Der Präsident. – Als nächster Punkt der Tagesordnung folgt die Aussprache über die Erklärung des Vizepräsidenten der Kommission und Hohen Vertreters der Union für Außen- und Sicherheitspolitik zur diplomatischen Mission der EU in Venezuela im Hinblick auf mögliche Wahlen (2020/2810(RSP)).
Die Vorgangsweise im Hinblick auf blaue Karten und spontane Wortmeldungen ist die gleiche wie in den anderen Debatten.
Josep Borrell Fontelles,Vice-President of the Commission / High Representative of the Union for Foreign Affairs and Security Policy. – Mr President, I think I can speak in Spanish because I believe that the majority of members who are going to follow this debate speak Spanish very well.
So, if you don’t mind, I will use the Spanish language, which, after all, is the second most spoken language in the world.
Señor presidente, señoras y señores diputados, este Pleno ha abordado ya muchas veces las diversas crisis que golpean a Venezuela. Y el paulatino colapso de lo que una vez fue uno de los países más ricos del mundo occidental, del hemisferio occidental, es hoy una de las grandes tragedias de nuestra época, por lo que no puedo sino compartir su interés y su preocupación por la situación en la que se encuentra el pueblo de Venezuela. Y no solo Venezuela, sino toda la región, que se ve afectada por el número extraordinario de personas que han dejado ese país.
Conocemos de sobra la situación en Venezuela: cómo la sociedad venezolana se encuentra profundamente fracturada, también políticamente. Ni siquiera la propia oposición tiene la unidad necesaria para hacer frente a esta dramática situación; una situación que nos han descrito bien los recientes informes de la misión de investigación y, sobre todo, de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Y es obvio decir ⸺lo hemos dicho muchas veces⸺ que condenamos la violación de los derechos humanos en Venezuela y por esta razón es por la que hemos estado trabajando con la sociedad civil de ese país desde hace mucho tiempo y en particular durante este verano.
No voy a detenerme en explicar cuál es la situación política en Venezuela —la conocen ustedes de sobra—, pero quiero centrar mi intervención en el título de la interpelación y explicarles el desarrollo de los acontecimientos desde el pasado mes de julio, cuando empezamos una tarea, en coordinación con los Estados miembros de la Unión Europea y con el apoyo de los socios latinoamericanos del Grupo Internacional de Contacto, para tratar de ayudar a encontrar una solución democrática y pacífica a la situación por la que pasa Venezuela. Y el primer paso para intentar ⸺intentar, digo bien, intentar⸺ salir del punto muerto político en el que se encuentra Venezuela era promover el marco para unas elecciones legislativas creíbles, en el caso de que tal cosa fuera posible.
Pero créanme, no me he lanzado al ruedo como un espontáneo, armado con mi simple muletilla. Empecé a hacerlo porque así me lo pidió el G4, dirigido por el presidente Guaidó, para que trasladase al régimen las condiciones mínimas que la oposición consideraba necesarias para poder participar en un proceso electoral creíble. Así lo hice y, durante todo el mes de agosto, durante todo el verano, he mantenido contactos por videoconferencia, telefónicos, tanto con el G4 como con otros líderes de la oposición, como, por supuesto, con el Gobierno del señor Maduro, y de todo ello he hecho declaraciones públicas, tanto en foros formales como en la reunión ministerial del Grupo Internacional de Contacto, que tuvo lugar a la vuelta del verano el 17 de septiembre, y en el Consejo de Asuntos Exteriores del 21 de septiembre. Durante el mes de agosto emití comunicados explicando que no se daban las condiciones para que se pudieran considerar como libres y participativas las elecciones convocadas para el 6 de diciembre, pero, al mismo tiempo, insistí tanto al Gobierno como a la oposición en que debían intentar encontrar una aproximación de sus posiciones para hacer posibles unas elecciones en las que la Unión Europea pudiese participar como observador. Toda esta información es pública y lo ha sido siempre.
A la vuelta del verano, uno de los líderes de la oposición, el señor Capriles, manifestó su intención de participar en las elecciones si se daban las condiciones para ello, al mismo tiempo que otros, empezando por el propio presidente Guaidó, ya consideraban imposible que eso pudiera ocurrir, pero no estaban en contra de que se intentase prolongar el plazo electoral para poder seguir negociando y para poder seguir considerando la posibilidad de una observación electoral por nuestra parte, cosa que solamente podía ocurrir, como ustedes saben muy bien, si previamente se daban las condiciones necesarias para ello.
En la reunión del Grupo de Contacto y en el Consejo de Asuntos Exteriores tuve el mayor apoyo para continuar los contactos con el Gobierno para ver si era posible acordar una prolongación del plazo electoral, como condición imprescindible para cualquier otra cosa, porque, como ustedes saben, una misión de observación electoral pasa primero por enviar una misión de exploración electoral, que vuelve con un informe sobre si se dan o no las condiciones necesarias para poder enviar una misión de observación. La decisión de mandar la misión de observación va precedida por una misión de exploración que analiza la situación sobre el terreno, y eso lleva un mínimo de cinco o seis meses y, por lo tanto, cualquier intento era incompatible con la fecha del día 6 de diciembre. Había pues que explorar la posibilidad, con lo que todo el mundo estuvo de acuerdo, de que esas elecciones se pospusieran.
Y, para acelerar los contactos, que ⸺insisto⸺ se han venido desarrollando por teléfono y videoconferencia durante tres meses, decidí enviar a dos funcionarios de nuestro Servicio de Acción Exterior para que sobre el terreno contactaran con todos los actores políticos y vieran cuál era el estado de la situación. Eso ha creado una cierta extrañeza en algunas de sus señorías, como si fuera algo novedoso. Pero esto es una práctica diplomática totalmente habitual. Durante el pasado año hubo tres misiones del Grupo Internacional de Contacto con diversos formatos, todas ellas dirigidas por un alto funcionario de la Unión Europea y con el mismo objetivo que esta última. El Gobierno noruego, con el que hemos colaborado, también ha enviado varias misiones para intentar desbloquear el estancamiento político, la última también durante el verano pasado. Esta misión, antes de salir, informó por escrito a los Estados miembros de la Unión Europea, de manera que eso de llamarla clandestina..., vamos, que yo sepa las actividades clandestinas no se comunican por escrito a todos los Estados miembros antes de que tengan lugar. Y en Venezuela estos dos altos funcionarios se reunieron con toda una amplia gama de representantes de sectores. Hablaron y escucharon a más de setenta personas. Para ser secreta, no ha habido ningún problema en difundir su actividad todo lo que ha sido necesario.
