– la relazione interlocutoria di José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, a nome della commissione per gli affari esteri, sul progetto di decisione del Consiglio relativa alla conclusione dell'accordo che istituisce un'associazione tra l'Unione europea e i suoi Stati membri, da una parte, e l'America centrale, dall'altra (16395/1/2011 - C7-0182/2012 - 2011/0303(NLE) (A7-0360/2012), e
–la raccomandazione di José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, a nome della commissione per gli affari esteri, sulla proposta di decisione del Consiglio relativa alla conclusione dell'accordo che istituisce un'associazione tra l'Unione europea e i suoi Stati membri, da una parte, e l'America centrale, dall'altra (16395/1/2011 - C7-0182/2012 - 2011/0303(NLE)) (A7-0362/2012).
José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, Ponente. − Señor Presidente, lamento que no esté la Comisión presente en este debate.
En relación con el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica que hoy debatimos y que mañana va a votar la Cámara, quisiera comentar, en primer lugar, que es el primer acuerdo de esta naturaleza que la Unión Europea celebra con un bloque regional: no hemos podido concluir, señor Presidente, ningún acuerdo de estas características ni con Mercosur ni con la Comunidad Andina, como veremos en el debate que vamos a mantener sobre el Acuerdo celebrado con Colombia y el Perú. Además, creo, señor Presidente, que, al mismo tiempo, este Acuerdo permite a los países de Centroamérica jugar en la primera división de los acuerdos que tiene la Unión Europea con terceros países.
Quisiera decir asimismo, señor Presidente, que estos acuerdos tienen una triple naturaleza: en primer lugar...
Señor Presidente, le pediría que se suspendiera la sesión hasta que haya un poco más de orden en el Hemiciclo.
Presidente. − (in reazione al brusio presente nell'Emiciclo) Onorevoli colleghi, vi prego di lasciar parlare l'oratore!
José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, Ponente. − Señor Presidente, espero que el señor Comisario pueda estar presente en el debate.
Presidente. − Onorevole Salafranca, le comunico che il Commissario è appena arrivato.
José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, Ponente. − Señor Presidente, Señor Comisario, Señorías, hemos esperado más de dos años y medio para proceder a la ratificación de este Acuerdo, por lo que podemos esperar veinte minutos al Comisario De Gucht.
Como decía anteriormente, señor Presidente, este Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica tiene, en mi opinión, dos características fundamentales: en primer lugar, es el primer acuerdo de esta naturaleza que la Unión Europea concluye con un bloque regional, y, en segundo lugar, es un acuerdo que sitúa a los países de Centroamérica en la primera división de los acuerdos que la Unión Europea tiene con terceros países.
Los acuerdos de asociación, señor Presidente, Señorías, tienen, como es sabido, tres vertientes. En primer lugar, una vertiente de diálogo político; en este caso, la Unión Europea apoyó los esfuerzos desplegados en el diálogo político-ministerial de San José, en el que, gracias a una movilización notable de talento político centroamericano, se pudo pacificar un istmo que atravesó por circunstancias muy dramáticas y muy difíciles. Y me complace señalar, señor Presidente, que la Unión Europea puso de manifiesto su disposición para contribuir a los dividendos de la paz, de la comprensión, de la concordia y de la reconciliación en esa región.
Este Acuerdo de Asociación nos permite ahora, señor Presidente, sobre la base de los valores comunes y de la cláusula democrática, proseguir y profundizar en esa vía de diálogo y tratar no solo de mantener ese diálogo en un ámbito bilateral, sino también de proceder a extender la agenda bilateral, convirtiéndola en una agenda global, para tomar en consideración los retos que se plantean hoy a escala planetaria.
En su vertiente comercial, este es un acuerdo de cuarta generación que tiene como propósito favorecer una liberalización progresiva y recíproca de los intercambios, que va a generar importantes oportunidades para los ciudadanos de la Unión Europea y de Centroamérica, va a ofrecer a los productos de esta región grandes ventajas, pues accederán en condiciones preferenciales y muy favorables al mercado de la UE —un mercado de gran poder de consumo a pesar de la crisis—, y va a consolidar y mejorar las facilidades existentes dentro del sistema de preferencias generalizadas.
Y una vertiente de cooperación y ayuda al desarrollo, donde la Unión Europea demuestra que no es una Europa egoísta y que sigue siendo el principal donante de ayuda al desarrollo, al contribuir a la resolución de los problemas que todavía subsisten en la región en relación con la cohesión social, la institucionalidad democrática, la seguridad, el respeto del medio ambiente, el apoyo a las infraestructuras, la educación, etc.
No quisiera terminar mi intervención, señor Presidente, sin referirme a dos temas que me parecen importantes. En primer lugar, este proceso de ratificación ha puesto sobre la mesa importantes insuficiencias en el proceso de toma de decisiones de la UE: las negociaciones para la conclusión de este Acuerdo finalizaron en mayo de 2010 y, solamente, más de dos años y medio después, esta Cámara, en virtud de las competencias que le otorga el Tratado de Lisboa, va a poder manifestarse.
Creo, señor Presidente, que este retraso resta credibilidad a la Unión Europea y, lo que es más grave, cercena posibilidades importantes, no solo a la Unión, sino también a nuestros socios, en un momento particularmente difícil como el que estamos viviendo con la crisis. Por ello, señor Presidente, creo que deberíamos acometer una profunda reflexión para tratar de mejorar el procedimiento en próximas ocasiones.
