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Procedimiento : 2008/0098(COD)
Ciclo de vida en sesión
Ciclos relativos a los documentos :

Textos presentados :

A7-0343/2010

Debates :

PV 17/01/2011 - 12
CRE 17/01/2011 - 12

Votaciones :

PV 18/01/2011 - 7.4
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P7_TA(2011)0004

Acta literal de los debates
Martes 18 de enero de 2011 - Estrasburgo Edición DO

8. Explicaciones de voto
Vídeo de las intervenciones
Acta
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  Presidente. – Pasamos ahora a las explicaciones de voto.

 
  
  

Explicaciones de voto orales

 
  
  

Recomendacíon para la segunda lectura: Catherine Stihler (A7-0343/2010)

 
  
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  Jarosław Kalinowski (PPE).(PL) Señor Presidente, el sector de la construcción representa una rama importante de la economía de todos los países. No se puede pasar por alto una parte tan esencial del mercado cuando nos esforzamos por conseguir crecimiento económico y una mejora en el nivel de vida. Todos conocemos la importancia de una estructura correctamente construida y modernizada para la seguridad y el bienestar. Al mismo tiempo, todos nosotros nos esforzamos por reducir los costes de la construcción de viviendas y edificios industriales y públicos. El informe pretende eliminar obstáculos del mercado, permite la venta eficaz de materiales de construcción y asegura precios competitivos en el sector. Los beneficios de esta iniciativa se percibirán en toda Europa. También doy todo mi apoyo a las propuestas de la autora relativas al aumento de la seguridad de los empleados en este sector.

 
  
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  Alfredo Antoniozzi (PPE).(IT) Señor Presidente, Señorías, con respecto al informe Stihler, es evidente el importante papel que desempeña el sector de la construcción en Europa. Simplemente teníamos que abordar los problemas que afrontan 12 millones de ciudadanos que trabajan directamente en este sector.

El informe Stihler constituye un valioso instrumento para hacer desaparecer los obstáculos administrativos y técnicos nacionales que impiden la comercialización de productos de construcción en la Unión Europea para seguir creando un mercado único en este sector.

Apoyo el reconocimiento concedido a las pequeñas y medianas empresas en el sector de la construcción, al igual que apoyo la especial atención que se presta a la necesidad de reciclar los productos de construcción, lo cual es un problema de suma importancia en la lucha contra el cambio climático. No obstante, me gustaría aprovechar la ocasión para llamar su atención sobre el tema de la salud y seguridad de los trabajadores del sector de la construcción. Las directrices que la ponente ha incluido sobre este tema son útiles, pero es necesario explicarlas con más detalle.

Es nuestro deber discutir y desarrollar estas propuestas aún más en el futuro inmediato, asegurando así que los trabajadores del sector de la construcción reciban un mayor nivel de protección. La tragedia de las muertes relacionadas con el trabajo es un problema que preocupa a toda Europa. Espero que, mediante nuestro trabajo, podamos ponerles fin.

 
  
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  Hannu Takkula (ALDE).(FI) Señor Presidente, en primer lugar, me gustaría agradecer a la señora Stihler su excelente informe. Es muy importante centrar la atención en la armonización de la comercialización de los productos de construcción, porque en el futuro necesitaremos una construcción mejor y de mayor calidad.

Debemos recordar que, aunque este es un sector muy competitivo, lo más importante no es la competitividad en sí misma, sino el resultado final. Es importante que los edificios que se construyan en Europa sean seguros para sus usuarios y que también sean seguros para los constructores y otros empleados durante el proceso de construcción.

Es muy importante que también tengamos armonización en el ámbito de la comercialización de los productos de construcción y, en consecuencia, podamos intercambiar buenas prácticas. Es cierto que actualmente en muchos países de Europa, todavía se utilizan materiales que no son saludables para sus habitantes. Por ejemplo, tenemos un problema enorme con el moho en muchos Estados miembros de la Unión Europea y por eso es importante emplear buenas prácticas e innovaciones para intentar hacer que la comercialización de productos de construcción vaya ligada a productos que son saludables y satisfactorios en lo que respecta a sus usuarios.

Por lo tanto, quiero dar las gracias a la señora Stihler por este excelente informe. Europa necesita buenos productos de construcción y un sistema de comercialización que tenga en cuenta los reglamentos de seguridad en concreto.

 
  
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  Daniel Hannan (ECR).(EN) Señor Presidente, la semana pasada, el Primer Ministro francés vino a Londres y dijo que debíamos participar en el proyecto y ayudar al euro. Por un momento, dejemos a un lado la cuestión de si deberíamos involucrarnos en el problema de otras personas; centrémonos más bien en la principal desventaja lógica. Él dice lo siguiente: «La integración europea no está funcionando, ¡así que tengamos más integración europea!». Estoy seguro de que ustedes pueden detectar el problema en su razonamiento. «Mi barca sigue zozobrando, así que me gustaría que me pusieran a cargo de un transatlántico». «Mi kart se ha estrellado, así que por favor pónganme al volante de un camión articulado». Me parece que sea cual sea el problema, la respuesta es siempre una integración europea más estrecha.

La UE es una solución en busca de un problema, pero sin duda llegará el día en que ya no podamos imponernos ni en los mercados ni en la opinión pública. Se está rompiendo el hechizo y los encantamientos chamánicos están perdiendo su fuerza.

 
  
  

Informe: Michèle Striffler (A7-0375/2010)

 
  
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  Clemente Mastella (PPE).(IT) Señor Presidente, Señorías, la Unión Europea es el primer donante de ayuda humanitaria del mundo, si se tiene en cuenta que su contribución representa más del 40 % de toda la asistencia humanitaria internacional. Con su política humanitaria, la Unión Europea muestra de manera concreta su compromiso en favor de las poblaciones de terceros países que necesitan ayuda en situaciones de vulnerabilidad extrema.

El Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria, firmado el 18 de diciembre por los Presidentes del Consejo de la Unión Europea, el Parlamento Europeo y la Comisión, representa un avance importante. Debo señalar aquí que los compromisos derivados del Consenso se aplican tanto a los Estados miembros como a la Comisión Europea.

Asistimos también estos últimos años a una implicación creciente de agentes no humanitarios en la respuesta a las crisis humanitarias. Es esencial que los agentes políticos, militares o humanitarios que comparten el mismo entorno operativo aprendan a conocerse mejor y dialoguen, manteniendo el respeto recíproco al mismo tiempo y sin comprometer las funciones y los mandatos de cada uno. Obviamente, el recurso a los medios de protección civil debe ajustarse a las directrices internacionales tal como están enunciadas en el Consenso europeo.

 
  
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  Antonello Antinoro (PPE).(IT) Señor Presidente, Señorías, creo que el informe aprobado hoy —por el que felicito a la ponente, la señora Striffler— es un texto que contribuirá a que la ayuda humanitaria sea más eficaz y coherente.

El Parlamento Europeo hoy invita a la Unión a cooperar más estrechamente con el fin de alcanzar un consenso destinado a fortalecer nuestra respuesta colectiva a las crisis humanitarias y, en particular, a defender firmemente el pleno cumplimiento del Derecho humanitario internacional.

Por consiguiente, debemos garantizar que la ayuda humanitaria y los trabajadores humanitarios tengan mejor acceso a las poblaciones en situación de necesidad y, puesto que hoy en día existen más poblaciones de este tipo, debemos esforzarnos más que nunca, a través de la Comisión o por medio de programas bilaterales. Aunque las necesidades son enormes, la distribución de la ayuda se hace cada vez más difícil y también arriesgada y peligrosa debido a que el marco internacional es cada vez más complejo.

Considerando estos requisitos, por tanto, este acuerdo promueve el consenso europeo en el cual se afirma que la ayuda de la UE se basa sin lugar a dudas en los principios humanitarios de la neutralidad, la independencia y la imparcialidad y se debe ofrecer con rapidez y eficacia a las víctimas de crisis basándose en las necesidades constatadas.

 
  
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  Alfredo Antoniozzi (PPE).(IT) Señor Presidente, Señorías, el aumento drástico del número de catástrofes naturales y su gravedad, junto con la creciente incidencia de crisis complejas, significan que nos enfrentamos con violaciones cada vez peores del Derecho humanitario internacional y un «espacio humanitario» cada vez menor.

Las recientes tragedias acontecidas en Haití y Pakistán demuestran una vez más que es necesario mejorar los instrumentos de los que dispone la UE para responder a catástrofes naturales. Estoy de acuerdo con el planteamiento general del informe y, en particular, con la afirmación de que la Unión Europea debe promover sin descanso los principios humanitarios. La acción exterior de la Unión Europea, que se establece en el Tratado de Lisboa, debería reflejar el peso político y la influencia de la Unión como principal donante internacional.

He votado a favor del informe de la señora Striffler porque estoy de acuerdo en que es imprescindible poner empeño en reforzar la aplicación del Consenso y de su plan de acción, así como garantizar una coordinación y un reparto de las cargas a escala mundial, teniendo en cuenta las responsabilidades regionales de los países que están en condiciones de hacer grandes contribuciones a la ayuda humanitaria.

 
  
  

Informe: Daciana Octavia Sârbu (A7-0376/2010)

 
  
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  Jim Higgins (PPE).(EN) Señor Presidente, fue un gran placer para mí votar a favor de este informe, puesto que confirma que la seguridad alimentaria es un derecho humano básico. El sector agrícola debe hacer frente a las necesidades crecientes de la población de alimentos suficientes y seguros, pese a los obstáculos que plantean unos recursos naturales limitados, los elevados precios de la energía, y el cambio climático. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la producción de alimentos debe aumentar como mínimo un 70 % para atender la creciente demanda de una población mundial que se espera supere los 9 000 millones de personas en 2050.

Por otra parte, unos 900 millones de personas en todo el mundo padecen hambre crónica debido a su extrema pobreza, mientras que unos 2 000 millones carecen de una auténtica seguridad alimentaria a largo plazo como consecuencia de diversos grados de pobreza. En Europa, el 16 % de sus ciudadanos siguen viviendo por debajo del umbral de la pobreza. Básicamente, lo que digo es lo siguiente: debemos abordar este problema con decisión. Es fundamental que la financiación de la nueva política agrícola común a partir de 2013 reconozca esto y por lo menos necesitamos que el presupuesto se mantenga como mínimo a su nivel actual.

 
  
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  Jens Rohde (ALDE).(DA) Señor Presidente, el Parlamento ha optado formalmente por reconocer la agricultura como sector estratégico en el contexto de la seguridad alimentaria. Esto es algo que en el Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa hemos reconocido durante muchos años. Asimismo, también reconocemos que la agricultura representa un sector estratégico en cuanto a calidad alimentaria, salud pública y crecimiento económico sostenible. Sin embargo, esto no justifica los programas escolares de fruta y leche. Tampoco justifica más programas de subvenciones a la leche con el respaldo del mercado. Nos gustaría señalar que votamos en contra de estas propuestas y que lamentamos que fueran aprobadas.

No obstante, esto no debe destruir la visión global, que es el hecho de que debemos ofrecer condiciones favorables a la agricultura. Pero las montañas de mantequilla, los lagos de vino y los programas escolares no son el camino correcto. No se asegurarán los ingresos de los agricultores mediante la intervención y la distorsión del mercado. En su lugar, debemos invertir en investigación y ofrecer a los agricultores la oportunidad de utilizar nuevas tecnologías para formas alternativas de conseguir ingresos. En general, consideramos que el informe es positivo y, por lo tanto, votamos a favor del informe en su conjunto.

 
  
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  Clemente Mastella (PPE).(IT) Señor Presidente, Señorías, la seguridad alimentaria es un derecho humano fundamental que se consigue cuando todas las personas tienen en todo momento un acceso físico, social y económico a alimentos suficientes.

La nueva política agrícola común de la UE refleja estos nuevos requisitos: por lo tanto, debe responder clara e inequívocamente a la seguridad alimentaria y demás retos, muy especialmente el cambio climático, la crisis económica y el mantenimiento del equilibrio territorial dentro de la UE.

Es preciso promover no solo la competitividad, sino también la agricultura tradicional, la agricultura a pequeña escala, la agricultura biológica y la distribución local. Estos modelos de agricultura suponen una valiosa aportación a la seguridad alimentaria en la medida que con frecuencia constituyen el medio más eficaz de explotar la tierra mediante métodos específicamente desarrollados durante períodos de tiempo prolongados en regiones concretas.

 
  
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  Jarosław Kalinowski (PPE).(PL) Señor Presidente, nuestro papel como diputados al Parlamento Europeo consiste en actuar para mejorar la vida de los ciudadanos de la UE. Garantizarles el acceso a alimentos seguros de la mejor calidad debería figurar entre nuestras principales prioridades. La escasez de alimentos y los precios elevados normalmente van acompañados de malestar social y no podemos permitir que esta situación ocurra en nuestro continente. Teniendo en cuenta el crecimiento demográfico, el cambio climático y las catástrofes naturales, la seguridad alimentaria mundial está en peligro. Muchas personas mueren de hambre y, para hallar una solución, se necesita una política agrícola común que sea sensata y justa, además de respaldo financiero para el sector. La agricultura debería recibir un estatus especial que permita que se tomen medidas especiales y se apliquen instrumentos adecuados en el caso de que ocurran crisis alimentarias.

 
  
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  Mario Pirillo (S&D).(IT) Señor Presidente, Señorías, la seguridad alimentaria y un suministro de alimentos garantizado para las poblaciones siguen siendo los principales retos de la agricultura, no solo en Europa sino también en todo el mundo.

Estoy muy satisfecho con los contenidos de este informe, en particular, porque en él se reconoce que la seguridad alimentaria es un derecho humano fundamental. La seguridad alimentaria como objetivo solamente se logrará si se abordan con seriedad dos cuestiones importantes: la volatilidad de los mercados y de los precios y la disminución de las reservas alimentarias. Europa tiene que ser capaz de intervenir con medidas comunes y eficaces para garantizar el suministro de alimentos y evitar las graves desigualdades que todavía existen en relación con las normas de seguridad entre los productos comunitarios y no comunitarios.

 
  
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  Peter Jahr (PPE).(DE) Señor Presidente, me gustaría decir que me gustó mucho el informe sobre el reconocimiento de la agricultura como sector estratégico en el contexto de la seguridad alimentaria, ya que esto devuelve la importancia de la economía rural al centro de atención. Considero que la primera conclusión es que también seguimos necesitando una firme política agrícola común europea. También me gustaría dar las gracias a la ponente.

Sin embargo, hay una idea en la que no voté a favor del informe y es la que se refiere a la creación de un programa europeo de ayuda alimentaria en la Unión Europea. Creo que ofrecer ayuda sobre el terreno, es decir, ayuda para garantizar que nadie en la Unión Europea pase hambre, debe seguir siendo responsabilidad de los Estados miembros, simplemente porque este tipo de problemas se deberían resolver donde suceden, esto es, en los Estados miembros.

 
  
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  Diane Dodds (NI).(EN) Señor Presidente, este informe pone de relieve la necesidad de seguridad para los ciudadanos a quienes represento. También destaca los importantes bienes públicos que producen los agricultores, a menudo con poco o ningún reconocimiento. No obstante, creo que va a haber un problema.

Recientemente he escuchado discursos importantes que indican que la política agrícola común en realidad debería pasar a ser una política medioambiental. Pienso que esto, a la larga, nos llevará a creer erróneamente que podemos prescindir de los agricultores europeos y quizás simplemente importar alimentos de fuera de la UE.

Esto no debería ser así. Nuestros agricultores deberían recibir apoyo para producir alimentos de una forma que no perjudique al medio ambiente y, en lo que se refiere a la importación de alimentos, los mercados mundiales son demasiado volátiles, tanto en términos de precios como en cuanto a la consistencia del suministro.

Hay varias cosas que debemos hacer. Debemos tener un presupuesto sólido para la política agrícola común. Debemos animar a los agricultores jóvenes a entrar en el sector para conseguir que este tenga futuro. Debemos dedicar más esfuerzos a la investigación y la innovación a fin de hacer que los métodos de producción sean más eficaces y debemos tener menos burocracia y, por supuesto, no debemos tener burocracia ecológica que ate a nuestros agricultores.

 
  
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  Giommaria Uggias (ALDE).(IT) Señor Presidente, Señorías, durante las últimas semanas, las diversas comisiones parlamentarias que se ocupan de la cuestión de la política agrícola común han estudiado el tema de la reforma posterior a 2013.

Evidentemente, la seguridad alimentaria es uno de los elementos fundamentales de la agricultura. Esta consideración, por tanto, debe verse a la luz del informe que se somete hoy a votación, en el que la seguridad alimentaria se define como un derecho fundamental que, en consecuencia, debe salvaguardarse de todas las formas posibles.

Esta atención es necesaria, señor Presidente, siempre que se produzca una emergencia, como por ejemplo la relacionada con el escándalo de la dioxina que estamos viviendo ahora, con el descubrimiento de que la dioxina se está utilizando en comida para animales, pero también, y sobre todo, para asegurar que dispongamos de un proceso de producción común que respete el sector de la producción en su conjunto, que respete la calidad del trabajo de los agricultores, el medio ambiente y la comercialización y, por lo tanto, que respete a los consumidores.

Este informe forma parte de una serie de medidas que esta Cámara ha desarrollado para promover la agricultura y por eso puedo decir que estoy satisfecho.

 
  
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  Alajos Mészáros (PPE).(HU) Señor Presidente, hoy en día, la producción de alimentos a nivel mundial se enfrenta cada vez más a retos diferentes. Uno de ellos es el cambio climático, que, desgraciadamente, puede causar una escasez de alimentos impredecible y, por lo tanto, puede poner en peligro el hecho de satisfacer la creciente demanda de una población mundial que se espera supere los 9 000 millones de personas en 2050. La política agrícola común debe reaccionar de manera inequívoca a los desafíos que plantean la seguridad alimentaria, el cambio climático y la crisis económica. Es preciso promover no solo la competitividad, sino también la agricultura tradicional, la agricultura a pequeña escala, la agricultura biológica y los valores locales. Como resultado de los cambios climáticos, cada vez se producen más catástrofes naturales, cuyo efecto será la reducción de la posibilidad de utilizar grandes extensiones de tierras agrícolas, un hecho que perjudicará la seguridad alimentaria. Con el fin de lograr los objetivos mencionados anteriormente, y en aras de mantener unos precios razonables de los alimentos y unos ingresos dignos para los agricultores, el presupuesto de la PAC debería como mínimo mantenerse en su actual nivel. Por esta razón, es importante reconocer la agricultura como un sector estratégico en el contexto de la seguridad alimentaria. Además, este es el motivo por el que he apoyado este informe.

 
  
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  Hannu Takkula (ALDE).(FI) Señor Presidente, en primer lugar, quiero decir que es excelente que el Parlamento Europeo reconozca la agricultura como un sector estratégico en el contexto de la seguridad alimentaria.

Es muy importante que garanticemos que los alimentos que producimos en la Unión Europea, ante todo, sean seguros y que no tengan impurezas. Me preocupa bastante que tendamos a prestar más atención a la cantidad que a la calidad. La insistencia en la eficacia, de alguna manera, ha pasado por alto estos requisitos sanitarios. Cuando hablamos de seguridad alimentaria, es muy importante asegurarse de que los alimentos que se ofrecen a los consumidores europeos sean seguros, nutritivos y de buena calidad.

También es de importancia capital garantizar que los distintos Estados miembros de la Unión Europea conserven sus prácticas agrícolas propias. Cuando nos enfrentamos a las catástrofes naturales, es importante que tengamos una economía agrícola que sea autosuficiente. De esta manera, podemos utilizar el principio del abastecimiento alimentario local para responder a las cuestiones que puedan surgir en caso de catástrofes.

Deseo subrayar, ante todo, la importancia de estos principios, que derivan de las consideraciones sanitarias y, además, son importantes. Espero que adoptemos más esta tendencia en el ámbito de los alimentos locales. Es importante que en toda Europa se garantice que la agricultura sea totalmente viable y que todos los Estados miembros de la Unión Europea puedan practicar la agricultura. Esto es de vital importancia y, además, se trata de una base sólida para el futuro, algo que necesitamos particularmente en el sector alimentario.

 
  
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  Salvatore Tatarella (PPE).(IT) Señor Presidente, Señorías, después de haber votado con firmeza a favor de este importante informe, quisiera hacer hincapié, en particular, en el apartado 35 sobre la opinión bien estructurada de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria que, al considerar que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) tiene un papel importante que desempeñar en la evaluación y notificación de todos los riesgos asociados a la cadena alimentaria en el marco de las medidas destinadas a proteger la salud y el bienestar de la población, desea que todos los Estados miembros pongan en marcha los organismos nacionales correspondientes, con objeto de colaborar con AESA.

Como bien demuestran los graves acontecimientos acaecidos en Alemania, todos los Estados miembros deben instaurar hoy en día organismos nacionales que velen por la seguridad alimentaria. Es sorprendente que el Gobierno italiano, después de haber establecido la Agencia, haya cambiado de opinión por razones presupuestarias. En mi opinión, la seguridad alimentaria no debe quedarse en el camino a causa de las limitaciones presupuestarias.

 
  
  

Explicaciones de voto por escrito

 
  
  

Informe: Jiří Maštálka (A7-0363/2010)

 
  
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  Luís Paulo Alves (S&D), por escrito. (PT) Dado que, según el grupo consultivo de los Servicios Jurídicos del Parlamento Europeo, del Consejo y de la Comisión, la propuesta en cuestión contiene una codificación de los textos existentes sin ninguna modificación sustancial de los mismos, estoy de acuerdo con su aprobación en primera lectura.

 
  
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  Laima Liucija Andrikienė (PPE), por escrito. – (LT) Estoy de acuerdo con este informe y la propuesta de la Comisión Europea, porque creo que es muy importante simplificar y aclarar la legislación comunitaria a fin de hacerla más clara y más accesible a todos los ciudadanos. Este objetivo no puede conseguirse mientras sigan dispersas las numerosas disposiciones a las que ya se han hecho modificaciones en varias ocasiones y, a menudo, las modificaciones han sido bastante significativas y, además, considero que precisamos de un trabajo de investigación considerable, donde se comparen muchos instrumentos diferentes, para identificar las normas actuales. La codificación de la legislación es especialmente importante en el campo de los negocios, que, con el fin de garantizar la libre circulación fluida y constante de personas, bienes y servicios, está regulado por una cantidad significativa de legislación comunitaria. La consolidación de la legislación que regula las fusiones de las sociedades anónimas es un paso positivo hacia la mejora de la legislación comunitaria.

 
  
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  Sophie Auconie (PPE), por escrito. (FR) Hay muchísimas empresas en Europa; sus estructuras son bastante diferentes y, además, están sujetas a una gran cantidad de normas. Sin embargo, desde 1978, se ha aplicado la legislación europea para regular las fusiones de las sociedades anónimas de un mismo Estado miembro. Es importante regular estas fusiones, ya que pueden afectar significativamente a los intereses de los empleados, accionistas y acreedores de dichas sociedades. De hecho, pueden salir perjudicados si, por ejemplo, la fusión llega a cancelarse en una fase posterior. Tanto en esta como en otras cuestiones europeas, necesitamos claridad y seguridad jurídica. Esto es lo que estamos tratando de lograr con la codificación de la presente Directiva. He votado a favor de esta resolución porque creo que la confianza es una fuerza motriz increíble para el crecimiento.

 
  
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  George Becali (NI), por escrito. (RO) He votado a favor de este informe, ya que, en la propuesta de codificación de la Tercera Directiva 78/855/CEE del Consejo, de 9 de octubre de 1978, relativa a las fusiones de las sociedades anónimas, la Comisión ha tenido en cuenta las modificaciones formales o de redacción propuestas por el grupo consultivo de los servicios jurídicos, que han demostrado ser justificadas. Por ejemplo, el grupo consultivo sugiere que es particularmente importante que los accionistas de las sociedades que se fusionan sean informados de manera adecuada y con tanta imparcialidad como sea posible y, además, sus derechos deben gozar de la protección adecuada. Sin embargo, no hay necesidad de que un experto independiente realice un análisis del proyecto de fusión. Por otra parte, los organismos de administración o dirección de cada una de las empresas involucradas informan a la junta general de sus respectivas empresas y a los organismos de administración o dirección de las otras empresas que participan de cualquier cambio sustancial que se haya producido entre la fecha de elaboración del proyecto de fusión y la fecha de las juntas generales que han de tomar una decisión en relación con el proyecto de fusión.

 
  
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  Mara Bizzotto (EFD), por escrito. (IT) He votado a favor del informe del señor Maštálka porque el grupo consultivo de los Servicios Jurídicos del Parlamento Europeo, del Consejo y de la Comisión han sopesado detenidamente la propuesta en cuestión, que de forma conjunta consideran que se trata de una codificación, es decir, que se trata simplemente de una versión simplificada del texto existente.

 
  
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  Lara Comi (PPE), por escrito.(IT) Ayer mismo, se presentó un estudio en Italia que puso de manifiesto que, en este momento, las empresas que mejor han resistido la crisis han sido las que han logrado fortalecer sus activos. En particular, el estudio, llevado a cabo por una universidad italiana respetada en nombre de la asociación empresarial más activa del país, revela que las fusiones han sido el principal medio de consolidación. No es casualidad que las grandes operaciones financieras, incluidas las fusiones, vayan de la mano de la reestructuración y la búsqueda ahorros en todos los sectores económicos. En el mercado único, por lo tanto, corresponde a las instituciones europeas establecer normas que puedan ofrecer garantías a todos los involucrados y que permitan a las empresas más virtuosas competir mejor, además de liberarse de la inseguridad jurídica, la burocracia y las obligaciones causadas por simples malentendidos. Una economía moderna, liberal y eficaz —como creo que debe ser la nuestra— necesita una legislación específica relativa a las fusiones, pero solo si, al igual que la Directiva propuesta hoy, es racional y no interferente, y protege las libertades y los derechos de las personas que podrían verse afectadas por estas operaciones.

