18. Acuerdos sobre el comercio de bananos – Derogación del Reglamento (CE) nº 1964/2005 del Consejo sobre los tipos arancelarios aplicables a los plátanos – Acuerdos sobre el comercio de bananos (debate)
Presidenta. – El siguiente punto del orden del día es el debate conjunto sobre:
– la recomendación (A7-0002/2011) presentada por Francesca Balzani en nombre de la Comisión de Comercio Internacional sobre el proyecto de Decisión del Consejo relativa a la celebración del Acuerdo de Ginebra sobre el comercio de bananos entre la Unión Europea y Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Venezuela y del Acuerdo sobre el comercio de bananos entre la Unión Europea y los Estados Unidos de América [07782/2010 - C7-0148/2010 - 2010/0057(NLE)],
– el informe (A7-0003/2011) presentado por Francesca Balzani en nombre de la Comisión de Comercio Internacional sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se deroga el Reglamento (CE) nº 1964/2005 del Consejo sobre los tipos arancelarios aplicables a los plátanos [COM(2010)0096 - C7-0074/2010 - 2010/0056(COD)],
– la pregunta con solicitud de respuesta oral al Consejo sobre la celebración de un Acuerdo de Ginebra sobre el comercio de plátanos formulada por Vital Moreira y Francesca Balzani en nombre de la Comisión de Comercio Internacional (O-000012/2011 - B7-0007/2011), y
– la pregunta con solicitud de respuesta oral a la Comisión sobre la celebración de un Acuerdo de Ginebra sobre el comercio de plátanos formulada por Vital Moreira y Francesca Balzani en nombre de la Comisión de Comercio Internacional (O-000013/2011 - B7-0008/2011).
Francesca Balzani, ponente. – (IT) Señora Presidenta, Señorías, se ha apelado al Parlamento para que exprese su opinión sobre dos acuerdos que se han firmado con los Estados Unidos y con 11 países latinoamericanos, que pondrán punto final a un asunto largo y difícil. Este asunto ha demostrado que la Unión Europea ha sido retada en la Organización Mundial del Comercio, y más importante aún, lo ha presenciado como la parte derrotada.
Es una cuestión espinosa, ya que las disputas tienen relación con el principio de no discriminación en comercio internacional, de lo que ha sido acusada Europa por interferir en la forma en que se organizan las importaciones de bananas dentro de la Unión. Esto se debe a que tenemos un sistema de doble vía en el que aplicamos un sistema a los países de los Estados de África, del Caribe y del Pacífico, y otro sistema para otros países. Este sistema ha permitido a los países ACP introducir este producto en el mercado europeo sin tener que pagar derechos de importación, a diferencia de otros países, que tienen que pagar unos derechos de 176 euros por tonelada.
Este acuerdo, por tanto, vuelve a equilibrar la situación y, lo que es más importante, permite a los países ACP que están en un estado precario de desarrollo, exportar sus productos a la UE libres de impuestos. Al mismo tiempo, los demás países que han firmado los acuerdos podrán exportar plátanos a la UE sujetos al pago de derechos de importación, que no obstante se irán reduciendo gradualmente en el periodo 2011–2017 desde la tasa actual de 176 euros por tonelada hasta 114 euros por tonelada.
No obstante, al mismo tiempo que se armoniza la UE con sus compromisos como miembro de la Organización Mundial del Comercio y se restaura de alguna forma su credibilidad, también como institución, el aspecto más importante es que estos acuerdos hacen concesiones para los países ACP que se encuentran en un estado vulnerable de desarrollo, ya que les proporcionan los instrumentos para ofrecerles apoyo financiero. Estos instrumentos permitirán a esos países invertir en la diversificación de su producción y con suerte fortalecerá sus economías. En la actualidad, estas medidas, que tienen un valor de 190 millones de euros, serán proporcionadas hasta 2013.
Creo que estos acuerdos son un paso positivo, no solo porque ponen punto final a disputas en las que la UE ha perdido parte, con las consecuencias resultantes en términos económicos y disciplinarios y en cuanto a su credibilidad institucional como ya he mencionado, pero también porque se dirigen a una solución equilibrada que respeta las necesidades tanto de los países ACP como de los productores europeos de las regiones más remotas, que sin duda no pueden ser abandonadas ante la competencia desenfrenada.
Así pues, propongo que el Parlamento apruebe estos acuerdos, mientras pide al Consejo y a la Comisión que adquieran compromisos firmes. En el primer caso, deberían proporcionar, lo antes posible, una evaluación del impacto que tendrán estos acuerdos entre ahora y 2020 ―en una escala de tiempo bastante larga― sobre los países ACP y sobre los productores europeos de las regiones remotas, cuyas economías están fuertemente vinculadas a los plátanos. En segundo lugar, el Parlamento debería pedir un compromiso firme para evaluar los efectos de las medidas financieras complementarias destinadas a los países ACP dieciocho meses antes de que terminen. Esto garantizaría que esos países puedan recibir más asistencia y medidas de respaldo si fuese necesario, de forma que no se les deja solos y son respaldados a la hora de luchar, contrarrestar y mitigar hasta cierto punto cualquier consecuencia negativa que pueda tener la entrada en vigor de estos acuerdos dentro de la Unión Europea debido al ajuste de los precios y de ahí los cambios que se han producido en la competitividad de los plátanos por parte de otros países.
Por tanto, creo que resolviendo una cuestión complicada, este acuerdo sin duda ofrece una salida que también tiene en cuenta las necesidades de los países más débiles que, como ya he dicho, siempre han sido nuestra principal preocupación, incluso durante el largo debate que hemos tenido en la Comisión de Comercio Internacional. Espero que encuentren un gran apoyo y una solución favorable en estas medidas complementarias, en concreto en cuanto al control y al compromiso, que el Parlamento está solicitando a la Comisión y al Consejo, para analizar los impactos del acuerdo y los efectos de las medidas de ayuda, y para ampliarlos e incrementarlos en el futuro si fuese necesario.
Enikő Győri, Presidenta en ejercicio del Consejo. – (IT) Señora Presidenta, señora Balzani, Señorías, quisiera darles las gracias por haber dado a la Presidencia en ejercicio del Consejo y al Consejo la oportunidad de hablar sobre esta cuestión, que es importante tanto desde el punto de vista del comercio internacional como desde el punto de vista de la solidaridad y el desarrollo.
Espero poder responder a las preguntas planteadas por el señor Moreira y abordar las dudas y preocupaciones que ha mencionado la señora Balzani. Si me lo permiten, seguiré hablando en húngaro.
(HU) En lo que respecta al sustento de los productores de plátanos en la UE y en los países ACP, el Consejo es consciente de que la producción de plátanos es de una importancia social y económica fundamental para las regiones que cultivan bananos de la UE. El proyecto de Reglamento establece que el programa de medidas complementarias para los plátanos debe ser evaluado 18 meses antes de que el programa finalice. No obstante, Señorías, como saben, la preparación de este informe de evaluación y cualquier otra propuesta recae dentro de las competencias de la Comisión y no del Consejo, pero seguro que el Comisario Cioloş lo explicará con más detalles. Lo mismo ocurre con las valoraciones de impacto mencionadas en la pregunta con solicitud de respuesta oral.
