Presidente. – Para comenzar, me gustaría presentarles tres elementos de información.
Me gustaría transmitirles que la declaración por escrito 0089/2010 ha alcanzado el número requerido de firmas. En consecuencia, me gustaría comunicarles también que ya ha sido aceptada por el Parlamento Europeo. Esta declaración está relacionada con la introducción unilateral de la obligación de visados por parte de Canadá. El Parlamento Europeo espera que la Comisión y el Consejo adopten medidas inmediatas con respecto a la decisión de Canadá de retirar los visados para los ciudadanos de la República Checa. También esperamos una mayor determinación por parte del Consejo y la Comisión en sus acciones. En este sentido, expresamos nuestra máxima solidaridad con los ciudadanos de la República Checa que, como miembros de la Unión Europea, deben disfrutar de la libertad de viajar a Canadá sin necesidad de visados.
El segundo elemento que me gustaría destacar es que, por séptima vez, el 11 de marzo, que es dentro de cuatro días, es decir, el viernes, vamos a celebrar el Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo. Esta conmemoración evoca los atentados terroristas perpetrados en Madrid el 11 de marzo de 2004, donde perdieron la vida alrededor de unas 200 personas, así como los que acaecieron en Londres 16 meses después, en los que también murieron 52 personas. Los actos terroristas son un ataque contra los propios fundamentos de la democracia. No hay excusa para el terrorismo y, de hecho, ningún acto terrorista podrá debilitar en ningún momento el espíritu de la solidaridad europea ni el de la democracia europea.
El tercer punto que me gustaría destacar es nuestra preocupación por la información que hemos recibido en relación con la ejecución de cinco personas que tuvo lugar en Taiwán el pasado viernes. La restauración de la pena de muerte en 2010 en este país constituye una violación de facto de la moratoria de 2006. La Unión Europea y el Parlamento Europeo, en particular, han condenado durante mucho tiempo la aplicación de la pena de muerte en todo el mundo. Exijo a las autoridades taiwanesas que impongan una moratoria sobre este castigo humano y que, en el futuro, lo eliminen de su código penal.