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 Texto íntegro 
Procedimiento : 2011/2657(RSP)
Ciclo de vida en sesión
Ciclos relativos a los documentos :

Textos presentados :

RC-B7-0263/2011

Debates :

PV 07/04/2011 - 10.2
CRE 07/04/2011 - 10.2

Votaciones :

PV 07/04/2011 - 11.2

Textos aprobados :

P7_TA(2011)0158

Acta literal de los debates
Jueves 7 de abril de 2011 - Estrasburgo Edición DO

10.2. Prohibición de las elecciones para el Gobierno tibetano en exilio en Nepal
Vídeo de las intervenciones
Acta
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  Presidente. – El siguiente punto del orden del día es el debate sobre las seis propuestas de resolución sobre la prohibición de las elecciones para el Gobierno tibetano en exilio en Nepal(1).

 
  
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  Jaroslav Paška, autor. (SK) Señor Presidente, creo que todos hemos estado siguiendo con aprobación y admiración los esfuerzos del pueblo tibetano para ganar el derecho a dirigir su propio país. Los muchos intentos del gobierno en exilio o del Dalai Lama, el líder espiritual de los tibetanos, de encontrar una solución sensata mediante la negociación con el poder establecido chino, siempre han terminado en fracaso. Los chinos, desde luego, no consideran a los tibetanos como socios de un Estados compartido, sino como un obstáculo que les impide tomar plena posesión de un territorio ocupado.

La posición del Gobierno nepalés es, por tanto, complicada. Por un lado, debe cumplir con sus obligaciones internacionales y garantizar los derechos universales a la comunidad tibetana, pero por otro, no puede hacer caso omiso de la opinión de su gran vecino. La posición del Gobierno nepalés con respecto a las elecciones para el Gobierno tibetano en exilio nos indica claramente quién es el interlocutor global real de la región. Para el Gobierno nepalés, es China.

Nosotros los europeos podemos emitir gestos simbólicos y declarar nuestras reservas con respecto al débil Gobierno nepalés. Sin embargo, si de verdad queremos conseguir un cambio en la posición del pueblo tibetano, nuestro socio en el diálogo debe ser el Gobierno chino, ya que es el líder político de la región, que tiene influencia en las normas de la política regional. Podemos, por supuesto, hacer una declaración para el Gobierno nepalés, pero eso no resolverá el problema.

 
  
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  Charles Tannock, autor. – Señor Presidente, desde la abolición de la monarquía nepalesa y la elección de un gobierno dirigido por maoístas en Katmandú, Nepal y China inevitablemente se han unido mucho más. No es ninguna sorpresa, por tanto, que las autoridades nepalesas impidan a refugiados nepaleses que viven en Nepal votar por un primer ministro y un parlamento en exilio.

De hecho, un plan de elecciones similar para el pasado octubre fue interrumpido por la policía nepalesa, sin duda en respuesta a la presión de Pekín. El hecho de que China haya tratado de interferir con la celebración de unas elecciones no oficiales en otro Estado vecino soberano es un signo del desprecio de sus líderes por la democracia y su paranoia con respecto al Tíbet.

Obviamente es irrelevante para China que una y otra vez, el Dalai Lama, el líder espiritual del Tíbet, haya insistido en que busca la máxima autonomía para el Tíbet, no la independencia. Espero que la Alta Representante ―que está hoy aquí― comente este episodio con China y también con Nepal, cuya propia democracia naciente se mantiene a flote en parte gracias al dinero de los contribuyentes de la UE en forma de ayuda financiera.

También quisiera aprovechar esta oportunidad para aclamar el valor, la fortaleza y la resistencia pacífica del pueblo tibetano, cuyo ejemplo es una inspiración para todos nosotros. Nepal se encuentra, de hecho, en una posición delicada, geopolítica y geográficamente hablando, pero debería buscar la inspiración en su vecino democrático del sur, la India, en vez de en la dictadura represiva que tiene al norte, concretamente la República Popular China. La democracia, espero, será algún día la norma en toda Asia.

 
  
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  Presidente. – Señor Tannock, ha hecho uso tan solo de un minuto y medio. La próxima vez le concederé medio minuto adicional.

