Presidenta. – El siguiente punto es el informe (A7-0214/2011) de Romana Jordan Cizelj, en nombre de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, sobre la propuesta de Directiva del Consejo relativa a la seguridad de la gestión del combustible nuclear gastado y los residuos radiactivos [COM(2010)0618 - C7-0387/2010 - 2010/0306(NLE)].
Romana Jordan Cizelj, ponente. − (SL) Señora Presidenta, estamos abordando una propuesta legislativa con la que, por primera vez, introduciremos unas normas europeas para la gestión de los residuos radiactivos y del combustible nuclear gastado. Han transcurrido dos años desde que aprobamos una directiva sobre seguridad nuclear y desde entonces se ha prestado más atención al funcionamiento seguro de las centrales nucleares.
El Parlamento Europeo también ha pedido varias veces una directiva sobre la gestión de los residuos radiactivos y del combustible nuclear gastado. Los sucesos de Fukushima han demostrado que teníamos razón al hacerlo porque el combustible nuclear gastado almacenado en una piscina temporal también puede presentar un riesgo que puede prevenirse mediante las medidas adecuadas. La Comisión de Industria, Investigación y Energía (ITRE) está muy a favor de la idea de una directiva europea, pero queremos que sea más rigurosa en ciertos puntos. En nuestro informe, hemos prestado atención a los aspectos tecnológicos, la provisión de recursos financieros y humanos, y órganos reguladores independientes, fuertes y competentes.
Permítanme explicarles de manera un poco más detallada nuestras posiciones. Ni siquiera las mejores ideas, por muy deseables que sean, se harán realidad si no hay suficiente financiación. En la ITRE, hemos reafirmado esencialmente los requisitos de financiación. Para nosotros, no basta con que estos recursos simplemente sean adecuados y estén disponibles. En el plano político, tenemos que garantizar que estos dos requisitos se pongan en práctica y, por tanto, apoyamos una mayor transparencia y supervisión de los recursos financieros. También estamos introduciendo el requisito de que los fondos se utilicen para un fin concreto.
Asimismo, hemos mantenido la aplicación del principio de que «quien contamina paga», que, a mi juicio, es una de las exigencias fundamentales del Parlamento Europeo. También hemos respondido a las inquietudes públicas relacionadas con la seguridad del combustible nuclear desechado y hemos apoyado el principio de reversibilidad. Hemos adoptado la postura de que el combustible nuclear gastado debe controlarse. Sin embargo, por motivos técnicos o en el caso de nuevas soluciones tecnológicas, dicho combustible se podría extraer, procesar o reciclar y reutilizar.
Hemos endurecido considerablemente los requisitos de transparencia y hemos expuesto los detalles relacionados con la participación del público, la información que se ha de facilitar al público y el método de comunicación y participación en los procedimientos. En este contexto, nos hemos referido al Convenio de Aarhus. Nuestra Comisión está a favor de la cooperación regional. Sin embargo, para garantizar que la cooperación regional no sirva de mera excusa para retrasar las decisiones, hemos añadido toda una serie de requisitos que dicha cooperación debería cumplir.
Hemos prestado particular atención a la protección de los trabajadores que manejan el combustible nuclear gastado y los residuos radiactivos, el cumplimiento del principio ALARA («el valor más bajo que pueda razonablemente alcanzarse») que está establecido en la práctica, la necesidad de educación y formación, así como la necesidad del desarrollo de capacidades científicas y tecnológicas.
Me gustaría particularmente hacer hincapié en nuestra posición con respecto a la exportación de residuos radiactivos. Me atrevo a decir que ni un solo miembro de la Comisión tiene una actitud NIMBY (siglas inglesas para «not in my backyard», «no en mi jardín», esto es, una postura favorable al almacenamiento de residuos en cualquier lugar que no esté cercano al propio de uno). No estamos a favor de una gestión irresponsable y queremos que los residuos radiactivos se almacenen en condiciones de seguridad. Por otro lado, sabemos que hay excepciones en las que se permite la exportación. Por tanto, hemos apoyado la enmienda que permite las exportaciones a los países que aplican las mismas normas que introduciremos en la UE con esta directiva. Por ejemplo, no deberíamos exportar residuos radiactivos a países que carecen de instalaciones de almacenamiento definitivo de residuos. También hemos presentado una enmienda en la que exigimos que la Comisión Europea, una vez que se hayan completado las revisiones por pares, evalúe el concepto de gestión del combustible nuclear gastado y los residuos radiactivos. Habría que hacer particular hincapié en el principio de reversibilidad y los requisitos de exportación.
Señorías, el Parlamento Europeo solo tiene una función asesora en virtud del Tratado Euratom. Hemos trabajado duro y me gustaría pensar que nuestra labor no será en vano. Por tanto, espero que la Comisión Europea y el Consejo respeten nuestras posiciones y a ustedes les pido que, durante este debate, apoyen las posiciones adoptadas por la ITRE.
Günther Oettinger, Miembro de la Comisión. − (DE) Señora Presidenta, honorables diputados, hoy estamos debatiendo una propuesta de la Comisión sobre un tema que concierne a Europa y que figura en la agenda del Parlamento por segunda vez. La primera propuesta de la Comisión no se aprobó en 2003 ni 2004. Nos parece sensato y conveniente a nivel europeo aplicar las normas de seguridad más estrictas al uso de la energía nuclear, con independencia del fin para el que se utilice, y a la gestión de los residuos nucleares.
Me gustaría dar las gracias a la señora Jordan Cizelj por su informe exhaustivo y por su trabajo durante las últimas semanas. También quisiera manifestar mi agradecimiento a los ponentes alternativos de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, y de otras comisiones. Mis funcionarios me dicen que ustedes han elaborado un informe muy objetivo y competente. Nos complace que este apoye los aspectos esenciales de la propuesta de la Comisión, la cual se pretende sea un pilar importante en el desarrollo de un sistema de seguridad reglamentario y jurídico europeo global al más alto nivel posible.
Me complace que ustedes estén esencialmente de acuerdo con el concepto del marco jurídico europeo y que apoyen nuestras propuestas sobre la responsabilidad por los programas nacionales; sobre unos requisitos de trabajo, de calendario y de financiación claros; sobre la información y sobre la plena participación del público en general en una fase temprana en todos los procesos de aplicación nacionales.
