu, en nombre de la Comisión de Desarrollo Regional, sobre buena gobernanza en el ámbito de la política regional de la UE
Petru Constantin Luhan, ponente. – (RO) Señor Presidente, nuestra intención en este informe es responder a la pregunta planteada en el título sobre si la consecución de una auténtica cohesión económica, social y territorial dentro de la UE es una condición sine qua non para la competitividad global, centrándonos especialmente en el papel desempeñado por la política de cohesión en este sentido.
Es alarmante que haya tantas disparidades entre las 271 regiones de la UE. Mientras que la región más desarrollada tiene un PIB per capita que es el 334 % del promedio de la UE de los 27, esta cifra es de tan solo el 26 % en la región más pobre, dicho de otro modo, es 13 veces menor.
Otro factor adverso es la tasa de crecimiento económico en la UE que es más lenta en comparación con nuestros competidores internacionales. Por tanto, como también se recoge en la Estrategia UE 2020, tenemos que desarrollar áreas estratégicas y mirar fuera de la UE para llegar a ser más poderosos.
Europa se enfrenta a una ardua tarea porque tendrá que abordar, aparte del impacto de la crisis actual, otras dificultades mayores como la adaptación a la globalización, los cambios demográficos, el cambio climático y los problemas en materia de seguridad energética.
El papel de la política de cohesión en la Estrategia UE 2020 es indiscutible. Creo que hay que alinear estas prioridades de la política con los objetivos de la futura estrategia pero vale la pena decir que tiene que seguir siendo una política independiente. Los objetivos de la estrategia se pueden lograr más fácilmente a través de una sinergia cada vez mayor entre los programas de investigación, desarrollo e innovación por un lado, y los programas de cohesión, por otro. Hemos de apoyar proyectos grandes con un gran impacto a nivel europeo que generarán crecimiento económico, crearán empleo y garantizarán desarrollo sostenible para las regiones.
Hay que dar especial importancia a las inversiones en cualquier tipo de infraestructura, ya sea de transporte, TIC, social, educativa, de investigación y desarrollo o medioambiental que contribuya a la consecución de un nivel de accesibilidad adecuado para todos los ciudadanos europeos y les ofrezca las mismas oportunidades para desarrollar su potencial.
Las orientaciones a nivel local y regional vendrán dictadas por las características específicas del área, con la posibilidad de generar un valor añadido inmediato. Hay que fomentar la aplicación del principio de descentralización a nivel de la autoridad local para mejorar la concentración de fondos europeos.
A la vez que promovemos la competitividad económica y creamos empleos, no podemos pasar por alto el importante papel de las PYME. Tienen que disfrutar del acceso a la financiación comunitaria, a los instrumentos de ingeniería financiera y a otras fuentes de crédito. Maximizar el impacto de la política de cohesión es indispensable para impulsar la competitividad económica. Llegados a este punto, quisiera destacar la necesidad de seguir simplificando los procedimientos para utilizar los fondos comunitarios, garantizar el uso flexible de los mismos, seguir utilizando el PIB como criterio principal para determinar si las regiones tienen derecho a los mismos de conformidad con la política de cohesión y la necesidad de que haya una propuesta concreta de la Comisión sobre el uso de colaboraciones público-privadas.
En cuanto a aumentar la competitividad global de la UE, creo que parte de los fondos asignados a la política de cohesión se deberían usar para establecer y mantener el papel de Europa como líder mundial en los sectores en los que ya disfruta de una ventaja competitiva y en los sectores donde hay posibilidad de que se convierta en líder mundial.
Por tanto, compañeros diputados, la consecución de una cohesión económica, social y territorial junto con las inversiones estratégicas es una condición sine qua non para garantizar la competitividad económica de la UE nivel mundial.
Ramona Nicole Mănescu, ponente. – (RO) Señor Presidente, la actual crisis mundial ha puesto de relieve una vez más la importancia de la gobernanza económica en todos los niveles así como la necesidad de que las autoridades locales y regionales participen constantemente, en pie de igualdad, en la creación y aplicación de las políticas y estrategias comunitarias sobre todo porque hacen que se cumpla casi el 70 % de la legislación comunitaria.
La política de cohesión desempeña un papel vital en la aplicación de la gobernanza multinivel. Teniendo en cuenta el considerable impacto que tiene a la hora de lograr la cohesión territorial en Europa, el principio de gobernanza multinivel debería ser obligatorio para todos los Estados miembros. De hecho, la participación activa de las autoridades locales y regionales en el proceso de toma de decisiones incluso en la fase prelegislativa, junto con el análisis correspondiente de la eficiencia de los mecanismos de gestión compartidos con las diferentes responsabilidades que tiene la Comisión y los Estados miembros, garantizará realmente la obtención de resultados mejores con respecto a la concentración de los fondos en el futuro periodo de programación.
La realidad práctica nos ha demostrado que un enfoque integrado con respecto a la política regional es mucho más eficaz en cuanto a los resultados obtenidos. Es precisamente por eso que este enfoque debería ser también obligatorio. Necesitamos una definición común del concepto de asociación. A este respecto, he pedido a la Comisión Europea que presente una definición de esto como condición para establecer las debidas colaboraciones con las autoridades locales y regionales.
Por tanto, adoptar una metodología de desarrollo local basada en colaboraciones locales es una solución al alcance de los Estados miembros a fin de intensificar el papel de las autoridades locales y regionales en los programas de gestión y aplicación de los programas europeos, sobre todo los relacionados con el desarrollo urbano, rural y transfronterizo. La simplificación de los reglamentos a nivel comunitario y nacional, no solo como consecuencia de la crisis económica sino también como principio general de la futura política de cohesión, es un prerrequisito para que haya mejor gobernanza a la hora de aplicar la política de cohesión, puesto que es la única forma en la que podremos alentar a posibles beneficiarios.
Además, creo que para el futuro periodo de programación necesitamos una serie de reglamentos comunes para utilizar los fondos europeos que se aplican a todos los Estados miembros, eliminando con ello la posibilidad de que introduzcan condiciones adicionales que en realidad restringen el acceso a la financiación.
Si nuestra aspiración a largo plazo va a ser un política más clara, orientada a los resultados y más fácil de aplicar, la Comisión tiene que mejorar tanto la capacidad de asistencia que se da a las autoridades locales y regionales como los sistemas de supervisión de la actividad llevada a cabo a nivel nacional. Creo que formar y orientar a estas autoridades durante el proceso de aplicación de los programas contribuirá a reducir el alto índice de error sobre todo con respecto al gasto injustificado y a los contratos públicos. Para evitar la duplicación de auditorías y el excesivo nivel de control al que actualmente se enfrentan los beneficiarios, hemos pedido a la Comisión que produzca un único manual de auditoría que facilite la aplicación uniforme de un modelo de auditoría único en todos los niveles. Por último, pero no por ello menos importante, tenemos que tomar medidas para fomentar la participación del sector privado en proyectos europeos. Un primer paso en este sentido sería simplificar los reglamentos para utilizar los instrumentos de ingeniería financiera destinados a las PYME.
Por último, quiero mencionar la gran cooperación que ha habido con los representantes de la Comisión, durante las consultas así como la disposición y apoyo que han demostrado a la hora de respaldar con eficacia las medidas que se describen en este informe; una garantía más de que la Comisión adoptará finalmente estas medidas.
Johannes Hahn, Miembro de la Comisión. – (DE) Señor Presidente, honorables diputados al Parlamento Europeo, concretamente, señora Mănescu y señor Luhan, quiero dar las gracias especialmente a los dos ponentes por sus dos informes que son, una vez más, constructivos y muy positivos con respecto a la política regional y se presentan en el momento más oportuno en vista del actual debate sobre la futura estructura de la política regional, con miras al Foro de Cohesión a finales de enero, principios de febrero.
Es importante que veamos la política regional siempre como una política de inversión; como una política de inversión en regiones, en personas, en europeos. En el ámbito de la política de innovación y regional, ya se ha destinado un total de 86 000 millones de euros para este periodo fiscal, con la intención de ayudar a las PYME en particular, mejorar la cualidad de su mano de obra, sus métodos de producción y los servicios que pueden ofrecer. Sin embargo, lo que tenemos que hacer —y aquí los dos tienen toda la razón— es mejorar nuestra estrategia en el futuro de modo que además de los controles que seguirán siendo necesarios —dicho de otro modo junto con una conducta financiera correcta— nos centremos mucho más en una evaluación de nuestro trabajo orientada a los resultados. Siempre digo —y está en el informe de cohesión y sus conclusiones— que no hay contradicción entre centrarse en unas prioridades tal y como se recoge en la Estrategia UE 2020 y que haya flexibilidad a la hora de aplicarlas en las diferentes regiones de Europa.
La cohesión territorial es tremendamente importante. Para mí, es un tema clave y nos facilita información con respecto a como mejorar la calidad de vida de las regiones, que es nuestra labor a fin de garantizar que los ciudadanos tienen posibilidades en las regiones donde han nacido. Esto contribuirá también a que haya una mayor cohesión interna en Europa.