En segundo lugar, quería comentar que acabo de llegar de Panamá. Es un país al que el Foro Económico Mundial acaba de situar entre las cuarenta economías más importantes del mundo, es el país que tiene el índice de desempleo más bajo de la región y es una economía que, con la ampliación del canal transoceánico, se ha convertido en una plataforma logística, comercial y de inversión muy importante. Por lo tanto, urge que la Unión Europea abra una delegación en este país.
Por último, señor Presidente, agradezco a los ponentes alternativos de la Comisión de Asuntos Exteriores su contribución, así como a los ponentes de las otras comisiones, y espero que, con la misma mayoría que se ha aprobado en la Comisión de Asuntos Exteriores, el Pleno ratifique mañana este Acuerdo, que va a comportar importantes beneficios para la Unión Europea y para los países de Centroamérica.
Karel De Gucht, Member of the Commission. − Mr President, I am pleased to have the opportunity to explain to you why the Association Agreement with Central America deserves Parliament’s consent. The Association Agreement will radically upgrade the EU’s relations with this region, with which the EU has a long-standing commitment reaching back to the EU’s support for the region’s successful peace process in the 1980s.
The Association Agreement relies on three complementary and equally important pillars, namely political dialogue, cooperation, and trade, which reinforce each other. These are the right tools to support economic growth, democracy and political stability in Central America.
In the political pillar, both parties have committed to a set of shared principles. They include democratic government, human rights, the rule of law, sustainable development and regional integration. It will allow us to coordinate our positions, take joint initiatives in the international arena, and both cooperate and expand our engagement in fields of mutual interest. Through the agreement we have also furthered the important political objective of strengthening regional integration in Central America. This is a real region-to-region agreement.
This ever-stronger political dialogue is complemented by the cooperation pillar, which will give us the opportunity to work as partners in the region. It offers an excellent opportunity to boost all aspects of our relationship, in particular security, which is one of the most serious problems with which the Central American region is confronted. Insecurity in Central America threatens both states and citizens. Through this agreement, we shall further ensure that the region can count on the EU’s support to address these challenges.
Finally, the trade pillar completes the picture of this comprehensive agreement. It will further cement our strategic alliance, which is based on common values and mutual respect and is a fundamental tool to address the root causes of many problems that our partners in Central America face.
Through the trade pillar we help implement internationally recognised core labour standards and key multilateral environment agreements in Central America, and we strengthen the role of civil society. It will bring new business opportunities on both sides, and is both balanced and ambitious. That is because we negotiated it keeping in mind the needs of economic operators on both sides and the different levels of development of our Central American partners. On trade in agricultural products the balance is also right. There is liberalisation, but we have agreed to the shielding of sensitive products in both regions.
Given the relative size of the economies involved – Central America’s GDP represents less than 1% of the EU’s GDP – most of the economic impact, at a macroeconomic level, will be on the Central American economy. We expect Central America’s total GDP to grow by over EUR 2.5 billion as a result of this agreement.
These direct consequences are complemented by an important indirect benefit. Increases in Central American exports to the European Union mean that our partners become less dependent on their other trading partners. A more diverse ‘customer base’ for Central American exports means more resilience in difficult times and more growth in good times.
In my view these real economic and political results are more than sufficient reason for the European Parliament to give its consent to this deal.
With your agreement, Mr President, I would like to react briefly to Mr Salafranca’s remark with respect to the long time lag between the conclusion of the agreement and the vote on ratification, which will take place tomorrow. This is completely unacceptable from a number of points of view.
We have to negotiate with a country – in fact, with a number of countries and regions – and implicitly tell them that whatever they agree with us will only come to fruition in two years’ time. We are convinced that trade will – and should – contribute to economic recovery in Europe, but that of course is not achieved by having another two-year period after concluding a deal that could be of interest to our economies. From both a political and an economic point of view, that simply does not make sense.
So what is the problem? The problem is that these are very big agreements – 1000 or 1500 pages – and before you can actually start the ratification procedure in the Council, and afterwards in Parliament, you need these documents to be translated into all 23 official languages of the European Union. That takes an enormous amount of time. On top of this you have to do the legal ‘scrubbing’ to ensure that in all of these languages every word has exactly the same meaning, which is an enormous task. Furthermore, we do not have the people to do this, because everybody wants us to have fewer officials.
So if you really want to change this situation, what you should do is very simple: ask the European Commission to take an initiative with respect to this matter. But you should also realise that this will mean that if we want to have the agreement in place more quickly, we will have to restrict ourselves to a limited number of languages, for example the language of the country concerned and an official working language of the European Union. If you do not do that, you will never shorten that period. That is a fact a life. So please help us with respect to this and set apart this linguistic question, which I think is very important, especially in the European Parliament. We have to reach a compromise between being very strict with respect to languages and trying to be effective with respect to the deals that we are concluding.
Jean-Pierre Audy (PPE). - Monsieur le Président, je voudrais m'élever et protester contre ces observations contre le multilinguisme, qui sont complètement hors sujet.
Eva Joly, rapporteure pour avis de la commission du développement. − Monsieur le Président, Monsieur le Commissaire, chers collègues, en tant que présidente de la commission du développement, c'est à moi qu'il est revenu d'être rapporteure pour un avis auquel je m'oppose.
