Riesgo de pena de muerte y ejecución del cantante Yahaya Sharif Aminu por blasfemia en Nigeria
Miguel Urbán Crespo, autor. – Señora presidenta, Nigeria tiene una constitución laica que, teóricamente, protege la libertad de religión, pero también tiene una ley contra la blasfemia impuesta en la época colonial y que no ha sido abolida.
Además, en doce Estados del norte del país se aplica la sharía, lo que significa que manifestar tus creencias religiosas te puede costar la vida. Este es el caso del músico Sharif Aminu, acusado de componer y difundir una canción supuestamente blasfema. Por ello se enfrenta a la pena de muerte y su familia está siendo perseguida y acosada.
En más de setenta países del mundo se aplican leyes penales o se intentan introducir nuevas normativas para castigar la blasfemia, la apostasía, la difamación religiosa y la conversión. Y la verdad, señorías, es que no hay que irse muy lejos para encontrar estos países: España, Italia o Alemania son algunos ejemplos de Estados miembros de la Unión Europea que mantienen leyes penales contra la blasfemia o el insulto religioso. En mi país, ciudadanos como Willy Toledo se han enfrentado a procesos judiciales por cagarse en Dios y en la Virgen. Inquisición en pleno siglo XXI.
Exijo la libertad inmediata de Sharif Aminu y de todas aquellas personas acusadas de delitos relacionados con la religión y la blasfemia. Pero también pido, una vez más, que dejemos a un lado la hipocresía y prediquemos con el ejemplo aboliendo este tipo de normativas en Europa, porque la religión nunca podrá estar por encima de nuestros derechos, incluso al cagarnos en Dios.