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Procedimiento : 2010/2137(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A7-0374/2010

Textos presentados :

A7-0374/2010

Debates :

PV 20/01/2011 - 3
CRE 20/01/2011 - 3

Votaciones :

PV 20/01/2011 - 7.4
CRE 20/01/2011 - 7.4
Explicaciones de voto
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Textos aprobados :

P7_TA(2011)0023

Acta literal de los debates
Jueves 20 de enero de 2011 - Estrasburgo Edición DO

3. Informe sobre la política de competencia 2009 (debate)
Vídeo de las intervenciones
Acta
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  El Presidente. – El primer punto del orden del día es el informe de Derk Jan Eppink, en nombre de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, sobre el Informe sobre la política de competencia 2009 (2010/2137(INI)) (A7-0374/2010).

 
  
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  Derk Jan Eppink, ponente. – Señor Presidente, hoy en día la competencia suele considerarse un concepto que complica la vida. Algunos prefieren «cómodos arreglos» y el abrigo de acuerdos entre bastidores como protección frente al duro mundo de la competencia mundial. Pero, señor Comisario, la competencia no arruina la economía europea, sino que más bien la salva. Europa se encuentra en una encrucijada: ¿creará una economía de transferencia, con un crecimiento reducido y un elevado desempleo estructural, o se decidirá por una economía que genere riqueza y resista la prueba de la competencia mundial?

Señor Comisario, los equipos de fútbol que no son competitivos pierden un partido tras otro. Las economías que no son competitivas pierden inversión, empleo y, por ende, la base de sus acuerdos sociales. Dado que la política europea de competencia es responsabilidad exclusiva de la Comisión Europea, usted, señor Comisario —o más bien el Comisario Almunia, a quien sustituye— posee un papel decisivo.

Esta semana Naciones Unidas ha publicado cifras sobre la inversión extranjera directa en 2010. Los Estados Unidos atrajeron un 43 % más de inversión extranjera que en 2009. La inversión extranjera directa aumentó un 21 % en América Latina y un 10 % en Asia. En la Unión Europea descendió un 20 %. ¿Por qué? El dinero va donde hay acción. Parece ser que los inversores consideran Europa como el continente de la inacción, que genera unas cifras de crecimiento bajas, lo cual demuestra que la Unión Europea se enfrenta a un déficit de competitividad.

Señor Comisario, debe garantizar la igualdad de condiciones para las actividades empresariales en Europa para que nuestro continente pueda enfrentarse a la competencia mundial. Todos conocemos la situación de China.

Quiero llamar su atención sobre varios aspectos de la política de competencia en 2009, de la que hoy son patentes muchos aspectos. En la actualidad la cuestión principal son las consecuencias de las ingentes ayudas estatales al sector financiero, es decir, el hecho de que los Estados hayan utilizado el dinero de los contribuyentes para impedir el desplome del sector financiero. De haber permitido el hundimiento del sector financiero, los ahorros y las pensiones de millones de ciudadanos europeos también habrían quedado sepultados. Huelga decir que las ayudas estatales a esta escala han distorsionado la competencia. Y por este motivo deben cesar lo antes posible y debe devolverse el dinero a los contribuyentes europeos.

Así, señor Comisario, mi primera pregunta es la siguiente: ¿Cómo de temporal es el marco temporal, y cómo se eliminará progresivamente? Espero que pueda aclarar esta cuestión en nombre del Comisario Almunia.

Otro aspecto son las ayudas de tesorería del Banco Central Europeo a ciertos bancos a fin de mantenerlos a flote. Admito la existencia de una interfaz entre la política monetaria y la política de competencia, pero mi pregunta es si su impacto fue el causante de la distorsión de la competencia.

Otra cuestión es el conjunto de normas para la retirada de inversiones. Los criterios de trabajo para las compañías cuya actividad disminuye son lo suficientemente claros y justos. Ahora debemos mirar hacia el futuro: ¿Qué va a ocurrir, señor Comisario? Los Estados miembros han ido muy lejos al recapitalizar el sector financiero nacionalizando instituciones total y/o parcialmente con el dinero de los contribuyentes. Y esto tendrá que aclararse. Pero una vez que los Estados miembros empiecen a abandonar las entidades financieras para restaurar su naturaleza privada, hay un riesgo de que dejen tras ellos una dote, una especie de regalo de bodas. Y las dotes pueden utilizarse para sostener la posición de las entidades financieras en el mercado privado.

Se trata de un aspecto que vemos a menudo en el proceso de privatización. Recuerdo muy bien haberlo visto en el sector postal. Los gobiernos apoyaron a sus prestatarios de servicios postales justo antes de introducirse en el mercado privado. Le recordé al Comisario Almunia en una carta la prolongada investigación del prestatario alemán de servicios postales. La Comisión también está abriendo investigaciones sobre los prestatarios de servicios postales de Reino Unido, Francia y Bélgica, dado que estos mercados postales también se liberalizarán durante este año.

Por ello, señor Comisario, le pido que preste atención al fenómeno de la dote en el sector financiero. Evitar los problemas es una opción mejor que recorrer el largo camino del recurso legal.

Señor Comisario, le agradezco su cooperación —a usted y al Comisario Almunia— y también quiero expresar mi agradecimiento a la DG Competencia, que, por lo que sé, es una de las mejores de la Comisión.

 
  
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  Štefan Füle, Miembro de la Comisión. – Señor Presidente, en nombre del Vicepresidente Almunia, que no puede estar presente esta mañana en la Cámara, en primer lugar quiero dar las gracias al ponente, el señor Eppink, por su trabajo sobre la política de competencia 2009. También quiero dar las gracias a los ponentes de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor y la Comisión de Transportes, la señora Koch-Mehrin, el señor Buşoi y el señor Cramer.

La Comisión acoge con agrado el tono positivo del informe y el apoyo manifestado hacia las medidas que hemos adoptado en el ámbito de la política de competencia en 2009, concretamente en el contexto de la crisis económica y financiera. Coincidimos con su opinión de que la competencia constituye un elemento esencial para garantizar unas condiciones equitativas en el mercado interior y para fomentar una salida sostenible de la crisis. Por este motivo la Comisión mantiene su compromiso de hacer respetar su firme postura con respecto a las conductas anticompetitivas y a las fusiones.

La Comisión toma nota de las numerosas solicitudes de informes o estudios concretos, que ascienden a más de diez. No resulta factible que la Comisión elabore todos estos informes, debido a nuestras prioridades y a la limitación de recursos. No obstante, tal como el Vicepresidente Almunia anunció a la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios en noviembre, la Comisión analizará la repercusión que han tenido las medidas temporales relativas a las ayudas estatales aplicadas en el contexto de la crisis sobre la competencia. Será una tarea difícil, pero la crisis representa una oportunidad de aprendizaje que no podemos dejar pasar.

En segundo lugar, quiero reafirmar que estas medidas son, en efecto, temporales. La Comisión amplió el marco de las ayudas estatales en el contexto de la crisis hasta finales de 2011, dado que las condiciones económicas siguen siendo inciertas. No obstante, la eliminación progresiva de estas medidas ya se ha iniciado. Se ha puesto fin a algunas medidas, mientras que otras se han mantenido con criterios más estrictos.

En tercer lugar, con respecto a la aplicación privada de las normas de competencia, la Comisión toma nota del apoyo del Parlamento a la creación de una forma europea de recurso colectivo, y de su petición de legislación específica de la UE a fin de garantizar una compensación para las víctimas de infracciones de la legislación europea de competencia. A principios de 2011, la Comisión lanzará una consulta pública sobre un enfoque europeo del recurso colectivo. Posteriormente tiene previsto adoptar una comunicación basada en los resultados obtenidos en la consulta.

