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Acta literal de los debates
Martes 5 de abril de 2011 - Estrasburgo Edición DO

9. Turno de preguntas al Presidente de la Comisión
Vídeo de las intervenciones
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  Presidente. – El siguiente punto del orden del día es el turno de preguntas al Presidente de la Comisión.

 
  
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  Martin Schulz, en nombre del Grupo S&D.(DE) Señor Presidente, veo que los miembros del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-cristianos) no regresan aún de la comida. Me alegra, señor Presidente, que me sonría, pues hace un momento me dirigió algunas observaciones algo severas, pero me parece que se ha tranquilizado un poco durante el receso de mediodía.

Alguien que creo que usted conoce bien, señor Comisario Oettinger, ha dicho que habrá pruebas de resistencia —mírelo, ahí está, no me había dado cuenta de que estaba aquí. Me alegro de verle, señor Oettinger. El señor Oettinger, un discípulo ejemplar de la señora Merkel, ahora se opone también a la energía nuclear. Era partidario de la energía nuclear, pero Fukushima se ha convertido en el camino de Damasco para él y, al igual que un moderno Saulo, él y otros más han vista una luz brillante en el cielo. Al menos ha dejado claro que, en su opinión, algunas centrales nucleares no pasarán las pruebas de resistencia. Algo que me pareció muy interesante.

Si usted sospecha, señor Oettinger, que las pruebas de resistencia no arrojarán los resultados deseados porque los sistemas que deben someterse a ellas pueden no sobrevivirlas, entonces ¿por qué no interviene la Comisión directamente para cerrar estas centrales? Si las pruebas de resistencia son parecidas a las utilizadas con los bancos, es decir, si tras realizarlas nos damos cuenta, primero, que no eran suficientemente claras, y segundo, que los resultados no reflejan la situación real, entonces el tema de la energía nuclear sería más peligroso que el de los bancos.

Por ello, mi pregunta concreta es: ¿cómo es posible que sepa que algunos sistemas no sobrevivirán a las pruebas de resistencia y, aún así, no haga nada al respecto?

 
  
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  José Manuel Barroso , Presidente de la Comisión. – En primer lugar, para conocer los resultados de las pruebas primero debemos llevarlas a cabo. Si alguna instalación no pasa la prueba, queda abierta la cuestión sobre las acciones correctivas. En los casos en que la modernización no sea viable desde un punto de vista técnico o económico se cerrarán y desmantelarán los reactores. Sin embargo, podemos imaginarnos situaciones en que la modernización de la seguridad sea económica y técnicamente viable, de modo que este es el compromiso que podemos asumir en estos momentos.

Me parece, señor Schulz, que fue importante que el Consejo Europeo llegara a un acuerdo sobre el papel de la Comisión tras intensos debates. Puedo decirle que al principio de los debates, este papel se limitaba a la coordinación de los reguladores nacionales y, tras de que yo insistiera, se pidió a la Comisión que presentara el alcance y modalidades de las pruebas, y se le encomendó la tarea de presentar, antes de que finalice el año, un informe completo sobre sus conclusiones.

Eso es lo que haremos para todas las centrales nucleares de Europa Y vamos a hacerlo con total transparencia. Es importante reconocerlo. Creo que esto representa un avance en lo que se refiere a la seguridad nuclear.

 
  
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  Martin Schulz, en nombre del Grupo S&D.(DE) Señor Barroso, usted es una persona muy inteligente; sin embargo, no ha respondido a mi pregunta. Por consiguiente volveré a formularla: cuando el señor Oettinger dice que sospecha que algunas de las centrales conectadas actualmente a la red no sobrevivirán las pruebas de resistencia, eso quiere decir, en mi opinión, que ustedes saben que la seguridad de estas centrales es tan deficiente que no cumplirán los criterios. Así pues, ¿por qué no intervenir directamente? Creo que este es un peligro muy real y actual.

 
  
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  José Manuel Barroso , Presidente de la Comisión. – El Comisario Oettinger presentó una declaración muy cauta y prudente. Puede ocurrir, pero para comprobar si puede suceder o no, tenemos que llevar a cabo pruebas serias y creíbles. Y eso es lo que vamos a hacer, con toda transparencia y sobre la base de los mejores conocimientos técnicos disponibles.

Como sabe Su Señoría, no es competencia de la Comisión eliminar las pruebas. Esa es una competencia nacional. Lo que vamos a hacer —y a diferencia de lo que ocurría antes del último Consejo Europeo, ahora tenemos un mandato claro para hacerlo— es colaborar con los reguladores nacionales independientes para realizar pruebas de resistencia muy serías y creíbles en los Estados miembros. Ahora definimos las modalidades y el alcance de esas pruebas de resistencia.

Me gustaría decirle, señor Schulz, que debemos ser sumamente responsables y no generar pánico en estas cuestiones tan delicadas. Debemos proceder de una forma técnica basada en los mejores conocimientos científicos disponibles.

 
  
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  Guy Verhofstadt, en nombre del Grupo ALDE. – Todos estamos de acuerdo en que la Unión Europea es algo más que un mercado común y que también es un proyecto político para garantizar la democracia en el continente, y la defensa, promoción y refuerzo del Estado de Derecho y los derechos humanos.

Si no fuera así, no habría mucha diferencia entre nosotros y China. Esto es así en todos los Estados miembros, incluida Hungría. El Gobierno húngaro acaba de publicar un nuevo proyecto de constitución que debe adoptarse a mediados de abril. Este proyecto incluye algunas referencias preocupantes, en mi opinión, al derecho de voto de los menores, a la prohibición del aborto y del matrimonio entre personas del mismo sexo, al irredentismo y a imponer límites a las instituciones para que se ajusten a la voluntad del gobierno.

¿Qué hará la Comisión, señor Presidente Barroso, para defender los principios constitucionales comunes europeos de democracia, Estado de Derecho y derechos fundamentales, consagrados en el artículo 2 de nuestro Tratado, cuando estos corren peligro en los Estados miembros, como en el caso actual de Hungría?

 
  
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  José Manuel Barroso , Presidente de la Comisión. – Estamos totalmente de acuerdo en que la Unión Europea no es tan solo un mercado común, son una comunidad de valores, y una condición para ser miembro de la Unión Europea es respetar estos valores. Uno de estos valores es el Estado de Derecho y tenemos que respetar nuestra legislación. Como Su Señoría sabe, la adopción de una constitución nacional es un paso clave para cada Estado miembro, un proceso crucial que corresponde en su totalidad al pueblo y las instituciones de ese Estado miembro.

Corresponde a las instituciones húngaras decidir el contenido de la nueva Constitución y el procedimiento para su adopción de conformidad con sus normas nacionales y, en su caso, del Derecho internacional y el Derecho de la Unión. Seguiremos muy de cerca la evolución de este tema desde la perspectiva del Derecho de la Unión, pero esperamos que las autoridades húngaras velen por que la nueva Constitución que se adopte finalmente refleje los valores en los que se fundamenta la Unión Europea.