En este sentido, es importante —y se debería destacar en el próximo periodo de programación— que nos centremos más en el papel de las ciudades en vista de que casi el 70 % de los europeos viven en núcleos urbanos pero al mismo tiempo es esencial que no olvidemos la importancia de las relaciones de la ciudad con los pueblos y el campo. Es cuestión de utilizar otra financiación para seguir mejorando los puntos de contacto y evitar duplicaciones innecesarias.
Asimismo, es importante –como hemos debatido de forma muy completa y, en mi opinión, muy bien en esta Cámara hace algún tiempo— que prestemos atención a zonas con circunstancias geográficas específicas y, evidentemente, consideremos el problema del cambio demográfico en Europa con el que nos encontraremos muy a menudo y hay que ocuparse de él. Por un lado, vemos serias tendencias hacia la despoblación de las zonas rurales y, por otro, una creciente atracción por las zonas urbanas con el resultado de que no solo hay cada vez más personas viviendo en un espacio pequeño sino que también se produce la correspondiente despoblación. Esto se puede contrarrestar, hasta cierto punto, con inversiones en infraestructuras antiguas y nuevas, contribuyendo así en gran medida a asegurar el crecimiento.
El tema de la colaboración —de la cooperación— es muy importante como se menciona en el informe de la señora Mănescu. Sí, es importante que desarrollemos un gobernanza multinivel. Sin embargo, me gustaría señalar a esta Cámara la importancia de las regiones también a nivel local. Cuando estoy en las regiones debatiendo cuestiones, a veces me llevo la impresión de que los representantes regionales no cuentan con los representantes locales y que los representantes nacionales no cuentan con los regionales. Tenemos que desarrollar instrumentos aquí.
Estoy con ustedes y viceversa, pero he de decir también que, como es evidente, tenemos que respetar el marco constitucional de cada Estado miembro y darle el valor que merece. Sin embargo, estoy con ustedes en cuanto a que se implique a todos los niveles posibles —pero también a todas las partes interesadas posibles, incluidas las ONG— en el desarrollo de nuestra colaboración y programas de inversión.
Quizás profundice más en el tema de controles financieros en mis observaciones finales puesto que ya he sobrepasado mi turno de palabra. Quisiera darle también mi más cálida bienvenida al nuevo presidente que ha asumido el cargo.
PRESIDE: Miguel Ángel MARTÍNEZ MARTÍNEZ Vicepresidente
Iosif Matula, en nombre del Grupo PPE. – (RO) Señor Presidente, la política de cohesión es una de las políticas más importantes y de mayor éxito de la UE. El Tratado de Lisboa permite que las autoridades territoriales tengan una mayor participación en los procesos decisorios, lo que constituye un paso importante hacia una auténtica gobernanza multinivel. Todo ello debe desempeñar un papel clave, no solo en el próximo período de programación, sino también en todas las fases de concepción y aplicación de la Estrategia Europa 2020.
El informe Mănescu, que la Comisión de Desarrollo Regional aprobó por unanimidad, pretende concentrarse en las competencias y el papel de las autoridades regionales y locales en el proceso de aplicación de la política de cohesión. Este informe insiste en que el enfoque multinivel debe aplicarse horizontalmente en todas las políticas de la UE. La gobernanza multinivel es un requisito necesario para alcanzar la cohesión territorial e impulsar sus posibilidades. Debe basarse en un enfoque ascendente que tenga en cuenta la diversidad de los sistemas administrativas que funcionan actualmente en los Estados miembros.
Es necesario prestar más atención al enfoque integrado durante el actual período de programación y en el futuro, no solo para mejorar las capacidades administrativas, sino también para el uso de los instrumentos de ingeniería financiera. El papel de las autoridades locales y regionales debe ampliarse mediante la adopción de una metodología de desarrollo local basada en asociaciones regionales, sobre todo para proyectos relacionados con aspectos urbanos, rurales y transfronterizos. La función de estas asociaciones es ayudar a lograr un desarrollo equilibrado y extenderse más allá de los marcos nacionales a fin de contribuir a aumentar la cohesión territorial de la Unión. Asimismo pondrán de relieve no solo las posibilidades comunes de desarrollo, sino también aspectos locales específicos.
Una gobernanza multinivel basada en procedimientos claros y transparentes dará lugar, por extensión, a la descentralización, que sigue siendo necesaria en algunos Estados miembros. La ampliación del papel de las autoridades regionales y locales implica concederles la responsabilidad de hacer que los proyectos sean más eficientes, lo que significa a su vez adoptar un enfoque más basado en los resultados.
Felicito a la señora Mănescu y al señor Luhan por los excelentes informes que han presentado, los cuales brindan un importante valor añadido para el futuro de la política de cohesión.
Evgeni Kirilov, en nombre del Grupo S&D. – Señor Presidente, permítame felicitar al señor Luhan y a la señora Mănescu por su excelente labor. Todos coincidimos en que la política de cohesión debe desempeñar un papel importante en la competitividad de las regiones europeas. En relación con la continuación de esta política y sus logros, deseamos que se concedan a la política de cohesión recursos adecuados o al menos no menos fondos de los que cuenta en la actualidad.
Tampoco deseamos una carga adicional para los beneficiarios. El diseño futuro de la política de cohesión dependerá de la decisión que tomemos conjuntamente. Sin embargo, la Comisión tiene que desempeñar un importante papel con la propuesta que presenta y, en este aspecto, confío en usted, Comisario Hahn, porque en mi opinión algunas de estas propuestas, como las condiciones para que los Estados miembros reciban asistencia de la Unión Europea, requieren una mayor clarificación.
Las políticas de cohesión para todas las regiones necesitan apoyo, y no debemos permitir que se presente una situación en la cual sufran debido a la ineficiencia de algunos gobiernos nacionales. A este respecto, coincido una vez más con usted, señor Comisario, en que es importante desarrollar estos niveles. Por ello es crucial no remplazar la complejidad por condicionalidad, y no volver a dificultar la vida de los beneficiarios finales. A fin de que la política de cohesión arroje resultados positivos, debemos permitir que las regiones participen de forma activa, sentirse responsables del proceso, concederles los recursos adecuados y asegurarnos de que los usen de la forma más eficiente posible.
Riikka Manner, en nombre del Grupo ALDE. – (FI) Señor Presidente, señor Comisario, en primer lugar quiero dar las gracias a los ponentes por su excelente labor. Estos dos informes realmente echan un fundamento firme para el futuro de la política de cohesión.
Una política de cohesión viable que se aplique en toda Europa es una condición absolutamente necesaria para nuestra competitividad a nivel mundial, no cabe duda de ello. Como ha indicado el señor Comisario, la política regional no es otra cosa que una política de inversión y algo por lo que debemos seguir esforzándonos en el futuro. Asimismo es a través de la política de cohesión que podemos perseguir con firmeza los objetivos de la Estrategia Europa 2020. Si deseamos mejorar la investigación, el desarrollo y la innovación, tenemos que considerar igualmente a la política de cohesión como un componente integrante de estos objetivos, y debemos darles una perspectiva más amplia.
La política de cohesión no es tan solo una cuestión de solidaridad. También lo es, pero es a través de la política de cohesión que actualmente contamos con una sólida financiación para la investigación, el desarrollo y la innovación. Es por ello que es necesario que dediquemos al menos la misma cantidad de dinero a la política de cohesión en el siguiente período de financiación que en el anterior. El Quinto Informe sobre la cohesión económica, social y territorial toma muy buena nota de estos factores y también es muy importante que invirtamos más tiempo y dinero para tener éxito.
El informe de la señora Mǎnescu aborda igualmente una cuestión muy importante de la política de cohesión, a saber, cómo establecer una política que sea eficaz y que tenga en cuenta todos los niveles. Hemos tenido algunos resultados decepcionantes en lo que se refiere a las cifras de ejecución, por ejemplo. En nuestra calidad de actores regionales, deberíamos tomarnos en serio estos problemas de la política de cohesión e intentar solucionarlos. En mi opinión, el informe de la señora Mǎnescu también hace una excelente labor al abordar estos temas.
Jean-Paul Besset, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señor Presidente, me gustaría centrar mi intervención en el informe del señor Luhan.
Las políticas de cohesión regional deben desempeñar un papel clave en Europa para lograr un desarrollo económico equilibrado, socialmente armonioso y ecológicamente eficaz, es decir, en resumidas cuentas, competitivo a nivel mundial.
Agradezco al señor Luhan que haya incluido algunas de nuestras enmiendas destinadas a establecer una economía sostenible con bajas emisiones de carbono, que proteja la biodiversidad. Sin embargo, no podemos votar a favor de su resolución porque promueve una visión de la política de cohesión que la considera un instrumento de la competitividad a nivel mundial, algo que nos parece demasiado estrecho y restringido, e inadecuado.
Tenemos que señalar dos objeciones. En primer lugar, el ponente recurre casi exclusivamente a medidas cuantitativas de infraestructura para impulsar el crecimiento, y su principal criterio es su incremento. No consideramos que sea adecuado en la situación actual. Por ejemplo, menciona 246 programas operativos de investigación y desarrollo, y se muestra orgulloso de ellos, pero no se pregunta para qué sirven. La investigación es algo positivo, pero también tenemos que saber qué investigamos.