Por último, quiero mencionar las preocupaciones expresadas en tono a la competencia en sectores concretos como la energía, el transporte, la cadena de suministro de alimentos y las industrias digitales emergentes. La Comisión comparte sus inquietudes, y mantendremos nuestras estrictas actividades de control en estos ámbitos en estrecha cooperación con las autoridades nacionales de competencia.

 
  
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  Silvana Koch-Mehrin, ponente de opinión de la Comisión de Industria, Investigación y Energía. – (DE) Señor Presidente, la política de competencia es uno de los ámbitos políticos fundamentales y más importantes de la UE. Una política de competencia satisfactoria permite el buen funcionamiento de los mercados y posibilita que los consumidores se beneficien de una amplia variedad de productos a precios razonables y asequibles. Una política de competencia satisfactoria también contribuye a generar crecimiento de nuevo en Europa. Por ese motivo es tan importante, señor Comisario, incluir todos los ámbitos que ha mencionado en la política de competencia. También es importante fortalecer las pequeñas y medianas empresas, ya que constituyen el motor del crecimiento en Europa. Deben eliminarse los obstáculos al mercado, lo cual pasa por suprimir los costes excesivos que siguen aplicándose en ámbitos en los que la competencia no existe, como las cuotas de itinerancia en los teléfonos móviles, donde no hay competencia; ese es un aspecto que debe cambiar.

Por último, quiero expresar mi más sincero agradecimiento al ponente, el señor Eppink, por su excelente labor. A la Comisión le digo lo siguiente: «Márquese objetivos ambiciosos».

(Aplausos)

 
  
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  Cristian Silviu Buşoi, ponente de opinión de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor. – Señor Presidente, quiero empezar dando la enhorabuena a la Comisión por su flexibilidad a la hora de aplicar las normas de competencia en el actual contexto de crisis económica y financiera. Es muy importante que la crisis no se utilice como pretexto para suprimir la competencia, y la Comisión ya ha manifestado una actitud muy firme contra los cárteles, lo que es positivo. Debemos garantizar la disponibilidad de mecanismos de salida y la vuelta a las condiciones normales de mercado lo antes posible.

Hay ámbitos —mencionados por usted, señor Comisario— en los que puede reforzarse la competencia. Entre ellos se encuentran el mercado de la energía, donde los precios energéticos regulados siguen distorsionando la competencia; la realización del mercado único del transporte ferroviario también puede aportar importantes ventajas a los viajeros europeos. La Comisión también debe prestar especial atención a la competencia en el mercado de los medicamentos, especialmente con respecto a aquellas prácticas de productores originadores que limitan la entrada de medicamentos genéricos.

Asimismo, insto a la Comisión a que se mantenga firme a la hora de garantizar la competencia entre los hospitales públicos y los privados mediante medidas audaces contra las subvenciones cruzadas que favorecen a los hospitales públicos. La Comisión debe transmitir a los consumidores las ventajas de la política de competencia con mayor eficacia.

 
  
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  Michael Cramer, ponente de opinión de la Comisión de Transportes y Turismo. – (DE) Señor Presidente, quiero empezar expresando mi agradecimiento al ponente por su excelente cooperación.

El transporte también es una cuestión determinante en el ámbito de la competencia. Al fin y al cabo, el transporte es responsable del 30 % de las emisiones de CO2, motivo por el cual me complace que se haya aceptado incluir el transporte entre las demandas básicas de la Estrategia Europa 2020.

Sin embargo, todavía existe la competencia desleal, y es en este ámbito donde la Comisión debe tomar medidas. Por ejemplo, el sector de la aviación, que es el destructor del clima por excelencia, disfruta de una exención del impuesto sobre el valor añadido y el impuesto sobre el carburante. Ello significa que los contribuyentes europeos pagan 30 000 millones de euros al año por la aviación, solo para que las líneas aéreas puedan ofrecer vuelos nacionales al mismo precio de un trayecto corto en taxi. Y el sector ferroviario debe cargar con las consecuencias. Tenemos un peaje ferroviario obligatorio que se aplica a cada locomotora en cada kilómetro de vía. Se trata de un canon obligatorio sin límite máximo. En cuanto a las carreteras, la decisión de cobrar peaje se deja en manos de los Estados miembros. En la mayoría de casos, los peajes se aplican únicamente en las autopistas, y solo a los vehículos pesados de 12 o más toneladas. Dicho de otro modo, algunos de nuestros Estados miembros aplican un peaje ferroviario elevado peo no aplican ningún peaje de carretera. Y no podemos permitir que esto ocurra, porque no tiene sentido. Al fin y al cabo, si no modificamos los hábitos de movilidad, nunca lograremos impedir el cambio climático. Y se trata de una cuestión que debemos lograr. Por ese motivo también debe establecerse la competencia leal en el sector de los transportes.

 
  
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  Arturs Krišjānis Kariņš , en nombre del Grupo PPE.(LV) Señor Presidente, señor Comisario, somos unos vagos. Si podemos evitar hacer algo, la mayoría de la gente lo evita, y las empresas no son una excepción en este sentido. Estoy convencido de que la mayoría de empresarios sueñan con la posibilidad de convertirse en proveedores monopolistas que puedan dictar las condiciones, en lugar de que sean los consumidores los que se las dicten a ellos. La competencia es justo lo que garantiza que los consumidores disfruten de precios reducidos y de una calidad óptima. Lamentablemente, en la Unión Europea todavía tenemos sectores en los que no hay una competencia real. El primero de estos sectores es la energía. En Europa sigue habiendo zonas donde existen mercados aislados sin ningún tipo de competencia, por motivos legalmente técnicos. ¿Cuál es el resultado? Precios artificialmente altos para los consumidores. Encontramos un ejemplo concreto de esta situación en los países bálticos y el mercado del gas. Como el propio Comisario Oettinger ha admitido, actualmente los consumidores alemanes pagan un 30 % menos por el gas natural que los consumidores de los países bálticos. ¿Por qué hay competencia de una parte, pero no la hay en los países bálticos? Esto debe cambiar. Hay un segundo ámbito en el que tampoco existe una verdadera competencia, y es el sector agrícola. Sin siquiera mencionar la repercusión de las subvenciones como tales en el mercado agrícola, en Europa encontramos subvenciones o pagos agrarios que varían sustancialmente entre Estados miembros. ¿Qué significa esto? Significa que los consumidores europeos pagan precios artificialmente altos en muchos lugares, y sin duda, los agricultores también se ven afectados. Señorías, les pido que apoyen este informe sobre la actuación de la Comisión relativa a «Hacia la competencia» en 2009. No obstante, les recuerdo que esta actuación no termina con este informe, y que debemos ampliar las esferas en las que la competencia debe estar presente. Gracias por su atención.

 
  
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  Antolín Sánchez Presedo, en nombre del Grupo S&D. (ES) Señor Presidente, el informe sobre la política de competencia 2009 es, probablemente, uno de los más extensos y ricos elaborados por el Parlamento ―la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios ha podido incorporar la opinión de otras tres comisiones parlamentarias― y se produce después de un lustro de la entrada en vigor de dos reglamentos importantes, el Reglamento de modernización y el Reglamento de concentraciones, que han jugado un papel positivo en la política de la competencia pero cuya ejecución puede todavía mejorar si se alinean mejor las prioridades, se refuerza la cooperación, se simplifican las cargas administrativas y se produce la convergencia de las normas nacionales con las comunitarias.

El informe recoge la importancia de los servicios de interés general para atender las necesidades básicas de los ciudadanos, y consideramos necesario insistir en esta línea en el nuevo marco establecido en el Tratado de Lisboa. Por ello, y teniendo en cuenta la importancia de la sociedad de la información, se respaldan las ayudas destinadas a proporcionar una cobertura adecuada y universal de banda ancha, a precios asequibles, a nuestros ciudadanos y se pide que en los sucesivos informes se dé cuenta de la evolución de los precios del roaming en las telecomunicaciones.