 
  
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  Guy Verhofstadt, en nombre del Grupo ALDE. – Señor Presidente de la Comisión, entiendo su respuesta, pero usted sabe que los 27 Estados miembros tienen que modificar sus constituciones para ajustarlas a los valores europeos. Hungría no lo hizo antes de adherirse a la Unión. Algunos países lo hicieron incluso después de la adhesión. Polonia lo hace en estos momentos, Francia lo hace porque existen contradicciones entre el Tratado de Lisboa y algunos artículos de la Constitución francesa.

Es importante que obligue a Hungría, incluso después de la adopción de su nueva constitución, a aplicar igualmente estos principios. Es importante que la Comisión estudie esta cuestión.

 
  
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  José Manuel Barroso , Presidente de la Comisión. – La constitución de un país tiene que reflejar los valores europeos y ajustarse a ellos, los valores europeos básicos de democracia, Estado de Derecho, dignidad human y respeto de los derechos fundamentales. Esta es una cuestión que ni siquiera debe debatirse. No he visto aún una constitución de un Estado miembro de la Unión Europea que se oponga a estos valores, pero en teoría, si ocurriera, tendríamos que actuar.

Como usted sabe, señor Verhofstadt, tenemos un magnífico historial en este aspecto. Hace poco actuamos en relación con varios temas muy delicados relacionados, por ejemplo, con la legislación húngara sobre los medios de comunicación. Desde un principio, el Gobierno húngaro señaló que si la Comisión observaba cualquier incompatibilidad, modificaría la ley y eso es lo que hizo.

En otros Estados miembros en los que se han planteado problemas de discriminación, la Comisión también ha adoptado una posición muy firme. Desde este punto de vista, Su Señoría puede tener la seguridad de que la Comisión seguirá muy de cerca estas cuestiones.

 
  
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  Marian-Jean Marinescu, en nombre del Grupo PPE. – La aplicación del Semestre Europeo a partir de este año ayudará a reforzar la disciplina presupuestaria, la estabilidad macroeconómica y el crecimiento, y obligará a los Estados miembros a cambiar sus políticas económicas y presupuestarias. Estas nuevas políticas podrían tener efectos importantes a corto plazo en la vida de los ciudadanos de la mayoría de los Estados miembros.

¿Ha identificado la Comisión las consecuencias que los procedimientos nacionales necesarios tendrán sobre el panorama económico, social y político en el futuro o tiene previsto realizar una evaluación de dichas consecuencias?

 
  
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  José Manuel Barroso , Presidente de la Comisión. – Nos tomamos este ejercicio con toda seriedad. Fue muy importante llegar a un acuerdo sobre lo que denominamos Semestre Europeo, porque los Estados miembros han convenido unánimemente que la política económica de uno de ellos puede tener efectos en los demás, y que las de los demás pueden afectar sus propias políticas. Vamos a hacer recomendaciones a este respecto en función, entre otra cosas, de los programas que nos presenten los Estados miembros. Pero lo hacemos para mejorar la vida de nuestros ciudadanos.

Hemos dejado claro que todos los esfuerzos de consolidación fiscal, todos los esfuerzos de reforma estructural se hacen de hecho para el crecimiento —un crecimiento sostenible e integrador— que es el objetivo de la Unión Europea. Este es el acuerdo general al que llegamos en lo que denominamos la Estrategia Europa 2020. Es a la luz de estas prioridades que juzgaremos los programas nacionales que se van a presentar y en los que trabajaremos en colaboración con nuestros Estados miembros.

 
  
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  Marian-Jean Marinescu, en nombre del Grupo PPE. – El aspecto más importante de esta política es la disciplina. Si todos los Estados miembros cumplen estas disposiciones, los resultados serán positivos. Si se surgen diferencias entre los Estados miembros, no serán los que todos esperamos.

 
  
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  José Manuel Barroso , Presidente de la Comisión. – Estoy totalmente de acuerdo con usted, señor Marinescu. Es precisamente por ello que es necesario que las instituciones sean independientes y realicen su tarea con total independencia y en un auténtico espíritu comunitario, porque en el pasado hemos visto que había tentaciones para no adoptar las decisiones o no aplicarlas de una manera uniforme, coherente y creíble.

Es por ello que la Comisión hará todo lo posible por establecer igualdad de condiciones y velar por los principios de equidad. La disciplina a la hora de respetar los acuerdos alcanzados es sin duda fundamental para el éxito de la Unión Europea.

 
  
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  Rebecca Harms, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Barroso, durante la semana pasada, la Comisión fijó límites basados en un Reglamento que siempre se activa cuando surgen problemas con alimentos contaminados de radiactividad, en este caso procedentes de Japón. Resulta sorprendente que los límites que usted impuso a los productos japoneses en este caso sean mucho más elevados que los que se aplican en Japón a los mismos productos. También son más altos que los límites que establecen los Estados Unidos para alimentos en casos similares, país en el que la energía nuclear es objeto de un uso muy extendido. Estos límites también son superiores a los aplicados en la Unión Europea y en los países de los que importamos productos tras el desastre de Chernóbil y que se siguen aplicando al cesio en algunos casos. ¿A qué se debe esto? ¿Por qué hemos establecido límites tan altos?

 
  
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  José Manuel Barroso , Presidente de la Comisión. – Señor Presidente, responderé a la pregunta de la señora Harms, a pesar de que creía que habíamos llegado a un acuerdo para dividir el debate en dos, una parte general hoy y una parte sobre Japón más tarde.

Ha planteado una cuestión muy importante, señora Harms. En primer lugar, las medidas de emergencia adoptadas el 25 de marzo respecto a la importación de piensos y alimentos de Japón garantizan la seguridad de los consumidores de la UE y un método de aplicación armonizado en toda la Unión Europea. Consideramos que estas medidas son proporcionadas al riesgo y tienen un ámbito de aplicación más amplio que las medidas aplicadas en otras partes importantes del mundo, como los Estados Unidos y Canadá. Creo, a mi mejor saber y entender, y de acuerdo con los dictámenes científicos que recibo, que estas medidas y este enfoque son seguros.

Los servicios aduaneros velan por que los alimentos y piensos solo puedan entrar al mercado de la Unión Europeo si existe una garantía de que son inocuos para el consumo. Con arreglo al acuerdo actual, las propias autoridades japonesas —como señala la señora Harms— aplican disposiciones todavía más estrictas a los productos alimenticios para consumo interno y para exportación.

