Presidenta. – El siguiente punto es el informe (A7-0339/2010) elaborado por la señora Andrikienė, en nombre de la Comisión de Asuntos Exteriores, sobre el Informe anual sobre los derechos humanos en el mundo (2009) y la política de la Unión Europea al respecto [2010/2202(INI)].
Laima Liucija Andrikienė, ponente. − (LT) Señora Presidenta, Alta Representante, me complace enormemente verla hoy participando aquí en este debate, que reviste una importancia especial, sobre todo teniendo en cuenta que estos son los primeros debates políticos en los que participó la baronesa Ashton desde la puesta en marcha del nuevo Servicio Europeo de Acción Exterior.
El Informe anual sobre los derechos humanos en el mundo aprobado por el Consejo de la Unión Europea y la política de la Unión Europea al respecto constituyen la base de este debate y de la resolución del Parlamento Europeo que votaremos mañana. No podemos responsabilizar a la baronesa Ashton de las actuaciones que se exponen en el informe anterior, es decir el correspondiente al período 2008-2009, puesto que en aquel momento no había asumido aún el cargo de Alta Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Entendemos la gran responsabilidad que recae sobre usted, tanto ahora como en el futuro, y me gustaría asegurarle que todos quienes ejercemos nuestra labor en el Parlamento Europeo haremos todo lo que esté en nuestras manos para asegurar el logro de los objetivos de la Unión Europea en la esfera de la política exterior.
Baronesa Ashton, el Tratado de Lisboa lleva un año en vigor, y el Servicio Europeo de Acción Exterior entró en funcionamiento hace apenas dos semanas. Con su informe, el Parlamento Europeo envía hoy una señal muy clara a todas las instituciones comunitarias. El Parlamento Europeo ha expresado con claridad su posición de que el principal centro de atención del nuevo Servicio Europeo de Acción Exterior debería ser el fomento de la democracia y la protección de los recursos humanos en todo el mundo, y de que dicho enfoque debería reflejarse tanto en la estructura del servicio como en su financiación. Podría crearse una Dirección de Derechos Humanos y Democracia, una dirección de derecho internacional o una estructura con otro nombre pero con el mismo contenido. Deberíamos evitar la marginalización de las cuestiones relacionadas con los derechos humanos o la exclusión de dichas cuestiones de la agenda principal de la UE y de la estructura del SEAE.
Teniendo presente ese mismo objetivo, el Parlamento Europeo propone crear representantes especiales de derechos humanos en el marco de este servicio, que podrían trabajar en países o regiones específicos, sobre todo en aquellos en los que la UE no cuenta con representación diplomática. Dichos representantes especiales tendrían el mandato claro de defender los derechos humanos en los países en los que trabajen.
Asimismo, me gustaría hacer hincapié una vez más en la necesidad de establecer un grupo de trabajo sobre derechos humanos basado en Bruselas, tanto más cuanto que la mayoría absoluta de los Estados miembros de la UE respaldan esta idea. El informe que votaremos mañana aquí, en el Parlamento Europeo, expone y evalúa la política comunitaria, el trabajo de la Unión Europea en su conjunto y de sus instituciones, abarcando una amplia gama de temas y asuntos que incluyen la abolición de la pena de muerte, la lucha contra el terrorismo y los derechos humanos, los derechos del niño, la lucha contra la violencia contra la mujer, la situación de los defensores de los derechos humanos en diversos países del mundo y la libertad de religión o de credo. Estamos debatiendo y evaluando el funcionamiento de la Unión Europea en los foros internacionales, como las Naciones Unidas o el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, así como la cooperación de la Unión Europea con la Corte Penal Internacional.
Mis colegas eurodiputados han desempeñado una función activa en la elaboración del informe sobre el que estamos debatiendo, y que fue adoptado por aplastante mayoría en la Comisión de Asuntos Exteriores: 50 votos a favor, ninguno en contra y dos abstenciones. El informe contiene además un anexo que recoge una lista de violaciones concretas de los derechos humanos en varios países, sobre las que el Parlamento Europeo ha llamado la atención. Dicha lista contiene nombres, países, destinos humanos y vidas perdidas reales. Por tanto, quisiera concluir mi intervención mencionando algunos casos concretos de violaciones graves de los derechos humanos.
Obviamente, dado que ha participado usted en la ceremonia, sabe que hoy estaba previsto que el Parlamento Europeo concediese el Premio Sájarov a la libertad de conciencia al disidente cubano Guillermo Fariñas. No pudimos hacerlo porque representantes del Gobierno de Cuba se negaron a permitir que el señor Fariñas viniese al Parlamento Europeo. Confiamos que, en el ejercicio de sus responsabilidades, tendrá en cuenta este hecho y encontrará el modo de expresar al Gobierno cubano nuestra posición, nuestra decepción, nuestro malestar y nuestra oposición por este asunto.
Quisiera también llamar su atención sobre otro caso doloroso que exponemos en nuestro informe. Se esperaba que el tribunal ruso Khamovinicheskii dictase hoy una de las sentencias de la causa, pero dicha sentencia se ha pospuesto por razones poco claras hasta finales de mes. Me refiero al juicio instruido contra Mikhail Khodorkovskii y Platon Lebedev, que en mi opinión refleja la podredumbre del sistema judicial y la ausencia del estado de derecho en Rusia. Baronesa Ashton, quiero exhortarle a que no olvide estos casos y a trabajar para garantizar que en Rusia la justicia sea la norma, y no la excepción. Creo que la actual apertura de Rusia y el deseo del presidente Medvedev de modernizar el país representan una buena oportunidad para lograr este objetivo.
Catherine Ashton, Vicepresidenta de la Comisión y Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. − Señora Presidenta, Señorías, el viernes pasado celebramos el Día Internacional de los Derechos Humanos. El tema de este año destacaba el trabajo de las personas y organizaciones de todo el mundo que luchan contra las violaciones de los derechos humanos, y de forma específica contra la discriminación.
A lo largo del último año tuve la oportunidad de conocer a la ganadora del Premio Nobel Shirin Ebadi, de Irán, así como al Dr. Soria Sabhrang, comisionado para los derechos humanos de la mujer de Afganistán y ganador de importantes premios, y a otros defensores de los derechos humanos en todo el mundo, y continuaré haciéndolo.
Como he dicho antes, espero que mis colegas en Bruselas y los jefes de las delegaciones de la UE hagan lo mismo.
Hace seis meses me dirigí a ustedes para presentarles una primera visión de cómo debería llevar a cabo la Unión Europea su política en materia de derechos humanos. Hoy quiero mostrarles cómo han avanzado los trabajos desde entonces y cómo me imagino el futuro con el apoyo del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Pero, antes de nada, quiero expresar mi agradecimiento a la Dra. Andrikienė por el informe que ha elaborado, que responde al informe anual de la UE sobre los derechos humanos y establece la visión del Parlamento Europeo sobre el modo en que podemos mejorar la eficacia de nuestro enfoque en materia de derechos humanos en la Unión Europea. Esta es una ambición que comparto firmemente. La diversidad de las acciones de la UE y de los desafíos a los que nos enfrentamos queda perfectamente reflejada en el informe que hoy se presenta ante la Cámara: los atentados contra defensores de los derechos humanos, la violencia sexual o el uso de nuevas tecnologías para poner freno a la libertad de expresión, por citar solo unos pocos. Quiero rendir un homenaje a la Dra. Andrikienė por haber sido capaz de reunir más de 400 enmiendas en este informe admirable, informativo y extremadamente útil.
El informe abarca un terreno muy amplio y quiero extraer tres acontecimientos importantes producidos en los últimos meses. El primero y principal, que la UE ha trabajado muy duro para promover la causa de los derechos humanos a escala multilateral.
En un período de sesiones crucial del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la Unión Europea mantuvo una posición común en resoluciones que se prestaban a la división, relativas a la flotilla que se dirigía a Gaza y al informe Goldstone. En la Tercera Comisión de la Asamblea General, la UE también consiguió los objetivos que se había propuesto: se aprobaron por amplia mayoría las resoluciones sobre Birmania, KP y la pena de muerte —al igual que la resolución de Canadá sobre Irán— y la resolución de la UE sobre la eliminación de la intolerancia religiosa fue aprobada por consenso.
En segundo lugar, como anuncié en junio, se ha empezado a revisar la política de la UE en materia de derechos humanos. Se ha seguido un proceso integrador en el que busqué las aportaciones de los diputados de los Estados miembros, en especial la señora Hautala y la Subcomisión de Derechos Humanos, así como las ONG de la sociedad civil y expertos procedentes del mundo académico. En los próximos meses pediré al servicio y al equipo que dirijo que examinen los principales temas que emergen a partir de estas consultas y que estudien la mejor forma en que podemos poner esas cuestiones en práctica. Espero seguir contando con el apoyo del Parlamento en esta labor.
En tercer lugar, se ha comenzado a trabajar en la racionalización de la combinación de políticas que se han venido desarrollando a lo largo de la última década y que conforman las orientaciones comunitarias de política en materia de recursos humanos: series de herramientas y otros instrumentos, las directrices de las que nos hemos dotado para promover y proteger los derechos humanos. Hay buenas razones que justifican el desarrollo tan natural que ha experimentado la política, pero parece que nos encontramos ante el momento adecuado para estudiar la situación y avanzar. En mi opinión, existen tres posibles líneas de actuación en lo que respecta al trabajo de revisión en curso.
La primera, es necesario que Europa continúe defendiendo los derechos humanos a escala mundial. Estamos trabajando para fortalecer nuestra influencia en las Naciones Unidas y para resistir ante los intentos de diluir las normas universales, que constituyen la base de nuestra actuación. Debemos encontrar maneras innovadoras de trabajar con los asociados de terceros países para promover nuestros valores comunes, como ya hicimos con éxito en el caso de la votación sobre la resolución de la pena de muerte en la Asamblea General de las Naciones Unidas. También estamos trabajando para asegurar que nuestras propias aportaciones resistan los exámenes a los que se vean sometidas.
En segundo lugar, debemos adaptar nuestro enfoque a cada situación. Esto significa que hemos de establecer estrategias locales de derechos humanos para cada país, revisar nuestras prioridades y utilizar de forma óptima las variadas herramientas de las que disponemos, por ejemplo mediante el intercambio de experiencias en Internet sobre la protección infantil o sobre cómo combatir mejor el trabajo infantil.
En tercer y último lugar, los derechos humanos deberían ser visibles en el centro de la acción exterior de la UE. Esto significa que debemos integrar los derechos humanos en las actividades de todas y cada una de las partes del Servicio de Acción Exterior, así como en la acción exterior de la UE en su conjunto: comercio, desarrollo, PCSD, etc., y hacerlo en todos los niveles. Los derechos humanos se integrarán en la estructura de la administración central y en todas nuestras delegaciones con el fin de ser capaces de supervisar la situación en materia de derechos humanos y de promover el logro efectivo de los objetivos de la política de derechos humanos de la UE.