La política de competencia es clave en los servicios financieros. Las ayudas han contribuido a estabilizar y mitigar los efectos de la crisis. El informe recuerda su provisionalidad y que su extensión debe realizarse en condiciones más estrictas, así como que, en el proceso de salida, debe restablecerse un terreno de juego equilibrado, evitando el riesgo moral y, sobre todo, que aquellas instituciones financieras que no han recurrido a ayudas de Estado vean restaurada su posición competitiva.

En el ámbito financiero se insiste también en tres puntos: la transparencia en la información financiera, la necesidad de que el sistema europeo de pagos sea accesible y transparente y funcione de forma no discriminatoria y eficiente y, además, la necesidad de combatir los precios inusualmente altos en las operaciones transfronterizas con tarjetas de pago. Se preocupa asimismo de las PYME y de la energía, acoge las recomendaciones del Grupo de Alto Nivel del sector lácteo —que considera que el reforzamiento del poder de negociación de los productores y las nuevas relaciones contractuales deben ser compatibles con la política de competencia— y demanda a la Comisión una iniciativa legislativa para facilitar el ejercicio de reclamaciones individuales o colectivas destinadas a obtener compensaciones efectivas por daños ocasionados por infracciones del Derecho de la competencia, evitando los excesos del sistema estadounidense.

Por eso, lo valoro positivamente y felicito al ponente, el señor Eppink, por su trabajo.

 
  
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  Sophia in 't Veld, en nombre del Grupo ALDE. – Señor Presidente, en primer lugar quiero felicitar al ponente. Hemos trabajado conjuntamente (ya que yo fui la ponente del año pasado), y ello me lleva a mi primer punto.

Me asombra que en estos debates anuales sobre política de competencia se produzca un intercambio de opiniones tan amable y amistoso y después la Comisión siga su rutina habitual so pretexto de tener competencias exclusivas en este ámbito. Mi opinión es que, en un momento en el que estamos debatiendo la gobernanza económica para la Unión Europea, esto debe cambiar. El Parlamento Europeo debe desempeñar un papel mucho más significativo a la hora de dar forma a las políticas de competencia, y por ello insto a la Comisión a que siga, concretamente, las recomendaciones 3 y 4 e informe seriamente al Parlamento Europeo sobre sus recomendaciones.

En segundo lugar, en mi opinión, un informe debe ser algo más que un mero resumen de las medidas adoptadas. Debe analizar la repercusión de las políticas de competencia, algo que no hace en la actualidad. Dicen que elaborarán un análisis sobre el marco temporal relativo a las ayudas estatales porque es su prioridad, pero llevamos años pidiendo estos análisis: sobre la «recuperación verde», sobre las ayudas estatales a la innovación, sobre las ayudas estatales a los servicios públicos. Se debían haber elaborado hace mucho tiempo, por lo que pido a la Comisión que lleve a cabo análisis más exhaustivos.

Por último, reitero con carácter urgente los llamamientos que hemos hecho —desde hace ya años— a realizar investigaciones sectoriales sobre la publicidad en línea y los motores de búsqueda. Hace mucho tiempo que son necesarias, y me gustaría que la Comisión indicara cuándo tiene previsto realizar dichas investigaciones.

 
  
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  Philippe Lamberts, en nombre del Grupo Verts/ALE.(FR) Señor Presidente, en primer lugar quiero dar las gracias al Comisario Almunia, que hoy no está presente en la Cámara pero pasa una cantidad de tiempo considerable con nosotros en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, y por ello invierte tiempo en un diálogo continuo con el Parlamento sobre estas cuestiones, a pesar de que no se trata de un ámbito perteneciente al Parlamento Europeo.

También quiero expresar mi agradecimiento al ponente. A menudo expresamos este agradecimiento de manera formal, señor Eppink, a pesar de que nuestras partes suelen estar en desacuerdo en muchos aspectos, pero debo decir que, durante la redacción de este informe, no hubo tabúes en nuestro debate. Todos los puntos se abordaron con un espíritu muy constructivo, y este hecho debe destacarse.

Ahora quiero pasar a tres puntos en los que creo que la Comisión debe avanzar. Uno de ellos, como se ha señalado, es la importancia del sector financiero, que, a decir verdad, tiene demasiado peso en la economía.

Sabemos que la crisis financiera ha provocado que los grupos financieros que surgieron salieran ampliados y fortalecidos. Así que sí hay un problema de distorsión del mercado en ese ámbito, y no se refiere únicamente a las medidas especiales de ayuda estatal establecidas por los Estados miembros para ayudar a su sector financiero, sino también, y esto es algo sobre lo que hemos hecho hincapié en el informe, a diversas formas de ayuda directa procedente del Banco Central Europeo que lamento decir que no son demasiado transparentes.

En consecuencia, instamos a la Comisión a que se centre en el modo en que el BCE ha ayudado a los bancos, porque es evidente que los bancos que acudieron al BCE en busca de ayuda se beneficiaron de un tipo de ayuda que no solicitaron aquellas entidades que gozaban de una mejor gestión. Por ello, de algún modo los bancos que disfrutaban de una gestión satisfactoria han sido víctimas de una distorsión del mercado.

El segundo sector es el de las materias primas, especialmente los productos alimenticios. Sabemos que las grandes empresas agroindustriales y los principales minoristas gozan de una posición de mercado que les proporciona una influencia excesiva sobre la formación de los precios. Es esencial realizar un estudio de mercado sobre esta cuestión.

Otro punto que sigue siendo importante es la competencia en materia fiscal. Es sabido que la mayoría de Estados miembros, incluido el mío propio y muchos otros, practican formas de competencia fiscal que resultan muy perjudiciales para el interés general de Europa. Debe ponerse fin a estas formas de competencia. Sé que la Comisión está empezando a interesarse de nuevo por esta cuestión, pero pido encarecidamente al Comisario Almunia y al Comisario Šemeta que resuelvan este problema.

Entrando ahora en mi último punto, observamos con satisfacción que el Comisario Almunia ya ha impuesto sanciones en diversos sectores desde el inicio de su mandato, concretamente en el sector del transporte aéreo de carga. También acogemos con agrado el inicio de una investigación sobre Google, que en mi opinión responde parcialmente a la observación que la señora in ‘t Veld ha realizado hace un momento.

(El orador acepta una pregunta con arreglo al procedimiento de la «tarjeta azul» de conformidad con el apartado 8 del artículo 149 del Reglamento)

 
  
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  El Presidente. – Señor Lamberts, el señor Hans-Peter Martin ha señalado con su tarjeta azul que quiere hacerle a usted una pregunta. ¿Está usted en disposición de escucharle? Muchas gracias.

Señor Martin, tiene usted treinta segundos para interpelar al señor Lamberts.

 
  
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  Hans-Peter Martin (NI).(DE) Señor Presidente, el señor Lamberts ha mencionado las ayudas especiales que el Banco Central Europeo ha dado a las entidades bancarias. Quizás pueda explicar con más detalle a qué se refiere y describir el procedimiento en cuestión. También se ha referido al hecho de que estas ayudas deben eliminarse. ¿Cómo sugiere que asumamos el control, garantizando al mismo tiempo que no se beneficien las personas equivocadas?

 
  
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  El Presidente. – Es mucha pregunta para contestarle en treinta segundos pero, seguro que el señor Lamberts acierta en su capacidad de síntesis.

 
  
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  Philippe Lamberts, en nombre del Grupo Verts/ALE.(FR) Señor Presidente, es evidente que responder a ese tipo de pregunta en 30 segundos es casi imposible.

¿De qué estamos hablando? El Banco Central Europeo (BCE) accede a proporcionar liquidez a los bancos que lo solicitan, de manera ilimitada, aceptando todo tipo de activos como garantías de dicha liquidez. Sin embargo, no conocemos con certeza la naturaleza de estos activos. También tenemos la firme sospecha de que muchos de ellos son, como se dice, activos «sifilíticos» o «tóxicos» cuyo verdadero valor de mercado es difícil de determinar, y algunos de estos activos podrían incluso carecer de valor.

