Presidente. – El siguiente punto del orden del día es la recomendación para la segunda lectura de la señora Stihler, en nombre de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor, respecto de la Posición del Consejo en primera lectura con vistas a la adopción del Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establecen condiciones armonizadas para la comercialización de productos de construcción y se deroga la Directiva 89/106/CEE del Consejo [10753/3/2010 – C7-0267/2010 – 2008/0098(COD)] (A7-0343/2010).
Catherine Stihler, ponente. – Señor Presidente, este debate y la votación de mañana sobre el acuerdo celebrado bajo la Presidencia belga acerca de este importante informe sobre los productos de construcción es una buena manera de comenzar el año.
Quisiera comenzar dando las gracias a las diputadas y diputados que lo hicieron posible gracias a su arduo trabajo, su consideración y su compromiso para hacer realidad esta propuesta. También quiero dejar constancia de mi agradecimiento a la Secretaría de la Comisión IMCO y a la Presidencia belga, en particular a los señores Vertessen y Haerynck por su dedicada labor.
Como señalo en mi informe citando al poeta Robert Frost: «Las buenas vallas hacen buenos vecinos» (con un signo de interrogación implícito). Es importante que mantengamos el impulso para completar el mercado interior y suprimir los obstáculos al comercio. Como reconoce Mario Monti en su informe sobre el Mercado Único, «Europa se encuentra aún en una fase de “construcción de mercado” que requiere la supresión de obstáculos a la actividad transfronteriza, la eliminación de las barreras técnicas administrativas nacionales y la superación de las resistencias corporativistas».
Con esta propuesta intentamos que el mercado único funcione con más eficacia, tener sistemas más claros y transparentes a fin de que los productos comercializados sean de la mayor calidad posible, y que el sector de la construcción cuente con un mercado más equitativo.
Actualmente, el sector de la construcción se enfrenta a los retos económicos provocados por la crisis financiera de 2008, que se ha visto agravada por la lenta recuperación económica que experimentamos en toda la UE. No debemos olvidar la importancia que tiene el sector de la construcción, pues 12 millones de ciudadanos de la UE trabajan en él y otros 26 millones dependen de este sector, es decir, 36 millones de personas. La construcción es indispensable para el crecimiento económico y la creación de empleo.
Asimismo es uno de los sectores más peligrosos en los que se puede trabajar. Tomemos el ejemplo de Alemania, que tiene el mejor historial en este aspecto, pero uno de cada 5 000 trabajadores de la construcción sufre un accidente mortal durante su vida. Siempre debemos tener en cuenta la salud y seguridad de las personas que trabajan en primera línea de la construcción y es importante que este aspecto se reconozca en el informe.
Fue por ello que logramos que ambas partes llegaran a un acuerdo sobre el etiquetado de las sustancias peligrosas, de modo que el informe concuerda con el régimen REACH, pero también ayuda a quienes trabajan con productos que ya ha provocado enfermedades crónicas y muertes, enfermedades como el mesotelioma causado por el amianto y, hasta cierto punto, la obstrucción crónica pulmonar provocada por las condiciones de trabajo y la inhalación de polvo.
El correcto etiquetado de las sustancias peligrosas puede ayudar a aquellos que sufren enfermedades pulmonares e ilustra el grado de interconexión de nuestros trabajos en este aspecto. Me siento orgullosa de que este informe se haya redactado y concluido durante el Año Europeo del Pulmón. La salud pulmonar se descuida tan a menudo, que por ello me alegró mucho de que hayamos reconocido su importancia en este Parlamento.
Quisiera igualmente hacer una breve observación acerca de las PYME. En el Parlamento se nos insta a «pensar en pequeñas dimensiones» para llevar a cabo nuestro trabajo. Es por ello que hemos logrado crear una segunda corriente de pequeñas empresas que comercializan sus productos en el mercado interior, y el sistema previsto debería facilitar que las PYME accedan a un mayor mercado, lo que solo puede aumentar su potencial comercial.