La aplicación de las medidas complementarias para los plátanos que afectan a los países ACP requiere una modificación de los reglamentos sobre el conjunto de instrumentos de relaciones exteriores de la UE. En el interés de los países beneficiarios, el Consejo cuenta con la cooperación constructiva del Parlamento Europeo para resolver los problemas institucionales que están retrasando actualmente la aprobación de las disposiciones necesarias.
En cuanto a la distribución de recursos asignados a las medidas complementarias para los plátanos entre los países beneficiarios, el Consejo, en su posición adoptada en primera lectura, ha expresado su apoyo al proyecto de Reglamento sobre las medidas complementarias para los plátanos, que establece indicadores y criterios inequívocos de distribución. Estos indicadores son los siguientes: el volumen de comercio de plátanos con la UE, la importancia de las exportaciones de plátanos para la economía del país ACP afectado y el nivel de desarrollo del país.
En cuanto al programa POSEI, la Comisión presentó un proyecto de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo el 24 de septiembre de 2010, que formula medidas agrícolas individuales para las regiones más remotas de la UE. La propuesta está siendo analizada actualmente por los órganos preparatorios del Consejo. En cuanto a los derechos de los plátanos debatidos en los acuerdos de libre comercio que va a alcanzar la Comisión con Colombia, Perú y Centroamérica, me gustaría destacar que el Consejo aún no ha manifestado una opinión sobre estos acuerdos, y por eso no puedo traspasar su puesto de funcionario a estas alturas.
La UE ha iniciado negociaciones con toda la Comunidad andina con vistas a crear un acuerdo de asociación interregional. Las conversaciones se suspendieron en junio de 2008, porque los países andinos no se pusieron de acuerdo sobre los objetivos y el contenido del capítulo sobre comercio. Se iniciaron nuevas negociaciones en enero de 2009 con los voluntariosos países andinos, en concreto Colombia, Ecuador y Perú, a fin de alcanzar un acuerdo de libre comercio multilateral. Después de que Ecuador suspendiera su participación en julio de 2009, las conversaciones siguieron adelante con Perú y Colombia. El 1 de marzo de 2010 la Comisión Europea finalizó sus negociaciones con Perú y Colombia.
El acuerdo multilateral negociado con estos dos países está abierto para que se unan otros miembros de la Comunidad andina, incluido Ecuador. En los últimos meses, Ecuador también ha indicado oficialmente que está listo para reanudar las negociaciones y unirse al acuerdo multilateral. El Consejo aplaude esta decisión. Si las negociaciones con Ecuador continúan, el nivel de ambición de las obligaciones en el campo de la apertura a los mercados debe reflejar el nivel de ambición de las obligaciones negociadas con Colombia y Perú.
En conclusión, pido a Sus Señorías que den su consentimiento a la celebración del acuerdo sobre los plátanos y que voten mañana por la propuesta para revocar el reglamento estableciendo derechos de plátanos. Cuento con su colaboración y quisiera darles las gracias por su atención.
Dacian Cioloş, Miembro de la Comisión. − (FR) Señora Presidenta, señora Győri, señora Balzani, Señorías, en primer lugar, me alegra mucho observar que los principales aspectos y la orientación general de la propuesta de la Comisión sobre los plátanos han sido respaldados por el ponente. Asimismo, la señora Balzani hizo una excelente presentación introductoria del contexto en el que han tenido lugar estas negociaciones y en el que se ha firmado este acuerdo.
La Comisión apoya sin reservas las conclusiones del proyecto de recomendación del ponente y el proyecto de informe sobre esta cuestión. Es cierto que los Acuerdos de Ginebra de 2009 sobre plátanos son muy importantes, y la señora Balzani ha destacado muy bien las razones por las que lo son. También me gustaría señalar que estos acuerdos traerán un poco de tranquilidad a este tema tan espinoso, y ellos también facilitarán el proceso de Doha y aportarán las condiciones necesarias para establecer un mercado de plátanos europeo estable, uno que sea previsible en los próximos años.
Me gustaría volver sobre algunas de las cuestiones más importantes que ha planteado el ponente y los diputados en sus preguntas orales o por escrito, así como las de la propuesta de resolución que forma parte del paquete.
En cuanto al apoyo dado a los productores de la Unión Europea, soy muy consciente de la función socioeconómica esencial que tiene la producción de plátanos en las regiones de la Unión Europea implicadas ―especialmente, las regiones más remotas― y de las preocupaciones sobre la viabilidad económica de la producción de plátanos en estas regiones.
En un reciente informe sobre el sistema POSEI, presentado al Parlamento Europeo y al Consejo en septiembre de 2010, la Comisión explica las consecuencias de los Acuerdos de Ginebra y el hecho de que esas consecuencias ya se hayan integrado en la reforma de 2006 del sistema aplicable a los plátanos.
A fin de proteger a los productores de la Unión Europea en un contexto de mayor liberalismo, el presupuesto para el sector de los plátanos se ha incrementado considerablemente y la evaluación de impactos llevada a cabo en su momento ha tenido en cuenta el hecho de que los aranceles han caído más de lo que se había acordado.
Sin embargo, la Comisión ha demostrado que desea vigilar de cerca el impacto de los acuerdos sobre el mercado y, si hace falta, tomar las medidas necesarias para mitigar sus efectos.
En cuanto al refuerzo de la posición de los productores de plátanos del sector, quisiera destacar primero que esta cuestión no es exclusiva del sector del plátano, sino que afecta a todo el sector agrícola y alimenticio. Estos problemas del sector de la producción ―problemas con el poder de negociación y la distribución del valor añadido a lo largo de la cadena alimenticia― afectan también a otros sectores. Para hacer frente a esto, además, como parte de la reforma de la política agrícola común, la Comisión presentará varias propuestas para reforzar las organizaciones de los productores, su función en el sector y su poder de negociación.
Asimismo, la Comisión ha creado un Grupo de Alto Nivel para la Industria Agroalimentaria que reúne a varios Comisarios que pueden presentar propuestas en esta línea, porque la responsabilidad y el poder de la Comisión de Agricultura es limitado, pero hay cuatro Comisarios que participan en estos grupos y dirigen los Grupos de Alto Nivel― un Grupo de Alto Nivel con plan de acción y con propuestas, y la Comisión las presentará en los próximos meses y años para tratar de responder a este problema de la transparencia en la cadena de suministro alimenticio y el poder de negociación. Así pues, en este contexto, los productores de plátanos del sector podrán beneficiarse de ello.