 
  
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  José Manuel Fernandes (PPE), por escrito. (PT) En esta sesión, a raíz de una propuesta modificada por el Parlamento y el Consejo, el Parlamento ha analizado un proyecto de resolución legislativa sobre las fusiones de las sociedades anónimas (versión codificada), después de adoptar la propuesta presentada por la Comisión. Dado que la única intención de la propuesta es conseguir la «codificación pura y simple» de los textos legislativos, sin ninguna modificación sustancial de los mismos, junto con la mejora de los métodos de trabajo, y teniendo en cuenta que incorpora las formas sugeridas y justificadas por el grupo consultivo de los Servicios Jurídicos, voy a votar a favor de esta propuesta porque reconozco que se traducirá en una mejora significativa en el funcionamiento de las sociedades anónimas, en particular, mediante su modernización y racionalización.

 
  
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  Juozas Imbrasas (EFD), por escrito.(LT) He votado a favor de este informe porque, según el grupo consultivo de los Servicios Jurídicos del Parlamento Europeo, del Consejo y de la Comisión, la propuesta en cuestión contiene una codificación pura y simple de los textos existentes sin ningún cambio en su contenido y, por lo tanto, en aras de la claridad y la racionalidad, es preciso codificar los textos existentes.

 
  
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  David Martin (S&D), por escrito. – He votado a favor de este informe porque, según el grupo consultivo de los Servicios Jurídicos del Parlamento Europeo, del Consejo y de la Comisión, la propuesta en cuestión contiene una codificación pura y simple de los textos existentes sin ninguna modificación sustancial de los mismos.

 
  
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  Andreas Mölzer (NI), por escrito.(DE) La realización de la codificación con el fin de mantener la claridad después de un determinado número de enmiendas, sin duda, facilita las cosas. Sin embargo, en términos generales, tenemos que considerar si tal multitud de normas y reglamentos son estrictamente necesarios. En algunos ámbitos, la legislación es excesiva y apenas se reconoce a los consumidores con sentido común, mientras que, en otros ámbitos, las prescripciones incluyen los gustos de los cambios de nombre de los alimentos. Con el fin de proteger los intereses de los accionistas y de terceros, la coordinación de las legislaciones de los Estados miembros relativas a la fusión de las sociedades anónimas es una forma conveniente para asegurar la observancia de los derechos de información. No me veo capaz de votar a favor de algunas de las enmiendas y, por tanto, he votado en contra del informe en su conjunto.

 
  
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  Maria do Céu Patrão Neves (PPE), por escrito. (PT) He votado a favor de este informe, dado que se limita exclusivamente a la codificación de los textos existentes que regulan las fusiones de las sociedades anónimas. El 21 de septiembre de 2010, el grupo consultivo, integrado por los Servicios Jurídicos del Parlamento Europeo, del Consejo y de la Comisión, tras examinar la propuesta de codificación de la Tercera Directiva 78/855/CEE del Consejo, de 9 de octubre de 1978, basada en la letra g) del apartado 3 del artículo 54 del Tratado y relativa a las fusiones de las sociedades anónimas, constató de común acuerdo que la propuesta se limita a una codificación pura y simple de los textos existentes, sin modificaciones sustanciales.

 
  
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  Aldo Patriciello (PPE), por escrito.(IT) En mi evaluación del proyecto de resolución legislativa sobre las fusiones de las sociedades anónimas, he considerado los siguientes actos legislativos: la propuesta de la Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo; la posición común aprobada en primera lectura el 17 de junio de 2008; los artículos 294 y 50 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, en cuya conformidad la Comisión presentó la propuesta al Parlamento Europeo; el Acuerdo interinstitucional, de 20 de diciembre de 1994, sobre un método de trabajo acelerado con vistas a la codificación oficial de los textos legislativos; los artículos 86 y 55 del Reglamento del Parlamento Europeo y, por último, el informe de la Comisión de Asuntos Jurídicos.

En función de todo esto, he decidido respaldar la posición del Parlamento en primera lectura, ya que está en consonancia con las recomendaciones del grupo consultivo de los Servicios Jurídicos del Parlamento Europeo, del Consejo y de la Comisión, sobre todo, habida cuenta del hecho de que no es más que una codificación de los textos existentes, sin modificaciones sustanciales.

 
  
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  Paulo Rangel (PPE), por escrito.(PT) De acuerdo con el grupo consultivo de los Servicios Jurídicos del Parlamento Europeo, del Consejo y de la Comisión, la propuesta modificada de la Directiva relativa a las fusiones de las sociedades anónimas se limita a una codificación de los textos existentes sin que ello suponga ningún cambio sustancial de los mismos. Por lo tanto, he votado a favor de este informe.

 
  
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  Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), por escrito. – Después de haber solicitado un dictamen jurídico, los servicios han declarado que, teniendo en cuenta el Acuerdo interinstitucional, de 20 de diciembre de 1994, sobre un método de trabajo acelerado con vistas a la codificación oficial de los textos legislativos y especialmente su punto 4, el grupo consultivo compuesto por los Servicios Jurídicos del Parlamento, el Consejo y la Comisión celebró, el 21 de septiembre de 2010, una reunión para examinar, entre otras, la propuesta presentada por la Comisión.

En esa reunión, tras el examen de la propuesta modificada de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo, con vistas a la codificación de la Tercera Directiva 78/855/CEE del Consejo, de 9 de octubre de 1978, basada en la letra g) del apartado 3 del artículo 54 del Tratado y relativa a las fusiones de las sociedades anónimas, el grupo consultivo constató de común acuerdo que la propuesta se limita a una codificación pura y simple de los textos existentes, sin modificaciones sustanciales. Con esto en mente, hemos decidido apoyar la propuesta.

 
  
  

Recomendación: Gabriele Albertini (A7-0373/010)

 
  
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  Luís Paulo Alves (S&D), por escrito.(PT) Estoy de acuerdo con la firma del Acuerdo Euromediterráneo por el que se crea una Asociación entre las Comunidades Europeas y sus Estados miembros, por una parte, y el Reino Hachemita de Jordania, por otra, para tener en cuenta la adhesión a la Unión Europea de la República de Bulgaria y Rumanía el 1 de enero de 2007.

 
  
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  George Becali (NI), por escrito.(RO) He votado a favor del informe, al igual que mis colegas. Aparte del aspecto formal, es importante desde el punto de vista de la función global de la Europa unida en las diferentes regiones, no solo su función económica, sino también su función política. Han asegurado que la región mediterránea ha sido y sigue siendo una región de interés estratégico.

 
  
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  Maria Da Graça Carvalho (PPE), por escrito. (PT) Acogemos con beneplácito la aprobación de esta resolución. Estoy a favor de la celebración de un Protocolo del Acuerdo Euromediterráneo por el que se crea una asociación entre las Comunidades Europeas y sus Estados miembros, por una parte, y el Reino Hachemita de Jordania, por otra, para tener en cuenta la adhesión a la Unión Europea de la República de Bulgaria y Rumanía.

 
  
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  Diogo Feio (PPE), por escrito.(PT) El texto de la resolución legislativa que hemos votado ha sido sometido al procedimiento simplificado contemplado en el artículo 46 del Reglamento. Creo que el carácter no contradictorio de este asunto justifica esta cuestión. El Acuerdo Euromediterráneo entre las Comunidades Europeas y Jordania debe incluir a Bulgaria y Rumanía, por lo que hay razones para que el protocolo propuesto sea válido y, además, merece el apoyo unánime del Parlamento Europeo.

 
  
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  José Manuel Fernandes (PPE), por escrito. (PT) El Acuerdo Euromediterráneo crea una asociación entre las Comunidades Europeas y sus Estados miembros, por una parte, y el Reino Hachemita de Jordania, por otra, y el protocolo pretende actualizar el acuerdo, teniendo en cuenta la adhesión de la República de Bulgaria y de Rumanía a la Unión Europea, que se ha aplicado provisionalmente desde el 1 de enero de 2007. En esta resolución legislativa, el Consejo presenta al Parlamento una solicitud de consentimiento para el protocolo. Dado que no tengo ninguna objeción a dicha aprobación, he votado a favor.

 
  
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  David Martin (S&D), por escrito. – He votado a favor de este informe, que es una simple actualización del acuerdo existente para tener en cuenta la adhesión de Bulgaria y Rumanía. La propuesta no influye de ninguna forma en el presupuesto de la UE y es indiscutible.

 
  
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  Jean-Luc Mélenchon (GUE/NGL), por escrito. (FR) Este protocolo simplemente pone en consonancia el Acuerdo Euromediterráneo por el que se crea una asociación entre la UE y Jordania con lo que realmente se ha aplicado desde el 1 de enero de 2007. Es pura decepción. La prisa por poner en práctica la zona de libre comercio Euromediterránea para el año 2015 justifica todos los casos de incumplimiento de los principios democráticos. Estos métodos ciegos acaban de demostrar sus limitaciones en Túnez. Voy a votar en contra de este texto.

 
  
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  Andreas Mölzer (NI), por escrito.(DE) He votado a favor de la resolución sobre el proyecto de Decisión del Consejo relativa a la celebración de un Protocolo del Acuerdo Euromediterráneo por el que se crea una asociación entre las Comunidades Europeas y sus Estados miembros, por una parte, y el Reino Hachemita de Jordania, por otra, para tener en cuenta la adhesión de la República de Bulgaria y de Rumanía a la Unión Europea, ya que se habían cumplido todos los requisitos previos y porque lo que estaba a la mano era principalmente un acto solemne.

 
  
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  Maria do Céu Patrão Neves (PPE), por escrito. (PT) Esta recomendación sobre el proyecto de Decisión del Consejo relativa a la celebración de un Protocolo del Acuerdo Euromediterráneo de asociación entre las Comunidades Europeas y sus Estados miembros, por una parte, y el Reino Hachemita de Jordania, por otra, para tener en cuenta de la adhesión de la República de Bulgaria y de Rumanía a la Unión Europea merece mi voto. De hecho, es fundamental para luchar por una política de vecindad sólida, coherente y eficaz. Habida cuenta de que el Consejo, de conformidad con los términos legalmente establecidos en los tratados, ha presentado al Parlamento una solicitud de aprobación para este protocolo, no existe ningún obstáculo para su adopción.

 
  
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  Aldo Patriciello (PPE), por escrito.(IT) Los acuerdos euromediterráneos están adquiriendo cada vez más importancia en las actividades de asociación europeas. En este caso, por lo tanto, tengo la intención de apoyar el proyecto de resolución legislativa del Parlamento Europeo relativo a la celebración de un Protocolo del Acuerdo Euromediterráneo por el que se crea una asociación entre las Comunidades Europeas y sus Estados miembros, por una parte, y el Reino Hachemita de Jordania, por otra, para tener en cuenta la adhesión de la República de Bulgaria y Rumanía a la Unión Europea, que el Parlamento ya ha aprobado fin de que se pueda concluir el protocolo.

Mi apoyo también cuenta con el respaldo de una serie de actos, a saber, el proyecto de Decisión del Consejo; el proyecto de Protocolo del Acuerdo Euromediterráneo por el que se crea una asociación entre las Comunidades Europeas y sus Estados miembros, por una parte, y el Reino Hachemita de Jordania, por otra, para tener en cuenta la adhesión de la República de Bulgaria y Rumanía a la Unión Europea; la solicitud de aprobación presentada por el Consejo de conformidad con el artículo 217 y el artículo 218, apartado 6, párrafo segundo, letra a), del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea; el artículo 81, el artículo 90, apartado 8, y el artículo 46, apartado 1, del Reglamento y, por último, la recomendación de la Comisión de Asuntos Exteriores.

A la luz de todo esto, apoyo el enfoque de colaboración adoptado por la UE.

 
  
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  Paulo Rangel (PPE), por escrito.(PT) He votado a favor de la celebración de este protocolo, que está totalmente justificado en vista de la necesidad de incluir a la República de Bulgaria y Rumanía como partes contratantes en el Acuerdo Euromediterráneo por el que se crea una asociación entre las Comunidades Europeas y sus Estados miembros, por una parte, y el Reino Hachemita de Jordania, por otra, que se celebró en Bruselas el 24 de noviembre de 1997 y que entró en vigor el 1 de mayo de 2002.

 
  
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  Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), por escrito. – Visto el proyecto de Decisión del Consejo (06903/2010), visto el proyecto de Protocolo del Acuerdo Euromediterráneo por el que se crea una asociación entre las Comunidades Europeas y sus Estados miembros, por una parte, y el Reino Hachemita de Jordania, por otra, para tener en cuenta la adhesión a la Unión Europea de la República de Bulgaria y Rumanía (09373/2008), vista la solicitud de aprobación presentada por el Consejo de conformidad con el artículo 217 y el artículo 218, apartado 6, párrafo segundo, letra a), del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (C7-0384/2010), el artículo 81, el artículo 90, apartado 8, y el artículo 46, apartado 1, de su Reglamento, y vista la recomendación de la Comisión de Asuntos Exteriores (A7-0373/2010), el Grupo Verts/ALE ha concluido que el Parlamento debe dar su consentimiento a la celebración del protocolo.

 
  
  

Informe: Dieter-Lebrecht Koch (A7-0361/2010)

 
  
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  Maria Da Graça Carvalho (PPE), por escrito. (PT) Esta es una recomendación relativa a la celebración del Acuerdo entre la Comunidad Europea y la Unión Económica y Monetaria del África Occidental sobre determinados aspectos de los servicios aéreos. He votado a favor de la resolución sobre el proyecto de Decisión del Consejo relativa a la celebración del Acuerdo entre la Comunidad Europea y la Unión Económica y Monetaria del África Occidental sobre determinados aspectos de los servicios aéreos. En la actualidad, la Comunidad tiene competencia exclusiva sobre diversos aspectos de la aviación exterior. En consecuencia, el Consejo dio mandato a la Comisión para iniciar negociaciones con terceros países con vistas a sustituir determinadas disposiciones de los acuerdos bilaterales vigentes por acuerdos comunitarios. La Comisión por consiguiente ha negociado un acuerdo con la Unión Económica y Monetaria que evita la discriminación entre compañías aéreas de la UE, permite la imposición del combustible de aviación para las operaciones que se realicen dentro del territorio de la Unión Europea, y ajusta al Derecho comunitario de competencia las disposiciones de los acuerdos bilaterales que son claramente anticompetitivas, a saber, los acuerdos comerciales obligatorios entre compañías aéreas.

 
  
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  Diogo Feio (PPE), por escrito. (PT) La transferencia de competencias de los Estados miembros a la Unión Europea es la justificación para sustituir los acuerdos bilaterales de los servicios aéreos por otros nuevos de los que forme parte la Unión.

La resolución votada trata acerca de problemas específicos de esta naturaleza y tiene por objeto armonizar los instrumentos de derecho internacional actualmente en vigor, así como adaptarlos a las necesidades adicionales derivadas de la legislación comunitaria. El tema en cuestión es muy técnico, de forma que implica la sustitución de los acuerdos que anteriormente estaban en vigor por otros nuevos, sin que esto suponga ningún contencioso ni ningún cambio significativo en la ideología. El hecho de que la votación en comisión haya sido favorable de forma unánime confirma esta interpretación. Por tanto, todo lo que se necesitaba en el Pleno era ratificar una decisión consensuada. He votado a favor.

 
  
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  José Manuel Fernandes (PPE), por escrito. (PT) El informe presentado por el señor Koch propone la celebración del Acuerdo entre la Comunidad Europea y la Unión Económica y Monetaria del África Occidental sobre determinados aspectos de los servicios aéreos. El espíritu de la Unión Europea en los tratados es la estandarización de procedimientos en toda la UE. Por lo tanto, en virtud de lo estipulado por el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, no tiene sentido que haya acuerdos bilaterales sobre servicios aéreos entre los Estados miembros de la Unión Europea y los Estados miembros de la Unión Económica y Monetaria del África Occidental. Por lo tanto, acojo con beneplácito la adopción de este acuerdo, que reforzará los lazos de cohesión territorial en Europa y logrará el cumplimiento de la legislación sobre competencia de la UE.

 
  
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  João Ferreira (GUE/NGL), por escrito. (PT) En el contexto de la situación actual a la que se enfrenta la aviación civil, creemos que este proyecto de acuerdo plantea serias dudas sobre su alcance y posibles consecuencias. Hasta ahora, en esta zona que es estratégica en términos de protección de los intereses nacionales por una serie de razones, los Estados miembros han tomado decisiones soberanas acerca de cómo deben organizarse los acuerdos —que tienen un claro impacto en las compañías aéreas— y cuál debe ser su alcance. Sin embargo, la intención es que, a partir de ahora, el mercado sea primordial también a este respecto. En particular, no podemos subestimar la contribución que la supuesta creación de unas condiciones equitativas para las empresas europeas diferentes podría suponer a la hora de facilitar la concentración monopólica del sector —que ya está en marcha— y la reducción de la capacidad de los Estados miembros para defender a sus compañías aéreas de bandera.

La «libre competencia» ubicua y sacrosanta se defiende a toda costa y vuelve a ser una vez más el pilar en que se apoya esta iniciativa. Las consecuencias para este sector no son muy distintas de las de los demás; de hecho, la concentración monopólica siempre termina imponiéndose en estos casos. Por estas razones, no hemos votado a favor de este informe.

 
  
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  Juozas Imbrasas (EFD), por escrito. (LT) He votado a favor de este informe porque la Comunidad tiene competencia exclusiva sobre diversos aspectos de la aviación exterior que tradicionalmente estaban regulados por acuerdos bilaterales de servicios aéreos entre Estados miembros y terceros países, y, en consecuencia, los acuerdos comunitarios deben reemplazar determinadas disposiciones de los 47 acuerdos bilaterales actuales de servicios aéreos celebrados entre los Estados miembros de la UE y los Estados miembros de la Unión Económica y Monetaria del África Occidental. Para evitar la discriminación entre compañías aéreas de la UE, las cláusulas de designación tradicionales, que se refieren a las compañías aéreas del Estado miembro parte del acuerdo bilateral, se sustituyen por una cláusula de designación europea que incluye a todos los operadores de la UE. Aunque los acuerdos bilaterales tradicionales suelen prever una exención del impuesto sobre el combustible de aviación, la Directiva 2003/96/CE del Consejo por la que se reestructura el régimen comunitario de imposición de los productos energéticos y de la electricidad permite dicho impuesto para las operaciones que se realicen dentro del territorio de la Unión Europea. Además, se ajustan al Derecho comunitario de competencia las disposiciones de los acuerdos bilaterales que son claramente anticompetitivas (acuerdos comerciales obligatorios entre compañías aéreas).

 
  
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  Jarosław Kalinowski (PPE), por escrito.(PL) Los países africanos situados en regiones geográficas y climáticas particularmente difíciles requieren un tratamiento especial. Sin embargo, las personas que viven allí no necesitan comida y agua solamente, sino que también necesitan educación y, además, desean moverse y trabajar con dignidad. El acuerdo entre la Comunidad Europea y la Unión Económica y Monetaria del África Occidental, que sustituye determinadas disposiciones de los acuerdos anteriores, facilita de manera significativa, y hace más justos en términos de mercado, los procedimientos de transporte aéreo entre las partes del acuerdo. Evita las prácticas desleales, monopólicas y facilita los viajes a los ciudadanos de a pie. Hay también nuevas oportunidades para los turistas de todo el mundo y el desarrollo asociado de esta rama de la economía en África.

 
  
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  Giovanni La Via (PPE), por escrito. (IT) He votado a favor de la recomendación relativa a la celebración del Acuerdo entre la Comunidad Europea y la Unión Económica y Monetaria del África Occidental sobre determinados aspectos de los servicios aéreos. El acuerdo, que fue negociado por la Comisión, tiene por objeto sustituir determinadas disposiciones de los acuerdos bilaterales celebrados entre los Estados miembros de la Unión Europea y los Estados miembros de la Unión Económica y Monetaria del África Occidental. Entre los cambios más importantes en relación con el acuerdo que hemos votado hoy, siento la necesidad de mencionar las disposiciones incluidas para evitar la discriminación entre compañías aéreas de la Unión Europea. De hecho, para este fin, las cláusulas de designación tradicionales, que se refieren a las compañías aéreas del Estado miembro parte del acuerdo bilateral, se sustituyen por una cláusula de designación europea que incluye a todos los operadores de la UE.

 
  
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  David Martin (S&D), por escrito. – He votado a favor de dar el consentimiento para la celebración de este acuerdo. El acuerdo es uno de los acuerdos horizontales de servicios aéreos, cuyo objetivo es ajustar los acuerdos bilaterales de servicios aéreos a la legislación europea. Esto se debe a la decisión de 2003 del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas que otorga competencia exclusiva a la Comunidad en relación con diversos aspectos de la aviación exterior que tradicionalmente estaban regulados por acuerdos bilaterales de servicios aéreos. Al igual que con otros acuerdos aéreos horizontales, este acuerdo establece una cláusula de designación de la UE que permite a todas las compañías aéreas comunitarias beneficiarse del derecho de establecimiento, se ocupa de cuestiones de seguridad y la fiscalidad del combustible de aviación, y resuelve los posibles conflictos con las normas de competencia de la UE.

 
  
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  Jean-Luc Mélenchon (GUE/NGL), por escrito. (FR) No contenta con agilizar de forma clandestina la división de la integración regional de África como en otras partes del mundo, la Unión Europea ahora está imponiendo sus dictados neoliberales en el cielo africano. Los incentivos establecidos por la Comisión no hacen nada para ocultar esto.

«¿Este acuerdo no tiene por objeto aumentar el volumen total del tráfico aéreo?» Pero está confirmada la ausencia real de controles sobre dicho aumento en el tráfico.

¿Este acuerdo «no impedirá a un Estado miembro imponer tasas, gravámenes, impuestos, derechos o cargas al combustible»? No obstante, la eficiencia ecológica se reduce a cero a causa de las restricciones que se imponen sobre ello.

De hecho, donde los Estados miembros solían decidir cómo organizar sus acuerdos de acceso con las propias empresas, ahora solo decidirá el mercado.

 
  
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  Nuno Melo (PPE), por escrito.(PT) La existencia de 47 acuerdos bilaterales entre los Estados miembros de la Unión Europea y los Estados miembros de la Unión Económica y Monetaria del África Occidental es claramente insuficiente para cubrir los diferentes aspectos de los servicios aéreos. Por tanto, hay que dar buena acogida a este acuerdo, pues sustituirá determinadas disposiciones de los acuerdos bilaterales existentes por acuerdos comunitarios. Cabe destacar las referencias en este acuerdo a evitar la discriminación entre compañías aéreas de la UE y la fiscalidad del combustible de aviación, de acuerdo con la Directiva sobre la imposición de los productos energéticos y la electricidad. También hay que destacar que las disposiciones establecidas en los acuerdos cumplen con la legislación comunitaria de competencia.

 
  
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  Louis Michel (ALDE), por escrito. (FR) Este acuerdo tiene por objeto sustituir determinadas disposiciones de los 47 acuerdos bilaterales actuales de servicios aéreos celebrados entre los Estados miembros de la UE y los Estados miembros de la Unión Económica y Monetaria del África Occidental (UEMOA). De hecho, procede armonizar las diferentes disposiciones de los acuerdos existentes por medio de un acuerdo horizontal comunitario. Se restablecerá la seguridad jurídica de acuerdos bilaterales de servicios aéreos celebrados entre los Estados miembros de la UEMOA y los Estados miembros de la UE y, además, hará posible que los Estados miembros de la UE que no han firmado ningún acuerdo bilateral con ningún Estado miembro de la UEMOA no se vean afectados negativamente. Asimismo, esto evitará la discriminación entre las compañías en cuanto a la designación o la fiscalidad del combustible de aviación.

Además, se ajustan las disposiciones anticompetitivas de los acuerdos bilaterales a la legislación comunitaria que regula la competencia. El acuerdo fortalecerá las relaciones aéreas UE-África y fomentará la cooperación en materia de aviación entre la UE y la UEMOA en una serie de aspectos importantes, tales como la protección y la seguridad en el ámbito de la aviación.

 
  
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  Andreas Mölzer (NI), por escrito. (DE) Con el fin de crear una base uniforme para vuelos con destino a países fuera de la UE y, posteriormente, para poder garantizar la seguridad jurídica, es preciso revisar todos los acuerdos bilaterales. Con la autorización del Consejo, la Comisión negoció un acuerdo con la Unión Económica y Monetaria del África Occidental que sustituye los 47 acuerdos bilaterales actuales de servicios aéreos celebrados entre los Estados miembros de la UE y los Estados miembros de la Unión Económica y Monetaria del África Occidental. Voy a votar a favor del informe porque un acuerdo de aplicación general tiene mucho sentido en este contexto.

 
  
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  Franz Obermayr (NI), por escrito. (DE) Este acuerdo se limita a sustituir los 47 acuerdos bilaterales con los distintos Estados miembros y, en consecuencia, la UE adquiere más competencias en materia de política exterior. Por lo tanto, he votado en contra de este informe.

 
  
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  Maria do Céu Patrão Neves (PPE), por escrito. (PT) Este informe se refiere a un proyecto de Decisión del Consejo relativa a la celebración del Acuerdo entre la Comunidad Europea y la Unión Económica y Monetaria del África Occidental sobre determinados aspectos de los servicios aéreos. Dado que la UE ahora tiene competencia exclusiva en este ámbito, el Consejo dio mandato a la Comisión para iniciar negociaciones con terceros países con vistas a sustituir los acuerdos bilaterales tradicionales de los servicios aéreos entre los Estados miembros y terceros países. El proyecto de acuerdo fue examinado por la Comisión de Transportes y Turismo, que emitió un dictamen favorable. De esto, me gustaría destacar, entre otros puntos, el establecimiento de una cláusula de designación comunitaria con el fin de evitar la discriminación entre compañías aéreas de la UE y permitir la imposición del combustible de aviación para las operaciones que se realicen dentro del territorio de la Unión Europea. Me gustaría hacer hincapié en estos dos puntos en el dictamen favorable de la Comisión de Transportes y Turismo, pues han sido las razones por las que he votado a favor de este informe.