En relación con la transparencia relacionada con los miembros de los órganos técnicos y su forma de trabajar, creo que hemos cambiado los órganos que aprueban los productos más de lo previsto originalmente. La transparencia de los procesos y de la aprobación de los productos solo puede servir para suprimir los muros y barreras que existen actualmente en la Unión Europea, lo que debería ayudar a las empresas de la UE, al igual que las condiciones especiales establecidas para las microempresas, que resultan útiles en estas difíciles condiciones económicas.
En la Unión Europea siempre deberíamos esforzarnos por legislar mejor. Junto con los ponentes alternativos modifiqué las secciones del informe que ya no eran pertinentes o que eran tan poco claras que nadie podía seguirlas o velar por su aplicación. Para un sector como el de la construcción es imperativo que las normas sean claras, y espero poder ver la diferencia que marcarán los cambios introducidos.
La magnitud es enorme y los retos muy numerosos, pero estas normas que entrarán en vigor en todos los Estados miembros en los próximos 24 meses ayudarán al sector de la construcción en un momento en que intentamos generar crecimiento económico y, a través de este, crear empleo.
Antonio Tajani , Vicepresidente de la Comisión. – (IT) Señor Presidente, Señorías, antes que anda quiero dar las gracias al Presidente, que nos hace el honor de presidir un debate sobre un tema muy importante para la política industrial y el mercado interior. Debo dar las gracias también a la ponente, señora Stihler, que ha trabajado exhaustivamente sobre esta propuestas y que, gracias a su dedicación, nos ha permitido llegar a un acuerdo en segunda lectura.
También quiero expresar mi sincero agradecimiento a todos los ponentes alternativos y al presidente de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor, señor Harbour. Sus esfuerzos colectivos han sido cruciales para llegar a un punto de inflexión en las negociaciones entre las instituciones europeas sobre este expediente extremadamente técnico.
La Comisión acoge con beneplácito la fórmula transaccional alcanzada en segunda lectura entre el Parlamento y el Consejo, ya que se trata de un expediente de gran importancia, independientemente de su carácter técnico. La adopción del Reglamento sobre productos de construcción representa un paso de enorme importancia para todo el sector europeo de la construcción. Los productos de construcción representan un 3 % del producto interior bruto de Europa y, en lo que se refiere al empleo, las actividades relacionadas con el sector de la construcción representan un 6,5 % del PIB europeo y un 7,5 % del empleo. En conjunto, esto significa que el sector representa un 10 % de la economía europea, como señaló la ponente en su intervención.
Por otra parte, la adopción del Reglamento sobre productos de construcción constituye un paso importante para simplificar y mejorar la legislación y, al mismo tiempo, consolidar el mercado interior de los productos de construcción. Esta es igualmente la primera aplicación en la práctica de los principios consagrados en la Small Business Act. En efecto, la legislación de la UE finalmente ofrecerá a las empresas europeas —en particular a las microempresas— herramientas para ayudarlas, en lugar de hacer lo contrario, es decir, formularios por cumplimentar, procedimientos burocráticos y obligaciones adicionales.
Me siento muy satisfecho de este resultado, en particular de la soluciones a tres problemas que anteriormente se consideraban más complejos. En primer lugar, en relación con las sustancias peligrosas, la Comisión elaborará un informe sobre este importante tema, mantendrá informado al Parlamento y, de ser necesario, presentará nuevas propuestas legislativas.
En segundo lugar, se reserva un trato especial a las microempresas, algo que siempre se ha considerado indispensable para mantener los principios de la Small Business Act. El resultado obtenido satisface este criterio, pues mantiene la posibilidad de establecer procedimientos simplificados para las microempresas.
Por último, en varias partes del texto se reconoce la necesidad de reducir las obligaciones administrativas y de ensayo impuestas a las empresas, en parte mediante la introducción de procedimientos simplificados para la marca CE, pero también manteniendo el uso opcional de las evaluaciones técnicas europeas.