Aujourd'hui, je vous appelle à voter contre cet accord établissant une association entre l'Union européenne et l'Amérique centrale. Ce rapport entérine le profond déséquilibre des relations commerciales entre l'Union européenne et les pays en développement qui sont nos partenaires. Prônant le libre-échange pour le plus grand bien de nos multinationales, cet accord commercial ignore toute référence aux normes sociales et environnementales. Il n'intègre aucune conditionnalité en matière de respect des droits de l'homme. Ce n'est pas supportable. Et surtout, l'accord qui nous est soumis ne respecte pas le principe de la cohérence des politiques en faveur du développement. Alors que 50 % de la population d'Amérique centrale vit sous le seuil de pauvreté, l'impact de l'accord sur les plus fragiles est tout simplement ignoré. Ce n'est pas acceptable.
Enfin, je regrette profondément le silence de ce rapport en matière de transparence financière. L'étude commandée par nos collègues du groupe GUE/NGL sur l'accord de libre-échange entre l'Union européenne, le Pérou et la Colombie montre pourtant bien quel peut être l'impact de la libéralisation des capitaux et souligne les risques liés au blanchiment de l'argent provenant du trafic des stupéfiants. Ce n'est pas responsable.
Francisco José Millán Mon, en nombre del Grupo PPE. – Señor Presidente, la Unión Europea y América Latina son aliados naturales, con lazos anclados en una gran convergencia histórica, cultural, y también de valores.
El Acuerdo de Asociación con Centroamérica es el primer acuerdo regional de la Unión y me parece un claro respaldo al proceso de integración en Centroamérica y, en general, en América Latina.
Como ya se ha dicho, el Acuerdo consta de tres pilares: diálogo político, comercio y cooperación.
En cuanto al diálogo político, el Acuerdo se corresponde, a mi juicio, con el apoyo, iniciado ya en los años ochenta, de la Unión Europea a la pacificación centroamericana, a la democracia y a la defensa de los derechos fundamentales; en el plano comercial, yo celebro que se haya conseguido un marco predecible de seguridad jurídica y de ampliación progresiva del intercambio de bienes y servicios, gracias a la creación de una zona amplia de libre comercio; y en materia de cooperación, el Acuerdo será un valioso apoyo a los esfuerzos necesarios en favor de la cohesión social y del desarrollo sostenible.
Señor Presidente, América Latina —y también Centroamérica— vive un proceso desarrollo y transformación en los últimos años que deja atrás la larga etapa conocida como la década perdida. Además, la globalización nos obliga a todos a coordinarnos mejor para hacer frente a retos y amenazas globales e internacionales. Y, en este nuevo entorno, el Acuerdo hará más profunda y eficaz nuestra relación con Centroamérica. Además de los temas bilaterales, podremos abordar los globales, profundizaremos en materia económica y comercial, superando con mucho el sistema de preferencias generalizadas unilateral, y, en nuestra cooperación, la cohesión social ocupará un lugar importante, como exige la realidad centroamericana.
Y una última consideración: yo celebro la incorporación de Panamá al Acuerdo. Reforzamos así la integración centroamericana con la inclusión —como ha dicho el señor Salafranca— de una de las economías más dinámicas de la región actualmente. Y, para ser coherentes con ello —como también ha dicho el señor Salafranca—, la Unión debería abrir una delegación en Panamá, donde ahora solo tenemos una simple oficina de cooperación.
Luis Yáñez-Barnuevo García, en nombre del Grupo S&D. – Señor Presidente, quiero expresar el apoyo del Grupo de los Socialistas y Demócratas y el mío personal a la ratificación de este Acuerdo, que, como se ha dicho, ha costado mucho trabajo, mucho tiempo, pero que es una pieza importante en el entramado de acuerdos que van a constituir una relación estratégica entre la Unión Europea y América Latina.
Ya tenemos acuerdos con México y con Chile. Hoy se va a debatir también el Acuerdo con Colombia y el Perú, que se someterá a votación mañana. Ahora examinamos el de Centroamérica, región a la apoyamos —como ya se ha dicho— en épocas en las que estaba en guerra y en violencia permanente, y en las que la colaboración y el apoyo de la Unión Europea fue fundamental para la pacificación y para la democratización.
Solamente un punto negro: este Parlamento nunca condenó —yo lo hago aquí, modestamente— el golpe de Estado de Honduras de hace dos años. Pero, en general, hay un acuerdo amplio de los grupos mayoritarios de esta Cámara a favor de este acuerdo comercial, de diálogo político y de cooperación, que va a suponer un beneficio mutuo para ambas partes y que tiene también un componente —aunque se haya dicho que no— de garantía de los derechos humanos, de garantía medioambiental y de otros aspectos que también van a enriquecer la relación entre la Unión Europea y Centroamérica.
Centroamérica puede parecer una región pequeña, y lo es, pero es una región clave en América Latina, porque se trata de un grupo de países cuya estabilidad, cuya democracia y cuya paz nos son del máximo interés. Tendríamos que continuar con el acuerdo con Mercosur, el más difícil, el más amplio, pero en ello estamos. Mercosur, ahora ampliado a Bolivia, Ecuador y, antes, a Venezuela, es ya una tarta muy grande en todos los aspectos de la palabra «tarta». No debemos dejar de contemplar una negociación, señor Comisario, importante, urgente y necesaria para culminar pronto ese acuerdo.
PRESIDENZA DELL'ON. ROBERTA ANGELILLI Vicepresidente
Renate Weber, on behalf of the ALDE Group. – Madam President, the Commission’s approach to negotiations with Latin America has always been a ‘region-to-region’ approach. Nevertheless, so far none of the agreements have been concluded. The Association Agreement with the Andean Community has failed and instead tomorrow we will approve, I am convinced, a Multi-Party Agreement with Colombia and Peru.