La segunda objeción es que el ponente no avanza planes suficientemente claros. Nos habría gustado que hubiera hecho una elección sólida a fin de hacer frente a los retos que figuran en su informe, la elección de una economía ecológica, de un nuevo acuerdo ecológico, que es la única opción para que Europa y sus regiones avancen.
Charalampos Angourakis, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (EL) Señor Presidente, estos informes siguen las mismas líneas contrarias a los movimientos de base que los planes estratégicos de los grupos monopólicos de la Unión Europea y de los gobiernos burgueses que les sirven. Nunca ha habido y ni podrá haber cohesión en la Unión Europea a pesar de los esfuerzos realizados para utilizar la cohesión políticas para manipular al público. La política de la Unión Europea está empañada por dos elementos básicos: el primero es la desigualdad profundamente arraigada que es una característica inherente del método capitalista de desarrollo, y el segundo elemento básico es que los fondos comunitarios no se dedican a las necesidades populares, sino a obras e infraestructuras para aumentar el rendimiento del capital y a dar dinero fresco a los grupos monopólicos a través de asociaciones público-privadas.
Hoy que continúa la crisis capitalista, incluso el engañoso principio denominado solidaridad comunitaria ha sido abandonado y sustituido por la competitividad del capital. Los informes y planes de los representantes políticos del capital para la futura política de cohesión están al servicio de las necesidades contemporáneas de los grupos económicos y de una reestructuración capitalista acelerada a través de la impopular Estrategia Europa 2020 y el salvaje ataque al trabajo y a la seguridad y derechos sociales de las clases trabajadoras. La Unión Europea y el método capitalista de desarrollo no son capaces de satisfacer necesidades urgentes, como la protección contra terremotos, la educación, la salud y el bienestar. Es por ello hoy es más necesario que nunca abandonar la Unión Europea, al igual que luchar por una economía socialista planificada.
Trevor Colman, en nombre del Grupo EFD. – Señor Presidente, intervengo esta noche porque mi compañero, el señor Bufton, que se habría dirigido a esta cámara, no se encuentra bien. Así pues intervengo en su nombre. Como sabemos, los fondos regionales representan, junto con la PAC, la mayor parte del presupuesto de la UE. Durante décadas, el pueblo británico ha sido obligado a pagar la factura de diversos proyectos en toda la UE, la mayoría de los cuales no ofrecen beneficio alguno a los contribuyentes del Reino Unido.
Hace poco, la Oficina de Periodismo de Investigación (Bureau of Investigative Journalism) del Reino Unido reveló que los fondos regionales de la UE se utilizan para rescatar a empresas de Europa Oriental que comercian con armas, y que algunos proyectos han recibido millones de euros, a pesar que algunas de estas empresas se encuentran entre las más ricas. ¿Realmente necesitan esas empresas subvenciones de la UE? En vista de los fraudes y despilfarros que son endémicos de esta línea presupuestaria, y de que ni siquiera se utilizan para sus presuntos fines, pido a la coalición que gobierna el Reino Unido que retire su financiación, ya que necesitamos estos fondos en casa, lo que constituye otra razón para abandonar la UE.
Csanád Szegedi (NI). – (HU) Señor Presidente, Señorías, Hungría se encuentra sin duda en una situación especial en lo que se refiere a la creación y ayuda a regiones que forman unidades económicas transfronterizas. Es un hecho histórico que estas regiones fueron una unidad en la cuenca de los Cárpatos en otros tiempos. Por ello, los diputados de Jobbik apoyan la cooperación entre las regiones y la consideran una necesidad en la presente situación, pues podría reducir aún más las barreras temporales erigidas entre el pueblo húngaro.
Sin embargo, en lugar de que los recursos sean desembolsados y controlados directamente por Bruselas, solo podemos contemplar una financiación de proyectos iniciados y aprobados de mutuo acuerdo, basados en una asociación entre los países interesados. La identificación y gestión de los problemas locales y regionales pueden resultar más eficaces si se tiene en cuenta el carácter transfronterizo de las regiones conectadas por la economía que he mencionado a manera de ejemplo. Estas regiones deben recibir apoyo, incluso si solo tomamos en consideración aspectos económicos. De forma similar, habría que apoyar la simplificación de las normativas, la participación de las PYME en los proyectos europeos y el proceso para ayudar a las regiones menos desarrolladas económicamente a ponerse al nivel de las demás, si estas medidas populares no implican una extensión de las competencias y la supervisión de Bruselas y la Comisión en detrimento del control nacional. Dar prioridad a las regiones y concederles ayudas económicas directas incluso podría dar lugar al inicio de una nueva era para los húngaros de la cuenca de los Cárpatos.
Jan Olbrycht (PPE). – (PL) Señor Presidente, pocas estrategias políticas europeas dan lugar a tantas emociones y controversias. La política de cohesión que algunos consideran una política socialista por excelencia es considerada una política capitalista por otros. Algunos piensan que es una política juta y otros la consideran injusta. Algunos la ven como una manera de eliminar desproporciones, mientras que otros piensan que refuerza la competitividad.
De hecho, no existen contradicciones dentro de esta política, que está destinada principalmente a fomentar una mayor cohesión entre las regiones de la Unión Europea, no solo en lo que se refiere a la justicia social, sino también a la igualdad de oportunidades en relación con la competitividad. En otras palabras, se trata de cohesión para la competitividad. Ambos informes hablan de ello y señalan algunos aspectos que son importantes, no solo para la situación actual, sino también para el debate acerca del futuro de la política de cohesión. Me gustaría destacar que ambos informes se centran especialmente en el principio de asociación.
Pido al Comisario que considere detenidamente si debe incluirse un requisito para los Estados miembros en el contrato de desarrollo propuesto. Dicho requisito establecería que, antes de firmar un contrato, el Estado miembro debe acordar todas las orientaciones de desarrollo, prioridades y principios con sus socios locales y regionales. Este acuerdo debe ser obligatorio a fin de que la Comisión Europea pueda asignar sin ambigüedades la responsabilidad de cada Estado miembro por la ejecución de la parte que le corresponde de la política de cohesión.
Georgios Stavrakakis (S&D). – (EL) Señor Presidente, señor Comisario, antes que nada me gustaría felicitar y dar las gracias a la ponente, la señora Mănescu, por su excelente colaboración y por haber estado dispuesta a hablar y a tener en cuenta las propuestas formuladas por las diputadas y diputados en relación con el contenido de su informe. En relación con el contenido del informe objeto de debate, no cabe duda de que la buena gobernanza es fundamental para el éxito de cualquier política, en particular de la política de cohesión, que se basa en la administración conjunta, la mayor parte de cuya responsabilidad ha pasado a las autoridades nacionales y regionales. Solo existe una respuesta a los retos que plantea este complejo sistema de administración: la gobernanza multinivel.
Me gustaría recalcar que, si tenemos en cuenta la dirección futura de la política de cohesión, al menos la que figura hasta cierto punto en el quinto Informe sobre la cohesión, la gobernanza multinivel, en su dimensión tanto horizontal como vertical, desempeñará un papel decisivo para la viabilidad de cualquier iniciativa de desarrollo y para el éxito de esta política. También me felicito por la propuesta para simplificar las normas y para que la Comisión Europea preste una mayor asistencia técnica a las autoridades locales, por ser factores que garantizarán una mayor participación de los beneficiarios potenciales en los programas y para el uso de los fondos de forma viable. Las evaluaciones que ha realizado la Comisión Europea nos informan sobre los organismos que tienen constantemente problemas de capacidad de gestión para aplicar los programas de la política de cohesión. Como señala el informe, una asistencia técnica complementaria a estos organismos, junto con el refuerzo de la iniciativa «Formación de formadores», impulsará las capacidades de gestión incluso del organismo más pequeño a nivel local. Por último, creo que una mayor unificación y armonización de las normas de los Fondos estructurales ofrecerá una base sólida para los esfuerzos destinados a simplificar y mejorar la gestión financiera.
Filiz Hakaeva Hyusmenova (ALDE). – (BG) Señor Presidente, hace unos días, la Comisión aprobó el plan de acción estratégico para el Danubio, de modo que observo el informe del señor Luhan a través del prisma de este hecho, en particular porque en su exposición de motivos señala que su finalidad es estimular el debate sobre la dependencia y complementariedad de las medidas a nivel europeo y nacional. A estos niveles me gustaría añadir el regional. El informe describe el marco en el que la política de cohesión puede contribuir a mejorar la competitividad de la Unión. No define explícitamente la función de las macrorregiones en este proceso, pero un análisis muestra que la estrategia para el Danubio es precisamente un marco de este tipo a menor escala, al igual que anteriormente la estrategia para el Báltico. Me parece que las condiciones que figuran en el informe coinciden con las realidades del Plan de acción para el Danubio. Asimismo, el principio consistente en aumentar la competitividad que recoge el informe es fundamental para la estrategia. Por ejemplo, el informe concede gran importancia al establecimiento de vínculos con otros territorios. Subraya que los Estados miembros deben adoptar un enfoque a nivel local para formular y aplicar la política de cohesión. Y todas estas son técnicas operativas consagradas en la nueva política para la macrorregión del Danubio.