En cualquier caso, como se indica en la declaración de la Comisión Europea adjunta a la posición del Consejo en primera lectura, tendremos que comprobar que las soluciones elegidas son realmente las mejores para las necesidades actuales. En particular, tendremos que evitar imponer a las empresas —sobre todo a las microempresas— obligaciones administrativas injustificadas y, en todo caso, innecesarias. Tenemos la intención de seguir muy de cerca este aspecto y añadiremos nuestras conclusiones al informe al Parlamento Europeo y al Consejo, que se redactará cinco años después de la entrada en vigor del Reglamento.
Debo aclarar igualmente que la Comisión tiene la intención de colaborar estrechamente con el Parlamento Europeo y, naturalmente, con el Consejo en relación con la aplicación de este Reglamento. A tal fin he pedido a mis servicios —a los que agradezco la aportación que siempre hacen a la labor legislativa de la Comisión— que elaboren un plan de trabajo para su aplicación, que enviaré a Sus Señorías lo antes posible. Este plan de trabajo examinará, en particular, los denominados aspectos de comitología. El Parlamento es un socio clave de la Comisión y puedo asegurar a Sus Señorías que tengo la intención de seguir trabajando estrechamente con ustedes, incluso en la siguiente fase del proceso de adopción. Después de todo, no pasé 14 años en esta Cámara para nada.
Por último, la Comisión consideró necesario presentar una declaración sobre el incumplimiento del acuerdo entre las instituciones relativo al plazo para presentar una objeción a actos delegados. La Comisión desea recalcar que el principio que figura en el proyecto de acuerdo común establece un período de dos meses para presentar objeciones, que puede prorrogarse otros dos meses.
En este caso, la Comisión estima que no existen circunstancias especiales que justifiquen la violación de este principio. La Comisión lamenta que no se haya respetado el principio convenido en el proyecto de acuerdo común y hace hincapié en su declaración en que lo sucedido en el caso de los productos de construcción no puede sentar un precedente.
Quiero dar las gracias al Parlamento —incluido su Presidente a quien agradezco una vez más que haya participado en este debate— por el interés con que ha examinado esta propuesta de simplificación. Para finalizar me gustaría destacar las ventajas que podemos esperar de este nuevo Reglamento, así como las que ofrece a los productores y usuarios de productos de construcción, así como a las administraciones nacionales.
Confirmamos igualmente la disposición de la Comisión a cumplir las obligaciones que figuran en el texto del Reglamento, en particular, la de elaborar los informes que se han solicitado.
Gracias una vez más, señor Presidente, y gracias a Sus Señorías por la dedicación y cooperación que han mostrado.
Andreas Schwab, en nombre del Grupo PPE. – (DE) Señor Presidente, señor Tajani, Señorías, yo también quiero comenzar expresando mi sincero agradecimiento a todos los que intervinieron activamente para que este Reglamento se aprobara en segunda lectura. Este Reglamento —como indica su título— representa una mejora respecto a la Directiva vigente. Anteriormente, las normativas en materia de construcción eran, hasta cierto punto, un ámbito de competencia nacional. El hecho de que hayamos logrado poner en un primer plano el mercado interior europeo con un reglamento es algo muy positivo.
En segundo lugar, el Reglamento contempla una serie de importantes simplificaciones, en particular para las pequeñas y medianas empresas, que facilitarán sus actividades económicas y sus operaciones en el mercado interior europeo. Por último, los consumidores también se beneficiarán de este Reglamento, porque mejorará considerablemente la seguridad y fiabilidad de los productos de construcción.