En vista de los niveles más estrictos impuestos en Japón, en la Comisión decidimos que sería oportuno modificar los niveles vigentes desde el 25 de marzo como medida de protección adicional, a la espera de nuevos análisis científicos de los niveles establecidos en el Reglamento (Euratom) nº 3954/87. Este análisis será realizado por la Comisión, junto con los expertos científicos competentes, antes del 30 de junio para llegar a niveles que puedan aplicarse de forma uniforme a las importaciones.

Me gustaría subrayar que todos los controles de alimentos importados de Japón realizados hasta ahora por los Estados miembros muestran niveles insignificantes de radiactividad, que son considerablemente inferiores a los actuales niveles europeos o japoneses. Permítanme comunicar a Sus Señorías que la Comisión propondrá el próximo viernes al Comité Permanente de la Cadena Alimentaria una revisión de nuestras normas para adaptarlas a las japonesas. A continuación estas normas entrarán en vigor a partir de la siguiente semana. Quiero recalcar una vez más que esta es una medida exclusivamente cautelar que permite iniciar las evaluaciones científicas necesarias de los actuales niveles permitidos en todo el mundo, de modo que la Unión Europea pueda demostrar una vez más que aplica las normas más estrictas.

 
  
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  Rebecca Harms, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Barroso, si he entendido bien, esto significaría que el pescado afectado por la radiactividad de Chernóbil importado de Noruega debe cumplir límites más estrictos que el pescado radiactivo capturado en las aguas que rodean Japón. Me parece incorrecto e irresponsable, y me gustaría saber si está dispuesto o no a corregir estos límites, que son extremadamente altos a escala internacional.

 
  
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  José Manuel Barroso , Presidente de la Comisión. – Señora Harms, las decisiones sobre estas cuestiones las adoptamos sobre la base de evidencias científicas. No puedo tomar decisiones basadas únicamente en opiniones personales. Tenemos un Reglamento que se adoptó tras el desastre de Chernóbil y se basa en las mejores evidencias científicas. Japón se encuentra en una posición sumamente delicada en lo que respecta a la seguridad alimentaria y ello se debe a numerosas razones. Tiene un umbral diferente al que tenemos en Europa. Y fue precisamente debido a estas diferencias entre las normas europeas y japonesas que decidimos transitoriamente aplicar las normas de Japón.

Los niveles permitidos son más bajos, lo que significa que las normas son más estrictas. Vamos a aplicar estas normas por Japón. Entretanto vamos a consultar al comité de expertos a nivel nacional y a nivel europeo a fin de poder establecer, en su caso, normas comunes uniformes para todas las importaciones. Creo que este es el planteamiento más eficaz y proporcionado basado en datos científicos. No creo que otro planteamiento sea aconsejable en estos momentos.

 
  
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  Jan Zahradil, en nombre del Grupo ECR. – A diferencia de otros oradores, sigo creyendo que la Unión Europea es primordialmente un proyecto económico cuyo núcleo es el mercado único. Se ha hablado mucho de gobernanza económica en los últimos días y semanas, quizá demasiado para mi gusto, pero muy poco de crecimiento y competitividad.

Como usted sabe, señor Barroso, el Partido Conservador británico constituye la mayor parte de mi Grupo, y el Primer Ministro del Reino Unido, señor Cameron, y otros ocho Jefes de Estado o de Gobierno enviaron una carta a usted y al Presidente Van Rompuy en la que exponen ideas muy claras para que Europa regrese a la senda del crecimiento tras la crisis financiera. La semana pasad, el señor Cameron publicó igualmente un panfleto titulado Let us choose growth (Optemos por el crecimiento), que recomiendo a todas Sus Señorías que lean.

Así pues, ¿cuáles son sus intenciones para el futuro próximo a fin de lograr crecimiento y competitividad, y completar el mercado único de la Unión Europea? ¿Qué medidas prácticas tiene la intención de adoptar para alcanzar estas metas?

 
  
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  José Manuel Barroso , Presidente de la Comisión. – Resulta muy difícil hacer justicia en tan solo un minuto a la importancia del mercado interior. Sin embargo, permítanme asegurar al señor Zahradil que este mes presentaremos la Single Market Act, una serie de propuestas muy ambiciosas para realizar el mercado único, darle mayor profundidad y eliminar muchos obstáculos para el mercado interior de servicios y las numerosas cargas administrativas que existen, sobre todo para las PYME.

Estos son los puntos concretos que puedo anunciar hoy: medidas concretas sobre el acceso a la financiación para las PYME y la reducción de la carga administrativa que soportan nuestras empresas, especialmente las PYME.

Permítanme decir igualmente que la carta que me enviaron nuevo Jefes de Estado o de Gobierno europeos es un documento muy importante. Es importante en estos precisos momentos, en que nuestros presupuestos sufren limitaciones tan severas, para liberar todo el potencial del mercado único, que es sin duda una fuente de crecimiento para la Unión Europea.

 
  
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  Jan Zahradil, en nombre del Grupo ECR. – No quiero entrar en un debate polémico, señor Barroso, y creo en sus buenas intenciones. Sin embargo, usted conoce la institución que preside. En ocasiones, la Comisión Europea es un poco como un animal difícil de dirigir. Así pues, ¿podría decirnos como garantizará que la Comisión Europea evitará bajo su presidencia la tendencia —en ocasiones demasiado visible— a regular excesivamente en lugar de desregular o regular mejor?

 
  
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  José Manuel Barroso , Presidente de la Comisión. – Ruego a Su Señoría que no adopte una opinión sesgada de la Comisión. La Comisión tiene un buen historial en esta cuestión. Ya hemos hecho algunas mejoras, como una reducción del 31 % de las cargas administrativas de la Comisión y un 22 % ya acordado con el Consejo y el Parlamento. De hecho, el Consejo se opone a algunas de las medidas para reducir esta carga.

Creo que estará de acuerdo conmigo, señor Zahradil, en que 27 burocracias son peor que una sola. De este modo, la Comisión está haciendo mucho para facilitar la vida a las empresas de todo el continente al realizar el mercado interior. De hecho, la resistencia a veces procede de las administraciones nacionales, por ejemplo, con la sobrerregulación de las Directivas, etc. Vamos a aplicar con seriedad este programa para legislar mejor en el que me parece que podemos estar de acuerdo.

 
  
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  Lothar Bisky, en nombre del Grupo GUE/NGL.(DE) Mi pregunta es parecida a la del señor Schulz. Por ello deseo concentrarme en un aspecto en particular. Como es natural, usted entenderá que, a la vista de nuestras experiencias con las pruebas de resistencia de los bancos, ahora somos más sensibles a dichas pruebas, incluidas las que se aplicarán a las centrales nucleares. Mi pregunta se refiere a Euratom.

No quiero ser juez y jurado de las grandes cantidades de dinero que Euratom devora para la investigación. En mi opinión, esta financiación para investigación se destina a una tecnología repleta de riesgos. No creo que estos riesgos sean objeto de controles comunes adecuados n que exista margen suficiente para un proceso decisorio conjunto en esta materia. Después de todo, la energía nuclear no respeta las fronteras nacionales. Y es precisamente ahí donde radica el problema. ¿No deberían adoptarse conjuntamente las decisiones sobre energía nuclear en vista de que la radiación no reconoce fronteras?