 
  
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  Eva Lichtenberger, autora.(DE) Señor Presidente, Señorías, obviamente no basta con que la supresión de la cultura tibetana en China haya aumentado cada vez más desde los Juegos Olímpicos de 2008. Desde entonces, las cosas no solo han ido a peor. No se ha dado ni un solo paso adelante. Ahora la presión se está ejerciendo en el extranjero para hacer lo más difícil posible, o realmente imposible, que los tibetanos ejerzan su derecho al voto para un parlamento en exilio. Ya llevamos años viendo la enorme presión que se está ejerciendo sobre Nepal ―ya tenga esto que ver con la aceptación de refugiados o cuestiones como el derecho al voto de los tibetanos―. No obstante, deberíamos contentarnos con que esas cosas estén garantizadas. La Unión Europea debería aprender de esto.

El dominio chino está ejerciendo presión sobre su partido hermano, incluso en Nepal en su conjunto, a fin de que se tomen medidas contra los tibetanos ―y Nepal cede―. Debemos concentrar nuestros esfuerzos en hacer frente a esto y eso incluye la retirada de todo tipo de ayudas.

 
  
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  Kristiina Ojuland, autora. – Señor Presidente, hay tres puntos que me gustaría comentar en relación a las enmiendas del Grupo ALDE a este resolución.

Antes que nada, la justificación de las enmiendas se basa en el carácter causal de la ocupación del Tíbet por parte de la República Popular China para frustrar las elecciones tibetanas en Nepal. Aunque la resolución aborda la cuestión de la prohibición de las elecciones para el Gobierno tibetano en exilio en Nepal, no puede extraerse del contexto más amplio del estatus del Tíbet.

En segundo lugar, si no hubiera referencia a la ocupación china del Tíbet, que es la misma causa y motivo para que Pekín ejerza presión sobre el Gobierno nepalés, sería como hablar de la Primera Guerra Mundial sin mencionar el asesinato de Franz Ferdinand.

Por último, la petición de una autonomía significativa para el Tíbet es la única propuesta constructiva que el Parlamento Europeo puede presentar para evitar la reaparición de la prohibición de las elecciones tibetanas en Nepal. Pido a mis colegas que la respalden.

 
  
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  Lidia Joanna Geringer de Oedenberg, autora.(PL) Señor Presidente, el país del que provengo tiene una gran experiencia en lo que se refiere a gobiernos en exilio. Entre 1939 y 1990, un total de 15 primeros ministros polacos y seis presidentes gobernaron desde el exilio político. Los polacos no dejaron de perseguir la democracia y, finalmente, el color rojo de la solidaridad pudo combinar con el blanco de la papeleta para dar origen a un nuevo Estado democrático en 1989.

Hoy en día, la República Democrática Federal de Nepal también ha tenido la oportunidad de empezar de nuevo gracias a la constitución, que entrará en vigor el 28 de mayo. Sería una lástima que Nepal echara a perder esta celebración por seguir limitando los derechos de la minoría tibetana y se llevara una tarjeta roja de la comunidad internacional como consecuencia. Considero que impedir la participación de los tibetanos de Nepal en las últimas elecciones del primer ministro en exilio es una violación inaceptable de los derechos civiles fundamentales. La Unión Europea debería utilizar todos los medios diplomáticos y financieros a su alcance para neutralizar la presión que sufre Nepal por parte de China y, a largo plazo, garantizar que los tibetanos tengan derecho a votar, a asociarse y a manifestar sus opiniones.

Al igual que en el caso de Polonia, donde no fue posible evitar el trabajo de los 21 representantes del gobierno que estuvieron en exilio, estoy convencida de que los sucesores del Dalai Lama no detendrán sus actividades. Nepal y China deben tener esto en cuenta.