Puedo hablar también en nombre de nuestro ponente alternativo, el profesor Mayer, que debido a actividades en su circunscripción, no ha podido asistir a este debate. Me pidió que mencionara que, en última instancia, en segunda lectura, este Reglamento representa una fórmula transaccional, una buena fórmula transaccional en su opinión, pero que subsisten algunas cuestiones que requerirán trabajos en el futuro. Agradezco mucho al señor Tajani que haya señalado que el Parlamento participará en los trabajos de seguimiento que quedan por realizar. En su calidad de ponente alternativo, el profesor Mayer estima que no basta con regular el comportamiento de los fabricantes de productos de construcción y la venta de sus productos, sino que este Reglamento debe complementarse con un acto legislativo que establezca igualmente los principios y normas prácticas para el uso e instalación de productos de construcción. A este respecto, el profesor Mayer considera que la Comisión debería estudiar la posibilidad de otorgar al Comité Europeo de Normalización (CEN) un mandato para elaborar un Reglamento europeo uniforme.
Asimismo desea señalar que la Comisión debe velar por que el nuevo Reglamento sobre productos de construcción dé lugar a una armonización adecuada en todos los ámbitos y no desemboque en nuevos problemas de inseguridad y competencia desleal. No obstante, tras escuchar lo que ha dicho el Comisario Tajani, estoy seguro que lo lograremos conjuntamente.
PRESIDE: Rodi KRATSA-TSAGAROPOULOU Vicepresidenta
Evelyne Gebhardt, en nombre del Grupo S&D. – (DE) Señora Presidenta, Señorías, quiero expresar mi sincero agradecimiento a la ponente, señora Stihler, que ha realizado una labor muy importante en este ámbito tan técnico.
Ante nosotros no solo tenemos un informe técnico, sino también un informe altamente político, un informe en el que tenían que respetarse elevadas normas políticas. Fue necesario encontrar un equilibrio entre los intereses de la industria y los de la seguridad y protección de los trabajadores y, en opinión del Parlamento Europeo y de la Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, la ponente lo ha hecho de forma admirable.
Era esencial respetar los intereses del sector y examinar donde residen sus problemas en el ámbito de los productos de construcción. También fue importante encontrar un equilibrio entre las grandes empresas y las pequeñas y medianas empresas. Consideramos que la Comisión tenía razón al proponer normas simplificadas para las pequeñas empresas. Sin embargo, eso no significa —y es en este aspecto que se ha mejorado la propuesta de la Comisión— que debería permitirse un menor nivel de seguridad. El nivel de las normas debe ser realmente alto, algo que hemos logrado en este ámbito.
Desde luego, también es importante poner la seguridad en un primer plano, algo que reviste especial importancia para los consumidores, ya que cuando se fabrica e instala un producto de construcción es necesario garantizar que el usuario del producto goce de la misma seguridad en última instancia que aquellos que trabajaron con él anteriormente.
El tercer aspecto que tenía una especial importancia para nosotros socialdemócratas era mejorar la protección de los trabajadores y el hecho de que esta protección se ha vuelto a incorporar al texto de forma explícita. Asimismo, la señora Stihler ha concedido una gran importancia a este aspecto en su intervención. Después de todo, estos productos de construcción implican a menudo trabajar con sustancias y materiales peligrosos. Es de suma importancia lograr el mayor nivel de protección posible en este ámbito. Este nivel de protección también deberá tenerse en cuenta más adelante —y en este aspecto probablemente tendremos que seguir trabajando, señor Tajani— en relación con la eliminación de estos productos cuando ya no se necesitan.
Quiero dar las gracias sinceramente a la ponente una vez más por su espléndido trabajo.
Heide Rühle, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señora Presidenta, yo también quiero dar las gracias a la señora Stojler y a los ponentes alternativos. Creo que hemos logrado una buena fórmula transaccional en esta segunda lectura, incluso si no todos están satisfechos, como sucede siempre con los acuerdos transaccionales.
