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Kolmapäev, 28. aprill 2021 - Brüssel Uuendatud versioon

12. Colombia rahulepingu viies aastapäev (arutelu)
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  Die Präsidentin. – Als nächster Punkt der Tagesordnung folgt die Aussprache über die Erklärung des Vizepräsidenten der Kommission und Hohen Vertreters der Union für Außen- und Sicherheitspolitik zum Thema „Fünfter Jahrestag des Friedensabkommens in Kolumbien“ (2021/2643(RSP)).

 
  
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  Ylva Johansson, Member of the Commission, on behalf of the Vice—President of the Commission / High Representative of the Union for Foreign Affairs and Security Policy. – Madam President, I’m pleased to join today’s important debate on behalf of the Vice-President / High Representative (VP/HR), Mr Borrell. Colombia will soon celebrate the fifth anniversary of its final peace agreement. Although we are not yet there, our debate is an opportunity to underline once again the EU’s support to Colombia in this process.

The end of more than 50 years of conflict, with 9 million victims, is a much—needed piece of good news for the entire world. The Colombian peace agreement is cited internationally as a model because of its determination to address the root causes of the conflict and its central focus on the rights and dignity of the victims.

All parts of the agreement need to be implemented as they are interrelated and thus necessary to achieve the goals. The Commission commends the commitment demonstrated by both the government and FARC, who have now disarmed and transitioned to politics with the names of communes. However, important challenges and setbacks persist in this process.

The Commission’s main concern today is the persistence of violence perpetrated by illegal armed groups and criminal organisations, including the National Liberation Army (ELN) and FARC dissidents, who keep fighting over illicit economies.

Recent months have seen massacres of civilians, a deterioration in the humanitarian situation of local communities in some regions, violence against ex-combatants committed to peace, against social leaders, human rights and environmental defenders, with a particular incidence on women, indigenous and Afro-descendant people. This illustrates the fragility of peace. Violence must end.

The EU has conveyed this concern to the Government of Colombia through various different channels. Among others, the VP/HR spokesperson issued a statement welcoming the recommendations included in the report of the UN High Commissioner for Human Rights, Michelle Bachelet.

The situation is very complex. We know the pandemic is not helping. We can only praise all efforts and progress achieved in Colombia, for example in areas such as rural development and the reintegration of former combatants. Still, Columbia needs faster and additional practical solutions. First, the presence of the State in conflict-affected areas has to be strengthened – both the military and, in particular, civilian presence. Socio—economic development of the territories is crucial for sustainable peace. In this exercise, working closely with civil society remains essential. Fighting impunity is also key. The transnational justice system is now up and running, but needs to advance.

The EU is proud to support the work of these three main institutions: the Special Jurisdiction for Peace, the Truth Commission and the Search Unit for the Disappeared. Of course, stronger efforts are needed by all actors to resume a genuine dialogue for comprehensive peace.

Here I also call on the ELN to stop its campaign of violence, to release all kidnap victims and stop the recruitment of minors. The EU will continue to support all possibilities for dialogue.

In Europe, we know all too well that peace is a continuous process of rebuilding, renewal, restoration and reconciliation. This is why our support has been unwavering and united since the beginning. Overall, the EU has invested over EUR 648 million in the peace process in Colombia. This includes the EU Trust Fund, which today stands at EUR 130 million, with contributions from 21 Member States, the United Kingdom and Chile, as well as loans pledged by the European Investment Bank, short-term actions and ongoing programmes.

There are 30 projects running on EU contributions to support victims, the development of rural communities and the reintegration of ex-combatants. The continued work of the EU Special Envoy for Peace in Colombia, Eamon Gilmore, appointed in 2015, is an important sign of our long-standing commitment. His contribution has been outstanding, and the VP/HR has asked the Special Envoy to continue in his role.