 
  
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  José Manuel Barroso , Presidente de la Comisión. – Como establece el Tratado de Lisboa, señor Bisky, la combinación de energías e competencia de los Estados miembros. No corresponde a las instituciones europeas decidir qué fuentes de energía debe utilizar cada Estado miembro.

Sin embargo, las conclusiones del último Consejo Europeo fueron un paso adelante, pues se llegó a un acuerdo para someter a prueba todas las centrales nucleares de la Unión Europea. Este ejercicio será llevado a cabo bajo la responsabilidad del Grupo Europeo de Reguladores de la Seguridad Nuclear y la Comisión. Asimismo, la Comisión presentará un informe que se hará público.

Ahora nos encontramos en una situación en la que los partidarios de la energía nuclear y sus detractores —pues existen diferentes posiciones entre los Estados miembros— al menos están de acuerdo en que tenemos que modernizar todas las condiciones para la seguridad nuclear. Algo que probablemente se logrará más fácilmente con un enfoque europeo que con uno nacional.

 
  
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  Lothar Bisky, en nombre del Grupo GUE/NGL.(DE) Señor Barroso, ¿qué piensa de la idea de crear una institución europea para promover las energías renovables, el suministro de energías compatibles con el medio ambiente y el ahorro de energía en el marco del Tratado de la UE? ¿Cree que esta propuesta merece su apoyo, pues podría librarnos más rápidamente de los riesgos de la energía nuclear?

 
  
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  José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión. Ya hemos presentado algunas propuestas en esta materia, en concreto, la denominada agenda 20-20-20, en la que, por ejemplo, los Estados miembros acordaron por unanimidad —ya que en esta cuestión se requiere unanimidad— el objetivo de incrementar la producción de energías renovables en un 20 % en 2020. Permítanme decir que vamos por buen camino para alcanzar ese objetivo. Así pues, ya existe legislación de la Unión Europea que hace que estos objetivos sean vinculantes para los Estados miembros.

¿Están los Estados miembros dispuestos a seguir adelante? Esto es algo de lo que podemos hablar, pero puedo decirles que, desde mi punto de vista, sobre la base de mis consultas, los Estados miembros piensan que primero deberían comprometerse a alcanzar primero ese objetivo. Así que probablemente no tenemos que crear un nuevo marco comunitario institucional, sino que debemos asumir un compromiso decidido con los objetivos que hemos acordado y, si llegamos a un acuerdo, fijarnos metas más ambiciosas.

 
  
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  Nigel Farage, en nombre del Grupo EFD. – Estoy confundido, señor Barroso. A ver si me puede ayudar. ¿Cuál es la política de la UE hacia Libia? El 1 de abril recibí una carta de la noble baronesa Ashton en la que me decía que la UE había concedido más de 75 millones de euros en ayuda humanitaria y que, aunque la situación sigue siendo incierta, la UE se ofrece para contribuir a fomentar el diálogo. Sin embargo, esta carta la escribió muchos días después de que empezaran los bombardeos. Eso es lo que viene diciendo.

Por otra parte tenemos al hombre duro, Herman Van Rompuy, que ha dejado claro que el cambio de régimen es el objetivo de esta aventura en Libia. También ha dicho que las acciones en Libia no habrían podido tener lugar sin la Unión Europea, y que Francia y Alemania no podrían haber iniciado una acción militar sin obtener primer el apoyo del Consejo Europeo. Así pues, tenemos a dos grandes jefes de la Unión Europea que se contradicen directamente entre sí. ¿Podría arrojar algo de luz en esta cuestión y decirnos cual es la política de la Unión Europea hacia Gadafi y Libia?

 
  
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  José Manuel Barroso , Presidente de la Comisión. – Los Estados miembros acordaron unánimemente que Gadafi debe marcharse. No existe contradicción alguna en entablar un diálogo con las personas con las que creemos que debemos hablar. Eso es probablemente a lo que se refería Lady Ashton. Por ejemplo, hemos recibido aquí a representantes de la oposición al coronel Gadafi.

Ahora bien, la acción militar no fue una decisión de la Unión Europea en tanto que tal. Algunos Estados miembros que forman parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas decidieron aplicar una zona de exclusión aérea sobre la base del consenso alcanzado en el Consejo Europeo. Pero no fue una decisión de la Unión Europea en tanto que tal, porque existen algunas diferencias de planteamiento respecto a la situación. Tenemos que reconocerlo. La realidad es que había diferencias respecto a la forma en que debíamos manejar la cuestión libia.

Sin embargo, también estoy de acuerdo con lo que dijo el Presidente Van Rompuy en el sentido que si el Consejo Europeo no hubiera adoptado esta posición, el Consejo de Seguridad no habría tomado las decisiones que adoptó. Se trata de decisiones históricas ya que aplican la responsabilidad de proteger.

 
  
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  Nigel Farage, en nombre del Grupo EFD. – Bien, sin duda hay toda una serie de opiniones en esta Cámara. Me preguntó si el señor Barroso estará de acuerdo conmigo en que el nombramiento como jefa de nuestra nueva diplomacia y encargada de la seguridad exterior de una mujer que ha pertenecido a la extrema izquierda, que se ha mantenido pasiva durante toda su vida, que fue tesorera de la Campaña para el Desarme Nuclear, alguien que ha demostrado ser incompetente para su puesto, no fue de hecho una de las mejores decisiones de la Unión Europea. Tan solo puedo dar gracias a Dios, pues sin la baronesa Ashton sospecho que todos nosotros nos encontraríamos mucho más implicados en Libia.

 
  
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  José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión. – En mi opinión, la decisión que tomaron los Estados miembros, con mi apoyo, de nombrar a Catherine Ashton al cargo de Vicepresidenta de la Comisión y Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad fue acertada.

Es una europeísta muy comprometida. Sin duda no comparte los puntos de vista de Su Señoría, pero no creo que eso realmente sea un problema. Considero que hace una contribución muy honesta y decidida a nuestros objetivos, pero seamos honestos, tiene una tarea muy difícil y compleja. Ella hace lo que anteriormente hacían al menos tres o cuatro personas. Además ha tenido que poner en marcha el nuevo Servicio Europeo de Acción Exterior.

Creo que aquellas de Sus Señorías que no comparten sus ideas deberían darle el beneficio de la duda. Considero que el hecho de que ahora tengamos una Alta Representante que es al mismo tiempo Vicepresidenta de la Comisión constituye una mejora. Puedo dar testimonio de su entusiasmo, de su determinación y del enfoque sumamente europeo que asume en todas estas cuestiones.