At the same time, the negotiations with Mercosur are rather hectic and unpredictable due to a number of things, including the versatile membership of Mercosur, which means that the Association Agreement we are discussing today with Central America is the first concluded by the EU after the entry into force of the Lisbon Treaty. More importantly, it is the first comprehensive partnership between the regions which marks the result of the parties’ unbending political will.
This Association Agreement contains three main pillars – political dialogue, cooperation and trade – thus marking a decisive step forwards in the integration of Central America and going far beyond mere questions of free trade. It is, at the minimum, the starting point for a coherent and holistic approach towards cooperation between the parties. Otherwise, can we sincerely believe that the EU, particularly now in these times of economic and social crisis within its own territory, would conclude Association or Partnership Agreements with each and every country in Central America? Of course I am aware of the asymmetries which exist between the two regions and among the Central American countries, and I am conscious of the efforts to be made in order to generate greater synergies between both regions, but I also truly hope that this agreement will bring benefits to all parties and boost integration on a regional, social, economic and cultural level.
Catherine Grèze, au nom du groupe Verts/ALE. – Madame la Présidente, chers collègues, je vous le dis tout de go, pour le groupe des Verts, cet accord d'association avec l'Amérique centrale n'est pas une bonne chose. Il ne va pas renforcer l'intégration régionale. Il ne va pas permettre le développement d'un dialogue politique, mais va, bien au contraire, renforcer un rapport économique déséquilibré.
C'est une véritable catastrophe pour le monde agricole, qui ne permettra pas le développement des cultures vivrières, mais au contraire renforcera une agriculture d'exportation, comme la canne à sucre ou la banane, c'est-à-dire un secteur agricole identifié par l'Union européenne comme l'alpha et l'omega des exportations d'Amérique centrale. Pire, cet accord ne laisse aucune marge de manœuvre aux pays en voie de développement pour concevoir leur propre politique de développement.
Certes, il fera l'affaire de l'Europe. Certes, il fera l'affaire des entreprises européennes, avec un accès renforcé aux télécommunications, un accès renforcé à l'eau, un accès renforcé aux marchés publics, un accès renforcé à l'extraction minière, contraire aux intérêts des populations locales comme le montre le nombre de conflits qui se développent partout.
Certes, une clause des droits de l'homme existe mais elle n'est pas contraignante et aucune référence n'est faite dans cet accord à la responsabilité sociale des entreprises ni à la convention 169 de l'OIT relative aux peuples indigènes et tribaux.
Quelle ironie en ce jour des droits de l'homme, après la signature de l'accord d'association par l'Union européenne – je le rappelle –, au lendemain du troisième anniversaire du coup d'État de Tegucigalpa, j'ai appelé, en tant que rapporteure pour avis de la commission du développement, à voter contre cet accord et n'ayant pas été suivie, j'ai fait le choix de retirer mon nom de cet avis.
Aujourd'hui, je vous appelle à voter contre cet accord, et contre l'accord avec la Colombie et le Pérou, qui n'est même pas un accord d'association.
En conclusion, chers collègues, je voudrais vous appeler, une fois encore, à veiller à la cohérence des politiques de l'Union européenne. Les accords d'association doivent renforcer les régions concernées et pas le contraire. En l'état, ils perpétuent une logique d'un autre temps, que je ne peux cautionner.
Edvard Kožušník, za skupinu ECR. – Paní předsedající, s mou kolegyní Catherine, kterou respektuji a v podstatě si v mnoha věcech rozumíme, nebudu v tomto bodě absolutně souhlasit a myslím si, že s ní nebude souhlasit velká část mých kolegů.
Já vnímám uzavření dohody mezi Evropskou unií a Střední Amerikou jako přirozený vývoj vztahů s našimi partnery na druhé straně Atlantiku. Tato dohoda představuje příležitost pro evropskou standardizaci, normalizaci, vytvoření otevřeného trhu s veřejnými zakázkami, posílení ochrany duševního vlastnictví stejně jako rozvoj průmyslové spolupráce či elektronického obchodu.
Rád bych však zdůraznil, že vztahy mezi Evropskou unií a regionem Střední Ameriky představují více než běžný volný obchod. Důležitou otázkou pro další rozvoj vzájemných vztahů bude zejména stabilita celého regionu, právní stát a právní jistota, tak potřebná nejen pro všechny evropské podniky působící v regionu Střední Ameriky. A v neposlední řadě nemohu opomenout otázku ochrany lidských práv. Všichni naši partneři, s nimiž nás pojí takto úzké vztahy, musí v této oblasti garantovat standard obvyklý zde, na východním břehu Atlantiku. To je důvod, proč jsem velkým podporovatelem začlenění doložky o lidských právech do uzavírané dohody.
Dámy a pánové, Střední Amerika je přirozeným spojencem Evropy. To je ostatně podpořeno i prací Nadace Evropská unie-Latinská Amerika a Karibik, kterou vede Benita Ferrero-Waldnerová. Té bych dnes rád na tomto místě poděkoval za práci, kterou odvádí na poli vztahů mezi Evropskou unií a zeměmi Latinské Ameriky.