Por supuesto, se reunieron con el presidente de la Asamblea Nacional, el señor Guaidó, presidente encargado del país, que apoyó los esfuerzos para contribuir a lograr, a intentar lograr, un aplazamiento electoral, siendo muy escéptico al respecto. Se reunieron con todas las fuerzas de la oposición, empezando por el G4. Los representantes de este grupo insistieron en las condiciones necesarias para unas elecciones democráticas y transparentes, que me adelantaron y que yo mismo transmití al Gobierno durante mis contactos en julio y agosto. Y además mantuvieron conversaciones con el antiguo jefe de gabinete del señor Guaidó, el señor Roberto Marrero, recientemente liberado de prisión y que lamentablemente no ha sido autorizado a venir a España, como era su deseo. También se reunieron con don Henrique Capriles y dos de sus colegas. Instaron a la Unión Europea a mantener abiertos todos los canales de comunicación y aprovechar esta oportunidad para evitar, intentar evitar, que Venezuela vaya todavía más hacia un caos político y social que la asola. Tuvieron la ocasión de entrevistarse con dos representantes del régimen de Maduro, el ministro Rodríguez y el gobernador del Estado de Miranda, Héctor Rodríguez, en respuesta a la invitación extendida por el régimen a la Unión Europea para observar las elecciones de diciembre. Sí, tuvimos una petición concreta; es la primera vez que se pide a la Unión Europea que observe las elecciones.
Primero, pidieron una misión de acompañamiento electoral. Les explicamos que tal cosa no existía, que la Unión Europea tiene unos procedimientos reglados, establecidos, que no acompaña, que observa. Y eso, como les he dicho, pasa por un proceso muy pautado de, primero, una exploración y, después, en su caso, la observación. Les explicamos que si querían estudiar las posibilidades de una misión de observación electoral había que pasar por este proceso y que eso, inevitablemente, conllevaba un atraso, porque, de lo contrario, no teníamos nada de lo que hablar.
Los funcionarios allí desplazados no estaban para negociar, sino simplemente para transmitir este importante mensaje a todos los sectores políticos y recibir su respuesta. También se mantuvieron contactos con representantes de la llamada Mesa de Diálogo Nacional y con Henri Falcón. Fue el único grupo en contra del aplazamiento de las elecciones. Mantuvieron reuniones con la Conferencia Episcopal Venezolana, que desempeña un papel clave en la sociedad, y que ya saben que ha pedido que la oposición participe en el proceso electoral y en la provisión de asistencia al pueblo venezolano ante la actual crisis humanitaria. Los representantes de la Conferencia Episcopal, tal como habían declarado mediante carta publicada hacía algunas semanas, alertaron de que, si se dejaba pasar la oportunidad de presentarse a estas elecciones, se dejaría el espacio político vacante y el control absoluto de todas las instituciones al régimen de Maduro. Se reunieron con interlocutores de la sociedad civil, del mundo académico y del mundo empresarial. Y creo que en Caracas hubo un amplio apoyo a la labor de esa misión y a los esfuerzos de la Unión Europea para ayudar a lograr el espacio necesario para el diálogo, que sigue siendo nuestro objetivo. Porque la Unión Europea es considerada por todos los interlocutores, o por la mayoría de ellos, como el único actor que puede hablar con todas las facciones y que puede hacerlo con credibilidad. Y eso es lo que pretendemos los que defendemos una Unión con una dimensión geopolítica.
El otro mensaje claro que recibimos es que la gran mayoría de la oposición apoyaría un aplazamiento de las elecciones para dejar tiempo para mejorar las condiciones en que estas pudiesen celebrarse, lo cual quizá nos hubiera permitido enviar una misión de observación electoral. Pero la opinión predominante es que, aunque claramente la decisión de aplazar las elecciones por sí sola no es una solución, sería una manera de mantener la puerta abierta a la negociación política. Sin embargo, como ustedes saben, el Gobierno, después de esa misión, ha contestado de una manera clara y rotunda, diciendo que de ninguna manera van a posponer las elecciones porque la Constitución de Venezuela se lo impide, ya que hay un mandato muy claro de que se deben hacer en una fecha determinada, antes de que acabe este año, lo cual, obviamente, cierra cualquier posibilidad a que el diálogo continúe en la perspectiva que antes les he explicado.
Creemos que la única manera de salir del impasse en el que se encuentra Venezuela será a través del diálogo y la negociación política entre las fuerzas venezolanas. No habrá un único acontecimiento catártico que haga desaparecer las múltiples crisis que azotan al país. Y nuestro papel, nuestra voluntad, es ayudar a encontrar una vía que responda a las necesidades y a las propias demandas del pueblo venezolano. Y, después de lo que ha ocurrido y he escuchado a unos y a otros, y, en particular, después de haber recibido, no como respuesta a nuestras cartas, que respondían a la suyas, sino como declaraciones públicas, el mensaje de que las elecciones no se van a posponer, la Unión Europea, evidentemente, no podrá ni siquiera plantearse, ni siquiera plantearse, el envío de la misión de observación electoral. Eso requeriría no solo el respeto a los estándares democráticos, que —como ya he declarado en varias ocasiones— no se dan o no se daban y siguen sin darse, puesto que no ha sido posible modificarlos, sino también, como he explicado, un calendario realista.
Creo que el comunicado de prensa del régimen de Maduro, que se niega a aplazar las elecciones argumentando que no puede hacerlo por mandato constitucional, solo sirve para empeorar la situación política en Venezuela. Seguiremos apoyando todos los esfuerzos en pro de una salida política, pacífica y democrática de la crisis que el pueblo venezolano sufre, para que pueda superarla como merece.
PRESIDÊNCIA: PEDRO SILVA PEREIRA Vice-Presidente
Dolors Montserrat, en nombre del Grupo PPE. – Señor presidente, señor Borrell, nos preocupa saber que usted, como vicepresidente y alto representante —por cierto, ambos cargos no se pueden disociar—, mandó el pasado 23 de septiembre una misión semiclandestina a negociar con la dictadura de Maduro el aplazamiento de las elecciones. Siete días antes, se publicó el demoledor informe de las Naciones Unidas que acusa al régimen de Maduro de violaciones de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, que usted casi ni ha mencionado. Seis días antes, usted se reunió con el Grupo de Contacto, que le confiere el mandato de explorar el retraso de las elecciones fraudulentas en Venezuela. Tres días antes, usted se reunió con los ministros de Exteriores de la UE, a los que les explicó este mandato, pero en ambas reuniones evitó mencionar misión alguna.
Por eso, le pregunto: ¿cuándo organizó la misión clandestina? ¿Quizás cuando el régimen le traslada la preocupación por ese informe demoledor de las Naciones Unidas? ¿Le pidió el régimen un gesto político? ¿El intercambio era: usted les manda una misión diplomática y el régimen retrasa las elecciones y usted les garantiza una misión exploratoria para esas futuras elecciones? Y todo esto sin una sola condición; no les exige unas elecciones presidenciales. Sin presidenciales, no salimos del régimen. Ni siquiera les exige la inmediata liberación de todos los presos políticos, ni el retorno de los exiliados forzados, ni el cese de la represión.
Nos preocupa mucho que usted no haya informado de la misión clandestina ni a los ministros de los veintisiete, ni a la Comisión, ni a este Parlamento, pero aún más grave es que haya ignorado a los demócratas venezolanos representados por el presidente Juan Guaidó, reconocido por este Parlamento y veinticinco Estados miembros.
Una cadena de mentiras y medias verdades no hacen una verdad, sino la confirmación de que esconde unos contactos profundamente antidemocráticos. No nos ofrezca hoy disimulos, explíquenos toda la verdad. La misión ha sido el medio, el instrumento para blanquear al régimen, debilitar y dividir a quienes se oponen a Maduro, y el resultado final será un nuevo engaño de Maduro, que alargará el sufrimiento del pueblo venezolano con más violencia, más pobreza y menos libertad. La UE no puede contribuir de ninguna manera a esto, jamás.