Queremos trabajar conjuntamente para garantizar que contemos con pruebas detalladas y fiables de las rutas de gestión de los residuos y su seguridad, particularmente porque los periodos de almacenamiento serán muy largos.
Creemos que muchas de las propuestas que ustedes han elaborado están bien informadas. Apoyan y refuerzan el enfoque de la Comisión.
Me gustaría formular algunas observaciones más sobre cuatro esferas concretas.
En primer lugar, el principio básico es que no queremos regular todos los detalles del concepto fundamental de subsidiariedad. La posición de partida de todos los Estados miembros es diferente. Queremos implantar un marco jurídico europeo. Los puntos esenciales que son importantes para la seguridad y para las normas están incluidos en el proyecto de documento. Por ejemplo, hemos dejado margen de maniobra con respecto al tipo de participación del público, la educación y formación de los empleados y gestores, y los detalles de los modelos financieros ―no la calidad de la financiación― y dejamos abierta deliberadamente la regulación de las instalaciones de almacenamiento definitivo construidas y/o manejadas conjuntamente por varios Estados miembros. Cuando sea necesario, podemos formular recomendaciones en esta esfera, si tenemos que ser más específicos en un momento posterior del proceso.
Sin embargo, estoy seguro de que esta propuesta no será la última que se presentará durante los próximos 20 años. Preveo que tendremos que ampliar o enmendar los contenidos durante el proceso de aplicación en los próximos dos a cinco años. Por esta razón, la Comisión les está ofreciendo explícitamente a todos ustedes la oportunidad de revisar la directiva en el momento adecuado, de manera que podamos aprender de nuestras experiencias y mejorar aún más la directiva.
En segundo lugar, si echamos un vistazo a la cuestión de la reversibilidad de los residuos y elementos de combustible almacenados, el principio es que toda instalación de almacenamiento debe ser adecuada y segura para el almacenamiento definitivo permanente, desde una perspectiva geológica y técnica, y por cuanto respecta a su construcción. Sin embargo, somos conscientes de que habrá avances en los campos de la investigación y de la ciencia. En este momento, hay expectativas crecientes de que, en un futuro previsible, durante las próximas décadas, los avances durante la próxima generación o la siguiente a esta nos permitirán reciclar o almacenar los residuos de manera más efectiva que hoy. Por tanto, creemos que la opción de la reversibilidad y, mientras tanto, el acceso constante y la seguridad son igualmente importantes y queremos ser capaces de incorporar esto en la legislación nacional y quizás dejarlo más claro en el preámbulo.
En tercer lugar, apoyamos específicamente las opiniones de la ponente sobre la importancia de una financiación adecuada para los programas nacionales de gestión de residuos. Por este motivo, la propuesta de la Comisión incluye requisitos importantes relacionados con la financiación que tienen por objetivo garantizar que no impongamos una carga excesiva a las generaciones futuras. Por tanto, queremos garantizar que haya una financiación adecuada disponible en el momento oportuno y de conformidad con el principio de que «quien contamina paga», que los programas nacionales incluyan previsiones de costes detalladas y fiables, y que los empleados y la población en su conjunto reciban información sobre todas las cuestiones relacionadas con la gestión de residuos. Es importante que la financiación también sea transparente.
También apoyamos las propuestas según las cuales la financiación de la gestión de residuos debe estar garantizada durante periodos convenientemente largos. Presentaremos estas propuestas al Consejo en nombre de ustedes.
Mi último punto tiene que ver con las exportaciones. El principio básico de nuestra propuesta es que todos los Estados miembros ―independientemente de cuántas sean, si es que hay alguna, las centrales nucleares de que disponen y de qué volumen de residuos tengan que procesar normalmente, porque todos los Estados miembros tienen residuos nucleares procedentes de dispositivos médicos y de la investigación industrial, aunque no tengan centrales― deben responsabilizarse de sus propias tareas y también formalizar acuerdos bilaterales y desarrollar soluciones con otros Estados miembros. En principio, las exportaciones a terceros países no forman parte de los intereses de Europa.
En Alemania, mi país natal, en los años setenta y ochenta, se exportaron grandes cantidades de residuos peligrosos a la antigua República Democrática Alemana y a Europa Oriental, donde se almacenaron a cambio de dinero en instalaciones que no cumplían ni de cerca las normas de aquella época y que no ofrecían la mejor protección posible para el medio ambiente y para la población. Esto también constituye una preocupación en este caso. Por este motivo, en la Comisión estamos dispuestos a adoptar cualquier solución restrictiva posible, incluidas las prohibiciones y restricciones a las exportaciones. Queremos instar al Parlamento a que no apoye la apertura en esta esfera, sino a que respalde una solución restrictiva. Esto facilitará que garanticemos que el Consejo no suavice las restricciones a las exportaciones al final del procedimiento.
Me gustaría agradecerles encarecidamente el apoyo constructivo que ustedes han prestado hoy. Estoy seguro de que, dentro de unos años, estaremos debatiendo este tema de nuevo en el Parlamento con el propósito de ampliar y mejorar esta primera Directiva.
Jean Lambert, ponente de opinión de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales. − Señora Presidenta, confiemos en que, cuando llegue el momento de examinar la presente Directiva, podamos hacerlo sobre una base jurídica diferente.
Nuestra comisión estima que la base jurídica debería ser el artículo 153 del Tratado, ya que este tema afecta directamente a la salud y la seguridad. Además, queremos hacer hincapié en la importancia de suministrar información y consultar a los trabajadores sobre el estudio de seguridad y las evaluaciones de la seguridad, no solo de los emplazamientos en los que se gestionan residuos radiactivos, sino también sobre la manera en la que deberían transportarse dichos residuos, y la necesidad de un régimen de inspección con sanciones efectivas, disuasorias y proporcionadas.
Asimismo queremos que todos los titulares de licencias proporcionen una formación exhaustiva y permanente a todas las personas que intervengan en la gestión de dichas sustancias, incluidos los subcontratistas ―que pueden representar un eslabón débil en la cadena de la seguridad―, los trabajadores eventuales y el resto de las personas que trabajen en el propio emplazamiento, sea cual sea la función que realicen. También estimamos que no es fácil hacer una distinción entre los residuos procedentes de actividades civiles y los procedentes de actividades militares, dado que actualmente los civiles pueden manipular residuos procedentes de actividades militares.