 
  
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  Thomas Mann, autor.(DE) Señor Presidente, el 20 de marzo, cerca de 80 000 exiliados tibetanos de todo el mundo participaron en la elección directa de un nuevo primer ministro y los miembros del gobierno. Los diputados al Parlamento Europeo, incluidos los miembros del Intergrupo «Tíbet» del Parlamento Europeo, asistieron como observadores de las elecciones. Mi experiencia en Suiza fue la misma que la de mis colegas de otros países: las elecciones se llevaron a cabo de forma limpia, en secreto y totalmente de acuerdo con las normas democráticas. La única excepción estuvo en Nepal, donde las fuerzas de seguridad ―bajo la presión del Gobierno chino― impidieron que decenas de miles de tibetanos participaran en las elecciones. Al hacer eso, siguieron utilizando las mismas medidas premeditadas que tomaron el año pasado, cuando se confiscaron urnas y se clausuraron los centros electorales. Nepal todavía no es un Estado vasallo.

El Gobierno de Katmandú debe demostrar que se puede librar de la influencia china. Los derechos básicos incluyen la libertad de expresión, la libertad de reunión y la libertad electoral. Señor Comisario, el Servicio Europeo de Acción Exterior debe insistir enérgicamente en que se defiendan esos derechos humanos.

 
  
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  Elena Băsescu, en nombre del Grupo PPE.(RO) Señor Presidente, la prohibición impuesta por las autoridades nepalesas a la organización de las elecciones para el Gobierno tibetano en exilio plantea un interrogante sobre la situación de los derechos humanos en ese Estado. Quisiera señalar que los miembros de la comunidad tibetana han organizado este proceso con el objetivo de democratizar sus instituciones. Las iniciativas como esta han de ser favorecidas, sea donde sea donde se produzcan. Ahora Nepal tiene que demostrar que su democracia está funcionando tanto a nivel nacional como internacional, sobre todo para que los votos emitidos puedan ser enviados a la Comisión Electoral Central antes del 15 de abril para ser validados.

Apelo al Gobierno nepalés para que aproveche esta oportunidad para remediar la situación de los derechos fundamentales en su país. Este aspecto es vital para asegurar una política de vecindad efectiva.

 
  
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  Kriton Arsenis, en nombre del Grupo S&D.(EL) Señor Presidente, señor Comisario, debemos luchar por los derechos democráticos en todas partes, no solo en nuestros países vecinos y no solo en el Norte de África. Debemos disponer de una política europea estándar con respecto a los gobiernos elegidos de forma no democrática y para los gobiernos que no respeten los derechos democráticos.

El señor Verhofstadt ha dicho que, hasta cierto punto, somos hipócritas. Es cierto porque, a menudo, no tenemos en cuenta ningún principio más allá del comercio. Un ejemplo típico es el acuerdo de Mercosur, en el que, por liberalizar el comercio, estamos sacrificando tranquilamente el 11 % del Amazonas y millones de agricultores europeos.

La culpa de todo esto la tiene la Comisión, señor Comisario. El Comisario de Comercio a menudo se muestra indiferente hacia otras políticas europeas. Sin embargo, si seguimos así, seguiremos siendo hipócritas. Nepal debe respetar los derechos democráticos de los refugiados del Tíbet y la Unión Europea debe utilizar todos los medios a su disposición y plantear el problema dentro de todos los marcos, no solo en relación con los derechos humanos. Esto no es solo responsabilidad de la Baronesa Ashton, sino que también lo es del señor De Gucht y de toda la Comisión.

 
  
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  Nathalie Griesbeck, en nombre del Grupo ALDE.(FR) Señor Presidente, Señorías, intimidado durante años por las autoridades chinas, hoy es Nepal quien está privando a los tibetanos de un derecho político fundamental: el derecho al voto. Si hay una cosa clara, es que Pekín ha encontrado un nuevo aliado en su acoso al pueblo tibetano, y ese nuevo aliado es Nepal. Pero en realidad, todo esto va más allá de las elecciones porque durante varios años el Gobierno nepalés, bajo la presión de las autoridades chinas, ha estado poniendo aún más restricciones a la libertad de expresión de los tibetanos que viven en exilio en su tierra.

El pasado mes de junio, Katmandú entregó refugiados tibetanos a las autoridades chinas. Las detenciones preventivas y la prohibición de las manifestaciones, las asambleas e incluso la circulación, se han convertido en algo normal para los tibetanos que viven en Nepal.