Los derechos humanos se encuentran en el corazón de la identidad comunitaria y constituyen el núcleo de la labor que llevamos a cabo en todo el mundo. Hemos desarrollado sólidos conjuntos de mecanismos para promover esos valores en diferentes contextos y con diferentes asociados, en el contexto multilateral y a través del apoyo a la sociedad civil, o financiando proyectos específicos en el área de los derechos humanos en más de un centenar de países. Casi diez años después de la primera comunicación de la UE sobre derechos humanos, y con la creación del nuevo servicio, quiero asegurarles que nuestra política de derechos humanos es eficaz, innovadora y está correctamente orientada: los hilos de plata que se extienden a lo largo de toda nuestra acción exterior y la norma de oro que rige nuestra política exterior.
Por ello acojo hoy con especial satisfacción la elaboración de este informe y, asimismo, quisiera terminar felicitando a Guillermo Fariñas por el Premio Sájarov a la libertad de conciencia.
Inese Vaidere, en nombre del Grupo PPE. – (LV) Señora Presidenta, señora Ashton, quisiera en primer lugar agradecer a la señora Andrikienė por el magnífico informe que ha elaborado, que fue adoptado prácticamente por unanimidad en la Comisión de Asuntos Exteriores. También quiero agradecer a la señora Ashton por la mesura de su intervención. El informe sobre los derechos humanos en el mundo atestigua la crítica situación que se vive incluso en aquellos países en los que la Unión Europea lleva muchos años celebrando debates y consultas sobre derechos humanos. El informe, por ejemplo, hace hincapié en que Rusia todavía no ha aplicado más que el primer punto de los seis de los que consta el acuerdo sobre Georgia. Aún hay medio millón de personas que no pueden regresar a sus casas en Osetia del Sur y en Abjasia. La Unión Europea debe solucionar estas situaciones con seriedad, por ello insto a la Alta Representante a prestar especial atención a la resolución de las cuestiones a las que me he referido. Sería intolerable que la Unión Europea destinase amplios recursos, tanto en términos económicos como de tiempo, al diálogo sobre los derechos humanos y que, pese a ello, no obtuviese resultados positivos. Es evidente, por tanto, que deben introducirse mejoras importantes en la política de derechos humanos de la Unión Europea. En primer lugar, mediante la aplicación de una estrategia precisa en materia de derechos humanos que no solo defina tareas sino también una estructura, y que garantice una evaluación regular de los resultados y un examen de las tácticas operativas. En segundo lugar, la evaluación de la situación en materia de derechos humanos por parte de la Unión Europea debe basarse únicamente en la experiencia y en criterios definidos. No debemos modificar nuestra opinión por las presiones de terceros países ni por la influencia de los intereses económicos. En tercer lugar, debemos establecer una consulta regular a escala comunitaria con las organizaciones no gubernamentales. La prioridad del Servicio de Acción Exterior debe ser la protección de los derechos humanos y de la democracia, que debe constituir además un criterio inequívoco en los acuerdos bilaterales que se firmen con terceros países. Muchas gracias.
Véronique De Keyser, en nombre del Grupo S&D. – (FR) Señora Presidenta, este informe es realmente extensísimo, un trabajo descomunal. De hecho, prácticamente agota el tema de los derechos humanos y, al mismo tiempo, contiene imperfecciones derivadas de sus propias cualidades; es decir, se trata de un documento muy denso cuya lectura puede exigir mucho tiempo. Ciertamente no puede culparse de ello a la ponente, sino, más bien, a las 423 enmiendas que tuvo que digerir. Se trata, por tanto, de una proeza de la que debemos felicitar a la señora Andrikienė.
El informe, sin embargo, también pone de relieve el hecho de que los derechos humanos, que se encuentran en el centro de las políticas comunitarias, constituyen un tema complejo que presenta múltiples facetas. En consecuencia, baronesa Ashton, cuando el Parlamento Europeo le pide un relator especial sobre los derechos humanos, una dirección general de derechos humanos, formación especial para el personal de las delegaciones de la UE en el extranjero y, entre todas esas personas, una persona que asuma específicamente la responsabilidad de supervisar la situación del país en cuestión en materia de derechos humanos, si el Parlamento Europeo le demanda todo eso, no es en absoluto con la intención de burocratizar esta esfera de actuación, sino porque en ese terreno hay muchísimo trabajo por hacer.
Si bien este informe no pasa por alto los graves problemas y las violaciones que continúan sacudiendo el mundo, tampoco constituye una letanía de horrores. Uno de sus aspectos positivos es que hace hincapié en los esfuerzos realizados y no duda en recomendar itinerarios de acción y temas de debate sobre los que empezar a trabajar.
En conclusión, el documento refleja a la perfección la importancia y la sustancia del trabajo que lleva a cabo la Unión Europea. La UE ha desarrollado un conjunto de herramientas que realmente pueden contribuir al fomento de la democracia en el mundo. Todavía tiene que convencer a sus interlocutores de que el respeto de los derechos humanos no impide el crecimiento ni el comercio internacional, y que no representa un lastre en las relaciones externas sino que añade valor en términos de estabilidad y de prosperidad.
Baronesa Ashton, ha asumido usted muy bien la causa de los derechos humanos y ha dejado su impronta al final de este primer año de vigencia del Tratado de Lisboa.
Leonidas Donskis, en nombre del Grupo ALDE. – (LT) Señora Presidenta, me gustaría felicitar a la ponente y a todos los diputados que han realizado enmiendas y han participado en los debates, por su interés y sus esfuerzos por elaborar y mejorar este informe sobre los derechos humanos en el mundo y la política de la Unión Europea al respecto.
Creo que la ponente y sus colegas de la Subcomisión de Derechos Humanos y de la Comisión de Asuntos Exteriores asumieron este reto y lo han cumplido a la perfección. Las ideas y la asistencia que recibimos de los representantes de las organizaciones no gubernamentales también contribuyeron a mejorar el documento. Por consiguiente quiero exhortar a Sus Señorías a votar a favor de este informe, que, tras prolongados debates, enmiendas y discusiones ofrece un reflejo riguroso de la posición del Parlamento Europeo con respecto a los derechos humanos.
En cuanto a la cuestión de las enmiendas presentadas, quisiera instar a mis colegas a no profundizar en temas que ya fueron objeto de largos debates en el ámbito de la Comisión. Es cierto que abundan los problemas en materia de derechos humanos, y que hay numerosos países que podríamos mencionar y a los que podríamos hacer un llamamiento a actuar. Sin embargo, el valor del informe reside en su concisión. Una extensión infinita del documento haría que perdiese su efectividad, por lo que a mi juicio algunas de las enmiendas que se están debatiendo son innecesarias.
Al mismo tiempo me gustaría llamar la atención de Sus Señorías sobre algunas importantes enmiendas que no aparecieron en la versión anterior del informe. Entre ellas, la presentada por mi grupo sobre el pentotal sódico, exigiendo garantías de que la producción y la venta de esta sustancia, que se puede utilizar para ejecutar sentencias de muerte, solo se permitirán con fines médicos. La adopción de esa enmienda constituiría un paso muy importante en la lucha contra la pena de muerte en todo el mundo. Quisiera instar asimismo a Sus Señorías a apoyar otra enmienda presentada por nuestro grupo, en la que se exhorta a la Comisión Europea a continuar trabajando en pos del cumplimiento de los compromisos contenidos en el informe sobre los derechos humanos de 2007 con respecto al fortalecimiento de los esfuerzos de lucha contra la violencia.
Este documento no es únicamente una serie de directrices para la Comisión Europea, el Consejo y los Estados miembros, sino que también representa un mensaje muy claro y firme para los vecinos y asociados de la Unión Europea, así como para otros países en los que los derechos humanos no se respetan ni defienden lo suficiente. Espero que todos los países e instituciones interesados presten a este informe la atención que merece y que adopten sus valiosas recomendaciones.
Heidi Hautala, en nombre del Grupo Verts/ALE. – Señora Presidenta, quiero dar la bienvenida al Parlamento Europeo a la Alta Representante. También quiero felicitar cordialmente a la señora Andrikienė por su trabajo, un excelente trabajo de equipo, razón por la que puede ser adoptado casi por unanimidad en la Comisión de Asuntos Exteriores.
Tuve la enorme suerte de ser invitada este otoño a participar en los debates entre los Estados miembros acerca de cómo se podría hacer más eficaz y más coherente la política sobre derechos humanos de la UE. Creo que estamos ante una oportunidad histórica para revisar nuestra política sobre derechos humanos, tal y como ha señalado, baronesa Ashton. Mi sugerencia es que este proceso debe ser tan integrador y tan abierto como sea posible. Recomiendo vivamente que envíen una comunicación a su debido tiempo —no demasiado tarde, claro está— al Parlamento y al Consejo, de modo que podamos mantener un auténtico debate y un compromiso al máximo nivel.
Hoy es muy importante recordar que el Tratado de Lisboa sitúa el respeto por los derechos humanos en el núcleo de la política exterior de la Unión. Por ese motivo, hemos de contar con unas estructuras adecuadas. Sabemos que usted, Alta Representante, está comprometida en su cuartel general con los derechos humanos y con las estructuras democráticas. ¿Puede decirnos qué significa eso en la práctica? ¿Es capaz de repetir el compromiso que ofreció al Parlamento en verano? También le quiero urgir vivamente a crear el COHOM con sede en Bruselas, que es el grupo de trabajo sobre derechos humanos del Consejo Europeo. Si necesitamos más coherencia —como así sucede— entonces necesitamos contar con esa estructura permanente.
Por último, quiero darle las gracias por sus esfuerzos para reunir a los Estados miembros el viernes pasado en Oslo para la ceremonia del Premio Nobel de la Paz. Tengo razones para creer que, sin sus esfuerzos, esto no habría ocurrido. Es una base excelente para nuestro trabajo sobre derechos humanos, de modo que la Unión tenga una voz más clara, más alta y más eficaz en el mundo.
Konrad Szymański, en nombre del Grupo ECR. – (PL) Señora Presidenta, yo también quiero sumar mi voz a las expresiones de agradecimiento a la ponente. Hemos tenido mantenido una cooperación excelente, que ha tenido como resultado un informe que en mi opinión es muy bueno. Creo que algo que debemos destacar es el hecho de que los cristianos aún constituyen el grupo religioso más perseguido del mundo, y que sufren discriminación, son atacados y en ocasiones incluso asesinados en prácticamente cualquier lugar del mundo. Cuando esto sucede, el mundo calla. También nosotros —la Unión Europea— seguimos sin hacer lo suficiente.
Agradezco mucho a la señora Ashton su reacción ante muchos casos individuales recientemente, pero hemos de insistir en este asunto. Nuestros países vecinos, como Egipto y Argelia, deben saber que no podemos ampliar nuestro diálogo político sin incluir el tema de las minorías religiosas en estos países. Los países como Sudán e Iraq deben ser advertidos de que no acordaremos el desarrollo de programas de ayuda o de acuerdos de libre comercio hasta que tengamos pruebas de que en esos países existe un respeto por el derecho fundamental a la libertad religiosa.