 
  
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  Aldo Patriciello (PPE), por escrito.(IT) La Unión Europea tiene competencia exclusiva en lo que respecta a la aviación exterior que tradicionalmente se rige por acuerdos bilaterales de servicios aéreos entre los Estados miembros y terceros países.

En junio de 2003, la Comisión inició negociaciones con terceros países para sustituir determinadas disposiciones de los acuerdos bilaterales por acuerdos de la UE, que incluyen un acuerdo que sustituye los 47 acuerdos bilaterales actuales de servicios aéreos celebrados entre los Estados miembros de la UE y los Estados miembros de la Unión Económica y Monetaria del África Occidental. Los aspectos principales del acuerdo son: la cláusula de designación, que sustituye el acuerdo bilateral y evita la discriminación entre compañías aéreas de la Unión Europea; la imposición del combustible de aviación en general en el territorio de la UE; y el artículo 6, que pone en consonancia los acuerdos comerciales entre las compañías aéreas con el Derecho comunitario de competencia.

El acuerdo negociado por la Comisión se aplicó con carácter provisional el 30 de noviembre de 2009. Basándome en las sentencias del Tribunal de Justicia en relación con la competencia exclusiva de la Comunidad, tengo que decir que estoy totalmente a favor de renegociar estos acuerdos, tanto por el hecho de que van en contra del aumento de la importancia de la soberanía europea como por el hecho de que el proyecto de decisión está en consonancia con la legislación presupuestaria y de competencia de la UE.

 
  
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  Paulo Rangel (PPE), por escrito. (PT) He votado a favor de la celebración de este acuerdo que, en virtud de la competencia exclusiva concedida a la UE en relación con diversos aspectos de la aviación exterior, tiene por objeto sustituir determinadas disposiciones de los 47 acuerdos bilaterales existentes sobre servicios aéreos entre los Estados miembros de la UE y los Estados miembros de la Unión Económica y Monetaria del África Occidental, con el fin de hacerlas compatibles con la legislación de la UE.

 
  
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  Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), por escrito. – Como el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas ha establecido, la Comunidad tiene competencia exclusiva sobre diversos aspectos de la aviación exterior que tradicionalmente estaban regulados por acuerdos bilaterales de servicios aéreos entre Estados miembros y terceros países. En consecuencia, en junio de 2003 el Consejo dio mandato a la Comisión para iniciar negociaciones con terceros países con vistas a sustituir determinadas disposiciones de los acuerdos bilaterales vigentes por acuerdos comunitarios. Por lo tanto, la Comisión ha negociado un acuerdo con la Unión Económica y Monetaria del África Occidental que sustituye determinadas disposiciones de los 47 acuerdos bilaterales actuales de servicios aéreos celebrados entre los Estados miembros de la UE y los Estados miembros de la Unión Económica y Monetaria.

El Parlamento tiene derecho a dar su consentimiento a la conclusión de este acuerdo de conformidad con el artículo 81 de su Reglamento. El Parlamento adoptará una decisión por medio de un solo voto, y no debe presentarse ninguna enmienda al acuerdo. En función de lo expuesto anteriormente, el ponente ha sugerido que la Comisión de Transportes y Turismo, en primer lugar, y luego el Parlamento en su conjunto, deben dar un dictamen favorable sobre la celebración de este acuerdo. El Grupo Verts/ALE así lo ha hecho.

 
  
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  Nuno Teixeira (PPE), por escrito. (PT) La competencia exclusiva en determinados aspectos de la aviación exterior, establecida por la sentencia de 2003 conocida como «cielos abiertos», permite a la Comisión Europea negociar acuerdos con terceros países con el fin de adaptar el mercado europeo de la aviación a las normas de la UE y, al mismo tiempo, hacerlo competitivo y transparente. Acojo con satisfacción la adopción de este acuerdo con los Estados miembros de la Unión Económica y Monetaria del África Occidental, ya que considero que es esencial que la Unión Europea presente una política de coherencia en el sector de la aviación exterior, de forma que se reduzcan gradualmente las diversas disposiciones de los acuerdos bilaterales existentes sobre los servicios aéreos entre ambas partes.

Del acuerdo, quiero destacar la cláusula sobre la no discriminación entre compañías aéreas de la UE, la cláusula relativa a la fiscalidad del combustible de aviación de conformidad con la Directiva sobre la fiscalidad de los productos energéticos y la electricidad, y el hecho de que pone las disposiciones de los acuerdos bilaterales en consonancia con el Derecho comunitario de competencia y las somete al control reglamentario. Estas medidas permitirán la apertura de los mercados y, en consecuencia, la creación de oportunidades de inversión para ambas partes. Estos acuerdos han de entenderse como un medio de fortalecer la cooperación estratégica entre ambas organizaciones.

 
  
  

Recomendación para la segunda lectura: Catherine Stihler (A7-0343/010)

 
  
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  Luís Paulo Alves (S&D), por escrito. (PT) Estoy de acuerdo en que es necesario adoptar medidas relativas al sector de la construcción, ya que se trata de un sector muy importante para la economía europea: con un 10 % del producto interior bruto, representa a casi 65 000 pequeñas y medianas empresas con menos de 250 empleados. Esta propuesta tiene por objeto, en primer lugar, garantizar un alto nivel de seguridad para productos de construcción y, en segundo lugar, mejorar las condiciones de salud y seguridad de los trabajadores del sector. En la actualidad, las normas técnicas nacionales que rigen la libre circulación de bienes y servicios en el sector de la construcción están dañando el comercio en el mercado interno y, por ello, es preciso revisar la Directiva 89/106/CEE sobre productos de construcción.

Dadas las nuevas circunstancias en el ámbito de la vigilancia del mercado, entre otras, el nuevo marco legislativo, la propuesta de Reglamento sobre las condiciones armonizadas para la comercialización de productos de construcción podría ser un importante hito en el camino hacia la actualización, simplificación y sustitución de la Directiva.

 
  
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  Laima Liucija Andrikienė (PPE), por escrito.(LT) Estoy de acuerdo con este documento, ya que debido a la escala de la comercialización de productos de construcción en la UE y los obstáculos al comercio en el sector de la construcción, es importante actuar de forma inmediata. Teniendo en cuenta que el sector de la construcción es una de las mayores industrias de Europa, que representa el 10 % del PIB y emplea directamente a 12 millones de ciudadanos de la UE, es fundamental contar con el Reglamento adecuado en este ámbito. Creo que esta propuesta de Reglamento sobre las condiciones armonizadas para la comercialización de productos de construcción facilitará la actualización, simplificación y sustitución de la Directiva sobre los productos de construcción a la luz del cambio de circunstancias relativas, por ejemplo, a la vigilancia del mercado, entre otras, el nuevo marco legislativo.

 
  
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  Sophie Auconie (PPE), por escrito. (FR) A pesar de que las condiciones de trabajo en el sector de la construcción han mejorado en las últimas décadas, la Unión Europea debe dotarse de los medios para introducir la tendencia de la alta calidad en este ámbito. Este hecho me ha llevado a votar a favor de este Reglamento por el que se establecen condiciones armonizadas para la comercialización de productos de construcción. Con el fin de garantizar un nivel elevado de protección de la salud y la seguridad de los trabajadores y otros usuarios de los productos de construcción, la nueva legislación relativa a la comercialización de productos de construcción debe incluir el etiquetado de sustancias peligrosas. Este Reglamento actualiza y sustituye las normas vigentes a fin de reducir la burocracia y aumentar la transparencia, en particular, a través de nuevos procedimientos simplificados de evaluación del desempeño en el caso de las pequeñas empresas.

 
  
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  Zigmantas Balčytis (S&D), por escrito. (LT) He votado a favor de este documento. El sector de la construcción es una de las mayores industrias de Europa, que representa el 10 % del PIB y el 50,5 % de la formación bruta de capital fijo. El sector emplea directamente a 12 millones de ciudadanos de la UE y, a su vez, otros 26 millones de empleos de otros sectores dependen de este. La crisis económica ha golpeado con dureza a la industria de la construcción de la UE, de forma que muchas empresas europeas han ido a la quiebra y muchos trabajadores han perdido sus medios de subsistencia. En la UE, aún existen barreras al comercio en el sector de la construcción, porque los Estados miembros siguen utilizando las normas técnicas nacionales para impedir la libre circulación de bienes y servicios en el sector de la construcción. La revisión de la Directiva sobre los productos de construcción en este contexto es un impulso muy necesario que debería ayudar al sector mediante la eliminación de las barreras comerciales para los fabricantes y, con ello, también debería ayudar a las empresas a mantener sus negocios y a los trabajadores a conservar sus empleos. Además de derribar las barreras administrativas, resulta esencial garantizar la independencia y la transparencia de los organismos de evaluación técnica y, por lo tanto, yo apoyo la propuesta de establecer normas sobre la transparencia y de garantizar la representación de todas las partes interesadas en los comités técnicos de los organismos europeos de normalización a fin de evitar conflictos de interés.

 
  
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  George Becali (NI), por escrito. (RO) Al igual que destaqué en la intervención que hice ayer, quisiera decir que he votado a favor de este informe. Tenemos que avanzar en nuestras acciones para armonizar el mercado mundial de la construcción. Me refiero a las cuestiones relacionadas no solo con la seguridad de los trabajadores y su migración, sino también a la seguridad de los materiales de construcción en relación con nuestra salud. Con respecto a los futuros puntos de contacto de productos de la construcción, me gustaría que facilitaran información imparcial y que se pusieran en marcha tan pronto como sea posible en los Estados miembros y que también recibieran apoyo financiero a fin de que puedan beneficiar a los ciudadanos y a las empresas correspondientes. Espero que el nuevo Reglamento se haga notar lo más pronto posible y que nosotros, como ciudadanos de a pie, nos percatemos de que hemos progresado y que la industria de la construcción en su conjunto ha dejado de ser uno de los sectores de actividad más peligrosos.

 
  
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  Jean-Luc Bennahmias (ALDE), por escrito.(FR) El etiquetado de sustancias peligrosas contenidas en los productos de todo tipo, así como el hecho de facilitar información sobre tales sustancias, ya se trate de productos químicos o de construcción, es uno de los logros de la Unión Europea.

Desde que entró en vigor el Reglamento relativo al registro, la evaluación, la autorización y la restricción de las sustancias y preparados químicos (REACH), la UE ha demostrado el valor añadido que este aporta en lo que respecta a la seguridad y la transparencia de las sustancias peligrosas. Una vez más, en Estrasburgo, hemos adoptado un Reglamento que armoniza las condiciones para la comercialización de productos de construcción y ha garantizado que la «declaración de prestaciones» de cada producto vaya acompañada de información acerca del contenido de sustancias peligrosas.

La salud y la seguridad son prioridades, y debemos acoger con beneplácito el hecho de que las normas europeas permitan este alto nivel de transparencia y seguridad. Sin embargo, aunque nuestro mercado interior está protegido, ¿podemos decir lo mismo del mercado globalizado en el que actuamos? Ahora debemos usar nuestra influencia con nuestros socios fuera de la UE, que no necesariamente tienen el mismo nivel de normas.

 
  
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  Sebastian Valentin Bodu (PPE), por escrito. (RO) La necesidad de actuar en relación con la comercialización de productos de construcción en la UE es de vital importancia, dada la magnitud de este sector. El sector de la construcción es una de las mayores industrias de Europa, que representa el 10 % del PIB y el 50,5 % del capital fijo bruto. Este sector emplea a 12 millones de ciudadanos de la UE directamente con otros 26 millones de trabajadores que dependen de él. La crisis económica ha golpeado con dureza al sector de la construcción y, como consecuencia, una serie de empresas europeas han ido a la quiebra y muchos trabajadores han perdido sus medios de subsistencia. Esto también sucede en el caso de Rumanía donde, después de que el mercado de la construcción experimentara un auge, ahora se enfrenta a un déficit desesperado en términos de pedidos. Según los expertos, no habrá recuperación en el mercado de la construcción en 2011. De hecho, incluso prevén que podría caer a su nivel más bajo en comparación con la década pasada.

En este contexto, todas aquellas medidas que pueden adoptarse para apoyar el sector de la construcción es un impulso positivo. La revisión de la Directiva sobre los productos de construcción en este contexto debería ayudar al sector mediante la eliminación de las barreras comerciales a las que se enfrentan los fabricantes y, a su vez, ayudar a que las empresas puedan mantener sus negocios y a que los trabajadores puedan conservar sus empleos.

 
  
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  Zuzana Brzobohatá (S&D), por escrito. (CS) En cuanto a la creación del PIB, la construcción representa el 10 % de la producción económica de la Unión Europea. El mercado de la construcción sigue haciendo frente a toda una serie de obstáculos que impiden el pleno desarrollo de un mercado unificado. El objetivo del Reglamento presentado tiene por objeto modificar la Directiva existente, simplificando con ello las condiciones para la comercialización de productos de construcción. Implica principalmente la supervisión del mercado y un marco común para la comercialización de productos de construcción. El objetivo de la modificación de la Directiva es, en un período de recesión económica, ayudar al sector de la construcción en la eliminación de obstáculos comerciales, preservando así los empleos y manteniendo a un gran número de empresas que, de otro modo, no sobreviviría a la recesión económica. El Consejo, en su posición en primera lectura, eliminó las propuestas de enmienda del Parlamento, que pretendían establecer la obligación de declarar los materiales peligrosos contenidos en los productos de construcción (por ejemplo, el amianto). Considero que esto es muy peligroso y, por tanto, apoyo el informe presentado, pues vuelve a proponer que las empresas de construcción estén obligadas a declarar los materiales peligrosos contenidos en los productos de construcción. Debemos proteger la salud de nuestros ciudadanos. Por último, pero no por eso menos importante, quiero aplaudir el esfuerzo para asegurar que los Estados miembros garanticen la independencia de los representantes en el Comité permanente de la construcción, que evalúa y verifica las propiedades de los productos de construcción. Entre otras cosas, el informe también incluye las propuestas de enmienda para incrementar la protección de la salud y la seguridad, no solo para los trabajadores de la construcción, sino también para los usuarios reales de los edificios. Por las razones antes mencionadas, así como por otras razones, he decidido apoyar el informe.

 
  
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  Maria Da Graça Carvalho (PPE), por escrito. (PT) He votado a favor de esta propuesta de Reglamento que establece condiciones armonizadas para la comercialización de productos de construcción y tiene por objeto actualizar, simplificar y sustituir la Directiva sobre los productos de construcción a la luz de las nuevas circunstancias, especialmente en lo que respecta a la vigilancia del mercado, incluido el nuevo marco legislativo. Dado el tamaño del sector de la construcción, es imperativo que se tomen medidas con respecto a la comercialización de productos de construcción en la UE. Apoyo el reconocimiento de la necesidad de contar con normas estrictas que velen por la seguridad y la salud de los trabajadores de este sector. Esta propuesta eliminará las barreras al comercio con que se encuentran los fabricantes y también ayudará a las empresas a mantener sus negocios y a los trabajadores a conservar sus puestos de trabajo.

 
  
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  Vasilica Viorica Dăncilă (S&D), por escrito. (RO) El Reglamento sobre la armonización de la comercialización de productos de construcción representa un paso adelante hacia la mejora del funcionamiento del mercado interior en este ámbito y la libre circulación de productos de construcción. Un punto importante que también debemos destacar es que la aplicación del Reglamento ayudará a mantener al mínimo la ocurrencia de disconformidades no intencionadas de los productos de construcción con su declaración de prestaciones, un hecho que minimizará las pérdidas de materiales. Prevenir el riesgo de incumplimiento es una necesidad para evitar que se pongan a la venta en el mercado productos que no cumplan los requisitos de este Reglamento, de forma que se garantice el buen rendimiento de los productos de construcción y el cumplimiento de los requisitos básicos aplicables a los trabajadores de este sector.

 
  
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  Robert Dušek (S&D), por escrito.(CS) El proyecto de recomendación sobre el establecimiento de condiciones armonizadas para la comercialización de productos de construcción exige el más alto nivel posible de protección, tanto para los trabajadores como para los habitantes de los edificios. Estoy de acuerdo con la posición de la ponente en que la facultad de vigilar las posibles sustancias peligrosas en los productos de la construcción es una necesidad vital, y yo apoyo la propuesta de enmienda sobre la necesidad de declarar la información sobre las sustancias peligrosas contenidas en los productos de construcción. No puedo entender la posición del Consejo, que ha eliminado esto por completo de la propuesta original. Con el fin de aumentar el conocimiento de los productos de construcción nuevos y existentes, es preciso establecer los denominados puntos de contacto, que deben ser imparciales y, en otras palabras, deben ser independientes, en términos financieros y de personal, de los organismos relacionados con el proceso de obtención del etiquetado CE. El Consejo ha propuesto demasiadas excepciones a la obligación de llevar la marca CE, y es esencial revisar y limitar esta cuestión en la medida de lo posible, de lo contrario, el sistema completo de marcado CE dejará de tener sentido. Yo apoyo la propuesta de Reglamento en su forma enmendada, y voy a votar a favor de su aprobación.

 
  
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  Edite Estrela (S&D), por escrito. (PT) He votado a favor de este informe porque defiende la necesidad de eliminar las barreras que afectan al comercio en el sector de la construcción. La recesión económica actual ha perjudicado seriamente a este sector. La propuesta de Reglamento, que sustituirá a la Directiva actualmente en vigor, contribuirá a revertir esta situación. Eliminar los obstáculos con que se topan los fabricantes a la hora de acceder al comercio, en primer lugar, ayuda a que las empresas conserven sus negocios y, en segundo lugar, contribuye a que los trabajadores mantengan sus puestos de trabajo.

 
  
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  Diogo Feio (PPE), por escrito. (PT) Según los datos del informe, y cito: «el sector de la construcción es una de las mayores industrias de Europa, que representa el 10 % del PIB y el 50,5 % del capital bruto fijo. El sector emplea directamente a 12 millones de ciudadanos de la UE, y de él dependen 26 millones de trabajadores. Además, aproximadamente el 92 % de los fabricantes de materiales de construcción (unas 65 000 empresas) son PYME con menos de 250 empleados». Estas cifras conceden un alto nivel de importancia al sector de la construcción para la economía europea. Ese es exactamente el motivo por el que se necesitan normas comunes que rijan el sector y que, al mismo tiempo, permitan que el mercado interior funcione correctamente.

 
  
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  José Manuel Fernandes (PPE), por escrito. (PT) Esta propuesta de Reglamento tiene por objeto armonizar la comercialización de productos de construcción, así como la actualización y simplificación de la actual Directiva, teniendo en cuenta el nuevo marco legislativo (Reglamento nº 765/2008/CE y la Decisión 768/2008/CE). Se centra en diversos aspectos, tales como la declaración de prestaciones y el marcado CE, el transporte de sustancias peligrosas, los puntos nacionales de contacto para obtener información sobre productos de construcción, la independencia y la transparencia de todos los organismos implicados en este ámbito, el reciclaje de productos de construcción , un mayor énfasis en temas de salud y seguridad, la mejora de la comunicación electrónica y la introducción de nuevos métodos de tecnología de la información. He votado a favor de este Reglamento, que sin duda aumentará la seguridad en el transporte de estos productos, protegerá la salud y mejorará las condiciones de seguridad de todos los trabajadores del sector. También contribuirá al abandono gradual de las prácticas que perjudican el medio ambiente.

 
  
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  Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) Aunque la segunda lectura de este informe y el acuerdo final con el Consejo incluyen algunos aspectos positivos, no debemos olvidar que se centra en el principio de la consolidación del mercado único.

En este contexto, se trata de un caso de adopción de un Reglamento que tiene por objeto establecer condiciones armonizadas para la comercialización de productos de construcción. Es decir, establece las normas que los Estados miembros deben respetar a fin de que sus productos puedan entrar en el mercado de la Unión Europea.

Creo que todos estamos de acuerdo sobre determinados aspectos, especialmente en relación con la defensa de la salud y la seguridad, incluso para los trabajadores, pero también en relación a la utilización de un producto durante su ciclo de vida, especialmente en el caso de las sustancias peligrosas.

Sin embargo, no podemos estar de acuerdo con las decisiones que podría terminar poniendo en peligro la producción de estos productos en los países con economías más frágiles o en el caso de las pequeñas y medianas empresas que tienen dificultades para adaptarse, a menos que haya algún tipo de apoyo previo, solo para defender los intereses de grupos económicos europeos que, de hecho, pretenden dominar el mercado.

 
  
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  Lorenzo Fontana (EFD), por escrito.(IT) El cambio hacia la liberalización de los productos de construcción en el sector de la construcción representa una de las peticiones de una mayor sensibilidad recibida de parte de las pequeñas y medianas empresas. Teniendo en cuenta la importancia global del sector de la construcción en todos los Estados miembros, creo que una mayor liberalización es un paso necesario. En particular, aplaudo la eliminación de varias trabas burocráticas y la trazabilidad necesaria de los productos que contienen sustancias potencialmente peligrosas para los seres humanos. Por esta razón, he decidido apoyar la recomendación de la señora Stihler.

 
  
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  Małgorzata Handzlik (PPE), por escrito.(PL) El funcionamiento del mercado interior sigue siendo limitado a causa de la existencia de numerosas barreras. Por esta razón, es un auténtico placer aceptar la adopción de la resolución sobre las condiciones armonizadas para la comercialización de productos de construcción. La resolución debería conducir a un flujo más fácil de materiales de construcción entre los Estados miembros.

Además, la resolución establece normas importantes que facilitan a las empresas la tarea de hacer negocios. En primer lugar, obliga a los Estados miembros a crear puntos de contacto sobre productos donde las empresas puedan obtener información acerca de los productos de construcción. También habrá disponible información acerca de los reglamentos que ayudará incluso a las empresas más pequeñas a cumplir los nuevos requisitos para preparar las propiedades del usuario y también en relación con las etiquetas CE. Sin embargo, no debemos olvidar que la resolución contiene una serie de nuevos requisitos relativos a la colocación de las marcas CE y la preparación de declaraciones de propiedades de usuarios, que también deberán incluir información acerca de las sustancias peligrosas contenidas en los productos de construcción.

Espero que tanto la Comisión Europea como los Estados miembros hagan todo lo posible para que la información acerca de los nuevos reglamentos llegue a los fabricantes cuanto antes, a fin de que estos puedan empezar cuanto antes a prepararse y adaptarse a las nuevas disposiciones de la resolución.

 
  
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  Juozas Imbrasas (EFD), por escrito. (LT) Estoy de acuerdo con esta propuesta, debido a que el sector de la construcción es una de las mayores industrias de Europa, que representa el 10 % del PIB, y el sector emplea directamente a 12 millones de ciudadanos de la UE, y de él dependen 26 millones de trabajadores. Además, aproximadamente el 92 % de los fabricantes de materiales de construcción son las pequeñas y medianas empresas (PYME). Como las PYME son la columna vertebral de nuestra economía, esta propuesta debe reconocer su papel y sus necesidades. La revisión de la Directiva sobre los productos de construcción (89/106/CEE) resulta un impulso muy necesario, que debe ayudar al sector eliminando los obstáculos al comercio para los fabricantes, lo que a su vez permitirá a las empresas mantener sus actividades y a los trabajadores mantener sus empleos. El objetivo de la propuesta de Reglamento por el que se establecen condiciones armonizadas para la comercialización de los productos de construcción [COM(2008)311] es actualizar, simplificar y sustituir a la Directiva sobre los productos de construcción a la luz de las nuevas circunstancias relativas. Me complace que se haya prestado atención a una preocupación particular en relación con las sustancias peligrosas contenidas en estos productos y, además, la posibilidad de realizar la trazabilidad de las sustancias peligrosas en los productos es de vital importancia. Si sabemos dónde se encuentra el amianto en los edificios, ni los trabajadores de la construcción ni los habitantes tendrían que sufrir de enfermedades como el mesotelioma. Es importante volver a presentar las enmiendas sobre sustancias peligrosas (enmiendas 7, 17 y 49) en aras de la salud y la seguridad, así como de la transparencia.

 
  
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  Eija-Riitta Korhola (PPE), por escrito. (FI) Ya es hora de reformar y sustituir la Directiva sobre los productos de construcción por un Reglamento más viable que nos permita garantizar realmente la libre circulación de productos de construcción en el mercado interior. La Comisión tiene razón en su iniciativa de facilitar la aplicación práctica de la Directiva actual y hacer que el proceso de aplicación sea más eficaz. Los productos de construcción se diferencian claramente de otros productos cuya circulación en el mercado interior está controlad por directivas. Habida cuenta de que los requisitos de seguridad de un producto están estandarizados a nivel general a través de directivas, los productos de construcción son productos intermedios, destinados a proyectos de construcción, y, gracias a esta característica especial, los objetivos de la Directiva sobre los productos de construcción se lograrán con éxito gracias a la determinación de enfoques armonizados para garantizar que la declaración de prestaciones de un producto sea precisa y fiable. En este sentido, el nuevo Reglamento supondrá una mejora importante.

También es importante tener en cuenta las diversas circunstancias imperantes en Europa a fin de garantizar la supervivencia de las microempresas que operan a escala local. Naturalmente, los Estados miembros establecen requisitos diferentes para las obras de construcción, debido a las condiciones climáticas. Sin embargo, es importante centrar la atención en los requisitos de prueba que carecen de sentido y eliminarlos, para que podamos reducir la carga administrativa. Creo que este Reglamento mejorará tanto el funcionamiento del mercado interior como el proceso de normalización de los productos de construcción en Europa. Por esta razón, he votado a favor del Reglamento.