 
  
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  Andrew Henry William Brons (NI). – Señor Presidente, ¿puede prever el Presidente de la Comisión alguna circunstancia en la que todos los Estados miembros, incluido el Reino Unido, sean obligados a adoptar el euro contra el deseo de sus pueblos —expresado quizás mediante un referendo— e incluso en contra de los deseos expresados por sus gobiernos? El preámbulo del Tratado de Lisboa compromete a los Estados miembros a crear una unión económica y monetaria, es decir, una moneda única estable. La palabra «única» implica que no coexistirá con otras monedas.

Existe, claro está, el protocolo del Tratado que establece que, a menos que el Reino Unido notifique al Consejo que tiene la intención de adoptar el euro, no tendrá la obligación de hacerlo. Pero la pregunta es si este protocolo protegerá al Reino Unido contra las disposiciones del Tratado. Otros Estados miembros que no forman parte de la zona del euro parecen encontrarse en una posición menos favorable. El artículo 140 del Tratado establece que cada dos años los Estados miembros acogidos a una excepción serán objeto de un examen acerca de los avances que hayan logrado en relación con la realización de la unión económica y monetaria.

 
  
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  José Manuel Barroso , Presidente de la Comisión. – No entiendo la pregunta, pero si se refiere a si se obligará al Reino Unido a adoptar el euro, la respuesta es no.

 
  
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  Andrew Henry William Brons (NI). – Señor Presidente, sabemos que el Reino Unido está protegido por el Protocolo, pero la validez de los protocolos es una cuestión que trasciende el tema de una moneda única.

Existe un protocolo que establece cláusulas de excepción para el Reino Unido y otros dos Estados miembros respecto a la aplicación de la Carta de los Derechos Fundamentales, pero el propio Servicio Jurídico de la Comisión ha indicado que la cláusula de excepción tiene, en el mejor de los casos, una aplicación limitada. ¿Podría el protocolo que concede al Reino Unido una cláusula de excepción respecto a la moneda única tener también una validez limitada?

 
  
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  José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión. – Si Su Señoría desea un análisis jurídico completo, no tengo inconveniente en enviarle el del Servicio Jurídico de la Comisión. Pero puedo decirle —y siento decepcionarlo— que el Reino Unido no se verá obligado a adoptar el euro.

 
  
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  Presidente. – El siguiente tema es la respuesta europea a la tragedia de Japón. Muchas de Sus Señorías se han inscrito en la lista de oradores. Les pido que no muestren una tarjeta azul si desean ser incluidos en la lista de solicitudes incidentales de intervención, ya que se trata de una cosa totalmente distinta. Muestren una tarjeta blanca o cualquier otra. La tarjeta azul es para un procedimiento muy distinto.

 
  
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  Alejo Vidal-Quadras (PPE).(ES) Señor Presidente, tras el grave accidente en la central de Fukushima, la reacción de la Comisión Europea ha estado caracterizada hasta el momento, salvo algún desliz poco afortunado, por las necesarias seriedad, prudencia y rigor.

Sin embargo, este doloroso acontecimiento ha generado en nuestras poblaciones un clima emocional agudo, adverso a esta fuente de energía. Con el fin de paliar posibles efectos negativos en las urnas, ciertos gobiernos han cambiado de manera precipitada su posición y han decidido revocar sus planes de nuevas construcciones o sus planes de prolongar la vida útil de sus centrales.

Señor Barroso: teniendo en cuenta que la energía nuclear representa un catorce por ciento de nuestro consumo energético, el constante y previsible aumento de la demanda eléctrica y nuestro objetivo de llegar a un 85 % de reducciones de dióxido de carbono para 2050, muchos de nosotros, y yo, le preguntamos a usted, señor Barroso, en este contexto, que puede ser efímero, si la Comisión Europea tiene prevista alguna acción legislativa o política para evitar que este clima ponga en riesgo nuestra estrategia energética a largo plazo.

 
  
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  José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión. – Como ya he dicho en mi respuesta a otro orador, la decisión sobre la combinación de energías es una cuestión que forma parte del ámbito de competencias nacionales. Como Su Señoría sabe, algunos Estados miembros de la Unión Europea tienen energía nuclear, por ejemplo, su país, España, y otros no la tienen, como por ejemplo mi país, Portugal. Así pues, no corresponde a la Comisión decir si los Estados miembros deben tener o no energía nuclear. Tenemos que actuar dentro de nuestros ámbitos de competencia.

Ahora hemos recibido de hecho nuevos mandatos en lo que se refiere a la seguridad nuclear. Creo que podemos y debemos alcanzar las metas ya acordadas para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Considero que podemos alcanzar el objetivo del 20 % que se acordó por unanimidad si los Estados miembros actúan con verdadera determinación a la hora de aplicar todas las medidas que pueden adoptar para alcanzar lo que es una meta muy importante para la Unión Europea y, de hecho, para el mundo.

 
  
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  Sandra Kalniete (PPE).(LV) Señor Presidente, el mundo sigue desde hace varias semanas los sucesos ocurridos en Japón con compasión e inquietud. Me gustaría expresar una vez más mi respeto por el pueblo japonés. Nuestros pensamientos están con las personas que trabajan día y noche en los reactores nucleares de Fukushima para evitar un desastre nuclear. Son héroes que sacrifican su salud y su vida por Japón y la humanidad. Japón se enfrenta a la intensa tarea de reconstruir sus territorios devastados, lo que requerirá recursos importantes, incluidas inversiones procedentes del exterior. Es por ello que la Unión Europea debe entablar negociaciones sobre un acuerdo de libre comercio con Japón. Sabiendo que un principio de la parte japonesa es iniciar negociaciones únicamente cuando existe una firme determinación de llevarlas a buen término y conseguir un resultado, estoy convencida de que las actuales áreas grises se resolverán durante las negociaciones y de que podemos lograr un acuerdo de libre comercio que sea aceptable para ambas partes.

Me gustaría saber la opinión del señor Barroso sobre si la Comisión apoya la apertura de negociaciones sobre un acuerdo de libre comercio durante la próxima Cumbre Japón-UE que tendrá lugar el 25 de mayo y, de no ser así, por qué y cuando podrían comenzar las negociaciones.

 
  
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  José Manuel Barroso , Presidente de la Comisión. – Permítanme comenzar expresando, en nombre de la Comisión, nuestra gran admiración, respeto y solidaridad con el pueblo japonés. Inmediatamente tras este catastrófico suceso envié un mensaje personal al Primer Ministro Kan. Volví a hablar por teléfono con él ayer para que me diera la información más reciente sobre la situación y me expresó su gran gratitud por la solidaridad de la Unión Europea.