Pavel Poc, ponente de opinión de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria. − (CS) Señora Presidenta, quisiera dar mi sincera enhorabuena a la ponente por su trabajo. Como ponente de opinión de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, he podido ver cómo la propuesta técnica se convertía de la noche a la mañana en un tema de alto contenido político y, por lo tanto, también quiero dar las gracias a mis colegas por haber mantenido un planteamiento objetivo, incluso ante la presión ejercida tras el desastre que se produjo en Japón. En particular, quiero dar las gracias a los ponentes alternativos de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria por haber contribuido a elaborar tan excelente opinión en nombre de la comisión parlamentaria.
Creo que la Directiva establecerá un marco legal en la Unión Europea para la gestión del combustible gastado y los residuos radiactivos, como parte integrante de la legislación de la UE, y garantizará la utilización segura de la energía nuclear, cuando esta forme parte de la combinación de energías que utilice un Estado miembro. Acojo con beneplácito la exigencia de que los Estados miembros garanticen que se disponga de fondos suficientes para la gestión del combustible gastado. Yo mismo he visitado varias instalaciones de almacenamiento y estoy convencido de que la escasez de fondos podría dar lugar a que estas fueran cada vez menos seguras, y eso es algo que debemos prevenir en Europa.
Edit Herczog, en nombre del Grupo S&D. – (HU) Señora Presidenta, acojo con beneplácito el presente informe en nombre del Grupo de la Alianza Progresista de los Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo. Es el resultado de prolongados debates, consultas y negociaciones, y mañana lo apoyaremos unánimemente. Durante 60 años hemos utilizado la tecnología nuclear para producir energía, fabricar medicamentos y propulsar submarinos y rompehielos. Y en los últimos 60 años no hemos sido capaces de encontrar soluciones eficaces para la gestión y el almacenamiento a largo plazo de los residuos peligrosos. Apoyamos esta Directiva, aunque no estemos de acuerdo con todos los elementos de la misma, porque reduce los obstáculos políticos y establece las condiciones financieras y la independencia necesarias. Aunque tenemos opiniones diferentes sobre la producción de energía, todos estamos de acuerdo, sobre la base del principio de que «quien contamina paga», en que los residuos que se generan en la Unión Europea tienen que almacenarse dentro del territorio de la UE, aunque el reprocesamiento tenga lugar en un tercer país. Apoyamos la iniciativa de reducir los residuos al mínimo y, si los resultados de la labor de investigación y desarrollo lo permiten, reciclarlos posteriormente, puesto que el principio de reversibilidad reviste una gran importancia para nosotros.
También consideramos esencial tener en cuenta el factor humano. Es imprescindible que tengamos en cuenta el factor humano, y la seguridad de los empleados tiene mucho que ver con esto y debe tener carácter prioritario durante el almacenamiento de los residuos. No obstante, también consideramos importante mencionar que la base legal actual no ofrece suficiente soluciones a nivel europeo, porque no tenemos facultades de codecisión. Por ello creemos que es preciso buscar una nueva base legal de cara al futuro. Por último, Europa tiene que asumir el liderazgo tanto en lo que se refiere a los reglamentos como en lo que se refiere a las instalaciones de almacenamiento. Solo así podremos servir de ejemplo al resto del mundo.
Fiona Hall, en nombre del Grupo ALDE. – Señora Presidenta, los residuos nucleares constituyen un problema que no tenemos más remedio que abordar. Aunque todos los reactores nucleares se fueran a cerrar mañana, seguiría existiendo un legado de residuos fruto de medio siglo de producción de origen nuclear y de otras actividades diversas. Puesto que no basta con desear que desaparezcan, tenemos que abordar el problema de los residuos nucleares del modo más responsable posible. Y para lograrlo tenemos que asegurarnos de que los residuos radiactivos permanezcan bajo el control y el escrutinio de la UE.
Una vez que los residuos nucleares estén fuera de las fronteras europeas, no podemos garantizar cómo se van a gestionar. Por lo tanto, el Grupo ALDE suscribe firmemente la posición del Comisario e insiste en mantener el statu quo. Así pues, debe prohibirse la exportación de los residuos radiactivos a terceros países.
Un problema concreto relacionado con los residuos nucleares es la enorme escala temporal de los riesgos. Hace 10 000 años vivíamos en cavernas. ¿Cómo se puede saber qué aspecto tendrán la sociedad humana y el Planeta Tierra dentro de 10 000 años?
Por ese motivo las decisiones que tomemos hoy tienen que estar orientadas hacia el futuro. De momento, el almacenamiento geológico de los residuos nucleares puede considerarse en general la solución menos mala, pero los avances científicos podrían dar al traste con esa conclusión. Por lo tanto, acojo con beneplácito los comentarios del Comisario a este respecto y me parece sensato incluir la cláusula de revisión en la Directiva.
Por último, quiero señalar, como han hecho algunos de los oradores que han intervenido antes que yo, lo absurdo que me parece que el Parlamento Europeo sea simplemente consultado y no tenga ni voz ni voto con respecto a esta Directiva, de la que depende la seguridad de tantas futuras generaciones.
Evžen Tošenovský, en nombre del Grupo ECR. – (CS) Señora Presidenta, como ponente alternativo del Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos, aplaudo el informe de Jordan Cizelj. El presente informe se ha elaboró en un momento en el que se celebraban debates muy complejos e incluso histéricos tras el desastre natural ocurrido en Japón y las repercusiones de este desastre en las centrales nucleares.
Tras numerosos debates, hemos logrado mantener un planteamiento racional en relación con la gestión de los residuos radiactivos. Huelga decir que deberíamos esforzarnos para garantizar la máxima seguridad en la gestión de los residuos radiactivos y, por lo tanto, el informe hace hincapié en la obligación de informar y actuar con transparencia en lo tocante a estas actividades, al objeto de promover la confianza de la opinión pública. Todas estas actividades deben estar sujetas a controles estrictos de conformidad con las normas internacionales. Es importante disponer de instalaciones de almacenamiento temporales y de depósitos a largo plazo conformes a dichas normas. Estas actividades son muy costosas, ya que se trata de instalaciones que funcionarán durante varias décadas o incluso durante varios siglos. Por consiguiente, deberían tenerse en cuenta los nuevos avances tecnológicos que se realicen en el futuro y, en este contexto, la tecnología de almacenamiento debe ser flexible. En mi opinión, la contención absoluta de los residuos nucleares en depósitos permanentes no es aconsejable.