Javi López, en nombre del Grupo S&D. – Señor presidente, en primer lugar, lo que querría hacer es, en mi nombre y en nombre de mi Grupo, defender y celebrar todos los esfuerzos que puedan hacer el alto representante y la diplomacia europea para encontrar una salida pacífica, democrática, a la grave situación que vive el país, Venezuela, que, al mismo tiempo, tiene unas derivadas en términos humanitarios y regionales terribles. Porque es la única salida y porque es la posición europea, y para eso, evidentemente, la diplomacia y el diálogo para encontrar una salida con condiciones democráticas —que, como bien se ha explicado hoy, no se dan— son la única salida.
En segundo lugar, querría reflexionar con ustedes sobre el hecho de que, muy a menudo, en esta Cámara, nos hacemos cruces y lamentamos la irrelevancia que tenemos en los conflictos de nuestra vecindad, para encontrar una salida —esto lo decimos muy a menudo—. Pues resulta que tenemos un conflicto como el de Venezuela, una situación gravísima como la de Venezuela, donde se nos otorga capacidad de interlocución para jugar un papel constructivo, y ahí, donde podemos actuar y cuando actuamos, nos encontramos con falsas polémicas prefabricadas. Esa es la realidad.
En tercer lugar: a este Parlamento le importa mucho Venezuela. Hemos hecho seis debates en lo que llevamos de legislatura, trece Resoluciones en cinco años; no ha habido nada que hayamos debatido tanto: eso indica que le importa. Pero no solo eso: quiero decir que muchas veces se hace un uso espurio, como ariete político, más pensando en la política nacional, española —solo hace falta ver la lista de intervinientes—, y no pensando ni en el prestigio de esta casa, ni, obviamente, en los venezolanos y las venezolanas y su dolor.
Jordi Cañas, en nombre del Grupo Renew. – Señor presidente, señor Borrell, pedimos su comparecencia ante esta Cámara para que nos diera explicaciones, esperábamos excusas. Pero, es que, además, no ha dicho la verdad. Y eso es clave. ¿Sabe por qué? Porque a usted no le mandató ni le pidió la oposición que intercediera ante el régimen para convocar unas elecciones o posponerlas; fue a instancia suya, no se lo pidió Guaidó ni el G4, lo propuso usted. Y si usted empieza haciendo una argumentación faltando a la verdad, tenemos un problema, porque todo lo demás cae.
Todo lo demás cae: fue usted el que propuso, después de mantener conversaciones con el régimen, que la oposición le diera unas condiciones mínimas para participar en unas elecciones fraudulentas, porque el Gobierno del señor Maduro no tiene la capacidad de convocarlas, porque recuerde que es un Gobierno ilegítimo. La oposición —como usted la llama sistemáticamente, enfrentándola a ese Gobierno— es la que esta Cámara reconoce como Gobierno legítimo, y la Asamblea Nacional como el único órgano democrático de Venezuela.
Entonces, después de recibir el enésimo no por parte del régimen en agosto, usted propone una misión en septiembre —sin conocimiento, hasta que están volando, de la oposición— para no se sabe qué volver a ofrecer al régimen. Sí: aplazar unas elecciones fraudulentas sin tener las mínimas condiciones para poderse celebrar. ¿Qué se consigue con eso? Lanzar un mensaje muy malo al conjunto de Venezuela: que se pretende llegar a un acuerdo con aquel que no tiene legitimidad para convocar unas elecciones.
Para finalizar, señor Borrell, mire usted, como sabe, el 5 de enero vence el mandato de la Asamblea. Es lo que espera el Gobierno de Maduro porque se quedará con las manos libres. Entonces la pregunta es: ¿usted, ya que las elecciones del 6 de diciembre no serán democráticas ni podrán ser reconocidos sus resultados, va a apoyar la continuidad constitucional del mandato de la actual Asamblea hasta que en Venezuela puedan celebrarse unas verdaderas elecciones libres y democráticas? Esa debe ser la estrategia de la Unión Europea: garantizar la Asamblea como único órgano democrático vigente hasta que no se puedan celebrar unas verdaderas elecciones libres y democráticas en Venezuela.
Thierry Mariani, au nom du groupe ID. – Monsieur le Président, le Venezuela est un sujet qui revient dans cet hémicycle aussi fréquemment que la pluie à Bruxelles ou les compromis entre le PPE et les socialistes.
Je disais, en décembre 2019 que la politique de Nicolás Maduro n’était pas la mienne, et la politique de sanctions américaines qui appauvrit la population vénézuélienne non plus. L’Union européenne devrait avoir une voix différente, apaisée qui ne plonge ni dans l’utilitarisme ni dans le collectivisme.
Dans le débat de juillet dernier, je justifie ainsi mon vote sur les amendements concernant les migrants du Venezuela: je me suis abstenu car le texte manquait d’équilibre et soutenait Juan Guaidó comme candidat de l’Union européenne à la direction du Venezuela, alors que c’est au peuple de ce pays qu’il appartient de trouver les compromis politiques nécessaires au retour au calme.
Et en janvier 2019, j’insistais: «les sanctions américaines aident-elles le peuple vénézuélien? Ne prouvent-t-elles pas au contraire que, derrière des affichages humanitaires, se cache une volonté politique d’exercer une hégémonie culturelle et économique dans cette partie du monde ?»
Depuis, rien n’a changé! Six débats. 13 résolutions. Aujourd’hui, le Parlement a simplement ajouté un débat qui ne changera rien, qui n’avancera à rien et qui n’apportera aucun élément nouveau.
Ernest Urtasun, en nombre del Grupo Verts/ALE. – Señor presidente, tengo la impresión de que, una vez más, estamos discutiendo sobre Venezuela pensando más en las estrategias de la oposición al Gobierno de España que en un debate serio sobre qué tiene que hacer la Unión Europea en este caso.
Y, miren, yo les escucho, la verdad, y mi problema es que no sé qué proponen. Prácticamente en enero hará dos años de la operación de reconocimiento del señor Guaidó —que, por cierto, les recuerdo que no ha sido reconocido por parte de la Unión Europea—, y ¿dónde les ha llevado eso? ¿Qué es lo que proponen? La única solución se la digo yo: es lo que está intentando el alto representante, que es sentar en una mesa a oposición y Gobierno para celebrar unas elecciones libres y reconocidas por ambas partes. Es la única solución.
Por cierto, con una misión que es un mecanismo —como muy bien ha explicado el alto representante— habitual de la diplomacia europea, y necesitamos que se desarrollen más misiones como estas.
Y una última cosa —permítanme— a las delegaciones españolas del Partido Popular y de Renew: me parece una manera un tanto extraña de defender la democracia en el mundo firmar cartas dirigidas a nuestras instituciones junto con la extrema derecha española; mala manera de defender la democracia en el mundo es hacer iniciativas aquí con aquellos que atacan la democracia dentro de nuestras fronteras.