Es mucho lo que ha cambiado a mejor en este ámbito durante los últimos años, pero hemos de mantener un compromiso permanente en defensa de la libertad religiosa en todo el mundo, porque nadie lo hará por nosotros. En los últimos días en el Parlamento Europeo hemos tenido la oportunidad de reunirnos con obispos procedentes de Iraq, de Mosul y de Bagdad, para compartir sus experiencias. Creo que no solamente debemos transmitirles nuestra solidaridad, sino también una garantía de seguridad para el futuro, de modo que sientan que hay alguien a quien pueden recurrir en busca de ayuda. De lo contrario, arriesgamos nuestra propia credibilidad, porque si no somos capaces de cuidar a nuestros amigos, perdemos credibilidad ante los ojos del mundo.
Marie-Christine Vergiat, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (FR) Señora Presidenta, nuestra sesión parece estar dedicada especialmente a los derechos humanos.
Esta mañana hemos adoptado el Informe Gál. También hemos adoptado un informe sobre el tráfico de seres humanos, y otro sobre la orden europea de protección; en otras palabras, sobre los derechos de las víctimas. Colocaré en el mismo plano el rechazo del permiso único, por el que el Parlamento Europeo ha rechazado una propuesta que resultaba excesivamente discriminatoria para los extranjeros.
No volveré al tema del Premio Sájarov. Ya he expresado mi opinión. Para mí, sin embargo, este informe se sitúa en la misma visión de dos velocidades, en el mismo prisma estrecho a través del cual por desgracia algunos de mis colegas contemplan la cuestión de los derechos humanos.
He aquí algunos ejemplos: estoy comprometido con la libertad religiosa así como con la libertad de creer o de no creer. Muchos no creyentes también son perseguidos en todo el mundo. Nuestra ponente ha rechazado las enmiendas para introducir el concepto de libertad de pensamiento, de libertad de fe y de libertad de religión, incluso pese a que existen en el Derecho internacional. ¿Por qué dedica el texto quince párrafos a la libertad religiosa, fundamentalmente centrándose en los cristianos, y únicamente seis párrafos a la libertad de expresión? No hay mención alguna a los sindicalistas. ¿Por qué ese doble rasero, que siempre consiste en mencionar los mismos países (Iraq, Irán, Rusia, Bielorrusia o Cuba), cuando la situación en muchos países de África apenas si es citada, y nunca al Magreb, donde quienes defienden los derechos humanos y la democracia son colocados en el punto de mira, o especialmente a Libia y a Túnez, ante la indiferencia universal? Tampoco hay referencias a Colombia.
Espero que este debate nos permita avanzar. Creo que si equilibramos nuestras posiciones y adaptamos lo que decimos y hacemos, progresaremos hacia una concepción de los derechos humanos verdaderamente universal. Sigue habiendo mucho trabajo por hacer y le he escuchado atentamente, baronesa Ashton.
Fiorello Provera, en nombre del Grupo EFD. – (IT) Señora Presidenta, Señorías, en primer lugar quiero dar las gracias a la ponente, la señora Andrikienè, por aceptar algunas de mis enmiendas sobre libertad religiosa, y la felicito por el exitoso borrador de este informe.
En todo el mundo se registran más y más sucesos que afectan a la libertad de los creyentes: los obstáculos para la libertad de credo, los ataques y los asesinatos crecen año tras año. Estos actos criminales afectan a creyentes de todas las religiones, en especial a los cristianos. Paradójicamente, la libertad de religión se está convirtiendo en un tema cada vez más delicado, en lugar de ser una de las libertades más naturales e incuestionables.
Por todas estas razones, reitero la propuesta presentada anteriormente para establecer un informe específico, preciso y anual por parte del Parlamento Europeo para controla el estatus de la libertad de religión en el mundo. Este informe proporcionará la información necesaria para planificar unas intervenciones políticas preventivas adecuadas.
Nicole Sinclaire (NI). - Señora Presidenta, generaciones enteras de escolares soviéticos crecieron aprendiendo que el camarada Stalin había inventado el motor de combustión interna. Según parece, los escolares europeos crecerán aprendiendo que la UE es defensora de los derechos humanos, pero ¿qué hemos hecho en realidad, más allá de la retórica?
La ponente destaca la debilidad de la política de la UE hacia la junta militar de Burma, una debilidad que equivale a apaciguamiento. La ponente nos dice que la UE está muy preocupada por los abusos contra los derechos humanos fuera de la Unión, pero ¿qué sucede con las deportaciones forzosas de ciudadanos romaníes de Bélgica en 1999 durante la presidencia del señor Verhofstadt, quien ahora se sienta aquí como europarlamentario? ¿Qué sucede con las deportaciones de romaníes de Francia este mismo año?
Pero tal vez palabras y solamente palabras sea lo único que podemos esperar del Servicio de Acción Exterior. En Bruselas, la semana pasada Amnistía Internacional generó inquietud en relación con la ausencia de una unidad de derechos humanos dentro del Servicio de Acción Exterior. Las palabras están muy bien, pero la acción resultaría más útil para los ciudadanos que están oprimidos y que sufren en todo el mundo.
En la comisión de la semana pasada acusé a la Presidencia belga de ser una presidencia fantasma. Para mi asombro, la Presidencia se mostró de acuerdo conmigo, diciendo que era exactamente eso lo que quieren ser. Por tanto, quiero pedir a la baronesa Ashton que esté presente —y no solamente en espíritu— a la próxima reunión de la Subcomisión de Derechos Humanos el día 10 de enero, donde podrá tomar parte en un intercambio de opiniones sobre la red de derechos humanos y democracia, y explicarnos exactamente qué significado tiene para ella la palabra «acción».
Filip Kaczmarek (PPE). – (PL) Señora Presidenta, quiero dar las gracias a la señora Andrikienè, ponente para el informe sobre derechos humanos en 2009. No ha sido un trabajo sencillo, porque lamentablemente el estado de respeto por los derechos humanos continúa reclamando nuestra atención y nuestro compromiso. En nuestro informe pedimos a varios países e instituciones que pongan en marcha iniciativas específicas dirigidas a incrementar el grado de respeto por los derechos humanos. Me da la sensación de que debemos comprobar más a menudo si estas instituciones verdaderamente llevan a cabo lo que el Parlamento Europeo les pide. De lo contrario, dentro de un año tendremos que repetir muchas de las observaciones de hoy.
Es correcto solicitar respeto para los derechos humanos, pero esto aún no basta. También debemos ser eficaces —debemos estar en condiciones de persuadir a las autoridades ejecutivas para que pongan en práctica nuestras instrucciones de manera eficaz. Apoyo la propuesta de la ponente para que el Servicio de Acción Exterior cuente con una dirección de derechos humanos y democracia, y para que se cree el puesto de Alto Representante para los Derechos Humanos. El principio básico de una política exterior coherente de la Unión Europea debe ser el fomento de los valores democráticos y de los derechos humanos. Ese es probablemente el mensaje político más importante del informe. Si se demostrase que es posible lograr esto, los sucesivos informes anuales sobre el respeto por los derechos humanos en el mundo serían cada vez más breves, y puede que así sea.
Janusz Władysław Zemke (S&D). – (PL) Señora Presidenta, muchas gracias por darme la oportunidad de intervenir. Hoy estamos analizando un material que está claramente compuesto por dos partes o por dos áreas. La primera es un intento de evaluar el respeto por los derechos humanos en 2009, y el segundo es la política de la Unión Europea a este respecto. Hemos de decir si en el mundo se registraron progresos durante el año pasado en términos de respeto por los derechos fundamentales. Aquí estoy pensando en el hecho de que la pena de muerte sigue vigente, y de que la tortura continúa siendo usada en muchos países. Pienso en el uso de la violencia contra las mujeres, y también en el hecho de que en el mundo aún hay cientos de millones de niños que son forzados a trabajar como esclavos.
La segunda parte tiene que ver con la Unión. No existen controversias sobre valores o sobre objetivos. La discusión básica, y lo que nos preocupa, se refiere al hecho de que queremos que el trabajo de la Unión en el área de la protección de los derechos humanos sea más eficaz. Quiero mostrarme de acuerdo con todas las sugerencias al respecto que aparecen en el informe. Si estas recomendaciones nuestras fuesen llevadas a la práctica, el trabajo de la Unión en el ámbito de la defensa de los derechos humanos en el mundo sería sin lugar a dudas mucho más eficaz.
Charles Goerens (ALDE). – (FR) Señora Presidenta, el informe de la señora Andrikienė es un documento de referencia importante para todos los que se pronuncian sobre los derechos humanos. Es bueno compartir lecciones con nuestros socios del resto del mundo en materia de derechos humanos.
Aunque algunos países todavía están en la Edad Media en lo relativo al cumplimiento de las normas sobre derechos humanos, Europa haría bien en renunciar a adoptar una postura excesivamente arrogante.
Las críticas de la Unión Europea hacia las autoridades de los países que siguen violando los derechos humanos serían todavía más creíbles si nuestros 27 Estados miembros, sin excepción, acordaran hacer cumplir todas las sentencias del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.
¿Cuál es nuestra postura a este respecto? ¿No es hora de comprometernos solemnemente para que no exista la menor duda sobre nuestro deseo de respetar la autoridad de los organismos que nosotros mismos hemos creado?
Barbara Lochbihler (Verts/ALE). – (DE) Señora Presidenta, baronesa Ashton, la UE cuenta con una amplia gama de medidas que pueden utilizarse para mejorar las políticas de derechos humanos en varios países. La Unión Europea es una potencia regional que debe reclamar en los foros multilaterales la aplicación de políticas de derechos humanos y asegurarse de que se ponga un mayor interés en lograr avances en este ámbito. A raíz de la puesta en marcha del Servicio Europeo de Acción Exterior, ¿aprovecharemos esta oportunidad para reflexionar si la política de la UE en materia de derechos humanos está teniendo el efecto deseado? Espero que así sea, y acojo con satisfacción la revisión de la política actual en materia de derechos humanos que ha anunciado la baronesa Ashton.
No obstante, me preocupa enormemente que no sea posible hacer un uso adecuado de las estructuras previstas para las actividades en materia de derechos humanos en el seno del Servicio de Acción Exterior. Hay un riesgo real de que se cuente todavía con menos recursos que en el pasado, y de que no dispongamos de una política europea en materia de derechos humanos visible, audible ni efectiva. El departamento de derechos humanos que se está creando amenaza con convertirse en una simple fachada, si la política en materia de derechos humanos no está representada en modo alguno al más alto nivel. La mera integración de la perspectiva de derechos humanos no producirá los resultados necesarios.
