Índice 
 Anterior 
 Siguiente 
 Texto íntegro 
Procedimiento : 2011/2523(RSP)
Ciclo de vida en sesión
Ciclos relativos a los documentos :

Textos presentados :

RC-B7-0042/2011

Debates :

PV 20/01/2011 - 11.2
CRE 20/01/2011 - 11.2

Votaciones :

PV 20/01/2011 - 12.2

Textos aprobados :

P7_TA(2011)0027

Acta literal de los debates
Jueves 20 de enero de 2011 - Estrasburgo Edición DO

11.2. Brasil: extradición de Cesare Battisti
Vídeo de las intervenciones
Acta
MPphoto
 

  Presidente. – El punto siguiente es el debate sobre seis propuestas de resolución sobre Brasil: extradición de Cesare Battisti(1).

 
  
MPphoto
 

  Mara Bizzotto, autora.(IT) Señor Presidente, Señorías, en Derecho internacional un refugiado político es toda persona que, debido a temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a cierto grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad.

Cesare Battisti no es un refugiado político. Con independencia de la cobertura ofrecida por Francia durante muchos años, estamos hablando de un asesino en masa, que perpetró u ordenó cuatro asesinatos y que se escondió detrás del pretexto de la lucha política para eludir la cadena perpetua. Es vergonzoso que un gran país como Brasil pueda denegar la extradición de un criminal impune concediéndole el estatuto de refugiado político. Las autoridades italianas y, sobre todo, los familiares de las víctimas, insisten en que se lleve a este criminal ante la justicia.

Ante la arrogancia del Presidente Lula a la hora de denegar la extradición, la UE no puede dejar solo al Gobierno italiano. Europa tiene y debe utilizar todos los instrumentos diplomáticos a su disposición para garantizar que el señor Battisti sea entregado a Italia, aun a costa de amenazar con suspender los acuerdos de cooperación con Brasil.

 
  
MPphoto
 

  Anneli Jäätteenmäki, autora.(FI) Señor Presidente, el respeto a la independencia de los poderes judiciales y la legalidad de sus decisiones es uno de los requisitos esenciales del Estado de Derecho y la sociedad democrática. Cada persona merece el derecho a un juicio imparcial y la sentencia de un tribunal independiente debería respetarse.

En este caso, el Tribunal Supremo de Brasil decidió permitir la extradición de Battisti. Todas las decisiones adoptadas en Italia para solicitar la extradición se tomaron siguiendo el orden jurídico adecuado. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos no consideró el recurso presentado. Dicho de otro modo, este asunto está resuelto.

Ahora, las autoridades brasileñas deben actuar para garantizar que se aplique el derecho y extraditar a Battisti. Mi Grupo espera que el Servicio Europeo de Acción Exterior haga todo lo que esté en su mano por asegurar que prevalezcan el sistema judicial y el Estado de Derecho.

 
  
MPphoto
 

  Raül Romeva i Rueda, autor.(ES) Señor Presidente, la verdad es que no les escondo mi incomodidad con el tema y con la situación, porque, en realidad, creo que estamos ante un tema importante, pero es un tema que afecta a Italia y a Brasil y hay muchos espacios en los que creo que hay que tratar este tema, pero no sé si este, el espacio donde se tienen que discutir resoluciones sobre vulneraciones de derechos humanos en el mundo, es el lugar.

Lo digo con todo el respeto y lo digo con toda la atención y señalando, de entrada y de partida, mi total solidaridad con las víctimas del terrorismo en cualquier parte del mundo, también en este. Y lo digo también con una voluntad de hacer una reflexión global sobre cómo es que ese tipo de cuestiones acaban llegando a una sesión del jueves por la tarde, cuando, insisto, además, en ese contexto tenemos una situación sub iudice donde hay una resolución judicial en marcha.

Es una dificultad para nuestro Grupo apoyar esta situación y es por eso que hemos planteado la abstención. Nos vamos a abstener, insisto, no porque el contenido o el tema no merezcan una reflexión, sino porque entendemos que este no es ni el momento ni el lugar de hacerlo.