En dichas condiciones, este tipo de ayuda es, en consecuencia, directa. Es evidente que si el BCE no aportase esta liquidez a cambio de estas garantías, cuya vida es bastante reducida, es posible que algunas de estas entidades financieras quebrasen.

La respuesta a esta situación no es sencilla, aunque en cualquier caso el primer paso es la transparencia con respecto a estos activos.

 
  
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  El Presidente. – Gracias, señor Lamberts, por una respuesta tan precisa en un tema complicado.

 
  
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  Kay Swinburne, en nombre del Grupo ECR. – Señor Presidente, en primer lugar quiero felicitar a mi colega, Derk Jan Eppink, por su exhaustivo y bien negociado informe, que abarca un gran número de temas. Básicamente, la política de competencia debe ser el núcleo del mercado único europeo, y deben incorporarse principios sólidos de competencia en toda la legislación de la UE. La competencia debe crear un mercado sólido para los ciudadanos de la UE y permitir una mayor competitividad de la Unión a escala mundial.

Existe el riesgo de que se pierda este principio en la última tanda de legislación en el marco de los servicios financieros. Debemos aprovechar cualquier oportunidad para aumentar la competencia en los mercados dominados por los grandes participantes de mercado y crear un mercado más dinámico. En la legislación sobre derivados que se está negociando actualmente podemos garantizar que no se creen ni se refuercen los monopolios apoyando un acceso abierto a las contrapartes centrales (CCP) y similares y garantizando la disponibilidad de importantes flujos de datos para todos los interlocutores.

En la próxima revisión de la Directiva MIFID, debemos recordar su objetivo inicial de abrir los mercados europeos de valores a la competencia y, tras su expansión para incluir nuevos tipos de activos, debemos garantizar la defensa de los principios de la competencia, puesto que varios de estos principios combinados han hecho disminuir de manera considerable las tasas comerciales para los inversores en valores durante los tres últimos años.

Cuando consideremos las reformas para los auditores, las agencias de calificación crediticia y otros proveedores de servicios financieros, podremos considerar cuáles son los obstáculos al mercado e intentar eliminarlos. En mi opinión, la defensa de la competencia en las industrias clave es la vía que nos permitirá generar el verdadero potencial de crecimiento de la UE y reactivar nuestras economías en este mundo en continuo cambio.

 
  
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  Thomas Händel, en nombre del Grupo GUE/NGL.(DE) Señor Presidente, Señorías, según este informe, la Comisión mantiene una política satisfactoria en materia de competencia. No obstante, no debemos olvidar que la competencia sin regulación también puede generar un aumento del desempleo y acentuar así la diferencia entre ricos y pobres.

En la Unión Europea, la libre competencia sigue estando por encima de las necesidades sociales de nuestros ciudadanos. Una creencia ferviente en los mercados libres no puede enmascarar no solo el fracaso reiterado de estos mercados, sino también su incapacidad para crear una justicia social duradera. Un par de procedimientos encaminados a combatir la distorsión de la competencia y la fijación de precios no bastarán para resolver este problema. Un mercado interior equitativo y social solo funcionará con una normativa sólida y justa. Y se necesita trabajar con este fin urgentemente. Por ejemplo, no es aceptable que cada vez más instituciones presten servicios de interés común general para verse expuestas a la competencia privada.

El informe establece indicadores para la futura política de la Comisión en materia de competencia. Existe una necesidad urgente de contar con una protección del consumidor mucho más efectiva y de que los servicios de interés común general queden al margen de las normas de competencia y del control de los cárteles. También es necesario introducir una cláusula contractual que favorezca un progreso social seguro y que se considere igual de importante que las normas de competencia en Europa.

 
  
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  William (The Earl of) Dartmouth, en nombre del Grupo EFD. – Señor Presidente, no suelo tener buenas palabras para Gordon Brown, pero esta vez ha actuado con rapidez, determinación y eficacia para abordar la crisis del sector bancario en el Reino Unido, aunque debo señalar que este empeoró considerablemente a raíz de su catastrófico mandato de diez años como Ministro de Finanzas/Hacienda.

No obstante, el rescate bancario en el Reino Unido fue más lento de lo previsto, debido a las consecuencias de la política de competencia de la UE. Mi distinguido colega, el Profesor Tim Congdon, ha redactado un folleto sobre esta cuestión. Lo cierto es que estas cuestiones deben gestionarse a escala nacional y no a escala de la Comisión. La Comisión no sabe lo que hace y debe mantenerse al margen.

En los quince últimos segundos de que dispongo, debo abordar el discurso especialmente deprimente pronunciado por el señor Lamberts al hablar de la competencia en materia fiscal. La competencia en materia fiscal es el motivo por el que tenemos impuestos más bajos. Lo que defendía es una política fiscal común a toda la UE, lo cual generaría impuestos más elevados en todo el territorio de la Unión. Eso es lo que es, y les pediría al señor Lamberts y a sus colegas que lo llamaran por su nombre la próxima vez.

 
  
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  El Presidente. – En realidad no se trata tanto de una intervención con arreglo al procedimiento de «tarjeta azul» como de una intervención por alusiones personales. Señor Lamberts, le ruego capacidad de síntesis, a ver si puede usted intervenir treinta segundos para aclarar al colega su punto de vista.

 
  
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  Philippe Lamberts (Verts/ALE). – Señor Presidente, Lord Dartmouth pinta a los Verdes como defensores de unos impuestos elevados sin justificación. Quiero hacerle una pregunta muy sencilla, Lord Dartmouth. Si los servicios como la educación, la salud y la seguridad poseen valor, entonces hay que encontrar modos de financiarlos. ¿No es así?

 
  
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  El Presidente. – No, no vamos a entrar en un diálogo.

Señor Dartmouth, puede usted contestar luego, en el pasillo, al señor Lamberts, pero en el Reglamento lo que está previsto no es que se conteste con una pregunta a las preguntas.

Tiene usted quince segundos.

 
  
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  William (The Earl of) Dartmouth (EFD).(las palabras iniciales no se oyen por estar apagado el micrófono) ... la persona que ha formulado la pregunta tiene derecho a responder. Se ha inventado normas nuevas —sus propias normas— como Presidente. No está en lo cierto, señor.

 
  
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  El Presidente. – Sí, me invento normas. Inventamos normas continuamente y contribuimos al progreso del funcionamiento democrático de la Cámara. Gracias por reconocer ese hecho.

 
  
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  Hans-Peter Martin (NI).(DE) Señor Presidente, quiero empezar elogiándole por permitir dicho diálogo. Es una pena que William (The Earl of) Dartmouth no haya entendido que usted también le dio la oportunidad de responder. Considero algo muy positivo cuando personas como el señor Lamberts plantean propuestas tan concretas y cuando tenemos la oportunidad de participar en un debate animado, para que la gente pueda responder de manera más directa, que es justo lo que queremos en esta Cámara. Quizás le dé usted la oportunidad de responder brevemente más tarde.

Quiero retomar la cuestión donde la ha dejado el señor Lambert. La necesidad de transparencia en el sistema bancario no puede negarse. El público todavía no tiene plena conciencia de que estas subvenciones derivadas de la crisis financiera han hecho algo inimaginable al amparo de la normativa de la UE. Dejan claro que la competencia por sí sola no siempre puede subsistir sin subvenciones cuando se tienen en mente objetivos de mayor envergadura. No obstante, lo que hace que todo este asunto sea un trago amargo es el hecho de que aquellos bancos que han recibido apoyo se beneficien una vez más de los intereses europeos comunes y, en algunos casos, vayan en contra de ellos. Y con eso queda cerrado el tema del mercado financiero.