 
  
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  Edvard Kožušník (ECR), por escrito. (CS) Estoy a favor de este nuevo enfoque, ya que el objetivo de la modificación legislativa no es definir la seguridad del producto, sino crear un entorno transparente en el que se proporcione información fiable sobre las propiedades de los productos. También aplaudo el hecho de que el Parlamento Europeo se haya decantado por los documentos electrónicos, en concreto, en relación a las declaraciones sobre las propiedades de los productos comercializados. Sin embargo, tengo dudas sobre la técnica legislativa de la propuesta de enmienda nº 45, que se refiere al artículo 17. Aunque yo apoyo el principio propuesto de una representación justa y equilibrada de los distintos participantes en el proceso de creación de normas armonizadas, creo que este asunto debe resolverse de forma íntegra en el marco de la revisión del sistema europeo de normalización, y no poco a poco en cada uno de los actos jurídicos . En mi opinión, el enfoque que se ha seleccionado dará lugar a leyes carentes de claridad.

 
  
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  Giovanni La Via (PPE), por escrito.(IT) He apoyado informe de la señora Stihler, con miras a la adopción de un Reglamento por el que se establecen condiciones armonizadas para la comercialización de productos de construcción, porque creo que el sector de la construcción es muy importante para la economía europea. En este contexto, conseguir un alto nivel de armonización en las normas sobre productos de construcción es un objetivo por el que Europa tiene que esforzarse a fin de conseguirlo lo antes posible. En un momento como el actual, en que tenemos que estimular el crecimiento económico, no podemos olvidar el papel estratégico de este sector. El objetivo de la propuesta es garantizar una información precisa y confiable sobre el rendimiento de los productos de construcción, a fin de poder contar con edificios seguros, construidos con materiales que no tengan efectos negativos en la salud humana. Además, considero que las medidas adoptadas en materia de seguridad en el trabajo son esenciales para proteger a los millones de ciudadanos europeos que trabajan en este sector, de forma que se garantice un nivel adecuado de protección.

 
  
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  David Martin (S&D), por escrito. – Quiero felicitar a mi colega escocesa, Catherine Stihler, por el buen trabajo que ha realizado sobre este tema tan técnico. He votado a favor del informe, que debe garantizar una mayor transparencia de los organismos que crean normas en la industria de la construcción, que hace hincapié en el reciclaje y que, además, da a las PYME una ruta más fácil para acceder al mercado único con procedimientos simplificados.

 
  
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  Nuno Melo (PPE), por escrito. (PT) El hecho de que el sector de la construcción civil abarque una gran parte del producto interior bruto (PIB) de la Unión Europea, según la ponente, con una representación aproximada del 10 % del PIB y el 50,5 % del capital bruto fijo, justifica las condiciones armonizadas que se han adoptado aquí. La reciente recesión económica ha traído graves problemas a esta industria, pues se han llevado a cabo despidos en las empresas y los trabajadores han perdido sus puestos de trabajo. Por lo tanto, cualquier medida que se pueda adoptar para ayudar a este sector resulta de extrema importancia. En este contexto, la revisión de la Directiva 89/106/CEE sobre los productos de construcción es un impulso muy necesario que debería ayudar al sector, en particular, mediante la eliminación de las barreras comerciales para los fabricantes, por una parte, y ayudando a las empresas a mantener su negocio y a los trabajadores a conservar su puesto de trabajo, por otra.

 
  
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  Andreas Mölzer (NI), por escrito.(DE) La industria de la construcción es, de hecho, uno de los mayores factores económicos en toda Europa. Sin embargo, la crisis ha golpeado duro a este sector. Las pequeñas y medianas empresas, que a menudo sirven como distribuidores, lo han pasado particularmente mal e incluso muchas han tenido que abandonar sus negocios. Con el fin de asegurar la supervivencia de empresas y puestos de trabajo, hay que eliminar las barreras al comercio. Esto puede crear condiciones más justas que beneficien a todos los involucrados. Por esa razón, he votado en contra de las propuestas de resolución presentadas por la comisión competente en segunda lectura.

 
  
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  Cristiana Muscardini (PPE), por escrito.(IT) El sector de la construcción es un sector europeo fundamental, tanto en términos de empleo como en términos de desarrollo en el caso de nuestras pequeñas y medianas empresas.

Por tanto, es imperativo apoyar un Reglamento que establece condiciones armonizadas para la comercialización de productos de construcción, garantizando la seguridad de los materiales utilizados y la salud de los trabajadores. Se siguen registrando casos de lesiones físicas y daños a la salud, sobre todo, en el caso de aquellos ciudadanos que están en contacto diario con sustancias peligrosas, como el amianto, utilizadas en la construcción de edificios urbanos.

Por ello, esto a favor del informe de la señora Stihler, que se ha adoptado hoy en segunda lectura, ya que hace hincapié en la importancia, en un mundo globalizado, que tiene la introducción de normas comunes sobre el etiquetado de las sustancias y los productos utilizados, a fin de garantizar la seguridad y la fiabilidad y, al mismo tiempo, reducir los costos para los productores, con especial referencia a las PYME.

 
  
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  Franz Obermayr (NI), por escrito. (DE) Las medidas de armonización del informe son demasiado extensas. El sector de la construcción es un ámbito sensible: es crucial para el desarrollo de la infraestructura y, por tanto, también para los distintos Estados miembros como lugares de negocios. Las normas laborales, sociales y medioambientales suelen ser importantes para proteger a las personas y al medio ambiente en este sector. Cada Estado miembro debe, en gran medida, tomar sus propias decisiones a este respecto. Por lo tanto, he votado en contra de este informe.

 
  
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  Alfredo Pallone (PPE), por escrito.(IT) La propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establecen condiciones armonizadas para la comercialización de productos de construcción tiene por objeto garantizar la libre circulación de productos de construcción en el mercado interior. He votado a favor de la propuesta de Reglamento, precisamente porque garantizar una información clara y confiable a través de la utilización del marcado CE en los productos de construcción comercializados representa otro paso adelante hacia un mercado libre y competitivo que sea capaz de proteger a las pequeñas y medianas empresas. Dado que los productos de construcción son los bienes intermedios de una estructura acabada, la armonización de las nuevas normas europeas garantiza la seguridad y la calidad de la estructura, pone a todas las empresas de construcción en igualdad de condiciones, mejora los controles sobre materiales que ya se encuentran en el mercado y, por último, aportar mayor transparencia en el comercio de los productos de construcción.

 
  
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  Maria do Céu Patrão Neves (PPE), por escrito. (PT) He votado a favor de este informe porque creo que es necesario para reducir las barreras que impiden una mayor fluidez del comercio en el sector de la construcción. La industria de la construcción se ha visto particularmente afectada por la situación económica actual, y la propuesta de Reglamento tiene por objeto promover la circulación libre, eficaz y transparente de bienes y servicios en la industria de la construcción. La eliminación de los obstáculos para la actividad transfronteriza y la eliminación de las barreras nacionales administrativas y técnicas tienen un papel crucial en la industria de la construcción. De hecho, en la industria de la construcción, los Estados miembros se ocultan detrás de las normas técnicas nacionales a fin de bloquear la libre circulación de bienes y servicios. Dado que el sector de la construcción representa el 10 % del producto interior bruto en la UE y que actualmente está experimentando un período de grave recesión, todas las medidas que pueden adoptarse para ayudar a impulsar la construcción son bienvenidas y, además, contarán con mi voto. En efecto, estas medidas ayudarán a las empresas a mantener sus actividades y a los trabajadores a mantener sus empleos.

 
  
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  Aldo Patriciello (PPE), por escrito.(IT) En toda la UE, aún existen demasiadas barreras al comercio en el sector de la construcción, por lo que los Estados miembros justifican las normas técnicas establecidas para limitar la libre circulación de bienes y servicios.

Este sector en rápida expansión genera el 10 % del PIB y el 50,5 % del capital fijo bruto. Además, emplea a 12 millones de ciudadanos de la UE y el 92 % se corresponde con pequeñas y medianas empresas, la columna vertebral de nuestra economía.

Por lo tanto, creo que es necesario introducir medidas para armonizar el mercado de estos productos, así como para garantizar un alto nivel de salud y seguridad de los trabajadores en el sector. En vista de la recesión —que ha causado graves problemas en el sector, incluida la quiebra de las empresas—, necesitamos medidas de liberalización que garanticen la supervivencia económica de las empresas y la conservación de los puestos de trabajo.

Esta propuesta de Reglamento tiene por objeto actualizar, simplificar y sustituir a la Directiva sobre los productos de construcción a la luz de las nuevas circunstancias relativas, por ejemplo, a la supervisión de los mercados. También tiene como objetivo proporcionar una mayor protección en materia de marcado CE, sustancias peligrosas, puntos nacionales de contacto sobre productos, independencia y transparencia, salud y seguridad, y comunicación electrónica.

 
  
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  Rovana Plumb (S&D), por escrito. (RO) La necesidad de actuar en relación con la comercialización de productos de construcción en la UE es de vital importancia, dada la magnitud de este sector. Según el Comité Europeo de Normalización, el sector de la construcción es una de las mayores industrias de Europa, que representa el 10 % del PIB y el 50,5 % del capital bruto fijo. El sector empleo directamente a 12 millones de ciudadanos de la UE, y de él dependen 26 millones de trabajadores. Además, aproximadamente el 92 % de los fabricantes de materiales de construcción (unas 65 000 empresas) son PYME con menos de 250 empleados. Como las PYME son la columna vertebral de nuestra economía, la propuesta debe reconocer su papel y sus necesidades. En este contexto, también debemos reconocer la necesidad de un alto nivel de protección de la salud y la seguridad de quienes trabajan en el sector. He votado a favor de este informe porque la propuesta ayuda a impulsar la competitividad de la industria mediante la simplificación de la legislación vigente, el aumento de la transparencia y la reducción de la carga administrativa que las empresas tienen que soportar, así como por el hecho de que apoya el interés de Rumanía en la introducción de la evaluación obligatoria del rendimiento de los productos regulados por las normas armonizadas, la presentación de la declaración de prestaciones y la colocación del marcado CE.

 
  
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  Paulo Rangel (PPE), por escrito.(PT) Dada la importancia del sector de la construcción en la economía europea, es fundamental eliminar los obstáculos técnicos al comercio en el ámbito de los productos de construcción con el fin de mejorar su libre circulación en el mercado interior. Por tanto, es importante apoyar el establecimiento de especificaciones técnicas armonizadas que, dado el énfasis necesario sobre temas de salud y seguridad, también permiten la consolidación del mercado único.

 
  
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  Crescenzio Rivellini (PPE), por escrito.(IT) Hoy hemos votado en el Pleno sobre la recomendación en relación con las condiciones armonizadas para la comercialización de productos de construcción.

Dada la importancia del sector, es esencial desarrollar las medidas relativas a la comercialización de productos de construcción en la UE. Según el Comité Europeo de Normalización (CEN), el sector de la construcción es una de las mayores industrias de Europa, que representa el 10 % del PIB y el 50,5 % del capital bruto fijo.

Esta propuesta de Reglamento establece condiciones armonizadas para la comercialización de productos de construcción, a través de la introducción de normas comunes sobre el marcado, con el objetivo de fortalecer las garantías relativas a la seguridad y fiabilidad del producto y, al mismo tiempo, para reducir los costes que sufragan los productores, con especial referencia a las PYME.

 
  
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  Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), por escrito. – Este Reglamento se presenta ante el Parlamento para la segunda lectura con vistas a su adopción final. La primera lectura del Parlamento tuvo lugar durante la anterior legislatura. El Consejo adoptó su posición en 2010 y, posteriormente, se realizaron negociaciones informales tripartitas bajo la Presidencia belga con el fin de llegar a una solución de compromiso. Este Reglamento es muy técnico, pero, desde el punto de vista político, es muy importante para los Verdes, porque su principal objetivo es armonizar los requisitos relativos a la comercialización de productos de construcción.

Las principales preocupaciones del Grupo Verts/ALE han sido asegurarse, entre otras cosas, de que: (i) los procedimientos deben ser transparentes (en particular, los representantes de las industrias más importantes no deben monopolizar a los organismos de normalización y, además, deben tenerse en cuenta las preocupaciones de las PYME o de otras partes interesadas); (ii) los requisitos y procedimientos de construcción deben ser capaces de impulsar modelos innovadores y más ecológicos; (iii) los procedimientos especiales para las «microempresas» no deben permitir que la industria eluda los requisitos o procedimientos.

 
  
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  Licia Ronzulli (PPE), por escrito.(IT) He votado a favor de esta resolución porque creo que todavía hay demasiadas «barreras» al comercio en el sector de la construcción en Europa. La revisión de esta Directiva debería contribuir a eliminar las barreras comerciales, a fin de proteger el empleo en empresas de construcción, que aún siguen viéndose afectadas por la crisis económica mundial. Hay planes para introducir nuevas medidas específicas para verificar que los productos de construcción se reciclan y para promover su reutilización como una forma de cumplimiento de los objetivos de la UE en materia de cambio climático.

También se necesitan nuevas salvaguardias para proteger la salud y seguridad de los empleados en este sector, en el que, lamentablemente, aún se registra un número elevado de muertes relacionadas con el trabajo. Por último, la solicitud para sustituir gradualmente las copias impresas de los documentos por las versiones electrónicas pretende armonizar aún más el mercado de los productos de construcción.

 
  
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  Oreste Rossi (EFD), por escrito.(IT) A pesar de que la introducción del Reglamento contiene algunas declaraciones generales que resultan inaceptables, sobre todo, en relación con la circulación totalmente libre de servicios en el sector de la construcción —que no podemos apoyar porque habrá riesgo de que se practique la competencia desleal hasta que se hayan armonizado los precios entre los distintos Estados miembros—, debemos votar a favor.

Lo haremos así porque el Reglamento se refiere exclusivamente a la legislación relativa a la comercialización de productos para el sector de la construcción, que, en este período de recesión económica, ha tenido repercusiones muy graves con el cierre de muchas empresas y la pérdida de puestos de trabajo. La propuesta prevé la armonización y el etiquetado de los productos que contengan sustancias peligrosas, y también simplifica, actualiza y sustituye a las normas vigentes a fin de eliminar determinados obstáculos normativos en beneficio no solo de los trabajadores, sino también de las pequeñas y medianas empresas.

 
  
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  Catherine Stihler (S&D), por escrito. – Me complace bastante que mis colegas hayan respaldado y votado en la legislación el informe sobre el sector de la construcción del que he sido ponente. Este informe dará lugar a que el contenido de sustancias peligrosas se indique en el etiquetado de los productos de construcción y a que la Comisión realice estudios adicionales para realizar un seguimiento de esta cuestión. También hay disposiciones que contemplan facilitar a las PYME la introducción de sus productos en el mercado interior. Asimismo, se ha abordado la necesidad de contar con mayor transparencia a la hora de aprobar los productos con el marcado «CE», y espero que se presenten las medidas oportunas en julio de 2013.

 
  
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  Silvia-Adriana Ţicău (S&D), por escrito. (RO) He votado a favor de la propuesta de Reglamento por el que se establecen condiciones armonizadas para la comercialización de productos de construcción y se deroga la Directiva 89/106/CEE del Consejo. El sector de la construcción es un gran sector industrial en Europa, que emplea directamente a 12 millones de ciudadanos de la UE y del que dependen otros 26 millones de trabajadores. La crisis económica ha golpeado duro al sector de la construcción en la UE, por lo que muchos trabajadores han perdido sus puestos de trabajo. Esto llevó a una caída de hasta el 14,2 % de la actividad del sector entre 2008 y 2009. La revisión de la Directiva sobre los productos de construcción (89/106/CEE), en este contexto, ofrece una medida de apoyo al sector de la construcción mediante la eliminación de las barreras comerciales a las que se enfrentan los fabricantes y, con ello, permite a las empresas mantener sus actividades y a los trabajadores mantener sus empleos. Las obras de construcción, tanto como un conjunto como en lo que respecta a cada una de sus partes por separado, deben estar preparadas para el uso previsto, teniendo en cuenta, en particular, la salud y la seguridad de las personas involucradas en todo el ciclo de vida de las obras. Las obras de construcción también deben ser eficientes en materia energética, utilizando la mínima energía posible durante su ciclo de vida y, por tanto, de forma que suponga el coste más bajo para los usuarios.

 
  
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  Viktor Uspaskich (ALDE), por escrito. (LT) Creo que el sector de la construcción en general refleja la situación económica. En el segundo trimestre de 2010, el sector lituano de la construcción cayó hasta en un 42,9 %, uno de los mayores declives experimentados en Europa. Desde entonces, la situación ha mejorado ligeramente, pero dejémonos de ilusiones —el sector lituano de la construcción está tardando mucho en recuperarse—. Por lo tanto, es bastante prematuro hablar de una recuperación sostenida. Todavía hay margen de mejora. Por ejemplo, el sector de la construcción de mi país se recuperaría más rápido si se mejorara la adopción de las ayudas de la UE. El sector de la construcción es una de las ramas más importantes de Lituania y de la industria europea. El sector emplea directamente a 12 millones de ciudadanos de la UE, y de él dependen otros 26 millones de trabajadores. El sector de la construcción es muy importante para Lituania porque crea muchos empleos, fortalece la demanda interna e inyecta dinero en el presupuesto. Este sector también es importante para las pequeñas y medianas empresas, la piedra angular de nuestra economía. Alrededor del 92 % de los fabricantes de materiales de construcción son PYME con menos de 250 empleados. También estoy de acuerdo con la propuesta de la ponente de utilizar la comunicación electrónica y los métodos de TI para mejorar el mercado único de productos de construcción. Esto es importante con vistas al futuro.

 
  
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  Derek Vaughan (S&D), por escrito. – La industria de la construcción representa varias cuestiones fundamentales en la Unión Europea, desde su importante contribución a la economía hasta la seguridad de los ciudadanos de la UE en sus hogares y lugares de trabajo. Mi voto a favor del Reglamento de Construcción refleja la necesidad de contar con una Directiva modernizada, segura y transparente sobre los productos de construcción. La propuesta pide mejoras en los procedimientos de salud y seguridad en todo el sector, así como la presentación las declaraciones claras sobre las sustancias peligrosas. Por otra parte, la disposición de una marca de confianza «CE» sobre los productos dará a quienes dirigen sus propios proyectos la confianza de que los materiales que utilizan son seguros. La economía europea se basa en gran medida en el sector de la construcción, que representa el 10 % del PIB de la UE y emplea directamente a 12 millones de ciudadanos de la UE. La mayoría de los empleados se encuentran en las PYME, que constituyen una parte fundamental de la economía europea. Sin embargo, la construcción sigue siendo uno de los ámbitos laborales más peligrosos. Por tanto, apoyo este Reglamento con vistas a mejorar la seguridad de los ciudadanos europeos en sus lugares de trabajo y en casa, ya se trate de llevar a cabo proyectos de forma independiente o profesionalmente.

 
  
  

Informe: Michèle Striffler (A7-0375/2010)

 
  
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  Luís Paulo Alves (S&D), por escrito.(PT) He votado a favor de este informe, que trata de hacer que la ayuda humanitaria de la UE sea más eficaz. El Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria es un importante paso adelante. Sin embargo, la revisión de su plan de acción debe ser más coherente, con objetivos que sean más medibles e indicadores que sean más confiables. Esa es la única manera con que lograremos prestar ayuda de forma más eficaz. Dado el creciente número y la gravedad de las catástrofes naturales causadas por el cambio climático, estoy de acuerdo con la posición presentada que es importante, no solo para prestar ayuda puntual, sino para ofrecer apoyo a las capacidades propias de las comunidades en materia de preparación contra las catástrofes: hay que fortalecer el plan de acción de Hyogo.

Los esfuerzos también deben concentrarse en cuestiones de derechos humanos derivados de conflictos internos y crisis complejas, mejorando las capacidades de los organismos implicados para acceder a las poblaciones; esto solo será posible haciendo una clara distinción entre las funciones militares, políticas y humanitarias. También estoy de acuerdo con la aplicación eficaz de una capacidad europea de reacción rápida.

 
  
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  Laima Liucija Andrikienė (PPE), por escrito. (LT) He votado a favor de este documento, porque es crucial para una prestación más eficaz de ayuda humanitaria. El Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria es el primer documento común sobre la política de ayuda humanitaria que se ha elaborado desde la aprobación del Reglamento de 1996. Se trata de una herramienta de fundamental importancia, especialmente en el contexto de profundos cambios en los asuntos humanitarios, tales como la abundancia de catástrofes naturales y conflictos armados, algo que resulta en el desplazamiento de un gran número de personas, entre otras cosas. Espero que el Consenso europeo sobre ayuda humanitaria sea un paso importante hacia la consecución de las acciones europeas más eficaces en el ámbito de la ayuda humanitaria y que, además, contribuya a la promoción de los principios humanitarios y el derecho internacional humanitario, la coordinación y la coherencia en el marco de la distribución de ayuda humanitaria de la UE, la clarificación del uso de medios y capacidades militares y de protección civil, la reducción del riesgo de catástrofe y el refuerzo de la conexión entre la ayuda de emergencia, la rehabilitación y el desarrollo.

 
  
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  Elena Oana Antonescu (PPE), por escrito.(RO) Este informe compromete a la Unión Europea a colaborar estrechamente en relación con una visión compartida en términos de ayuda humanitaria. Creo que la gravedad de los desastres naturales depende de la ayuda humanitaria a raíz del cambio climático. También animo a los Estados miembros a participar en la aplicación de este Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria. Estoy a favor de las acciones promovidas en este ámbito: la promoción de los principios humanitarios y el derecho internacional humanitario; mejoras en términos de calidad de la coordinación y coherencia en el marco de la distribución de ayuda humanitaria de la UE; la clarificación del uso de medios y capacidades militares y de protección civil de acuerdo con el Consenso humanitario y las directrices de las Naciones Unidas, la reducción del riesgo de catástrofe y el refuerzo de la conexión entre la ayuda de emergencia, la rehabilitación y el desarrollo. En consecuencia, he votado a favor de este informe. Por tanto, he votado a favor de este informe.

 
  
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  Sophie Auconie (PPE), por escrito. (FR) La Unión Europea es un actor global. Con esta fuerte convicción es con la que los autores del Tratado de Lisboa han fortalecido las ambiciones de Europa en la escena mundial. La dimensión humanitaria tiene un lugar importante en este gran proyecto. La Unión es ya el mayor donante del mundo, proporcionando el 40 % de todas las contribuciones. Esta declaración conjunta «se basa en principios y enfoques comunes y tiene como objetivo fomentar una acción concertada y coordinada en la Unión Europea y con los demás protagonistas, para mejorar la respuesta colectiva a las crisis humanitarias». Por ello, he votado a favor de esta resolución, que recuerda que la ayuda humanitaria debe proporcionarse de manera adecuada y eficaz; subraya la importancia de una buena coordinación; hace hincapié en el carácter secundario de la asistencia proporcionada por las capacidades de protección civil y militar y la importancia vital de la reducción de riesgos causados por catástrofes naturales; y, por último, pide a la Unión que fortalezca la conexión entre la ayuda de emergencia, la rehabilitación y el desarrollo.

 
  
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  Zigmantas Balčytis (S&D), por escrito.(LT) He votado a favor de este informe. La Unión Europea es el mayor donante mundial de ayuda humanitaria, aportando más del 40 % de toda la ayuda humanitaria oficial de carácter internacional. Se ha producido un aumento significativo en todo el mundo en el número y la gravedad de los desastres naturales causados, en particular, por el impacto del cambio climático. El contexto humanitario ha cambiado profundamente en los últimos años y, de ahí, la necesidad de mejorar la capacidad de respuesta de la UE ante casos de catástrofe. Creo que la Unión Europea debe realizar grandes esfuerzos en la reducción del riesgo de catástrofe y la prestación de apoyo —más allá de una prestación de ayuda puntual— a las capacidades propias de las comunidades en materia de preparación contra las catástrofes. Es preocupante que las violaciones del derecho internacional humanitario sean cada vez más comunes y que la situación se esté deteriorando en este ámbito. Estoy de acuerdo en que la Unión Europea debe tomar medidas para mejorar la coordinación de la ayuda humanitaria y detener cualquier tipo de abuso de esta ayuda.

 
  
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  Jean-Luc Bennahmias (ALDE), por escrito.(FR) Ha habido muchas crisis humanitarias en 2010: Haití, Pakistán, y podría seguir. Las tragedias que determinadas poblaciones, a menudo las más desfavorecidas, experimentan en todo el mundo precisan de una acción rápida y eficaz por parte de las organizaciones internacionales, pero también por parte de la Unión Europea, que es un agente importante en los ámbitos de asistencia para el desarrollo y la gestión de crisis.

Por lo tanto, hoy, martes 18 de enero, hemos adoptado el informe de la señora Striffler con el fin de pedir más fondos para ayuda humanitaria. También deberíamos crear una fuerza europea de reacción rápida para todas estas crisis. La Comisión Europea se muestra receptiva a esta idea y, además, debería presentar una propuesta con el fin de optimizar el sistema existente de protección civil.

Es evidente que tendremos que utilizar los recursos que ya están disponibles en los Estados miembros, pero, al mismo tiempo, también tenemos que coordinarnos a nosotros mismos de una forma mucho más eficaz y práctica. Las respuestas lentas, la ayuda duplicada y la incoherencia sobre el terreno son solo algunas de las cosas que hemos de erradicar. Hay un gran margen de mejora, y la resolución aprobada por esta Cámara pretende proporcionar una respuesta inicial a este respecto.