 
  
MPphoto
 

  Roberta Angelilli, autora.(IT) Señor Presidente, Señorías, mediante esta resolución, estamos haciendo un llamamiento a las instituciones europeas para que desempeñen un papel a la hora de afirmar los derechos de justicia y legalidad cuando lleven a cabo sus funciones diplomáticas.

Hoy, el Parlamento Europeo está pidiendo alto y claro que la Carta de los Derechos Fundamentales no se considere como una simple colección de papeles, y que a los ciudadanos no se los tenga por meros consumidores del mercado común, sino por titulares de derechos fundamentales inalienables e innegociables. Los familiares de las víctimas de Cesare Battisti —que asesinó a cuatro personas decentes y muy trabajadoras en un baño de sangre sin sentido delante de sus familias e hijos— vinieron aquí ayer con este espíritu de confianza.

Comisario, con vehemencia y con la fuerza del derecho que nos asiste, confiamos en que todo el mundo haga su contribución y, en estos últimos segundos, me gustaría pedir a mis compañeros diputados que dediquen un minuto de reflexión a la memoria de las víctimas.

 
  
MPphoto
 

  David-Maria Sassoli, autor.(IT) Señor Presidente, Señorías, hoy estamos aquí en esta Cámara para recordar que el Parlamento Europeo y las instituciones democráticas deben proteger y apoyar a los familiares de las víctimas del terrorismo y ofrecer el sentido de justicia que la opinión pública europea demanda.

En la resolución que hemos presentado y que vamos a votar en breve, señalamos que las relaciones entre Brasil y la Unión Europea se basan en el reconocimiento mutuo y el respeto del Estado de Derecho y de los derechos fundamentales. Por tanto, no hay interrogantes sobre nuestra relación cordial con Brasil.

Quisiera señalar que, en Italia, al acusado, Cesare Battisti, se le ha declarado culpable de cuatro asesinatos. A pesar de ser un fugitivo, el señor Battisti, en sus juicios —que se desarrollaron en presencia de su abogado defensor— tuvo las garantías jurídicas de que el sistema de justicia italiano había seguido su curso, habiendo agotado todos los niveles de justicia, y que lo condenaban a dos cadenas perpetuas.

Señor Presidente, incluso Francia —donde Cesare Battisti había huido previamente— decidió en 2004 acceder a la petición de extradición de Italia, reconociendo sus crímenes y las sentencias correspondientes, porque Cesare Battisti es un criminal a quien hay que llevar ante la justicia. El comportamiento contradictorio de Brasil es difícil de entender, no en vano porque las autoridades brasileñas no lo han reconocido oficialmente como refugiado político, circunstancia que constituye uno de los motivos para suspender el acuerdo bilateral entre Italia y Brasil en materia de extradición.

Por esta razón, la decisión del Tribunal Supremo les parecía incomprensible a las familias de las víctimas y al público en general. Señor Presidente, estamos representando a una Europa de derechos y, concretamente, de derechos para todos. Las víctimas tienen el derecho de saber que los culpables de unos crímenes tan atroces cumplirán su condena en las cárceles de sus propios países.

 
  
MPphoto
 

  Ryszard Czarnecki, autor.(PL) Señor Presidente, no soy italiano, no soy brasileño, soy ciudadano de un Estado miembro de la Unión Europea, y no quiero que la Unión sea una Unión que haya perdido su sentido de la proporción —una Unión en la que un criminal disfrute de los mismos derechos que las víctimas de los crímenes y sus familias—. Esto no es aceptable. Es una cuestión de ciertas normas elementales —incluso yo diría que de normas humanas— y no europeas. Hablando como alguien que no está muy involucrado emocionalmente y que, supongo, puede contemplar la situación fría y objetivamente, me parece que sobre este asunto puedo decir que aquí se ha producido, de hecho, una cierta pérdida de equilibrio, algo inconcebible para nuestros contribuyentes y nuestros votantes. Creo que la decisión del Tribunal Supremo de Brasil es incomprensible y que lo será para quienquiera que la examine.

 
  
MPphoto
 

  Mario Mauro, en nombre del Grupo PPE.(IT) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, señor Romeva i Rueda, ayer en una conmovedora rueda de prensa celebrada en el Parlamento, los familiares de las víctimas de los asesinatos indiscriminados de Cesare Battisti hablaron con imparcialidad y dignidad para presentar una vez más la cuestión de fondo de este trágico asunto.