Hermann Tertsch, en nombre del Grupo ECR. – Señor presidente, aquí los únicos que atacan a la democracia, porque defienden una dictadura, una dictadura narcocomunista, asesina y con crímenes de lesa humanidad, como acaba de referir en las Naciones Unidas la poco sospechosa Bachelet, son ustedes, son los partidos del Gobierno en España. Y eso sí que es una desgracia, y eso además es el origen de la sospecha. Es el origen de la sospecha que existe y que alarma en Venezuela, y que alarma a todos los demócratas que quieren cambiar Venezuela y quieren que caiga el régimen criminal de Maduro.
Porque el régimen criminal de Maduro no se puede perpetuar. No podemos dejar que se perpetúe con unas elecciones que van a ser una farsa, porque no puede haber unas elecciones correctas con Maduro en el poder. Y, sin embargo, aquí se ha organizado, por parte del Gobierno de España y, por desgracia, muchos sospechan que con ayuda del señor Borrell, una farsa para buscar unas elecciones que perpetúen a Maduro, porque con Maduro en el poder no puede haber elecciones libres en Venezuela.
Y quien lo pretenda está estafando a Europa, está estafando a los venezolanos y está estafando al mundo.
Manu Pineda, en nombre del Grupo GUE/NGL. – Señor presidente, señor Borrell, aquí estamos otra vez hablando sobre Venezuela, como casi en cada Pleno, aunque usted y yo sabemos que este debate en el fondo no es sobre Venezuela, es sobre la visión distorsionada que tienen sobre la democracia la derecha y la extrema derecha española, y sobre el papel que quieren hacer que juegue la Unión Europea en las relaciones exteriores.
Organizan este debate no porque la Unión Europea haya mandado una misión para continuar el diálogo con Venezuela, sino porque no reconocen la democracia, los derechos, la diplomacia, ni el diálogo. Y ¿cuál es la alternativa que nos plantean? ¿La del diputado que me ha precedido en el debate que pidió una intervención militar contra el Gobierno español porque él no reconoce los resultados de las elecciones en España? ¿Esa es la alternativa que nos plantean? Solo se plantean la violencia como método.
Teniendo en cuenta que muchos de los que han promovido este debate han declarado ilegítimo al Gobierno español, ¿qué puede ser lo siguiente? ¿Que se traiga aquí un reconocimiento del señor Casado como presidente encargado de España porque la semana pasada se reunió con una serie de embajadores de la Unión Europea?
Señor Borrell, cuidado con alimentar la bestia, siga adelante con el diálogo, aunque le costará críticas y algún que otro debate absurdo en este Parlamento. Tenga en cuenta que aquí las posiciones más antidemocráticas van ganando terreno cada día. Le digo una cosa: va a haber elecciones, no es que posiblemente vaya a haber elecciones, va a haber elecciones el día 6 de diciembre en Venezuela, elecciones democráticas y limpias, como desde hace más de veinte años. Y no hay motivo confesable... (el presidente retira la palabra al orador).
Presidente. – Terminou o seu tempo. Vamos prosseguir com o debate. Já excedeu em muito o seu tempo.
Hermann Tertsch (ECR). – Señor presidente, me han acusado nada menos que de promover un golpe de Estado en España. Yo creo que no es baladí. Eso es rigurosamente mentira. Yo siempre he pedido que en nuestro país se cumpla estrictamente la Constitución por parte de todas las instituciones. Yo defiendo la Constitución en España. Ese señor, no. Ese señor es aliado de terroristas, de golpistas y demás... (el presidente retira la palabra al orador).
Presidente. – O colega teve oportunidade de intervir no final do debate se entendesse nessa ocasião fazer a defesa de honra. Considero que acabou por fazê-la desde já e, por isso, prosseguimos com as intervenções.
Antonio Tajani (PPE). – Signor Presidente, onorevoli colleghi, dobbiamo essere coerenti, non possiamo difendere lo Stato di diritto all'interno della nostra Unione e in Bielorussia, e poi non difenderlo in Venezuela. Il regime di Maduro è stato dichiarato dall'ONU colpevole di crimini contro l'umanità.
E lei, signor Vicepresidente, ha autorizzato una missione per trattare con questo dittatore: ma quella missione si è risolta con una farsa che è servita di fatto a sostenere Maduro, visto che il viaggio è stato organizzato insieme al regime.
¿Sabe usted lo que es La Carlota? La Carlota es una base aérea militar en el centro de Caracas, que solo utilizan como pista de aterrizaje los aviones del régimen y los aviones privados que el régimen autoriza.
¿Cómo es posible que una misión de la Unión Europea haya podido utilizar ese aeropuerto militar? ¿Existe pues mayor prueba de que su viaje se preparó y se organizó en connivencia con el régimen de Maduro que el hecho de que su delegación se planteara la posibilidad de aterrizar en La Carlota? ¿Aterrizaron allí finalmente? ¿O dónde aterrizó el avión privado? ¿Quién contrató ese avión? ¿Estaría dispuesto a enseñar las facturas del pago de ese vuelo?
Quali obiettivi ha raggiunto poi questo viaggio? Maduro si è forse è impegnato a garantire un voto trasparente, monitorato da autorità terze? L'uso delle impronte digitali o di software? Legalizzazione di partiti e leader che si oppongono alla dittatura, a comizi elettorali liberi? Ha forse rassicurato sul fatto che il regime smetterà di finanziare illegalmente partiti europei che sono al governo, come in Italia e in Spagna, come è stato denunciato alcune inchieste giornalistiche?
Il punto chiave, per concludere, signor Presidente, è che Maduro sta tentando di non avere elezioni presidenziali, con la scusa di avere elezioni per rinnovare l'Assemblea legislativa. Ma l'Assemblea legislativa è già stata rinnovata e il partito di Maduro ha perso!
Ora bisogna votare per eleggere il nuovo capo di Stato!
Maria-Manuel Leitão-Marques (S&D). – Senhor Presidente, hoje devíamos estar aqui a discutir o impacto da Covid na América Latina, como foi proposto pelos socialistas e democratas. Os problemas de saúde pública que agravou, o desemprego que provocou, as desigualdades que aprofundou e o desespero e a falta de esperança que deixou. Cerca de uma em cada 3 mortes por coronavírus no mundo estão na América Latina, somando mais de 300 mil vítimas.
Deveríamos discutir que ajuda podemos mobilizar para esta região com quem temos tantos laços históricos. Deveríamos analisar a regressão que esta crise provocou na luta contra a pobreza, estimando-se a perda do progresso de uma década em apenas 6 meses. Deveríamos pensar como podemos não deixar para trás os milhares de crianças que ficaram sem escola, que não têm Internet, nem pais em casa que as possam ensinar.
Mas não, nada disto pareceu urgente aos grupos políticos à nossa direita. Trocaram este debate por mais uma discussão sobre a crise política na Venezuela, cuja gravidade não pretendo ignorar, sem que houvesse uma nova proposta, uma nova ideia, que nos permita sair do impasse a que se chegou, apenas porque o Vice—Presidente e Alto Representante desenvolveu uma tentativa de vida para que houvesse eleições justas e livres mantendo uma via de diálogo. Eis uma decisão que não dignifica o Parlamento, em nada ajuda a Venezuela e muito menos a América Latina.
Dita Charanzová (Renew). – Señor presidente, señor alto representante, ¿cómo es posible que esta Cámara, el Parlamento Europeo, se entere a través de la prensa de su misión a Caracas, su misión para negociar con la dictadura?