También admiró la tesis, que aparece en el informe, acerca de la importancia de conceder continuamente apoyo a las regiones desfavorecidas en particular, lo que hace de la estrategia para el Danubio un caso especial en el informe del señor Luhan, que coincide plenamente con sus conclusiones. La finalidad de mi comparación es mostrar el verdadero camino de la política de cohesión. Creo que estos principios y métodos operativos deberían formar la base de la política de cohesión durante el próximo período de programación, que debería incluir una política local basada en resultados a través de las macrorregiones.
Elisabeth Schroedter (Verts/ALE). – (DE) Señor Presidente, quiero expresar mi agradecimiento en particular a la ponente del informe sobre la buena gobernanza por su positiva cooperación, y quiero felicitarla por este excelente informe. Su informe muestra lo que la Comisión debe hacer en un futuro próximo, en particular en el ámbito del principio de asociación. Señala que debe garantizarse la participación de los niveles local y regional, y que los socios económicos y sociales, así como los representantes de la sociedad civil, tienen que participar en todas las fases de la aplicación y evaluación de los Fondos Estructurales, lo que representa un compromiso de auténtica asociación por parte de los Estados miembros. Esto significa que los socios tendrán la posibilidad de hablar con las administraciones en plan de igualdad, a través de iniciativas de formación y ayudas financieras; significa que los socios ejercerán una influencia real sobre la forma que adopten los programas. Sin embargo, la Comisión ha asumido hasta ahora muy pocos compromisos, tanto en lo que se refiere al período en curso, como a las propuestas que ha presentado en la materia. Me alegro de que el señor Olbrycht haya dicho que para que se adopte este contrato de colaboración en materia de desarrollo e inversión es necesario que exista una asociación y que los socios participen en la elaboración de estos planes en pie de igualdad. De lo contrario correríamos peligro de pasar de la Europa de las regiones a una Europa de Estados miembros, y ese no es nuestro objetivo. Nuestro objetivo es el desarrollo regional y la participación de los niveles local y regional, de los socios económicos y sociales, y de la sociedad civil.
João Ferreira (GUE/NGL). – (PT) Señor Presidente, este debate tiene lugar en un momento oportuno, pues las disparidades económicas, sociales y territoriales al interior de la Unión Europea se han agravado de forma preocupante: las desigualdades que existen entre países y regiones, y las existentes dentro de cada país van en aumento. No cabe duda que no hemos alcanzado la cohesión territorial.
La política de cohesión no puede quedar aislada de las demás políticas, pues influye profundamente en las directrices políticas vigentes y el marco macroeconómico, y es influenciada por ellos. Los ataques contra los salarios y derechos de los trabajadores, el desmantelamiento y degradación de los servicios públicos, el ataque contra las funciones sociales del Estado y los recortes de las inversiones públicas forman parte de las políticas económicas y monetarias que la Unión Europea impone a los Estados miembros. Estas políticas han provocado un aumento de la pobreza y las desigualdades, y nos impiden un poco más cada día lograr la cohesión.
Lo cierto es que la política de cohesión no ha contrarrestado los efectos o desequilibrios de la integración de economías con niveles muy diferentes de desarrollo en el Mercado Único o en la Unión Económica y Monetaria. La insuficiencia de los fondos dedicados a la cohesión y la incoherencia de las políticas macroeconómicas, que se han concentrado obsesivamente en una convergencia nominal, pero que hacen inviable una verdadera convergencia, son importantes causas que deben corregirse mediante un aumento de los créditos presupuestarios destinados a la cohesión y un profundo cambio de la política macroeconómica.
El apoyo a la producción y el desarrollo de las capacidades de producción de cada país y región, aprovechando plenamente las posibilidades que tiene cada una de ellas por medio de un uso sostenible de sus recursos, la conservación del medio ambiente y la creación de empleos con derechos, así como el refuerzo de los sistema de seguridad pública y los servicios públicos son elementos esenciales de una estrategia para lograr una cohesión económica, social y territorial eficaz.
Giancarlo Scottà (EFD). – (IT) Señor Presidente, Señorías, acojo favorablemente el informe de la señora Mănescu.
La gobernanza multinivel desempeña un papel clave en la política de cohesión y, en este aspecto, el enfoque multinivel, que prevé cooperación y reparto de competencias entre los distintos niveles de gobierno, se pone en práctica en la gestión de los fondos regionales. La Comisión promueve iniciativas a favor de las autoridades regionales y locales. Es necesario conceder mayores incentivos para apoyar estas propuestas a fin de garantizar una coordinación real y una ejecución eficaz de los programas europeos.
La asociación debe garantizarse por medio de una cultura basada en el diálogo entre las distintas partes interesadas. La cooperación a nivel regional debe ser transparente y permitir una representación equitativa de todos los interesados.
Por esta razón es importante impartir una formación adecuada a los representantes subnacionales por medio de iniciativas como Erasmus para funcionarios regionales y locales, cuyo coste financiero debe correr a cargo de la Comisión. Todo ello también será útil para intercambiar buenas prácticas y para mejorar la calidad y eficacia de la gestión de los fondos de cohesión.
Joachim Zeller (PPE). – (DE) Señor Presidente, Señorías, en primer lugar me parece lamentable que un debate importante sobre la política de cohesión ocupe una vez más casi el último lugar del orden del día, lo que no hace justicia a esta política y a su importancia. Quiero dar las gracias a los ponentes por sus informes, que nos muestran enfáticamente el ámbito político en el que la Unión Europea realmente ha cosechado grandes éxitos, es decir, la política de cohesión, y que es indispensable proseguir con esta política en un sistema político de niveles múltiples, en otros términos, la gobernanza multinivel.
Los proyectos de la política de cohesión hacen que la acción europea sea vista directamente por nuestros ciudadanos; en proyectos de infraestructuras, en proyectos sociales, en apoyo de la investigación y la innovación, para mantener la competitividad y el empleo en las regiones. En el debate en curso sobre el futuro de la Unión Europea, debemos deliberar con la misma intensidad que lo hacemos sobre asuntos monetarios y financieros, sobre lo que necesita hacer la Unión Europea para garantizar su cohesión interna, de modo que los Estados miembros y las regiones no se separen en lo económico, lo social y lo político. Después de todo, ante los retos de carácter internacional y la aparición de nuevos competidores en el mercado mundial, necesitamos una mayor unión y una mayor comunidad de acción. La política de cohesión puede hacer una contribución importante en este aspecto.
Sin embargo, para ello necesitamos que la política de cohesión se concentré más en aquellos proyectos y ámbitos de proyectos que hacen avanzar a toda Europa, que permiten a los fuertes seguir siéndolo y que dan a los más débiles la oportunidad de cerrar diferencias con los fuertes. Para lograrlo es necesario, en mi opinión, mantener y ampliar los objetivos de la política de cohesión aplicados hasta ahora. Sin embargo, también me parece necesario poner más condiciones a la financiación y que esta se concentre más en iniciativas europeas importantes, ya sea en el sector del transporte, en el sector de la energía, en el desarrollo regional y urbano, o en la investigación y la innovación. Me parece que el camino que describe la Comisión en su quinto Informe sobre la cohesión forma parte de todo esto, es decir, integrar los fondos en un marco estratégico común que tenga por resultado una asociación para el desarrollo y la innovación entre la Comisión, los Estados miembros y los representantes de las regiones. Sin embargo, también implica la participación de las administraciones locales y regionales desde las primeras fases de este proceso. De este modo, las nuevas formas de cooperación regional podrían contribuir realmente al proceso para desarrollar una auténtica gobernanza multinivel.
Señor Presidente, espero que me permita hacer una observación más sobre lo que ha dicho el señor Colman, que desgraciadamente ya no está en el hemiciclo. Me gustaría recordarle que la Unión Europea es una unión voluntaria de Estados. Si algún Estado miembro desea abandonarla, tiene derecho a hacerlo. Sin embargo, no creo que eso sea lo que quieren realmente los ciudadanos de Escocia, País de Gales, Irlanda del Norte e Inglaterra.
Erminia Mazzoni (PPE). – (IT) Señor Presidente, señores Comisarios, Señorías, estamos echando los cimientos para la Europa de 2020, que nos imaginamos integradora, inteligente e innovadora y, para hacerlo, debemos situar claramente los retos a los que nos enfrentamos en un contexto mundial.
Solo participaremos y ganaremos la carrera de la competitividad si logramos crear niveles uniformes dentro de la Unión Europea. Los tres aspectos de la política social —social, económico y territorial—, junto con los Fondos Estructurales, son los instrumentos en los que debemos concentrar nuestra atención. De hecho, no debemos pensar en aplicar a la política de cohesión los recortes necesarios para superar la crisis financiera. Al contrario, debemos asumir la responsabilidad de aplicarla y mejorarla donde ha fracasado.