No es una cuestión de venganza, pero debe hacerse justicia. Por consiguiente, puesto que debe hacerse justicia, Cesare Battisti debe ser extraditado y, puesto que el señor Battisti debe ser extraditado, esperamos que, por medio de esta resolución, el Parlamento pueda amplificar con autoridad y credibilidad este mismo lema: no es una cuestión de venganza, pero debe hacerse justicia.

La Unión Europea es un proyecto político en el que hemos combinado nuestros valores y nuestros ideales para derrotar definitivamente el poder de las ideologías, concretamente las ideologías totalitarias, la violencia arbitraria y el mal ilimitado del terrorismo. A fin de hacer realidad este proyecto, hoy, pedimos enérgicamente de nuevo: no busquemos la venganza, pero garanticemos que se haga justicia.

 
  
MPphoto
 

  Gianluca Susta, en nombre del Grupo S&D.(IT) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, con demasiada frecuencia ocurre que los intelectuales o las instituciones poderosas de algunos países se niegan a comprender el fenómeno del terrorismo italiano, suscitando dudas sobre la fiabilidad de nuestro sistema judicial.

Dado que esta es la base jurídica de la denegación de la extradición de Cesare Battisti, no podemos sino rechazarla. Cesare Battisti, un individuo con un pasado un tanto ambiguo, es el producto de una época en la que miles de jóvenes —muchos de los cuales se sentían desesperadamente solos— eligieron la lucha armada como medio de lucha política y acabaron convirtiendo en un crimen el sueño utópico alienante en el que creían. Otros países han vivido tragedias similares pero, hasta la fecha, ninguno ha ofrecido a los protagonistas de estas ninguna posibilidad de reforma, a diferencia de Italia, que, en su lucha contra el terrorismo, realmente ha consolidado su sentido de unidad nacional.

Por tanto, haciendo nuestro el llamamiento de los familiares de las víctimas, pedimos que Cesare Battisti sea llevado ante el sistema judicial italiano, que sabrá cómo demostrar —como ha hecho en cientos de otros casos de antiguos terroristas que ahora se han reintegrado en la vida social y civil— que recibir castigo es también reparar el daño causado, tal y como el italiano Cesare Beccaria enseñó a la civilización jurídica occidental, y no solo intimidación o maltrato, como temen las autoridades brasileñas.

 
  
MPphoto
 

  Ilda Figueiredo, en nombre del Grupo GUE/NGL.(PT) Señor Presidente, estamos tratando un asunto que no es verdaderamente urgente, pero no faltan temas referentes a asuntos realmente urgentes, como el encarcelamiento y asesinato de sindicalistas en Colombia, la represión y muerte en Honduras, o la trágica situación de los territorios palestinos ocupados por Israel.

Si ustedes desean hablar de Brasil, entonces sería una cuestión verdaderamente urgente demostrar nuestra solidaridad con las personas afectadas por las tormentas que han azotado recientemente el estado de Río de Janeiro, en particular, las ciudades de Nueva Friburgo, Petrópolis y Teresópolis, y que se han cobrado más de 700 víctimas mortales, han dejado sin hogar a más de 13 000 personas y han causado daños incalculables.

Es lamentable que el Parlamento Europeo no haya comentado esta tragedia ni haya pedido a la Comisión Europea que exprese su solidaridad activa al Presidente de Brasil y su disponibilidad para prestar cualquier ayuda necesaria. Por tanto, desde estos escaños, felicitamos a la nueva Presidenta de Brasil, Dilma Roussef, por su reciente elección. Les transmitimos nuestros sentimientos de solidaridad y profundo pesar por las trágicas consecuencias de las tormentas, sentimientos que se extienden al Congreso de Brasil, a las familias que son las víctimas de esta tragedia y a todo el pueblo de Brasil.

Con respecto a la resolución presentada aquí, insistimos en la necesidad de respetar las decisiones de las autoridades legítimas de Brasil, donde se mantiene detenido a Cesare Battisti, y aguardar a las decisiones de dichas autoridades, sin que este Parlamento ejerza ninguna presión. Por consiguiente, sugiero que se retire la propuesta con el fin de evitar una decisión lamentable.