Quisiera referirme en concreto a las observaciones del profesor Mayer, que nos transmitió el señor Schwab. Me parece que nos queda mucho por hacer en relación con el etiquetado. Ahora tenemos una buena armonización de los productos de construcción, es decir, de la fabricación de productos de construcción. Sin embargo, el ámbito en el que aún tenemos que trabajar es el de la instalación y uso de productos de construcción. Una opción consiste en que la Comisión prosiga con sus trabajos a este respecto en el ámbito de los eurocódigos y, para ello, que se conceda un mandato a tal fin en dicho ámbito a fin de poder avanzar.
La otra opción es que armonicemos el ámbito de aplicación y uso de modo que no volvamos al nivel nacional a este respecto y solo tengamos una armonización europea de los productos en sí, pero no en relación con su uso. Tenemos que trabajar más en este tema, y la Comisión recibirá todo nuestro apoyo si es necesario adoptar nuevas medidas.
Me gustaría mencionar otro aspecto que fue importante en el debate acerca de si debíamos votar a favor o en contra. Desgraciadamente, la Presidencia belga cometió un error durante las negociaciones. Tras la primera lectura introdujo nuevos ámbitos en segunda lectura —los apartados 3 y 6 del artículo 8— sin el pleno consentimiento del Parlamento. Ahora, la Presidencia ha corregido este error en una carta. Sin embargo, no creo que la Presidencia húngara haya comprendido realmente el conflicto. Quiero señalar una vez más que si el Consejo desea introducir en el futuro nuevos elementos en segunda lectura, debe consultar al Parlamento e intentar llegar a un buen acuerdo con nosotros.
No obstante y en vista del resultado, no creo que sea conveniente rechazar esta fórmula transaccional debido a un error de procedimiento de este tipo. Votaremos a favor de ella porque creemos que constituye un paso importante hacia una mayor armonización de un sector de gran importancia económica. Por ello, la fórmula transaccional cuenta con nuestro apoyo en esta segunda lectura.
Emma McClarkin, en nombre del Grupo ECR. – Señora Presidenta, quiero dar las gracias a la señora Stihler por su ardua labor. Ha sido un largo camino.
Actualmente, el sector de la construcción europeo da trabajo directamente a 12 millones de ciudadanos de la UE. Además, aproximadamente un 92 % de los fabricantes de materiales de construcción son pequeñas y medianas empresas, lo que representa más de 65 000 empresas. Es evidente que el sector de la construcción es vital para la economía europea, y tenemos la responsabilidad de ayudar a esta industria, en particular tras la crisis económica.
Muchos aspectos de este informe produjeron una especie de impasse entre muchos de notros, como el tipo de acto legislativo. No es perfecto, pues se trata de una fórmula transaccional. Entre los aspectos clave se encuentra la declaración de prestaciones o la marca CE, en los que se logró un acuerdo para que las microempresas no deban soportar la misma carga que empresas de mayor tamaño. En cuanto a la identificación de las sustancias peligrosas de los productos de construcción, logramos un acuerdo que garantiza que no se presentarán conflictos con el Reglamento REACH vigente.
Espero que este acuerdo en segunda lectura obtenga resultados reales y estimule la libre circulación de productos de construcción, mejore su nivel en toda la UE y promueva el reciclaje de dichos productos en el futuro, y tampoco aumente la carga burocrática que soportan las empresas ni confunda a los consumidores, que es lo más importante.
Lara Comi (PPE). – (IT) Señora Presidenta, Señorías, me alegro del acuerdo alcanzado en relación con algunos aspectos que considero de vital importancia para alcanzar realmente los objetivos que deseamos alcanzar con esta propuesta legislativa.
Me refiero al mantenimiento de las normas sobre simplificación de procedimientos, que están destinadas sin duda a aligerar la carga y reducir los costes de las empresas, en particular de las pequeñas y medianas empresas. De hecho creo que en el contexto de una situación económica adversa como la actual, es absolutamente necesario reconocer la importancia del papel que desempeñan las pequeñas y medianas empresas, que constituyen el bloque fundamental en que se basa nuestra economía.