¿Es esta la nueva política exterior de la Unión Europea con respecto a Venezuela? No, no lo es. No lo es. Usted, el alto representante, actuó de manera independiente. Más tarde, usted dijo en la prensa que la oposición venezolana le encargó negociar con la dictadura. Pues yo le pregunto ahora: ¿quién concretamente de la oposición se lo encargó? Hasta ahora, en todos mis contactos con los representantes del presidente Guaidó y la oposición democrática, no he oído nada acerca de esa petición.
Quiero dejar claro a las fuerzas democráticas en Venezuela, a todos nuestros amigos en Venezuela, que, primero, el Parlamento Europeo no reconoce a Maduro y reconoce que no puede haber un gobierno de transición con él. Reconocemos a Juan Guaidó como presidente interino legítimo de Venezuela. Y, segundo, hasta que no se celebren elecciones presidenciales libres con las condiciones necesarias, no se puede avanzar con las medidas legislativas.
El Parlamento Europeo siempre ha sido muy claro en cuanto a su posición respecto de Venezuela. Acciones como esta socavan los esfuerzos de actuar como Unión Europea de manera conjunta y creíble en la escena mundial.
Paolo Borchia (ID). – Signor Presidente, onorevoli colleghi, signor Alto rappresentante, io non posso nascondere il mio sconcerto per un approccio così rinunciatario nei confronti di questa questione. Oggi oltre 5 milioni di venezuelani vivono al di fuori dei confini, costretti a fuggire per fame e per repressione, cinicamente trasformati in armi di controllo del potere da parte del regime.
La Banca mondiale definisce "povero" un individuo che vive con circa 2 euro al giorno: attualmente in Venezuela il salario minimo è di neanche la metà, con il Fondo monetario internazionale che stima al 15 000 % l'inflazione per il 2020.
Io da quest'Aula vorrei lanciare anche un messaggio di vicinanza e di solidarietà ai cittadini italiani ed europei che vivono nel Venezuela di Maduro, un paese senza acqua potabile, senza gas, senza carburante, senza industria, senza più risorse né speranze. E quando parliamo di sanzioni, onorevoli colleghi, ricordiamoci che il popolo venezuelano ne patisce quotidianamente una veramente pesante: questa sanzione si chiama comunismo.
Jordi Solé (Verts/ALE). – Señor presidente, señor Borrell, debo reconocer que no sé por qué estamos haciendo este debate, no acabo de entender por qué determinadas fuerzas, concretamente las fuerzas de derecha y de extrema derecha de esta Cámara, están poniendo en cuestión que la Unión Europea mande a través del Servicio Europeo de Acción Exterior a una delegación de prospectiva, cuya misión es intentar encontrar una solución democrática y pacífica a la situación complicada, delicada, preocupante, que se vive en Venezuela.
¿Realmente ustedes están poniendo en cuestión que la Unión Europea juegue un papel constructivo? ¿Diplomático? ¿Ustedes saben de qué va la diplomacia? Lo saben perfectamente, lo saben con respecto a todos los conflictos del mundo. Acabamos de hacer un debate sobre el conflicto entre Azerbaiyán y Armenia y muchos de nosotros hemos pedido mayor involucración de la Unión Europea. Siempre pedimos un papel reforzado de la Unión Europea como actor global, exportando los valores europeos, pero cuando llegamos a Venezuela ocurre el efecto contrario al del imán. Ustedes se van a los extremos y se lanzan Venezuela por la cabeza. Normalmente los representantes del Estado español porque tiene intereses de política interna. No, la solución al problema de Venezuela recaerá en su gente, en sus instituciones, pero la Unión Europea debe hacer todo lo que está en su mano para ayudar a encontrar esas soluciones.
Carlo Fidanza (ECR). – Signor Presidente, onorevoli colleghi, intanto io vorrei sgombrare il campo da un equivoco: questo non è un dibattito di politica interna spagnola. Noi stiamo parlando di questo grave fatto perché è un problema che riguarda l'intera comunità internazionale, le Nazioni Unite, il mondo libero che si oppone a questa dittatura criminale. Se qualcuno a sinistra non l'ha ancora capito, forse farebbe bene ad aggiornare il suo messaggio e capire che ci stiamo occupando di un problema che riguarda tutto il mondo, oltre che il popolo venezuelano.
Abbiamo ascoltato, caro Vicepresidente, parole gravi, perché rappresentano forse una parte della verità ma sicuramente non tutta la verità. Abbiamo assistito a una missione di alti funzionari dell'Unione che ha finito con il legittimare ulteriormente il regime di Maduro come interlocutore.
Allora, ancora una volta noi chiediamo a gran voce elezioni presidenziali libere, democratiche e trasparenti e contestuale abbandono del potere da parte di Maduro, il cui regime anarco-comunista si è reso responsabile di gravi crimini, anche di una vera e propria emergenza umanitaria, ricordando, in questi pochi secondi, i milioni di profughi, veri profughi, che scappano da questa dittatura. Tra loro anche centinaia di migliaia di italiani di origine o di passaporto a cui voglio mandare un fraterno abbraccio.
Sandra Pereira (GUE/NGL). – Senhor Presidente, apesar das ameaças e das chantagens, das pressões e da desestabilização, dos bloqueios e das sanções, tudo à margem do direito internacional, a República bolivariana da Venezuela está a organizar um processo eleitoral no quadro da sua Constituição para o próximo dia 6 de dezembro para eleições presidenciais e parlamentares.
Lamentavelmente, uma vez mais a União Europeia, ao recusar participar como observador das eleições prefere ficar do lado daqueles que arquitetam golpes e orquestram farsas para promover um presidente autodesignado que não foi escolhido pelo povo, mas sim pela administração Trump.
O que se impõe neste momento é que a União Europeia exija respeito pelo funcionamento das instituições democráticas venezuelanas e não alinhe em golpes que diariamente agridem os direitos e as condições de vida do povo venezuelano e da comunidade lusa venezuelana. O que se impõe é o fim do bloqueio que tantas provações tem ditado àquele povo, designadamente em tempos de COVID-19, dificultando o acesso a bens de primeira necessidade e a medicamentos, ou seja, o direito à vida e à saúde.
Paulo Rangel (PPE). – Senhor Presidente, Senhor Alto Representante, não estranha, não acha estranho que aqui só estejam a defender a sua visita clandestina ou semiclandestina aqueles que apoiam o regime de Maduro? Isso diz tudo sobre o sentido desta visita e já agora viro-me aqui aos senhores deputados dos Verdes, o Sr. Urtasun, isto não é uma questão espanhola e olhe que no PPE tenho uma holandesa, um italiano, uma espanhola, um português a falar, é uma questão de direitos humanos, é uma questão de democracia. Os senhores que estão sempre com os direitos humanos e a democracia na boca aceitam uma visita do Alto Representante que vai legitimar um regime que acaba de ser condenado como um regime que tem crimes contra a humanidade? E por isso eu digo à senhora deputada Leitão Marques como é que é possível vir aqui dizer que este debate não é pertinente depois de o Conselho de Direitos Humanos da Nações Unidas dizer que o regime comete crimes contra a humanidade? Como é possível? Por amor de Deus, se pensa nas crianças e nos refugiados também tem que pensar naqueles que são objeto de crimes contra a humanidade e este debate é totalmente pertinente se a União Europeia está a legitimar, ou a branquear, ou a dar ao menos algum fôlego a um regime que comete crimes contra a humanidade.
