Presidente. – El siguiente punto son las intervenciones de un minuto sobre asuntos de importancia política.
Rareş-Lucian Niculescu (PPE). – (RO) Señor Presidente, se ha debatido mucho recientemente en este Parlamento sobre el funcionamiento inadecuado de la cadena de suministro en Europa, e incluso se ha aprobado un informe sobre este asunto. Le pondré algunos ejemplos publicados hoy en Rumanía sobre los costes aduaneros de las importaciones intercomunitarias, en comparación con su precio en los comercios.
Las patatas se importan a un precio medio de quince céntimos de euro por kilo y en los comercios alcanzan los ochenta céntimos por kilo. El azúcar se adquiere a cincuenta céntimos y alcanza en las tiendas un precio de 1,15 euros. La carne de pollo se compra a 1,25 euros y luego se vende en los comercios a un precio medio de 2,10 euros por kilo.
El mismo periódico que publica estas estadísticas muestra que el precio de las patatas creció un 45 % el año pasado, mientras que el precio del oro tan solo subió un 40 %. Es preciso detener este absurdo y creo que la Comisión Europea y el Parlamento Europeo deben buscar soluciones para esto.
Vasilica Viorica Dăncilă (S&D). – (RO) Señor Presidente, el número de zonas del mundo afectadas por el cambio climático o por los desastres naturales crece continuamente. El ejemplo más reciente es la trágica situación de Japón.
La política agrícola común de la Unión Europea debe responder ante estas situaciones como problemas estratégicos globales, y por supuesto debe garantizar la seguridad alimentaria.
El crecimiento de la población genera la necesidad de un mayor volumen de alimentos, pero tenemos una escasez creciente debido al suministro disponible. Dado que el derecho a los alimentos es un derecho básico, la seguridad alimentaria es y debe seguir siendo una de las prioridades de la Unión Europea. Las estrategias implementadas como parte de la política agrícola común deben estar respaldadas por un presupuesto adecuado que dé respuesta a estos problemas.
Creo que el presupuesto asignado a la política agrícola común debe mantenerse como mínimo en su nivel actual o incluso debe ser adaptado para satisfacer las necesidades crecientes que se derivan de estos desastres naturales, que no respetan las fronteras ni las nacionalidades, sino únicamente las áreas geográficas tal vez.
Cristian Silviu Buşoi (ALDE). - Señor Presidente, quiero aprovechar esta oportunidad para destacar la importancia de la prevención de las enfermedades cardiovasculares, ya que estas dolencias causan casi dos millones de muertes anuales en los veintisiete Estados miembros. En algunos países, como el mío, Rumanía, esto representa el 50 % de todos los fallecimientos. El tratamiento de dichas enfermedades crónicas también representa una carga financiera significativa para los sistemas de atención sanitaria, estimada en cerca de 92 000 millones de euros anuales en el conjunto de la UE.
Debemos redoblar nuestros esfuerzos para fomentar estilos de vida saludables y para sensibilizar a los ciudadanos acerca de las enfermedades cardiovasculares. Nosotros, como diputados al Parlamento Europeo, debemos comunicar mejor a los ciudadanos los peligros del abuso del alcohol, las dietas poco saludables y la falta de actividad física. Esa es la única manera de la que podemos reducir la incidencia de las enfermedades cardiovasculares entre los ciudadanos comunitarios, y por tanto su impacto negativo en los presupuestos sanitarios nacionales.
Oriol Junqueras Vies (Verts/ALE). – (ES) Señor Presidente, el grave accidente de la central de Fukushima ha puesto en entredicho el supuesto renacimiento de la energía nuclear.
Durante años, una amplia campaña mediática ha intentado hacer creer que la energía nuclear era la única solución a los problemas de abastecimiento energético y de cambio climático que amenazaban nuestro futuro. Pero nada más lejos de la realidad.
Los cuatro problemas fundamentales de la energía nuclear, los elevados costes, la seguridad, los residuos y el riesgo de proliferación que ya provocaron su fracaso en la década de los ochenta, siguen, a día de hoy, sin una solución satisfactoria.