Por otra parte, al introducir procedimientos simplificados y, en particular, al reducir el tiempo necesario para introducir nuevos productos al mercado, el nuevo Reglamento favorece sin lugar a dudas la innovación. Al mismo tiempo protege a los consumidores, pues les permite acceder más rápidamente a productos innovadores sin eludir las garantías de calidad y seguridad que concede la marca CE.
Por ello, en mi opinión, el acuerdo alcanzado representa una excelente fórmula transaccional que establecerá el equilibrio correcto entre las necesidades de los fabricantes y las de los consumidores, garantizando así el buen funcionamiento del mercado en un sector que realmente es la fuerza impulsora de nuestra economía europea.
Sylvana Rapti (S&D). – (EL) Señora Presidenta, tengo que dar las gracias a la señora Stihler por la excelente labor que ha realizado. Todos hemos hablado de una cuestión técnica. Afortunadamente, la señora Gebhardt ha destacado, en nombre del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, que no se trata solamente de una cuestión técnica, sino también de un tema con un alto contenido político y económico. Todos sabemos que la construcción es uno de los pilares fundamentales de la economía. Todos sabemos que las pequeñas y medianas empresas forman la columna vertebral de nuestra economía, una economía que, dentro del marco de la Unión Europea, se encuentra en una situación sumamente difícil. Así pues, este informe tiene también una gran importancia política y la señora Stihler ha hecho una excelente labor al respecto.
Hemos logrado un acuerdo, un buen acuerdo para todos. Hemos encontrado un equilibrio que nos ofrece procedimientos sencillos, que pueden aplicarse sin poner en entredicho el nivel de las pequeñas y medianas empresas, y que representa, al mismo tiempo, el mejor resultado posible.
Hemos logrado resolver la cuestión de las sustancias peligrosas. Todos recordamos —y los que llevan más tiempo en esta Cámara lo recordarán muy bien— la contaminación con amianto del edificio Berlaymont, que estuvo cerrado durante cinco o seis años. Imagínense lo que sucedería si países enteros de la Unión Europea no pudieran hacer frente a la cuestión de las sustancias peligrosas.
Por último, todavía tenemos que abordar la cuestión de la seguridad y la transparencia. Me parece que también en este aspecto la señora Stihler ha realizado una excelente labor con su informe y la fórmula transaccional acordada.
Para finalizar diré que espero que abordemos con la misma eficacia la construcción del Estado europeo como lo hemos hecho con los productos de construcción.
Malcolm Harbour (ECR). – Señora Presidenta, en mi calidad de presidente de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor, quiero asociarme a muchas de las observaciones —me parece que a todas de hecho— que los oradores han hecho sobre la labor que ha realizado Catherine Stihler. Me parece que hacerse cargo de un expediente complejo para su segunda lectura y venir a nuestra comisión para hacerlo ha sido una tarea difícil que ha llevado a cabo extremadamente bien.
Quiero observar que ello demuestra la importancia que tiene la segunda lectura en esta Cámara, porque hemos podido hacer mejoras significativas al texto de la posición que recibimos del Consejo. Como ha señalado la señora Rühle en particular, tuvimos algunos desacuerdos con el Consejo. Hemos recibido una carta de la Presidencia húngara sobre algunos de los temas tratados, que se publicará junto con el acta.
Tan solo quiero hacer dos observaciones finales para refrendar este acuerdo. La primera es agradecerle, señor Comisario, su colaboración con el Parlamento y decirle que necesitamos trabajar muy estrechamente con usted en relación con la aplicación de esta propuesta. Como usted ha señalado existen aspectos importantes de comitología por resolver y mi comisión apoya plenamente la necesidad de hacer un seguimiento muy serio de estas propuestas.