The EU is not alone in its support for Colombia. The international community has been united in supporting the peace process, including the UN Security Council. This commitment is vital for the future of Columbia. From Europe, we will continue working with Colombia in this and all other areas of our relationship, ranging from political dialogue and cooperation in security and defence to trade and sustainable development, biodiversity and climate change.

The current challenges are very serious, and we will continue supporting Colombia in its efforts by using all the available tools in the most effective way. Thank you very much for your attention and I look forward to this exchange of views.

 
  
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  Leopoldo López Gil, en nombre del Grupo PPE. – Señora presidenta, pronto se cumplirán cinco años de la firma del Acuerdo de Paz, que marcó el fin de una época de terror que asedió al país durante más de cincuenta años y amenazó a la institucionalidad democrática de ese país.

El camino no fue fácil. La defensa de los derechos de las víctimas, el problema de las narcodrogas, la restitución de tierras, los programas de desarrollo rural o la reincorporación de los excombatientes son ámbitos en los que se han producido grandes progresos, y se ha resaltado el compromiso con el cumplimiento del Acuerdo.

Es cierto que la violencia y los asesinatos de defensores de derechos humanos, de líderes sociales y excombatientes son unas lacras que continúan amenazando la paz que el Gobierno colombiano y su gente forjan día a día y, por ello, no se puede consentir que delincuentes pertenecientes a grupos armados ligados al narcotráfico y a la minería ilegal encuentren apoyo y protección en la dictadura de Nicolás Maduro. Esta dictadura, que apoya a criminales y mata de hambre a sus propios ciudadanos, ha provocado el éxodo masivo más grande de América Latina, ante el cual el Gobierno del presidente Duque ha sabido responder, dando protección a casi dos millones de venezolanos.

La Unión Europea tiene el deber de apoyar a este socio estratégico en un cometido humanitario, para que siga constituyendo el mayor baluarte en defensa de la democracia y el Estado de Derecho en la región.

 
  
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  Javi López, en nombre del Grupo S&D. – Señora presidenta, nuestro papel hoy aquí, como Parlamento Europeo, es enviar el mensaje de que el Parlamento renueva su compromiso, cinco años más tarde, con los Acuerdos de Paz en Colombia; unos Acuerdos de Paz que ya recibimos, como Parlamento en su momento, al igual que el conjunto de la comunidad internacional, con satisfacción y una gran esperanza.

Queremos hoy con este debate y mañana con una resolución reconocer los progresos y los avances hechos en la implementación durante este tiempo, pero, al mismo tiempo, exhortar a continuar trabajando y pedir a todas las partes un cumplimiento íntegro de estos Acuerdos.

La Resolución hace referencia a algunos elementos clave, sobre los que, sin duda, es necesario continuar trabajando: la justicia transicional, que debe trabajar con sus mecanismos de forma independiente y autónoma; la Reforma Rural, clave en los Acuerdos de Paz, que está intrínsecamente vinculada al combate de la pobreza y la desigualdad y que es necesaria para acompañar esta paz; el desarrollo de la estatalidad en el conjunto del territorio colombiano, necesaria para garantizar la seguridad.

Al mismo tiempo, hoy no queremos olvidarnos —y los condenamos de forma enérgica— de los asesinatos, durante estos últimos años, de líderes sociales y medioambientales y excombatientes, situación que se ha agravado especialmente durante este último tiempo. Con datos de las Naciones Unidas: en 2020, 133 líderes sociales y 73 excombatientes. No hay democracia completa sin una garantía por parte de los poderes públicos de la seguridad de aquellos que participan en ella.

Europa quiere continuar caminando de la mano del pueblo colombiano en la aplicación de estos Acuerdos de Paz y quiere continuar caminando con Colombia, como socio en la región, para trabajar por estos Acuerdos de Paz y en otros muchos temas: lucha contra el cambio climático, multilateralismo, digitalización... Estamos preparados, no desaprovechemos esta oportunidad.