(La oradora acepta contestar a dos preguntas con arreglo al procedimiento de la «tarjeta azul» de conformidad con el apartado 8 del artículo 149)

 
  
MPphoto
 

  Francesco Enrico Speroni (EFD).(IT) Señor Presidente, Señorías, me gustaría contestar a la compañera diputada que ha dicho que hay otros muchos asuntos urgentes que tratar y todo eso, simplemente exponiendo el hecho de que, a diferencia de otros muchos asuntos que, con bastante claridad, merecen nuestro interés, este es un asunto urgente que afecta no solo a un país de fuera de la Unión Europea, sino a uno de dentro, y también nos estamos refiriendo a ciudadanos que han sido asesinados o han quedado discapacitados y que son ciudadanos europeos.

 
  
MPphoto
 

  Ilda Figueiredo (GUE/NGL).(PT) Señor Presidente, ya he dicho, y ahora repito, que este no es un asunto verdaderamente urgente. Sabemos que las autoridades legítimas de Brasil tienen entre manos este caso y que el ciudadano italiano permanece detenido en Brasil. Por tanto, lo que estamos diciendo es que este Parlamento no debe presionar a las autoridades legítimas de Brasil. Tenemos que aguardar a las decisiones que dichas autoridades adoptarán a su debido tiempo. Con respecto a los asuntos urgentes, tenemos una gran cantidad de temas aquí, incluida, en Brasil, la solidaridad con las víctimas de las tormentas, que se han cobrado más de 700 vidas.

 
  
MPphoto
 

  Roberta Angelilli (PPE). (IT) Señor Presidente, Señorías, simplemente tengo una pregunta sencilla para la señora Figueiredo. ¿No cree usted que 30 años —porque muchos años han pasado desde que estas personas fueron asesinadas— basten para pedir urgentemente justicia, por fin?

 
  
MPphoto
 

  Ilda Figueiredo (GUE/NGL).(PT) Como ya hemos dicho y volvemos a repetir, señor Presidente, la cuestión es cómo estamos tratando este tema. Lo estamos debatiendo en un momento en que deberíamos estar abordando asuntos urgentes. Incluso por lo que se desprende de las declaraciones que ha hecho la señora Angelilli, está claro que este tema podría haberse debatido, y todavía estamos a tiempo, en otro momento, pero no ahora con carácter urgente. Lo urgente era la solidaridad con las 700 personas que han muerto en los últimos días en Brasil a causa de las tormentas.

 
  
MPphoto
 

  Fiorello Provera, en nombre del Grupo EFD.(IT) Señor Presidente, Señorías, Cesare Battisti no es un héroe romántico como lo han descrito algunos, sino un asesino salvaje con una historia de robos al que se ha declarado culpable de asesinar a cuatro personas de un tiro en la nuca.

Se vio beneficiado injustamente por la doctrina de asilo político del señor Mitterrand y lo han protegido e idealizado algunos intelectuales franceses de extrema izquierda. Tras haber huido a Brasil para evitar su repatriación y encarcelamiento, el señor Battisti ha sido salvado por el Presidente Lula debido a una decisión errónea que probablemente se haya tomado por motivos políticos, sin ninguna consideración por el sufrimiento de las víctimas y sus familiares.

Señora Figueiredo, la petición del Parlamento a las autoridades brasileñas y a la Comisión no solo solicita el respeto de las normas jurídicas y los acuerdos bilaterales, sino que también tiene por objeto afirmar el principio de que ninguna razón ideológica puede justificar las acciones de un asesino y ningún país puede garantizarle la impunidad.

No debemos olvidar nunca que hay un valor ético en la compensación moral de las víctimas cuando se cumple una condena. Esto forma parte de los fundamentos del contrato social que sostiene todas las comunidades que son civilizadas, o que pretenden serlo.

 
  
MPphoto
 

  Salvatore Iacolino (PPE).(IT) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, 31 años después del derramamiento de la sangre de las víctimas de los bárbaros asesinatos perpetrados por Cesare Battisti y su banda, esto todavía no se ha olvidado.