Necesitamos un equipo considerable de expertos con contactos al más alto nivel y la exigencia de que todos los implicados se tomen este asunto en serio. Solo entonces será posible su integración en todos los ámbitos políticos y a un nivel central de la toma de decisiones. Sería totalmente incomprensible, poco profesional y regresivo centrarse únicamente en la integración. Los que sufren violaciones de sus derechos más fundamentales esperan de la UE una política nueva y eficaz en materia de derechos humanos, y no simplemente la aplicación en este ámbito de una serie de procedimientos administrativos.
Charles Tannock (ECR). - Señora Presidenta, felicito a la ponente, Laima Andrikienė, por el enfoque equilibrado y sensato que ha adoptado en este informe.
Mi Grupo, el ECR, está plenamente comprometido con la promoción de los derechos humanos fundamentales en todo el mundo. No obstante, también reconocemos que a menudo los derechos humanos deben equilibrarse con la realpolitik. ¿Por qué si no desarrollaría la Unión Europea una asociación estratégica con China, cuyo gobierno muestra un escaso respeto por las libertades que consideramos esenciales? Del mismo modo, la UE tiene el deber moral de proporcionar ayuda humanitaria y ayuda al desarrollo a los países en desarrollo, incluso a aquellos con un historial lamentable en materia de derechos humanos, como Pakistán, donde las mujeres y las minorías religiosas, en especial, sufren una discriminación institucionalizada.
No obstante, me satisface que este informe ponga de relieve la situación de una serie de países que me han interesado especialmente durante mi carrera profesional: Vietnam, Cuba, Venezuela, Irán, Zimbabue y Corea del Norte. Asimismo, también se plantea con toda razón la cuestión de la impunidad de la que disfrutan los infractores de los derechos humanos en Rusia. El tema central de este informe es que la democracia, los derechos humanos y la libertad económica van de la mano.
No obstante, me surgen dudas cuando este Parlamento invoca el Derecho internacional para condenar ciertas prácticas escabrosas, cuando el fundamento jurídico para ello dista de estar claro. Observo, por ejemplo, que, en una resolución del Parlamento que se debatirá mañana, se declara la práctica del castigo corporal en Malasia como algo claramente contrario al Derecho internacional, cuando dicha declaración es legalmente cuestionable. Debemos atenernos a los hechos para mantener nuestra credibilidad como institución.
Bastiaan Belder (EFD). - (NL) Señora Presidenta, nuestro compromiso con el respeto de los derechos fundamentales posee un significado escaso si no va acompañado de una implicación personal, y a ello anima con claridad el interesante informe de la señora Andrikienė. Mi preocupación concreta en este sentido es la «libertad religiosa».
Quiero mencionar tres infracciones actuales del derecho fundamental a la libertad religiosa, como forma de instar al Consejo y a la Comisión, que aquí se combinan en una sola persona, usted, señora Alta Representante, a dar voz y, por tanto, a poner cara a estos ciudadanos y a todos los que sufren persecución y se ven atrapados en la agenda diplomática.
En mi opinión, hay tres casos urgentes: 1. El Dr. Fan Yafeng, un prominente abogado de derechos humanos cristiano y pastor de la célula de creyentes de Beijing, que está bajo arresto domiciliario desde el 1 de noviembre de 2010 y que ha sufrido durante semanas el acoso de las artimañas y las maquinaciones de los servicios de inteligencia de China. Plan de acción para Europa: levantar el arresto domiciliario del Dr. Yafeng.
2. Aisha Bibi, una cristiana pakistaní, condenada a muerte a raíz de unos cargos muy dudosos en virtud de las leyes sobre la blasfemia de Pakistán. En una conversación personal que mantuve recientemente con el Ministro paquistaní de Asuntos Exteriores en San Francisco, no quiso acordar nada más allá de una investigación policial exhaustiva sobre los cargos derivados de las leyes sobre la blasfemia. Plan de acción para Europa: lograr la liberación de Aisha Bibi y la abolición de las leyes sobre la blasfemia en Pakistán.
3. Yusuf al-Qaradawi, líder de una célula de creyentes de Irán, condenado a muerte por cargos de «apostasía». Plan de acción para Europa: lograr la liberación de este líder religioso y poner fin a la vigilancia estatal permanente de las agrupaciones religiosas en la república islámica.
Señorías, miembros del Consejo y la Comisión, señora Alta Representante, por desgracia no le faltan tareas de las que ocuparse.
Andreas Mölzer (NI). – (DE) Señora Presidenta, cuando China llama a boicotear la ceremonia del Premio Nobel de la Paz y tanto el Gobierno de Iraq como el de Afganistán, que alcanzaron el poder con la ayuda militar de Occidente, secundan su petición, para mí la situación se convierte en un ejemplo evidente de los problemas de los regímenes de carácter islámico con los derechos humanos. En este contexto, la creciente persecución de las minorías cristianas en Oriente Medio y los casos de discriminación e intolerancia hacia los cristianos en Europa son muy inquietantes. No podemos seguir ignorando los problemas cada vez mayores de las comunidades musulmanas en la UE en relación con los matrimonios forzados, los crímenes de honor, la violencia contra las mujeres y las apelaciones a la ley islámica.
En mi opinión, también debemos oponernos con firmeza al tipo de relativismo cultural que, bajo el pretexto del respeto a otras culturas y tradiciones, tolera el hecho de que en algunas zonas de cultura musulmana se esté restringiendo el derecho a la libertad, la igualdad y la codecisión de las personas.
Vittorio Prodi (S&D). – (IT) Señora Presidenta, Señorías, en general el informe de la señora Andrikienė es un informe excelente, sobre el cual el Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo ha trabajado arduamente para aportar ideas del máximo valor. Los derechos humanos constituyen uno de los pilares fundamentales de la Unión Europea desde su creación, y su respeto es un punto esencial que el Parlamento Europeo debe fomentar día a día.
Una aceptación más amplia de los derechos humanos y las libertades fundamentales, la globalización y los cambios en nuestra sociedad exigen una perspectiva nueva y diferente, que no encaja en ninguno de nuestros cánones actuales. Por ello, el objetivo de asegurar un acceso equitativo a los recursos naturales como uno de los derechos fundamentales de todo individuo se convierte en algo esencial.
En los próximos años, el cambio climático provocará el desplazamiento de una cifra considerable de refugiados, que huirán de las zonas más pobres de la Tierra, y es nuestro deber empezar a tomar nota de estos flujos migratorios potenciales a fin de que podamos establecer unas políticas apropiadas que permitan asegurar el respeto a la dignidad de estas personas.
La expresión «refugiado climático» todavía no se ha instalado en el vocabulario del Derecho internacional actual. Naturalmente, seguimos comprometidos con la lucha contra la desertificación, del mismo modo que lo hacemos con el cambio climático. Estos son los temas que he intentado añadir al texto del informe, de modo que pueda iniciarse un debate serio sobre estas cuestiones.
Marietje Schaake (ALDE). - Señora Presidenta, hoy celebramos un día importante con la concesión del Premio Sájarov, pero tenemos mucho trabajo por hacer al margen de este evento. Quiero destacar algunos elementos de este informe exhaustivo y bien elaborado.
Por un lado, está la necesidad de luchar en favor de la justicia sobre la impunidad, sea a través de la Corte Penal Internacional o de cualquier otro modo. No solo es importante llevar a los culpables ante la justicia, porque con frecuencia se trata de un proceso a largo plazo, sino que, mientras tanto, para los que temen que las violaciones de los derechos humanos pasen desapercibidas a ojos de las democracias liberales o que, de hecho, las toleren, comenzar a hacer responsables a los individuos que violan los derechos humanos es reconocer el sufrimiento y nuestra credibilidad en la UE.
En este informe pedimos sanciones para los funcionarios rusos responsables de la muerte del señor Magnitsky y para los funcionarios iraníes implicados en la censura, la violación, la represión y las ejecuciones sistemáticas de ciudadanos que no han hecho otra cosa que actuar de acuerdo con sus derechos humanos inalienables y, ciertamente, universales.
Peter van Dalen (ECR). - (NL) Señora Presidenta, en las últimas décadas hemos comprobado que la situación de los derechos humanos ha mejorado en algunos lugares del mundo. Pienso en América del Sur y Europa del Este, donde este avance se ha vinculado a la democratización y a una mayor prosperidad.
Por desgracia, no hemos visto ningún progreso en los países donde predomina el Islam, más bien al contrario. En Egipto, Iraq, Irán, Pakistán, Somalia y otros países similares, cada vez más cristianos y otros miembros de minorías religiosas se están convirtiendo en objeto de opresión.
En estos países, los extremistas no dejan piedra alguna sin mover. Acusaciones de blasfemia, prohibiciones de conversión al cristianismo, acoso cotidiano, asesinatos... todo ello está sucediendo. A menudo, estas acciones se dirigen contra comunidades que han vivido en estos países desde hace mucho más tiempo que los musulmanes.
Señora Presidenta, cuatro de cada cinco personas perseguidas por su fe son cristianas, y la situación en los países musulmanes es la más grave.
Hago un llamamiento a la Unión Europea y a sus Estados miembros para que hagan más por combatir esta persecución religiosa y, señora Ashton, le planteo a usted concretamente la siguiente pregunta: ¿de qué modo abordarán esta situación sus políticas?
Nikolaos Salavrakos (EFD). – (EL) Señora Presidenta, debo felicitar a la señora Andrikienė por el informe integrado que ha presentado. Quiero recordar a todos los presentes que, hace 2 500 años, los antiguos griegos dijeron que «el hombre es la medida de todas las cosas». Dos siglos más tarde, los romanos afirmaron que «el hombre es un lobo para sus semejantes». Quiero comprobar si el dicho de los antiguos griegos es retórica filosófica o si hemos avanzado. Sin duda hemos avanzado, con la salvedad de que no hemos alcanzado el resultado deseado en términos de salvaguarda de los derechos humanos y, por desgracia, la crisis económica y financiera que estalló en Europa y en todo el mundo ha causado un problema enorme y ha afectado principalmente a los sectores más pobres de la sociedad, privándolos así del derecho humano al respeto fundamental de uno mismo. Señora Presidenta, baronesa Ashton, tenemos que ir más allá de las palabras: tenemos que actuar, tenemos que tomar las medidas necesarias para garantizar la protección social, para combatir la exclusión social y, sobre todo, para encontrar empleo para los jóvenes. Se lo recuerdo una vez más: el empleo no es un medio de vida, es un medio para lograr el respeto de uno mismo y la dignidad, y para garantizar unas condiciones pacíficas en Europa.
Angelika Werthmann (NI). – (DE) Señora Presidenta, una civilización no solo se mide por su progreso técnico y su prosperidad, sino también, cada vez más, por su respeto de los derechos humanos. Esta es una cita de un programa sobre el tema de los derechos humanos en el siglo XXI, y debe servirnos como advertencia. La credibilidad de la UE en este ámbito no debe darse por sentada, y nuestras políticas no son inmunes a ser calibradas sobre la base de un doble rasero.