Por todo ello, es necesario entrar en una fase de progresiva clausura y desmantelamiento de las centrales nucleares, empezando por aquellas que ya han tenido graves incidentes ―como la de Vandellós II en Cataluña y como aquellas que están llegando ya al final de su vida útil―, y, a la vez, debemos incrementar la eficiencia energética, el consumo responsable y la inversión en fuentes de energía renovables.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL). – (PT) Señor Presidente, las políticas de la Unión Europea están amenazando los derechos sociales y laborales, llevando a protestas y a conflictos. Eso es lo que sucedió el fin de semana pasado en Portugal. Cerca de 300 000 trabajadores participaron en una manifestación organizada por la Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP). Se trataba de un río de persona, de indignación y de rebelión que inundó las calles de Lisboa, procedente de todos los rincones del país. Fue una respuesta nacional de lucha organizada, que demuestra que los trabajadores, las mujeres, los jóvenes y los jubilados están cansados de ser las víctimas de las políticas dictadas por los intereses de grandes grupos económicos y financieros nacionales y europeos.
El pueblo está decidido a luchar por otra política en la que la crisis no sea un pretexto para que haya más desempleo, menos seguridad laboral, más salarios y pensiones congelados, mayores recortes de los salarios y los beneficios más bajos, y para que suban los precios y los impuestos para quienes se mantienen gracias a los frutos de su trabajo.
Fue un «no» al Pacto de Crecimiento y de Estabilidad, y a las políticas capitalistas que han sido promovidas por la Unión Europea y por los gobiernos sin tan siquiera obtener nada del capital, pero permitiendo que este incremente sus ingresos y sus beneficios. Se trata de una lucha en la que seguiremos combatiendo y comprometidos con la solidaridad.
Oreste Rossi (EFD). – (IT) Señor Presidente, Señorías, creo que ninguno de nosotros alberga dudas, ya hemos tenido suficiente: en lo que se refiere a Turquía, la Unión Europea debe abandonar las palabras y pasar a la acción.
Ni la detención del patriarca cristiano ortodoxo que tuvo lugar el día de Navidad porque estaba celebrando misa en una iglesia en la zona ocupada de Chipre, ni tampoco la detención de nueve periodistas el 3 de marzo fueron motivos suficientes para convencer a la baronesa Ashton de que hay que actuar con respecto a Turquía de acuerdo con el Presidente Van Rompuy. Sin embargo, no creo que ni siquiera ellos duden tras la detención de cuatro diputados turcos al Parlamento Europeo y de un obispo que representa a los cristianos ortodoxos en la Unión Europea, detenciones llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad turcas en la zona ocupada de Chipre. Está claro que no podemos seguir recibiendo bofetadas en la cara por parte de Turquía; limitarnos a detener el proceso de incorporación a la UE no basta como contramedida.
Hemos de tener la valentía y la fuerza para dejar claro a ese gobierno de una vez y para siempre que o bien se ajusta a la observancia de los tratados, de los derechos humanos y civiles, y de las libertades, o bien la Unión Europea debe mostrar la valentía de romper todos los vínculos diplomáticos y comerciales.
Csanád Szegedi (NI). – (HU) Señor Presidente, Señorías, hace menos de dos semanas, los días 11 y 12 de marzo, el Presidium del Movimiento Jobbik para una Hungría Mejor celebró reuniones puntuales en Transilvania, en la Tierra Székely y en Târgu Mureş. Además de expresar la importancia de la autonomía territorial de Székely, anunciamos la Plataforma Europea de Europa Central, que representará un gran avance hacia una reconciliación entre Rumanía y Hungría. En cuanto a mí, tras la reunión del Presidium visité la zona de Érmellék (Partium). Ofrecí una charla en Vale lui Mihai, donde el deseo de los entre 300 000 y 400 000 húngaros que viven en Partium de conservar su identidad como húngaros y de educar a sus hijos en idioma húngaro se manifestó con fuerza esencial. Quieren la autonomía. Esto afecta a tantas personas que me gustaría pedir al Parlamento que encuentre la ocasión para programar una sesión, un punto del orden del día, para debatir el tema de la autonomía tanto de la Tierra Székely como de Érmellék.