El dolor de los familiares de las víctimas, a los que oímos ayer en una rueda de prensa en Estrasburgo, es una auténtica prueba de esto. De hecho, fue el señor Mastella —entonces Ministro de Justicia del Gobierno italiano— quien realizó ingentes esfuerzos mediante acciones institucionales para hace justicia por fin en el caso Battisti.

Hoy, junto con los familiares de las víctimas, los ciudadanos de Italia y todo el país, es el Parlamento Europeo —mostrando su extraordinaria unidad con una propuesta de resolución común— el que está pidiendo enérgicamente a otro país, que es amigo de Europa y de Italia, la extradición inmediata de Cesare Battisti, que es un criminal y un terrorista a quien se ha condenado con sentencias definitivas, con el objetivo de poner fin de una vez a este episodio difícil y doloroso que ha estado alargándose demasiado tiempo.

 
  
MPphoto
 

  Carlo Fidanza (PPE).(IT) Señor Presidente, Señorías: Por sí mismo, era un pequeño sinvergüenza o un delincuente de poca importancia, pero era listo y, como yo, también creía que podía llegar a ser político. Las personas más heridas emocional y físicamente por los crímenes de su banda nunca han pedido venganza, sino que, con todo civismo, incluso ahora, piden que se sepa la verdad y se haga justicia. No porque se trate de una cadena perpetua, sino porque se ha dictado la sentencia y para que la condena impuesta de conformidad con las normas de nuestro sistema jurídico pueda cumplirse y ejecutarse. Esas son las palabras de Arrigo Cavallina, que contrató a Cesare Battisti en la cárcel cuando este estaba cumpliendo una condena por robo, al hablar del señor Battisti, sus crímenes y las familias de las víctimas.

Esta es la propia esencia de todo el asunto: era un delincuente común, que se reinventó a sí mismo como terrorista y a quien se ha condenado a cadena perpetua por llevar a cabo y ordenar los asesinatos de cuatro personas indefensas, alguien que se ha refugiado primero en México, luego en Francia y ahora en Brasil, protegido por una red de apoyo internacional como si fuera un revolucionario romántico y no un asesino despiadado.

Por esta razón, la extradición de Cesare Battisti a Italia no solo es el último acto de una larga historia de supuesta persecución política, como algunos intelectuales de sillón todavía pretenderían hacernos creer, sino la reivindicación legítima de un Estado miembro —por no decir fundador— de la Unión Europea de que se respeten los tratados internacionales y su propio sistema judicial.

(Aplausos)

 
  
MPphoto
 

  Charles Tannock (ECR). – Señor Presidente, cuestiono su decisión de asignar el turno de palabra según el procedimiento de solicitud incidental de intervención simplemente sobre la base de quién no haya hablado en el debate sobre Pakistán. Este es un debate totalmente diferente sobre un asunto distinto. Hasta ahora, ha sido un debate entre lusófonos e italófonos. Eso está fenomenal, pero quizás otros países también quieran expresar su opinión al respecto, así como otras delegaciones de otros grupos políticos.

 
  
MPphoto
 

  Presidente. – Estoy totalmente de acuerdo en que este es un debate completamente diferente, pero disponemos de un tiempo asignado de dos minutos, así que tengo libertad para dar el turno a dos personas. Si usted estuviera en mi lugar, ¿cómo lo haría? Quiero dar una oportunidad justa de intervención a todos los que no han hablado en el punto anterior, una oportunidad justa de intervención a los representantes de cada grupo político. Realmente, el caso es que han hablado principalmente nuestros colegas italianos, así que me haré cargo de ello y concederé la palabra principalmente a diputados no italianos.

 
  
MPphoto
 

  Eija-Riitta Korhola (PPE).(FI) Señor Presidente, hasta cierto punto, comprendo la frustración que sienten algunos de mis compañeros diputados en relación con la urgencia de una resolución sobre Cesare Battisti.

A finales de diciembre, después de que el Presidente Lula da Silva hiciera pública su decisión de no conceder la extradición, Berlusconi anunció que retiraría a su embajador en Brasil y seguiría luchando para conseguir la extradición de Battisti a Italia. Esto sin duda forma parte de esa misma lucha.