 
  
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  Izaskun Bilbao Barandica, en nombre del Grupo Renew. – Señora presidenta, los periodistas David Beriain y Roberto Fraile han sido asesinados en Burkina Faso, junto al ambientalista Rory Young, por perseguir la verdad. Intentan matar nuestra conciencia más crítica. Expreso aquí mi solidaridad con sus familiares y amigos y con el periodismo de verdad.

Este dramático prólogo da más sentido a la Resolución que presento: apoyar política y económicamente el proceso de paz en Colombia es la mejor forma de celebrar su quinto aniversario, porque la ciudadanía que avanza hacia la paz es mucho mejor que la Colombia en guerra. Agradezco la actitud y aportaciones de todos los que han negociado esta Resolución, que pone en valor lo que nos une: la paz. Hemos dialogado, empatizado y acordado. El encuentro, el pasado 10 de marzo, entre Iván Duque y Rodrigo Londoño bajo los auspicios de las Naciones Unidas es un valioso paso en esa dirección.

El proceso tiene sombras: los ataques que siguen afectando a los defensores de derechos humanos, excombatientes o líderes sociales. Urge investigar los crímenes, castigar a sus responsables y desmantelar las organizaciones criminales, especialmente las vinculadas al narcotráfico, que requieren una respuesta local, pero también global.

Pero Colombia, sobre todo, tiene luces. Es un ejemplo en materia de verdad, justicia y reparación para las víctimas. Progresan la reforma agraria, la sustitución de cultivos ilegales, la restitución de tierras y la reinserción de excombatientes. Hay que fortalecerla con un desarrollo económico inclusivo, en el que tienen un papel fundamental el Estado colombiano, las comunidades locales, el sector privado, la sociedad civil y, por supuesto, los socios, como la Unión Europea, que apoyamos con hechos esta apuesta por la paz y por la convivencia.

La acogida en el país de 1 800 000 venezolanos exiliados en plena pandemia mundial demuestra el arraigo en el país de la generosidad, la solidaridad y la empatía, valores que necesita la paz para llegar a buen puerto. Por eso, este Acuerdo es mucho más que una esperanza: es el método que pondrá fin a los efectos de cincuenta años de guerra y violencia.

 
  
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  Rosanna Conte, a nome del gruppo ID. – Signora Presidente, onorevoli colleghi, cinquant'anni di guerra, più di duecentomila vittime, cinque anni di pace che hanno salvato molte vite. Questo quinto anniversario dell'accordo di pace rappresenta un segnale importante per la Colombia e per il mondo.

Il ruolo dell'Unione e dei suoi Stati membri nel processo di pace è stato cruciale, anche grazie ai cosiddetti laboratori di pace che hanno contribuito a ricostruire lo sviluppo economico e sociale della Colombia, un Paese che è stato logorato da anni di violenze, conflitti e forti disuguaglianze, ma che in questi anni ha saputo rialzarsi grazie alla forza della sua gente. Quella stessa gente che negli anni di guerriglia scappava nei vicini Ecuador e Venezuela e che oggi si trova, invece, ad accogliere in Colombia i venezuelani che fuggono dal regime di Maduro.

Duemila chilometri di confine tra Colombia e Venezuela, che nell'ultimo mese sono stati teatro di nuovi scontri e milioni di sfollati in continua ricerca di protezione. I dissidenti delle FARC, contrari all'accordo di pace, hanno trovato la complicità di Maduro riaprendo così le violenze e le ferite di un passato non troppo lontano.

Commissario, l'Unione non può permettere che un dittatore aggravi una crisi umanitaria e riaccenda una guerra. Bisogna fermare questa minaccia: ne va della vita dei cittadini colombiani e venezuelani ma anche della pace che deve essere preservata.

 
  
  

VORSITZ: OTHMAR KARAS
Vizepräsident

 
  
 

(Die Aussprache wird unterbrochen)

 
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