Béla Kovács (NI). – (HU) Señora Presidenta, mientras la Unión Europea intenta buscar una solución para el almacenamiento y la evacuación del llamado combustible gastado, en los Estados Unidos y en Rusia estas sustancias se consideran fuentes de energía racionales desde el punto de vista económico. El combustible gastado que hoy generan las centrales nucleares podrá emplearse fácilmente como combustible en los reactores de sales fundidas de cuarta generación. La aplicación del método de aceleración de protones utilizando un blanco de plomo y bismuto abre incluso mayores posibilidades. Los isótopos radiactivos de larga vida y alta actividad generados por las centrales nucleares no son esencialmente peligrosos: podrían transmutarse en isótopos de corta vida y baja actividad, permitiendo, al mismo tiempo, que la instalación funcionara como una central eléctrica. Además, el hecho de que estos reactores puedan usar el torio como combustible y de que las reservas que tenemos de este material sean 10 veces superiores a las reservas de uranio, es otra ventaja. Estos reactores emplean una fracción de la masa crítica del material fisionable, por lo que es imposible que se produzca una reacción nuclear en cadena espontánea. A menos que empecemos a introducir y aplicar inmediatamente la nueva tecnología, nos quedaremos rezagados una vez más en los ámbitos de la investigación, el desarrollo y la economía.
Maria Da Graça Carvalho (PPE). – (PT) Señora Presidenta, felicito a la ponente por su excelente trabajo. El marco propuesto tiene por objeto garantizar que los Estados miembros establezcan un marco reglamentario y elaboren programas nacionales que permitan una gestión más responsable de los residuos radiactivos.
Es importante que los programas nacionales aseguren la claridad del proceso de toma de decisiones, que debe basarse en una distribución clara de las obligaciones y las responsabilidades entre las diversas entidades que participen en el mismo. Las cuestiones básicas son la supervisión, el control y la información, que son elementos fundamentales para lograr una gestión transparente. La participación del público conduce al acuerdo y la participación, y así a la legitimidad social de las estrategias de gestión de residuos radiactivos. Es esencial mantener informado al público de los riesgos potenciales en todos los ámbitos relacionados con la energía nuclear y las nuevas tecnologías.
La aceptación pública exige información, conocimientos y un alto nivel de transparencia. Asimismo, debo hacer hincapié en el importante papel desempeñado por la cooperación internacional y los programas conjuntos de investigación y desarrollo a la hora de difundir e intercambiar las mejores prácticas en este ámbito.
Marita Ulvskog (S&D). – (SV) Señora Presidenta, el debate sobre la energía nuclear nos sitúa a menudo en campos diferentes. Estamos a favor o en contra, queremos una clausura rápida y una supresión progresiva o estamos radicalmente en contra de la supresión. No obstante, cuando se trata de la seguridad nuclear, la posición de la que partimos todos es totalmente diferente. En este caso, estamos de acuerdo en que queremos el más alto nivel de seguridad, y, por supuesto, eso también se aplica a los residuos nucleares de los que seremos responsables, independientemente de cuánto tiempo sigamos utilizando la energía nuclear, como lo serán tantas y tantas generaciones posteriores a la nuestra. La cuestión de los residuos debe abordarse de la mejor manera posible y la Directiva de la Unión Europea debe estructurarse de manera que pueda servir de verdad para lograr esos objetivos. Una cuestión especialmente importante es la de la exportación de residuos nucleares a la que se han referido ya algunos oradores. Tiene que seguir existiendo la posibilidad de celebrar acuerdos relativos a los residuos entre los Estados miembros de la UE, pero no debemos exportar dichos residuos a países no comunitarios. Es un imperativo moral y tenemos que cumplirlo.
Corinne Lepage (ALDE). – (FR) Señora Presidenta, señor Comisario, no se debería permitir que un país que no controla el modo de procesar sus propios residuos utilice la propia tecnología que ha generado dichos residuos. Ningún país debería convertirse en el cubo de basura de otro. Por ello, debemos apoyar la posición de la Comisión sobre la exportación de los residuos y la prohibición y ser muy estrictos con respecto a los acuerdos bilaterales que puedan suscribirse.
En segundo lugar, los residuos nucleares deberían regirse por el Derecho consuetudinario, pero aplicando normas más estrictas. La definición que se nos presenta no es ni siquiera una norma mínima. De hecho, ni siquiera define los residuos, puesto que, si la seguimos hasta su conclusión lógica, no habrá nunca residuos nucleares, porque siempre encontraremos una nueva solución tecnológica. A mí esto me parece irresponsable.
Por último, el coste del desmantelamiento y la evacuación debería incorporarse adecuadamente al precio de la energía nuclear, lo cual, por desgracia, no se hace actualmente. No podemos intentar aplicar el principio de que «quien contamina paga» si no somos absolutamente estrictos y responsables a la hora de controlar los precios.
Marina Yannakoudakis (ECR). - Señora Presidenta, Los recientes sucesos ocurridos en Japón nos recuerdan ciertamente los problemas potenciales asociados a la explotación de la energía nuclear y al almacenamiento del combustible gastado. No obstante, en un mundo que se enfrenta a una escasez de energía tenemos que seguir manteniendo una actitud abierta.
Debemos intentar promover todas las formas de producción de energía, desde la utilización de energías renovables y sostenibles a las inversiones en centrales nucleares más seguras. Cuando abordamos el tema de la energía nuclear, la seguridad y transparencia de los procedimientos son dos cuestiones importantes que hemos de tener siempre en cuenta. La respuesta no es necesariamente cerrar las centrales, como pretende hacer Alemania, sino garantizar la aplicación de los programas de seguridad más estrictos en relación con esta modalidad de energía y los residuos que produce.
La energía nuclear tiene un gran potencial para Europa, pero tenemos que ser realistas. Apliquemos un enfoque proactivo y pongamos la energía nuclear a trabajar para nosotros, ahora y en el futuro, y trabajemos con el presente informe.
Paul Rübig (PPE). – (DE) Señora Presidenta, en primer lugar quisiera felicitar al señor Oettinger, que ahora es el tercer comisario responsable de la seguridad nuclear, los residuos nucleares y el desmantelamiento de las centrales nucleares. El Parlamento ha apoyado siempre a la Comisión y ha defendido siempre que la autoridad en este ámbito debería transferirse a Europa. Lamentablemente, el grupo de trabajo del Consejo que se ocupa de este tema creía que estas cuestiones no tenían cabida en la agenda.