Sin embargo, esto no resta gravedad a los crímenes de Battisti. Este lleva ya 30 años eludiendo a la judicatura italiana y hasta la fecha, por tanto, se ha librado de una cadena perpetua por asesinato. Las relaciones entre la UE y Brasil se basan en la confianza, en la medida en que hay un respeto por la democracia, el Estado de Derecho y los derechos humanos. Elevar a los criminales al estatuto de refugiados políticos no es aceptable.

 
  
MPphoto
 

  Corina Creţu (S&D).(RO) Señor Presidente, considero que el respeto por la independencia judicial —una norma fundamental compartida por la Unión Europea y Brasil— debería primar sobre todas las demás consideraciones. Creo firmemente que las excelentes relaciones entre ambas partes tanto en el plano económico como político estarán respaldadas por una cooperación igualmente buena en cuestiones judiciales, de manera que Cesare Battisti, condenado a cadena perpetua por cuatro asesinatos y otros crímenes, cumplirá su condena en virtud del derecho que le es de aplicación.

Hay un tratado de extradición entre Brasil e Italia. Así pues, debemos hacer un llamamiento a Brasil para que respete este acuerdo. Como la controversia tiene una vertiente política de alto nivel, creo que debería entablarse un diálogo a este nivel con la nueva Jefa de Estado brasileña.

 
  
MPphoto
 

  Marie-Christine Vergiat (GUE/NGL).(FR) Señor Presidente, Señorías, me sorprende ligeramente el número de diputados aquí presentes en esta Cámara para una tarde de jueves. Como alguien que asiste cada jueves por la tarde, me parece bastante extraordinario el repentino interés por las cuestiones de derechos humanos.

Yo habría celebrado este hecho, si no me hubiera dado cuenta de que los asistentes son en su mayoría diputados italianos, que normalmente no se interesan por los derechos humanos y que, respecto a esa cuestión, a menudo son los primeros en ...

(Protestas)

Mi querido compañero diputado, ¿desearía usted expresarse con claridad? Entonces, por favor, hable por el micrófono y le contestaré. Eso es lo que usted llamaría una acusación personal. Usted es italiano, yo soy francesa, yo a usted lo respeto como italiano. Cualquiera puede ver que hay, a fin de cuentas, una mayoría de diputados italianos en la Cámara, algo que, un jueves por la tarde, es cuando menos poco habitual. ¡Yo estoy aquí todos los jueves por la tarde, señor! ¡Todos los jueves por la tarde, estoy en el Pleno!

(Interrupciones)

¡Guarden silencio mientras estoy hablando! ¡Yo no tengo por costumbre interrumpir a mis compañeros diputados y no tolero que me interrumpan! Señor Presidente, por favor, ¿puedo hacer uso de mi turno de palabra?

(El Presidente pide a la oradora que prosiga)

También he advertido que, por lo general, los diputados italianos son los primeros en pedir que se respete su democracia y que nadie interfiera en los asuntos italianos. Eso es un hecho. Basta con leer los debates del Parlamento Europeo para darse cuenta de ello. No estamos aquí para averiguar si Cesare Battisti es culpable o inocente. Sé —y les hablo a ustedes ahora— que los años de plomo son un período difícil de aceptar para los italianos. Lo sé muy bien. Sé que hubo muchas víctimas. Sin embargo, también sé que no todos los culpables de atentados terroristas fueron juzgados en Italia. Repito: ¡no todos los culpables de atentados terroristas fueron juzgados en Italia!

(Interrupciones)

Por favor, ¿podrían dejarme hablar sin interrumpirme? ¡Da la sensación de que nos encontrásemos en un parlamento nacional! ¡Así no es como se hacen las cosas en el Parlamento Europeo! Señor Presidente, ¿sería posible hablar sin que se me interrumpa?

(El Presidente pide a la oradora que concluya)

Creo que no nos corresponde, un jueves por la tarde, interferir en las relaciones entre Brasil e Italia. Estamos aquí para garantizar que se respete el derecho a la justicia, estoy completamente de acuerdo con eso, pero entonces demos tiempo al Tribunal Supremo de Brasil para que dicte sentencia. Ahora el asunto está ante los tribunales brasileños, el Tribunal Supremo todavía tiene que dictar su sentencia, este asunto no se enmarca en ...