El segundo punto que quiero debatir es algo a lo que ya me he referido en otras ocasiones: los productos farmacéuticos. Me parece muy lamentable que todavía no hayamos realizado los avances que son posibles y necesarios desde hace décadas. Sin duda sería un gran paso adelante para Europa si los ciudadanos de mi país, Austria, y de Alemania y otros países pudieran pagar la misma cantidad por los productos farmacéuticos que pagan sus conciudadanos en otros Estados miembros de la UE. Esa es la tarea de los cárteles y de las grandes empresas. Creo que la Comisión tiene finalmente la oportunidad y el deber de tomar medidas a este respecto.

El segundo aspecto de esta cuestión es la autorización farmacéutica. Todavía se realizan ensayos innecesarios, tanto en animales como en seres humanos. Se duplican muchas tareas de manera innecesaria. En el contexto del mercado interior europeo, es algo que debía haberse resuelto en el siglo pasado. Una vez más, les pido que adopten medidas intensivas a este respecto.

 
  
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  Gunnar Hökmark (PPE). – Señor Presidente, en la actualidad nuestras miradas se dirigen a la cumbre entre China y los Estados Unidos, porque estas dos economías se consideran las dos economías más grandes del mundo. Estamos debatiendo el momento en el que China se convertirá en la economía más grande, pero esto se basa en una afirmación falsa, porque nos olvidamos de que la Unión Europea es la economía más grande, aunque China y los Estados Unidos tengan los mercados más grandes. Ello se debe a la falta de competencia en la Unión Europea, más allá de las fronteras y en distintas áreas.

Es una falta de competencia que nos hace mirar hacia ellos, y no hacia nosotros, pensando que tienen la autoconfianza de estar a la cabeza. Por ese motivo es importante, en el futuro, que el informe sobre la competencia también se centre en la falta de aplicación de la legislación que ya está en vigor, y también en la falta de competencia en la economía europea. Debemos hacerlo en una serie de ámbitos. Asimismo, para ser la principal economía, debemos asegurarnos de ser la economía más competitiva.

Dejen que les cuente un secreto: nunca seremos los más competitivos si no tenemos competencia. Los reglamentos y las subvenciones estatales que obstaculizan la entrada de nuevos participantes impiden que la economía europea se sitúe a la cabeza. Por ese motivo debemos garantizar la disponibilidad de las subvenciones estatales solo en casos excepcionales, cuando no haya otra opción o cuando podamos canalizarlos de forma que se respalde el bien común sin distorsionar la competencia.

Lo que debemos garantizar es la posibilidad de acoger a nuevos participantes en el máximo número posible de ámbitos de la economía europea. El objetivo de la competencia no es únicamente dejar a otros fuera de la competencia. También aspira a permitir las fusiones entre grandes empresas y el crecimiento de las mismas en todo el mundo y a posibilitar que nuevas compañías accedan a las nuevas innovaciones. Lo que nos falta es la responsabilidad de la Comisión para demostrar todo esto y adoptar medidas que nos permitan colaborar para que, en el futuro, se nos considere la economía principal.

 
  
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  Edit Herczog (S&D). – Señor Presidente, la política de competencia es una de las piedras angulares de la legislación europea. Coincidimos en que indudablemente la innovación, la creatividad y la superioridad aportan ventajas de mercado, pero no aceptamos que, solo por el hecho de que alguien sea más grande y más fuerte y posea un mejor acceso a la información, y concretamente, un acceso especial al gobierno, este tipo de ventajas se apliquen al mercado, y nos complace enormemente que la Comisión se mantenga alerta en este sentido para asegurarse de que no sea así.

Quiero mencionar una vez más un nuevo fenómeno: no son los agentes del mercado, sino más bien los gobiernos, los que parece que de vez en cuando juegan a conceder ventajas especiales relativas a la política de competencia a algunas de sus compañías preferidas. Se trata de un fenómeno muy negativo que se remonta a los tiempos en los que se repartían los botines.

Le pido a la Comisión que avance en esta dirección: que reinen la innovación, la creatividad y las pequeñas y medianas empresas, pero sin permitir los usos indebidos de la información o del poder, ni económico ni político, en estos territorios.

 
  
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  Sylvie Goulard (ALDE).(FR) Señor Presidente, señor Comisario, el informe del señor Eppink es encomiable, pero me temo —y esto no tiene nada que ver con el ponente— que hacemos las mismas observaciones una y otra vez. Es como tirar de un caballo muerto. Sin duda me uniría a la señora in ’t Veld y al señor Lamberts al afirmar que necesitamos controlar la competencia de manera apropiada, y pensar en lo que está ocurriendo en el sector agrícola, que cuenta con muy pocos compradores y un elevado número de productores, algo que nunca ha preocupado a la Comisión, mientras que si se hubiese tratado del sector industrial, se habría abalanzado de inmediato sobre el cártel de compradores. También necesitamos nuevas normas para el ámbito de Internet.

Sin embargo, nuestra relación con la Comisión es extremadamente aburrida. Nos envía un informe que esconde debajo de la alfombra la tercera parte de los temas. Respondemos amablemente que el informe e interesante y que se deben añadir otras cuestiones, y después todo el mundo lo archiva.

Hoy solo quería decir lo siguiente, y repetir lo que ha dicho el señor Hökmark: el mundo está cambiando. Es muy amable que digamos que las ayudas estatales no son positivas, pero la realidad sigue siendo que China, Corea, los Estados Unidos y otros países proporcionan ayudas estatales. Y yo no estoy a favor. No soy una proteccionista francesa de base. Solo pido que abramos los ojos un poco y dejemos de soñar.

 
  
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  Reinhard Bütikofer (Verts/ALE).(DE) Señor Presidente, la recomendación número 4 exige que la Comisión elabore informes sobre el modo en que gestionará todas las recomendaciones futuras y que explique cualquier discrepancia que pueda surgir. En mi opinión, se trata de una propuesta muy sensata que me gustaría concretar. El año pasado, el Parlamento decidió durante el debate pertinente que queríamos centrarnos en una competencia justa y sin discriminación para las pequeñas y medianas empresas. Durante este tiempo, la Comisión no ha hecho nada. De nuevo, esta recomendación se encuentra en la propuesta de resolución del señor Eppink.

Me gustaría que la Comisión indicara si ya tiene previsto aplicar esta recomendación reiterada o pedirles, como mínimo, que nos digan qué les impide tener en cuenta las preocupaciones específicas de las pequeñas y medianas empresas de este modo.

Mi segundo punto se refiere al sector de los productos básicos. Me complace enormemente constatar que este informe aborda la falta de transparencia en este sector. También acojo con agrado el hecho de que aborde la cuestión de la especulación en los productos básicos. Sin embargo, lamento que no haya recogido la recomendación de la Comisión de Industria, Investigación y Energía en su conjunto, que nos sugiere que ignoremos la propuesta de la Presidencia francesa, que afirma que la cuestión de la especulación debe limitarse a los productos agrícolas, pero recomienda que también se incluya la especulación relativa a los metales. En mi opinión, esto también es importante.

 
  
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  Vicky Ford (ECR). – Señor Presidente, quiero dar las gracias a mi colega, Derk Jan Eppink, por su excelente informe, pero quiero hacer un comentario especial sobre el mercado de la energía, que la Comisión va a analizar este año.

Como otras de Sus Señorías han señalado, el suministro y los precios energéticos pueden variar considerablemente entre los Estados miembros. En la región a la que represento, cerca de una cuarta parte de los hogares no disponen de instalación de gas y la gran mayoría de ellos dependen del fueloil para la calefacción doméstica. En el mes transcurrido entre noviembre y diciembre, los precios en ese mercado subieron más del 50 %. Los consumidores están preocupados (y tienen frío); están preocupados por los precios del cártel, y hay declaraciones a este respecto.