Nuestro Parlamento debe, por tanto, dejar de ser hipócrita y no solo indignarse, sino también condenar firmemente estos actos de represión por parte de Nepal y, de forma más general, las numerosas ―demasiadas― violaciones de los derechos humanos y del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Además, pedimos a Nepal que ponga fin a este acoso y maltrato de los refugiados políticos, y que simplemente respete sus derechos. Cuando pensamos en la historia de Nepal como país anfitrión ―algo que siempre ha sido para los tibetanos hasta hace poco― resulta en el fondo muy triste ver lo que ese gobierno está causando a los refugiados políticos.

 
  
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  Raül Romeva i Rueda, en nombre del Grupo Verts/ALE. – Señor Presidente, creo que es simplemente escandaloso que los tibetanos que viven en Katmandú no obtuvieran permiso para votar en las elecciones debido a la presión de China. La presión que China está ejerciendo sobre Nepal, impidiendo que los refugiados disfruten de un nivel mínimo de derechos bajo el Derecho internacional, es algo que nosotros, como Unión Europea, deberíamos condenar. También deberíamos expresar nuestra preocupación por el hecho de que los chinos estén evitando que otro país proporcione personal con ayuda humanitaria.

Es importante que la Alta Representante, a través de la delegación de la UE en Katmandú, supervise de cerca la situación. Esto es algo que llevamos solicitando mucho tiempo. Teniendo en cuenta la actual situación, no podemos esperar mucho más. La presión por parte de China es algo a lo que tenemos que hacer frente dándolo todo, y si no lo hacemos ahora, que estamos intentando iniciar el diálogo con los chinos, me temo que nunca lo haremos.

 
  
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  Rui Tavares, en nombre del Grupo GUE/NGL.(PT) Señor Presidente, creo que es bastante negativo que los tibetanos no tengan derecho a la autodeterminación en la tierra que los vio nacer, pero además se está ejerciendo presión para que también se les nieguen sus derechos democráticos más básicos fuera de su país, ya que muchos de ellos a su pesar eligieron el exilio o fueron obligados a él. Uno de los argumentos que siempre utilizaban los que criticaban a la resistencia tibetana era que esta resistencia, centrada en la figura del Dalai Lama, tenía demasiados aspectos no democráticos. Ahora que la resistencia tibetana está en proceso de democratización, es una desgracia que Nepal, un país en el que viven muchos tibetanos, haya impedido que se celebren las elecciones democráticas de forma normal. No obstante, me gustaría pedirle que comprendan una cosa: a menudo, nuestros gobiernos son los primeros en ceder ante la presión del Gobierno chino para crear una realidad que sea acorde con los sueños y deseos de los líderes chinos. Tenemos que entender que en Nepal, el gobierno probablemente quería hacer lo mismo. Así pues, si queremos presionar al Gobierno nepalés para que actúe de forma diferente, también tenemos que empezar a ejercer presión sobre nuestros propios gobiernos para que demuestren que tienen agallas en sus conversaciones con las autoridades chinas.

 
  
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  Monica Luisa Macovei (PPE).(RO) Señor Presidente, las autoridades nepalesas han impedido, bajo la presión del Gobierno chino, que unos 20 000 tibetanos de Nepal votaran en las elecciones para el primer ministro del Gobierno tibetano en exilio. El derecho al voto, al igual que el derecho a unas elecciones libres y las manifestaciones pacíficas, son derechos fundamentales de todos los individuos y comunidades. Cuantos más obstáculos hay para evitar que la gente ejerza sus derechos, mayor es su determinación para ejercerlos. Creo firmemente que el deseo de los tibetanos de Nepal de elegir a su Jefe de Gobierno en exilio también es mayor. De hecho, los intentos por parte de las autoridades nepalesas y chinas de controlarlos mediante el miedo han tenido exactamente el resultado opuesto.

Pido a la Alta Representante de la Unión Europea que exprese claramente estas exigencias y medidas del Parlamento Europeo cuando se inicie el diálogo con las autoridades nepalesas y chinas.