(El Presidente interrumpe a la oradora)

(La oradora acepta contestar a una pregunta con arreglo al procedimiento de la «tarjeta azul» de conformidad con el apartado 8 del artículo 149 del Reglamento)

(FR) Señor Presidente, tengo por costumbre respetar a mis compañeros diputados y estoy dispuesta a contestar a la pregunta. Me gustaría mucho que ellos mostrasen la misma tolerancia hacia mí.

 
  
MPphoto
 

  Roberta Angelilli (PPE).(IT) Señor Presidente, Señorías, si usted respetase a sus compañeros diputados, señora Vergiat, desde luego no se atrevería a decir que sus compañeros diputados italianos no se interesan por los derechos humanos.

Llevo aquí 16 años. Puede comprobar el historial de mi trabajo en el Parlamento y, desde luego, no merezco que usted me dé lecciones de derechos humanos.

En nombre de mis compañeros diputados, nos gustaría preguntarle si se avergüenza o no de suscitar dudas sobre estas cuatro personas.

¿Sabe qué trabajos hacían estas personas? Eran personas muy humildes. Una era guardia de seguridad; otra, carnicera; otra, comerciante, y otra, agente de las fuerzas de seguridad pública.

Ayer, los hijos de estas personas, que en aquel entonces tenían entre 10 y 15 años de edad, nos contaron que no pasa un solo día sin que recuerden a sus padres en un charco de sangre. ¿Verdaderamente le parece apropiado ponerse a pelear?

 
  
MPphoto
 

  Marie-Christine Vergiat (GUE/NGL).(FR) Señor Presidente, considero que esta es una pregunta formulada a modo de acusación personal. No, no me avergüenzo, señora Angelilli, porque he comentado concretamente que pensaba que los años de plomo fueron años difíciles para Italia. ¡Verdaderamente pienso que los años de plomo fueron años difíciles para Italia! Sé cuántas víctimas hubo en Italia. Me he tomado un interés personal por este período.

Por consiguiente, no, no me avergüenzo. No estoy cuestionando a las víctimas; estoy cuestionando el uso que los diputados italianos hacen de una sesión de jueves por la tarde reservada a asuntos de derechos humanos para debatir una cuestión que atañe exclusivamente a Italia y Brasil. Creo —y espero que el señor Comisario responda también en este sentido— que no corresponde a la Unión Europea interferir en asuntos entre Italia y Brasil; ese no es su papel. ¡Estas sesiones están reservadas para los derechos humanos! Es más, Señora Angelilli, ¡yo no le he dado lecciones sobre esta materia!

 
  
MPphoto
 

  Presidente. – No aceptaré más preguntas formuladas con arreglo al procedimiento de la «tarjeta azul». Hemos tenido los argumentos y los contraargumentos. (Ahora pasamos al orador siguiente.)

 
  
MPphoto
 

  Mario Mauro (PPE).(IT) Señor Presidente, Señorías, planteo una cuestión de orden que se basa en el artículo del Reglamento relacionado con la composición del orden del día. Simplemente me gustaría señalar que este asunto figura en el orden del día como resultado de una decisión adoptada por la Conferencia de Presidentes que entonces se ratificó por votación en el Pleno el lunes pasado.

El asunto no figura en el orden del día por deseo de los diputados italianos. Es un acto oficial solicitado primero por la Conferencia de Presidentes y luego por el Parlamento en su conjunto.

(Aplausos)

 
  
MPphoto
 

  Oreste Rossi (EFD).(IT) Señor Presidente, Señorías, la Unión Europea realmente debe asegurar que se respete el tratado firmado entre Brasil e Italia, el cual tiene por objeto regular las condiciones y procedimientos de cooperación en cuestiones de extradición.

El Tribunal Supremo de Brasil ha concedido la extradición de Cesare Battisti, a quien se ha declarado culpable en unos siete juicios y a quien se ha condenado en ausencia a cuatro cadenas perpetuas por el mismo número de asesinatos, con sentencias definitivas dictadas por las autoridades judiciales italianas. Por increíble que parezca, el Presidente saliente de Brasil ha rehusado entregar a este criminal a Italia. Además, en un acto de sumo desprecio por nuestro país, un grupo de parlamentarios brasileños de izquierdas fueron a visitar a Cesare Battisti en la cárcel y se hicieron fotos celebrándolo con él.