Es cierto que son los reguladores nacionales los que en primer lugar deberían analizar la cuestión, pero escucho preocupaciones similares de otros Estados miembros de la UE. Por ello quiero pedir al señor Comisario que cuando estudie este año los mercados de la energía no se olvide de aquellos que viven en zonas rurales y aisladas.

 
  
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  Ildikó Gáll-Pelcz (PPE).(HU) Señor Presidente, Señorías, como pudieron observar en nuestra presentación de ayer, el fortalecimiento del mercado interior y el fomento de la creación de empleo se encuentran entre las prioridades de la Presidencia húngara. Dado que una política de competencia de la UE basada en unas condiciones de competencia equitativas que se apliquen a todos los sectores constituye el requisito previo de las prioridades mencionadas, me complace enormemente la elaboración de este informe. Sin embargo, Señorías, ahora esta cuestión pertenece al pasado. Los tiempos ya han cambiado. Sin embargo, creo que es importante extraer conclusiones de este informe, y también atender al hecho de que el Parlamento Europeo —es decir, nosotros, los diputados— podrá desempeñar un papel más activo a la hora de elaborar una política de competencia futura que sea importante. No obstante, a este respecto solicito la cooperación de la Comisión.

En primer lugar solicito algo que considero una necesidad: que se informe al Parlamento periódicamente de todas las iniciativas emprendidas en este ámbito. En segundo lugar, pido a la Comisión, como única autoridad competente con competencia suficiente en toda la UE, que informe anualmente al Parlamento sobre la aplicación de las recomendaciones que realice y sobre cualquier desviación con respecto a las mismas.

Creo que es importante darse cuenta —y aquí coincido con mis colegas— de que la política de competencia no puede gestionarse verticalmente. También es necesaria la coordinación en todos los ámbitos funcionales y normativos. Sin embargo, esta responsabilidad corresponde a la Comisión. Por este motivo, es esencial armonizar las políticas de la UE y las prioridades definidas en la Estrategia UE 2020, cuyo objetivo es apoyar el crecimiento y el empleo.

Por último, yo también quiero referirme a las pequeñas y medianas empresas, cuya participación es inevitable e indispensable para el crecimiento de toda la economía europea, incluido, sin duda, el empleo. No obstante, las condiciones de competencia deben ser equitativas. Y la política de competencia debe velar por ello. Pido a la Comisión que preste especial atención a las PYME y que les ofrezca unas condiciones de competencia equitativas y no discriminatorias.

 
  
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  Peter Skinner (S&D). – Señor Presidente, permítanme en primer lugar felicitar al señor Eppink por el exhaustivo trabajo que ha realizado en este informe. Esperemos que siga desempeñando un papel progresista en este ámbito.

Acojo con agrado este informe sobre la situación de la política de competencia en 2009. Sin embargo, todavía hay elementos de la competencia en la UE que deben reforzarse y aclararse. Insto a una mayor cooperación entre la Comisión y el Parlamento Europeo en este ámbito. Es el único modo que nos permitirá mantener la confianza del público en las decisiones que se han adoptado. Asimismo, es imperativo que el Parlamento Europeo se mantenga al día con respecto a las medidas adoptadas por la Comisión, con especial atención a las políticas relativas a las PYME.

Espero con interés los informes y las investigaciones referidas en este informe: la última vez que los he contado había once informes, seis investigaciones de diversos ámbitos y el restablecimiento de la unidad fiscal de ayudas estatales de la Dirección General de Competencia. En particular, acojo con gran satisfacción la petición reiterada de la incorporación de la base para el cálculo de las multas, que ya hemos debatido. Creo que se trata de algo totalmente fundamental.

Por cierto, ha sido muy interesante escuchar hace un momento a William (The Earl of) Dartmouth habando como aristócrata sobre la política de competencia. Como todos saben, los aristócratas del Reino Unido se centran mayoritariamente en la concentración de tierras. Quizás deberíamos pedir a las autoridades de competencia que estudien esta cuestión y comprueben cómo los aristócratas han cuidado de sus tierras en la Unión Europea todo este tiempo.

 
  
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  Sławomir Witold Nitras (PPE).(PL) Señor Presidente, es un placer escuchar este debate. Quiero expresar mi agradecimiento al señor Eppink por su informe. Conociendo su enfoque, leo el informe con admiración y me complace que haya sido él quien lo ha redactado. También es un placer escuchar las intervenciones de los colegas, pero hay algo que creo que debo decir. Nos estamos centrando en la labor de la Comisión Europea. La estamos acusando de no tener una política ni una postura firmes y de no combatir el proteccionismo, pero sinceramente, nuestro oponente o nuestro gran problema —el señor Hökmark ha mencionado el hecho de que la economía europea no es competitiva— son los Estados miembros. Mientras tanto, muy a menudo la Comisión no tiene otra opción que —actuando bajo la presión de los Estados miembros— intentar proteger al máximo la libre competencia.

Hace algunas semanas hablábamos en esta Cámara, entre otras cosas, de una legislación especial para el mercado del carbón. Sin embargo, en esa ocasión no escuchamos a Sus Señorías hablar sobre la libre competencia, sino que las voces que escuchamos exigían principios proteccionistas y la posibilidad de subvencionar, por ejemplo, las minas cerradas —así se llaman— mientras que, en realidad, la verdadera cuestión era ayudar a las minas que no se van a cerrar en absoluto. Por ello, debemos ser coherentes con nuestro trabajo, y a menudo esta coherencia se echa en falta en esta Cámara.

Hemos hablado de la ayuda al sector bancario. Me temo que la Comisión Europea, actuando bajo la presión de los Estados miembros, solo ha sancionado dicha asistencia, y hoy, al hablar del informe, que se refiere a 2009 —aquí estoy de acuerdo con la crítica— me parece que no evalúa la repercusión de dicha asistencia y si realmente ha reestructurado el sector bancario de manera estable. Señor Comisario, espero que este aspecto —la evaluación de una importante política— esté presente en el informe.

El informe también habla de que la Comisión está combatiendo el proteccionismo, entre otros cuando hablamos del sector del automóvil, pero hay ejemplos —yo soy polaco— en los que la mejor fábrica del grupo Fiat fue cerrada —quizás no cerró pero se redujo la producción— y la producción se transfirió a Italia. Es evidente que esto constituye un ejemplo de proteccionismo, y la Comisión Europea debe combatir este problema.

Puedo ofrecerles otro ejemplo. En 2009 se cerraron dos astilleros polacos. Yo provengo de una ciudad de astilleros de Polonia, pero el problema no se limita a los dos astilleros polacos. El problema tiene que ver con el hecho de que, a escala internacional, la política europea de competencia obliga a la industria de la construcción naval a luchar principalmente contra las fuertes subvenciones que reciben los astilleros de Oriente Medio, y hoy hemos clausurado la industria de la construcción naval en Europa mediante esta política de competencia, porque les obligamos a competir con industrias subvencionadas. La existencia de la industria de la construcción naval en Europa debería ser un factor importante para nosotros. Gracias y les pido disculpas por excederme en mi tiempo de uso de la palabra.

 
  
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  Lara Comi (PPE).(IT) Señor Presidente, Señorías, defiendo que desarrollar una política de competencia eficaz y aplicarla correctamente desde una perspectiva metodológica constituye una tarea extremadamente delicada y compleja, especialmente durante una crisis.

Se trata de una cuestión delicada, porque aplicarla con demasiada rigidez podría repercutir sobre el efecto que posee y provocar graves consecuencias para la esfera social y el ciclo económico. Y es compleja porque los parámetros adoptados no tienen por qué aplicarse de manera generalizada a todos los ámbitos económicos en un momento tan delicado. Por ello, hay que felicitar a la Comisión por la labor realizada en torno a esta cuestión. Ha logrado combinar un método riguroso con la flexibilidad necesaria en estas condiciones económicas. De hecho, prever la evaluación de los instrumentos ad hoc adoptados a escala nacional para poner fin a la crisis refleja un enfoque que no solo es muy profesional, sino que también es sensible.