Estoy muy satisfecho de que poco a poco estemos consiguiendo debatir seriamente estos temas entre ambas instituciones y de que el Consejo esté realizando verdaderos esfuerzos para poner de relieve el valor añadido europeo y, por otro lado, para adherirse al principio de subsidiariedad. No obstante, creo que ello se debe sencillamente a que se ha dado cuenta de que lo podemos lograr en este ámbito tan delicado en el octavo Programa Marco de Investigación. Por ello, el aspecto científico y la cuestión de las supuestas ventajas de la armonización en el futuro y de si queremos que exista o no un reconocimiento mutuo reviste una especial importancia en este ámbito.
Creo que también deberíamos pensar en los temas en los que queremos centrarnos en un futuro inmediato. Recuerdo muy bien que la señora Palacio dijo en una ocasión que esta cuestión no volvería a figurar en la agenda hasta que se produjera el siguiente desastre nuclear y, por desgracia, tenía razón. Ya es tarde para plantearnos esta cuestión, pero sí es hora de que pensemos en las medidas que es preciso adoptar a nivel europeo. Sin embargo, eso no basta. Europa tiene que desempeñar un papel pionero, en particular en el plano internacional. Deberíamos establecer normas en este ámbito en colaboración con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Necesitamos normas que garanticen el más alto nivel de seguridad y que, en definitiva, nos permitan evitar, en la medida de lo posible, riesgos para la población. Señor Oettinger, quisiera felicitarle porque ha adoptado usted un planteamiento correcto y podemos estar seguros de que el Parlamento y la Comisión obtendrán un gran éxito.
Hannes Swoboda (S&D). – (DE) Señora Presidenta, en primer lugar, con respecto al tema de la prohibición de las exportaciones, quisiera decir que estoy totalmente de acuerdo con el señor Oettinger. Como, al parecer, hay un amplio consenso sobre esta cuestión, espero que también nos pongamos de acuerdo en la votación de mañana y brindemos nuestro apoyo a la Comisión. En verdad sería muy sensato que la Comisión y el Parlamento Europeo adoptaran un planteamiento conjunto a este respecto.
En segundo lugar, en relación con la cuestión de la participación del público, usted ha dicho, señor Oettinger, que no necesitamos reglamentos detallados a este respecto y, en principio, tiene razón. Sin embargo también será necesaria la participación del público más allá de las fronteras nacionales. Habida cuenta de que tenemos instalaciones de almacenamiento próximas a las fronteras, no podemos limitarnos a decir que aquí es donde está la frontera y la cuestión no tiene nada que ver con el resto de los ciudadanos. Probablemente necesitaremos normas comunes en este ámbito o, de lo contrario, podría haber controversias o quedar excluidas podría excluirse a algunas personas y decirles que el tema no les afecta porque son ciudadanos de otro Estado. Sin embargo, todos somos ciudadanos europeos. Como hay algunos países afectados por instalaciones de almacenamiento de este tipo situadas cerca de sus fronteras, es importante que establezcamos una serie de principios y que la Comisión proponga algunos reglamentos fundamentales, para que la participación del público se tome en serio y se base en principios comunes.
Vladimir Urutchev (PPE). – (BG) Señora Presidenta, en primer lugar quiero dar las gracias a Romana Cizelj por su excelente informe, que, espero sinceramente nos permita avanzar hacia la aprobación de la Directiva sobre los residuos radiactivos y el combustible nuclear gastado.
Definitivamente Europa necesita normas y un marco legal para establecer requisitos de obligado cumplimiento que garanticen ese máximo nivel de seguridad que tanto nosotros como los ciudadanos europeos deseamos tanto. Sin embargo, establecer ese nivel de seguridad solo dentro del territorio europeo no es un gran logro. Más bien al contrario, porque si las actividades en las que intervenga la energía nuclear se llevan a cabo en las proximidades de las fronteras de la Unión Europea de conformidad con reglas y normas menos exigentes que las que se aplican en Europa, ello constituye ya un motivo de preocupación para nosotros y para los ciudadanos europeos. El motivo es que los accidentes nucleares no respetan las fronteras geográficas.
¿Cómo podemos difundir a otros países la aplicación de las estrictas normas europeas? Realmente la única forma de hacerlo es cooperando con dichos países y ejecutando proyectos conjuntos. Por ello, me parece muy importante aplicar la primera enmienda presentada en el seno de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, que deja abierta la posibilidad de exportar combustible gastado y residuos radiactivos a terceros países, siempre que en estos países se apliquen normas tan exigentes como las nuestras. Denegando a los Estados miembros esta oportunidad práctica les privaremos del medio más eficaz para difundir nuestras estrictas normas. Con este me refiero a la cooperación y a los proyectos conjuntos de tratamiento de residuos radiactivos. Dejemos a un lado las dudas morales sobre si la industria nuclear europea va a aprovechar esta oportunidad para deshacerse de residuos incómodos a expensas de otros países, porque no es cierto que esto vaya a ocurrir. Insto firmemente a la Comisión a que adopte una postura más constructiva a este respecto.
Judith A. Merkies (S&D). – (NL) Señora Presidenta, señor Comisario, usted ha mencionado tres puntos que creo obtendrán el apoyo de una amplia mayoría en esta Cámara. Ha hablado de apoyar la prohibición de exportar los residuos. En cualquier caso tendrá el apoyo de muchos de nosotros, puesto que ello afecta a nuestros propios residuos. Tenemos que cuidar de ellos nosotros mismos y no deberíamos exportar los residuos a países no pertenecientes a la Unión Europea.
Usted pide transparencia. Nadie está en contra de la transparencia. Me parece una excelente idea, en particular si tenemos en cuenta el hecho de que todas las cuestiones relativas a la energía nuclear y los residuos radiactivos son temas muy controvertidos.
También ha hablado usted de la reversibilidad del almacenamiento subterráneo y ha dicho que no es una solución permanente y que siempre tendremos acceso a los residuos. Y yo estoy de acuerdo. A este respecto tienen mi apoyo incondicional.
Sin embargo, hay algo que me preocupa y es el almacenamiento subterráneo. ¿Están ustedes totalmente seguros de que este método es el que ofrece una mayor seguridad? En mi opinión no lo es ni tampoco es un método que se haya utilizado en ningún otro sitio. En algunos países el paisaje no es el más adecuado para almacenar residuos radiactivos, así que se nos debería ofrecer una opción alternativa para almacenar los residuos de forma segura sobre la superficie del suelo.