 
  
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  Vilija Blinkevičiūtė (S&D), por escrito. (LT) He votado a favor del informe del Parlamento sobre la aplicación del Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria: balance intermedio de su plan de acción y perspectivas de futuro. El Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria de la Unión se compromete a una estrecha cooperación en torno a una visión compartida de la ayuda humanitaria. El Consenso apunta a mejorar la eficacia de la Unión Europea, para defender y promover los principios humanitarios básicos de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia, y para promover la observancia del derecho internacional humanitario. Cuando se llevó a cabo el balance intermedio, se observó que existe una falta de información específica sobre las medidas adoptadas o que aún deben adoptarse, y que, además de los representantes que participan en la labor humanitaria, poca gente tiene conocimiento del Consenso. Por tanto, se precisa de un esfuerzo importante para elevar el perfil del Consenso y para que hacer posible que los Estados miembros, otras instituciones y organismos militares estén más familiarizados con él. El contexto humanitario ha cambiado profundamente en los últimos años, por lo que es aún más importante que el Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria se aplique con rigor y firmeza.

Me gustaría hacer hincapié en la necesidad de invertir mayores esfuerzos en la reducción del riesgo de catástrofes y de prestar apoyo —más allá de una prestación de ayuda puntual— a las capacidades propias de las comunidades en materia de preparación contra las catástrofes. Además, hay que dedicar más esfuerzos a incorporar las cuestiones de género y protección contra la violencia sexual, cuyo uso está aumentando como arma de guerra, en las respuestas humanitarias.

 
  
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  Sebastian Valentin Bodu (PPE), por escrito.(RO) La Unión Europea es el mayor donante del mundo, aportando el 40 % de la ayuda global prestada. En 2009, más de 100 millones de personas en más de 70 países han recibido una ayuda de la Unión Europa por un importe que asciende aproximadamente a 1 000 millones de euros. Lamentablemente, sin embargo, muy a menudo defendemos hacer donaciones a estados que posteriormente deciden aceptar inversiones extranjeras directas procedentes de China. Quizá las donaciones y las inversiones deberían coordinarse al menos en lugar de lamentarnos por el hecho de que China se haya convertido en la segunda economía más importante del mundo. El contexto humanitario ha cambiado profundamente en los últimos años, por lo que resulta muy importante que el Consenso humanitario se aplique con rigor y firmeza.

En este contexto cambiante, el primer factor que hay que mencionar es el incremento significativo del número y la gravedad de los desastres naturales causados principalmente por el cambio climático. Esto implica también la necesidad de proporcionar, más allá de una prestación de ayuda puntual, apoyo a las capacidades propias de las comunidades en materia de preparación contra las catástrofes. Ya hay compromisos políticos —estrategia de la UE en este sentido y plan de acción de Hyogo— pero persisten lagunas en la aplicación.

 
  
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  David Campbell Bannerman (EFD), por escrito. – El UKIP cree que la mejor reacción a un desastre humanitario es que los estados nación independientes coordinen sus esfuerzos de asistencia de forma voluntaria, y que no sea una UE no democrática la que los establezca de forma centralizada. Tomamos nota del debacle de los pocos y lentos esfuerzos de la UE en el caso de Haití y, por tanto, consideramos que la UE no puede basarse en las crisis humanitarias del futuro.

 
  
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  Maria Da Graça Carvalho (PPE), por escrito. (PT) He votado a favor de este informe porque la Unión Europea es el mayor donante mundial de ayuda humanitaria, cuya aportación asciende a más del 40 % de toda la ayuda humanitaria oficial de carácter internacional. En 2009, concedió una ayuda humanitaria a aproximadamente 115 millones de personas en más de 70 países, por un total de 950 millones de euros. A través de su política humanitaria, la Unión Europea ha demostrado su compromiso de apoyar a las personas en situación de extrema vulnerabilidad en terceros países. Estoy de acuerdo con el balance intermedio del Consenso humanitario, pues creo que es fundamental hacer un esfuerzo para aumentar su visibilidad entre los Estados miembros, las demás instituciones y los actores militares. Quisiera instar a la Comisión a que redoble sus esfuerzos en la reducción del riesgo de desastres y a que preste atención a las violaciones cada vez más comunes del derecho internacional humanitario y a los grupos más vulnerables, como mujeres, niños y personas que han sido desplazadas a la fuerza. También es importante fomentar el diálogo entre los órganos políticos, militares y humanitarios activas en el mismo entorno de trabajo, junto con la creación de una capacidad europea de reacción rápida, a saber, una fuerza europea de protección civil.

 
  
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  Nikolaos Chountis (GUE/NGL), por escrito. (EL) He votado en contra del informe sobre la ayuda humanitaria por dos razones. En un principio, porque insiste en conectar la protección civil y la ayuda humanitaria con el Servicio Europeo de Acción Exterior y su política exterior, mientras que, evidentemente, los criterios de intervención debería ser claramente humanitarios y solo humanitarios. También, porque no creo que la vinculación de las capacidades civiles y militares con el fin de hacer frente a situaciones de crisis humanitaria sea un paso en la dirección correcta. Obviamente, en determinadas circunstancias, también son necesarios el conocimiento particular y el uso de equipos específicos, algo que la fuerza militar siempre ha poseído y utilizado. Por lo tanto, con el fin de preservar y salvaguardar el carácter puramente civil de las misiones humanitarias, la protección civil se podría financiar de manera que cuente con equipos específicos, y, por supuesto, para que los trabajadores de protección civil puedan ser entrenados, en lugar de tener que soportar todo este gasto militar . Es la única manera de proporcionar ayuda concreta y eficaz en las crisis humanitarias sin hacer frente a los peligros que plantea una presencia militar.

 
  
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  Carlos Coelho (PPE), por escrito. (PT) Al realizar el balance intermedio del Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria, no puedo dejar de señalar que es lamentable que la concienciación pública a este respecto no haya estado al nivel deseado y que los Estados miembros hayan puesto tan poco de su parte a la hora de aplicarlo. Sin embargo, en lugar de reprochar, debemos promover y establecer el camino que deberíamos seguir en materia de ayuda humanitaria. La situación humanitaria ha cambiado bastante en los últimos años, con desastres naturales, más personas desplazadas, la multiplicación de los diversos conflictos internos, crisis alimentarias, etc. Ahora más que nunca, existe una necesidad urgente de una reacción global equilibrada y eficaz que se base en necesidades específicas, que esté orientada en los resultados y que se guíe por el principio de que salvar medios de subsistencia significa salvar vidas, considerando al mismo tiempo que las zonas implicadas precisan de autodesarrollo y autosuficiencia. Para conseguir esto, es fundamental que el Consenso promueva estos valores humanitarios y que los diferentes agentes optimicen los recursos.

Una vez más, yo diría que hay una necesidad urgente de crear una fuerza europea de protección civil tras el informe Barnier de mayo de 2006. Quiero felicitar a mi colega, la señora Striffler, por el contenido positivo de las propuestas que ha presentado, y me gustaría reiterar mi posición de que el Consenso es un instrumento esencial, con total relevancia para la situación actual.

 
  
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  Corina Creţu (S&D), por escrito. (RO) El Consenso humanitario es un instrumento clave que muestra todo su valor en el contexto humanitario actual sujeto a profundos cambios. Hemos sido testigos del aumento significativo en el número y la gravedad de los desastres naturales causados principalmente por el impacto del cambio climático, la creciente incidencia de las crisis complejas, en especial los conflictos internos, así como la naturaleza cambiante de los conflictos, que, en su mayoría, implican el desplazamiento de una gran cantidad de personas.

Las violaciones del Derecho humanitario internacional son cada vez más comunes. Un aspecto particularmente chocante de tales violaciones es el creciente uso de la violencia sexual como arma de guerra. Yo apoyo la posición de la ponente y creo que se requieren medidas estrictas para aumentar la protección contra los actos de violencia sexual en circunstancias humanitarias. Estoy de acuerdo con la posición de la autora del informe, que indica que las recientes catástrofes humanitarias en Haití y Pakistán han demostrado una vez más la necesidad de mejorar la capacidad de la UE en respuesta a los desastres en términos de eficacia, rapidez de respuesta, coordinación y visibilidad.

También apoyo la creación de una capacidad europea de reacción rápida (una fuerza europea de protección civil).

 
  
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  Mário David (PPE), por escrito. (PT) El Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria al que llegaron el Parlamento, el Consejo y la Comisión el 18 de diciembre de 2007 representa un importante paso hacia delante en términos de la definición, el alcance y el espectro de la ayuda humanitaria europea. Estamos avanzando con este informe, cuyas conclusiones apoyo firmemente, a fin de realizar su balance intermedio, según lo previsto en el Plan de Acción de mayo de 2008. En este punto, me gustaría felicitar a la señora Striffler por el excelente trabajo que ha realizado. En cuanto a las ideas expresadas en el informe, me gustaría destacar el énfasis en «la [...] participación efectivas y continuas de los beneficiarios en la gestión de la ayuda». He defendido este principio, que debe llevar a la UE a centrar cada vez más su acción en la sociedad civil y las autoridades locales. Esto reducirá el enfoque en las relaciones entre la UE y los Estados miembros, que deben seguir ejerciendo su papel, pero no como una relación exclusiva, como han manifestado por sí mismas hasta ahora. También me gustaría destacar la necesidad de presentar propuestas destinadas a «establecer una fuerza europea de protección civil, basada en el aprovechamiento máximo del mecanismo comunitario de protección civil actual y en una puesta en común de los medios nacionales existentes», lo que significaría un aumento en el coste marginal para las sinergias conseguidas, a través de la capacidad que ya se ha establecido en los Estados miembros.

 
  
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  Luigi Ciriaco De Mita (PPE), por escrito.(IT) La ayuda humanitaria tiene ahora un papel más fuerte y más importante que en el pasado. Las diferentes tasas de desarrollo y la creciente desigualdad en las oportunidades y la distribución de recursos en términos geográficos, sociales y generacionales, el aumento del cambio climático (en el que los seres humanos tienen parte de culpa) y el aumento asociado de los desastres naturales, el aumento de la contaminación ambiental, la presión antrópica desequilibrada concentrada en las grandes zonas urbanas y el crecimiento desigual de la población en algunas zonas del planeta, han conducido a un creciente número de desastres humanitarios en los que la ayuda tiene un papel esencial en el restablecimiento de las condiciones básicas de vida y la dignidad humana. En vista de ello, si se necesita apoyo humanitario para ayudar a las personas afectadas por los desastres, entonces, a su vez, las intervenciones resultantes de la política exterior de la UE —cuya definición aún está pendiente— no se pueden distribuir en función de las zonas de influencia e interés de cada Estado miembro, sino que deben tener una dimensión europea.

 
  
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  Proinsias De Rossa (S&D), por escrito. – Estoy a favor de este informe sobre la aplicación del Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria. La política humanitaria de la UE es la expresión práctica de su compromiso de apoyar a las personas que necesitan ayuda cuando se encuentran en las situaciones más vulnerables. La Unión Europea es el mayor donante mundial de ayuda humanitaria. Su contribución representa más del 40 % de toda la ayuda humanitaria oficial de carácter internacional. En 2009, prestamos un total de 950 millones de euros a aproximadamente 115 millones de personas en más de 70 países. El Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria, firmado el 18 de diciembre de 2007, pone de relieve la voluntad de la UE para cooperar estrechamente en este ámbito con el fin de ser lo más eficaz posible, para defender y promover los principios humanitarios básicos de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia, y activamente para promover la observancia del Derecho humanitario internacional. Hay muchos retos por delante. Las recientes catástrofes humanitarias en Haití y Pakistán han demostrado una vez más que la capacidad de la UE en caso de respuesta ante catástrofes precisa de mejoras significativas. La reducción del riesgo de desastres debe integrarse plenamente en las políticas de ayuda al desarrollo y ayuda humanitaria. También necesitamos una clarificación del uso de medios y capacidades militares y de protección civil de acuerdo con el Consenso humanitario y las directrices de las Naciones Unidas.

 
  
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  Anne Delvaux (PPE), por escrito.(FR) Las recientes catástrofes humanitarias en Haití y Pakistán han demostrado una vez más la necesidad de mejorar la capacidad de la UE ante las catástrofes en términos de eficacia, coordinación y visibilidad.

Por eso he votado a favor de este informe, que aboga por el establecimiento de una capacidad europea de reacción rápida (una fuerza europea de protección civil) —un concepto presentado por el Comisario Barnier a raíz del tsunami de Asia y solicitado en varias ocasiones desde entonces por parte del Parlamento Europeo—.

Esta capacidad debe constituir una optimización de las herramientas ya disponibles, que serían más eficaces y visibles, con el fin de permitir, a través de una cooperación más estrecha, la movilización inmediata de todos los recursos necesarios.

 
  
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  Edite Estrela (S&D), por escrito. (PT) He votado a favor de este informe porque creo que es necesario revisar el plan de acción del Consenso europeo. La situación humanitaria ha cambiado significativamente en los últimos años, al menos el aumento significativo en el número y la gravedad de los desastres naturales, que también son causados por el impacto del cambio climático. Es esencial integrar plenamente la reducción del riesgo de desastres en las políticas de ayuda al desarrollo y ayuda humanitaria, por lo que resulta incluso más importante aplicar el Consenso humanitario con rigor y firmeza.

 
  
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  Diogo Feio (PPE), por escrito. (PT) Es evidente que las situaciones de desastres y las emergencias humanitarias se multiplican en todo el mundo hoy en día. La Unión Europea ha ido asumiendo un papel importante en la lucha contra estos flagelos, y espero que siga haciéndolo e incluso que fortalezca esta función, en la medida de lo posible. Sin embargo, no basta con dar un pescado a una persona que tiene hambre; sino que hay que enseñarle a pescar.

Creo que ayudar a ofrecer a los países menos favorecidos recursos humanos y materiales para que sean capaces de hacer frente a futuras crisis es casi tan importante como luchar contra las emergencias que se producen. El Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria merece mi apoyo, y espero que el compromiso entre las instituciones europeas se traduzca en hacer un uso cada vez mejor de los recursos con los que cuenta la Unión, al mismo tiempo que se concede prioridad a los que menos tienen y a los que más sufren, así como a la plena neutralidad en términos de agendas políticas e ideológicas.

 
  
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  José Manuel Fernandes (PPE), por escrito. (PT) En los últimos años, el mundo ha sido testigo de un aumento significativo de los desastres, tanto en el área geográfica afectada como en el número de víctimas. Aunque es un asunto de gran importancia, no está comprendido en el ámbito de aplicación de este debate para abordar el impacto del cambio climático en estos desastres. La firma del Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria por el Consejo de la Unión Europea, el Parlamento y la Comisión el 18 de diciembre de 2007 representó un importante paso hacia delante en términos de ayuda humanitaria, especialmente en un plan de acción previsto para cinco años, estableciendo un balance intermedio. Ese es el objetivo de este informe. Todo el mundo sabe y reconoce el papel clave de la UE en el ámbito de la ayuda humanitaria. El Parlamento ha abordado esta cuestión en varias sesiones, en particular, a través de nuestros debates. De hecho, los acontecimientos recientes de Brasil, Haití, Pakistán, Madeira y de otros lugares nos hacen reflexionar sobre la eficacia del apoyo prestado en los ámbitos de protección civil y ayuda humanitaria. Como se ha demostrado en este informe, a pesar de la limitada información disponible, hay una evolución positiva a escala europea, como lo demuestra la creación Grupo de trabajo dedicado a la ayuda humanitaria y la ayuda alimentaria del Consejo (COHAFA). Sin embargo, aún queda mucho por hacer.

 
  
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  João Ferreira (GUE/NGL), por escrito. (PT) La denominada «ayuda humanitaria» de la UE desempeña un papel bastante importante en lo que se define cada vez más como su política exterior. Con frecuencia hace uso de las verdaderas necesidades de ayuda y cooperación a las que es importante responder, en particular, en los casos de emergencia, al mismo tiempo que se persiguen una gran variedad de objetivos en términos prácticos. Las medidas adoptadas y los métodos utilizados, que incluyen la intervención y la ocupación militar, tratan de reproducir y profundizar formas de dominación política y económica, y tratan de controlar los mercados y los recursos naturales de los países en desarrollo. En el contexto actual de la profunda crisis del capitalismo, estas intenciones nunca dejan de incluir las luchas de las personas para conseguir más justicia y progreso social, adoptando diversas expresiones y formas en todo el mundo.

Bajo el disfraz de supuestos intereses «humanitarios», una serie de organizaciones no gubernamentales, empresas de logística y otros son los beneficiarios y cómplices de estas políticas, de forma que promueven sus propios intereses y los de sus patrocinadores; estos intereses pueden ser públicos o privados y, además, pueden incluir motivaciones políticas, financieras o religiosas, entre otras. En principio, estamos a favor de las expresiones concretas de solidaridad con las víctimas de cualquier tipo de desastre o conflicto. Sin embargo, estas deben basarse en los intereses de estos pueblos, en el respeto del Derecho internacional y en la independencia y soberanía de estos países.

 
  
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  Sylvie Guillaume (S&D), por escrito.(FR) Creo que tenemos que mejorar las herramientas disponibles para la Unión Europea para responder a la clase de desastres que Haití ha sufrido, con el terremoto de hace un año seguido de la epidemia de cólera más reciente. Mi Grupo y yo creemos que hay que promover una mayor financiación para la ayuda humanitaria con el fin de permitir más intervenciones, en particular, para ayudar a las personas más vulnerables. Al hacerlo, debemos asegurarnos de que hacemos una distinción clara entre las competencias de los órganos militares y humanitarios, ya que los recursos militares deben utilizarse lo menos posible y como último recurso.

 
  
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  Ian Hudghton (Verts/ALE), por escrito. – La UE como un conjunto es el mayor contribuyente del mundo en materia de ayuda humanitaria. Sin embargo, las catástrofes recientes han puesto de manifiesto determinadas deficiencias en la capacidad de la UE para actuar de una manera rápida, eficaz y coordinada. Los informes Striffler subrayan algunas de estas preocupaciones y cabe esperar una acción positiva a raíz de la votación de hoy.

 
  
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  Juozas Imbrasas (EFD), por escrito. (LT) Estoy de acuerdo con este informe porque este informe no es solo un ejercicio formal, sino también una oportunidad para reflexionar sobre la ayuda humanitaria en la actualidad. El contexto humanitario ha cambiado profundamente en los últimos años. En este contexto cambiante, el primer factor que cabe destacar es el importante aumento en el número y la gravedad de los desastres naturales causados, en particular, por el impacto del cambio climático. Esto implica la necesidad de invertir mayores esfuerzos en la reducción del riesgo de desastres y brindar apoyo —más allá de una prestación de ayuda puntual— a las capacidades propias de las comunidades en materia de preparación contra las catástrofes. Otros factores son la creciente incidencia de las crisis complejas, en especial los conflictos internos, y la naturaleza cambiante de los conflictos, que en su gran mayoría implican el desplazamiento de un gran número de personas (refugiados y desplazados internos), así como el aumento de la violencia contra la población civil. Las violaciones del Derecho humanitario internacional son cada vez más comunes y la situación sobre el terreno se está deteriorando. Un aspecto particularmente chocante de tales violaciones es el creciente uso de la violencia sexual como arma de guerra. Los principales esfuerzos deben centrarse en la incorporación de la protección contra la violencia sexual en las respuestas humanitarias. Por lo tanto, hay que prestar una atención más específica a los grupos de personas más vulnerables, entre otros, mujeres, niños y personas desplazadas a la fuerza (ya sean refugiados o desplazados internos). Las recientes catástrofes humanitarias de Haití y Pakistán han demostrado una vez más la necesidad de mejorar la capacidad de la UE de respuesta ante catástrofes en términos de eficacia, coordinación y visibilidad.

 
  
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  Jarosław Kalinowski (PPE), por escrito.(PL) Un año después del terremoto de Haití, podemos percatarnos de que los pasos que damos o la forma en que ayudamos no son perfectos. Por esta razón, no podemos desperdiciar el Consenso europeo que surgió con el fin de prestar ayuda humanitaria. La UE, como una de las regiones más ricas y desarrolladas del mundo, tiene el deber moral de ayudar a los débiles y los necesitados. En particular, debemos mantener la solidaridad con las víctimas de las catástrofes y los desastres naturales que no están preparadas para lo que les sucede.

Por tanto, debemos tomar medidas para fortalecer la cooperación entre los Estados miembros en este ámbito y facilitar el intercambio de mejores prácticas. Debemos hacer todo lo posible para que el sistema de ayuda sea eficiente y eficaz y para que no se desperdicie ni un solo céntimo. Por ello, es necesario cooperar con otros organismos internacionales no gubernamentales y otras organizaciones que también prestan ayuda a fin de que la ayuda sea más eficaz.

 
  
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  Giovanni La Via (PPE), por escrito.(IT) He votado a favor del informe Striffler porque todavía hay una gran necesidad de hacer hincapié en la importancia y, por ende, en la sensibilidad de esta cuestión.

El objetivo del Parlamento, con su voto, fue hacer hincapié en la necesidad de que el objetivo de la Unión Europea se convierta en un objetivo en materia de defensa de los derechos humanos de neutralidad, imparcialidad e independencia. Por cuanto atañe a la solidaridad, nunca estamos totalmente preparados ni equipados con excelentes planes. Debemos instar cada vez más a todos los agentes europeos, incluidos la Comisión y los Estados miembros, a fomentar la promoción del respeto universal de los derechos humanos. Por lo que a mí respecta, voy a seguir apoyando este modus vivendi, incluso dentro de la Comisión de Presupuestos, de la que soy miembro, y también voy a respaldar las medidas destinadas a aumentar la asistencia financiera prestada a las actividades que están destinadas con carácter más específico a proteger estos derechos importantes, a fin de que la Unión Europea siga esforzándose para ayudar y apoyar a los sectores de la población que más lo necesitan.

 
  
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  Petru Constantin Luhan (PPE), por escrito. (RO) Recientemente hemos observado un aumento importante en el número y la gravedad de los desastres naturales, ya sean causados por el hombre o no, un hecho que ha venido acompañado de un aumento del impacto negativo causado por las violaciones del Derecho humanitario internacional y la poca gobernanza. Como es bien sabido, la Unión Europea es el donante número uno a escala mundial en materia de ayuda humanitaria, aportando aproximadamente el 40 % de la ayuda humanitaria oficial de carácter internacional. Esto queda constatado por los 115 millones de beneficiarios de esta ayuda en unos 70 países que, en conjunto, han recibido una contribución total de casi 1 000 millones de euros. He votado a favor de este Consenso porque creo que la UE ha demostrado en acción a través de su política humanitaria su compromiso con las personas que realmente necesitan ayuda. En este sentido, necesitamos suficientes recursos humanos y materiales y debemos apoyar una mejor coordinación entre las instituciones y organizaciones involucradas en este proceso.

 
  
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  David Martin (S&D), por escrito. – Acojo con gran satisfacción este informe, que hace sugerencias sobre la forma en que se puede fortalecer el Consenso sobre la ayuda humanitaria. En él se destacan una serie de ámbitos que requieren más atención, entre otros, la promoción de los principios humanitarios y del Derecho humanitario internacional; las cuestiones de la calidad, la coordinación y la coherencia en la distribución de la ayuda humanitaria de la UE; la clarificación del uso de medios y capacidades militares y de protección civil de acuerdo con el Consenso humanitario y las directrices de las Naciones Unidas; y el refuerzo de la conexión entre la ayuda de emergencia, la rehabilitación y el desarrollo.

 
  
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  Jiří Maštálka (GUE/NGL), por escrito. (CS) El informe presentado es una respuesta muy oportuna a los numerosos desastres naturales que hemos experimentado en los últimos años. Es esencial que la UE aprenda de la experiencia de proporcionar una ayuda eficaz después de los desastres anteriores, por ejemplo, en Australia, Haití y Rusia, a fin de tener totalmente claros los procedimientos y recursos para la prestación de ayuda humanitaria eficaz. El continente europeo ha evitado hasta ahora los desastres de tal magnitud, pero esto no significa que no haya que preparar un alcance efectivo de las estructuras y los recursos. La experiencia de los últimos años muestra que proteger el transporte en las zonas afectadas no es posible sin el apoyo técnico y organizativo de las unidades militares. Las organizaciones humanitarias no gubernamentales no tienen estas capacidades.

Es evidente que los habitantes de las zonas afectadas muy a menudo permanecen aislados en términos de vías de comunicación de todo el país, y la capacidad de los recursos de la aviación civil es limitada. Si el uso de fuerzas militares es justificable y aceptable en cualquier lugar, entonces, sin ninguna duda, también lo es en el caso de desastres humanitarios o naturales.

 
  
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  Nuno Melo (PPE), por escrito. (PT) Los desastres naturales han sido cada vez más graves en los últimos tiempos. También se da el caso de que la UE es uno de los principales agentes mundiales en términos de ayuda humanitaria, y es importante que este papel se mantenga a pesar de la crisis por la que atravesamos. Sin embargo, creo que además de ayudar a los más desfavorecidos y a todos los que se ven afectados por estos desastres, también es necesario proveer a los países más pobres y, por ende, a los que son más vulnerables a este tipo de situaciones, con los recursos humanos y la financiación necesarios a fin de que la ayuda exterior no sea tan importante. Esto solo puede lograrse con políticas de desarrollo y ayuda a estos países con una perspectiva a medio y largo plazo.

 
  
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  Louis Michel (ALDE), por escrito. (FR) El entorno humanitario es cada vez más complejo y difícil: el derecho humanitario se vulnera con frecuencia; la confusión en las funciones significa que los trabajadores humanitarios son cada vez más específicos, y los desastres naturales están aumentando en número e intensidad. En 2010, hemos sido testigos de las tres catástrofes humanitarias más graves de los últimos años: el terremoto de Haití, la sequía del Sahel, y las inundaciones de Pakistán. Sin embargo, como bien ha comentado la Comisaria Kristalina Georgieva, «La calidad de nuestra ayuda humanitaria es de suma importancia». «Salva a 140 millones de personas aproximadamente cada año».

Habida cuenta de tales consideraciones, estoy de acuerdo con la ponente cuando pide un aumento sustancial de la financiación de la ayuda humanitaria y cuando observa que el Consenso de la ayuda humanitaria no es suficientemente conocido. Debemos seguir aumentando la sensibilidad y promoviendo los principios humanitarios y los principios del Derecho internacional. Como ya he tenido la oportunidad para ello, debamos abogar por el establecimiento de una capacidad europea de reacción rápida. Asimismo, debemos aumentar nuestro enfoque en la prevención del riesgo de desastres.