Señor alto representante, le voy ahora a contestar en la lengua de Cervantes, con un dicho español. Después de escucharle le diré: yo no creo en las brujas, mas que las hay, las hay.
Nacho Sánchez Amor (S&D). – Señor presidente, el debate sobre el fondo del asunto de Venezuela sería interesante, el problema es que lo que trae este debate aquí es el envío de la misión y eso es una tormenta en un vaso de agua.
Miren: Montserrat, López, Cañas, Urtasun, Tertsch, Pineda, Solé, Sánchez, Bilbao, Nart, López Gil, López y Millán, esto no es un debate español. Esto es otra vez que la derecha española ha arrastrado a la derecha europea a un debate que debería producirse en las Cortes españolas. Y el problema no es que el señor Borrell se haya separado un solo centímetro de la posición europea. El problema es que ustedes se están deslizando hacia la posición americana, como alguno de ellos lo ha hecho desde esa parte (palabras inaudibles).
Solamente voy a decir una cosa muy sencilla: si el señor Borrell se llamara Dombrovskis, no estaríamos hoy aquí hablando de esto.
Izaskun Bilbao Barandica (Renew). – Señor presidente, aportar, ayudar, propiciar una solución pacífica, dialogada y, en consecuencia, duradera y viable para resolver el drama humanitario, social y político que vive Venezuela exige que nos centremos, aquí y allá, en lo que nos une. Lo que nos une es que cada observación, cada escrutinio, constata que, en Venezuela hoy, no hay democracia ni condiciones para unas elecciones libres.
Nuestro deber, al hablar de Venezuela, es recordar que millones de personas en aquel país merecen que nos centremos en ayudarlas a recuperar la libertad. Por eso, desde aquí pido que el consenso para recuperar los derechos y libertades fundamentales sea la divisa y la primera herramienta de los que, sobre el terreno, padecen y se oponen al régimen madurista.
Pero pido lo mismo también a todos los que desde la Unión Europea queremos ayudar. Cualquier debate que siembre dudas sobre nuestro acuerdo básico ayuda a Maduro. Le permite sugerir que tiene mucho más apoyo fuera de Venezuela del que realmente tiene, que es muy poco. La inmensa mayoría sabemos que es un dictador.
A la causa de la libertad en Venezuela no le ayuda nada que esta tragedia se utilice como arma arrojadiza en el debate político. Centrémonos mejor en subrayar que allí el debate es imposible y que la prioridad es recuperar la democracia.
Esther de Lange (PPE). – Mr President, to know the suffering of the Venezuelan people you don’t even need to go there.
Please take some time to talk to one of the men who prepare your coffee in the bar right next to this hemicycle. He will tell you about his family back home and the shortages of food and medicines, even before the coronavirus struck. And now even more people are dying in the streets.
So let’s be clear, Mr High Representative, there is no division. We are united in wanting to address this humanitarian crisis.
But you can’t be blind to the fact that this suffering is caused by the Maduro regime. A corrupt regime that relies on the smuggling of oil, drugs and gold. A regime that, according to the UN Human Rights Council, murders, tortures, commits sexual violence and random detention. A regime that you did a huge favour by dispatching this premature diplomatic mission, and giving it a certain legitimacy.
It’s like talking to Lukashenko behind the opposition’s back. This is not – and I say this as a Dutch representative – this is not an internal Spanish debate. This is about the values and the credibility of the European Union.
The Maduro regime has already made clear, it does not want to fulfil your conditions. It does not want to postpone the elections.
Can you basically answer one simple question to this house?
Do you think all of it was still worth it?
(Applause)
Sara Cerdas (S&D). – Senhor Presidente, Senhor Alto Representante, uma vez mais falamos sobre a Venezuela. Com eleições previstas em dezembro que se realizam num contexto de crise pandémica, mas também num contexto social, político e económico de degradação. Este é um cenário que já se vem arrastando há vários anos e que já deu lugar a várias resoluções e debates nesta Casa. É importante que enquanto União Europeia tenhamos um papel ativo e estejamos na linha da frente na questão da Venezuela. Precisamos de soluções pacíficas e democráticas.
Apelo assim ao Alto Representante para que continue os seus bons ofícios no sentido de garantir que a via diplomática e o diálogo com todos os intervenientes se mantenha aberta. Somos eleitos para trabalhar para as pessoas. Temos de garantir também que o povo da Venezuela pode contar com o nosso apoio e solidariedade.
Javier Nart (Renew). – Señor presidente, yo constato que muchas veces este Parlamento es el Parlamento del deber ser, y no del poder hacer, del deber hacer.
En segundo lugar, estamos todos de acuerdo, excepto el paleocomunismo residual, en que el Gobierno defacto de Maduro es un Gobierno brutal, criminal y absolutamente condenable, pero es una realidad. Y tenemos también una legalidad plena, que es la del presidente Guaidó, en una situación cuya Asamblea termina muy próximamente. Y hay otra realidad brutal, que es el pueblo de Venezuela, convertido en un sujeto de privaciones absolutas, pero que algunos usan para hacer la revolución hasta el último venezolano, eso sí, desde la cómoda Europa.
Señor Borrell, desde el apoyo a sus esfuerzos y a la misión que usted ha enviado yo constato lo siguiente. Primero, que todos los procesos que se han realizado con el Gobierno venezolano, desde el señor Zapatero al Vaticano, pasando por todos los demás, no han servido para otra cosa que para prolongar el sufrimiento y el mantenimiento del régimen de Maduro. Que el último portazo de Maduro, que ha dado a sus esfuerzos legítimos y que yo apoyo y entiendo, y que no comprendo cómo se condenan, ha significado que se mantiene en la propia misma durísima situación. Cualquier proceso de negociación, yo lo veo inviable. Mi pregunta y mi posición es: la única posibilidad es incrementar la presión y, desde luego, propiciar, si es posible, un diálogo, que yo francamente veo metafísico.
Leopoldo López Gil (PPE). – Señor presidente, señor alto representante, recientemente usted declaró —lo cito—: «La situación humanitaria en Venezuela es desesperada. Es la crisis humanitaria más grave que se está viviendo en un país y la comunidad internacional no le presta demasiada atención porque solo ve el aspecto político en la cuestión». Siga con la cita.
Sin embargo, aun conociendo las conclusiones de la misión independiente de las Naciones Unidas, que acusan al régimen de Maduro de crímenes de lesa humanidad, usted organizó una misión para negociar con esos violadores de derechos humanos la postergación de unas elecciones fraudulentas. Y dije «régimen» y no «Gobierno», pues esta Cámara y veinticinco países miembros de la Unión Europea solo reconocen como Gobierno legítimo a la Asamblea Nacional, presidida por Juan Guaidó.
Como alto representante, una de sus responsabilidades es asegurar la coherencia de la acción exterior de la Unión Europea. ¿Enviaría usted una misión a Bielorrusia para negociar con ese régimen las futuras elecciones organizadas por el propio Lukashenko? ¿Existen garantías que permiten llevar a cabo unas elecciones transparentes, democráticas y creíbles en Venezuela?