László Tőkés (PPE). – (HU) Señor Presidente, en conmemoración de la revolución y de la guerra de independencia de 1848-1849, los húngaros de todo el mundo celebraron el 15 de marzo su fiesta nacional. Nuestro poeta de renombre mundial, Sándor Petőfi, dio su vida por la libertad en 1849. El 20 de marzo, fecha del aniversario de su muerte, conmemoramos a otra importante figura de la guerra de independencia, el gobernador Lajos Kossuth, padre de la democracia parlamentaria húngara, que pasó la mitad de su vida exiliado en el extranjero. El que nuestras dos emisoras de radio nacionales lleven los nombres de estos dos personajes, Lajos Kossuth y Sándor Petőfi es un testimonio simbólico del amor que nuestro pueblo por la libertad. En uno de sus destacados poemas, nuestro luchador por la libertad y poeta honra la memoria de aquellos héroes «que murieron por ti, sacrosanta libertad mundial». Este espíritu revolucionario de libertad mundial inspiró a los jóvenes húngaros de aquella época, y es el mismo espíritu con el que la Europa amante de la libertad defiende a los jóvenes revolucionarios árabes y a todos los pueblos del mundo que luchan por la libertad.
Daciana Octavia Sârbu (S&D). – (RO) Señor Presidente, el Gobierno de Rumanía ha adoptado, al establecer unas responsabilidades, nuevo Código Laboral que infringe el derecho de los ciudadanos rumanos a la protección social. La razón esgrimida para adoptar este código es la necesidad de hacer más flexible el mercado y de crear nuevos puestos de trabajo. Sin embargo, nadie, ni los sindicatos ni la patronal, ha pedido que se introduzca esta modificación en el código antiguo. Incluso están en desacuerdo con las medidas nuevas.
La realidad es que el Código Laboral promovido por el gobierno no va dirigido a introducir flexibilidad, sino a politizar intensamente el sector público y a golpear con dureza a los asalariados por medio de disposiciones como la de prescindir de los convenios laborales colectivos y de los derechos sindicales, así como llevando a cabo despidos masivos sin pagos compensatorios. Esto significa que el gobierno está castigando a las personas que trabajan y que, por medio de su trabajo, apoyan las medidas desesperadas para superar la crisis.
Stanimir Ilchev (ALDE). – (BG) Señor Presidente, hace unos días se debatió una idea interesante en la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior sobre cómo mejorar el mecanismo para evaluar a los países del espacio Schengen en términos de su aplicación del acervo de Schengen, así como de los avances registrados por los países que solicitan incorporarse al espacio Schengen.
Sin embargo, los criterios deben ser claros y aplicarse a todos, y no podemos confundirlos con criterios abstractos y moralistas, ni pueden politizarse. Por ejemplo, el grado de corrupción en países candidatos debe ser vigilado.
Es muy importante que la corrupción sea perseguida y desenmascarada, pero puede ser difícil llevar a cabo este proceso de manera objetiva en cada país por separado. En otras palabras, no debemos permitir la subjetividad cuando intentemos mejorar el mecanismo de evaluación. También se han dispuesto sanciones por este motivo. Algunas pueden ser de naturaleza financiera. Se requiere mucha precisión.
Por tanto, los países candidatos deben prepararse, pues de lo contrario se enfrentan a la posibilidad de un retraso. Esos países que están en el espacio Schengen pero que no han superado la evaluación deben ser conscientes de que su pertenencia puede quedar en suspenso de acuerdo con las sanciones.
Jaroslav Paška (EFD). – (SK) Señor Presidente, ha pasado mucho tiempo desde la Segunda Guerra Mundial, pero ciertamente no lo bastante para que olvidemos todos los horrores de aquel período.
Por tanto, no puedo entender que hoy haya personas en Europa que erigen monumentos a los criminales fascistas. El 14 de marzo, una especie de club comunitario de Košice descubrió un busto de János Esterházy, un criminal de guerra condenado a muerte en 1947 por colaborar con los fascistas. Descubrieron un busto de un criminal que aplaudió a las tropas fascistas que invadieron Košice. Proclamó abiertamente su colaboración con los nazis, declarando, y cito: «Desde muy joven he tenido ideas antijudías, y las conservaré hasta el día de mi muerte».
Señorías, en mi opinión esta flagrante provocación es aún más desafortunada por el hecho de que esta celebración de un criminal de guerra militar incluyó un discurso del cónsul húngaro, un diplomático del país que ahora ocupa la Presidencia y que habla en numerosos foros en nombre de todos nosotros, y también en nombre de toda la UE.