En cuanto a la distribución de los recursos financieros para las medidas complementarias para los plátanos de los ACP, como saben, el proyecto de Reglamento por el que se establecen las BAM fue aprobado por el Parlamento Europeo el 21 de octubre y establece las condiciones de distribución de los recursos. Así pues, los criterios que han pedido ya se están aplicando y, es más, los resultados y la distribución de este sobre ya están en marcha.
En cuanto a este tema, la Comisión ha trabajado en estrecha y fructífera colaboración con el Parlamento Europeo, y hemos llegado a un buen compromiso sobre el contenido relacionado con este punto. El proyecto de Reglamento creado para proporcionar este apoyo a los países ACP ha sido, a su vez, aprobado por el Parlamento Europeo y este también define los criterios de asignación para los distintos países beneficiarios, pero además proporciona lo que ustedes están pidiendo ―una valoración de las condiciones del mercado en esos países, 18 meses antes de que finalice el programa―. Esta valoración nos indicará si los procesos de adaptación están yendo bien o si quizás tendríamos que prever otras medidas.
En cuanto a la valoración del impacto relativa a los efectos de los acuerdos sobre los productores de plátanos en países en desarrollo y las regiones remotas de Europa hasta 2020, estoy sin duda preparado para contemplar dicho análisis si es necesario. Sin embargo, también debemos ser realistas sobre el objeto del estudio, porque está dirigido a un gran número de países productores de plátanos de todo el mundo ―así como un gran número de países en los que los plátanos son alimentos de primera necesidad― y por eso será difícil dirigir este estudio y sacar conclusiones a partir de él. No obstante, estoy listo para llevar a cabo un estudio de este tipo o para usar los datos necesarios de estudios internos o externos que la Comisión ya tiene a su disposición. Como ya he dicho, llevaremos a cabo una valoración de los efectos de las BAM sobre los países ACP 18 meses antes de que finalice el programa.
Por ultimo, en cuanto a las negociaciones sobre el acuerdo de libre comercio con determinados países de Latinoamérica, en concreto Ecuador, sin duda sabrán que las negociaciones sobre el acuerdo comercial con Colombia y Perú y con los países de Centroamérica han concluido a nivel técnico. El acuerdo con Colombia y Perú también se puede aplicar a otros países miembros de la Comunidad andina, incluido Ecuador, si desea reanudar las negociaciones. Ecuador ha hecho, por cierto, una petición para reanudar las negociaciones sobre el acuerdo comercial, y la administración ecuatoriana y la Comisión están estudiando actualmente la posibilidad de reiniciar las negociaciones y, de ese modo, la posibilidad de buscar un acuerdo sobre las medidas que tomar.
Estos son los comentarios que quería hacer en relación con su informe y con las cuestiones que han planteado. Me he extendido bastante en mi discurso, pero he querido responder a todas las preguntas posibles desde el principio.
Charles Goerens, ponente de opinión de la Comisión de Desarrollo. − (FR) Señora Presidenta, uno de los principios que contempla el Derecho internacional es el de la no discriminación. Esto es muy positivo. En teoría, no se puede incumplir, pero la realidad es algo diferente.
Los países ACP no pagan derechos de importación por los plátanos si exportan a la Unión Europea. Esto es un acuerdo —un acervo comunitario— y este acuerdo no cambia nada al respecto. Por el contrario, los países no ACP, que hasta ahora pagaban 176 euros por tonelada, verán reducidos sus derechos de importación hasta los 141 euros. El recorte de estos derechos en 35 euros también cambia la situación por lo que respecta a la competencia. Los países ACP, que hasta ahora se beneficiaban de una mayor protección, obtendrán una protección algo menor en el futuro. La Comisión negoció este acuerdo en nombre de la Unión Europea. Para mí, como ponente de opinión, la cuestión es si podría haber hecho otra cosa. Mi respuesta está muy clara: no podría. Si hubiese hecho otra cosa, si se hubiese negado a participar en estas negociaciones, esta misión se habría asignado al Órgano de Solución de Diferencias de la OMC. Es justo decir que, sin duda, los resultados habrían sido diferentes a los conseguidos durante las negociaciones celebradas aquí. ¿Eso significa que bien está lo que bien acaba? Obviamente no.
Soy ponente de opinión para este acuerdo y también soy ponente de las medidas complementarias para el sector del plátano, y presentaré el informe mañana en segunda lectura. Quiero comentar lo siguiente sobre este tema.
En primer lugar, el presupuesto para el sector del plátano se ha incrementado de forma considerable. Como el señor Comisario nos acaba de recordar, esto es muy positivo —lo reconozco—. Esto también responde a una pregunta de la señora De Sarnez, que está muy preocupada por la situación que se acaba de crear para los productores de plátanos en los departamentos de ultramar y en las regiones ultraperiféricas.
En segundo lugar, otra cosa que le preocupa a la señora De Sarnez y a mí mismo, y que también comparte nuestra Comisión de Desarrollo, es que la tendencia a la baja no terminará en los 114 euros, porque la Comisión está negociando actualmente otros acuerdos que rebajarán la cifra hasta un nivel bastante inferior a los 114 euros. Incluso se habla de 75 euros. Por tanto, de acuerdo con el principio de no discriminación, también tendremos que controlar esta tendencia a la baja, que es muy preocupante.
En tercer lugar, con respecto a las medidas complementarias para el sector del plátano —de las que hablaré con más detalle mañana por la mañana—, creo que el Parlamento ha conseguido —y le doy las gracias al señor Comisario por haber insistido en este punto— introducir algunas cosas nuevas, en particular la evaluación del impacto que se realizará 18 años antes del vencimiento del programa. Eso nos permitirá mirar un poco más allá de 2013, porque no creo que el problema del sector del plátano se vaya a resolver para esa fecha.
Laima Liucija Andrikienė, en nombre del Grupo PPE. – Señora Presidenta, en nombre del Grupo PPE, insto al Parlamento Europeo a que de luz verde a este acuerdo tan importante. En nuestra opinión, esto facilitará las negociaciones de la Ronda de Doha y también supondrá un impulso para nuestras negociaciones bilaterales con los países de Mercosur relativas a un acuerdo de libre comercio.
Acogemos con satisfacción la tendencia general hacia la liberalización del comercio mundial del plátano, incluyendo el actual acuerdo de la OMC, así como los acuerdos bilaterales con los países centroamericanos y andinos, y posiblemente algún día con Mercosur.
La propuesta de resolución —y agradezco esto a nuestra ponente— es muy equilibrada, especialmente porque hemos tenido en cuenta los intereses de nuestros socios de los países ACP, así como a los productores de plátanos europeos locales.
Estoy profundamente convencida, a medida que avanzamos hacia una mayor liberalización del comercio mundial del plátano, de que deberíamos asegurarnos de no aniquilar a industrias o sectores que tradicionalmente han desempeñado importantes papeles económicos y sociales en determinadas regiones europeas, como las islas Canarias, Guadalupe, Martinica, Madeira y las Azores entre otras.