Inês Cristina Zuber, em nome do Grupo GUE/NGL. – Do que aqui estamos a falar verdadeiramente é de um Tratado de livre comércio. Hoje, evidentemente, com uma designação mais eufemística, pela má fama de que aqueles Tratados gozaram e pela história catastrófica da situação das desigualdades que originaram. Embora nos tentem vender estes acordos como supostos objetivos de cooperação, a verdade é que os Tratados de livre comércio não são mais do que mecanismos de neocolonização das periferias e a procriação dos seus recursos. Já se sabe muitas das previsíveis consequências sociais, económicas e ambientais catastróficas que estes acordos irão acarretar.
Sabemos que um dos seus principais objetivos é aumentar a importação europeia de matérias-primas para a produção de agrocombustível, o que provocará uma enorme pressão sobre recursos como a terra e a água, com o estabelecimento de monoculturas que terão efeitos devastadores do ponto de vista da criação de uma previsível crise económica, alimentar e energética, para além de impactos ambientais assinaláveis. Estes acordos, bíblias da liberalização, serão certamente também prejudiciais para os pequenos e médios produtores de vários países da União Europeia que verão os mercados inundados de produtos hortícolas e frutícolas a baixos preços.
Para aqueles que advogam o Parlamento Europeu como uma instituição de contrapeso em relação às propostas da Comissão Europeia e do Conselho, a aprovação deste acordo é mais um exemplo de que a maioria do Parlamento não representa nenhum tipo de alternativa, sendo antes uma caixa-de-ressonância fiel daquelas instituições. Veremos como será a votação amanhã.
Elisabeth Köstinger (PPE). - Frau Präsidentin! Die wirtschaftlichen Beziehungen zwischen der Europäischen Union und Zentralamerika sind ambitioniert. Sie sind begleitet von einem unermüdlichen Willen, diese vor allem zu vertiefen, weiter auszubauen und zu festigen. Die Gründe liegen klar auf der Hand: Wir wollen Zölle weiter senken, Handelsbarrieren abbauen, Normen und Standards gegenseitig anerkennen, Investitionen schützen und somit Arbeitsplätze sichern und Wachstum erhöhen.
So hat die Europäische Union im Rahmen der Strategie Europa 2020 ihren Fokus auch auf den lateinamerikanischen Kontinent gerichtet. Neben dem heute diskutierten Assoziierungsabkommen mit Zentralamerika sowie dem Handelsabkommen mit Peru und Kolumbien gibt es zum Beispiel auch noch die Verhandlungen mit den MERCOSUR-Staaten. Im Gegensatz zu den festgefahrenen Verhandlungen mit den MERCOSUR-Staaten und der Problematik der landwirtschaftlichen Produkte in diesem Zusammenhang sehe ich das Abkommen mit Zentralamerika um einiges positiver.
Die Vorteile liegen meiner Meinung nach auf der Hand: Zum einen ist der Abbau von fast allen Zöllen vorgesehen – man spricht von einer Zollerleichterung von 90 Mrd. Euro jährlich –, die Stärkung der sanitären und phytosanitären Standards – mit diesem Abkommen gehen wir über die WTO-Verpflichtungen hinaus, das bedeutet wirksameren Schutz für Mensch und Tier –, die Schaffung von Chancengleichheit – die europäischen Qualitätsprodukte mit europäischen Ursprungsangaben werden somit auch in Zentralamerika geschützt – und vor allem auch die Stärkung der regionalen Integration sowie die Fokussierung auf nachhaltige Entwicklung, d. h. ständiger Dialog mit NGOs und der Zivilgesellschaft.
Bei allen Vorteilen, die dieses Abkommen mit sich bringt, ist dennoch klar: Es dürfen nie Handelrechte vor Menschenrechte gestellt werden. Die europäischen Werte und Normen müssen auch in Übersee vertreten werden. Das ist unsere Verantwortung.
Gianluca Susta (S&D). - Signora Presidente, onorevoli colleghi, l'accordo di associazione tra l'Unione europea e l'America centrale costituisce un precedente importante trattandosi del primo accordo di associazione biregionale firmato dall'Unione europea dopo l'entrata in vigore del Trattato di Lisbona. In questa cornice, il pilastro commerciale costituisce gran parte dell'accordo, prevedendo una progressiva espansione di un'area di libero scambio e commercio.
Si tratta di un accordo equilibrato e positivo per entrambe le parti, che si inserisce a pieno titolo nel rilancio delle politiche bilaterali di partenariato tra l'Unione europea, l'America latina e il Caribe, un'area geopolitica del mondo estremamente delicata, soggetta anche all'influenza dell'area del Pacifico, che è strategica per il futuro geopolitico anche dell'Europa. Occorre inoltre considerare che tutte le vicende recenti, e anche quelle meno recenti, degli ultimi decenni in quell'area geografica del mondo spingono l'Unione europea – questa parte del mondo così libera, così evoluta e così democratica – a estendere la politica dei diritti umani anche attraverso il contributo del commercio.
Si tratta quindi di un accordo importante, i cui capitoli dovranno sicuramente essere monitorati nel tempo, ma che considera il rispetto dei diritti umani come prioritario rispetto al commercio, e in quanto tale non può non ottenere il nostro voto favorevole. Questo vale anche per quanto riguarda i capitoli dedicati alla cooperazione, affinché si possa portare maggiore integrazione tra gli stessi paesi dell'America centrale, che sono molto diversi tra di loro, nonché maggiore stabilità e sviluppo economico, politico e sociale in un'area che è estremamente delicata ma anche importante per noi.