El Derecho europeo en materia de competencia es amplio y muy especializado. Y por ello la Unión Europea se ve, una vez más, como modelo para sus países vecinos, especialmente los menos desarrollados. Ello contribuye a impedir la separación y la divergencia entre los países que están a la cabeza y los que van por detrás. En consecuencia, es doblemente importante garantizar que este modelo no se vea perjudicado de ningún modo. En mi opinión, debe prestarse una atención especial a la evaluación de los diversos escenarios «poscrisis» que ya en el 2010 han debido empezar a aparecer.

Es muy probable que ello implique realizar un nuevo análisis del alcance de los cambios estructurales que debemos tener en cuenta y una evaluación de la situación actual de las distintas industrias y sectores. La precaución debe ser la palabra clave en un momento de tanta incertidumbre.

Insto a la Comisión a que se centre en las pequeñas y medianas empresas y en el empleo juvenil, que una vez más está haciendo de la competencia un problema de dimensión europea.

 
  
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  Sari Essayah (PPE). – Señor Presidente, quiero elogiar el informe por haber mencionado de forma positiva la zona única de pagos en euros (SEPA). Este Parlamento ha pedido una y otra vez una migración rápida a la SEPA, y los motivos son sencillos. La evaluación de impacto de la Comisión cita un estudio que afirma que la SEPA podría ahorrar 300 000 millones de euros en la economía de la UE en un período de seis años. Este ahorro se debe al incremento de la competencia mediante normas y procesos comunes. Ello también ahorrará tiempo y problemas a todos los europeos que tengan que realizar pagos en otros países.

También estoy totalmente de acuerdo con la parte del informe que afirma que las ayudas económicas públicas a los bancos y otras compañías durante la crisis económica ha distorsionado la competencia. Como muchos de mis colegas han hecho en esta Cámara esta mañana, insto a la Comisión a que proporcione un análisis de estas distorsiones.

Si me lo permiten, añadiré una reflexión más sobre la necesidad de normas y procesos comunes. Numerosos inventos del futuro se basarán en tecnologías de la información y de la comunicación. Necesitamos una mayor competencia en el sector de las TIC, y podemos fomentarla mediante un mayor uso del código fuente abierto en Europa. Espero que, de este modo, Europa se haga más competitiva en este ámbito esencial en comparación con los Estados Unidos y otras zonas económicas importantes, como ha dicho anteriormente el señor Hökmark.

 
  
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  Danuta Jazłowiecka (PPE).(PL) Señor Presidente, los autores de la resolución que estamos debatiendo observan con razón que la crisis económica supuso un desafío excepcional para la política de competencia de la UE. Los intereses nacionales y políticos salieron victoriosos en repetidas ocasiones, no solo por encima de las normas del mercado libre, sino también por encima del sentido común. La fuerte crisis económica, cuyos efectos siguen sintiéndose hoy en día en los países de Europa, fue un importante determinante de la política de competencia en 2009. Fue un período en el que se utilizaron mecanismos e instrumentos cuyo principal objetivo era ayudar a las instituciones financieras en apuros y a algunas empresas grandes, y no defender las normas de una economía de mercado, y los peores efectos de esta situación los sufrieron las pequeñas y medianas empresas.

¿Las medidas que se adoptaron serán eficaces a largo plazo? Es ahora cuando estamos empezando a averiguarlo. Por ello, debemos instar a la Comisión a que elabore análisis creíbles que reflejen los efectos de estas ayudas sobre la economía. De ese modo, no solo permitiremos que se evalúen las medidas adoptadas, sino que también posibilitaremos una reacción rápida y efectiva frente a futuras amenazas similares.

 
  
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  George Sabin Cutaş (S&D).(RO) Señor Presidente, la política de competencia desempeña un papel clave a la hora de garantizar la competitividad de la economía europea, con el control estatal como parte integrante de la misma.

Al mismo tiempo, durante la crisis actual, la Comisión Europea ha constatado la necesidad de autorizar la concesión de ayudas estatales, especialmente para el sector bancario, pero también para otros sectores que han encontrado dificultades. Por ello, los Estados miembros han concedido sumas considerables en forma de planes de garantía, de recapitalización y otras formas de financiar la liquidez de las entidades bancarias, al objeto de proporcionarles una fuente de financiación y una garantía contra los riesgos.

No obstante, la Comisión Europea debe vigilar de cerca al sector y presentar planes de reestructuración y regulación de las entidades financiera para asegurarse de que no siguen adoptando comportamientos arriesgados que perjudiquen la estabilidad financiera de la Unión Europea. De lo contrario, las ayudas estatales solo contribuirán a perpetuar las dificultades financieras en la Unión Europea.

 
  
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  Jaroslav Paška (EFD). (SK) Señor Presidente, el informe presentado confirma el hecho de que en la UE nos queda mucho camino por recorrer para alcanzar una competencia satisfactoria.

Un buen ejemplo en este sentido es la producción agrícola, donde tanto la UE como los distintos Estados permiten diversas ayudas y subvenciones, distorsionando así en gran medida el entorno competitivo. En concreto, las empresas agrícolas de los nuevos Estados miembros están sufriendo considerablemente a raíz de la inadecuada política de subvenciones de la UE. El transporte es otro ámbito en el que serán necesarias una modificación y una mejora esenciales del entorno competitivo. Por ello considero de gran importancia adoptar las propuestas de la Comisión de Transportes y Turismo, que también llamaron debidamente la atención sobre la distorsión de la competencia entre los distintos tipos de transporte.

En cualquier caso, se trata de un informe positivo e inspirador, y es importante que se utilice de manera eficaz para mejorar el entorno competitivo de la UE.

 
  
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  Alajos Mészáros (PPE).(HU) Señor Presidente, la situación creada por la crisis económica y financiera ha dejado su huella en el tono del informe de la Comisión. No obstante, se trata de un informe positivo, tal como refleja la resolución del Parlamento. Sin embargo, hay partes en las que la labor puede mejorarse en un futuro cercano, principalmente en el ámbito de la prevención y de la pertinencia de la información. Si no cooperamos no podremos recuperarnos de la crisis, por lo que es de gran importancia que la Comisión nos garantice un flujo continuo de información sobre los resultados que ya se han alcanzado. El cumplimiento de las normas de la política de competencia de la UE es una de las claves del éxito del mercado único. Todavía hay mercados de materias primas en el ámbito de la política energética, por ejemplo, en los que es necesaria una mayor transparencia. Del mismo modo, no todos los segmentos del sector energético disfrutan de una competencia plenamente garantizada, y por este motivo es tan urgente la aplicación del segundo paquete del mercado interior y el tercer paquete energético. La solicitud de una investigación más exhaustiva de la competencia en otro sector, como lo es el agroindustrial, constituye una medida muy oportuna. Debemos identificar, a través de un estudio, los principales proveedores y distribuidores responsables de la distorsión de la competencia en el mercado.

 
  
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  Elena Băsescu (PPE).(RO) Señor Presidente, quiero subrayar la importancia de elaborar normas de competencia claras que resulten útiles para las PYME. Estas normas son especialmente importantes para el conjunto de la economía europea, por no mencionar el enorme potencial de innovación que ofrecen. A este respecto, considero recomendable incluir un capítulo dedicado a las pequeñas empresas que haga hincapié en la competencia leal. La política de competencia debería contribuir a promover y aplicar las normas abiertas y la interoperabilidad, con el fin de evitar un bloqueo tecnológico por los operadores del mercado.

Quiero terminar diciendo que la aplicación de una política de competencia satisfactoria y el funcionamiento del mercado interior libre de restricciones son requisitos previos para un crecimiento económico sostenible en la Unión Europea.