 
  
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  Sari Essayah (PPE).(FI) Señor Presidente, China ha incrementado su presión sobre el Gobierno tibetano en exilio. Más de 10 000 tibetanos en Nepal no han podido votar para elegir su primer ministro y los miembros del parlamento en exilio. Bajo la presión de China, principales partidos de Nepal respaldan la denominada política de «una sola China» y consideran que el Tíbet es una parte inseparable de China. Por estas razones, los refugiados tibetanos de Nepal están bajo un estricto control en todo momento.

Aunque esta resolución aborda la prohibición de las elecciones, en el fondo está la ocupación del Tíbet por parte de China. La autoridad de China y la presión que ejerce no dejan de aumentar conforme aumenta su influencia económica.

Esto, al igual que la resolución anterior sobre Ai Weiwei, demuestra lo deprimente que es la política que persigue el Partido Comunista chino. Como ha dicho el señor Comisario, Europa debe ser unánime en su política con respecto a China.

 
  
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  Seán Kelly (PPE). – Señor Presidente, yo no iba a intervenir en este punto, pero lo hago porque el Dalai Lama visitará mi país el próximo jueves y hablará en mi propia circunscripción en la Universidad de Limerick, donde estoy seguro de que tendrá mucho que decir sobre esta y otras cuestiones. Obviamente, el comportamiento del ministerio del interior nepalés al confiscar urnas es totalmente censurable. En cuanto a lo ocurrido en Katmandú ―lugar famoso por canciones e historia, y eso lo hace aún más triste―, hasta 10 000 votos no pudieron ser contados.

Lo único que podemos esperar es que desde la Unión Europea, expresando nuestra voz de forma unánime, presionemos para influir, no solo en Nepal, sino en sus jefes, los chinos, para que traten de ser un poco más comprensivos, sobre todo respecto al Tíbet y el Dalai Lama.

Por último, quiero decir que será tan bienvenido a Irlanda como la Reina de Inglaterra y el Presidente Obama, que también van a venir.

 
  
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  Mitro Repo (S&D).(FI) Señor Presidente, el derecho a participar en unas elecciones democráticas es un derecho fundamental universal. Las elecciones que se están celebrando ahora son importantes para la conservación de la identidad y la cultura tibetanas. Los tibetanos están votando por un nuevo líder espiritual, ya que el actual Dalai Lama renuncia.

En 2009 acordamos que la UE apoyaría la democracia y la gobernanza participativa en sus relaciones exteriores. Tenemos que ser coherentes y defender nuestra política.

Obviamente, Nepal está de parte de China, bajo su presión. Nepal ha de recordar sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos y proteger los derechos democráticos de los tibetanos, en vez de impedir que se lleven a cabo unas elecciones libres.

 
  
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  Maroš Šefčovič, Vicepresidente de la Comisión. – Señor Presidente, como sabe, hay unos 20 000 tibetanos que viven en Nepal, muchos de ellos desde antaño. Han disfrutado de libertad de actividad económica, del derecho a residir en Nepal y, hasta hace poco, también de un relativo espacio político para debatir sobre el futuro del Tíbet entre ellos.

Las elecciones del 20 de marzo han sido un acontecimiento importante para la comunidad que está fuera del Tíbet y han representado un paso significativo hacia delante en el largo proceso de reforma previsto por el Dalai Lama.

Con estos antecedentes, observamos con preocupación que las autoridades nepalesas están aumentando su control sobre las actividades políticas de los tibetanos en Nepal. El 20 de marzo, de hecho, las autoridades impidieron que más de 10 000 de ellos votaran. Esta no es la primera vez que ocurre esto. Durante una vuelta anterior en Nepal el 3 de octubre del año pasado, las urnas fueron objeto de una campaña de las autoridades nepalesas, que se hicieron con las urnas y clausuraron los centros electorales de la comunidad tibetana.

La Unión Europea, a través de su delegación en Katmandú y las embajadas de los Estados miembros de la UE, ha estado siguiendo estos acontecimientos de cerca con la comunidad tibetana y el gobierno. La UE piensa que se debería permitir que los refugiados tibetanos ejercieran su derecho a la libertad de asociación conforme a las normas internacionales en materia de derechos humanos. Esto se debería hacer de manera que se permita la aplicación sin conflictos de estos derechos.