En relación con el tema comercial, la Cumbre entre la Unión Europea y Japón del año pasado convino en examinar las opciones para mejorar nuestras relaciones. Una de las opciones en el aspecto económico es la posibilidad de un ALC entre la UE y Japón. Esta opción exige un grado considerable de ambición por ambas partes y la voluntad para resolver, entre otras cosas, las medidas no arancelarias y la eliminación de los obstáculos que impiden que las empresas de la Unión Europea accedan al mercado de contratación pública japonés. La parte europea ha pedido constantemente la apertura de negociaciones con Japón. Me alegra que el Consejo Europeo haya clarificado su posición. Ayer reiteré al Primer Ministro japonés que estamos dispuestos a trabajar con su país, siempre que aborde estas cuestiones de forma constructiva. Me prometió que lo haría y abordaría igualmente las cuestiones que preocupan a la parte europea.

 
  
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  Edit Herczog (S&D). – Señor Presidente, cuando vemos las noticias sobre el accidente de Fukushima y los debates sobre sus consecuencias, en ellos no aparecen los accionistas. Tampoco vemos a los inversores financieros ni a los miembros de la clase política, sino a los trabajadores que luchan contra este accidente. Apoyo plenamente que se refuercen las normas en materia de seguridad nuclear, ¿pero está usted dispuesto a invitar a los representantes de los trabajadores, es decir, a los sindicatos, al diálogo multilateral para reforzar las normas, y a promover a nivel mundial las normas de seguridad nuclear que se adopten? De ser así, ¿cómo se propone hacerlo?

 
  
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  José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión. – De hecho, el Consejo Europeo ha tomado la decisión de intentar promover las normas más altas posibles, no solo en Europa, sino en colaboración con nuestros socios. Por ejemplo, el Comisario Oettinger ya se ha puesto en contacto con nuestros socios rusos. Rusia y Ucrania ya han dicho que están interesadas en colaborar con nosotros en esta cuestión. Asimismo intentamos alcanzar el mismo nivel de cooperación con Suiza, y también con Turquía y Armenia, pero las conversaciones con estos países no están tan avanzadas.

Ayer, el Primer Ministro japonés me dijo por teléfono que también él desea cooperar con nosotros y en los esfuerzos internacionales que se llevan a cabo en el G-8 y el G-20 para lograr niveles más altos de seguridad nuclear en el mundo. Ahora se presentan las condiciones para hacer un verdadero esfuerzo, no solo a nivel europeo —algo que ya está garantizado—, sino también a escala mundial, en colaboración con la Agencia Internacional de la Energía Atómica y otros organismos internacionales competentes.

 
  
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  Sarah Ludford (ALDE). – Señor Presidente, hace un año en Haití se tenía la sensación de la que la UE había reaccionado con lentitud al desastre y con la ayuda humanitaria. ¿Se siente satisfecho con el grado de coordinación operativa entre la UE y los Estados miembros en las emergencias recientes, en particular la de Japón?

¿Qué ha ocurrido desde la Comunicación de la Comisión sobre el refuerzo de la capacidad de respuesta a los desastres de la Unión, publicada hace tres años, en la que se señalaba que necesitábamos una mayor coherencia y eficacia para lograr que la UE tenga una capacidad de respuesta a los desastres más integrada?

Y en particular, ¿han contribuido la experiencia de Japón y la del Norte de África, aunque esta tiene un carácter muy diferente, a hacer avanzar las ideas de la Comisión sobre si necesitamos un mecanismo de respuesta rápida de la UE para la ayuda humanitaria y la reconstrucción en caso de desastre?

 
  
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  José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión. – Me siento orgulloso de que en respuesta a esta crisis, la Comisión, representada por Kristalina Georgieva, que se encuentra aquí con nosotros, haya sido la primera en enviar una delegación de alto nivel a Japón tras los terribles sucesos ocurridos en ese país.

Puedo asegurar a Su Señoría que Japón agradeció mucho ese gesto. Hemos prestado apoyo tanto político como moral a Japón y nuestro sistema ha funcionado con eficiencia. De hecho, las autoridades japonesas fueron las primeras en pedirnos que coordináramos la acción de los Estados miembros, pues preferían un ayuda coordinada y no bilateral de los distintos Estados miembros.

A pesar de que Japón es un país muy rico que es perfectamente capaz de hacer frente a este tipo de crisis, vamos a proporcionar una ayuda humanitaria por valor de 15 millones de euros por motivos de solidaridad. De esta cantidad, 10 millones proceden del presupuesto de la Unión Europea, organizados por la Comisión, y los 15 millones restantes provienen de los Estados miembros.

Estamos satisfechos en grandes líneas con los esfuerzos de coordinación de la ayuda humanitaria, pero es cierto que siempre podemos mejorar si los Estados miembros están dispuestos a aceptar un enfoque coordinado y coherente para la protección civil y la respuesta a la crisis.

 
  
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  Radvilė Morkūnaitė-Mikulėnienė (PPE). – Señor Presidente, el Consejo Europeo del mes de marzo confirmó el papel de la UE como promotor de los niveles más altos de seguridad nuclear a escala mundial y en los países vecinos de la UE.

Al menos dos nuevos proyectos nucleares situados en las fronteras exteriores de la UE son motivo de gran preocupación debido a la falta de transparencia y de consultas con los países afectados. Se van a construir nuevas centrales nucleares con reactores experimentales en el enclave de Kaliningrado, situado entre dos Estados miembros, y a tan solo 23 km de la frontera oriental de la UE con Belarús. La UE, en colaboración los organismos internacionales competentes, debe velar por que sus constructores cumplan las normas ambientales y de seguridad nuclear más altas desde el inicio de la fase de construcción, y permitan que expertos internacionales en energía nuclear evalúen ambos proyectos, en particular los criterios para la selección de su ubicación.

La UE podría evitar de forma eficaz la construcción de instalaciones nucleares poco seguras si se negara a adquirir la energía que se producirá en estas centrales nucleares poco seguras. ¿Qué papel cree la Comisión que puede desempeñar para evitar la construcción de centrales nucleares poco seguras en las fronteras exteriores de la UE? ¿Qué medidas podría adoptar?

 
  
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  José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión. – Un buen ejemplo que puedo dar a Su Señoría es el de nuestras relaciones de trabajo con Ucrania. El 19 de abril de 2011 asistiré a la Cumbre sobre Seguridad Nuclear, organizada por el Gobierno ucraniano, a la que también asistirá el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon. De hecho, hemos sido uno de los donantes de ayuda más importantes —si no ya el más importante— para que pudiera reparase completamente Chernóbil.

Como señala el Consejo Europeo en sus conclusiones, la prioridad de garantizar la seguridad de las centrales nucleares no puede detenerse, como es obvio, en nuestras fronteras. La Unión Europea pedirá que se realicen pruebas de resistencia similares en los países vecinos y en todo el mundo, tanto en las centrales nucleares ya existentes como en aquellas en fase de planificación, y para ello debería hacerse pleno uso de las organizaciones internacionales competentes.