 
  
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  Mairead McGuinness (PPE). – Señor Presidente, si me lo permite me concentraré en el apartado 90 de este informe, que afirma que la competencia en la producción agrícola constituye una condición previa para reducir los precios para los consumidores de los países europeos. En parte, esto es cierto, pero me temo que no aborda el meollo de la cuestión en absoluto. Estamos debatiendo entre nosotros, y en grupos concretos de este Parlamento, lo que está aconteciendo en los mercados agrícolas y los motivos por los que no se produce una transmisión justa del precio final que, como consumidores, pagamos por los alimentos a los productores de los mismos.

En un momento en el que estamos reformando la política agrícola, se trata de un problema muy grave que amenaza con recortar el presupuesto de la agricultura ignorando las deficiencias de este mercado. Por este motivo, el informe debería ser más exhaustivo sobre este tema. Se insta a la Comisión a que considere la competencia en el sector agroindustrial: analícela, por favor, y analice también el sector minorista, pero después deje de analizar y haga algo al respecto. En esta Cámara se nos da muy bien hablar, pero no somos tan buenos a la hora de pasar a la acción.

Tengo otro comentario relativo a la competencia. Formulo quejas a la Comisión en nombre de los electores. Las personas de a pie no obtienen audiencias contra el Estado, y quisiera que la Comisión retirase lo siguiente: que hay ciertas quejas que yo, como diputada, no he…

(El Presidente interrumpe a la oradora)

 
  
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  El Presidente. – Gracias, señora McGuinness. Quizá sea pertinente que, en ulteriores debates de esta naturaleza, también se escuche la opinión de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural.

 
  
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  Czesław Adam Siekierski (PPE) .(PL) Señor Presidente, el mercado interior debería ser libre, eficaz, dinámico e innovador. Una política de competencia adecuada constituye el instrumento apropiado para lograr este objetivo. Si existe una competencia satisfactoria en el mercado de bienes y servicios, podremos garantizar una calidad mejor, unos precios más bajos y un mayor número de opciones para el consumidor. Es positivo que llevemos a cabo estas evaluaciones anuales de la política de competencia. A posteriori, dichos análisis resultan muy instructivos. El uso efectivo del instrumento de la política de competencia permite mejorar la estabilidad económica y disminuir los efectos de la crisis económica para empresas y consumidores. Es necesario mejorar la competencia en los mercados de los medicamentos y la energía. Recordemos que los monopolios, ya sean privados o públicos, limitan la competencia. Cabe destacar que los cambios en la política agrícola común han logrado que las subvenciones y las ayudas externas ya no restrinjan la competitividad.

 
  
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  Štefan Füle, Miembro de la Comisión. – Señor Presidente, la Comisión toma nota de que el Parlamento exige una mayor transparencia, diálogo e información sobre la política de competencia. Seguiremos informándole de las decisiones políticas importantes relativas a la competencia y nos esforzaremos por satisfacer sus peticiones en nuestra respuesta a su resolución, bien en el próximo Informe sobre la política de competencia o de forma puntual, tal como han solicitado el señor Bütikofe y otras de Sus Señorías.

He observado que se han solicitado investigaciones sectoriales en diversos mercados. La experiencia demuestra que una aplicación equitativa y firme genera efectos positivos sobre la competencia en un sector. Las investigaciones sectoriales no siempre son el mejor modo de hacer cumplir las normas en un cierto sector. Estas investigaciones utilizan un gran número de recursos y deben realizarse únicamente cuando los objetivos políticos de la Comisión las marquen como necesarias.

Puedo confirmar, una vez más, que las medidas temporales relativas a las ayudas estatales en relación con la crisis son, en efecto, temporales. Quiero comentar algunas de sus preguntas de manera muy breve en el poco tiempo del que dispongo.

En primer lugar, con respecto al sector financiero y de inversión, las consultas en materia de directrices de rescate y reestructuración siguen en curso.

En segundo lugar, con respecto al transporte, la Comisión está redactando un Libro Blanco sobre el futuro del transporte, cuya adopción está prevista para marzo de 2011. Este libro describirá varias propuestas para agilizar la realización del mercado interior para el transporte.

En tercer lugar, con respecto a los servicios de interés económico común, la Comisión informará sobre esta cuestión durante el primer trimestre de este año.

En cuarto lugar, sobre la agenda digital, la Comisión coincide plenamente en subrayar la importancia de promover un mercado interior digital verdaderamente integrado.

En quinto lugar, con respecto a las PYME, resulta esencial contar con unas condiciones equitativas para que prosperen todas las compañías, grandes y pequeñas. A este respecto, es esencial que la Comisión garantice la aplicación de las normas de competencia. También contamos con normas selectivas sobre ayudas estatales para las PYME, la innovación, la investigación y el desarrollo y las tecnologías ecológicas.

El próximo mes de junio, el Vicepresidente Almunia les presentará el Informe sobre la política de competencia 2010. Mientras tanto, les mantendrá informados sobre las cuestiones que han planteado, y en relación con el apartado 4 del informe del Parlamento, se darán instrucciones a los servicios de la Dirección General de Competencia para que le proporcionen una respuesta más detallada.

 
  
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  El Presidente. – Terminaremos con la intervención del ponente, señor Eppink, a quien, por cierto, felicitamos porque la mayoría de sus colegas han alabado mucho su gestión como redactor de este informe.

 
  
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  Derk Jan Eppink, ponente. – Señor Presidente, quiero dar las gracias al señor Comisario, que sustituye a su colega, por su presencia en la Cámara. Acojo con agrado la iniciativa de la Comisión con respecto al recurso colectivo, que es una iniciativa que debió haberse adoptado hace tiempo. También se menciona en el informe, y creo que redunda en beneficio de los consumidores, siempre que esté bien definida y legislada. Creo que se trata de algo positivo. Empezaremos con el Libro Verde para conocer las distintas opiniones, y esto es algo que acojo con satisfacción.


En el sector bancario, la situación es muy extraña: las ayudas estatales se ofrecen a diferentes escalas en diferentes países y en diferentes etapas. En algunos países, como España, en el sector bancario, las cajas concretamente están atravesando dificultades, y necesitan ser salvadas por el Banco Central Europeo, aunque el BCE, como el señor Lamberts ha señalado en 30 segundos, corre el riesgo de tener muchos activos «defectuosos», lo que hace del BCE una especie de mal banco, algo que no deberíamos tener.

En otros países, los Estados están intentando desvincularse del sector bancario, y entonces tenemos el peligro de la dote. Imagino que ustedes no pueden responder a esta cuestión de la dote —y que corresponde al Comisario hacerlo—, pero sería muy injusto para otros bancos que no recibieron ayudas estatales si algunos de los que se recuperaron o necesitaron rescates de repente se encontraran con una. Así que, a este respecto, debemos considerar la cuestión de las condiciones equitativas.

Por último, quiero abordar el seguimiento, porque ha habido varias observaciones de la señora in ’t Veld, de la señora Gáll y del señor Bütikofer que han sido muy acertadas. El año pasado se presentó un informe, este año se ha presentado un informe, y probablemente el año que viene también contemos con un informe similar. Y todo se queda igual. En cierto modo, se parece a un ritual del Vaticano en el que siempre ocurre lo mismo. Creo que debemos analizar el seguimiento de las preguntas que hemos planteado, y propongo que el ponente y la ponente anterior se pongan en contacto con el señor Comisario y con el Director General de la Dirección General de Competencia para ver lo que ocurre con las solicitudes que hemos formulado.

Debemos contar con un informe que se aplique debidamente en cuanto al suministro de información. Por ese motivo propongo que llevemos a cabo un seguimiento adecuado, en el que sin duda la señora in ’t Veld me apoyará, para observas las medidas que adopta la Comisión.

 
  
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  El Presidente. – Gracias, señor Eppink. Ya ve usted cómo reaccionan sus colegas, así que, probablemente, su propuesta tendrá el apoyo necesario.

Se cierra el debate.

La votación tendrá lugar hoy jueves.

 
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