Sobre la base de los datos reunidos y del análisis de los resultados obtenidos, la Comisión de Desarrollo Regional subraya en el informe del señor Luhan la estrecha relación existente entre competencia y cohesión, y propone medidas correctivas para el próximo período de programación. No cabe duda de que Europa únicamente será competitiva si supera con éxito las diferencias territoriales que existen entre las distintas regiones.
A este respecto quiero dar las gracias al señor Luhan por haber aceptado mi enmienda para reiterar la posibilidad de introducir ventajas fiscales durante períodos transitorios no superiores a cinco años, posibilidad que ya figura en la resolución aprobada por este Parlamento en febrero de 2006. De esta forma se evitarán algunas de las dificultades que se presentan a la hora de aplicar la política de cohesión, como los procedimientos complejos, las inspecciones inadecuadas y la necesidad de un seguimiento más eficaz.
Se han presentado diversas enmiendas sobre estos aspectos a fin de optimizar el impacto de la política de cohesión y, de esta manera, aumentar la competitividad económica de la Unión. Como señala el informe del señor Luhan, es necesario hacer hincapié en las asociaciones tanto horizontales como verticales entre autoridades locales y en la cofinanciación, elementos que deben considerarse como principios fundamentales.
Asimismo es importante acelerar la simplificación de los procedimientos y del acceso a la financiación, al igual que adoptar un enfoque integrado para la distribución de los fondos y mantener regímenes transitorios, sobre todo en este difícil período. El proceso decisorio ascendente, con la participación de las regiones interesadas, garantiza el apoyo al desarrollo mediante el aprovechamiento de ciertos aspectos regionales.
Por último, el informe destaca dos objetivos principales en este aspecto, a saber, la innovación y las infraestructuras. Creo que este informe es importante porque nos presenta a todos nosotros una estrategia clara para responde de forma exhaustiva al problema que figura en su título.
El Presidente. − Quiero decirles a ustedes que, como responsable que soy en la Mesa de los temas de interpretación y de traducción, voy a solicitar de la Cámara que coloque en cada escaño la luz que tengo yo aquí y que me señala que los intérpretes no pueden seguirles, porque no es muy útil que me lo comuniquen solo a mí. Yo puedo, en efecto, informarles a ustedes, pero creo que será más eficaz si en cada pupitre tenemos esa luz.
Nuno Teixeira (PPE). – (PT) Señor Presidente, en primer lugar quisiera felicitar al señor Luhan y a la señora Mănescu por el extraordinario trabajo que han realizado en sus respectivos informes. Ambos han hecho una importante contribución al debate en curso sobre la nueva política de cohesión para el período 2014-2020.
Ahora más que nunca es indispensable lograr la cohesión económica, social y territorial para reafirmar la competitividad de la Unión Europea a escala mundial. Alcanzaremos este objetivo si somos consientes de que para tener una Europa cohesionada al interior y competitiva en el exterior es imperativo reforzar y desarrollar la dimensión regional.
Me gustaría subrayar en particular tres aspectos que considero cruciales: en primer lugar, la descentralización, a fin de que las autoridades locales y regionales, en particular aquellas con competencias legislativas, tengan una mayor participación y contribuyan a una mejor aplicación de la política de cohesión; en segundo lugar, instar a los Estados miembros a que inviten a las autoridades regionales y locales a participar en pie de igualdad con las autoridades y representantes nacionales en las negociaciones sobre el futuro de los Fondos Estructurales; y por último, reforzar el papel de las autoridades regionales en la elaboración, gestión y ejecución de los programas. Únicamente con una mayor participación de estas autoridades en todo el proceso será posible cumplir el principio de subsidiariedad.
Otro aspecto que considero crucial es buscar una arquitectura más sencilla para los fondos a partir de 2013, no como resultado de la crisis económica, sino más bien como un principio general para la futura política de cohesión, a fin de facilitar la absorción de los fondos. La principal finalidad del Tratado de Lisboa era acercar Europa a sus ciudadanos. En lugar de limitarnos a ello, debemos igualmente facilitar sus vidas evitando cargas administrativas innecesarias que les disuaden de participar. Solo de esta manera alcanzaremos el objetivo de una verdadera cohesión territorial. Solo de esta manera reduciremos las profundas diferencias que existen actualmente al interior de la Unión Europea, en la que se observa una enorme brecha entre las regiones ricas y las pobres. Una mayor participación significa igualmente mayores responsabilidades, y estas serán asumidas y compartidas por todos, como medio de hacer más para crear una Europa más fuerte y competitiva.
Hermann Winkler (PPE). – (DE) Señor Presidente, Sus Señorías, me gustaría añadir mis felicitaciones y agradecimiento a los dos ponentes por el éxito de su labor. Las observaciones que hace el señor Luhan sobre la «Futura arquitectura de la política de cohesión a partir de 2013», me parecen especialmente acertadas. Aunque las conclusiones del quinto Informe sobre la cohesión ya indican las ideas iniciales de la Comisión sobre este tema, el informe del señor Luhan hace una importante contribución al determinar la posición del Parlamento respecto a la Comisión. Por ello considero, al igual que el ponente, que es sumamente conveniente que la política de cohesión esté en el futuro en armonía con los objetivos de la Estrategia Europa 2020. Sin embargo, cada región debe poder seguir decidiendo sus ámbitos prioritarios.
No todas las regiones iguales, pues incluso las regiones de un mismo Estado miembro presentan diferencias. Un máximo de dos o tres prioridades, una de las cuales puede ser obligatoria dejan a las regiones muy poco margen de maniobra. Las regiones deben tener un margen para invertir en sus infraestructuras y habitantes de acuerdo con sus propias prioridades. Con esta hipótesis es posible que no se tengan suficientemente en cuenta algunas cuestiones específicas, como los cambios demográficos, lo que no sería una política regional adaptada a las necesidades de las regiones, como de la que siempre habla la Comisión. Por este motivo creo que el Parlamento debe dejar muy claro desde un principio que no podemos permitir que las regiones se debiliten respecto a los Estados miembros. Es necesario reforzar aún más el principio de asociación.
La importancia de las regiones de la UE presenta grandes diferencias, dependiendo de la estructura del Estado. Por ello debe concederse especial importancia al principio de subsidiariedad, principio que debe tomarse en cuenta en la idea de la Comisión de crear asociaciones para la innovación y el desarrollo entre la Comisión y los Estados miembros en el futuro.
Permítanme exponer brevemente, sin entrar en demasiados detalles, la importancia del Objetivo 3. Coincido expresamente con el ponente cuando habla de las dificultades que tienen los territorios fronterizos de la UE, tanto de las fronteras internas como externas. Este objetivo debe ser tenido más en cuenta en el futuro. En mi opinión se ha concedido muy poco peso al Objetivo 3 en el actual debate sobre el futuro de la política de cohesión. En particular, es necesario desarrollar mucho más la cooperación entre las regiones situadas en las antiguas fronteras exteriores de la UE, y me refiero en particular a mi propia región de Sajonia.
Barbara Matera (PPE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, los datos que presenta el Tribunal de Cuentas Europeo en sus informes anuales de 2006 y 2008 sobre los sistemas de control utilizados para la política de cohesión resultan sin duda alarmantes.
Estos sistemas no eran tan eficaces como deberían haber sido, ya que tuvieron una tasa de errores del 12 % en lo que se refiere a los importes reembolsados en 2006 y del 11 % en los correspondientes a 2008. Para reducir esta tasa de error, la Comisión Europea debe intensificar su papel de supervisión de las políticas locales y regionales.
La elaboración de una guía para operadores públicos y privados y la creación de un programa de formación y movilidad para saber cómo aplicar en la práctica las políticas de gobernanza multinivel podrían ser medidas eficaces para mejorar la política regional.
Por otra parte, los Estados miembros deben reforzar el papel de las autoridades regionales y locales, en particular tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa.
Asimismo es necesario facilitar la cooperación regional transfronteriza, pues, de hecho, en numerosas zonas de la Unión Europea existen enormes posibilidades de cooperación entre las regiones y las comunidades de los Estados miembros que comparten frontera, en particular en sectores como el turismo, la agricultura, la industria y el medio ambiente.
Aprovecharé que he terminado mi intervención dentro del tiempo asignado para dar las gracias a los intérpretes, que siempre se muestran tan comprensivos con nosotros.
Jan Kozłowski (PPE). – (PL) Señor Presidente, señor Comisario, quiero subrayar desde un principio que considero este informe particularmente importante, y felicitar al ponente, señor Luhan, por su excelente trabajo. Me parece que la política de cohesión debería ser el buque insignia de las políticas de la Unión Europea y que su importancia debería aumentar en los próximos años. Al tratarse de una política horizontal debería establecer las orientaciones que deben adoptar las políticas sectoriales, y contribuir a aumentar la competitividad de las regiones europeas y a reforzar la posición de la Unión Europea en los mercados mundiales. El sistema para la aplicación de la política de cohesión tiene que ser moderno y flexible, y basarse en un modelo de gestión multinivel, como se ha mencionado en numerosas ocasiones. Asimismo debería fomentar la coordinación de los Fondos Estructurales con otros instrumentos europeos y con los fondos nacionales.