Finalmente, esperamos que la Comisión tenga en cuenta estas preocupaciones y que emprenda acciones para ajustar el paquete de apoyo a los productores domésticos de la UE destinatarios del sobre del POSEI y, si es necesario, tomar otras medidas para garantizar que, de forma paralela a la tendencia de liberalización del comercio mundial del plátano, los productores domésticos de la UE puedan permanecer en el mercado y fomentar sus actividades tradicionales. Una buena oportunidad para ello será el debate sobre la futura perspectiva financiera de la UE.
Kriton Arsenis, en nombre del Grupo S&D. – (EL) Señor Presidente, todos sabemos el significado de «república del plátano». Es un país en el que las grandes compañías productoras de bananas hacen y deshacen gobiernos a su antojo. Cuando los gobiernos les molestan intentando conservar unos derechos públicos mínimos o subir los salarios mínimos, incluso utilizan golpes en su contra.
En estos países, las mismas compañías continúan produciendo plátanos. La destrucción de los bosques y el medio ambiente, las miserables condiciones laborales y el uso de plaguicidas prohibidos en la Unión Europea ocurren cada día. Al mismo tiempo, debido a estas multinacionales, el 99 % de los plátanos que comemos son de una especie, aunque hay varios miles de especies de plátanos, y esta especie corre el riesgo de padecer una enfermedad específica como resultado de la producción de un único cultivo.
Las medidas de apoyo a los países africanos, caribeños y del Pacífico eran muy importantes y su reducción tendría un impacto muy grave sobre los productores de esos países. Se trata de países muy pobres que necesitan nuestra ayuda. La Unión Europea es el mercado del plátano más importante y rentable del mundo. De hecho, en los próximos años observaremos cómo estas enormes multinacionales intentan controlar totalmente el mercado de la UE, expulsando a los pequeños productores y sinceramente debemos prestar atención a esto. La Comisión necesita estar alerta y garantizar que la legislación europea en materia de competencia se cumpla estrictamente, para poder evitar que las grandes multinacionales abusen de su posición dominante en el mercado, bajando los precios artificialmente al principio, para expulsar a los pequeños productores, y posteriormente creando cárteles y subiendo los precios, para que resulten muy elevados para los consumidores europeos.
Catherine Grèze, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señora Presidenta, con respecto a la aprobación de los acuerdos comerciales en el sector del plátano, el Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea votará en contra.
Estos acuerdos tienen por objeto abrir el mercado del plátano, reforzando la posición dominante de las grandes multinacionales estadounidenses, que ya controlan más del 80 % del mercado mundial. Si aprobamos acuerdos de este tipo, estaremos actuando en contra de los intereses de los países ACP, en particular, de las regiones ultraperiféricas y de Ecuador. Una vez más, los pequeños productores serán los perjudicados. Es necesaria una revisión urgente y radical de las normas del comercio internacional para garantizar la soberanía alimentaria y el desarrollo de la producción local para todos.
Las medidas financieras propuestas por la Comisión europea para apoyar a estos productores son insuficientes. La Unión Europea no solamente debe garantizar que se realice una evaluación del impacto en relación con estos acuerdos, sino que también debe modificar su legislación en consecuencia, al objeto de promover una producción sostenible y unas economías sostenibles.
Elie Hoarau, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (FR) Señora Presidenta, en mi opinión estos acuerdos no son positivos. Demuestran cómo los pequeños productores de plátanos, de los países ACP y de las regiones ultraperiféricas, han sido tomados como rehenes en los acuerdos celebrados en 2009 en Ginebra y en las negociaciones de Doha que se están celebrando actualmente, acuerdos y negociaciones que la Organización Mundial del Comercio deseaba e imponía.
Es cierto que el destino de los pequeños productores de los países ACP y de las regiones ultraperiféricas cuenta muy poco, dados los enormes intereses que hay en juego —no solamente los intereses de los gigantes latinoamericanos, sino también de la Unión Europea—.
La reforma del mercado del plátano y la reforma del mercado del azúcar son básicamente expresiones del mismo giro inexorable hacia un gran mercado global, que, lamentablemente, está aplastando a los más débiles y frágiles. Por otra parte, señora Presidenta, las medidas de compensación previstas no bastarán para evitar finalmente la ruina que les espera a los pequeños agricultores, ni para conducir a los países ACP, que son algunos de los países más pobres, hacia un verdadero desarrollo.
De hecho, nos instan a que firmemos estos acuerdos para salvar las negociaciones de Doha. Ojalá se instase a nuestros líderes a que demostrasen la misma voluntad para salvar los acuerdos internacionales orientados a proteger el medio ambiente y a armonizar al alza los derechos de los trabajadores y las condiciones de vida. Si fuese así, creo que la gente tendría muchas menos dudas acerca de la globalización de las que tiene actualmente.
David Campbell Bannerman, en nombre del Grupo EFD. – Señora Presidenta, este plátano es el origen de la guerra —una guerra comercial inspirada en la Unión Europea con América que ha durado 16 años y que ahora se ha perdido de forma estrepitosa—.
Ahora la Organización Mundial del Comercio ha impuesto una sanción a la Unión Europea de casi 200 millones de dólares estadounidenses y se ha visto obligada a reducir sus aranceles ilegales —todo debido al proteccionismo que caracteriza a la UE, en este caso a la protección de las colonias francesas—. Permítanme decir que este mismo plátano que he comprado hoy en el supermercado del Parlamento Europeo es ilegal. No cumple las normas de la UE en términos de longitud, ancho y curvatura de los plátanos. ¿Qué está ocurriendo?
Con un proteccionismo chiflado y unas reglas absurdas como estas, uno se pregunta: ¿la Unión Europea está loca o ha perdido la cabeza?
Laurence J.A.J. Stassen (NI) . – (NL) Señora Presidenta, durante décadas la Unión Europea ha aplicado una política comercial proteccionista y esto se aplica a los plátanos, entre otras cosas. El propósito de nuestra fiscalidad de las importaciones consiste en mantener fuera los plátanos latinoamericanos y, al mismo tiempo, concedemos ayudas a países exportadores débiles desde un punto de vista competitivo.
La mayor parte de estas ayudas, casi 300 millones de euros al año, se destinan a las regiones ultraperiféricas de la Unión Europea: esto es proteccionismo puro y duro, por lo que la UE ha sido reprobada en múltiples ocasiones por la OMC. La Unión Europea se empeña en presentarse como una defensora del Derecho internacional y del libre comercio, siempre dispuesta a dar lecciones a los demás.
Sin embargo, por lo que respecta a la Unión Europea, preferimos hacer oídos sordos. Todo está permitido con tal de que el poco rentable sector del plátano de islas como la Guayana Francesa, las Azores y las Canarias esté protegido. También parecemos empeñados en tolerar el hecho de que el contribuyente europeo tenga que pagar una factura de cientos de millones de euros cada año por estas ayudas inútiles. Ya es hora de que pongamos fin a esta mala gestión europea y de que la Unión Europea deje de financiar esta ineficiencia económica.