En segundo lugar, creo que este es un sector absolutamente crítico y que debemos examinarlo de forma permanente, como han señalado numerosos oradores, para asegurarnos de que en el mercado no existan obstáculos que le impidan contribuir a la vitalidad de la economía europea.
Zuzana Roithová (PPE). – (CS) Señora Presidenta, el texto del Reglamento sobre productos de construcción acordado entre los ponentes y los comisarios Tajani y Barnier para la segunda lectura de hoy me produce una gran satisfacción. Este Reglamento debería simplificar el mercado de los productos de construcción. Unifica con entusiasmo, simplifica la documentación y elimina diversas prácticas administrativas innecesarias. Finalmente ha prevalecido la opinión según la cual la construcción de edificios constituye la prestación de servicios de construcción y no la comercialización de productos y que las actividades de construcción incluyen igualmente la incorporación en un edificio de componentes no fabricados en serie, algo que celebro. Las empresas de la República Checa aplauden igualmente esta pequeña reforma, porque la Directiva anterior aumentaba sus costes sin brindar mejoras de calidad. La Comisión IMCO, de la que soy miembro, llegó a un acuerdo y aprobó el texto por unanimidad, incluidas las simplificaciones para las microempresas. Espero que el Parlamento en su totalidad haga otro tanto mañana. Será un indicio más de que el marco legal de la UE mejora para apoyar un mercado unificado.
Anja Weisgerber (PPE). – (DE) Señora Presidenta, no estoy convencida respecto a todos los aspectos de la fórmula transaccional, pero sé que el nuevo Reglamento representa una clara mejora respecto a la situación legal actual. En primer lugar, tendremos un lenguaje técnico europeo normalizado para las prestaciones de los productos de construcción, así como procedimientos racionalizados y simplificados. Hemos hecho avanzar el mercado interior europeo y, de este modo, se han beneficiado las empresas y también los consumidores gracias a las obligaciones normalizadas en materia de seguridad. En principio me parece que liberar a las microempresas de trámites administrativos es importante y sensato. Sin embargo, también debemos tener en cuenta que las microempresas que procesan productos de construcción también son usuarios y por consiguiente deben ser protegidas.
Por ello me alegra que mi propuesta se haya incluido en la fórmula transaccional, pues propone la simplificación para las microempresas de los procedimientos de evaluación de las prestaciones de los productos de construcción. No obstante, si aplican dicho procedimiento deben demostrar que el procedimiento utilizado es equivalente al procedimiento empleado en toda Europa. Solamente así puede garantizarse que los datos relativos a las prestaciones sean precisos y fiables, y la seguridad de los edificios en toda Europa.
Antonio Tajani , Vicepresidente de la Comisión. – (IT) Señora Presidenta, Señorías, apoyo las palabras del señor Harbour cuando subrayó la importancia del texto objeto de debate y que será aprobado gracias a este acuerdo del Parlamento. Ello se debe a que este nuevo acto legislativo ofrecer importantes orientaciones al mercado, pero al mismo tiempo establecerá normas eficaces para permitir que las pequeñas y medianas empresas se expandan, sobre todo en esta fase final de la actual crisis, durante la cual tenemos que hacer todo lo posible para que estas empresas puedan crear nuevos puestos de trabajo y crezcan. Este es el objetivo de la Comisión Europea, que cuenta con el apoyo del compromiso del Parlamento Europeo, en parte gracias a la aplicación y desarrollo de la Small Business Act.
Las pequeñas y medianas empresas se beneficiarán de la simplificación que incluirá una reducción de los trámites administrativos. Sin embargo, como ha señalado la señora Gebhardt en su intervención, estas normas para la liberalización y desarrollo del mercado también ofrecen auténticas orientaciones en materia de seguridad, algo que reviste gran importancia para los trabajadores del sector de la construcción, peo también para los consumidores.