András Gyürk (PPE). – (HU) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, todos los Estados miembros producen residuos radiactivos. Por ello, a la hora de proteger el medio ambiente y la salud de los ciudadanos, no deberíamos ocuparnos solamente del combustible gastado procedente de las centrales sino que deberíamos garantizar asimismo una gestión segura y eficaz de los residuos radiactivos en general. Solo ese motivo ya es suficiente para que estemos debatiendo esta cuestión hoy aquí, en el Parlamento Europeo.
Estoy de acuerdo en que el uso de la energía nuclear entra dentro del ámbito de la soberanía nacional, pero el establecimiento en la UE de principios básicos en relación con los reglamentos por los que debe regirse la gestión de los residuos a nivel nacional sí me parece que está justificado. En ausencia de tales principios y debido a las divergencias en los reglamentos, a los agentes que intervienen en el mercado les interesa gestionar sus residuos radiactivos en los países que cuentan con los reglamentos más permisivos. Por ello, la iniciativa de exigir a los Estados miembros que establezcan programas vinculantes de gestión de residuos me parece acertada. No obstante, uno de los requisitos previos es designar a autoridades competentes capaces de ejercer un control estricto sobre las actividades de gestión de los residuos nucleares y de aplicar, en caso necesario, sanciones adecuadas. Creo que los programas nacionales también deben especificar claramente las competencias de dichas autoridades y la responsabilidad de los agentes que intervienen en el mercado.
Quisiera concluir con un último comentario: la gestión total del combustible gastado y los residuos radiactivos es una actividad muy costosa, lo cual significa que los programas nacionales no servirán de nada a menos que se aclaren las cuestiones relativas a la financiación. Asignar los recursos financieros necesarios para la gestión de los residuos nucleares constituye un importante principio básico. Estoy de acuerdo en que los que producen los residuos tienen que correr con los costes de su gestión. De esta manera se ofrecerá un incentivo adecuado a los agentes que intervienen en el mercado para que reduzcan las cantidades de residuos radiactivos y los gestionen con eficacia.
Francesco De Angelis (S&D). – (IT) Señora Presidenta, Señorías, el desastre de Fukushima ha reabierto la cuestión de la seguridad nuclear. El problema de los residuos radiactivos debe abordarse y resolverse.
Resumiendo, hay dos cuestiones que considero prioritarias. La primera es la prohibición de transferir los residuos. Todos los países deben poder cumplir sus propias obligaciones y, especialmente el principio de que «quien contamina paga», que considero justo. La segunda cuestión se refiere a la seguridad, y a la salud y la seguridad de los trabajadores en particular. Este punto me parece sumamente importante, y tenemos que tranquilizar a los ciudadanos. Tenemos que tranquilizar a los ciudadanos europeos garantizando que este tema se gestione con la máxima transparencia y sobre todo, insisto, con la máxima seguridad.
Marian-Jean Marinescu (PPE). – (RO) Señora Presidenta, la Directiva establece el marco legal para la gestión responsable del combustible nuclear gastado y los residuos radiactivos, cuya reglamentación es imprescindible.
Actualmente, en la Unión Europea hay tres centrales en proceso de desmantelamiento con la ayuda de las contribuciones económicas europeas. Alemania ya ha anunciado que va a interrumpir las operaciones en una serie de centrales. En un futuro próximo otras centrales en otros Estados miembros dejarán de funcionar puesto que están llegando al final de su vida útil. El planteamiento de la Directiva a nivel nacional dará lugar a la creación de vertederos radiactivos en todo el territorio de la Unión Europea, lo cual constituye un desperdicio de recursos y un motivo de preocupación para el público en general. Es el caso de Rumanía en este momento, concretamente de mi región de origen, en relación con el vertedero de residuos radiactivos procedentes de la central de Kozloduy.
Creo que se requiere un planteamiento a largo plazo verdaderamente europeo que permita compartir la tecnología, ahorrar recursos y los mecanismos de financiación europeos. La adopción de un planteamiento global y el suministro de información pertinente aumentarán la confianza y la tranquilidad de los ciudadanos europeos.
Csaba Sógor (PPE). – (HU) Señora Presidenta, la gestión del combustible gastado y los residuos radiactivos es una cuestión apremiante y ha sido objeto de mayor atención si cabe desde el desastre de Fukushima. A pesar de las innovaciones y soluciones tecnológicas y a los programas de gestión de residuos, esta cuestión constituye un reto que aumenta de día en día. La gestión y el almacenamiento definitivo de los residuos radiactivos es un problema que ya existe y seguirá existiendo en el futuro. En Europa pretendemos lograr la seguridad energética y un proceso de producción de energía estable y respetuoso con el medio ambiente. No obstante, tenemos que prestar cada vez más atención a algunas cuestiones, por ejemplo, al procesamiento, la transmutación y el almacenamiento definitivo de cantidades cada vez mayores de residuos radiactivos. No solo tenemos que crear las instalaciones técnicas necesarias, sino que también tenemos que crear una estructura política, jurídica y social sólida. Cabría considerar, evaluar y planificar la cooperación paneuropea en este ámbito. Todos los responsables deberían participar en la construcción y el desarrollo de este proceso de seguridad. Tenemos que adoptar medidas para proteger a las futuras generaciones.
Jaroslav Paška (EFD). – (SK) Señora Presidenta, el público en general está siguiendo muy de cerca, y con razón, la cuestión de la gestión de los residuos nucleares y, por lo tanto, es positivo que la Comisión Europea haya decidido abordar esta cuestión con una legislación exhaustiva que defina claramente las obligaciones y la responsabilidad de todas las entidades que participan en este procedimiento.
Es positivo que la Directiva presentada haga hincapié en la necesidad de mejorar la supervisión y los controles, pero especialmente en la transparencia de estos procesos y en la participación del público. En mi opinión, destinar fondos suficientes para cubrir los costes ineludibles del desmantelamiento de los reactores nucleares y de la gestión de los residuos radiactivos resultantes del proceso sigue siendo una cuestión importante y abierta. El sistema propuesto para la gestión, a cargo de un órgano independiente, del nivel de las reservas financieras podría, con una organización adecuada, crear las condiciones necesarias para que una instalación nuclear acumulara, durante su vida útil, fondos suficientes para que sea posible financiar su desmantelamiento sin perjudicar al medio ambiente, y ese debería ser nuestro objetivo.