Per tutte queste ragioni, ritengo che noi dobbiamo dare il nostro sostegno convinto a questo accordo anche per poi inserirlo all'interno di quelli più ampi. Dopo si discuterà di Colombia e Perù e domani voteremo questi argomenti. Credo quindi che stiamo dando una direzione molto utile ai rapporti tra l'Unione europea e l'America latina.
Franziska Keller (Verts/ALE). - Frau Präsidentin! Die EU ist vertraglich verpflichtet, Politikkohärenz im Interesse der Entwicklung zu wahren. Das heißt, wir müssen bei all unseren politischen Maßnahmen die Interessen der Entwicklungsländer und das Ziel der Armutsbekämpfung berücksichtigen. Hier liegt wieder ein Fall auf dem Tisch, bei dem Bekenntnisse und Realität weit auseinanderklaffen. Zentralamerika ist eine sehr arme Region. Bis jetzt genoss die Region gerechtfertigterweise einen erleichterten Zugang zum EU-Markt. Durch das Abkommen wird diese einseitige Handelserleichterung allerdings umgewandelt in gleiche Marktzugangsbedingungen für beide Seiten. Das kann aber nur funktionieren, wenn sich beide Handelspartner auf Augenhöhe begegnen können. In diesem Fall wird das Abkommen alte Muster weiter reproduzieren. Lateinamerika produziert Rohstoffe und exportiert diese. Europa findet einen Absatzmarkt für Industrieerzeugnisse und verarbeitete Produkte. Das können wir nicht wollen.
Das Abkommen erleichtert auch den Marktzugang für unsere Milchprodukte, die wir hier künstlich billig halten. In der Folge werden die Märkte dort mit der verbilligten Milch überschwemmt. Sieht so eine nachhaltige Entwicklung aus? Die Folgenabschätzung hat außerdem gezeigt, dass das Abkommen negative Auswirkungen auf Land, Wasser und Klima haben wird. Ich hoffe doch, dass diese Argumente noch Berücksichtigung finden werden.
(Die Rednerin ist damit einverstanden, eine Frage nach dem Verfahren der „blauen Karte“ gemäß Artikel 149 Absatz 8 der Geschäftsordnung zu beantworten.)
Jörg Leichtfried (S&D), Frage nach dem Verfahren der blauen Karte. – Frau Präsidentin, Frau Kollegin! Ich teile ja zu großen Teilen das, was sie sagen, und die Frage, die sich mir immer stellt, ist: Was ist die Alternative? Sollen wir wirklich warten, bis wir ein multilaterales System fertig haben, was ja derzeit nicht wirklich wahrscheinlich ist? Oder sollen wir jetzt prinzipiell keine Handelsabkommen dieser Art abschließen, oder sollen wir versuchen, andere Handelsabkommen abzuschließen?
Mich würde interessieren, was Sie vorschlagen würden, weil ich denke, dass wir uns in diesen Fragen ja nicht uneinig sind.
Franziska Keller (Verts/ALE), Antwort auf eine Frage nach dem Verfahren der blauen Karte. – Frau Präsidentin! Vielen Dank für diese Nachfrage. In der Tat sind wir Grünen natürlich nicht gegen Handel per se, aber wir wollen einen fairen Handel. Wir wollen ein Handelsabkommen, das auf Augenhöhe und unter Einbeziehung der Zivilgesellschaft, der Parlamente und der verschiedenen Gruppen ausgearbeitet wird; ein Abkommen, bei dem unter anderem auch die Interessen der Arbeitnehmerinnen und Arbeitnehmer, der Bäuerinnen und Bauern und so weiter berücksichtigt werden. Wir wollen eben, dass solche Handelsabkommen auch dazu beitragen, die Exportschiene und die Industrieschiene aufzubauen bzw. zu differenzieren, und nicht einseitig auf Rohstoffexporte der anderen Länder setzen, so dass wir als Europäische Union profitieren, aber die anderen Länder kaum bis gar nicht oder sogar darunter leiden. Das ist nicht im Interesse der Entwicklungspolitik, und wir haben uns im Vertrag von Lissabon verpflichtet, unsere Außenpolitik auf die Ziele der Entwicklungspolitik, also die Verringerung der Armut, auszurichten. Das müssen wir gut durchbuchstabieren, auch in unserer Handelspolitik.
Jörg Leichtfried (S&D). - Frau Präsidentin! Wenn man über dieses Abkommen diskutiert, muss man von zwei Voraussetzungen ausgehen. Die erste ist: Natürlich wäre es schöner, ein multilaterales Handelsabkommen zu bekommen, die Chancen dafür sind aber sehr, sehr gering. Ich glaube nicht, dass das in nächster Zeit kommen wird. Die zweite ist: Die Europäische Union braucht natürlich auch über ihre eigenen Fähigkeiten hinaus strategische Partner. Ich denke, dass Zentralamerika so ein Partner sein kann.
Bei derartigen Abkommen gibt es natürlich immer wieder Bedenken, die ich teilweise durchaus teile. Man kann in der jetzigen Situation entweder sagen: Nein, so ein Abkommen möchte ich jetzt nicht, weil es viele Nachteile hat. Oder man kann sagen: Na gut, ich möchte das Abkommen, weil es für beide Seiten Vorteile bringt. Es gelingt uns seit dem Vertrag von Lissabon – und das glaube ich, muss man schon anerkennen – als Europäisches Parlament, auch so etwas wie eine soziale Dimension, eine Menschenrechtsdimension, eine Umweltschutzdimension in diese Abkommen hineinzubringen, die vielleicht am Ende dazu dienen, die Situation insgesamt zu verbessern.