Slavi Binev (NI). – (BG) Señor Presidente, Señorías, tomo la palabra para llamar su atención sobre un problema complejo que lamentablemente afecta a todos los ciudadanos búlgaros, es decir, el chantaje diario que los bancos llevan a cabo contra los consumidores.
Es ridículo que algunos bancos de Bulgaria cobren tanto al ingresar como al retirar fondos. Recientemente fui víctima de la presión demencial ejercida por los bancos y mi cuenta fue congelada ilegalmente. Lo que sucedió con este incidente es que no tuve base jurídica para formular una protesta.
La legislación no está reglamentada de manera estricta. Debido a la intensa presión del sector bancario o a la escasa demostración de voluntad política, el gobierno no se implica en el contrato bilateral entre el cliente y el banco. Cualquiera puede comprobar la falta de igualdad entre las partes de este contrato.
Tal y como yo lo veo, el problema es que la competencia no ha creado unas condiciones de mercado aceptables y creo que el gobierno debe implicarse. Pido una introducción más rápida del SEPA, el espacio único europeo de pagos, y la creación de un marco claro para controlar a los bancos. Espero que los bancos presten más atención a sus clientes y que cuiden de ellos porque, en estos momentos, tan solo los consideran un objetivo diario para el chantaje.
Seán Kelly (PPE). - Señor Presidente, hace un rato hemos debatido los derechos de los consumidores. Un derecho que los consumidores comunitarios tienen es el de la seguridad y la salubridad de los alimentos. La ciudadanía espera que los alimentos que llegan a la Unión Europea sean producidos de acuerdo con las mismas normas elevadas que los alimentos producidos internamente. Por desgracia, eso no puede ser garantizado. Una autoridad como el Tribunal de Cuentas Europeo dijo recientemente que «determinadas normas, principalmente sobre bienestar animal, impuestas a los granjeros comunitarios no pueden ser impuestas a los productores de carne importada». Esa es una crítica muy dura, especialmente dado que señala que tan solo un 2 % de los alimentos que entra puede ser verificado en realidad, en claro contraste con la situación dentro de Europa, donde cualquier animal es rastreable desde la granja hasta la mesa.
Visto esto, parece imprudente buscar un acuerdo con Mercosur, especialmente debido a que el Instituto Sueco de Alimentación y Biotecnología ha señalado que la huella de carbono de la carne de vacuno brasileña puede ser treinta y cinco veces superior a la del vacuno irlandés.
Sergio Gutiérrez Prieto (S&D). – (ES) Señor Presidente, muchos expertos nos están diciendo que la próxima crisis puede ser energética y que, además, o no estamos haciendo los deberes necesarios para evitarla o no lo estamos haciendo a la velocidad necesaria para evitarla.
Este próximo sábado, el Fondo Mundial para la Naturaleza hace un llamamiento para que todos hagamos un pequeño gesto en aras de la sostenibilidad. Muchos ciudadanos apagarán la luz durante una hora y muchas administraciones públicas también. Pero no es suficiente.
Europa no puede seguir dependiendo de energías que no son suyas, que están lejos, o de energías inseguras. Tenemos que ayudar a los Estados a construir un nuevo modelo energético en el que las energías renovables sean el corazón del nuevo mix.
Y tenemos que apoyar además la concienciación de nuevas pautas de consumo porque, sin ninguna duda, renovables y eficiencia son las claves de la sostenibilidad futura.
Por último, quiero hacer un llamamiento a todos los países de la Unión para que se unan a ese llamamiento, a esa voluntad de cinco Estados, entre ellos España, de aumentar la reducción de emisiones de CO2 hasta un 30 %, porque así demostraríamos que Europa, además de vanguardia en libertad y derechos, también es vanguardia en su compromiso con la sostenibilidad del planeta.
Kristiina Ojuland (ALDE). - Señor Presidente, lamento informarle que a esta hora tan avanzada de la tarde un grupo de ciclistas estonios ha sido secuestrado por hombres armados en el valle de Bekaa, en la zona oriental de Líbano. Los estonios habían entrado en Líbano desde Siria a primera hora de la mañana y fueron interceptados a las 17.30 horas por hombres armados a borde de tres vehículos sin matrículas. De momento no hay más información sobre quién ha secuestrado a los ciclistas o sobre si el incidente ha tenido una motivación política. No obstante, el valle de Bekaa es un reducto del grupo islamista Hezbolá.