El Servicio Europeo de Acción Exterior nos ofrece la oportunidad de acompañar con acciones las palabras que aprobamos cada jueves por la tarde como muy tarde. Los derechos humanos deben verse reflejados en todos los ámbitos de la política exterior de la UE. Acojo con satisfacción la revisión exhaustiva de la eficacia de todos los instrumentos de la UE en este ámbito, porque, evidentemente, no estamos ante una falta de voluntad política para plantear demandas estrictas, sino simplemente ante la falta de voluntad para ponerlas en práctica.
Miroslav Mikolášik (PPE). – (SK) Señora Presidenta, la Unión Europea se basa en valores como la libertad, la democracia, la igualdad, los principios del Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos.
No obstante, si la Unión Europea también quiere desempeñar un papel importante en la promoción de los derechos humanos en el mundo, es esencial que desarrolle una política exterior coherente, a la que todos los Estados miembros deben contribuir de manera decidida. La entrada en vigor del Tratado de Lisboa es una oportunidad única para lograr avances significativos en materia de derechos humanos y democracia, lo que, de ahora en adelante, debe convertirse en un elemento central de diversos ámbitos de la política exterior en particular.
Por tanto, la decisión de incorporar los derechos humanos en las estructuras del Servicio Europeo de Acción Exterior reviste una importancia evidente y decisiva. No obstante, creo firmemente que la creación de la función del Representante Especial para los Derechos Humanos contribuiría a lograr una mayor cohesión y, sobre todo, a la necesaria visibilidad de las acciones exteriores de la UE en este ámbito.
Quiero finalizar felicitando a la ponente, la señora Andrikienė, por el excelente trabajo que ha realizado en relación con el informe anual de la UE sobre los derechos humanos 2008-2009, que proporciona un resumen detallado de las diversas actividades de la Unión Europea en el ámbito de los derechos humanos y la democracia en el mundo.
Michael Cashman (S&D). - Señora Presidenta, mi agradecimiento es para la ponente por elaborar un informe excelente. Baronesa Ashton, me complace enormemente que usted ocupe actualmente el cargo, porque su historial demuestra que no vacila lo más mínimo a la hora de defender a las personas que no tienen voz y que se ven desposeídas de sus derechos.
Es evidente que los derechos humanos no entienden de límites nacionales. No conocen fronteras nacionales. Son universales. Sin embargo, se está perdiendo la universalidad de ese respeto en todo el mundo. Tenemos acuerdos con países como los Estados de África, el Caribe y el Pacífico, donde los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero son objeto de criminalización. No se respetan sus derechos, y, de hecho, incluso en el marco del Acuerdo de Cotonú se plantea la cuestión de si deben respetarse los derechos de las personas LGBT.
Por ello necesitamos una Dirección de Derechos Humanos sólida en el seno del Servicio de Acción Exterior, para garantizar esta coherencia de las políticas en materia de desarrollo, comercio y asuntos exteriores, como usted ha señalado en su declaración.
Tenemos acuerdos de libre comercio en los que nunca se ha aplicado el artículo 2, la cláusula sobre derechos humanos. El Parlamento hace recomendaciones y me temo que el Consejo se echa atrás. Así que esperamos que usted asuma con absoluta firmeza el liderazgo de la defensa de los derechos humanos ante todos los países con los que mantenemos relaciones.
También quiero expresar mi enhorabuena por la adopción por parte del Consejo en 2009 del manual LGBT. El manual permite al Servicio de Acción Exterior de la UE trabajar en favor de los derechos fundamentales de las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero. Le deseo lo mejor, confío en usted y esta Cámara tiene plena confianza en usted.
Edward McMillan-Scott (ALDE). - Señora Presidenta, intervengo en calidad de Vicepresidente del Parlamento Europeo para la Democracia y los Derechos Humanos y le doy las gracias a la señora Andrikienė por su excelente informe.
En su discurso, la baronesa Ashton ha hablado sobre las nuevas estructuras en el seno del Servicio Europeo de Acción Exterior, ¿verdad?. Cuando, hace muchos años, fundé el Instrumento Europeo para la Democracia y los Derechos Humanos, creía que era necesario disponer de una estructura que velase por la democracia y los derechos humanos. Este instrumento todavía existe. Dicho sea de paso, la Comisión pretendió eliminarlo e integrar los derechos humanos y la democracia a través de todos los programas externos. En su discurso, la baronesa Ashton no habla sobre la integración, pero me temo que, cuando se refiere a un «hijo rojo» tan fino que corre el riesgo de romperse con la primera tensión, está refiriéndose a una especie de política exterior de filigrana. Creo que necesitamos algo más. Como ya han dicho otros diputados, de todos los Grupos de esta Cámara, queremos una Dirección de Derechos Humanos y Democracia dentro del Servicio Europeo de Acción Exterior, y, posiblemente, un representante especial.
Al igual que la señora Hautala, yo estuve en Oslo la semana pasada y quiero reflexionar sobre un único punto. Había cerca de un millar de personas —yo estaba sentado justo detrás de la señora Pelosi— unidos a través del Atlántico: políticos, diplomáticos, funcionarios públicos y organizaciones no gubernamentales, felizmente unidos en torno a la Unión Europea. Cuando tenía lugar una ovación en pie, era unánime: sin oleadas, sin enfoques fragmentados. Todo el mundo se ponía en pie, porque nos presentábamos como la sociedad civil de Occidente, unidos en torno a una serie de principios. Así que en el futuro, cuando la UE planifique su «poder atractivo», también debe proyectar principios. Esperamos que sea usted, baronesa Ashton, quien los lleve adelante.
Tomasz Piotr Poręba (ECR). – (PL) Señora Presidenta, obviamente, el informe de la señora Andrikienė es extenso, pero tengo la profunda convicción de que el informe no agota todas las cuestiones relativas al respeto de los derechos humanos en el mundo durante 2009. Dedica un espacio particularmente reducido al fenómeno creciente de la persecución de los cristianos, algo que actualmente sucede no solo en terceros países, sino también en Europa. La Unión Europea dispone de suficientes instrumentos políticos y diplomáticos tanto para prevenir estos fenómenos como para expresar una condena categórica y decidida ante estos sucesos.
Un segundo asunto sobre el cual la Unión no debe permanecer en silencio es la cuestión del respeto de los derechos humanos en Rusia. Me parece que la negociación actual del acuerdo de cooperación con Rusia es el momento perfecto para plantear de manera firme y específica la cuestión del respeto de los derechos humanos en ese país. Porque no hay que olvidar a las personas que están siendo perseguidas en Rusia: políticos, representantes de organizaciones no gubernamentales y empresarios, perseguidos únicamente porque tienen el coraje y la fortaleza de exigir la verdad sobre el funcionamiento de su país.
David Campbell Bannerman (EFD). - Señora Presidenta, mientras que todos nos unimos en la condena de violaciones flagrantes de los derechos humanos en países como Irán y China, tenemos que empezar a distinguir estos países de la industria de derechos humanos inspirados en la UE, que resulta groseramente desmesurada. Actualmente se engatusa al público con este festival de los derechos humanos. El Tratado de Lisboa incluye la Carta Fundamental de los Derechos Humanos, hay por ahí un Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que pretende que los prisioneros británicos puedan votar, incluso los asesinos y pederastas. Hay un exceso de derechos laborales de la UE, y también de derechos al estilo americano por daños y perjuicios, y está la legislación nacional, como la desastrosa Ley de Derechos Humanos del Reino Unido, que permite a los terroristas y criminales extranjeros permanecer en el país, debido a que ahora sus derechos se consideran más importantes que los de los ciudadanos decentes a los que amenazan.
La verdad es que, con demasiada frecuencia, la noble causa de los derechos humanos se ha hundido en un lodazal, con unos abogados millonarios que se enriquecen defendiendo los falsos derechos de terroristas, criminales y codiciosos. Es necesario poner fin a esta situación.
Franz Obermayr (NI). – (DE) Señora Presidenta, el hecho de que la UE esté ampliando sus actividades en el campo de los derechos humanos y que la cuestión de la persecución y la discriminación contra las minorías cristianas se aborde de manera específica en estos informes representa un paso adelante en la dirección correcta. Los cristianos sufren una dura persecución en numerosos países, algunos de los cuales mantienen vínculos estrechos con la UE. Algunos ejemplos son Egipto, Irán, Iraq y, por supuesto, Turquía, donde, en algunos casos, los cristianos luchan por su supervivencia, tanto en términos económicos como físicos. No necesitamos un nuevo cargo, como el Representante Especial para los Derechos Humanos previsto, para obligar a estos países a que demuestren una mayor tolerancia y a que protejan a sus minorías. Ello generará gastos innecesarios y su efectividad no está garantizada, porque ya contamos con medios suficientes para ejercer presión. Debemos adoptar medidas concretas. Debemos asegurarnos de que no se firman tratados con la UE ni se proporciona ninguna ayuda financiera sin que medie un compromiso de respeto de los derechos humanos y de la protección de las minorías, especialmente de los cristianos.
Señorías, los argumentos económicos son muy contundentes, especialmente cuando los argumentos humanitarios no funcionan. Y lo que es más importante: se entienden perfectamente en todo el mundo.
Kinga Gál (PPE). – (HU) Señora Presidenta, baronesa Ashton, en primer lugar permítame felicitar a mi colega, la señora Laima Andrikienė, por su excelente trabajo. La cifra de notas rectificativas, que había alcanzado proporciones enormes, le impuso una tarea considerable, que gestionó de manera excelente y muy elegante, y el resultado es un informe de excepcional calidad. Me complace decir que el informe hace hincapié en los grupos más vulnerables que necesitan el máximo grado de protección, como los niños, los pueblos indígenas y las minorías nacionales. Espero sinceramente que los mensajes que hemos formulado en el informe sean acogidos con apertura con respecto a la estructura del Servicio de Acción Exterior y el futuro Alto Representante de los Derechos Humanos. Esperamos que la Alta Representante Ashton garantice un lugar especial para los derechos humanos en la nueva estructura y que, además de proporcionar las condiciones de carácter organizativo necesarias, todo el trabajo del Servicio de Acción Exterior esté inspirado en la integración de la dimensión de los derechos humanos.
El espíritu del Tratado de Lisboa ha creado un momento nuevo que nos exigirá medidas más coherentes también en este ámbito; al mismo tiempo, no debe permitirse que la falta de respeto hacia este espíritu merme la credibilidad de la Unión Europea. En tanto que ponente para el informe sobre la situación de los derechos fundamentales en la Unión Europea, me complace especialmente que este debate se haya celebrado ante el pleno del Parlamento y de manera simultánea al mismo, y que el informe sobre la situación de los derechos fundamentales en la Unión Europea que se ha adoptado hoy y el informe sobre los derechos humanos objeto de debate transmitan el mensaje de que concedemos la misma importancia dentro y fuera de la UE a proteger y aplicar de manera coherente los derechos humanos y fundamentales y a evitar la aplicación de un doble rasero.