 
  
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  Andreas Mölzer (NI), por escrito.(DE) El informe acerca de la aplicación del Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria contiene algunas propuestas importantes que deben ponerse en práctica en el futuro. Un ejemplo es el desarrollo de capacidades y recursos para la protección civil, donde la idea clave es la creación de una fuerza europea de protección civil. También es resulta importante la mejora de la coordinación, no solo entre los Estados miembros, sino también a escala internacional, con las Naciones Unidas. El enfoque de la adquisición de productos alimenticios y similares a nivel local en situaciones de crisis y apoyando así la economía local también es una idea sensata. Por desgracia, en algunos aspectos, el informe no es suficientemente específico o ambicioso, por lo que me he abstenido en la votación.

 
  
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  Rolandas Paksas (EFD), por escrito. (LT) He votado a favor de este informe porque, como el mayor donante mundial de ayuda humanitaria, la Unión Europea debe prestar mayor atención a la ayuda humanitaria en las zonas donde se necesita con carácter de urgencia, habida cuenta de que ha habido un aumento dramático en el número de desastres naturales y de conflictos internos. Los Estados miembros deben contribuir de manera más eficaz al proceso de aplicación de este Consenso, mediante su inclusión en las estrategias nacionales de ayuda humanitaria. Dada la necesidad de la ayuda humanitaria, es preciso asignar más fondos a la misma, con una financiación rápida y eficaz de todas las operaciones posibles.

Estoy de acuerdo con la propuesta de que debe mantenerse una distinción muy clara entre las competencias de los organismos militares y humanitarios, para que los recursos y las capacidades militares solo se utilicen en un número muy limitado de casos y como último recurso, especialmente en las regiones afectadas por los conflictos armados. Además, con el fin de garantizar una coordinación adecuada y eficaz de la ayuda humanitaria, hay que crear una fuerza europea de protección civil y una capacidad europea de reacción rápida.

 
  
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  Alfredo Pallone (PPE), por escrito.(IT) La Unión Europea es el mayor donante mundial de ayuda humanitaria. Su contribución representa más del 40 % de toda la ayuda humanitaria oficial de carácter internacional. La política humanitaria de la UE muestra su compromiso con el pueblo de los países que necesitan asistencia. Tras la firma de la Unión Europea del Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria, se han llevado a cabo muchas acciones en materia de cooperación en este ámbito con el fin de optimizar su eficacia y promover los principios humanitarios básicos de humanidad, neutralidad e imparcialidad a la hora de actuar para ayudar a los más necesitados. Aparte de esto, parece que todavía hay una falta de conocimiento en relación con el Consenso. Por tanto, necesitamos hacer un mayor esfuerzo para reforzar su visibilidad. Creo que, en un sector tan frágil como el de la ayuda humanitaria, es importante ser consciente de cómo las circunstancias han cambiado con los años, teniendo en cuenta el importante aumento en el número y la gravedad de los desastres naturales. Como resultado, creo que tenemos que invertir mayores esfuerzos en la reducción del riesgo de desastres y brindar apoyo a las capacidades propias de la comunidad en este sentido. A fin de que la ayuda humanitaria siga un camino firme hasta su plena distribución, tenemos que continuar obstinadamente para defender la preservación del «espacio humanitario». Al votar a favor del informe Striffler, espero que podamos pasar a la adopción de un plan de acción práctico.

 
  
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  Maria do Céu Patrão Neves (PPE), por escrito. (PT) La Unión Europea, a través de la Comisión y los Estados miembros, es el mayor proveedor mundial de ayuda humanitaria y al desarrollo. Su contribución representa más del 40 % de toda la ayuda humanitaria oficial de carácter internacional. Un riguroso balance intermedio de la aplicación del Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria no puede sino concluir que es necesario fomentar un mayor conocimiento de este mecanismo, y una mayor coordinación y eficacia entre todas las entidades involucradas. Las contribuciones económicas por sí solas no tienen ningún sentido si no van acompañadas por una coordinación estrecha y eficaz en todas las fases y para todas las formas de ayuda de la UE. Actualmente atravesamos momentos críticos: la situación humanitaria ha cambiado profundamente en los últimos años, por lo que es aún más importante que el Consenso humanitario se aplique con rigor y firmeza. Voy a votar a favor de este informe, y me gustaría solicitar una política de diálogo sistemático, una mayor cooperación sobre el terreno, una mejor gestión y un compromiso con la prevención de desastres. Estoy a favor de la creación de una fuerza europea de protección civil, a raíz del informe Barnier publicado en mayo de 2006.

 
  
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  Aldo Patriciello (PPE), por escrito.(IT) La UE es el mayor donante mundial de ayuda humanitaria, ya que presta más de 40 % de la ayuda humanitaria internacional.

El Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria, firmado el 18 de diciembre de 2007 por el Consejo, el Parlamento y la Comisión Europea, sobre la base de un plan de acción de cinco años, obliga a la UE y a los Estados miembros a colaborar estrechamente en este ámbito. La acción nº 33 prevé una revisión intermedia del plan de acción para hacer frente a la falta de conocimiento del sector humanitario, el cambio climático grave, la incidencia creciente de crisis complejas y la creciente violencia.

Por lo tanto, abogamos por la creación de una capacidad europea de reacción rápida (una fuerza europea de protección civil), tal como la concibe el señor Barnier, con vistas a optimizar las herramientas ya disponibles, con el fin de permitir, a través de una coordinación más estrecha, la movilización inmediata de todos los recursos necesarios.

En vista de las cifras registradas y de la introducción por el Tratado de Lisboa de una política europea adecuada en materia de ayuda humanitaria, estoy totalmente de acuerdo en que necesitamos una revisión intermedia centrada en fortalecer el plan de acción en relación con la promoción de los principios humanitarios, la distribución de ayuda humanitaria, la clarificación del uso de medios y capacidades militares y de protección civil, la reducción del riesgo de catástrofe y el refuerzo de la conexión entre la ayuda de emergencia, la rehabilitación y el desarrollo.

 
  
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  Paulo Rangel (PPE), por escrito.(PT) He votado a favor de este informe, que presenta una visión general de la aplicación del Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria, planteando propuestas que tienen como objetivo ayudar a fortalecer su visibilidad y una mayor eficacia en el logro de sus objetivos. Este instrumento ha adquirido una importancia aún mayor en el actual contexto humanitario, que se ha caracterizado por un aumento significativo en el número y la gravedad de los desastres naturales, y es vital que se hagan esfuerzos hacia el pleno cumplimiento de los compromisos derivados de este Consenso, y que los Estados miembros se impliquen más en su aplicación.

 
  
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  Crescenzio Rivellini (PPE), por escrito.(IT) Hoy en día, hemos votado en el Pleno sobre el informe relativo al Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria.

La Unión Europea, a través de la Comisión y los Estados miembros, es el mayor donante mundial de ayuda humanitaria. Su contribución representa más del 40 % de toda la ayuda humanitaria oficial de carácter internacional. La política humanitaria de la Unión es la expresión práctica de su compromiso de apoyar a las personas de terceros países que necesitan ayuda cuando se encuentran en situaciones de máxima vulnerabilidad.

Es importante destacar que la prestación de ayuda debe basarse exclusivamente en las necesidades identificadas y el grado de vulnerabilidad, que la calidad y cantidad de la ayuda están determinadas principalmente por una evaluación inicial y que es preciso mejorar el proceso de evaluación, en particular, con respecto a la aplicación de criterios de vulnerabilidad, especialmente, en relación con las mujeres, los niños y las personas con discapacidad.

Además, la implicación y, de ser posible, la participación efectivas y continuas de los beneficiarios en la gestión de la ayuda es una de las condiciones determinantes de la calidad de la reacción humanitaria, particularmente en el caso de las crisis de larga duración.

 
  
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  Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), por escrito. – A partir de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, el 1 de diciembre de 2009, la acción humanitaria de la Unión se rige por el artículo 214 del TFUE que instituye una auténtica política de ayuda humanitaria de la UE. Se trata de una competencia compartida entre los Estados miembros y la Unión Europea. El Reglamento (CE) n° 1257/96 del Consejo sobre la ayuda humanitaria, que entró en vigor en 1996, tendrá así su propio fundamento jurídico cuando se revise con arreglo al procedimiento de codecisión. El Tratado de Lisboa también ha introducido el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE). La Comisión de Desarrollo del Parlamento manifestó su preocupación de que la ayuda humanitaria no debe integrarse en el SEAE y aboga por conservar la independencia de la DG ECHO. También pide que se clarifique el reparto de tareas entre las Comisarias Ashton y Georgieva.

Como la revisión intermedia brinda una oportunidad para reforzar los esfuerzos de la UE en una serie de ámbitos, el informe centra la atención en los siguientes aspectos, entre otros: la promoción de los principios humanitarios y el derecho internacional humanitario; las cuestiones vinculadas a la calidad, la coordinación y la coherencia en el marco de la distribución de ayuda humanitaria de la UE; la clarificación del uso de medios y capacidades militares y de protección civil de acuerdo con el Consenso humanitario y las directrices de las Naciones Unidas; la reducción del riesgo de catástrofe y el refuerzo de la conexión entre la ayuda de emergencia, la rehabilitación y el desarrollo.

 
  
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  Licia Ronzulli (PPE), por escrito.(IT) La Unión Europea, a través de la Comisión y los Estados miembros, es el mayor donante mundial de ayuda humanitaria, contribuyendo con más del 40 % de toda la asistencia internacional oficial.

Solo en 2009, la Comisión aportó un total de 950 millones de euros a aproximadamente 115 millones de personas en más de 70 países. Las políticas de la Unión son la expresión práctica de su verdadero compromiso de apoyar a las personas cuando son más vulnerables. Nuestro objetivo es ser capaces de planificar una respuesta militar y civil más coordinada, de forma que nuestra intervención ante desastres naturales sea cada vez más eficaz. Estos trágicos acontecimientos están ocurriendo cada vez con más frecuencia y han causado cientos de miles de muertes en todo el mundo en los últimos años.

Se debe prestar especial atención a las mujeres y los niños, especialmente los refugiados y las personas desplazadas, pues las violaciones del Derecho humanitario internacional en relación con estos grupos son cada vez más comunes. Además de garantizar una intervención más eficaz, todavía hay que hacer mucho trabajo en el ámbito de la prevención activa y pasiva. Las comunidades que se encuentran en mayor riesgo deben estar mejor preparadas para este tipo de fenómeno, a través de la promoción de todas las políticas de desarrollo sostenible destinadas a reducir los daños al mínimo.

 
  
  

Informe: Daciana Octavia Sârbu (A7-0376/2010)

 
  
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  John Stuart Agnew y David Campbell Bannerman (EFD), por escrito. – 14/1: He votado a favor de esto porque lo considero como un debilitamiento de la legislación de la UE que resultará en que sea más sencillo importar semillas de soja no modificadas genéticamente en el Reino Unido. Esta es una cuestión muy importante para nuestro sector avícola.

14/2: He votado a favor de esto porque reducirá el impacto negativo de la legislación de la UE sobre los cargamentos de semillas de soja no modificadas genéticamente destinadas al Reino Unido.

14/3: Me he abstenido en esto porque, si bien puede ser una aspiración deseable (para un Gobierno del Reino Unido libre del control de la UE), en mi opinión, no es de suma importancia, y no deseo ampliar las competencias de la UE.

 
  
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  Luís Paulo Alves (S&D), por escrito.(PT) La UE debe recurrir a iniciativas innovadoras que, en primer lugar, hagan uso de los excedentes de alimentos y, por otra, permitan alimentarse a las personas que sufren escasez: hay que tener en cuenta esta cuestión a la hora de revisar la política agrícola común. La especulación ha sido responsable de casi el 50 % de las recientes subidas de precios, por lo que una estrategia concertada en el G-20 debe servir para fomentar la creación de instrumentos de estabilización de precios en los foros internacionales. La UE debe liderar un movimiento internacional que pretenda crear un acuerdo en las Naciones Unidas que pretenda proporcionar alimentos de forma permanente y eficaz a los países con escasez.

También quiero destacar la importancia de apoyar la credibilidad del sector agrícola, en particular, a través de su promoción entre los jóvenes cualificados y emprendedores como una actividad que puede estar vinculada con la innovación y la investigación.

 
  
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  Laima Liucija Andrikienė (PPE), por escrito. (LT) He votado a favor de esta resolución que reconoce que la seguridad alimentaria es un derecho humano. Esto se logra cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana. Es importante llamar la atención sobre el hecho de que las existencias mundiales de los alimentos básicos son mucho más limitadas que en el pasado, tras haber caído a un mínimo histórico de un valor de 12 semanas en las existencias mundiales de los alimentos durante la crisis alimentaria de 2007. Al mismo tiempo, la producción mundial de alimentos es cada vez más vulnerable a fenómenos meteorológicos extremos vinculados al cambio climático, que puede causar una escasez de alimentos repentina e impredecible. Por lo tanto, la UE contribuir a este sistema mundial de reservas alimentarias.

Creo que es muy importante promover no solo la competitividad, sino también la agricultura tradicional, la agricultura a pequeña escala, la agricultura biológica y la distribución local. Por otra parte, en un contexto de envejecimiento demográfico del medio rural, entiendo que es muy importante asegurar el acceso de los jóvenes agricultores a las tierras y a los créditos.

 
  
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  Elena Oana Antonescu (PPE), por escrito. (RO) La reciente volatilidad de los precios de los alimentos y las materias primas ha suscitado gran preocupación en relación con el funcionamiento de los suministro de alimentos a nivel europeo y mundial. Además, los grupos de población más vulnerables son los que han notado en mayor medida el impacto por el incremento de los precios de los alimentos. Este informe insta a la provisión de alimentos saludables y de buena calidad a los consumidores a precios razonables y a garantizar unos ingresos dignos para los agricultores, que son dos de los principales objetivos de la Unión Europea. He votado a favor de este informe. Europa puede contribuir a la seguridad alimentaria mundial si se convierte en un agente cada vez más competitivo.

 
  
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  Sophie Auconie (PPE), por escrito. (FR) Como la primera política que se ha implementado y el tema principal de los gastos hasta hace poco, la agricultura ocupa un lugar central en el proyecto europeo. Las últimas décadas, sin duda, han sido testigos de una determinada caída en este sector en beneficio de otros ámbitos importantes, pero no debemos perder de vista el hecho de que la independencia agrícola de Europa es un reto estratégico importante. Como Presidente del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-cristianos), Joseph Daul, por otra parte, ha hecho hincapié a principios de este nuevo año en que la seguridad alimentaria será el tema principal en 2011. De hecho, la escasez mundial de alimentos y la crisis resultante debe alertarnos sobre la gravedad de la situación: un fuerte aumento de los precios y una oferta escasa de recursos esenciales. Europa debe responder a este nuevo reto. Se añaden las cuestiones ambientales a la complejidad y la magnitud del problema. Por eso he votado a favor de esta resolución, que tiene por objeto garantizar que se reconozca el carácter estratégico de esta cuestión. Señala el papel que la Unión puede desempeñar en la gestión de las existencias mundiales y en la idoneidad de la PAC con respecto a estos desafíos, y llama la atención sobre los efectos nocivos de la especulación en los precios de los productos básicos.

 
  
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  Liam Aylward (ALDE), por escrito. (GA) En la actualidad, un total de 900 millones de personas en todo el mundo sufren el hambre que acompaña a la pobreza extrema, y hasta 2 000 millones no tienen garantizado el suministro de alimentos porque viven bajo la amenaza de la pobreza.

Hay que reforzar el sector agrícola porque, como mínimo, se necesita un aumento del 70 % para atender la creciente demanda de una población mundial. A tal fin, apoyo este importante informe sobre la agricultura y el suministro de alimentos. Hay que desarrollar una política agrícola común fuerte y financiada para proporcionar alimentos de alta calidad a un coste razonable, pues nos encontramos con la demanda de alimentos tanto en Europa como en el resto del mundo.

Hay que reforzar los programas referidos al consumo de fruta y leche en las escuelas y también el programa para las personas más necesitadas. Los habitantes de la UE deben tener acceso a alimentos sanos suficientes, a pesar de las dificultades económicas.

Es motivo de preocupación que las existencias mundiales de alimentos no sean tan abundantes como antes y, teniendo en cuenta la amenaza que plantea el cambio climático y los desastres naturales, apoyo lo que dice el informe sobre el establecimiento de un sistema mundial dedicado al desarrollo de reservas alimentarias.

 
  
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  Zigmantas Balčytis (S&D), por escrito. (LT) He votado a favor de este documento. Con el rápido crecimiento de la población mundial, el sector agrícola debe cumplir con una necesidad creciente de alimentos seguros y suficientes, a pesar de los obstáculos de la limitación de los recursos naturales, los altos precios de la energía y el cambio climático. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la producción de alimentos debe aumentar como mínimo un 70 % para atender la creciente demanda de una población mundial que se espera supere los 9 000 millones de personas en 2050. Por otra parte, unos 900 millones de personas en todo el mundo padecen hambre crónica debido a su extrema pobreza, mientras que unos 2 000 millones carecen de una auténtica seguridad alimentaria a largo plazo como consecuencia de diversos grados de pobreza. Por lo tanto, la accesibilidad de los alimentos sigue siendo un tema clave que hay que tratar. Estoy de acuerdo en que la nueva PAC que se pondrá en marcha después de 2013 tiene que promover no solo la competitividad, sino también la agricultura tradicional, la agricultura a pequeña escala, la agricultura biológica y la distribución local, a fin de contribuir a la seguridad alimentaria. Por otra parte, en un contexto de envejecimiento demográfico del medio rural, entiendo que es muy importante asegurar el acceso de los jóvenes agricultores a las tierras y a los créditos, así como mantener precios asequibles para los alimentos y unos ingresos suficientes para los agricultores.

 
  
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  George Becali (NI), por escrito.(RO) He votado a favor de este informe porque la pobreza y el hambre persisten en la Unión Europea. Un total de 79 millones de personas de la UE siguen viviendo por debajo del umbral de la pobreza. Mis enmiendas resaltan el hecho de que el derecho a la alimentación es un derecho humano básico y que se cumple cuando todos tienen acceso permanente, físico, social y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades nutricionales para que puedan llevar una vida activa y sana. Me gustaría hacer hincapié, en particular, en la importancia de la diversidad de la agricultura europea y también en lo importante que es garantizar la coexistencia de diferentes modelos de la agricultura, así como de la diversidad y calidad de los alimentos y la nutrición en el conjunto de Europa.

 
  
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  Bastiaan Belder (EFD), por escrito. (NL) He votado a favor de la resolución. En su programa, mi partido, la delegación del Partido Político Reformado neerlandés (SPG), ha puesto claramente de relieve el interés estratégico del sector agrícola y ha pedido que la agricultura cuente con seguridad alimentaria como base/, proclamando a la agricultura como la base de la seguridad alimentaria. Sin embargo, tan noble como pueden ser las ideas, tengo que hacer dos comentarios al margen sobre el texto. La UE no debe interferir con los programas que fomentan el consumo de leche o fruta en las escuelas. Esto hay que dejarlo en manos de los Estados miembros, si así lo desean. Por otra parte, también he votado en contra del párrafo relativo a la liberalización y la promoción de las importaciones de organismos genéticamente modificados (OGM). Mi partido considera que los transgénicos no son la solución a la cuestión del suministro mundial de alimentos. No se ha demostrado ninguna relación entre la modificación genética y un mayor rendimiento. En nuestra opinión, también tenemos que hacernos preguntas éticas sobre la modificación genética.

Sin embargo, me complace el tono general de la resolución, que ha demostrado una vez más lo importante que es garantizar una financiación adecuada y de gran alcance para la PAC después de 2013. Por otra parte, creo que solicitar a los países en desarrollo que utilicen sus tierras para garantizar el suministro de alimentos para su propia población, en primer lugar, es de gran importancia y un asunto de extrema urgencia.

 
  
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  Jean-Luc Bennahmias (ALDE), por escrito.(FR) Facilitar el acceso a la alimentación para todos, en un contexto de aumento de la demanda global y de escasez de alimentos para varios miles de millones de personas en todo el mundo, es un desafío enorme y esencial. Solo en la Unión Europea, el 16 % de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y luchan por satisfacer sus necesidades más básicas —un hogar, la salud y, por supuesto, la alimentación—.

Con esto en mente, con el fin de alentar el debate, hemos votado a favor de una resolución sobre el reconocimiento de la agricultura como un sector estratégico en el contexto de la seguridad alimentaria. En un momento en que estamos considerando el futuro de la PAC, parece necesario no pasar por alto esta necesidad y este derecho —que debería ser universal— a la alimentación para todos.

Uno de nuestros objetivos es luchar contra la especulación en el sector agrícola: pedimos una revisión de la legislación en materia de instrumentos financieros. Necesitamos menos volatilidad de los precios y una mayor transparencia. También proponemos la idea de un «sistema mundial específico de reservas alimentarias» con el fin de gestionar las crisis con mayor eficacia, e invitamos a la Comisión a que reflexione sobre este tipo de medidas.

 
  
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  Sebastian Valentin Bodu (PPE), por escrito. (RO) La Unión Europea tiene el deber de estar a la altura de los desafíos planteados por la seguridad alimentaria, el suministro de alimentos de alta calidad, la protección del medio ambiente, la diversidad de las zonas rurales y el mantenimiento del equilibrio territorial mediante la mejora de las condiciones de vida en las zonas rurales. La política agrícola común ofrece respuestas y soluciones a estos retos del futuro. Es importante que los objetivos y los instrumentos identificados por esta política se esfuercen por satisfacer en la medida de lo posible la necesidad de integrar una dimensión nacional específica en la estructura de la política agrícola común. Los agricultores obviamente necesitan un importante apoyo directo, incluso en el futuro. Sin embargo, las actuales disparidades entre los Estados miembros en términos de pagos directos ya no pueden mantenerse porque esto tiene un impacto directo en la competitividad de los productos agrícolas en el mercado único.

La PAC debe asumir la responsabilidad de cómo se gasta el dinero de la UE, centrándose en los pagos de las zonas de tierras cultivadas solamente y, en el caso del sector ganadero, solo en los animales que se encuentren en la finca en el año relacionado con los pagos. El pilar I de la PAC debe cubrir los pagos de compensación para las zonas menos favorecidas a nivel agrícola y los pagos agroambientales, ayudando así a evitar que se abandonen las tierras agrícolas y recompensando los beneficios ambientales derivados de la agricultura extensiva.

 
  
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  Maria Da Graça Carvalho (PPE), por escrito. (PT) He votado a favor de este informe porque la seguridad alimentaria es un derecho humano que se consigue cuando todas las personas tengan acceso a alimentos adecuados, inocuos y nutritivos que puedan satisfacer sus necesidades para poder llevar una vida activa y saludable. En Europa, el 16 % de los ciudadanos vive por debajo del umbral de la pobreza, y la accesibilidad de los alimentos sigue siendo un tema clave que hay que tratar. Por tanto, la seguridad alimentaria aún precisa de una política agrícola común (PAC) que sea fuerte. La nueva PAC, que debería entrar en vigor después de 2013, debe responder a los desafíos de la seguridad alimentaria y también a otros desafíos, en particular, el cambio climático, la crisis económica y mantener el equilibrio territorial dentro de la UE. Por otra parte, los ambiciosos objetivos energéticos de la UE han alentado el cultivo de biocombustibles a gran escala, pero la producción de biocombustibles compite por la tierra con la producción de alimentos, lo que tiene consecuencias potencialmente negativas para la seguridad alimentaria.

 
  
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  Nikolaos Chountis (GUE/NGL), por escrito. (EL) He votado en contra del informe, a pesar del hecho de que contiene importantes puntos positivos y reconoce el papel de la agricultura en la salvaguardia de la suficiencia y seguridad alimentaria. Sin embargo, hay un inconveniente muy grave en el informe, que no puede pasarse por alto. Se ha aprobado un punto específico, por el que el Parlamento Europeo «pide a la Comisión que proponga un proceso de aprobación más rápido en la UE para la importación de nuevas variantes de piensos modificados genéticamente una vez que se compruebe su seguridad». Nuestra posición en contra de la importación y el uso de cualquier material modificado, alimento humano o animal se mantiene firme y, en ningún caso, votaría a favor de un informe que, por primera vez, formula una postura positiva por parte del Parlamento Europeo en relación con los organismos modificados que el señor Barroso está tratando con tanto interés de introducir en Europa.

 
  
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  Carlos Coelho (PPE), por escrito. (PT) La seguridad alimentaria es un derecho humano básico. En la actualidad, se estima que alrededor de 900 millones de personas en todo el mundo sufren de hambre crónica, mientras que otros muchos carecen de alimentos suficientes y sanos debido a diversos grados de pobreza. La seguridad alimentaria se puede lograr cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a alimentos suficientes que sean seguros y que satisfagan sus necesidades alimentarias. La seguridad alimentaria requiere de una sólida política agrícola común, pero debe ser coherente y abordar las preocupaciones sociales. Debe ser coherente en el sentido de que no permita que los excedentes de la producción distorsionen el mercado y provoquen problemas ambientales, y debe asumir un compromiso social, garantizando que todas las personas de todos los estratos sociales tengan acceso a alimentos de calidad.

Por otra parte, acojo con satisfacción la forma en que se está abordando la cuestión de la diversidad en la agricultura europea: la competitividad y la innovación pueden y deben ir de la mano de la agricultura tradicional, la agricultura a pequeña escala, la agricultura biológica y la distribución local. La inversión financiera en estos sectores será crucial para el uso efectivo de la tierra en distintas regiones, junto con la inversión en términos de energía, que reduce la dependencia entre la seguridad alimentaria y la seguridad energética.