Gabriel Mato Adrover (PPE). – (ES) Señor Campbell, con afecto le digo que ese plátano no es de Canarias.
Señorías, yo vuelvo a hablar del plátano en este Pleno, y creo que es bueno que se hable aquí del plátano. Y es bueno porque es importante reiterar la necesidad de que se proteja a los productores comunitarios de plátano y, entre ellos, a los canarios. Parto de la base de que la conclusión del Acuerdo de Ginebra sobre el comercio de bananos no es una buena noticia para los productores comunitarios. Y la resolución que hoy debatimos tiene aspectos que, desde el punto de vista agrícola y de protección de los plataneros comunitarios, tampoco son completamente satisfactorios.
Ahora bien, soy consciente de que esta propuesta proviene de la Comisión de Comercio Internacional, que tiene unos criterios muy distintos a los que puedo tener yo en algunos aspectos. Por eso valoro lo que tiene la misma de positivo y no lo que tiene de negativo.
Es positivo que se ponga fin a tantos años de disputas en el seno de la Organización Mundial del Comercio y, por tanto, que vuelva la tranquilidad a un sector que lo que más necesita es certidumbre y estabilidad en el futuro. Los productores comunitarios pertenecen a regiones ultraperiféricas que tienen enormes dificultades para producir plátanos —de excelente calidad, por cierto— y que no tienen nada que ver con la producción de plátanos de otros terceros países ni en cuanto al punto de vista de costes, ni de mano de obra, ni medioambientales, ni de garantías fitosanitarias, ni de ninguna otra índole.
Desde el punto de vista agrario es importante destacar que el Acuerdo es perjudicial para los productores comunitarios. Estamos ante una bajada drástica de aranceles: pasamos de 176 euros por tonelada a 114 y, en el caso de los acuerdos con Colombia y Perú, a 75.
Por eso, señor Comisario, con todo el respeto, le puedo decir que no creo que sea creíble, porque no es real, que en el año 2006 la ficha financiera del POSEI previera ya esta bajada de aranceles. Ha dicho el señor Comisario que estaba prevista en relación con el Acuerdo de Ginebra; tengamos en cuenta que ese arancel es de 114. Nunca pudo prever, en el año 2006, que la bajada del arancel iba a ser hasta los 75 euros, como está previsto tras esos acuerdos.
Por tanto, yo creo que deben hacerse las evaluaciones que sean necesarias y se comprobará que es absolutamente necesaria una actualización de la ficha financiera, porque, entre otras cosas, el propio arancel de 176 euros por tonelada ya era bajo para la Comisión cuando se puso en marcha. Por tanto, los productores comunitarios no piden nada que no esté sobradamente justificado, y desde el Parlamento tenemos la obligación de protegerlos; la Comisión, también.
Catherine Stihler (S&D). - Señora Presidenta, quiero concentrarme en el plátano del comercio justo. La importancia de apoyar a los productores de plátanos de los países más pobres del Caribe es absolutamente fundamental. A pesar de que se han asignado 200 millones de euros a los países exportadores de plátanos africanos y caribeños, tenemos que analizar esta cuestión.
Cualquiera que presencie cómo son tratadas las personas que trabajan en este sector, en particular por parte de las grandes multinacionales, se sentiría bastante indignado. Esta es la razón por la que los plátanos procedentes de un comercio justo son tan importantes —sin duda para los pequeños productores, pero también para garantizar un mejor trato de los trabajadores—.
Los plátanos son la fruta favorita de Escocia y, por ese motivo, mis electores quieren saber que lo que comen se ha producido conforme a los más elevados estándares y con el máximo cuidado. Insto a mis colegas a que hagan un esfuerzo por comprar solamente plátanos procedentes de un comercio justo y a que reclamen, cuando vean que un supermercado no dispone de ellos.
Como hemos visto esta noche, la política del comercio de plátanos es conflictiva. Debemos actuar para ayudar a los trabajadores más vulnerables y a los países más vulnerables del mundo.
Giovanni La Via (PPE). – (IT) Señora Presidenta, Señorías, los productores europeos suelen salir perdiendo en los acuerdos comerciales bilaterales y han resultado perjudicados por la liberalización de las reglamentaciones de las importaciones.
Los acuerdos que vayamos a votar mañana prevén una reducción de los derechos de importación aplicados a los plátanos importados de Latinoamérica. A pesar de que, por una parte, estos acuerdos han ayudado a resolver un conflicto activo durante una década, por otra parte amenazan con dejar a los productores europeos de plátanos en una situación de grave dificultad. Obviamente las reducciones de los aranceles negociadas con los países latinoamericanos, unidas al programa de apoyo para los países de África, el Caribe y el Pacífico (los países ACP) y al programa de las medidas complementarias para el sector del plátano amenazan con perjudicar gravemente a la competitividad de los productores europeos.
Hasta ahora la ayuda económica para nuestros productores de plátanos se ha proporcionado a través de las subvenciones del POSEI (Programa de opciones específicas por la lejanía y la insularidad). Sin embargo, la última reforma del POSEI, que data de 2006, no tiene en cuenta estos últimos acuerdos en absoluto. Por tanto, creo que es importante pedir al Consejo que analice la necesidad de identificar instrumentos y recursos apropiados para satisfacer las necesidades económicas de los productores europeos, mejorando así su situación y, al mismo tiempo, compensándolos por cualquier daño que puedan sufrir como resultado de los acuerdos y de la reducción de los derechos de importación.
No creo que nos resulte factible buscar recursos para cubrir las necesidades de los productores europeos de plátanos anualmente. Creo que debemos encontrar una solución estable a largo plazo que compense los daños que han sufrido por la expansión y la apertura de los mercados.
Elisabeth Köstinger (PPE). – (DE) Señora Presidenta, después de muchos años de conflicto entre la Unión Europea, por una parte, y los productores de plátanos latinoamericanos, por la otra, ahora se ha dado un paso importante gracias al Acuerdo sobre el comercio de bananos. Apoyo este acuerdo porque pone fin al conflicto en la Organización Mundial del Comercio.
No obstante, las concesiones realizadas por la UE y por los productores de plátanos latinoamericanos no deben generar una situación general en la que los países ACP queden olvidados. La ayuda para los países ACP facilitada por la UE debe ser controlada de cerca y, cuando sea necesario, incrementada. La evaluación del impacto solicitada por el parlamento europeo es importante en este sentido y es necesario insistir claramente en ello. A pesar de toda la ayuda, que indudablemente es fundamental e importante, no se debe producir ninguna redistribución del presupuesto de la UE. Con demasiada frecuencia, el dinero puesto a disposición de áreas particulares es reasignado y se utiliza con otros fines. Hay que poner fin a esta práctica, tanto si se trata, como en este caso, del Fondo Europeo de Desarrollo como de otros fondos, incluyendo el agrícola, que en estos tiempos es objeto de debate con frecuencia. La Unión Europea debe recordar sus responsabilidades con los países ACP y las regiones ultraperiféricas, y ser coherente en sus acciones.