Das ist eine Abwägung, die jeder für sich selbst treffen muss. Ich bin derzeit eher der Auffassung, dass es vernünftiger ist, derartige Abkommen abzuschließen, als nichts zu tun. Eine andere Art von Abkommen ist anscheinend nicht möglich.
Was ich aber nicht verstehe, ist, wenn wir hier zu diskutieren beginnen und Dinge behaupten, die nicht wahr sind. So hat etwa die Kollegin vom Entwicklungsausschuss – die es jetzt vorgezogen hat, nicht mehr da zu sein, wenn jemand auf das eingehen will, was sie sagt – behauptet, es gebe keine Menschenrechte, es gebe keine Sozialklausel, es gebe keinen Umweltschutz. Das stimmt einfach nicht! Es ist einfach nicht wahr! Dem einen oder anderen mag es zu wenig sein, aber man sollte hier nicht Dinge behaupten, die nicht stimmen.
Und zum Schluss noch eines: Wir führen hier eine Diskussion über ein Handelsabkommen. Alle Wortmeldungen betreffen die Handelspolitik. Ich frage mich, warum hier der außenpolitische Ausschuss hauptzuständig ist und nicht der Handelsausschuss!
Ulrike Lunacek (Verts/ALE). - Frau Präsidentin! Zurück an den Kollegen Leichtfried: Als außenpolitische Sprecherin meiner Fraktion finde ich es richtig und gut, dass dieses Thema im Ausschuss für Auswärtige Angelegenheiten als Hauptthema behandelt wird, und nicht im Handelsausschuss, denn damit besteht die Chance, dass zumindest einige Elemente, wie Menschenrechte und ähnliches, etwas stärker berücksichtigt werden, als das im Handelsausschuss der Fall wäre.
Y ahora prefiero seguir en castellano por la gente que quizás nos escuche desde América Latina.
La Unión Europea ha recibido hoy el Premio Nobel de la Paz por la pacificación de nuestro continente, un hecho por el que mi Grupo se congratula.
Para mantener la credibilidad en la lucha por la paz, por el bienestar ciudadano, por los derechos humanos y por un desarrollo económico social y ecológicamente sostenible, este Pleno debería rechazar este Acuerdo, por todas las razones que ya han expuesto sus Señorías; porque estos acuerdos no son coherentes con los valores que siempre defendemos.
Como aclaración, he de decir que mi Grupo no está en contra de celebrar acuerdos con otros países o regiones, pero deberíamos centrarlos en la mejora de la situación de toda la población, de la población indígena, de los más pobres, de las mujeres, y en una economía social y ecológicamente justa.
Este Acuerdo con Centroamérica, así como el celebrado con Colombia y el Perú, no satisface estos criterios. Por eso, pido a sus Señorías que voten mañana en contra de estos dos Acuerdos. Porque debemos ser coherentes y creíbles, y por eso hemos recibido el Premio Nobel de la Paz.
Pablo Zalba Bidegain, Ponente de opinión de la Comisión de Comercio Internacional. − Señora Presidenta, señor Comisario, mis primeras palabras son de felicitación para el ponente, señor Salafranca, por el gran trabajo que ha hecho. Como ponente de opinión para el Acuerdo en la Comisión de Comercio Internacional, ha sido un honor trabajar con usted, señor Salafranca.
Creo firmemente que uno de los pilares fundamentales para salir de esta profunda crisis que vivimos es la internacionalización de nuestra economía y de nuestras empresas. Este Acuerdo facilitará, sin duda, ese objetivo primordial. Además de ser un buen acuerdo para la Unión Europea, creo firmemente, también, que es un gran acuerdo para Centroamérica. Es un buen acuerdo porque ayudará a la integración regional de los países que comprende. Además, será clave para mejorar la cohesión social de Centroamérica, así como fundamental para la diversificación económica de sus sectores productores.
He tenido la oportunidad de visitar varios de estos países y he sido testigo del entusiasmo que este Acuerdo genera en la región. Además, una de mis últimas visitas fue, precisamente, a Panamá. Y, en ella —y en esto me uno también al señor ponente y al señor Millán Mon—, percibí y fui testigo de la gran demanda que existe para que la Unión Europea abra una delegación allí. Por tanto, pido a la Comisión que, por favor, reconsidere la posibilidad de abrir en la ciudad de Panamá una delegación de la Unión Europea.
Por último, quiero valorar también el trabajo realizado por el Comisario de Comercio, señor De Gucht, y felicitarle porque, sin su colaboración y trabajo, este Acuerdo no sería hoy posible. Así pues, espero que mañana podamos celebrar la aprobación de este Acuerdo.
Procedura "catch the eye"
Silvia-Adriana Ţicău (S&D). - Ca membru al Delegaţiei pentru regiunea Mercosur, subliniez că Uniunea Europeană este principalul investitor şi al doilea partener comercial al Americii Centrale.
Scopul Acordului de asociere între Uniunea Europeană şi America Centrală trebuie să fie promovarea dezvoltării sustenabile, a coeziunii sociale şi a integrării regionale. Acordul trebuie să stimuleze cooperarea în sectoare strategice pentru ambele regiuni, în special în ceea ce priveşte comerţul şi dezvoltarea durabilă, cooperarea ştiinţifică şi tehnică în domenii precum consolidarea capacităţilor instituţionale, armonizarea standardelor, procedurile vamale şi statistica, proprietatea intelectuală, prestarea de servicii, achiziţiile publice, comerţul electronic, dezvoltarea industrială, gestionarea durabilă a resurselor şi sprijinirea întreprinderilor mici şi mijlocii.