Marek Henryk Migalski (ECR). – (PL) Señora Presidenta, me alegro por dos motivos. En primer lugar, porque los derechos humanos se han convertido en parte integrante del trabajo del Servicio Europeo de Acción Exterior, y esto es algo muy positivo. El aparato del Servicio Europeo de Acción Exterior debe utilizarse con este fin concreto: promover los derechos humanos y proteger a los defensores de los derechos humanos en todo el mundo. El segundo motivo es el siguiente: como miembro de la Delegación de la Unión Europea para Rusia, me complace enormemente ver que este informe incluye secciones dedicadas al respeto de los derechos humanos en Rusia y que se ha mencionado a defensores de los derechos humanos concretos. Este apoyo que Bruselas y Estrasburgo prestan a las personas que luchan por los derechos humanos en Rusia es de suma importancia, y en mi opinión, este informe merece ser apoyado por el solo hecho de tratar a estas personas con ese respeto. Creo que debemos avanzar en esta dirección, e insto a la señora Ashton a que lo haga.
Bogusław Sonik (PPE). – (PL) Señora Presidenta, el debate sobre el informe sobre los derechos humanos en el mundo ha coincidido con tristes eventos que confirman las continuas violaciones de los derechos humanos. Los ganadores del Premio Nobel —Liu Xiaobo— y del Premio Sájarov —Guillermo Fariñas— no pudieron recibir sus galardones porque no obtuvieron permiso de los regímenes de sus países para salir de ellos. La visita de ayer al Parlamento Europeo de obispos iraquíes demuestra que todavía tenemos un grave problema con la persecución de grupos religiosos. La persecución de cristianos en Oriente Medio, incluido el reciente ataque terrorista a la catedral de Bagdad, revela que están surgiendo nuevas formas de violar los derechos humanos, y la Unión debe reaccionar de forma adecuada y eficaz.
Quiero unir mi voz al llamamiento realizado por el Presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, para dar prioridad al problema de la seguridad de los cristianos en Iraq. No podemos admitir que se trate a los cristianos como ciudadanos de segunda clase. Del mismo modo, ¿cómo podemos proseguir las negociaciones de adhesión con Turquía, si el único seminario cristiano del país permanece cerrado? Tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, el servicio diplomático de la UE ofrece la posibilidad de mejorar la labor de la Unión en el ámbito de los derechos humanos. Esta labor debe concentrarse en reforzar la cooperación internacional y en aumentar el nivel de seguridad. El fomento de los valores democráticos y de los derechos humanos debe ser el principio central de una política exterior coherente de la Unión Europea.
Iva Zanicchi (PPE) . – (IT) Señora Presidenta, baronesa Ashton, Señorías, como Vicepresidenta de la Comisión de Desarrollo, estoy comprometida con los problemas de numerosos países, especialmente de África, donde se violan y se pisotean los derechos humanos continuamente, cuando no se olvidan del todo..
El domingo pasado volví de una misión oficial a la República Democrática del Congo, donde además de mis reuniones institucionales habituales, quise reunirme con representantes de organizaciones no gubernamentales que operan en el país y visité algunos de los centros en los que trabajan. He de decir que verdaderamente hacen un gran trabajo. Me reuní con víctimas en un país en el que la violación se considera un instrumento de guerra, donde los grupos armados siguen perpetrando violaciones masivas y otros crímenes sistemáticos contra la población civil, especialmente contra mujeres, personas mayores y niños.
Quería mencionar el ejemplo de la República Democrática del Congo porque para mí es una experiencia muy reciente. No obstante, en general, quiero hacer un llamamiento a la necesidad de que se condenen de forma contundente y continua las violaciones brutales de los derechos de las mujeres. La comunidad internacional debe incrementar considerablemente la financiación de campañas para proteger a las mujeres de la violación y de otras formas de violencia, como la mutilación genital, que también constituye una grave violación de los derechos humanos y un atentado a la integridad física de las mujeres.
Barbara Matera (PPE). – (IT) Señora Presidenta, baronesa Ashton, Señorías, la creación del Servicio Europeo de Acción Exterior representa una oportunidad histórica para abordar cuestiones relativas a los derechos humanos y a la democracia. En particular, debe garantizar que el respeto y la promoción de los derechos humanos ocupen un lugar central en los distintos aspectos de la política exterior de la Unión Europea.
Conviene crear una sinergia mayor entre las delegaciones de la Unión Europea y las embajadas de los Estados miembros, con vistas a adoptar una estrategia en materia de derechos humanos por país, habida cuenta de que los detalles concretos varían en gran medida de un país a otro.
La pena de muerte, que se practica en muchas partes del mundo, constituye una de las formas más inhumanas de aplicar la ley.
El uso de la pena capital es preocupante en Belarús, el único país de Europa donde todavía se aplica la pena de muerte.
Es importante poner fin a las formas de violación de los derechos humanos que sufren las mujeres, incluida la mutilación genital femenina. También deben emplearse todos los medios políticos para apoyar la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas que solicita una moratoria mundial de la mutilación genital femenina.
Concluyo instando a la Comisión y al Consejo a que se esfuercen en mayor medida por distribuir el informe anual de la Unión Europea sobre los derechos humanos.
Csaba Sógor (PPE). – (HU) Señora Presidenta, baronesa Ashton, quiero subrayar que, aunque la Unión Europea ha logrado una integración sin precedentes entre sus Estados miembros en diversos ámbitos, en la codificación de los derechos humanos sigue estando muy a la zaga con respecto a otros organismos internacionales. Apoyo plenamente la propuesta para que los Estados miembros firmen y ratifiquen todas las convenciones en materia de derechos humanos fundamentales de las Naciones Unidas y del Consejo de Europa, así como los protocolos facultativos anexos. De entre estas convenciones, quiero destacar el Convenio Marco para la Protección de las Minorías Nacionales y la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias del Consejo de Europa, para los que la futura firma del Convenio de Derechos Humanos por parte de la UE puede servir de ejemplo. Creo que una mejor coordinación de la labor de los organismos internacionales que poseen competencia en el ámbito de los derechos humanos reviste una importancia similar, y podría ser la única garantía de la afirmación de las obligaciones y derechos formulados.
Maria Eleni Koppa (S&D). – (EL) Señora Presidenta, la Unión Europea defiende los derechos humanos en el mundo, en coherencia con sus principios y valores. No obstante, hay mucho trabajo por hacer, y el Tratado de Lisboa ha mejorado nuestra eficacia en este ámbito. Todos en el Parlamento Europeo están convencidos de que debe darse continuidad a las medidas relativas a los defensores de los derechos humanos. Una aplicación adecuada de los instrumentos existentes puede proporcionar un marco para protegerlos. Hay que dar la máxima prioridad a la ratificación de todas las convenciones internacionales contra la tortura y otras formas de trato inhumano. La inclusión de la cláusula sobre derechos humanos en todos los acuerdos comerciales con terceros países y el control de su aplicación constituyen medidas básicas para ejercer presión, y debemos insistir en ellas. Creo que debe hacerse particular referencia a la protección esencial de los derechos de las mujeres y las niñas, incluida la protección de su salud sexual y reproductiva.
Antonyia Parvanova (ALDE). - Señora Presidenta, como parte de nuestro debate de hoy sobre los derechos humanos en las políticas internas y externas de la UE, quiero señalar de manera especial la situación de las mujeres en las zonas de conflicto, especialmente en Congo, Gaza e Irán, donde hay que dejar de ignorar esta cuestión.
Al igual que los niños, las mujeres son el sector de la población que más sufre las consecuencias devastadoras de las situaciones de conflicto. No debemos permitir que las violaciones de los derechos humanos que afectan a las mujeres se conviertan en una cuestión secundaria: la UE debe dar prioridad a la defensa de los derechos de las mujeres en sus políticas humanitarias y de asuntos exteriores. Las consideraciones en materia de derechos humanos —y concretamente la situación de las mujeres— en un gran número de terceros países se sacrifican con demasiada frecuencia en aras de los intereses económicos de algunos Estados miembros de la UE. Necesitamos y exigimos hoy que se adopten medidas apropiadas y concretas para hacer de los principios de la UE en sus acciones en el territorio de la Unión y fuera de él una verdadera herramienta para el fomento de los derechos humanos, centrándose de manera específica en los derechos de las mujeres.
Rui Tavares (GUE/NGL). – (PT) Señora Ashton, ¿cómo se siente cuando gobiernos como los de Francia y Portugal rechazan las manifestaciones cuando dignatarios chinos visitan sus capitales para que dichos dignatarios no los vean durante sus visitas a estos países? ¿La razón de tener un Alto Representante no era que Europa pudiera hablar con una sola voz sobre los derechos humanos en el extranjero, por ejemplo, en China? ¿No cree que esto es hablar con más de una voz?
Por curiosidad: ¿Por qué siempre se sienta junto al Consejo? ¿Cuál es la filosofía o la teoría constitucional que sustenta esta opción? Una tercera pregunta: Me gustaría que nuestros diplomáticos europeos considerasen los derechos humanos una prioridad cotidiana, no una prioridad de segunda, tercera o cuarta clase, sino como la principal prioridad. ¿Qué hará para garantizar que algunos de nuestros diplomáticos consideren los derechos humanos como un empleo a tiempo completo todos los días? ¿No sería positivo que tuviéramos una Dirección dedicada de manera permanente a esta cuestión, como algunas de Sus Señorías ya han propuesto aquí?
Andrew Henry William Brons (NI). - Señora Presidenta, cuando escuchamos la grabación del señor Fariñas, de Cuba, esta mañana, me ha impresionado el hecho de que se identificara a él mismo y a sus colegas como la oposición «no violenta» al régimen cubano. Creo que es especialmente importante respetar los derechos de las personas que no cometen actos de violencia ni la fomentan en otras personas.
No obstante, antes de adoptar una actitud demasiado piadosa sobre esta cuestión, debemos asumir que en algunos países de la Unión Europea, como los Países Bajos, personas como el señor Geert Wilders son perseguidas por tener opiniones políticas discrepantes o heréticas sobre asuntos académicos sin un atisbo de fomento de la violencia. Es más, en Bélgica se ha prohibido un partido político que no posee ningún tipo de conexión violenta. En el Tribunal Constitucional alemán fracasó un intento de prohibir un partido, y el único motivo de dicho fracaso fue que se descubrió que las pruebas habían sido fabricadas por agentes estatales. En el Reino Unido, un organismo estatal ha estado persiguiendo una acción civil contra nuestro propio partido, con el objetivo declarado de clausurarlo.
Salvatore Iacolino (PPE). – (IT) Señora Presidenta, baronesa Ashton, Señorías, los derechos humanos y la política de la Unión Europea se encuentran en una encrucijada. Sin duda, el informe de la señora Andrikienė debe ser fomentado y apoyado, puesto que establece las medidas concretas que todavía deben adoptarse. El Servicio Europeo de Acción Exterior de la UE puede desarrollar sus actividades de manera eficaz, basándose además en la reconocida sensibilidad de los Estados miembros, pero necesitamos una política exhaustiva y decisiva que pueda ser agresiva cuando sea necesario.