El objetivo último de la dictadura de Maduro es mantenerse a toda costa en el poder. Concertar con ese régimen de manera secreta es ingenuo. La observación electoral, emanada de nuestra institución, no puede avalar un fraude convocado para diciembre ni para seis meses después. Anteponer la elección del Poder Legislativo al cambio del Poder Ejecutivo es simplemente absurdo.
Le pregunto: ¿podrá Venezuela ⸺la Venezuela democrática⸺ contar con el apoyo de la Unión Europea?
Antonio López-Istúriz White (PPE). – Señor presidente, señor Sánchez Amor, una cosa que sabemos que es una verdad absoluta es que, si Valdis Dombrovskis estuviese en el lugar del señor Borrell, seguro que este viaje no se hubiese producido.
El señor Borrell y todos sabemos perfectamente que las Naciones Unidas han emitido un informe demoledor por los ataques a los derechos humanos en Venezuela. Sabemos también que se amplía el plazo para investigar los crímenes cometidos por el régimen; ayer las Naciones Unidas, en su Pleno, así lo decidieron. Pero desayuno esta mañana con un vídeo de la televisión venezolana donde se ve a la embajadora de la Unión Europea, Isabel Brillante, reuniéndose con el fiscal del régimen, Tarek William Saab, entregándole un contrainforme de derechos humanos del régimen venezolano. Pero el asunto grave y que tienen que saber mis colegas es que Tarek William Saab está denunciado por la Unión Europea, sufre las sanciones de la Unión Europea. Mi pregunta es: ¿qué hace la embajadora de la Unión Europea sentada con este personaje? Compañeros, colegas del Parlamento Europeo, ¿de qué se acusa, entre otras cosas, a Tarek William Saab? De arrojar a un concejal de la oposición por la ventana.
Pregunta: ¿qué está haciendo esta embajadora sentada ahí?
Francisco José Millán Mon (PPE). – Señor presidente, señor Borrell, la realidad es testaruda. Después de los distintos intentos de diálogo —el de la Santa Sede, el de la República Dominicana o el de Noruega en Barbados—, no sé qué le hizo pensar a usted que relanzar un nuevo diálogo podría ser fructífero.
Como era de esperar, la misión que usted ideó se ha saldado con otro fracaso, que no ha dejado en buen lugar a la UE ni ha contribuido a la causa democrática. Y, como veo que usted está necesitado de una hoja de ruta para Venezuela, y nos lo piden nuestros compañeros de hemiciclo, permítame que ofrezca de forma resumida, aunque sea modestamente, los siguientes principios o ideas.
Primero, insistir en la celebración de elecciones democráticas, preferentemente las presidenciales. Segundo, evitar iniciativas que contribuyan a la fragmentación de la oposición. Tercero, retomar la vía de la presión y evitar los diálogos tramposos. La Unión Europea debe ampliar las sanciones a los responsables políticos y también a los más de cuarenta autores de crímenes mencionados expressis verbis en la Resolución, en el informe del Consejo de Derechos Humanos. Cuarto, intensificar las conversaciones con el Grupo de Lima e intentar acercamientos con otros grandes actores. El Grupo Internacional de Contacto es claramente insuficiente.
Me gustaría conocer, señor Borrell, sus puntos de vista al respecto y también qué iniciativas concretas tomará para recuperar la libertad y el respeto de los derechos humanos en Venezuela. ¿Hará usted hoy algo de autocrítica?
Josep Borrell Fontelles,vicepresidente de la Comisión / alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. – Señor presidente, señorías, señora Montserrat, le tomó la palabra. Usted lo ha dicho: una cadena de mentiras y medias verdades no hace una verdad, aplíquese el cuento. Lo que usted y otros han hecho es precisamente eso: una cadena de mentiras y medias verdades. Han organizado ustedes una escandalera sin fundamento, simplemente para agitar y —me temo— combatir al Gobierno español. Pero esto no es la Carrera de San Jerónimo, esto no es el Parlamento español. Si quieren ustedes discutir de política española, háganlo en Madrid. Ni yo soy ya el ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno del señor Sánchez.
(Reacciones diversas)
Y usted ha sido presidente del Parlamento Europeo y debiera guardar la compostura.
(Reacciones diversas)
Señor presidente, ¿puedo continuar? ¿Puedo continuar sin tener que sufrir las interrupciones del señor Tajani? Muchas gracias.
Y todo lo que ustedes han dicho ahora de semiclandestina. Miren, la clandestinidad, como algunos atributos de la fisiología del cuerpo humano, es o no es: es clandestina o no es clandestina. No pueden ustedes decir que es una misión secreta o clandestina a medias, cuando les he explicado que hemos pasado por el Grupo Internacional de Contacto, donde hemos dicho claramente que seguiríamos contactando con todos los actores políticos a los niveles necesarios, y todo el mundo estuvo de acuerdo. Y he informado al Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de que seguiríamos contactando por todos los medios necesarios y adecuados con todos los actores políticos.
¿A qué viene este sacramental? ¿A qué viene esta agitación de secretos y complots porque usted quiso hacer un gesto para que el Gobierno español sacara tajada? Pero, señora Montserrat, todo eso es ridículo, francamente. ¿De qué se quejan ustedes? ¿Qué es lo que encuentran criticable en hacer la misión diplomática que nos corresponde hacer y que venimos haciendo durante meses por el simple hecho de que, en vez de hacerla por teléfono, la hacemos presencialmente?
Vamos a ver: las elecciones en Bielorrusia no han sido ni libres ni transparentes ni participativas. ¿Verdad que no? Y, sin embargo, la oposición en Bielorrusia ha participado en ellas. ¿Ustedes creen que la participación de la oposición en Bielorrusia ha blanqueado al régimen del señor Lukashenko? ¿Ustedes creen que esa participación ha servido para legitimar al régimen del señor Lukashenko? Claro que no, en absoluto, al contrario. Precisamente esa participación ha servido de palanca para poner de manifiesto la falsedad de esas elecciones y combatirlo.
Pero ¿en qué se blanquea al régimen del señor Maduro por el hecho de enviar a un funcionario a hablar con todo el mundo en Venezuela? Por favor, un poco de seriedad. ¿En qué se blanquea? ¿En qué se legitima? Cuando hemos estado diciendo y seguimos diciendo lo que pensamos con respecto al régimen del señor Maduro. Estamos haciendo lo que nos corresponde hacer. ¿Que no he informado anteriormente al Parlamento Europeo? Pues claro que no. No tengo ni obligación ni necesidad de hacerlo. Mi constituency es el Consejo de Asuntos Exteriores, es el Grupo Internacional de Contacto.
Y, bueno, ya lo que me faltaba es que me diga alguien que yo no tenía ningún contacto con la oposición para trasladar al régimen del señor Maduro sus condiciones. Ah, ¿no? Bueno, muy bien, pues mire: un documento con cinco puntos concretos me fue suministrado por la oposición para que lo hiciera llegar al régimen del señor Maduro y esperara su respuesta.