Elena Băsescu (PPE). – (RO) Señora Presidenta, acojo con beneplácito la elaboración del presente informe en el contexto de los cambios en la política nuclear mundial y de la propuesta de Directiva de la Comisión en este ámbito.
Debo insistir en la importancia de aplicar de manera equitativa el principio de que «quien contamina paga», cuya pertinencia ha quedado demostrada tras el desastre ocurrido en Japón. Aunque la energía nuclear resulta atractiva debido a su bajo coste, la seguridad de los empleados y la población civil debe ser lo primero. Por ello, yo apoyo la cooperación entre los Estados miembros para lograr un método de almacenamiento seguro de los residuos nucleares. Los ciudadanos deben contribuir asimismo a la transparencia de este proceso a la hora de determinar el lugar de almacenamiento y otros detalles. Los programas regionales de investigación en este ámbito ya han demostrado sus ventajas.
Además, creo que los Estados miembros de la Unión Europea tienen que compartir la utilización de las instalaciones de tratamiento y almacenamiento de los residuos procedentes de las centrales nucleares.
Miroslav Mikolášik (PPE). – (SK) Señora Presidenta, me llena de satisfacción ver que estamos avanzando en el ámbito de la gestión del combustible gastado y los residuos radiactivos, fijando requisitos específicos para asegurar que los Estados miembros gestionen el marco nacional y organizativo y elaboren los programas nacionales adecuados de gestión desde la generación de los residuos hasta su almacenamiento. Es imprescindible que en las normas se incluya el principio de transparencia, supervisión y control aplicable a todo el sistema. También acojo con beneplácito la opción del almacenamiento geológico profundo y el principio de reversibilidad. No obstante, es preciso garantizar la disponibilidad de fondos suficientes para los programas nacionales, de manera que quien contamine pague, y este punto se halla claramente reforzado en esta Directiva, que yo acojo con satisfacción, incluidas las sanciones disuasorias, que debe contemplar todo sistema.
Günther Oettinger, Miembro de la Comisión. – (DE) Señora Presidenta, las intervenciones demuestran que los diputados al Parlamento Europeo han leído, asimilado y evaluado todos los detalles de las propuestas. No me parece que haya ningún conflicto. Estoy de acuerdo en que deberíamos incluir sus sugerencias en el procedimiento.
Hay un punto importante que ha mencionado el señor Swoboda que me parece importante, el tema de la igualdad de derechos transfronterizos para la participación del público. Ocurre a menudo que las centrales nucleares y los lugares de almacenamiento definitivo están situados en zonas próximas a las fronteras nacionales por motives geológicos o de otro tipo, y eso significa que la participación equitativa de los ciudadanos, la transparencia y los derechos pertinentes son todos ellos requisitos necesarios desde una perspectiva europea.
Muchas gracias por su cooperación y espero que mañana contemos con su apoyo en la votación que se celebrará aquí en el Parlamento.
Romana Jordan Cizelj, ponente. − (SL) Señora Presidenta, estoy muy satisfecha de que este debate haya puesto también de manifiesto que hay numerosos puntos en los que mantenemos posiciones similares, casi idénticas, y que esos sean precisamente los puntos clave para garantizar una gestión segura del combustible nuclear gastados y los residuos radiactivos.
Además, tengo que decir que en estos momentos, tras el accidente de Fukushima, nuestra labor ha sido sumamente difícil y estoy satisfecha de que, a pesar de estos momento difíciles, el texto aprobado por la Comisión de Industria, Investigación y Energía (ITRE) se haya preparado de conformidad con una norma adecuada y que no nos hayamos dejado llevar por los debates ideológicos.
En mi opinión, en los puntos en los que no estamos de acuerdo, las diferencias no son tan grandes como para hacer peligrar el informe, y eso es muy positivo. Por lo tanto, quisiera que este informe, esta Directiva, se aprobara lo antes posible y que nosotros empezáramos a aplicarlo. Obviamente, estoy de acuerdo con todos los diputados que han dicho que el Parlamento Europeo solo desempeña un papel consultivo por lo que respecta a la energía nuclear. Creo que en el futuro deberíamos celebrar un debate muy serio a este respecto y deberíamos buscar una solución común en este ámbito, porque esta es una cuestión que afecta a la democracia.
Por último, quiero dar las gracias a todos los que han colaborado en la preparación del presente informe, concretamente a los ponentes alternativos, sobre todo de la ITRE, y luego a los ponentes que han elaborado sus opiniones y a sus grupos. Quiero dar las gracias a todos los diputados que han participado en los debates y a los que han presentado enmiendas, al Consejo y a la Comisión Europea. Hemos trabajado bien todos juntos y hemos intercambiado opiniones regular y oportunamente. Por supuesto, también tengo que dar las gracias a mi asistente, al asesor de mi Grupo político y al asesor de la Comisión ITRE.
Presidenta. – Se cierra el debate.
La votación tendrá lugar el jueves, 23 de junio de 2011.
Declaraciones por escrito (artículo 149 del Reglamento)
Paolo Bartolozzi (PPE), por escrito. – (IT) Como ponente alternativo de opinión de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, y como, por ese motivo, he seguido este tema muy de cerca, debo felicitar a la señora Jordan Cizelj por la impagable labor que ha realizado. A pesar de los problemas que han surgido en el curso de las negociaciones, debido sobre todo a la delicada situación del contexto internacional, el trabajo que ha dado lugar a la propuesta de Directiva relativa a la seguridad de la gestión del combustible nuclear gastado y los residuos radiactivos ha logrado definir un marco legislativo coherente y armonizado que garantizará la gestión segura de este tipo de residuos, sin tener en cuenta las aplicaciones y consecuencias que la energía nuclear pueda tener en el futuro. Creo que aquí es donde radica la fortaleza de la propuesta en cuestión. La propuesta insta a los Estados miembros a garantizar niveles de seguridad más altos y conformes con las normas de seguridad internacionales; a prestar una mayor atención a los avances técnicos y científicos, en particular para cumplir con el principio de reversibilidad; a poner un mayor énfasis en la protección del medio ambiente y la salud de las personas; a definir las responsabilidades de conformidad con el principio de que «quien contamina paga» y a comprometerse con la transparencia y con el papel de los titulares de licencias.