Así pues, vamos a conceder sin duda una muy alta prioridad a la seguridad nuclear en nuestras relaciones con terceros países, incluidos algunos de los que ha mencionado Su Señoría.

 
  
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  Elisa Ferreira (S&D).(PT) Señor Presidente, la crisis ocurrida en Japón ha dado un nuevo significado a nuestro compromiso colectivo de crear la Estrategia Europa 2020. Sin embargo, seguimos esperando, ya sea en relación a los objetivos 20-20-20 o a la Estrategia Europa 2020, a que se establezcan instrumentos sólidos que valgan la pena para sacar a Europa de la situación que experimentamos, de las medidas recesivas, del desempleo y del crecimiento insuficiente, así como del problema incontrolado de la deuda soberana. ¿No ha llegado el momento de que Europa avance hacia nuevas fuentes europeas de financiación y aplique medidas eficaces a favor del crecimiento y la cohesión basadas en otro enfoque para el problema energético y para el problema del crecimiento sostenible? Esa es mi pregunta.

 
  
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  José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión.(PT) Será un placer responderle, señora Ferreira, aunque su pregunta no trate exactamente sobre el tema del «desastre ocurrido en Japón». En cuanto a la cuestión de encontrar fuentes de financiación, esta misma mañana, durante el debate, he dicho que la Comisión va a presentar propuestas en este sentido en las próximas perspectivas financieras sobre lo que denominamos «bonos para la financiación de proyectos de la UE», es decir bonos, para invertir en ciertos proyectos, proyectos estructurales, como los proyectos de las redes europeas, que sin duda incluirán las de energía. Espero, señora Ferreira, que apoye estas propuestas y también me gustaría contar con el apoyo de los distintos gobiernos. Este es un tema que todos necesitamos dejar atrás. La falta de recursos de muchos de nuestros Estados miembros debido a los recortes en los presupuestos de inversión implica que la Unión Europea no debe dejar de invertir en el crecimiento en Europa a esta escala. Existen muchos sectores en los que creo que un euro invertido a nivel europeo rinde más que un euro invertido a nivel nacional, como por ejemplo, en el sector de la energía.

 
  
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  Michèle Rivasi (Verts/ALE).(FR) Señor Presidente, antes que nada permítame hacer una observación positiva, señor Barroso. Celebro que vaya a ajustar los niveles máximos europeos a los niveles japoneses, porque en el momento de la adopción del Reglamento (UE) nº 297/2011 de la Comisión, nos dimos cuenta de que los niveles propuestos por la Comisión eran excesivamente altos. Por ello celebro esta medida y me gustaría que se incorporara al Reglamento mencionado.

Mi segunda observación se refiere a la importación de productos alimenticios de Japón, que plantean una cuestión fundamental. ¿Nos veremos obligados a consumir alimentos contaminados, aunque la contaminación sea inferior a los niveles máximos, a fin de ayudar a la economía japonesa? Estoy seguro de que tiene hijos. Y me pregunto, ¿voy a dar a mis hijos leche con 500 Bq de yodo, cuando existe otra leche sin radiactividad? Me pregunto igualmente si la Comisión debe considerar el bloqueo de los alimentos y piensos importados de Japón, porque pueden estar contaminados, y en lugar de ello ayudar a la población japonesa, ya sea financieramente o con alimentos no contaminados.

Por último quiero hacerle un llamamiento, señor Barroso. Se ha puesto en contacto conmigo la Areva, que ha viajado a Japón donde su equipo ha sido bloqueado y se encuentra almacenado en el aeropuerto. Sería muy importante que usted solicitara, de ser posible al Gobierno japonés que libere este equipo, el sistema completo, incluidas las máscaras, robots, etc., que se encuentra bloqueado en el aeropuerto.

 
  
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  Presidente. – Su Señoría interviene en nombre de otro diputado y tenemos una larga lista de oradores que esperan tomar la palabra.

 
  
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  José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión.(FR) En cuanto a la última observación, desconocía esta situación. Si me puede dar alguna información, será para mí un placer intervenir.

En cuanto a la leche, tiene razón, señora Rivasi. No solo tengo tres hijos, sino que también tengo un nieto que en estos momentos solo bebe leche. Es el único alimento que puede consumir, de modo que estoy tan preocupado como usted por garantizar la seguridad de los alimentos y la leche que importamos a Europa.

Nuestra información, que se basa en todos los informes de expertos que hemos recibido, es que las medidas que hemos adoptado son suficientes para hacer frente a los riesgos existentes en estos momentos. Hasta ahora no hemos recibido informes sobre alimentos contaminados que presenten niveles que puedan representar un riesgo para la salud de nuestros consumidores, y seguiremos aplicando las normas más estrictas en esta materia.

 
  
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  Niki Tzavela (EFD).(EL) Señor Presidente, me gustaría pedir al Presidente de la Comisión y al Presidente del Consejo que rindamos homenaje de alguna manera a los cincuenta o más trabajadores japoneses que continúan con su labor a pesar de que saben que van a morir. En este Parlamento rendimos tributo a los activistas que luchan por salvar al oso pardo del Himalaya, por ejemplo. Con todo el debido respeto, ¿no cree ninguno de los presentes que también deberíamos decir algo acerca de estas personas que, a pesar de que saben que morirán, siguen trabajando día tras día?

Me gustaría leer lo que dijo exactamente un trabajador japonés que pudo dar una breve entrevista. Dijo: «Creo firmemente que no hay nadie más que nosotros que pueda hacer este trabajo y que no podemos regresar a casa hasta que lo hayamos terminado». Las existencias de trajes contra la radiación de TEPCO se agotaron muy rápidamente. Él y sus compañeros se vieron obligados a inventar recambios.

(El Presidente interrumpe al orador)

 
  
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  Presidente. – Señora Tzavela, ha hablado durante casi dos minutos y solo tenía uno, si bien todo lo que ha dicho es sumamente importante para nosotros.

 
  
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  José Manuel Barroso , Presidente de la Comisión. – Quiero apoyar las observaciones que ha hecho señora Tzavela. Creo que lo que ha dicho es sumamente importante. Considero que estos hombres son héroes que merecen nuestro mayor respeto y admiración por su valentía y generosidad. Y permítame hablarle también sobre el pueblo japonés. La Comisaria Georgieva estuvo en Japón hace poco, no lejos de la zona del accidente, y una de las cosas que impresionó mucho a Kristalina fue la resistencia, la actitud digna y el espíritu del pueblo japonés. Así que creo que sería más que adecuado que enviáramos desde aquí, desde Estrasburgo, desde el Parlamento Europeo, un mensaje de respeto y admiración al pueblo japonés y más concretamente a esos héroes que sacrifican su vida por el bien de todo su pueblo.

 
  
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  Presidente. – Yo también coincido con el Presidente de la Comisión Europea, señora Tzavela.