Yo gestioné una región de 2 200 000 habitantes durante dos mandatos, y fui responsable de la aplicación de los instrumentos de la política de cohesión basados tanto en el modelo centralizado, entre 2004 y 2006, como en el modelo descentralizado —el programa operativo regional— entre 2007 y 2013. Estas experiencias me permiten señalar con toda responsabilidad que el modelo descentralizado permite aprovechar mejor las posibilidades locales para aplicar soluciones estratégicas y lograr cambios positivos, razón por la cual estoy convencido de que los objetivos deben ser acordados a nivel europeo, pero los medios para alcanzarlos deben definirse de conformidad con el principio de subsidiariedad al nivel más adecuado, que en el caso de la política de cohesión significa a nivel regional y local. Al mismo tiempo es esencial establecer un vínculo entre el gasto de los fondos y la consecución de objetivos y resultados mesurables: crecimiento económico y un mayor nivel de empleo e inclusión social.
Elena Băsescu (PPE). – (RO) Señor Presidente, yo también quiero felicitar al señor Luhan, por todo el esfuerzo que ha realizado para redactar este informe, que reviste igualmente una importancia especial para Rumanía. Creo que la Estrategia Europa 2020 debe promover un plan de desarrollo sostenible. Lo que se requiere en este aspecto es tanto una mayor representación en el exterior como una coordinación más eficiente al interior.
Este informe porque menciona los logros de la política de cohesión. De hecho, concede un importante papel a la mejora de la competitividad de las regiones a nivel mundial. La asignación de fondos para proyectos de inversión y desarrollo será sin duda de gran beneficio para nuestro país. Cabe señalar que Rumanía puede recibir fondos considerables, tanto ahora como en el período a partir de 2013.
A este respeto, a nivel nacional fueron...
(El Presidente interrumpe a la oradora)
Luís Paulo Alves (S&D). – (PT) Señor Presidente, señor Comisario, es cierto que la política de cohesión hace una importante contribución al crecimiento y la prosperidad, así como a la promoción de un desarrollo equilibrado entre las regiones. Es igualmente cierto que un desarrollo equilibrado entre las regiones es esencial para el funcionamiento del mercado interior y de la propia Unión, y que la política de cohesión es indispensable para alcanzar los objetivos de la Estrategia Europa 2020. También es cierto que la política de cohesión es útil para el medio ambiente, la creación de empleo y para dar forma y crear una red de transporte moderna. En vista de todo ello, señor Presidente, señor Comisario, resulta inaceptable que la Comisión aproveche ahora los éxitos de estas regiones y los utilice para amenazar a los Estados miembros que no cumplan criterios macroeconómicos. En particular en vista de que las regiones ni siquiera participan en estas situaciones y carecen de competencias directas, y de que serán las más afectadas por las limitaciones impuestas al uso de los Fondos Estructurales. Esto es inadmisible, señor Comisario, y me gustaría escuchar su respuesta.
Alfreds Rubiks (GUE/NGL) . – (LV) Señor Presidente, me gustaría destacar antes esta Cámara la importancia de la cohesión social. Me resulta difícil explicar a los electores que adoptamos deliberadamente decisiones profundas en esté ámbito, cuando su nivel de vida se ha deteriorado desde la adhesión a la Unión Europea. Me refiero a Letonia. Un 34 % de la población de Letonia vive con un ingreso de subsistencia y al borde de la pobreza. La pensión mínima es de 64 lats letones, que recibe un 12 % de la población. Lo que veo y escucho en esta Cámara, lo que figura en los informes, es algo que no puedo apoyar por mi parte, porque me parece que aquí no se presta gran atención a las cuestiones sociales. Una vez más, de lo que hablamos es de una mayor liberalización del mercado, de competitividad...
(El Presidente interrumpe al orador)
Peter Jahr (PPE). – (DE) Señor Presidente, me gustaría hacer cuatro observaciones acerca de estos informes.
La primera es que la Unión Europea únicamente tiene sentido para la gente si intenta reducir las diferencias económicas, sociales y territoriales.
La segunda es que la política de cohesión europea es el instrumento crucial de la política financiera para alcanzar este objetivo.
Mi tercera observación es que aquellos que la critican deberían presentar una alternativa. Y si no tienen una alternativa que ofrecer, deberían guardar silencio.
Mi cuarta observación es que mi región de origen —soy de Alemania Oriental— es una zona en la que esta política ha hecho avanzar el desarrollo económico. Vamos por el buen camino, pero nos queda un buen trecho por recorrer. Por ello seguiremos necesitando ayuda después de 2013 para seguir avanzando.
Seán Kelly (PPE). – Señor Presidente, Tip O’Neill, el gran político norteamericano de origen irlandés dijo en una ocasión: «toda la política es local». Otro tanto puede decirse del desarrollo en la Unión Europea. Todo el desarrollo ha sido regional.
En particular, el éxito de mi país gracias a la política de cohesión desde la adhesión a la Unión Europea constituye un perfecto ejemplo de ello. Nuestro PIB apenas superaba la mitad de la media de la UE cuando nos adherimos en 1973, pero ahora equivale al 150 % de dicha media, a pesar de las dificultades financieras que experimenta actualmente el país.
En segundo lugar, a medida que avanzamos, para nosotros uno de los aspectos clave será simplificar el procedimiento, hacer énfasis en los resultados y el valor añadido, e intentar reducir los trámites administrativos y la regulación. Uno puede llenar todos los formularios del mundo, pero si no hay valor añadido, no hay beneficio alguno. Si lo hacemos, podremos seguir avanzando y sin duda espero que la política regional...
(El Presidente interrumpe al orador)
Miroslav Mikolášik (PPE). – (SK) Señor Presidente, para que la política de cohesión, que actualmente se encuentra muy descentralizada, se aplique de forma eficaz es necesario reforzar aún más las competencias de los órganos regionales y locales, pues son estos los que mejor comprenden las necesidades de una zona determinada y de sus habitantes.
Estoy firmemente convencido de que la creación de una verdadera asociación con los órganos regionales y locales exige una definición más clara del denominado principio de asociación, así como la participación activa de dichos órganos en las consultas relativas a la política regional de la Unión Europea. Quiero insistir en que una mejor coordinación entre los distintos niveles de control, una mayor flexibilidad y procedimientos transparentes y claros no solo representan características de una buena administración de los asuntos públicos, sino que, ante todo, deberían facilitar la utilización de los fondos y aumentar la participación de socios potenciales en los proyectos.
Johannes Hahn, Miembro de la Comisión. – (DE) Señor Presidente, quiero dar las gracias por este debate tan animado y también quisiera aprovechar esta oportunidad para decir unas cuantas palabras sobre los controles financieros. Como he destacado constantemente en diversas ocasiones, tenemos que resolver esta cuestión y simplificar las cosas, en particular en vista de que necesitamos hacer mayores esfuerzos para que también las pequeñas y medianas empresas aprovechen las oportunidades que deseamos brindarles por medio de los fondos europeos y también, por ejemplo, los fondos rotatorios que deseamos aumentar en el futuro; y realmente tenemos que examinar cómo podemos mantener al mínimo los trámites administrativos.
Por otra parte, también tengo que señalar constantemente que una gran parte de la burocracia se añade a nivel nacional. En otras palabras, no toda la burocracia que surge en los proyectos europeos tiene su origen en Bruselas, sino que más bien es el efecto combinado de los procesos a nivel nacional y europeo. Tenemos que colaborar en este aspecto. Coincido con usted, señora Mănescu, en que debemos redoblar esfuerzos para elaborar normas en este ámbito, aunque, como es lógico, no puedo descartar totalmente la legislación y circunstancias nacionales. No obstante, estoy totalmente con usted en principio.
El tema de la condicionalidad también es algo que requiere un examen muy detenido, y aquí no tenemos suficiente tiempo para hacerlo. Se trata, sin duda, de identificar los motivos de los retrasos en la ejecución de los proyectos en cada país y región, y en general ya los conocemos. En la mayoría de los casos no se trata de dinero —o al menos no en primer lugar—, sino que se deben a otras deficiencias. La idea que subyace bajo la condicionalidad es eliminar estas deficiencias de antemano a fin de poder procesar con más rapidez posteriormente, algo que beneficia a todos los interesados.
También quiero dar las gracias a los oradores que mencionaron el contrato de colaboración en materia de desarrollo e inversión y que este constituye una oportunidad, como dijo el señor Olbrycht, para impulsar una mayor participación de las autoridades regionales y locales. Será necesario reflexionar sobre la manera en que podemos aplicarlo de una forma institucionalizada y —no olvidemos— de un forma que sea aceptable para los Estados miembros. En este aspecto espero el respaldo y apoyo del Parlamento Europeo, puesto que el Parlamento, la Comisión y el Comité de las Regiones coinciden en esta cuestión. Sin embargo, existen otros actores, que son los Estados miembros, y tenemos que convencerlos de que también ellos obtendrán un valor añadido si hacen participar a más personas en la planificación de los programas, de modo que estas personas se identifiquen más con ellos.