Si analizamos ahora este alentador acuerdo desde una perspectiva global, entonces pienso en las negociaciones de Doha. El Foro Económico Mundial de Davos parece haber adquirido cierto impulso. El G-20 quiere concluir las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio antes de 2012. Queda por ver si las palabras realmente se convierten en acciones. No obstante, parece que el Acuerdo sobre el comercio de bananos ha añadido una pieza al gran puzzle de Doha.
Seán Kelly (PPE). - Señora Presidenta, hace unas semanas nos estábamos volviendo locos con las abejas. Esta noche estamos zumbando como abejas sobre el tema de los plátanos y, en particular, sobre este acuerdo propuesto.
Como pueden ver, ha suscitado reacciones contradictorias —lo que no resulta sorprendente—. Existen beneficios, en particular para los productores que se van a beneficiar del mismo, pero también preocupaciones —sobre el impacto para el medio ambiente y, en particular, sobre el impacto para los productores de la Unión Europea—.
Creo que es muy importante tener eso en cuenta, porque la responsabilidad principal de cualquier organismo, país o unión es ocuparse de sus productores en primer lugar. Solamente así uno puede realmente brindar una mano de amistad a los demás. Lo mismo se aplica al acuerdo propuesto de Mercosur. Hay muchas personas en la Unión Europea que piensan que discriminará y diezmará al sector del vacuno de la Unión Europea, y en particular en mi propio país. Por tanto, debemos tener mucho cuidado. Sí, brindar una mano de amistad, pero no a costa de nuestros propios productores.
Nuno Teixeira (PPE). – (PT) Señora Presidenta, Señorías, ya lo he dicho en esta Cámara y hoy lo diré una vez más: las regiones ultraperiféricas, y en particular Madeira, la región de la que procedo, no se oponen en absoluto a la firma del Acuerdo de Ginebra ni de los acuerdos bilaterales consiguientes. Todos reconocemos no solamente su importancia, sino también que resultan inevitables. No obstante, también sabemos que en estos acuerdos hay ganadores y perdedores, y las regiones ultraperiféricas en particular son las claras perdedoras y se ven perjudicadas por los mismos.
Lo que no puedo aceptar es la insistencia en argumentar, como la Comisión ha vuelto a hacer hoy, que la revisión de 2006 del Programa de opciones específicas por la lejanía y la insularidad (POSEI) previó esta situación y que, por tanto, ya ha compensado a los productores por lo que está en juego aquí, cuando sabemos que lo que se tuvo en cuenta en 2006 fue un arancel de 176 euros por tonelada, y lo que estamos observando ahora es un arancel de 148, 114 o incluso 75 euros por tonelada. Lo que exigimos son medidas de compensación.
João Ferreira (GUE/NGL). – (PT) Señora Presidenta, al abrir —o, mejor dicho, abrir de un portazo— las puertas del mercado europeo a las multinacionales estadounidenses, que ahora controlan más del 80 % del comercio mundial del plátano, este acuerdo tendrá graves consecuencias que no ocultan ni siquiera quienes van a votar a favor del mismo.
Los productores europeos de Portugal, España, Grecia, Chipre y Francia, que en 2008 suministraron al mercado europeo casi 600 000 toneladas, resultarán gravemente afectados. La propia ponente admite que el acuerdo amenaza su futura existencia. En este contexto, más allá de la sustancia del informe, es muy grave que la Comisión, al tiempo que reconoce los efectos, no prevea ninguna medida específica para apoyar a los productores europeos, específicamente a través de modificaciones de la reglamentación y del presupuesto para el Programa de opciones específicas por la lejanía y la insularidad (POSEI) adoptado en 2006.
Los productores de los países de África, el Caribe y el Pacífico, que no fueron tenidos en cuenta ni estaban presentes durante el debate de este acuerdo, también se verán afectados gravemente por sus consecuencias y las medidas paliativas anunciadas no evitarán estas consecuencias. Cualquier que vote a favor de este informe debe asumir la responsabilidad de sus consecuencias y de nada vale venir aquí a expresar preocupaciones piadosas y sin trascendencia en forma de preguntas y peticiones a la Comisión y al Consejo.
Dacian Cioloş, Miembro de la Comisión. − (FR) Señora Presidenta, intentaré responder directamente a algunas preguntas y comentarios que se han planteado.
En primer lugar, hemos hablado aquí sobre la resolución de un conflicto que puede servirnos de ayuda en un acuerdo multilateral. En el caso de los acuerdos bilaterales negociados con los países de América Central y con determinados países de Latinoamérica, estamos hablando de un contexto diferente, dado que también en este ámbito, la Unión Europea ha tenido intereses ofensivos y también ha obtenido cosas a cambio de lo que ha ofrecido.
También se ha hecho un comentario sobre las multinacionales y sobre el hecho de que son las que se benefician en los países ACP, y que las medidas financieras no son suficientes para los países ACP. Por supuesto, la Unión Europea no puede tomar decisiones en lugar de los gobiernos de los países ACP. Considera que con el sobre que se ha puesto a su disposición se puede hacer mucho, si se emplea bien el dinero. Por otra parte, creo que esto también es así en el caso de las regiones ultraperiféricas o al menos en las regiones de la Unión Europea que producen plátanos.
Señor Mato Adrover y señor Teixeira, puedo mostrarles las cifras. Cuando digo que en 2006, además del sobre asignado para el POSEI, realizamos cálculos —y tengo las cifras aquí—, quiero decir que previmos un recorte de los impuestos, reduciéndolos de 176 a 137 euros en 2009. También dijimos que era posible que, en las negociaciones de Doha, cuyos resultados se desconocían por entonces, esos impuestos podrían caer hasta los 79 euros por tonelada. Por esa razón añadimos un 8,4 % a los 245 millones de euros asignados para el sobre del POSEI. Esto equivale a 22 millones de euros adicionales al año, que están específicamente orientados a prever un posible impacto de este tipo. Esta es la razón por la que, según la evaluación del impacto, el presupuesto calculado para el POSEI en 2006 era muy superior a la situación real en 2006. No dije que fuésemos a detenernos ahí ni que no fuésemos a tener en cuenta la posible necesidad de una compensación adicional. Permítanme ser claro: estoy dispuesto a realizar este análisis. Por otra parte, si resulta necesario, en el contexto del Reglamento del POSEI, que estamos debatiendo también ahora con el Consejo y con ustedes, podemos contemplar una compensación adicional. No obstante, una buena parte de la compensación necesaria ya se ha cubierto. Lo estoy demostrando aquí con cifras y con cálculos extraídos de las evaluaciones del impacto. Hemos mantenido muchas conversaciones con los Estados miembros afectados y puedo decirles que cuando digo algo me baso en cifras.