Sí, me he empeñado en intentar ver si había alguna posibilidad, ciertamente escasa, de si era posible, ciertamente poco probable, que se pudiesen aproximar las posiciones del Gobierno, del régimen del señor Maduro y de la oposición. Y ustedes me dicen: ¿mandaría usted a alguien a Bielorrusia para intentar aproximar posiciones? Sí, claro que sí. Claro que sí. Si mañana pudiésemos enviar a alguien a Bielorrusia para intentar crear un diálogo político nacional, claro que lo haríamos; lo hemos ofrecido. Pero ¿en qué mundo viven? Pero ¿en qué mundo viven?
El presidente del Consejo Europeo ha llamado o intentado llamar al señor Lukashenko. No lo ha conseguido, pero si se hubiera puesto al teléfono, habría hablado con él. ¿Eso es blanquearle? ¿Eso es legitimarle? ¿Qué les preocupa a ustedes de verdad? ¿Les preocupa la suerte del pueblo venezolano? No digo que no, a mí también, y no acepto lecciones sobre cómo tengo que conducir la tarea del alto representante en este caso concreto. He hecho lo que tenía que hacer y lo volvería a hacer.
No hemos tenido éxito. Pero creo que era necesario. Creo que era necesario para intentar encontrar una vía de aproximación, que es la única forma de salir de la situación en Venezuela, y fomentar y propiciar el diálogo político, y diálogo político ha habido, porque ha habido representantes de la oposición que han estado hablando con el régimen: el señor Capriles, sin ir más lejos, que ha hecho manifestaciones públicas diciendo «si se dieran las condiciones, yo participaría». Si se dieran las condiciones, pero las condiciones no van a caer del cielo, no van a surgir por generación espontánea, hay que trabajarlas, hay que discutirlas.
¿Qué creen que ha estado haciendo el Gobierno de Noruega, que ha estado perfectamente al corriente de lo que hemos hecho y que nos ha apoyado? ¿Qué creen que ha estado haciendo el Gobierno de Noruega? Pues fomentar ese diálogo, tampoco con éxito, pero en el fondo lo que hemos intentando hacer nosotros es lo mismo que ha hecho el Gobierno de Noruega, y lo seguirá intentando hacer y lo seguiremos intentando hacer, porque no apoyamos soluciones militares, porque no apoyamos intervenciones militares en el exterior para resolver ese problema, porque la única solución es precisamente el diálogo y el pacto entre las fuerzas políticas de Venezuela. Y eso, si podemos propiciarlo, lo haremos.
Y es lo que he estado haciendo, y lo he hecho con pleno conocimiento del grupo del G4, con quien he tenido varias videoconferencias durante este verano. ¿Ahora va a resultar que no he estado hablando con ellos? Y lo he hecho con plena conciencia de que eso iba a ser aprovechado por quienes tienen más interés en agitar las aguas políticas que en buscar una solución al problema de Venezuela, y sabiendo, también, que también recibiría críticas por parte de los que dicen que no hemos querido participar, una vez más, en el proceso electoral. No, no hemos podido participar. No, señora Pereira, no hemos podido participar. Porque, para participar —insisto—, hay un proceso reglado, que pasa por una misión de exploración electoral, que vuelve con un informe y dice si se dan o no se dan las condiciones, y, si se dan —y me correspondería a mí haberlo juzgado—, se pone en marcha un proceso que los que trabajan en el terreno de las observaciones electorales saben que es largo y complejo, que no se puede hacer con menos de cuatro o cinco meses. Y eso fue lo que por carta le dije al Gobierno de Venezuela antes de mandar esa misión: que sepan ustedes que primero tenemos que ver si se dan unas condiciones, que hoy no se dan, y que después necesitaríamos cinco meses para poder participar.
La respuesta ha sido la que es, y desgraciadamente me temo que eso va a seguir empujando a Venezuela hacia una situación más difícil todavía, a una situación de desinstitucionalización. La Asamblea Nacional es hoy una asamblea democráticamente elegida. Es la única institución que lo es. Dicen ustedes elecciones presidenciales. Sí, bueno, pero es que ahora estamos hablando de las legislativas, que son a fecha fija, porque esa Asamblea llega al final de su mandato y hay que elegir otra nueva. ¿A ustedes les parece mal que intentemos discutir de qué forma se pueden celebrar estas elecciones? ¿En qué nos hemos comprometido? ¿En qué hemos cedido? ¿En qué hemos blanqueado? ¿En qué hemos legitimado? Absolutamente en nada.
Señor López, comprendo que, si estuviera en su piel y tuviera un hijo acogido en la Embajada de España, tendría una carga emocional que seguramente me haría decir lo mismo que usted ha dicho, pero, por favor, no diga que es una misión secreta. Las misiones secretas no se comunican por carta a todos los Estados miembros. No diga que hemos ido a blanquear el régimen del señor Maduro. Usted sabe cuál es mi opinión sobre ese régimen.
Usted sabe que su hijo fue acogido en la Embajada de España cuando yo era ministro de Asuntos Exteriores y que me siento muy orgulloso de haber conseguido contribuir en algo a eso.
Mi compromiso con la democracia en Venezuela no me lo tienen que validar ustedes; está demostrado con los hechos, y lo que hemos hecho ahora no lo desmiente. Es un esfuerzo arriesgado. Es un esfuerzo criticable. Ustedes lo están criticando mucho más de lo que merece, y del otro lado también, para intentar encontrar una solución y ayudar a la oposición a que se sienta más fuerte y respaldada por la comunidad internacional y por la Unión Europea cuando habla con el Gobierno.
Desgraciadamente, no hemos tenido éxito, si el Gobierno de Venezuela, el régimen del señor Maduro, me hubiera dicho, antes de que mandara la misión, «no vale la pena que venga porque no pienso cambiar la fecha electoral, porque la Constitución me lo prohíbe», como están diciendo ahora, entonces sí, ciertamente, no hubiéramos ido. ¿Para qué? Pero eso no estaba tan claro, eso no estaba tan claro, en todas las discusiones que hemos tenido directamente, a través de la oposición, eso no estaba tan claro. Había una pequeña luz de esperanza. Había una pequeña posibilidad, y me sentí obligado a explorarla, a intentar ver si había algo que se podía hacer para impulsar este diálogo político que, a fin de cuentas, algún día será la única solución para el pueblo de Venezuela. Y, créanme, su contribución en este caso ha sido lamentable.
Puhetta johti HEIDI HAUTALA varapuhemies
Puhemies. – Julistan tämän keskustelun päättyneeksi enkä myönnä enää jatkopuheenvuoroja. Edustajat, te varmasti kuulette mitä minä sanon. Siirrymme nyt seuraavaan asiaan.
Jordi Cañas (Renew). – (inicio de la intervención fuera de micrófono) ... respeto a los miembros de esta Cámara. No se les puede acusar de intentar hacer su labor de control al vicepresidente y alto representante y no se les puede llamar lamentables. Es una cuestión de respeto básico. Es una cuestión de respeto por esta institución y su labor de control político. Al alto representante y vicepresidente: tiene usted la obligación de venir a dar explicaciones. No es algo discrecional.
Puhemies. – Arvoisa edustaja, pyydän Teitä nyt rauhoittumaan ja lopettamaan puheenvuoronne. Me olemme sulkeneet jo Teidän mikrofoninne. Nyt siirrytään seuraavaan asiaan.