 
  
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  Georgios Papanikolaou (PPE).(EL) Señor Presidente, la zona noreste de Japón permanecerá contaminada durante los próximos 300 o 400 años, y la vida nunca recuperará su ritmo natural. Eso es lo que nos dicen los científicos.

Y al mismo tiempo, los planes para construir una central nuclear en una zona de gran actividad sísmica continúan su curso normal. Eso es lo que nos ha dicho Turquía y, de ocurrir un desastre similar en este país, si el proyecto sigue adelante, pondrá en peligro la supervivencia de toda Europa. Eso es lo que nos dice el sentido común.

¿Qué puede decir la Comisión acerca de todo esto? ¿Qué tan estrictas son las normas medioambientales para el uso de la energía nuclear en el programa de cooperación con los países candidatos (usted mencionó anteriormente tres países, pero yo me refiero a todos ellos)?

 
  
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  José Manuel Barroso , Presidente de la Comisión. – Señor Presidente, mi respuesta es sí, pero se aplica también a los países candidatos. Algunos países que ahora son Estados miembros de la Unión Europea y que eran países candidatos hace algún tiempo —de acuerdo con las negociaciones— se comprometieron a revisar sus normas de seguridad y, en algunos casos, cerraron algunas instalaciones nucleares. Actuamos con seriedad en esta materia.

No cabe duda de que haremos esa pregunta a nuestros socios turcos —como ya he mencionado en la declaración anterior—, y no solo a ellos, sino a todos los países cercanos a nuestras fronteras. Creo que debemos prestar especial atención a este aspecto. Al mismo tiempo compartiremos con ellos la información de que disponemos sobre nuestras propias instalaciones nucleares. Este es el enfoque correcto para intentar resolver el problema de forma constructiva.

 
  
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  Franz Obermayr (NI).(DE) Como todos sabemos, la democracia significa el gobierno del pueblo, principio que nos tomamos muy en serio en Austria en 1978. Celebramos un referendo sobre la energía nuclear y el resultado fue muy claro: el país debía seguir siendo una zona libre de centrales nucleares, lo que dio lugar a la adopción de la Ley austriaca de renuncia a la energía nuclear, que ahora está consagrada en nuestra Constitución.

Pero, ¿que ocurre a nivel de la UE? Se prevé realizar pruebas de resistencia de las centrales nucleares y publicar los resultados. Sin embargo, estos planes no son obligatorios ni contemplan obligación concreta alguna de subsanar las deficiencias. Por ello apoyo sin ambages la campaña austriaca a favor del cierre de las centrales nucleares. Me gustaría igualmente que esta campaña se extendiera al resto de Europa. Todos sabemos perfectamente que no se trata de una cuestión sencilla, pues la energía nuclear sigue siendo en esencia competencia de los Estados miembros.

Por este motivo me gustaría hacerle la siguiente pregunta, señor Barroso: ¿Ejercerá presión para que se adopten normas europeas uniformes y obligatorias, y se asegurará por fin de que las normas medioambientales de la UE, en particular las evaluaciones de impacto ambiental, se apliquen correctamente y se impongan sanciones a quienes infrinjan las normas?

 
  
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  José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión. – Haremos todo lo que podamos en el marco de los Tratados vigentes. Como Su Señoría sabe, los Tratados conceden algunas competencias nacionales a los Estados miembros en materia de energía, pero también utilizamos las competencias que tenemos. Las conclusiones del Consejo Europeo que conceden a la Comisión Europea —junto a los reguladores nacionales independientes— un papel muy importante en los esfuerzos a favor de la seguridad nuclear, representan un avance. Desempeñaremos ese papel públicamente y con toda transparencia. Pero estoy seguro de que Su Señoría ya lo sabe por otras cuestiones en las que hemos tenido dificultades en ocasiones para aplicar una legislación y normas vinculantes a nivel europeo. Ahora bien, creo que el ejercicio que acordaron los Estados miembros y los socios europeos será serio.

 
  
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  Linda McAvan (S&D). – Señor Barroso, usted ya ha respondido en parte a este pregunta que se refiere a la seguridad de las importaciones de alimentos japoneses. Me pregunto si podría decirnos qué cantidad de alimentos importamos de Japón a fin de que podamos calmar algunos de los temores del público a este respeto.

Por otra parte, uno de los temas sobre los que comienzo a recibir correspondencia es que sus servicios se han basado en dos Reglamentos para establecer los límites recomendados de radiactividad, uno que hace referencia a Chernóbil y el otro que constituye una normativa general, lo que provoca confusión. He leído la pregunta correspondiente y la respuesta en el sitio web de la Comisión, pero tengo que decir que me parece muy compleja. Me pregunto si podría arrojar más luz sobre este asunto. ¿Por qué existen dos Reglamentos diferentes?

Si no puede hacerlo hoy, ¿podría al menos aclararlo en el sitio web de la Comisión de modo que los habitantes de mi circunscripción comprendan exactamente cuáles son los niveles, por qué se han establecido y por qué existe una diferencia entre los niveles de Chernóbil y los otros?

 
  
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  José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión. – Lo intentaré, pero estas cuestiones son sumamente técnicas, yo mismo he tenido que hacer un curso intensivo para comprender una parte de la jerga. Pero primero diré que la cantidad de alimentos y piensos que importamos es realmente marginal. La Unión Europea importa piensos y alimentos de Japón por un valor total de 216 millones de euros, lo que representa aproximadamente el 0,4 % en valor y menos del 0,1 % en volumen de sus importaciones totales de piensos y alimentos. Estas importaciones representan muy poco igualmente para Japón. Podría darle una lista de los productos que importamos, pero solo tengo un minuto, por lo que no podré hacerlo en esta ocasión.

En relación con el segundo tema relativo a por qué existen valores diferentes, esos valores se establecieron después del desastre de Chernóbil. Se basaban en evidencias científicas y es por ello que creemos que son válidos. No obstante, ahora ha ocurrido una nueva tragedia muy lejos, en Japón. Como ya he dicho, Japón tiene normas muy estrictas en materia de seguridad de los alimentos. Para evitar una contradicción entre sus normas y las nuestras, decidimos —como he anunciado hoy— una especie de armonización, al menos con Japón, al tiempo que revisamos científicamente las normas mundiales que podemos aplicar a todos los tipos de importaciones a la Unión Europea. Esto explica por qué existen diferencias, pero son, en mi opinión, de carácter transitorio.

 
  
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  Presidente. – Gracias, señor Presidente Barroso, por su presencia aquí en el Pleno, por todas sus respuestas, por el animado debate y, sobre todo, por sus palabras acerca de la muy importante respuesta de la UE a la tragedia ocurrida en Japón.

Este punto queda cerrado.

 
  
  

PRESIDE: Roberta ANGELILLI
Vicepresidenta

 
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