Ahora, ¿qué pasa con este dinero? Han hablado mucho sobre los pequeños productores. En efecto, creo que, en estas regiones, incluyendo nuestras regiones ultraperiféricas, tal vez deberíamos ofrecer más protección a los pequeños productores. Para comenzar, el dinero del POSEI debe emplearse principalmente para los pequeños productores. Esto no siempre es así y quizás en algún momento, cuando celebremos un debate sobre el POSEI, tendremos que plantearnos la posibilidad de realizar una reforma, una adaptación, para que este dinero realmente se utilice para ayudar a reestructurar el sector. Sin embargo, si este dinero que ya ha sido asignado al POSEI, junto con cualquier compensación, se utilizase verdaderamente para favorecer la reestructuración, entonces, además de esta compensación, podríamos encontrar otras soluciones para estos pequeños productores en el plazo de unos años. No les quepa duda de estoy totalmente abierto a buscar nuevas soluciones, posiblemente en el contexto del POSEI también, para que este dinero se utilice mejor.
Quiero responder al señor Campbell Bannerman, que tiene una opinión diferente, con respecto a la utilidad de esta compensación. Creo que los productores de las regiones ultraperiféricas también son ciudadanos y contribuyentes europeos. Me parece justo que les ayudemos siempre que esté justificado. Con respecto al plátano que nos ha enseñado, creo que si no hubiese cumplido las normas que menciona, no habría podido comprarlo. El hecho de que haya podido comprarlo significa que su tamaño y curvatura se ajustan a la normativa europea.
Por tanto, creo que he cubierto los puntos principales. Para terminar, no les quepa duda de que, en los debates sobre el POSEI, siempre estoy dispuesto a analizar cómo, basándose en las cifras de la tabla, la compensación existente, o posiblemente otros tipos de compensación, pueden responder a estas provocaciones. En definitiva, sin embargo, creo que este es un acuerdo que, como la ponente también ha dicho, nos beneficia de muchas maneras y pone fin a un conflicto histórico.
Enikő Győri, Presidenta en ejercicio del Consejo. − (HU) Señor Presidente, señora Balzani, Señorías, señor Comisario, quiero darle las gracias al señor Comisario por haber abordado ya varias preguntas y preocupaciones. No obstante, les ruego me permitan que yo también mencione algunas. Muchos han expresado su preocupación por lo que ocurrirá con los países ACP. La propuesta de las medidas complementarias para el sector del plátano se ha creado precisamente para ayudarlos y compensarlos y, como sabemos, compensarán a estos países con una cantidad anual de unos 190 millones de euros por la pesada carga que supone para ellos el fin del sistema de importación de plátanos libre de impuestos. La otra preocupación planteada fue qué ocurrirá si rebajamos los impuestos todavía más y continuamos la liberalización. No debemos olvidar que el tema actual es la celebración y el refuerzo del Acuerdo de Ginebra sobre el comercio de bananos, y el Parlamento Europeo y el Consejo todavía tendrán la oportunidad de debatir si tienen la intención de apoyar convenciones adicionales de libre comercio con los países andinos y América Central posteriormente, cuando, por supuesto, la Comisión presente su propuesta correspondiente.
Señorías, creo que la celebración del acuerdo sobre los plátanos pondrá fin a un debate comercial que lleva quince años activo y esto es, sin duda, un acontecimiento positivo. Este resultado reforzará la posición negociadora de la UE en las conversaciones internacionales sobre el comercio, especialmente en las actuales negociaciones de Doha de la Organización Mundial del Comercio. Creo que es necesario que mantengamos constantemente todas estas preocupaciones y preguntas que se han expresado aquí en relación con la solidaridad —preocupaciones relacionadas exactamente con los países más pobres— en la agenda y que busquemos soluciones conjuntas, pero también que demos luz verde a este acuerdo comercial sobre el plátano y al Reglamento que revoca el acuerdo anterior. Por tanto, le pido al Parlamento Europeo que mañana acepte el acuerdo comercial sobre el plátano.
Francesca Balzani, autora. – (IT) Señora Presidenta, Señorías, creo que este debate ha sido muy interesante y ha reafirmado en parte algunas de las inquietudes y cuestiones que ya analizamos en la Comisión de Comercio Internacional.
Quiero volver a insistir en un hecho importante que creo que perdemos de vista constantemente. Estos acuerdos representan la aplicación de un compromiso específico alcanzado por la Unión Europea, en su papel como miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC). No debemos olvidarlo. A través de estos acuerdos, la Unión Europea se compromete a resolver un grave problema con países importantes que tiene que solucionar, porque ha incumplido el principio de no discriminación. Por tanto, se trata de acuerdos que restablecen nuestra credibilidad y la posición que nos corresponde como miembros de la OMC.
Este acuerdo es la consecuencia, por tanto, de conflictos y tensiones, en un clima que indudablemente habrá perjudicado a otros ámbitos de nuestras relaciones. Como acuerdo de resolución definitivo, intenta establecer un nuevo equilibrio, prestando especial atención, como ya hemos dicho y también hemos recogido en la resolución, a los países en una situación de desarrollo frágil.
Indudablemente, las medidas asociadas serán controladas y, en mi opinión, esto es lo más importante. Es importante haber establecido las medidas asociadas, pero será todavía más importante disponer de las evaluaciones de su impacto y del compromiso, que estoy encantada de haber escuchado hoy por parte del Consejo y de la Comisión, de mantener un control constante de la evolución de la situación y, sobre todo, de la voluntad de ayudar con otras medidas en caso de que resulte necesario.
El propio POSEI (Programa de opciones específicas por la lejanía y la insularidad) ha sido incorporado a la resolución como un punto delicado que debe ser controlado debido al frágil equilibrio existente entre las aportaciones financieras realizadas en virtud del POSEI y la nueva situación relativa a las regiones ultraperiféricas. Por tanto, el impacto de los acuerdos sobre las regiones ultraperiféricas de la UE en las que se producen plátanos también se controlará y vigilará de cerca.
El consejo ha mencionado asimismo la necesidad de trabajar en la transparencia de la cadena agroalimentaria, por lo que estoy satisfecha, dado que se trata de un tema importante. Hemos hablado de los productores todo el tiempo, pero también está el grave problema de la distribución de los plátanos dentro de la UE.
Por tanto, hay muchas cosas que hacer de cara al futuro. Necesitamos controlar los efectos de los acuerdos, la aplicación de las medidas asociadas y la idoneidad del POSEI para proteger a los productores europeos. También necesitamos utilizar otros instrumentos como la transparencia de la cadena agroalimentaria y, de este modo, ampliar el alcance del examen para incluir también la cadena de distribución, que tiene un importante impacto sobre el coste final de la fruta. Debemos buscar la protección del consumidor, que es algo que merece nuestra atención tanto como todos los demás intereses implicados en este negocio. No obstante, todas estas cosas, entre las que destaca la protección del consumidor, deben comenzar con la situación actual y establecer el resultado de estos conflictos en los que la UE ha tenido que hacer concesiones a los Estados Unidos y a los países de Latinoamérica.