Creo que este informe va en la dirección correcta. Sin embargo, la Comisión no tiene la intención de impedir la adopción de la legislación resultante del acuerdo y la fórmula transaccional entre el Consejo y el Parlamento. Queremos seguir trabajando en este tema en los próximos años, y quisiera garantizar al señor Harbour —que ha recalcado la necesidad de seguir adelante— nuestro compromiso de elaborar una hoja de ruta para su aplicación, que haré llegar a Sus Señorías lo antes posible.
Durante este debate, muchos de los oradores han hablado sobre la armonización del sector de la construcción, en particular en lo relativo a la seguridad. Soy muy consciente de este problema y me complace haber elaborado los eurocódigos con el Centro Europeo de Normalización, ya que se trata de normas armonizadas relacionadas específicamente con la seguridad de la construcción. Como saben Sus Señorías, la Comisión elabora actualmente una comunicación sobre normalización, que será presentada al Parlamento y el Consejo en unas semanas. Por ello, señora Presidenta, Señorías, creo que hoy y mañana habremos dado un paso importante hacia adelante.
Y repito, no se trata solamente de normas técnicas, aunque quiero dar las gracias a la ponente por su paciencia al abordar estas normas, que representan, en todo caso, una instantánea de un importante compromiso político. Detrás de los detalles técnicos se esconde una importante elección económica que favorece a las pequeñas y medianas empresas, que podrán crear nuevos puestos de trabajo en los próximos años, así como a 500 millones de ciudadanos europeos.
Catherine Stihler, ponente. – Señora Presidenta, quiero dar las gracias a todos los oradores que han intervenido esta tarde y noche.
Creo que las observaciones del Comisario Tajani sobre la colaboración, la hoja de ruta y los eurocódigos, que mencionaron igualmente la señora Rühle y —me parece— el señor Schwab, son importantes, así como continuar con la buena cooperación que hemos tenido hasta ahora. Hemos alcanzado una fórmula transaccional y en ella no figuran cosas que algunas diputadas y diputados habrían querido, pero el Parlamento ha logrado que se acepte un 75 % de las enmiendas que considerábamos importantes en este texto, lo que representa toda una proeza.
En este debate ha habido algo que me ha impresionado. El sector de la construcción es tan importante para nuestras economías, para el crecimiento y para el empleo, que me gustaría pedir a la Presidenta que celebremos un debate anual en esta Cámara sobre el sector de la construcción, para hacer avanzar la cooperación que nos ha ofrecido el señor Comisario y para asegurarnos de conceder al sector de la construcción en esta Cámara la importancia que se merece, en vista de que de él dependen 38 millones de puestos de trabajo.
Así pues, gracias, señora Presidente, gracias, señor Comisario, y espero con ansiedad las próximas semanas, meses y años, porque el debate sobre la construcción continuará en la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor, y yo seré sin duda uno de los que los sigan.
Presidenta. – Se cierra el debate.
La votación tendrá lugar el 18 de enero de 2011.
Declaraciones por escrito (artículo 149 del Reglamento)
George Becali (NI), por escrito. – (RO) Quiero felicitar a la ponente por el contenido de su informe. El sector de los productos de la construcción es uno de los sectores de la economía europea que es vulnerable e importante a la vez, y que debemos armonizar. Utilizo el término «vulnerable» no solo por la forma en que este sector a respondido a la recesión, sino también y en particular por el número de trabajadores y PYME con que cuenta, a saber, 12 millones y aproximadamente 65 000, respectivamente. Apoyo firmemente la idea de que tenemos que reconocer la necesidad de un alto nivel de salud y seguridad en los lugares de trabajo donde se utilizan productos de construcción. Me refiero no solo a los accidentes laborales, que ocurren con relativa frecuencia, sino también a las sustancias peligrosas que se emplean en los procesos de trabajo. Quisiera añadir una última observación. El mercado único de productos de construcción requiere un apoyo proporcional a su tamaño y carácter específico, incluso para los aspectos vulnerables que he mencionado al inicio de mi intervención.