La Unión Europea, que tiene unas excelentes relaciones comerciales y económicas con Brasil, no puede sino intervenir para hacer valer la legislación y el derecho de los familiares de las víctimas a que se haga justicia. Justo ayer, los familiares de las víctimas se reunieron con los diputados al Parlamento Europeo en Estrasburgo, quienes —por una vez— estuvieron todos de acuerdo, con independencia de sus filiaciones políticas.

 
  
MPphoto
 

  Štefan Füle, Miembro de la Comisión. – Señor Presidente, la Comisión es plenamente consciente de la reciente decisión del Presidente brasileño saliente de denegar la extradición de un ciudadano italiano, el señor Battisti, condenado en ausencia a cadena perpetua y a varios otros períodos de prisión por parte del tribunal italiano.

He tomado debida nota de sus opiniones sobre este caso particular y comparto sus sentimientos hacia las víctimas y sus familias. Sin embargo, la Comisión considera que no tiene ningún margen de participación posible en este asunto. La Unión Europea no ha formalizado ningún acuerdo de extradición con Brasil y, aunque este hubiera sido el caso, no tendría derecho alguno a intervenir en casos de extradición individuales. Una decisión relativa a la extradición entre Estados miembros de la Unión Europea, o entre Estados miembros de la Unión Europea y terceros Estados, es competencia exclusiva de la judicatura.

Las relaciones de Italia con Brasil en materia de cooperación penal se rigen por un tratado de extradición bilateral formalizado en 1989. Las autoridades brasileñas han hecho uso de su facultad discrecional conforme a derecho para denegar la extradición del señor Battisti.

Me gustaría añadir, sin ningún tipo de ambigüedades, lo siguiente: en el caso de la extradición, no albergo ninguna duda de que la justicia italiana cumple con las estrictas normas que cabe esperar de los Estados miembros de la Unión Europea.

 
  
MPphoto
 

  Presidente. – Se cierra el debate.

La votación tendrá lugar en breve.

Declaraciones por escrito (artículo 149 del Reglamento)

 
  
MPphoto
 
 

  Ana Gomes (S&D), por escrito.(PT) Estoy en contra de la iniciativa de esta resolución, porque creo que el asunto de la extradición de Cesare Battisti no tiene lugar en un debate en esta Cámara sobre casos urgentes de «violaciones de los derechos humanos, de la democracia y del Estado de Derecho», sencillamente porque este caso no representa una vulneración de los derechos humanos, la democracia o el Estado de Derecho en Brasil y también porque no es una cuestión urgente. Esta es una controversia jurídica y política entre Brasil e Italia, y hay pendiente una decisión por parte del Tribunal Supremo Federal de Brasil. En este momento, esta Cámara debería enviar otros dos mensajes a Brasil: uno de solidaridad con relación al desastre en el que más de 700 personas perdieron la vida, y uno de gran alegría por la elección democrática de la Presidenta Dilma Rousseff. Brasil es, sin duda, un país democrático que ha progresado significativamente en cuestiones políticas, civiles, sociales, económicas y culturales en la última década y es un modelo en la lucha contra la pobreza y el hambre, gracias a los programas gubernamentales Hambre Cero y Bolsa Familia.

 
  
MPphoto
 
 

  Monica Luisa Macovei (PPE), por escrito. – El Estado de Derecho debe mantenerse. La credibilidad de las instituciones públicas depende de ello. El Presidente brasileño Lula recibió autorización del Tribunal Supremo de Brasil para extraditar a Cesare Battisti, un ciudadano italiano condenado por cuatro asesinatos, entre otras acusaciones. El día 31 de diciembre de 2009, último día de mandato del Presidente Lula, este rehusó extraditar a Battisti a Italia. Espero que las autoridades brasileñas tomen una decisión final apolítica e imparcial; una decisión que mantenga el Estado de Derecho, que es fundamental para las relaciones entre Brasil y la UE. Nuestros tratados se fundamentan en los principios de los derechos humanos y la imparcialidad. Confío en que estos principios sigan siendo mutuos.

 
  

(1) Véase el Acta.

Aviso jurídico - Política de privacidad