 
  
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  Corina Creţu (S&D), por escrito.(RO) La propuesta de resolución sobre el reconocimiento de la agricultura como un sector estratégico en el contexto de la seguridad alimentaria es un documento muy necesario y oportuno, ya que ha aparecido justo en el momento en que se está observando un crecimiento cada vez mayor de los precios de una gran cantidad de alimentos. Las recomendaciones contenidas en el informe son realistas y pertinentes, abordando los problemas reales en este ámbito. Me gustaría mencionar la importancia que se concede a la formación y el fomento de las nuevas generaciones de agricultores de la UE, que es de vital importancia en el contexto del envejecimiento de la población. También quiero mencionar el enfoque en el mantenimiento de la diversidad de la agricultura dentro de la Unión a fin de dar una oportunidad más a la agricultura tradicional.

 
  
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  Vasilica Viorica Dăncilă (S&D), por escrito. (RO) Dado que el derecho a la seguridad alimentaria es un derecho humano fundamental, creo que la Unión Europea debe crear mejores condiciones para la aplicación de los programas de nutrición en los Estados miembros, así como de los programas que promueven el consumo de leche y fruta en las escuelas.

 
  
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  Mário David (PPE), por escrito. (PT) Este es un informe de propia iniciativa de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural que incluye ideas y sugerencias de todos los grupos políticos. Así, con miras a asumir compromisos viables, hemos logrado un texto muy completo, unidos por un denominador común con el que generalmente estoy de acuerdo. Además de creer que la seguridad alimentaria es un derecho humano básico, también considero a la agricultura como un sector estratégico que es absolutamente esencial para el futuro de nuestro continente. En otras palabras, yo la veo como una parte inalienable de nuestra soberanía como una unión de pueblos y países. Al decir esto, quiero afirmar que el derecho a la seguridad alimentaria, además de ser un derecho humano básico, debe quedar garantizado por nuestra producción interna. Una política agrícola común (PAC) es esencial para garantizar este objetivo. Por ello, quiero decir de nuevo que el objetivo fundamental de la PAC debe ser mantener la competitividad de la agricultura europea y el apoyo a la agricultura en la UE, a fin de garantizar la producción de alimentos, principalmente a escala local, y el desarrollo territorial equilibrado. También creo que es justo garantizar unos ingresos justos en el sector agrícola, pues solo es posible estimular los sistemas productivos que son sostenibles y éticos si se compensa correctamente a los agricultores por las inversiones que hacen y los compromisos que asumen.

 
  
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  Luigi Ciriaco De Mita (PPE), por escrito.(IT) La agricultura desempeña un papel clave en el desarrollo de las comunidades. La definición de su producción como un sector primario en términos económicos se refiere no solo a la tendencia histórica de su desarrollo, sino también, y sobre todo, a su papel en la estabilización de las sociedades y sus economías. La producción agrícola se ha equilibrado no solo debe atender a las cantidades producidas, sino también, y principalmente, a la calidad de la producción, de modo que ayude al desarrollo saludable de la población. Desde esta perspectiva, por lo tanto, la seguridad alimentaria desempeña un papel fundamental, y su protección —sobre todo, en términos de producción local y tradicional— aumenta las oportunidades de desarrollo en todo el territorio. La correlación positiva entre la seguridad alimentaria y la calidad y salubridad de los productos agrícolas también supone aumentar su respeto por el medio ambiente, al mismo tiempo que hay que prestar atención al efecto dominó causado por la introducción incontrolada de organismos modificados genéticamente, a fin de ofrecer, en primera instancia, las garantías necesarias en relación con los efectos a medio y largo plazo que estos productos pueden tener en la salud y las economías locales.

 
  
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  Marielle De Sarnez (ALDE), por escrito. (FR) Estamos en una encrucijada en lo que respecta a la definición de lo que debe ser la futura reforma de la política agrícola común. Este es un tema que concierne a los europeos, naturalmente, pero también a los ciudadanos de todo el mundo. Esta nueva política debería formar parte de una visión global. Con un gran desafío: ser capaces de responder a la duplicación de la demanda de la producción de alimentos y la oferta, que tendrá lugar entre hoy y 2050, en un contexto marcado por la escasez de agua, por una reducción de tierras de cultivo y por una nueva situación energética dictada por la lucha contra el cambio climático. Hay que volver a considerar la organización mundial de los mercados agrícolas, para lo que debemos tener en cuenta las dos principales inspiraciones de la política agrícola común: garantizar la seguridad alimentaria y salvar el alma de los pequeños agricultores y sus familias, tanto a escala nacional como en los países más pobres del mundo. Esto también depende de la creación de un sistema mundial específico de reservas alimentarias, que consiste en reservas de emergencia para reducir el hambre y reservas que se utilizarán para regular los precios de los productos básicos. Este sistema debe administrarlo las Naciones Unidas a través de su Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

 
  
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  Anne Delvaux (PPE), por escrito.(FR) Unos 900 millones de personas en todo el mundo padecen hambre crónica debido a su pobreza extrema. A pesar de la aparente suficiencia de suministros, una proporción significativa de la población mundial no puede pagar los alimentos básicos que necesita; la accesibilidad de los alimentos sigue siendo un tema clave que hay que tratar.

La seguridad alimentaria como un objetivo no puede alcanzarse sin la lucha contra dos de las cuestiones más importantes del día: el mercado y volatilidad de los precios y la disminución de las reservas alimentarias. Debemos apoyar, en este contexto, una revisión de la legislación existente sobre los instrumentos financieros, que debería requerir un comercio más transparente y umbrales mínimos para los operadores autorizados a comercializar en estos mercados.

Es más, las reservas mundiales de los alimentos básicos son mucho más limitadas que en el pasado, pues las reservas mundiales de alimentos han caído a un mínimo histórico. Por último, la PAC debe responder de manera clara e inequívoca a la seguridad alimentaria y a otros desafíos, sobre todo, el cambio climático y la crisis económica en la UE.

 
  
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  Edite Estrela (S&D), por escrito. (PT) He votado a favor del informe sobre el reconocimiento de la agricultura como un sector estratégico en el contexto de la seguridad alimentaria, ya que presenta propuestas importantes sobre cómo la política agrícola común que se aplicará después de 2013 debe responder a los desafíos relativos a la seguridad alimentaria, el cambio climático, la crisis económica y el mantenimiento del equilibrio territorial dentro de la UE, entre otras cosas.

 
  
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  Diogo Feio (PPE), por escrito. (PT) La Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO) advirtió recientemente de un posible aumento de los precios de los alimentos en 2011 después de haber alcanzado nuevos máximos históricos en 2010 a raíz de la crisis alimentaria de junio de 2008. El índice de precios alimentarios de la FAO de 55 productos alimenticios básicos ha aumentado por sexto mes consecutivo con 214,7 puntos, superior al anterior máximo histórico de 213,5 puntos en junio de 2008.

Los precios del azúcar y la carne están alcanzando nuevos récords históricos, y a menos que haya al menos un aumento del 2 % en la producción de cereales, los precios de estas materias primas seguirán subiendo. Por tanto, cabe dar la bienvenida a esta iniciativa y, como he subrayado en una pregunta formulada a la Comisión Europea la semana pasada, dado que la volatilidad de precios afecta a todos los involucrados en el mercado, creo que se deben adoptar medidas específicas con respecto a la política agrícola común para aumentar la producción, abastecer mejor a los mercados y garantizar una mayor estabilidad de los precios, así como para garantizar que la producción responde a las necesidades de producción de Europa. Como he argumentado, la agricultura debe considerarse como un sector estratégico, especialmente en tiempos de crisis.

 
  
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  José Manuel Fernandes (PPE), por escrito. (PT) Como la seguridad alimentaria es un derecho humano, las instituciones de la Unión Europea deben prestarle especial atención. Además de la necesidad de que el sector agrícola ofrezca un suministro seguro de alimentos, también es fundamental que estos alimentos sean suficientes. Por esta razón, no podemos olvidar las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación sobre la urgencia de que la producción de alimentos debe aumentar como mínimo un 70 % para atender la creciente demanda de la población mundial que se espera que supere los 9 000 millones de personas en 2050. Me complace que se haya adoptado esta resolución, ya que reconoce el papel de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria como el órgano responsable de supervisar e informar los riesgos inherentes para la cadena alimentaria, y alienta a los Estados miembros a crear organismos que cooperen con esta autoridad. También me gustaría destacar el reconocimiento que se ha dado a la agricultura tradicional, en particular, a la agricultura ecológica y a la agricultura a pequeña escala, que existe en las regiones más desfavorecidas, y que representa no solo un bien económico, sino, sobre todo, un bien ambiental, ya que es esencial para conservar la biodiversidad. Espero que la nueva política agrícola común responda con eficacia a los problemas a los que se enfrenta este sector: el cambio climático, el mantenimiento de la estabilidad de los precios de consumo y la garantía de ingresos para los agricultores.

 
  
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  João Ferreira (GUE/NGL), por escrito.(PT) La ponente aborda un tema candente, señalando los problemas relevantes que amenazan a la seguridad alimentaria, tales como la volatilidad de los precios como resultado de la especulación financiera, la usurpación de tierras en los países en desarrollo, o la insuficiencia de las reservas estratégicas. Sin embargo, el enfoque de cada uno de estos problemas, como en el caso de todos los demás problemas relativos a la seguridad alimentaria, es muy incompleto, a veces contradictorio y, en algunos casos, incorrecto. Las consecuencias de las actuales políticas agrícolas —especialmente la política agrícola común y las reformas sucesivas de la misma— se omiten, como son la liberalización de los mercados y el desmantelamiento de los instrumentos de reglamentación, y la consiguiente ruina de miles de productores de las pequeñas y medianas empresas, que hacen frente a los precios de sus productos que a menudo no cubren los costes de producción.

Cada vez es más frecuente el argumento de que «necesitaremos todas las formas de agricultura para alimentar a Europa y los terceros países»: se trata de un argumento implícito para los modelos insostenibles de producción intensiva y para la exportación, así como para los cultivos genéticamente modificados; el informe también pide que se simplifique y agilice el proceso de aprobación para la importación de estos cultivos modificados genéticamente. Por último, la ponente «acoge con satisfacción la propuesta de la Comisión de un Reglamento relativo a los derivados OTC», que es una propuesta que el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación condena por no impedir la especulación.

 
  
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  Carlo Fidanza (PPE), por escrito.(IT) He votado a favor del informe de la señora de Sârbu. En este momento, cuando nos estamos preparando para la reforma de la política agrícola común después de 2013, la votación de hoy muestra la dirección que el Parlamento tiene la intención de tomar. A fin de garantizar un suministro seguro de alimentos a precios asequibles, la UE debe dotarse de una fuerte política agrícola común (PAC) que desaliente la especulación en los productos alimenticios y que ayude a los jóvenes a entrar en el sector agrícola. Creo que es importante destacar que el futuro de la PAC debe también ofrecer a los ciudadanos el acceso a un suministro adecuado de alimentos, permitir la difusión de información nutricional y crear mejores condiciones para la aplicación de programas tales como los que pretenden fomentar el consumo de leche y fruta en los colegios. Por otra parte, la votación de hoy instruye a la Comisión a encontrar la manera de aplicar un «sistema mundial específico de reservas alimentarias» con reservas de emergencia para reducir el hambre y otras reservas que se utilizarán para regular los precios de los productos básicos. También hay que prestar especial atención a la cuestión de los organismos genéticamente modificados. Como se trata de un tema tan sensible, será necesario adoptar una medida de precaución para evitar su introducción indiscriminada y sin restricciones.

 
  
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  Lorenzo Fontana (EFD), por escrito.(IT) Alcanzar la seguridad y la independencia alimentaria en Europa es absolutamente esencial, por lo que he votado a favor. Acojo con satisfacción el hecho de que se haga referencia a una visión ambiciosa de la política agrícola común (PAC). Debemos recordar que la PAC es fundamental para apoyar a los agricultores, que, además de producir materias primas y bienes públicos, también mantienen y cuidan nuestras tierras. Para hacer frente a los nuevos retos en el ámbito alimentario a los que esperamos enfrentarnos en un futuro, debemos asegurarnos de que nos convertimos en productores autosuficientes, importando cada vez menos los productos agrícolas procedentes de terceros países, ya que no solo es que no respeten la legislación en materia de salud y medio ambiente, sino que tampoco cumplen los derechos de los trabajadores.

 
  
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  Elisabetta Gardini (PPE), por escrito. (IT) Mejorar la seguridad alimentaria es uno de los retos que deben abordarse con la reforma de la política agrícola común (PAC) a partir de 2013.

La capacidad de garantizar reservas suficientes de alimentos a los ciudadanos de la UE debe reflejar el aumento previsto de la fuerte demanda mundial de alimentos para el año 2050. A la luz de esto, es una prioridad para la Unión Europea seguir protegiendo este derecho humano fundamental dentro y fuera de sus fronteras, tratando de aumentar la productividad agrícola y, al mismo tiempo, garantizar un suministro seguro de alimentos a precios asequibles, además de la necesidad que ahora resulta esencial y que supone proteger el entorno rural europeo.

No podemos permitir que la especulación financiera siga causando subidas incontroladas de precios y la volatilidad del mercado de alimentos mundial. Para proteger la producción europea, tenemos que restablecer el equilibrio en las relaciones contractuales entre productores y el sistema de distribución moderno.

No debemos subestimar el hecho de que el poder de negociación desigual, las prácticas anticompetitivas y la falta de transparencia, a menudo, son las causas de las distorsiones del mercado, con importantes consecuencias para la competitividad de la cadena de suministro de alimentos.

 
  
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  Bruno Gollnisch (NI), por escrito. (FR) Sí, el sector agrícola es un sector estratégico y la seguridad alimentaria es un imperativo. Europa ha tardado décadas en darse cuenta de esto. Sin embargo, el título del informe es engañoso. En ningún momento se denuncian las devastadoras consecuencias del libre comercio mundial y la lógica del mercado.

Seguiremos comiendo fresas en invierno, independientemente de que provengan del hemisferio sur o de la energía y el agua que consumen los invernaderos. Seguiremos promoviendo la importación de semillas de África a expensas de los cultivos alimentarios locales y en competencia con nuestros propios productores.

Seguiremos solicitando la regulación de los mercados para los productos agrícolas y sus productos derivados, a pesar de que esta última noción es absurda y debemos promover la agricultura de calidad y circuitos alimentarios cortos, al mismo tiempo que se persiguen sin piedad los abusos de los intermediarios y los grandes minoristas.

Nos mostraremos impotentes por países extranjeros que han malgastado su propio potencial de asumir el control de terrenos cultivables de los países más vulnerables, dejándonos cada vez más preocupados, pero sin actuar frente a los que puede ser una situación explosiva.

Han progresado, pero aún queda mucho camino por recorrer. Al negarse a controlar cada uno de los sistemas que nos han generado estos problemas, entonces están destinados al fracaso.

 
  
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  Sylvie Guillaume (S&D), por escrito.(FR) La seguridad alimentaria es un tema central al que la Unión Europea debe responder de manera eficaz. Por ello, respaldo el informe de mi colega socialdemócrata, que apoya una PAC responsable y fuerte dirigida a los jóvenes agricultores; propone combatir la especulación en los mercados agrícolas y la volatilidad de los precios que causa; y reafirma que la lucha contra la pobreza en la UE y en todo el mundo debe ser una prioridad, haciendo que la seguridad alimentaria y el acceso a la alimentación sean un derecho humano básico. La Unión Europea debe abordar los desafíos actuales de los alimentos y prever las dificultades futuras en este ámbito. Por eso la idea de crear un sistema mundial específico de reservas alimentarias, en mi opinión, es totalmente pertinente, aunque no será fácil de aplicar.

 
  
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  Ian Hudghton (Verts/ALE), por escrito. – He votado en contra del informe Sârbu a pesar de que contiene numerosos puntos positivos. La alimentación es un asunto de importancia fundamental y cada vez va a adquirir mayor importancia. Es esencial que la UE adopte una posición coordinada en relación con su sector agrícola para hacer frente a los desafíos que tenemos por delante. Sin embargo, no considero que los transgénicos tengan un papel legítimo que desempeñar en la consecución de la seguridad de los suministros alimentarios y, por tanto, no podía apoyar un informe que propone dar luz verde a la modificación genética.

 
  
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  Juozas Imbrasas (EFD), por escrito. (LT) Estoy de acuerdo con este informe porque la seguridad alimentaria es un derecho humano, lo que garantiza una vida activa y saludable. Un gran número de personas en todo el mundo sufren de hambre crónica o la falta de una verdadera seguridad alimentaria a largo plazo. A pesar de la aparente suficiencia de los suministros, una proporción significativa de la población del mundo no puede permitirse el lujo de obtener los alimentos básicos que necesita, y la accesibilidad de los alimentos sigue siendo una cuestión clave que hay que abordar con carácter de urgencia. Es importante asegurarse de que los alimentos sean accesibles a todas las categorías sociales de personas. La seguridad alimentaria como un objetivo no puede alcanzarse sin la lucha contra dos de las cuestiones más importantes del día: la volatilidad de los mercados y de los precios (muy influenciada por la especulación en los mercados de materias primas) y la disminución de las reservas alimentarias. Bajo ninguna circunstancia debemos permitir la especulación de los precios de los alimentos. Tenemos que promover no solo la competitividad, sino también la agricultura tradicional, la agricultura a pequeña escala, la agricultura biológica y la distribución local, para garantizar la diversidad agrícola en toda Europa. Por otra parte, en un contexto de envejecimiento demográfico del medio rural, entiendo que es muy importante asegurar el acceso de los jóvenes agricultores a las tierras y a los créditos. Nuestro objetivo es mantener precios asequibles para los alimentos y un ingreso decente para los agricultores. Sin embargo, en ningún caso, voy a aprobar el uso de materiales modificados genéticamente, su importación a los consumidores y otras actividades, o la autorización de métodos de producción practicados en terceros países, porque no hay datos que nos lleven a creer razonablemente que estos no perjudiquen la salud humana o el medio ambiente.

 
  
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  Karin Kadenbach (S&D), por escrito. (DE) Lamentablemente, como resultado de los votos de los diputados conservadores, se incluyó una cláusula en el texto de la propuesta de un proceso de aprobación más rápido dentro de la UE para la importación de una nueva fuente de alimentación de productos modificados genéticamente tras haber demostrado su seguridad. Sin embargo, en ningún caso debe satisfacerse la demanda de alimentos con métodos de ingeniería genética. Sigo oponiéndome categóricamente a los alimentos genéticamente modificados y me gustaría recordar a la Comisión Europea el principio de precaución: aunque hay estudios científicos al respecto que dicen que los productos alimenticios genéticamente modificados no son nocivos para la salud, es posible que aún no contemos con los métodos de prueba adecuados para confirmar esta cuestión. En última instancia, tenemos que respetar los deseos de los consumidores, que rechazan este tipo de alimentos.

 
  
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  Elisabeth Köstinger (PPE), por escrito. (DE) La agricultura es de enorme importancia para la seguridad alimentaria mundial y, por tanto, debemos adoptar medidas. Proteger los ingresos de los agricultores y un suministro adecuado de alimentos de buena calidad por lo tanto deben ser los objetivos fundamentales de la política agrícola común. La fluctuación de los precios de mercado en el sector agrícola también representa factores de incertidumbre y es un hecho que también hay que abordar. Apoyo el informe, lo que demuestra claramente que la seguridad alimentaria es una preocupación central en la Unión Europea, también, y requiere la coordinación de los ámbitos políticos individuales. Podremos conseguir mejores resultados solo si los ámbitos de política agrícola, política de desarrollo, política comercial, política financiera y política energética, además de la investigación, trabajan de forma conjunta a este respecto.

 
  
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  Giovanni La Via (PPE), por escrito. (IT) He votado a favor del informe porque Sârbu garantiza que contar con reservas alimentarias constantes y también seguras es la principal función que la sociedad asigna a la agricultura. La seguridad alimentaria es un derecho humano básico, lo que significa que todas las personas, en todo momento, deben tener acceso físico, social y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para poder llevar una vida activa. En algunas partes del mundo, este derecho es a menudo inevitable, mientras que en otros, está poco garantizado, por una variedad de razones y factores que se combinan para constituir una amenaza grave para la salud de los consumidores. En un momento como el actual, caracterizado por el debate sobre la política agrícola común después de 2013, este informe nos permite trazar algunas pautas relacionadas con la función ética, social y económica que la agricultura debe desempeñar, incluso a corto plazo, identificando los factores de riesgo que la amenazan y aprovechando las oportunidades para convertirla en un bastión de la lucha mundial contra el hambre.

 
  
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  Bogusław Liberadzki (S&D), por escrito.(PL) He votado a favor del informe Sârbu sobre el reconocimiento de la agricultura como un sector de importancia estratégica en el contexto de la seguridad alimentaria. Históricamente, la seguridad alimentaria, desde hace siglos, se ha posicionado entre las más altas prioridades de todos los gobiernos. Por tanto, los criterios financieros y económicos no pueden ser factores decisivos.

La producción de alimentos baratos que también sean buenos es muy importante desde el punto de vista del mercado y el poder adquisitivo de la gente, sobre todo para las personas con rentas bajas. Aún más importante, sin embargo, es la capacidad de producir alimentos. No podemos permitir que se produzca una situación en que importemos alimentos solo porque alguien puede vendérnoslos más baratos en ese momento. Podemos importar, pero debemos mantener nuestra capacidad de producir la cantidad de alimentos que necesitamos.

 
  
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  Petru Constantin Luhan (PPE), por escrito. (RO) En la coyuntura actual, cuando los precios de los alimentos están en constante aumento y se habla cada vez más de una crisis alimentaria en el futuro, una gran parte de la población de la Unión Europea vive por debajo del umbral de la pobreza y es fundamental para nosotros garantizar que todos los sectores de la sociedad puedan acceder a los alimentos. He votado a favor de este informe porque considero que la Unión Europea necesita una política agrícola fuerte que se base en la innovación y que, sobre todo, esté destinada a aportar estabilidad a los mercados y a alentar y ayudar a los agricultores. Al mismo tiempo, los consumidores europeos tienen derecho a disfrutar de alimentos sanos y de alta calidad a precios razonables, que son los principales objetivos de la política agrícola común (PAC) y los objetivos clave de la Unión Europea.

 
  
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  David Martin (S&D), por escrito. – He votado a favor de este informe, pero me he abstenido en las tres partes de la enmienda 14 que trata de los organismos modificados genéticamente. Yo no estoy intrínsecamente en contra de productos alimenticios modificados genéticamente, pero me he puesto nervioso en este intento de agilizar la importación de material modificado genéticamente y el uso de métodos de producción de terceros países. La evidencia científica de que los organismos modificados genéticamente son seguros debe ser fuerte, y el público debe tener plena confianza en que las autoridades competentes han tomado todas las precauciones de seguridad necesarias y que han llevado a cabo pruebas rigurosas. No podemos apresurarnos en esta cuestión.

 
  
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  Marisa Matias (GUE/NGL), por escrito. (PT) Este informe reafirma la seguridad alimentaria como un derecho humano básico. En este contexto, dos de las principales cuestiones que debe abordar este derecho se identifican como la volatilidad de los precios en los mercados, en la que influye bastante la especulación, y la caída en las reservas de alimentos. El informe señala que la especulación ha sido responsable del 50 % de las alzas recientes de los precios y, por lo tanto, apoya una revisión de la legislación existente sobre los instrumentos financieros en aras de la transparencia, haciéndolos servir a la economía y la producción agrícola y evitando que la especulación ponga en peligro la eficacia de las explotaciones agrícolas. En una situación en que el precio de los alimentos se ve bastante influenciado por los especuladores que no tienen ningún tipo de interés en la agricultura, el informe apoya la limitación del acceso a los mercados agrícolas.

No obstante, no se cuestiona la financiarización de los mercados agrícolas en términos estructurales. El informe propone también el establecimiento de un sistema mundial de reservas alimentarias administrado por las Naciones Unidas. Además, insta a la Comisión a que agilice la aprobación de la importación de alimentos genéticamente modificados, algo con lo que estoy en total desacuerdo. En vista de esto, pero a fin de fomentar las buenas intenciones y sugerencias contenidas en el informe, me he abstenido.

 
  
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  Jean-Luc Mélenchon (GUE/NGL), por escrito. (FR) Teniendo en cuenta que la seguridad alimentaria es un derecho humano fundamental, que debe ser garantizado, exigiendo el pago de los agricultores por sus esfuerzos, y proponer un sistema de reservas alimentarias administrado por las Naciones Unidas son todas las concesiones a nuestra tesis. Acojo con satisfacción estas medidas. Tener en cuenta la diferencia, entre los productos financieros, de los derivados de materias primas, y limitar el acceso a los mercados financieros agrícolas a los operadores vinculados a la producción agrícola, son factores que también indican un cambio en las actitudes.

Sin embargo, la deslocalización y el final del productivismo, que son aspectos necesarios para la autosuficiencia en los productos alimenticios y para la conservación de la biodiversidad, aún están muy lejos. La financiarización de los mercados agrícolas básicamente no se cuestiona. Pero lo que es incluso peor es que las autorizaciones de variedades modificadas genéticamente son emergentes. Por tanto, me abstengo con la intención de fomentar las buenas intenciones.

 
  
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  Nuno Melo (PPE), por escrito. (PT) El concepto de seguridad alimentaria es muy claro, y se consigue cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias alimentarias a fin de poder llevar una vida activa y sana. Por lo tanto, no hay duda de que el constante aumento de precios de los alimentos, como resultado del aumento de los precios de las materias primas, es una preocupación cada vez más apremiante para la UE. Por otra parte, el sector agrícola tiene que satisfacer las necesidades alimentarias de un número cada vez mayor de personas, a pesar de tener que lidiar con la disminución de los recursos naturales y los altos costes de producción. En vista de las necesidades futuras, no cabe duda de que la agricultura debe convertirse en un sector estratégico o en un sector crucial para el desarrollo económico de la UE y el mundo entero.