También quiero dar las gracias por las observaciones —que me parece provenían del Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea— relativos al crecimiento. Abogo por un crecimiento cualitativo y cuantitativo, pues necesitamos ambos. Tomemos por ejemplo la investigación, que es algo que forma parte de la categoría del crecimiento cualitativo. Si uno de nuestros principales objetivos consiste en aumentar la cuota de las energías renovables, por ejemplo, pero también queremos aumentar nuestra eficiencia energética de forma fundamental, un tema muy importante para la investigación podría ser cómo almacenar energía, mantenerla lista para su uso y luego ponerla a disposición cuando se necesita, de modo que nuestra generación de electricidad sea cada vez más eficiente.
En resumen, una cosa ha quedado clara: solo podremos alcanzar nuestros objetivos si contamos con una política regional que llegue a todas las regiones de Europa. Como también se ha dicho aquí en esta ocasión, solamente podremos aplicar la Estrategia Europa 2020, si podemos trasladar y aplicar esta política en todas las regiones, pero teniendo en cuenta las necesidades y exigencias que existen a nivel local.
Gracias una vez más, en particular a los dos ponentes, por esta labor tan útil.
Petru Constantin Luhan, ponente. – (RO) Señor Presidente, quisiera comenzar dando las gracias a las diputadas y diputados que han hecho una importante aportación a este informe y, en última instancia, a la política de cohesión y su futuro. También quiero dar las gracias a los ponentes alternativos que presentaron enmiendas e hicieron contribuciones, las cuales fueron igualmente importantes, y también por haber alcanzado un acuerdo con gran facilidad.
No deseo entrar en grandes detalles acerca de lo que ya se ha dicho. También quiero darle las gracias por sus amables palabras respecto a mi persona. Sin embargo, quisiera destacar lo que ha dicho el Comisario, en particular algunas observaciones que merecen nuestra aprobación. Dijo que la política de cohesión es una política de inversión en las regiones y las personas, lo que constituye una condición necesaria para mejorar el nivel de vida en las regiones de la Unión Europea. Coincido plenamente con esta opinión.
También coincido en que contamos con su apoyo —que le agradecemos mucho— para aumentar las inversiones en todo tipo de infraestructuras, en tanto que requisito absoluto para erradicar las disparidades que existen en la Unión Europea.
En relación con la opinión expresada por el señor Besset, simplemente quiero decir que si hubiera leído atentamente el informe, se habría dado cuenta de que también menciona un crecimiento económico basado en una economía ecológica. Asimismo hice referencia a la Estrategia Europa 2020, en la que se introduce igualmente la economía ecológica. Es por ello que quiero decirle que el informe goza de un apoyo mayoritario en estos momentos.
Gracias una vez más a todas Sus Señorías, y esperemos que la futura política de cohesión avance por el camino correcto.
Ramona Nicole Mănescu, ponente. – (RO) Señor Presidente, me gustaría dar las gracias a Sus Señorías por sus importantes contribuciones a este informe, en particular a su versión definitiva, así como a los ponentes alternativos y a las demás diputadas y diputados que presentaron enmiendas, por no mencionar a aquellos que intervinieron a una hora tan tardía durante el debate en el pleno.
En vista de que en la votación celebrada en la Comisión de Desarrollo Regional se registró un amplio consenso entre los grupos políticos sobre la necesidad de aplicar los principios y medidas que se proponen en el informe, no puedo sino mostrarme complacida de que el debate de hoy haya seguido los mismos pasos.
El documento de trabajo se redactó tras consultar a la Comisión Europea, al Comité de las Regiones y a representantes de los beneficiarios, a los que también quiero agradecer una vez más sus contribuciones. Como ya mencioné en mi intervención anterior, creo firmemente que la Comisión Europea mostrará la apertura y determinación necesarias para que las soluciones que identificamos y propusimos en la Comisión de Desarrollo Regional no se queden en simples propuestas. Hemos presentado propuestas concretas, señor Comisario. Todo lo que tiene que hacer usted es someterlas a un examen riguroso. Lo digo en particular porque en los próximos meses, la Unión Europea tendrá que definir y adaptar su futura política de cohesión y la Estrategia Europa 2020, así como las condiciones para aplicarlas con éxito.
Lo que queremos es un nuevo enfoque para la gobernanza multinivel que sirva adecuadamente a los objetivos vitales de la UE, así como una Europa de los ciudadanos que se caracterice por el crecimiento económico, el progreso social y el desarrollo sostenible.
El Presidente. – Se cierra el debate.
La votación tendrá lugar mañana a las 12.00 horas.
Declaraciones por escrito (artículo 149 del Reglamento)
Slavi Binev (NI), por escrito. – (BG) Para lograr una verdadera cohesión social y económica entre los Estados miembros, primero debemos eliminar las diferencias, no solo en términos de crecimiento económico y de desarrollo, sino también de ubicación física. En estos momentos, no le veo sentido a hablar de medidas comunes. Las medidas de cada Estado miembro tienen que ser diferentes, porque sus necesidades también lo son. En cuanto al papel de la Comisión en los procedimientos para prestar asistencia y hacer un seguimiento de la buena gobernanza en la política regional, considero que primero debemos definir y establecer claramente sus funciones. Mi experiencia indica que cuando planteo preguntas a la Comisión, obtengo una respuesta evasiva o simplemente se me dice que la pregunta no es de su competencia. Provengo de un país en el que, durante muchos años, eludir responsabilidades ha sido un procedimiento muy común, y lo que deseo es que las competencias de la Comisión se delineen con claridad para que podamos obtener respuestas claras y se adopten medidas precisas en ciertas circunstancias.
Alain Cadec (PPE), por escrito. – (FR) En estos momentos existe un efecto umbral muy pronunciado entre las regiones que pueden recibir financiación en virtud del objetivo de convergencia y las que no pueden hacerlo. Este hecho es sumamente perjudicial para algunas regiones que quizás no sean pobres, pero seguramente no son ricas. Sería muy conveniente atenuar este efecto umbral mediante la creación de una categoría intermedia de regiones entre el objetivo de «convergencia» y el objetivo «de competitividad y empleo regionales». Me alegro de que esta sea una de las propuestas que figuran en las conclusiones del quinto Informe sobre la cohesión. Esta categoría intermedia podría abarcar las regiones con un PIB por habitante entre el 75 % y el 90 % de la media de la UE. También me gustaría que este sistema sustituyera el mecanismo de transición e incluyera a regiones que no hayan salido del objetivo de convergencia. En el contexto de las negociaciones sobre el próximo Marco Financiero Plurianual, el presupuesto para esta nueva política de cohesión debería seguir siendo el mismo. Sin embargo, cabe mencionar que tan solo algo más de 20 regiones deberían salir del objetivo de convergencia, lo que implicará un ahorro de 10 000 millones de euros anuales. Estos fondos podrían asignarse a una nueva categoría intermedia de regiones.
Tamás Deutsch (PPE), por escrito. – (HU) Felicito al señor Luhan por la labor que ha realizado en este informe. En relación con el informe, me gustaría destacar dos aspectos. En lo que se refiere a la relación entre la aplicación de la Estrategia Europa 2020 y la mejora de la competitividad, es importante señalar que la cohesión y el aumento de la competitividad son procesos que se presuponen mutuamente e incluso se refuerzan. No podemos concentrarnos en ayudar a las regiones más desarrolladas con el fin de maximizar la competitividad de la UE, ya que correríamos el riesgo de que las regiones subdesarrolladas quedaran aún más retrasadas, lo que a su vez daría lugar a importantes tensiones sociales y provocaría inestabilidad en toda la Unión Europea. Asimismo, es importante señalar que, aunque la política de cohesión hace una contribución significativa a la realización de la Estrategia Europa 2020, no puede alcanzar por sí sola los objetivos de dicha estrategia. Por ello debemos establecer coherencia entre la consecución de los objetivos de la Estrategia Europa 2020 y los de la política de cohesión, y las demás políticas deben contribuir igualmente a un grado adecuado a lograr los objetivos de la estrategia. Como segunda observación me gustaría recalcar que estoy plenamente de acuerdo con el ponente en que el PIB debería seguir siendo el parámetro para determinar la elegibilidad de los Estados miembros, ya que es el indicador más fiable del nivel de desarrollo que conocemos. A nivel de los Estados miembros, las autoridades nacionales pueden emplear otros indicadores para la distribución de recursos, pero a nivel de la UE, el PIB debe seguir siendo el valor de referencia para la elegibilidad para recibir ayudas.