Debemos ejercer una verdadera defensa de los derechos humanos: debe protegerse a los jóvenes, a las mujeres, a las personas mayores, a los discapacitados, a las personas que poseen religiones y orientaciones políticas especiales y a las personas cuya orientación sexual es diferente, y defender los derechos de las personas a expresar libremente sus propias opiniones. Sin embargo, hoy el Parlamento ha promulgado medidas importantes, y por ello creemos que cualquier programa encaminado realmente a la protección de los derechos humanos solo puede desarrollarse de manera verdadera y eficaz mediante un diálogo sólido y específico con terceros países.
Kyriakos Mavronikolas (S&D). – (EL) Señora Presidenta, baronesa Ashton, es un placer escuchar a la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores afirmar categóricamente que estamos a favor de la aplicación de los derechos humanos y de las libertades fundamentales y que, como Unión Europea, tenemos que hacer todo lo que esté en nuestra mano para salvaguardar la aplicación de los principios y libertades comunes a todo el mundo, para que podamos ejercer esta positiva función.
Ya conoce nuestra posición: que deseamos desesperadamente un servicio especial para las libertades humanas y, más concretamente, supervisión y representantes. No obstante, en mi opinión, baronesa Ashton, no solo debemos mirar hacia fuera, sino también hacia dentro. Yo provengo de Chipre, y allí tenemos doscientos mil refugiados grecochipriotas a los que se ha privado de sus derechos humanos fundamentales (el acceso a sus hogares) y una comunidad turcochipriota oprimida por la ocupación turca. Establezca ese servicio. Mi consejo y mi petición es que envíe su primer representante a la República de Chipre.
Olle Schmidt (ALDE). – (SV) Señora Presidenta, uno de los candidatos al Premio Sájarov, Dawit Isaak, sigue todavía encarcelado sin haber sido juzgado en Eritrea. Lleva en prisión 3 370 días. La adhesión al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos brindará una mayor oportunidad a la UE para que demuestre verdaderamente su compromiso con los derechos humanos fuera de sus fronteras y la defensa de los mismos.
Yo le pediría, baronesa Ashton, que aprovechara esta oportunidad para ejercer una mayor presión sobre Eritrea a fin de que libere al preso de conciencia europeo Dawit Isaak. Ahora debemos demostrar que vamos en serio, y debemos enviar un mensaje inequívoco al Presidente de Eritrea. Debe ser un requisito indispensable que todas las negociaciones celebradas con Eritrea desemboquen en la liberación de Dawit Isaak. Confío en usted. Como ha dicho el señor Cashman:
Creo y confío en usted, baronesa Ashton.
Andrzej Grzyb (PPE). – (PL) Señora Presidenta, en primer lugar quiero dar las gracias a la señora Andrikienė por su informe. También quiero decir que la situación de los derechos humanos ha cambiado después del Tratado de Lisboa. Ahora la pregunta es cómo vamos a utilizar este instrumento. Deberíamos hacerlo no solo hablando directamente sobre derechos humanos, sino incluyéndolos en otros contextos, como cuando hablamos de política comercial con numerosos países. ¿Son importantes estos derechos humanos para nuestros socios? Ceo que las reacciones frente a las declaraciones del Parlamento Europeo, o por ejemplo, con respecto a la concesión hoy del Premio Sájarov, demuestran la relevancia de las opiniones del Parlamento, porque se escuchan.
También quiero hablar de los derechos de los cristianos en el mundo. En mi opinión, los numerosos ejemplos de persecución de cristianos existentes en la actualidad deben hacer que reaccionemos con determinación. También creo que es importante cooperar con el Consejo de Europa, las Naciones Unidas, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa y el Defensor del Pueblo y los representantes de los derechos humanos, tanto en el Consejo de Europa como en los numerosos Estados miembros, entre otros, porque tenemos muchos y muy buenos ejemplos de los efectos que posee su trabajo en los cambios de actitud con respecto a los derechos humanos.
Kristiina Ojuland (ALDE). - Señora Presidenta, aunque el informe abarca numerosas cuestiones significativas, quiero mencionar el caso de Sergei Magnitsky. Su tragedia representa un gran número de casos similares de los que todavía no nos hemos ocupado.
Es esencial dejarles muy claro a las autoridades rusas que estos incidentes deben investigarse cumpliendo con el principio del Estado de Derecho. Por el contrario, se ha ascendido y recompensado a los investigadores y fiscales implicados en la muerte de Sergei Magnitsky.
Esta vía de acción no es sino una perversión increíble de la justicia, y la Unión Europea y sus Estados miembros no deben cerrar los ojos ante esta situación. Debemos tener en cuenta los compromisos internacionales de la Federación de Rusia. Por ello, Señorías, les insto a que apoyen la enmienda 25, que propone la imposición de sanciones a 60 funcionarios rusos implicados en el caso hasta que se investigue adecuadamente la muerte de Sergei Magnitsky.
Jacek Protasiewicz, (PPE). – (PL) Señora Presidenta, como miembro de la Subcomisión de Derechos Humanos, quiero extender mi sincera felicitación a la señora Andrikienė por redactar un proyecto de informe excelente. Asimismo, en calidad de Presidente de la Delegación del Parlamento Europeo para las Relaciones con Belarús, también quiero expresar mi gran satisfacción por que el informe incluya referencias a la situación de este país. Me refiero especialmente a las referencias sobre cómo se limita continuamente la libertad de asociación, y aquí se incluye la libertad de asociación de las minorías nacionales y étnicas, y también de cómo se restringe la labor de las organizaciones religiosas.
También me complace que el informe refleje la restricción de la libertad de acceso a Internet, y el hecho de que, en este ámbito, Belarús sea una especie de líder vergonzoso en Europa. También espero que la señora Ashton, que esta presente hoy en este debate, haga todo lo posible por garantizar que el diálogo sobre los derechos humanos, que se inició con Belarús el pasado año, aporte resultados tangibles, especialmente en lo que respecta a poner fin a la represión de los defensores de los derechos humanos y de los periodistas independientes belarusos.
Heidi Hautala (Verts/ALE). - Señora Presidenta, quiero abordar una cuestión que han planteado muchas de Sus Señorías, y es la supresión de los derechos de los cristianos. Espero de todo corazón, en aras de la coherencia, que Sus Señorías también muestren el mismo interés por la represión de los derechos de los representantes de otras religiones, porque a menudo otros países nos acusan de ser unilaterales y parciales, así que creo que se trata de una cuestión de verdadera coherencia y credibilidad.
Quisiera que el hilo conductor de la política exterior de la UE en materia de derechos humanos fuera evitar un doble rasero, y espero que el Parlamento Europeo sea firme en este punto.
Por último, permítanme preguntarle a la baronesa Ashton si va a responder a las numerosas preguntas que tenemos sobre las nuevas estructuras de derechos humanos en el SEAE, puesto que estas se configurarán en un futuro muy próximo.
Catherine Ashton, Vicepresidenta de la Comisión y Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. − Señora Presidenta, quiero dar las gracias a todos por las contribuciones que han realizado a este debate, que he encontrado muy útil.
Quiero puntualizar que ahora estoy en el lado del Consejo, pero hoy, un poco antes, estaba en el lado de la Comisión. Voy alternando las dos posiciones, y, de hecho, llevamos un registro para asegurarnos de que se alternan las dos, así que probablemente se fije usted cuando estoy aquí.
Una vez más, quiero expresar mi enorme agradecimiento a la señora Andrikienė por el trabajo realizado y felicitarla por el informe, que ha sido extremadamente útil.
Voy a proporcionar respuestas con respecto a tres ámbitos concretos. Comenzaré con la cuestión que ha planteado la señora Hautala justo al final de su intervención y que también han mencionado algunas de Sus Señorías.
Permítanme empezar siendo muy clara: hablo de la integración porque, con demasiada frecuencia en mi vida, he visto cómo los derechos humanos han quedado arrinconados en las organizaciones y tratados como ocurrencia tardía de una manera que no va a marcar ninguna diferencia. No estoy sugiriendo que esto sea lo que la Unión Europea ha hecho en el pasado. Lo que sugiero es mi firme voluntad de garantizar que no vuelva a suceder. Como verán cuando finalicemos la estructura, ya que todavía no lo hemos hecho, los derechos humanos gozarán de un reconocimiento pleno en la estructura, y nos aseguraremos de contar con la experiencia que Sus Señorías han solicitado con respecto a dicha estructura. Pero no quiero que se quede arrinconada. Quiero que forme parte de todo lo que hacemos: un «hilo rojo», no un hilo de filigrana; un hilo rojo que sea fuerte pero brillante y que pueda ver todo el mundo. Eso es lo que quiero lograr durante mi mandato, y me comprometo plenamente a intentarlo.
Hará falta tiempo, y habrá cuestiones que no podamos solventar tan bien como quisiera, pero lo cierto es que lo haremos lo mejor que podamos. No obstante, para mí es importante que este Parlamento entienda lo que intento hacer y que intento asegurarme de que sea responsabilidad de todos. Sí, debe estar bajo control; sí, necesitamos experiencia, pero los responsables no son únicamente algunos miembros del SEAE. Es responsabilidad de todos. Eso es lo primero que quería decir. Lo segundo es que verán las estructuras en breve, y que estarán allí para que todos ustedes sean testigos y participen en las acciones que llevaremos a cabo.
Con respecto a los presidentes del grupo de trabajo, presentaremos nuestras propuestas de nombramiento. Yo nombraré al presidente del grupo de trabajo que se encargará de los derechos humanos, y ello les permitirá retomar la idea que se ha planteado sobre si las capitales deben tener personas reclutadas de las capitales o si deben tener su base en Bruselas. Hablaremos sobre esta cuestión en esa conversación.
Por último, con respecto a las estructuras, ya hemos realizado el programa de formación para los nuevos jefes de las delegaciones, y una sesión se dedicó a los derechos humanos. Los jefes tienen muy claro cuáles son sus responsabilidades y mis expectativas y las de Sus Señorías en este sentido. Así que les pido que acepten que forma parte —y una base fundamental— de la estructura, pero estaré dispuesta a hacer que sea una responsabilidad de todos.
El segundo punto trataba del alcance de las cuestiones. Reconozco lo que han declarado varias de Sus Señorías sobre la fe religiosa, y admito que se trata de una cuestión importante. De hecho, esta cuestión también se ha tratado en nuestros debates en el Consejo de Asuntos Exteriores celebrado esta semana.
Sus Señorías también han mencionado la necesidad de abordar los derechos de las mujeres, de los niños y de las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero. He interpretado todo lo que se ha dicho sobre las personas diferentes y los países diferentes y la observación fundamental sobre los derechos humanos, que es la siguiente: para que se apliquen a una persona, solo tiene que ser humana y existir. Esos son los criterios para los derechos humanos, y ese es, una vez más, el enfoque que aplicaremos en el Servicio de Acción Exterior. Los derechos humanos son de todos.