Acordul va scuti în totalitate de la plata taxelor vamale exportatorii Uniunii Europene de produse industriale şi pescăreşti către America Centrală. America Centrală va beneficia de un acces substanţial pe piaţa Uniunii Europene, în special pentru principalele exporturi agricole, iar Uniunea va acorda o scutire de taxe de 100% pentru produsele industriale şi pescăreşti originare din America Centrală.
Andrew Henry William Brons (NI). - Mr President, the report talks of the liberalisation of trade, investment and public tendering leading to mutual benefit. Trade liberalisation is, of course, a euphemism for globalisation, which actually leads to mutual detriment. The European Union will export its industrial technology to Central America, or possibly even relocate its manufacturing there, employing cheaper labour working in inferior conditions.
Cheap, duty-free goods will flow into the EU, jeopardising profits, wages and jobs in Member States. These are already in deep recession, with rising government debt. The report boasts of the expansion of the quantity and range of goods that will be tariff-free. The commitment to public tendering will allow multinationals based in the EU to swallow up public procurement contracts in Central America. This agreement, like globalisation – of which it is a part – is not for the benefit of ordinary people there or here, but in the interests of multinational corporations.
(Fine della procedura "catch the eye")
Karel De Gucht, Member of the Commission. − Madam President, let me just go into a couple of questions that have been put to me, in which the Association Agreement has been criticised. I happen to be in good company with Mr Leichtfried, because I have also come to the conclusion that a number of remarks have been made in this debate that go exactly contrary to the text of the agreement.
You can of course have different opinions on the use of a trade agreement and I am open for such a discussion; obviously my analysis and those of the GUE/NGL Group and even the Greens will not necessarily be exactly the same. But having been a lawyer for 25 years I have always appreciated that, when you defend a case before the court you should stick to your dossier, you should stick to the facts in the dossier, you should not plead against the dossier as has been done this evening by a number of Members such as Ms Grèze and Ms Zuber.
It has been said here that there was no mention – for example with respect to indigenous rights – of the International Labour Organization Convention 169 concerning indigenous and tribal peoples in independent countries. And yet this is explicitly in the agreement. I could give you a number of other examples in this respect. The same goes for money-laundering.
Incidentally we should differentiate between the agreement between Central America and the European Union, which is an Association Agreement, and the agreement with Colombia and Peru, which is a Trade Agreement. But both of those agreements – and I will come back to this if need be in the next debate – contain provisions just like those in the one with South Korea, i.e. with a developed economy, that promote effective and transparent regulation notably ‘to ensure that international standards for regulation and supervision in the financial services sector and for the fight against money-laundering and the financing of terrorism are implemented and applied in its territory’.
It has also been said during this debate that there is no sanction mechanism in this Association Agreement. Again that is not right because the agreement provides for recourse to appropriate measures in case any of the parties has failed to fulfil an obligation under the agreement and this can as a last resort result in the suspension of the agreement.
So I personally think this is a very balanced agreement. By the way, it is not so easy to balance an agreement between a highly developed economy such as ours and developing economies, as is the case for most of the Central American countries, though not all of them – there are two economies that are already rather well developed. Similarly, making a region-to-region agreement with a region that is not homogenous is not easy either, but I am very pleased that we managed to have a region-to-region agreement because I believe that especially for these kinds of regions, made up of multiple rather small states, it is very important that we have a region-to-region agreement so that it can also foster regional integration.
So having said all this, I really recommend to the Parliament to vote in favour of this agreement. Yes it will – I hope it does – boost our trade, and we need some trade in Europe, especially at this moment in time. For example in 2011 trade contributed 0.6% to our growth. If we had not had trade in 2011 we would have been in a recession in 2012. So I hope it will also help our economy but I am very much convinced that, because of its balanced nature, it will also help those economies develop. I agree with all those who say that we should have those two aims: we should of course work to the benefit of our own people; we should also make sure that our counterparts take as much profit from the agreement as we do.
José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, Ponente. − Señora Presidenta, efectivamente, como ha dicho el señor Comisario, hay algunas aclaraciones que se imponen.
¿Cómo es posible que llegue un diputado del Grupo de los Verdes y diga que el Acuerdo no contiene una cláusula democrática y que llegue otro diputado del Grupo de los Verdes y diga que el Acuerdo tiene cláusula democrática, pero que la cláusula no es obligatoria? La cláusula democrática es un elemento esencial de este Acuerdo.
¿Cómo es posible que se diga que no se tienen en cuenta las asimetrías cuando los distintos grados de desarme arancelario ponen de manifiesto claramente y atienden a los distintos grados de desarrollo?
En esta Cámara hay algunos diputados, señora Presidenta, que tienen la mala costumbre de decirles a nuestros socios y amigos lo que tienen que hacer, pero las sociedades centroamericanas, a pesar de lo que se piense, son lo suficientemente maduras para saber lo que les conviene o no les conviene, y se van a expresar a través de sus Parlamentos democráticos. Y no quieren limosnas, no quieren concesiones unilaterales, quieren acuerdos bilaterales. Este Acuerdo realmente representa una oportunidad extraordinaria y, por lo tanto, espero que, como ha sucedido en los trámites en las distintas comisiones, este Parlamento se pronuncie mayoritariamente a favor del mismo.
Presidente. − La discussione è chiusa.
La votazione si svolgerà martedì 11 dicembre 2012.