Robert Dušek (S&D), por escrito. – (CS) El informe sobre buena gobernanza en el ámbito de la política regional de la UE reforzará las competencias de los órganos regionales y locales para aplicar las políticas de la UE. El Parlamento apoya desde hace mucho una mayor participación de los órganos públicos de un nivel distinto al nacional en la planificación de las políticas de la UE. Es necesario reforzar el principio de asociación que figura en el Libro Blanco sobre la gobernanza multinivel del Comité de las Regiones desde las primeras fases de las negociaciones en el marco de las deliberaciones de la UE. El informe pide una mayor simplificación de las normativas tanto legislativas como no legislativas. Sin embargo, cabe destacar en este aspecto que algunos Estados miembros y sus órganos públicos en particular a menudo contribuyen a una carga administrativa que no exige la UE. Es necesario introducir nuevas correcciones en este ámbito. Las normas de los programas de ayuda deberían simplificarse para que los procesos sean más comprensibles, así como para no disuadir a los potenciales beneficiarios de participar en los proyectos. En los gastos realizados en la aplicación y financiación de los programas se registra un elevado porcentaje de errores (12 %). El porcentaje más alto de errores se registra siempre en el ámbito de la contratación pública y los denominados gastos no elegibles. La Comisión Europea no lleva a cabo una supervisión suficiente y resulta evidente que no puede establecer un sistema de control a todos los niveles nacionales. Es indispensable que la función de seguimiento de la Comisión se mantenga y apoye desde el inicio de los programas, pero una mayor parte de esa función se podría transferir a los Estados miembros y sus órganos regionales y locales durante los programas.
Sandra Kalniete (PPE), por escrito. – (LV) A fin de ampliar la influencia de la política de cohesión es esencial llevar a cabo algunas reformas decisiva. La ayuda que presta la política de cohesión debe concentrarse en tres direcciones principales. Lo que es esencial, en primer lugar, es la concentración geográfica, en segunda lugar, la concentración en el alcance de la ayuda y, en tercer lugar, la concentración administrativa. Esto implica que las ayudas financieras deben ir dirigidas a aquellos Estados miembros, cuyas regiones tienen la mayor necesidad. Esto significa que no es posible mejorar la situación socioeconómica sin el apoyo decidido de la política de cohesión de la UE, y que cada región debe evaluar los sectores que necesitan recibir ayuda con más urgencia, en lugar de designar todos los sectores posibles sin un análisis más detenido. Cada región debería seleccionar de tres a cinco de los diez sectores ofrecidos por la Comisión para concentrar la totalidad de las ayudas disponibles. Ello implica que debemos seguir reduciendo la carga administrativa. Debemos aumentar el grado de confianza en las instituciones interesadas, de modo que se pueda optimizar el número de funciones que realizan. Quiero hacer hincapié en que el actual criterio de distribución de las ayudas de la política de cohesión de la UE —el PIB expresado en paridades de poder de compra per capita (hasta un 75 % de la media de la UE)— es un criterio adecuado, de eficacia comprobada y seguro para definir el abanico de regiones que cumplen los requisitos para recibir ayuda dentro del marco de convergencia, porque refleja las auténticas diferencias entre los Estados miembros y las regiones de la UE.
Siiri Oviir (ALDE), por escrito. – (ET) Coincido con la ponente en que la política de cohesión es una de las políticas más importantes para ayudar a aumentar la competitividad de las regiones y lograr un desarrollo sostenible. Puesto que la crisis financiera internacional tuvo una influencia negativa en todas las regiones de Europa a menor o mayor grado, la política de cohesión, que ofrece valor añadido, sin duda debe desempañar un papel muy importante para que las regiones puedan salir de ella revigorizadas. Lo triste es que los gobiernos de muchos Estados miembros no comprenden suficientemente bien el papel y la importancia de las regiones —las autoridades locales— y tiene miedo de perder competencias ante las regiones. Por ejemplo, el Gobierno de mi país, la República de Estonia, a menudo adopta leyes importantes relativas a las autoridades locales sin tener en cuenta los procesos decisorios de esas autoridades. A fin de que no se discrimine a algunas regiones, debería prestarse más atención a las medidas reglamentarias que adoptan los gobiernos de los Estados miembros a fin de asegurarse de que sus medidas no son contrarias a su propia legislación y a los valores europeos. Es cierto que actualmente muchas regiones de Europa obtienen un importante apoyo político a través del Comité de las Regiones, el Tribunal Europeo de Justicia y la Comisión cuando los gobiernos de los Estados miembros ignoran los derechos de las autoridades locales. Creo que una política de cohesión europea eficaz y la consecución de los objetivos que figuran en la Directiva ayudarán a garantizar la viabilidad de las regiones, y unas regiones viables aumentarán la viabilidad del conjunto de la Unión Europea y, al mismo tiempo, contribuirán a evitar que se margine a las regiones fronterizas.
Marie-Thérèse Sanchez-Schmid (PPE), por escrito. – (FR) Los informes Luhan y Mănescu establecen acertadamente los principios en los que debería basarse la política de cohesión. Sin embargo, quisiera destacar tres ámbitos en los que debemos mostrarnos más ambiciosos. El primero de ellos es la cohesión territorial. Este concepto se menciona a menudo, pero rara vez se pone en acción de forma concreta. Por ejemplo, deberíamos prestar una atención especial a las regiones fronterizas. Las desventajas y problemas que sufren estas regiones reflejan las limitaciones de la integración europea. Estas zonas que marcan una ruptura deberían convertirse en zonas que ayudan a establecer conexiones. El siguiente ámbito es el trato desigual que reciben las regiones que oscilan entre el Objetivo 1 y el Objetivo 2, pues algunas regiones pueden recibir hasta diez veces más ayuda que otras con el mismo PIB. Ha llegado la hora de crear un mecanismo transitorio que trate de igual manera a todas las regiones con un PIB entre el 75 % y el 90 % de la media de la UE. Por último, debemos establecer nuevos indicadores de rendimiento. Los problemas de desarrollo a los que se enfrentan las regiones están relacionados con sus propias limitaciones locales. Necesitamos refinar nuestros criterios a todos los niveles de gobernanza a fin de poder determinar con precisión las necesidades y metas del desarrollo regional.
Richard Seeber (PPE), por escrito. – (DE) Es necesario prestar especial atención a la política de cohesión en interés de un mayor crecimiento sostenible y del incremento de la competitividad. En una Europa de las regiones, el PIB debería seguir siendo el principal criterio para determinar la elegibilidad de las regiones para recibir financiación. No obstante, la política regional europea debe abarcar todas las regiones y, al mismo tiempo, ser suficientemente flexible para tener en cuenta las diferencias regionales y territoriales. Si deseamos aprovechar plenamente las posibilidades de crecimiento de las regiones y lograr la cohesión económica, social y territorial de la Unión Europea, es indispensable prestar especial atención a la competitividad. Para ello tenemos que tomar en consideración igualmente los problemas a pequeña escala de los Estados miembros más prósperos. En particular, la investigación y la innovación deberían desempeñar un importante papel en todas las regiones en tanto que medio para mejorar la competitividad de la UE, razón por la cual será necesario seguir promoviendo estos ámbitos en el futuro. Aunque los objetivos de la Estrategia Europa 2020 se definen a nivel de la UE, es vital que las autoridades locales y regionales tengan una mayor participación en su aplicación, pues necesitamos un enfoque ascendente si deseamos alcanzar con eficiencia los objetivos económicos de esta estrategia.
Monika Smolková (S&D), por escrito. – (SK) La política de cohesión debe ser una de las políticas clave de la UE después de 2013 con fondos suficientes y con las siguientes condiciones: simplificación de los procedimientos para asignar recursos de los Fondos Estructurales, creación de un marco para las asociaciones público-privadas, construcción de infraestructuras como condición fundamental para aumentar la competitividad a nivel mundial, desarrollar auténticas asociaciones con los órganos regionales locales y la sociedad civil basadas en el principio de asociación como medio para lograr eficacia, legalidad y transparencia en la fase de programación y uso de los Fondos Estructurales, y la aplicación de una gestión multinivel, tanto a nivel vertical como horizontal. Sin duda existen otras condiciones, pero si deseamos cumplir las tareas previstas en la Estrategia Europa 2020, considero indispensable cumplir las condiciones que acabo de mencionar.
Zbigniew Ziobro (ECR), por escrito. – (PL) Europa atraviesa actualmente un período difícil. La crisis financiera de 2008 y 2009 aún se siente en la economía, lo que ha ensanchado la brecha entre las regiones prósperas de Europa Occidental y las regiones más pobres de Europa Central y Meridional. Esta situación ha hecho necesario reforzar los mecanismos que resultan eficaces para luchar contra la crisis. Los más importantes de ellos a nivel de la Unión son la política de cohesión y los fondos regionales. Gracias a la cofinanciación de inversiones a nivel local se han convertido en un símbolo eficaz de una cooperación europea por encima de los intereses nacionales. Asimismo han hecho una contribución importante para ampliar la zona que gozó de crecimiento económico entre 2004 y 2007, así como para reducir las diferencias entre los países de la vieja Europa y la nueva.
Es por ello que es importante aumentar los fondos de la Unión para la política de cohesión en el marco financiero para el período 2013-2020 a fin de mantener la convergencia como objetivo primordial y el mecanismo actual para seleccionar las regiones beneficiarias que se basa en el nivel de PIB de las distintas regiones. Creo que también es importante la posibilidad de aumentar el nivel de la cofinanciación para inversiones del 75 % al 80 % y de reducir, al mismo tiempo, la financiación para las regiones remotas. Desde la perspectiva de los países de Europa Occidental, creo importante igualmente continuar financiando las inversiones en infraestructuras, en particular en la franja vertical que une el norte con el sur de Europa.