Se debería mantener el acceso al territorio de Nepal y se debería hacer honor al acuerdo entre caballeros entre el Gobierno de Nepal y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados. La llegada de nuevos tibetanos detenidos por las autoridades nepalesas de camino a Katmandú deberían ser transferidas cuanto antes y sin impedimentos a la atención de ACNUR. A los tibetanos de la época anterior a 1990 que son reconocidos como refugiados por el Gobierno nepalés deberían se les debería ofrecer el correspondiente registro nepalés.

Quiero asegurarle a esta Cámara que la UE seguirá planteando esta cuestión a las autoridades y seguirá supervisando e informando sobre los futuros acontecimientos.

 
  
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  Presidente. – Se cierra el debate.

La votación tendrá lugar en breve.

Declaraciones por escrito (artículo 149 del Reglamento)

 
  
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  Eija-Riitta Korhola (PPE), por escrito.(FI) El Dalai Lama del Tíbet ha tomado la decisión de retirarse de la vida política y seguir como líder espiritual de su pueblo. Él es, sin duda, uno de los que mejor conoce a todos los líderes y gente de todo el mundo ha sacado fuerzas y consuelo de sus ideas sobre la bondad, el entendimiento y el pacifismo.

Su labor espiritual seguirá como hasta ahora, pero sus obligaciones políticas ahora serán transferidas al primer ministro del Gobierno del Tíbet en exilio. Eso, no obstante, no ocurrirá sin que haya problemas. Debido a la creciente presión del Gobierno chino, los cerca de 20 000 tibetanos que viven en Nepal no han podido votar. El Gobierno nepalés ha dicho que las manifestaciones de los tibetanos se oponen a la política de «una sola China» y ha confirmado que no permitirá «actividades anti-Pekín» en su territorio. Ha impuesto, por tanto, la prohibición de votar a los grupos tibetanos.

Esto no llega de sorpresa, ya que las autoridades nepalesas han estado violando continuamente la libertad de expresión y los derechos humanos de los tibetanos en exilio. Esto ocurre a pesar del hecho de que Nepal ha firmado los acuerdos internacionales sobre derechos humanos de las Naciones Unidas en relación a los derechos civiles y políticos.

Desde su delegación en Katmandú, el Servicio Europeo de Acción Exterior debería supervisar atentamente la situación política de Nepal y, en concreto, el trato a los refugiados tibetanos, así como asegurar que se respetan sus derechos. La observancia de los principios democráticos es importante si se quiere preservar y reforzar la identidad tibetana, tanto dentro como fuera del Tíbet.

 
  
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  Tadeusz Zwiefka (PPE), por escrito.(PL) Todo el mundo es consciente de lo complicada que es la situación del pueblo tibetano, que durante décadas ha estado pidiendo ya no tanta independencia, sino al menos el respeto por parte del Gobierno chino de los derechos fundamentales de autonomía. Un país con una cultura tan rica y única vive bajo la constante amenaza de un vecino poderoso. Ahora que el Dalai Lama ha renunciado a su liderazgo político a favor de una nueva generación de líderes democráticos, los tibetanos han tenido la oportunidad de reforzar las tradiciones democráticas, pese al hecho de que el Gobierno tibetano sigue siendo obligado a trabajar en el exilio. No obstante, miles de tibetanos que viven en Nepal han sido privados de este derecho. La presión por parte de China parece ser muy efectiva, y lo que hasta ahora han sido manifestaciones pacíficas en defensa de la libertad de expresión y los derechos fundamentales podría convertirse en una situación difícil de controlar, y esto tendrá sin duda repercusiones a nivel internacional. Después de todo, nos podemos imaginar la efectividad con la que el Gobierno chino querrá ocuparse de aquellos que «alteran el orden público» en el Tíbet. Los recientes acontecimientos deberían recordarle al mundo que los derechos del pueblo tibetano son constantemente violados y que la cuestión del Tíbet no es un capítulo cerrado, porque los tibetanos seguirán insistiendo en que se respete su independencia y lo harán con un clamor cada vez mayor.

 
  

(1)Véase el Acta.

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