La tercera observación que quería realizar eran unas palabras sobre algunas de las cuestiones que estamos empezando a constatar y en las que estamos participando. Esto es especialmente cierto con respecto a parte de nuestra labor internacional. Este año, la Corte Penal Internacional ha visto cómo cuatro países han reconocido y ratificado el estatuto. Se trata de una cuestión muy importante, porque hemos participado en ella: yo me dirigí por escrito personalmente a los Ministros de todos los países que todavía no lo habían ratificado y les pedí que lo hicieran. Estos países nos respondieron directamente y han llevado a cabo la ratificación.
Del mismo modo, quiero mencionar la importancia, en el seno del Comité de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de intentar ampliar el apoyo a la moratoria sobre la pena de muerte. Creo que se trata una parte básica y fundamental de la labor que debemos realizar. Es universal, es algo en lo que todos creemos y es el camino a seguir en cuanto a que nuestras acciones deben estar guiadas por un carácter práctico.
Así que tenemos tres ámbitos: en primer lugar, garantizar que las estructuras sean satisfactorias y que los ciudadanos conozcan y entiendan la función básica que deben cumplir; en segundo lugar, garantizar que nuestro trabajo en materia de derechos humanos abarque a todas las personas; en tercer lugar, vías que nos permitan marcar la diferencia.
La última observación que quiero hacer es que, en mi opinión, por encima de cualquier otra cuestión, durante la revisión, tenemos que buscar modos prácticos e innovadores de transmitir nuestros mensajes. Quiero que hagamos gala de una gran creatividad a la hora de trabajar con las personas en el terreno en distintos países en los que nos reunamos con defensores de los derechos humanos. Yo lo hago allá donde voy. Quiero que seamos innovadores y creativos a la hora de buscar nuevos modos de plantear estas cuestiones relativas a los derechos humanos, nuevos modos al margen de lo que es importante en cualquier evento: las declaraciones que hago, las declaraciones que hacemos como 27 Estados miembros y las declaraciones que hacemos como instituciones de la Unión Europea. Se trata de encontrar modos que nos permitan hacer todo lo posible por abordar las inquietudes. Se trata de los individuos, de las organizaciones y de la voluntad colectiva de poder marcar una verdadera diferencia.
PRESIDE: Isabelle DURANT Vicepresidenta
Laima Liucija Andrikienė, ponente. − Señora Presidenta, en primer lugar me han informado de que la interpretación a inglés de mi discurso no ha sido correcta, y lo siento mucho. Inmediatamente después del debate traduciré mi discurso al inglés yo misma y lo enviaré a todos los colegas afectados y también a la Alta Representante.
En segundo lugar, quiero dar las gracias a todas las diputadas y diputados que han participado en el debate de hoy por su positiva evaluación y por sus observaciones críticas. Con respecto a mis colegas, el señor Obermayr y el señor Poręba, que han hablado de las minorías cristianas en distintos países y han afirmado que esta cuestión no se aborda en el informe, quiero llamar su atención sobre el apartado 126, entre otros. Hay un capítulo que habla de la libertad de religión, y las minorías cristianas también se mencionan en varios apartados concretos.
Por último, quiero asegurarle a la baronesa Ashton que el Parlamento seguirá controlando detenidamente la labor del Servicio Europeo de Acción Exterior y criticará la inactividad o la ineficacia de las medidas adoptadas en el ámbito de los derechos humanos. En el informe de este año, afirmamos claramente que no estamos satisfechos con el hecho de que la UE siga sin tener referencias claras para evaluar si las medidas relativas a los derechos humanos han obtenido resultados. También hemos expresado nuestra decepción por la falta de progreso logrado por los diálogos y consultas mantenidos en materia de derechos humanos.
Baronesa Ashton, el Parlamento ha recorrido un largo camino para encontrar puntos comunes a las cuestiones de derechos humanos, especialmente las más delicadas. Ello demuestra que el Parlamento está unido en el fomento de la democracia y en la protección de los derechos humanos en el mundo. También demuestra que los días en los que el Parlamento se limitaba a aplaudir a la Comisión o al Consejo forman parte del pasado. Ahora el Parlamento es un actor importante en el ámbito de los derechos humanos. Todos los interlocutores que desarrollan su actividad en este ámbito tendrán que tomar nota de ello.
Quiero dar las gracias a todos los que han participado en este debate.
Presidenta. – Se cierra el debate.
La votación tendrá lugar mañana a las 12.00 horas.
Declaraciones por escrito (artículo 149 del Reglamento)
Franz Obermayr (NI), por escrito. – (DE) El hecho de que la UE quiera intensificar sus actividades en el ámbito de los derechos humanos y que la cuestión de la persecución y la discriminación contra las minorías cristianas se aborde de manera específica en este informe constituye un paso fundamental en la dirección correcta.
En la actualidad, los cristianos siguen sufriendo persecuciones intensas en numerosos países, algunos de los cuales mantienen estrechos vínculos con la UE. Por citar algunos ejemplos, en Egipto, Irán, Iraq y Turquía, los cristianos luchan por su supervivencia, tanto en términos económicos como físicos.
No tenemos necesidad de establecer un nuevo cargo, como el Representante Especial para los Derechos Humanos previsto, para fomentar o incluso para obligar a estos países a que demuestren una mayor tolerancia y a que protejan a sus minorías. Esta iniciativa generará gastos innecesarios, y su efectividad no está garantizada.
Contamos con medios suficientes para ejercer presión en el caso de los intereses empresariales y de las relaciones comerciales a escala internacional. Debemos adoptar medidas concretas. Debemos asegurarnos de que no se firman tratados con la UE ni se proporciona ayuda financiera sin que medie un compromiso de respeto de los derechos humanos y de la protección de las minorías, especialmente de los cristianos.
Los argumentos financieros se encuentran entre los más contundentes, y se entienden en todo el mundo.
Joanna Senyszyn (S&D), por escrito. – (PL) El respeto de los derechos humanos constituye uno de los fundamentos de la democracia y el principal valor sobre el que se basa la idea de la Unión Europea. Por este motivo los derechos humanos ocupan un lugar especial en las tareas de la Unión y de nuestro Parlamento. En su informe anual sobre los derechos humanos, el Parlamento Europeo destaca su compromiso con la protección de estos derechos en todo el mundo. El Parlamento otorga, desde 1988, el Premio Sájarov a las personas y organizaciones con un historial de especial distinción en la lucha por los derechos humanos. Esta semana conoceremos el ganador del premio de este año.
En el contexto del informe correspondiente a 2009, insto a los Estados miembros a que firmen y ratifiquen las principales convenciones de las Naciones Unidas y el Consejo de Europa sobre el respeto de los derechos humanos. Si queremos ser efectivos en la lucha contra las violaciones de los derechos humanos en el mundo, debemos actuar conjuntamente y conforme a los principios de la ley y el orden internacionalmente aceptados con respecto a esta cuestión. Por ello, para la Unión es importante que, como líder en el ámbito de la defensa de los derechos humanos, los Estados miembros cumplan con las obligaciones internacionales en este ámbito.
La ausencia de respeto de los derechos de los niños indefensos es especialmente repugnante. Por ese motivo defiendo la prohibición definitiva del trabajo infantil y respaldo la asignación de fondos adicionales a la lucha contra la utilización de niños para el trabajo. Es terrible que, en el siglo XXI, haya 215 millones de niños en el mundo a los que se les obliga a trabajar, de los que aproximadamente 115 millones tienen que realizar duros trabajos de esclavos. No podemos permitir que la crisis económica empeore la situación de estos niños.
Indrek Tarand (Verts/ALE), por escrito. – (FR) Me complace que el Parlamento Europeo haya adoptado hoy las sanciones necesarias contra los funcionarios rusos implicados en el juicio y la muerte de Magnitsky. Rusia, un Estado que no es un Estado con un Estado de Derecho y donde los derechos humanos se conculcan diariamente, no merece la atención que le presta Francia. Por ello, condeno firmemente la venta por parte de Francia de un buque de guerra Mistral a Rusia y lamento esta acción.
Traian Ungureanu (PPE), por escrito. – El informe de la señora Andrikienė es un paso en la dirección correcta. Sin duda, la relación UE-Rusia es especial y debe seguir siéndolo, pero no de manera inusual. Rusia está obligada por sus propios compromisos relativos a la protección de los derechos humanos y la defensa de sus ciudadanos frente a los abusos del Estado. El caso Magnitsky, que se menciona en el informe, es continuación de los asesinatos de Politkovskaya, Estemirova y Barburova. Se trata de un patrón, no de una sucesión de accidentes trágicos que superan la competencia del poder judicial de Rusia. Y aun así, asesinato tras asesinato, las autoridades rusas le dicen al mundo exterior que esta vez el culpable será encontrado y castigado. ¿Cuál es el resultado? Nada, absolutamente nada. La Duma del Estado de Rusia incluso llegó a acusar al Parlamento Europeo de interferir en los asuntos internos de Rusia y utilizó una sarta de mentiras para desprestigiar el informe Andrikienė. Si Europa quiere mantener su credibilidad como defensora de la democracia y de los derechos humanos, el informe Andrikienė debe adoptarse en su forma actual, sin disposiciones especiales relativas a los continuos abusos de Rusia. Una resolución del Parlamento canadiense ya ha respaldado una prohibición de los desplazamientos y la congelación de los activos de las personas vinculadas al caso Magnitsky. Deberíamos hacer lo mismo y enviar a Rusia un mensaje inequívoco y contundente. Ya es suficiente.
Jarosław Leszek Wałęsa (PPE), por escrito. – La protección continua de los derechos humanos a manos de la Unión Europea ha aportado unos beneficios enormes en todo el mundo, y debemos intensificar nuestros esfuerzos en esta era de globalización. Supuestamente, se trata de un proceso lento y, en ocasiones, tedioso, pero es importante que ampliemos nuestros objetivos y consideremos situaciones del mundo real para desarrollar estrategias eficaces. También quiero expresar mi apoyo a la protección de las políticas y los defensores de los derechos humanos que garantizarán que la democracia se siga extendiendo a aquellos países que todavía deban afrontar este cambio. Como hemos visto en el caso de los recientes ganadores del Premio Nobel y del Premio Sájarov, la protección de estos defensores de los derechos humanos reviste la máxima importancia, y estas medidas constituyen un paso adelante hacia la consecución de ese objetivo. Los esfuerzos del Parlamento por extender la democracia y proteger los derechos humanos siguen cosechando éxitos, y en el mundo globalizado de hoy nos llegan casos de injusticias a un ritmo cada vez mayor. Este acceso a la información nos facilita el proceso de control y de reacción ante las situaciones que se producen en el mundo. Por ello, debemos aprovecharlo y seguir esforzándonos por garantizar que todo el mundo disfrute de los derechos fundamentales por cuya preservación hemos luchado tanto.