Ioan Enciu (S&D), por escrito. – En total, cada año se producen más de 40 000 m3 de residuos radiactivos en la Unión Europea, de los que un 80 % aproximadamente es de vida corta y baja actividad, un 5 % aproximadamente es de larga vida y baja actividad. Es fundamental que la Unión aplique una Directiva sobre la gestión del combustible gastado y los residuos radiactivos. Rumanía es uno de los Estados miembros que están a favor de la posibilidad de exportar residuos radiactivos a terceros países. En Rumanía, el combustible gastado procedente de los reactores de investigación tiene que ser repatriado al país de origen, a Rusia o a los Estados Unidos o exportado a terceros países en casos especiales. Por ese motive no puedo apoyar la propuesta de prohibir la exportación contemplada en este informe. Como, en el futuro, la energía nuclear seguirá formando parte de la combinación de energías utilizada por los Estados miembros, es necesario que este informe se apruebe en la sesión plenaria de este Parlamento. Los combustibles gastados deberían extraerse de las piscinas y almacenarse lo antes posible en un lugar seco y debe darse prioridad a los residuos radiactivos más antiguos. Además, es preciso que los ciudadanos confíen en los principios por los que se rige la seguridad de los depósitos y en los programas de gestión de los residuos.
Alajos Mészáros (PPE), por escrito. – (HU) En toda la Unión Europea se producen residuos radiactivos, incluidos los isótopos utilizados en los ámbitos de la medicina, la industria, la agricultura, la investigación o incluso en la educación. Sin embargo, el combustible gastado se genera sobre todo en las centrales nucleares. Actualmente se aplican dos tecnologías para el tratamiento de dichos residuos, a saber, el reciclaje o el almacenamiento definitivo. En función de su radiactividad, los residuos se clasifican en tres tipos: los de baja actividad, los de actividad media y los de alta actividad. Esta clasificación también determina si los residuos se almacenarán cerca de la superficie o en un almacenamiento geológico profundo. La responsabilidad última del combustible gastado y los residuos radiactivos recae en los Estados miembros. No obstante, la mayoría de los Estados miembros aún no han adoptado las principales decisiones en relación con el combustible gastado. Por desgracia, son pocos los lugares en los que existen programas bien organizados de almacenamiento definitivo de los residuos. Tenemos que asumir un compromiso político continuo para gestionar el combustible gastado y los residuos radiactivos para que esta gestión responda a los reglamentos de seguridad más exigentes. Los Estados miembros deben adoptar reglamentos nacionales de alto nivel sobre la seguridad nuclear para proteger a sus ciudadanos. Además, tienen que establecer un sistema que determine la competencia y la responsabilidad de las autoridades nacionales con respecto a la gestión de los residuos nucleares. También tiene que facilitarse información pública, puesto que es muy importante que el público tenga un conocimiento adecuado de lo que ocurre a su alrededor.
Rovana Plumb (S&D), por escrito. – (RO) En todas las medidas que adoptemos hemos de garantizar la seguridad del público en general y la del medio ambiente. Yo apoyo la aplicación de la «cultura de la seguridad», que implica la existencia de normas de seguridad, de organismos reguladores independientes y fuertes, de recursos humanos y financieros adecuados y de información suficiente a disposición del público en general.
Debe utilizarse un proceso transparente para informar al público en general. Para mejorar la transparencia es necesario definir claramente las responsabilidades de las autoridades y contar con un sistema bien fundamentado y coordinado para informar al público con el fin de ganarnos y mantener su confianza en relación con la gestión de los residuos radiactivos derivados del proceso de producción de energía nuclear y de la medicina nuclear.
Jutta Steinruck (S&D), por escrito. – (DE) La gestión del combustible gastado y los residuos radiactivos es un tema de enorme actualidad. Los recientes sucesos ocurridos en Japón han puesto de manifiesto una vez más los riesgos inmediatos que afectan a los trabajadores y a los ciudadanos expuestos al material radiactivo.
Tenemos muchas toneladas de residuos radiactivos en Europa y hay personas encargadas de trasladarlos. Estoy satisfecha de que al fin podamos sentar las bases que ayudarán a proteger la salud de estas personas en toda Europa.
Hemos elaborado un informe en el Parlamento que se basa en el informe técnico de la Comisión y que pone el acento en las personas, incluidos los empleados de las empresas de transporte y de las centrales, que trabajan con residuos radiactivos, y los empleados de los lugares de almacenamiento definitivo. Por lo tanto, los miembros de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales se han centrado en la protección de los trabajadores involucrados adoptando medidas de seguridad, medidas de protección sanitaria y proporcionando formación a los empleados sobre el tema de los residuos radiactivos. Los intereses económicos no deben prevalecer nunca sobre la salud de los trabajadores y los ciudadanos. Por lo tanto, necesitamos documentar de manera exhaustiva todos los residuos y su gestión cuando estos sean perjudiciales para las personas y el medio ambiente.
Estoy satisfecha de que en el informe definitivo de la Comisión de Industria, Investigación y Energía se hayan incluido muchos de nuestros requisitos.
Kathleen Van Brempt (S&D), por escrito. – (NL) La energía nuclear es un tema controvertido que da lugar a encarnizados debates en el Parlamento y entre nuestros grupos. Fukushima ha suscitado este debate y, como resultado, mucha gente ha cambiado radicalmente sus puntos de vista. Es positivo que ahora se esté abordando esta cuestión y que sus defensores y detractores puedan expresar sus opiniones en el Parlamento. No obstante, sea cual sea nuestra posición al respecto, el problema de los residuos radiactivos es una realidad y tenemos que gestionar dichos residuos de la forma más adecuada y segura posible. Por ello, acojo con beneplácito el presente informe, que contribuye a una política más estricta y segura, trata a todos los Estados miembros en pie de igualdad y pone de relieve la responsabilidad de los productores de residuos.
Apoyo el principio de que «quien contamina paga» y en ninguna circunstancia deberíamos eludir nuestra responsabilidad. Por ese motivo, pido que se prohíban las exportaciones de residuos nucleares a terceros países. No es solo una cuestión de ética, sino que también se trata de la seguridad y de la protección de las personas. De hecho, no tenemos acceso a las políticas de terceros países en materia de residuos ni tampoco tenemos control sobre las mismas. Y este es un riesgo inaceptable. Tenemos que gestionar nuestros residuos por nuestra cuenta y según nuestras necesidades mediante una legislación estricta y propuestas para que dicha gestión se realice de la manera más segura y más adecuada desde el punto de vista técnico.