Quiero suplicar a la baronesa Ashton, a pesar de su constante y necesaria implicación en Libia, que ayude a solucionar esta situación. Para el Servicio Europeo de Acción Exterior supone un desafío decretar que los Estados miembros ayuden a los ciudadanos de la UE en situaciones angustiosas como esta.
Ádám Kósa (PPE). – (HU) Señor Presidente, Señorías, en Europa residen actualmente treinta millones de personas invidentes o discapacitadas visuales. ¿En alguna ocasión se han preguntado cómo deben hacer frente a situaciones no resueltas, incluso cuando tienen que ir a hacer alguna compra? En muchos casos son incapaces de determinar la naturaleza de un producto teniendo la caja o la botella en sus manos. Si lo cogen del expositor, no saben qué tienen en las manos, pese a que sin lugar a dudas ellos también tienen derecho a llevar una vida independiente y segura.
Por tanto, junto con cinco de mis colegas de otros cuatro grupos quiero urgir a los fabricantes de productos comerciales a añadir etiquetas en código braille en sus envases de manera voluntaria. También quiero pedir a mis colegas que apoyen con sus firmas la Declaración 14/2011, que trata esta cuestión.
Csaba Sógor (PPE). – (HU) Señor Presidente, cuando existe una rivalidad, las partes implicadas siempre encuentras personas a las que culpar, a las que consideran responsables de los daños sufridos. Me gustaría destacar un caso. El conde János Esterházy fue encarcelado a finales de la Segunda Guerra Mundial, primero por parte de los nazis y después, durante la ocupación comunista, también por parte de los soviéticos. En la República Checa y en Eslovaquia sigue siendo considerado un criminal de guerra, y eso, señor Paška, pese a que el Tribunal Supremo de Rusia ya anuló su sentencia en 1993, y a que el jefe de Estado de Polonia le concedió la prestigiosa orden Polonia Restituta hoy hace exactamente dos años.
Esterházy ayudó a escapar a cientos de judíos, checos, eslovacos y polacos, y fue el único miembro del Parlamento eslovaco, señor Paška, que votó en contra y se opuso a las leyes antijudías en 1942. La construcción conjunta de una Europa unida pudo comenzar una vez se limpiaron la ruinas de la Segunda Guerra Mundial, lo que incluyó la rehabilitación de personajes como Esterházy. Es cosa nuestra limpiar las ruinas que quedan.
Zbigniew Ziobro (ECR). – (PL) Señor Presidente, para afirmar que un cierto país cumple los requisitos de una democracia madura, no basta con decir que las elecciones a los organismos de representación, incluido y en especial el parlamento, se celebran de acuerdo con los principios de universalidad, secreto, igualdad y justicia. También resulta esencial poder decir que en ese país los derechos de las minorías son respetados. Creo que la Cámara en la que celebramos nuestros debates hoy es el lugar más apropiado para recordar a los europarlamentarios el hecho de que el 17 de marzo el Parlamento de la República de Lituania enmendó su Ley de Educación. Lamentablemente, en su forma enmendada, la ley parece utilizar métodos administrativos para violar los derechos de las minorías, incluida en este caso la minoría polaca, procurando asimilar a las personas que pertenecen a dicha minoría mediante coacciones impuestas por el Estado, por así decir.
Basta con decir que la Ley de Educación implica que se impondrá un programa educativo idéntico para todas las escuelas, también aquellas en las que los únicos alumnos son los de las minorías nacionales. Esto hace que aumente el número de asignaturas obligatorias impartidas en lituano. Con el pretexto de una «optimización de la red escolar», las escuelas de las minorías nacionales, incluidas las escuelas polacas, deben ser cerradas en las ciudades pequeñas, y solamente deben quedar escuelas lituanas. Esta ley viola los convenios internacionales ratificados por Lituania.
El que muchas personas hayan opinado sobre este tema en muchas ocasiones no significa nada. Creo que el Parlamento Europeo es el foro apropiado para hablar sobre este tipo de temas, y para pedir que los derechos fundamentales de las minorías nacionales sean respetados.