 
  
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  Andreas Mölzer (NI), por escrito. (DE) En lo que respecta a la seguridad alimentaria, en particular, hay un problema relacionado con que los Estados miembros están perdiendo cada vez mayor autosuficiencia. Hasta ahora, no se ha demostrado que sea posible poner fin a la tendencia preocupante de los agricultores que se alejan de la agricultura a tiempo completo a fin de que la agricultura pase a ser un negocio lateral y un hecho que supone que los agricultores abandonen las explotaciones. Si estamos hablando de la seguridad alimentaria, entonces, tenemos que elaborar planes sobre cómo se puede detener esta tendencia preocupante y también sobre cómo aumentar la conciencia de los consumidores sobre los productos regionales. En particular, existe la necesidad, en este contexto, de examinar las subvenciones de la UE con respecto a la forma en que se puede reducir el transporte de alimentos que cruzan la Unión. Esto no es solo para el beneficio del medio ambiente, que en este sentido ayuda a poner en práctica los objetivos de Kioto sobre la reducción de emisiones, sino que también reduce la contaminación acústica, especialmente para aquellas personas que viven o trabajan a lo largo de las vías de tránsito.

Por último, pero no por eso menos importante, debemos considerar la medida en que podemos mejorar la promoción de sistemas de propulsión, ya que la producción de biocombustibles está comenzando a amenazar a la agricultura convencional, empujándola hacia la escasez de alimentos y precios más altos. Estos aspectos no están contemplados en el informe y, por ello, opto por abstenerme.

 
  
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  Claudio Morganti (EFD), por escrito.(IT) La ponente destaca la importancia de la agricultura en relación con los nuevos retos alimentarios.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) considera que la producción de alimentos debe aumentar como mínimo un 70 % para atender la creciente demanda de una población mundial que se espera supere los 9 000 millones de personas en 2050. Por tanto, la seguridad alimentaria sigue precisando de una política agrícola común fuerte.

Los principales objetivos de la PAC han sido los siguientes: incrementar la productividad agrícola; ayudar a los agricultores a alcanzar un nivel de vida justo; estabilizar los mercados; y garantizar un suministro seguro de alimentos a precios asequibles. Sin embargo, su éxito ha resultado en una sobreproducción no deseada y en excedencias que han distorsionado el mercado y que también han aumentado las preocupaciones medioambientales. La nueva PAC, por tanto, debe mejorar la seguridad alimentaria aumentando la productividad, al tiempo que fomenta la producción de alimentos ecológicamente sostenible. El informe destaca que es fundamental que la financiación de la PAC refleje su visión ambiciosa y sus objetivos en términos políticos.

A fin de mantener precios razonables de los alimentos y, sobre todo, un ingreso decente para los agricultores, y para garantizar la seguridad alimentaria, la PAC debe mantenerse al nivel actual. Mejorar y fortalecer los controles de seguridad alimentaria en la Unión como en terceros países es esencial, y por lo tanto, estoy a favor de la resolución.

 
  
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  Cristiana Muscardini (PPE), por escrito.(IT) La seguridad alimentaria es un derecho humano, y uno de los objetivos de la política agrícola común debe ser garantizar un fácil acceso para todos a la alimentación, teniendo en cuenta el crecimiento demográfico, el cambio climático, los altos costes de la energía y los obstáculos que plantea la disponibilidad limitada de recursos naturales.

Estoy de acuerdo con la señora Sârbu y apoyo su plan para asegurar que la nueva PAC posterior a 2013 sea capaz de responder a las exigencias y los desafíos que plantea la seguridad alimentaria. Por tanto, es importante promover la diversidad en la producción agrícola, que abarca grandes cadenas comerciales, la agricultura tradicional y la agricultura a pequeña escala; garantizar el acceso al crédito a los agricultores jóvenes; y alentar el desarrollo de programas de gestión de las reservas alimentarias, a fin de facilitar el comercio mundial y reducir los precios del mercado mundial.

Sin embargo, me opongo al desarrollo de organismos modificados genéticamente y a su uso como variantes alimentarias hasta el momento en que se consideren seguros para el ganado y los consumidores europeos.

 
  
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  Rareş-Lucian Niculescu (PPE), por escrito. (RO) He votado a favor de este informe. Sin embargo, lamento que se retiraran algunas disposiciones importantes en el momento de la votación, como la disposición que contemplaba el estudio de la posibilidad de autorizar la aplicación de métodos de producción utilizados en terceros países en relación con los organismos modificados genéticamente. Algunos Estados han hecho grandes avances en este ámbito, mientras que la Unión Europea se ha quedado atrás y no está utilizando todo el potencial disponible. Lamento también que se haya retirado el punto que hacía referencia al problema de la existencia de grandes zonas de explotaciones agrícolas sin cultivar en algunos Estados miembros.

 
  
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  Franz Obermayr (NI), por escrito. (DE) El informe contiene algunas iniciativas muy buenas, como los incentivos para la agricultura tradicional y biológica, el apoyo a los agricultores a pequeña escala, en particular, y la protección de los agricultores nacionales de la presión de la competencia de terceros países con los estándares de calidad mucho menos estrictos. Por otra parte, la ponente aboga por el uso de organismos modificados genéticamente, y este es el motivo por el que me he abstenido de votar.

 
  
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  Wojciech Michał Olejniczak (S&D), por escrito. – (PL) La seguridad alimentaria es un desafío clave para la agricultura, no solo en la Unión Europea, sino en todo el mundo, especialmente en los países en desarrollo. Según la FAO, la demanda mundial de alimentos se duplicará para el año 2050, y el número de personas en el mundo crecerá de los 7 000 millones que hay hoy en día a 9 000 millones. Por tanto, la producción mundial de alimentos tendrá que aumentar en consecuencia, en un contexto de presión sobre los recursos naturales. La producción mundial de alimentos tendrá que crecer al mismo tiempo que se reduce el agua, la energía, los fertilizantes, los pesticidas y el uso del suelo. Es alarmante saber que hay un total de más de 1 000 millones de personas que se mueren de hambre, mientras que en la Unión Europea, más de 40 millones de personas que viven en la pobreza pasan hambre. Por esta razón, también creo que se debe explotar el progreso científico si este puede ofrecer soluciones adecuadas destinadas a aliviar el hambre en todo el mundo, sobre todo, mediante un uso más eficaz de los recursos. La UE debe seguir garantizando la seguridad alimentaria para sus ciudadanos y participar en el suministro de alimentos en todo el mundo, para lo que la cooperación con el resto del mundo, en particular, con los países en desarrollo, debe ser más estrecha y coherente a fin de ayudarles con el desarrollo sostenible a largo plazo de los sectores agrícolas. Entre otras, esta ha sido la razón por la que he votado a favor de la adopción del informe sobre el reconocimiento de la agricultura como un sector estratégico en el contexto de la seguridad alimentaria.

 
  
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  Rolandas Paksas (EFD), por escrito. (LT) He votado a favor de esta propuesta de resolución del Parlamento Europeo sobre el reconocimiento de la agricultura como un sector estratégico en el contexto de la seguridad alimentaria, ya que, debido a la cantidad cada vez mayor de consumidores, la gran cantidad de personas que padecen hambre, la situación a la que se enfrentan los agricultores, la fluctuación de los precios de los alimentos y la especulación en acciones, es importante recurrir a determinadas medidas para regular el sector agrícola. Por encima de todo, hay que invertir todos los esfuerzos posibles, a través de incentivos financieros, para fomentar la agricultura tradicional, a pequeña escala o biológica, con el fin de garantizar una seguridad alimentaria constante. Habida cuenta de los peligros que plantean los materiales genéticamente modificados para la salud pública, no estoy de acuerdo con la propuesta de permitir la importación de productos no modificados genéticamente en los que haya una presencia de niveles bajos de material modificado genéticamente.

Debemos adoptar todas las medidas necesarias para garantizar que no se apruebe la importación a la Unión Europea de una nueva variante alimentaria modificada genéticamente, ni la posibilidad de utilizar métodos de producción practicados en terceros países. No podemos resolver los problemas relacionados con la accesibilidad de los alimentos mediante la violación de los requisitos de inocuidad de los alimentos y poniendo en peligro la salud de las personas. Dado el envejecimiento demográfico del medio rural y a fin de atraer y animar a los jóvenes a dedicarse al sector de la agricultura, hay que establecer condiciones especiales para que los jóvenes agricultores puedan acceder a los créditos.

 
  
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  Alfredo Pallone (PPE), por escrito.(IT) La seguridad alimentaria es un derecho humano básico que se consigue cuando todas las personas tienen acceso físico, social y económico a suficientes alimentos. A pesar de la aparente suficiencia de los suministros, una proporción significativa de la población del mundo no puede permitirse el lujo de obtener los alimentos básicos que necesita, alrededor de 900 millones de personas en todo el mundo sufren de hambre debido a la pobreza extrema. La accesibilidad de los alimentos sigue siendo un tema clave que hay que tratar. La seguridad alimentaria sigue precisando de una fuerte política agrícola común, capaz de aumentar la productividad agrícola, estabilizar los mercados y, sobre todo, garantizar un suministro seguro de alimentos a precios asequibles. Sin embargo, este objetivo no puede alcanzarse sin abordar la volatilidad de los mercados y de los precios. Como la cuestión alimentaria es muy importante, he votado a favor del informe Sârbu, que también aprueba un proceso más rápido dentro de la UE para la importación de nuevas variantes piensos modificados genéticamente, al mismo tiempo que contempla la posibilidad de autorizar el uso de métodos de producción practicados en terceros países. Mi voto también pretende apoyar la presencia de pequeñas cantidades de organismos modificados genéticamente en los productos que entran en la UE.

 
  
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  Maria do Céu Patrão Neves (PPE), por escrito. (PT) He votado a favor del informe Sârbu porque la agricultura es un sector importante y creciente que debe ser una prioridad en la agenda política debido a su papel estratégico en el contexto de la seguridad alimentaria. La revisión de la política agrícola común para 2013 deberá presentar propuestas relacionadas con este asunto. La reciente volatilidad en los precios de los alimentos y los productos básicos ha planteado grandes preocupaciones en Europa y en todo el mundo. La crisis financiera y los fenómenos meteorológicos cada vez más graves como los ocurridos en 2010, con la prolongada sequía y los incendios en Rusia y las grandes inundaciones acaecidas en Pakistán, han contribuido a una enorme inestabilidad. La UE no puede seguir dependiendo de las decisiones proteccionistas de países como Rusia y Ucrania, que exportan el 30 % de trigo del mundo aproximadamente, o Argentina, un gran productor mundial de carne. Creo que la UE tiene el deber de alimentar a los ciudadanos europeos y la población del mundo, que se espera que aumente unos 2 000 millones y, por tanto, se necesita un aumento del 70 % en el suministro de alimentos para 2050. El aumento de la producción debe cumplir con los criterios relativos al medio ambiente, la seguridad alimentaria, el bienestar animal y el trabajo. La distribución se ha desplazado a los países menos desarrollados, pero estos no parecen tener la capacidad de cumplir con estos criterios.

 
  
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  Aldo Patriciello (PPE), por escrito.(IT) La seguridad alimentaria es un derecho fundamental que se ve obstaculizado por los limitados recursos naturales, los altos precios de la energía y el cambio climático.

Según la Organización para la Agricultura y la Alimentación, la producción de alimentos debe aumentar en un 70 % en 2050, ya que alrededor de 900 millones de personas en todo el mundo sufren de hambre, y solo en Europa, el 16 % de la población vive por debajo del umbral de la pobreza. Es fundamental contar con una fuerte política agrícola común y, de hecho, la PAC sigue esta línea, pero necesita una reforma que la haga más sostenible y que mejore la seguridad alimentaria. Este objetivo solo puede lograrse mediante la resolución de la cuestión de la volatilidad de los precios (causados por la especulación) y la disminución de las reservas alimentarias.

En este contexto, el informe apoya la necesidad de revisar la legislación existente sobre los instrumentos financieros y la creación de un sistema mundial de reservas alimentarias con vistas a facilitar el comercio mundial cuando se produzcan picos en los precios y casos de proteccionismo. La nueva PAC después de 2013 debe estar preparada para todo esto, y es por eso que voy a votar a favor de este informe, que promueve la competitividad, la agricultura tradicional, el acceso a la tierra y el crédito para los jóvenes agricultores, y una mejor integración de los alimentos y la energía.

 
  
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  Marit Paulsen, Olle Schmidt y Cecilia Wikström (ALDE), por escrito. (SV) En un planeta que pronto contará con 9 000 millones de habitantes, el suministro de alimentos para el futuro es una cuestión clave. Este informe se centra en este enorme desafío y plantea varias preguntas importantes, por ejemplo, en relación con el problema de la apropiación de tierras, y esto es, por supuesto, algo que apoyamos. Al mismo tiempo, lamentablemente, el informe contiene demandas para adoptar varias medidas conjuntas —tales como programas europeos relacionados con la nutrición y el fomento del consumo de leche y fruta en los colegios, así como el aumento del presupuesto para estos programas— que consideramos que se trata de un aspecto que cada Estado miembro debe decidir por cuenta propia. Por lo tanto, hemos optado por abstenernos en la votación final.

 
  
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  Rovana Plumb (S&D), por escrito. (RO) Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la producción de alimentos debe aumentar como mínimo un 70% para atender la creciente demanda de una población mundial que se espera supere los 9 000 millones de personas en 2050. Por otra parte, unos 900 millones de personas en todo el mundo padecen hambre crónica debido a su extrema pobreza, mientras que unos 2 000 millones carecen de una auténtica seguridad alimentaria a largo plazo como consecuencia de diversos grados de pobreza. Dado que la demanda de alimentos experimenta un aumento constante y habida cuenta de que el 16 % de los ciudadanos europeos vive por debajo del umbral de la pobreza, el derecho y acceso a los alimentos se están convirtiendo en una prioridad. Por eso, a fin de conseguir la seguridad alimentaria, necesitamos constantemente una política agrícola común fuerte, orientada al mercado, disociada y respetuosa con el medio ambiente, que también incluya un importante componente de desarrollo rural y que aborde otros desafíos, en particular, el cambio climático, la crisis económica y el mantenimiento del equilibrio territorial dentro de la UE. La seguridad alimentaria como un objetivo no puede lograrse sin abordar dos de los aspectos más importantes actualmente: la volatilidad de los mercados y de los precios y la disminución de las reservas alimentarias.

 
  
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  Paulo Rangel (PPE), por escrito. (PT) He puesto de relieve el carácter fundamental de esta cuestión de la seguridad alimentaria en varias ocasiones. En el entorno actual, los Estados miembros no deben considerar la agricultura como una simple cuestión económica, sino más bien como una cuestión de defensa estratégica. Para ello, es vital, como bien destaca la ponente, asegurar que la nueva política agrícola común posterior a 2013 pueda dar una respuesta adecuada a los exigentes desafíos a los que se enfrenta este sector hoy en día, especialmente en términos de estabilidad de precios, y que pueda proteger los intereses de los agricultores y fortalecer las reservas alimentarias.

 
  
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  Crescenzio Rivellini (PPE), por escrito.(IT) Quisiera felicitar a la señora Sârbu. A fin de garantizar un suministro seguro de alimentos a precios asequibles, la UE debe dotarse de una fuerte política agrícola común (PAC) que desaliente la especulación en los productos alimenticios y que ayude a los jóvenes a participar en el sector agrícola.

De hecho, la futura PAC, sin duda, debe hacer todo lo posible para beneficiar a los jóvenes agricultores. Solo el 7 % de los agricultores en la UE tienen menos de 35 años, mientras que la UE necesitará 4,5 millones de agricultores en los próximos 10 años. Por tanto, pido que se fortalezcan las medidas existentes para atraer a los jóvenes a la agricultura, tales como las primas de instalación y préstamos con interés subvencionado.

Además, para garantizar que los instrumentos financieros existentes ayuden a los agricultores frente a la crisis, en lugar de ayudar a los especuladores a causar una extrema volatilidad de los precios, solicito una revisión de la legislación europea sobre productos financieros a fin de que las negociaciones sean más transparentes. También insto a la Comisión Europea a que adopte medidas firmes y permanentes sin demora a fin de imponer restricciones claras a la especulación y para hacer frente a la inestabilidad de los mercados de productos alimenticios básicos.

 
  
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  Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), por escrito. – El informe se ha aprobado sin el apoyo del Grupo Verts/ALE, que ha votado en contra. La razón de este voto negativo ha sido dejar el apartado 14 en el texto. «Pide a la Comisión que proponga una solución técnica para el problema de la presencia a un nivel bajo de material modificado genéticamente en importaciones de productos no modificados genéticamente y que proponga un proceso de aprobación más rápido en la UE para la importación de nuevas variantes de piensos modificados genéticamente una vez que se compruebe su seguridad».

 
  
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  Licia Ronzulli (PPE), por escrito.(IT) La seguridad alimentaria es un derecho humano básico, que solo se consigue cuando se satisfacen las necesidades alimentarias de una persona y las preferencias en términos alimentarios para llevar una vida activa y saludable.

En particular, con vistas a la reforma de la política agrícola común prevista para 2013, el apoyo prestado a los agricultores europeos siempre debe permitirles cumplir íntegramente las normas en materia de seguridad alimentaria y medio ambiente. A pesar de la eficiencia de la producción europea, alrededor de 80 millones de personas todavía viven por debajo del umbral de la pobreza hoy en día, y muchos de ellos reciben ayuda a través de programas de ayuda alimentaria. Una PAC fuerte preservará la función económica de los agricultores como productores de alimentos, pero también garantizará la subsistencia y el empleo de más de 28 millones de ciudadanos empleados en las zonas rurales europeas.

Si tenemos en cuenta también a crisis económica, los pagos directos a los agricultores tendrán que mantenerse después de 2013 con el fin de estabilizar sus ingresos y para ayudarles a soportar la volatilidad de los mercados. Por último, se adoptarán iniciativas específicas a fin de animar a los jóvenes a que se introduzcan en el sector agrícola, tales como facilitar el acceso al crédito y promover la formación profesional y la educación técnica específica, al mismo tiempo que se promoverán las «buenas prácticas agrícolas» por toda Europa.

 
  
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  Oreste Rossi (EFD), por escrito.(IT) Dejando a un lado la referencia dudosa a los datos sobre el crecimiento de la población mundial, que no refleja la reciente reducción en las tasas de natalidad en varios países no europeos, la seguridad alimentaria está indisolublemente vinculada al buen uso de la agricultura.

Por tanto, es evidente que precisamos de una política agrícola común que pretenda aumentar la buena calidad, fomentar una agricultura respetuosa con el medio ambiente y ayudar a los agricultores a conservar un nivel de vida digno. Si también tenemos en cuenta las políticas energéticas, que están supeditadas al sector agrícola a través del uso de biocombustibles, este es un argumento que merece un estudio adicional, pues la producción de biocombustibles compite con la producción de alimentos. El informe también llega a una buena conclusión: no podemos concebir la reducción del presupuesto de la PAC.

 
  
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  Bart Staes (Verts/ALE), por escrito. (NL) En general, este informe es una contribución muy valiosa al debate sobre el papel de la agricultura en el suministro de alimentos. El Parlamento ha identificado correctamente los problemas que los agricultores tienen que afrontar en tiempos de extrema volatilidad de los mercados y los precios, y dirige la atención a las dificultades que afrontan los agricultores actualmente en este sentido. La Comisión debe adoptar medidas drásticas y duraderas para hacer frente a la volatilidad de los mercados agrícolas. Eso es fundamental para mantener la producción de la UE. El enorme aumento de los precios en los mercados financieros de productos básicos agrícolas se debe en gran medida a la especulación. El comportamiento especulativo abarca casi el 50 % de los aumentos de precios que se han experimentado últimamente.

Es positivo que el Parlamento Europeo haya respaldado las conclusiones del Relator Especial de Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación en relación con el nefasto papel de los grandes inversores institucionales como los fondos de cobertura, los fondos de pensiones y los bancos de inversión, ya que afectan a los índices de precios de las materias primas, a través de sus actividades en los mercados de derivados. El Parlamento ha realizado un buen análisis general sobre la situación, pero luego ha perdido la oportunidad de plantear observaciones relevantes en el informe sobre la función de los organismos modificados genéticamente en la agricultura. Este debate se está llevando a cado en otra parte y no es exclusivo de aquí, por lo que, en última instancia, he decidido votar en contra del informe.

 
  
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  Csanád Szegedi (NI), por escrito. (HU) No puedo apoyar una iniciativa que facilita o acelera la importación de cualquier planta modificada genéticamente. Las excelentes características de las tierras agrícolas en la Unión Europea permitirán que muchos países, como Hungría, Polonia, Italia y Francia, produzcan alimentos de buena calidad. No necesitamos variantes de piensos modificados genéticamente. Tampoco apoyo la importación de productos modificados genéticamente en la Unión Europea debido a su efecto perjudicial a largo plazo para la salud.

 
  
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  Nuno Teixeira (PPE), por escrito. (PT) La seguridad alimentaria a largo plazo pone de relieve la necesidad de adoptar medidas concretas para aumentar las reservas alimentarias mundiales: un derecho humano que incluye el acceso físico y económico a alimentos sanos, suficientes y nutritivos. Considero que es de suma importancia aprobar este informe que hace hincapié en el sector agrícola. El crecimiento previsto de la población y la pobreza que persiste significa que por lo menos necesitamos un aumento del 70 % en la producción de alimentos para satisfacer las necesidades de la población. Los fenómenos climáticos, la especulación y la volatilidad de los precios han repercutido negativamente en la capacidad de los agricultores.

Se necesita una política agrícola común después de 2013 que pueda garantizar el derecho a la seguridad alimentaria, de forma que se comprometa firmemente con la competitividad y la innovación, así como con el aumento del número de jóvenes agricultores que puedan responder a los nuevos desafíos mundiales. Es necesario adaptar la política agrícola mediante la promoción de la agricultura tradicional y local, sobre todo, los alimentos biológicos y los producidos a escala local.

 
  
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  Marie-Christine Vergiat (GUE/NGL), por escrito. (FR) El Parlamento Europeo ha aprobado un informe sobre el reconocimiento de la agricultura en cuya votación tengo que abstenerme. Este informe tiene en cuenta las muchas preocupaciones que son de importancia crucial para los agricultores, como la asistencia para la producción a pequeña escala, para los agricultores jóvenes y para luchar contra la especulación de los precios. Este informe también destaca la necesidad de que la futura política agrícola común cuente con una financiación importante.

A pesar de que este informe es positivo en términos generales, incorpora una medida intolerable: agilizar los procedimientos de autorización de organismos modificados genéticamente por parte de la Comisión.

Esta medida se niega a considerar adecuadamente la evaluación de los productos antes de su puesta en el mercado y no hace ni una sola mención a los peligros, denunciados una y otra vez, que supone la comercialización de organismos modificados genéticamente.

Esta medida no tiene en cuenta en lo más mínimo la seguridad alimentaria ni el principio de precaución. Es una medida peligrosa, y es escandaloso que se haya integrado en un informe destinado a tener en cuenta la importancia estratégica de la agricultura.

La cuestión de los organismos modificados genéticamente debe ser objeto de un debate independiente, que los organismos europeos se niegan a realizar.

 
  
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  Dominique Vlasto (PPE), por escrito.(FR) He votado a favor de esta resolución, que pone de relieve la necesidad de que la política europea dé prioridad a la agricultura. Los ciudadanos europeos cada vez exigen más en materia de seguridad alimentaria, algo que debe garantizarse en toda la cadena de producción, procesamiento y distribución. Los retos que deben abordarse con el fin de garantizar una agricultura sostenible, segura y justa son muchos: la adaptación al cambio climático, el control de los efectos de la globalización, la preservación de la biodiversidad, el mantenimiento del nivel de vida de los agricultores y garantizar nuestra autosuficiencia alimentaria en un mercado mundial sujeto a una fuerte presión. La agricultura es una parte integral de nuestro patrimonio y siempre ha dado forma a nuestra identidad, a nuestra forma de vida y a nuestros paisajes. Acojo con satisfacción los esfuerzos de la UE en relación con la agricultura, pero aún quedan tareas importantes por hacer en relación con la reforma de la PAC. Por tanto, pido a la UE que concentre sus esfuerzos en los pequeños agricultores, que forman el grupo más importante pero, sobre todo, el grupo más vulnerable. Reconocer que la agricultura es un sector estratégico debe ser una oportunidad para fortalecer su dimensión social, algo a lo que se ha dado suficiente consideración hasta ahora. Los agricultores también precisan de seguridad.

 
  
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  Artur Zasada (PPE), por escrito.(PL) Estoy seguro de que el reconocimiento de la agricultura como un sector estratégico permitirá crear mejores condiciones para la aplicación de los programas de ayuda e información. No puede caber ninguna duda de que deben aplicarse programas de ayuda alimentaria destinados a los miembros más pobres de la sociedad. A menudo olvidamos que casi 80 millones de personas en la Unión Europea viven por debajo del umbral de la pobreza.

Además de programas de ayuda, hay que desarrollar programas que promuevan una alimentación saludable, sobre todo, en el caso de los niños y los alumnos de secundaria. Las consecuencias de descuidar estos asuntos se pueden observar muy claramente en los Estados Unidos, donde el número de adolescentes obesos se ha triplicado en los últimos años. Es particularmente importante que se apliquen programas que promuevan el consumo de fruta y leche en las instituciones educativas, pues conocer los buenos hábitos alimentarios tendrá un efecto positivo en la salud de los jóvenes europeos, reduciendo así el gasto sanitario y social en el futuro. En la aplicación de programas de este tipo deben participar tantos productos y distribuidores de alimentos como sea posible, pues esto fortalecerá la posición de las pequeñas y medianas explotaciones agrícolas.

 
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