Por tanto, espero que estos acuerdos sean adoptados, porque considero que sientan una base esencial para conseguir que los instrumentos vinculados al delicado equilibrio del mercado del plátano funcionen y que pueden garantizar prácticas claras que también beneficiarán a otros intereses, como la protección del consumidor, relacionados con la transparencia de la cadena agroalimentaria. Estos, a su vez, aportarán mejoras al mercado del plátano y a nuestros productores europeos, que resultan imposibles sin una base sólida como la que proporciona la conclusión de estos conflictos dentro de la OMC, a la que la Unión Europea pertenece.
Presidenta. − Para terminar el debate, se ha presentado una propuesta de resolución en virtud del apartado 5 del artículo 115 del Reglamento(1).
Se cierra el debate. La votación se celebrará mañana a las 11.30 horas.
Declaraciones por escrito (artículo 149 del Reglamento)
Luís Paulo Alves (S&D), por escrito. – (PT) La celebración de estos acuerdos ha hecho posible poner fin a uno de los conflictos más complejos y prolongados contra la UE de la Organización Mundial del Comercio. Cabe mencionar que, durante todo el proceso de negociación, advertimos a la Comisión de la necesidad de tener en cuenta: - los intereses y especificidades de los productores de plátanos de las regiones ultraperiféricas, en particular aumentando la financiación en virtud del Programa de opciones específicas por la lejanía y la insularidad (POSEI), dado que los ingresos de los productores y la comercialización de su producción se podrían ver comprometidos por las presiones generadas por la creciente liberalización del comercio internacional del plátano; - los intereses y las especificidades de los productores de plátanos de los países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP). Por tanto, considero que las conclusiones de la recomendación de la ponente —según las cuales los intereses de las regiones ultraperiféricas también deberían ser tenidos en cuenta— son una contribución importante, en el sentido de que el Parlamento debería dar su consentimiento a los acuerdos si la Comisión y el Consejo: presentan al Parlamento, lo antes posible, una evaluación del impacto sobre las consecuencias de los acuerdos para los países en desarrollo y las regiones ultraperiféricas productores de plátano; aplican medidas específicas orientadas a reforzar la posición comercial de los productores de plátano; y adoptar medidas para financiar un programa a favor de los países ACP productores de plátano.
George Sabin Cutaş (S&D), por escrito. – (RO) El 15 de diciembre de 2009, la Unión Europea, los Estados Unidos y un grupo de países latinoamericanos firmaron el acuerdo sobre los aranceles de la UE para el comercio del plátano. Este acuerdo puso fin a un complicado conflicto que se ha prolongado durante casi dos décadas. Demuestra el compromiso de la UE en este ámbito y se incluirá en los resultados finales de las negociaciones de la Ronda de Doha. Lamentablemente, no podemos saborear plenamente este triunfo. Probablemente la reducción aprobada de los aranceles para las exportaciones de plátano latinoamericanas tendrá un impacto económico y social negativo para el grupo de países de África, el Caribe y el Pacífico cuyos productores no disponen de las mismas facilidades técnicas que sus competidores. Esta es la razón por la que acojo con satisfacción el programa de ayuda financiera incluido en el acuerdo, por el que los países ACP percibirán 190 millones de euros hasta 2013 en concepto de ayudas orientadas a fomentar la competitividad y la diversificación de su producción. No obstante, la Comisión Europea debe presentar una evaluación del impacto del acuerdo para 2020, así como del programa de ayuda, junto con todas las recomendaciones para ampliarlo y proporcionar ayuda económica adicional.
Anneli Jäätteenmäki (ALDE), por escrito. – (FI) Es excelente que la UE haya alcanzado un acuerdo con los países de Latinoamérica y los Estados Unidos por lo que respecta al conflicto del plátano, que ha sido un problema emocional durante mucho tiempo. Es mejor llegar a un acuerdo que continuar discutiendo en el contexto de la Organización Mundial del Comercio. Se ha afirmado que el acuerdo y las reducciones arancelarias favorecerían a los grandes países productores de plátano y a las compañías multinacionales. No obstante, es importante tener en cuenta que, en el futuro, los intereses de los países ACP pobres continuarán siendo superiores a los de los países latinoamericanos. Por otra parte, la UE también va a utilizar une norme paquete de ayudas para ayudar a los países ACEP a diversificar sus economías, para que sean menos dependientes de las exportaciones de plátano. Queda por ver si el acuerdo alcanzado ahora afectará a los precios al consumo en Europa. Sea como fuere, se trata de un acuerdo histórico, porque demuestra que la UE es capaz de demostrar coherencia interna y que toma decisiones incluso en situaciones difíciles y en medio de negociaciones duras. Votaré a favor del acuerdo.
Dominique Vlasto (PPE), por escrito. – (FR) El Acuerdo de Ginebra sobre el comercio de bananos representa una oportunidad para las economías emergentes de Latinoamérica, pero también da lugar a una nueva competencia entre los productores de plátano del grupo de los países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP), cuyo desarrollo económico se basa esencialmente en la explotación de sus recursos naturales. Por tanto, debemos asegurarnos de que esta nueva competencia sea justa. También me preocupan los acuerdos bilaterales con la UE negociados por Perú y Colombia para que puedan disfrutar de un tipo arancelario preferencial inferior que el establecido en el Acuerdo de Ginebra. En estas circunstancias, considero que ahora es una cuestión urgente aplicar las medidas complementarias para el sector del plátano contenidas en ese acuerdo, que permitirán a los países ACP modernizar este sector y afrontar la competencia mundial. Por tanto, insto al Consejo a que anuncie sin demora su postura con respecto a la nueva propuesta del Parlamento, para que los países ACP se puedan beneficiar de las medidas anunciadas para 2010, e insto a la Comisión a que garantice que los requisitos sociales y medioambientales sean respetados recíprocamente por productores y exportadores fuera de los países ACP. En mi opinión, esto es fundamental si queremos que los productores estén en igualdad de condiciones, lo que no es ni mucho menos el caso en la actualidad.
Véronique Mathieu (PPE), por escrito. – (FR) El acuerdo relativo a los plátanos alcanzado por la UE en la OMC en diciembre de 2009, que vamos a ratificar hoy, debe ir acompañado de mecanismos de apoyo para nuestros productores. La reducción por parte de la UE de los aranceles aplicados a los plátanos importados de Latinoamérica dejará a varias regiones europeas, como los departamentos de ultramar franceses de Guadalupe y Martinica, Grecia, Portugal y las islas Canarias españolas, en una situación de dificultad, dado que tendrán que afrontar la apertura del mercado. Esta es la razón por la que tendremos que controlar el impacto real de la ayuda económica, que está orientada a respaldar la inversión y las políticas de diversificación económica, así como a reforzar el impacto social y medioambiental. Esta evaluación del impacto deberá decirnos si esta ayuda es suficiente para compensar la nueva situación internacional del mercado del plátano.