Miguel Urbán Crespo, autor. – Señora presidenta, las autoridades tanzanas llevan años intentando desalojar a las comunidades masáis de sus tierras ancestrales. Lo justifican, supuestamente, por la defensa de la conservación del área próxima al Serengeti, ignorando que estas comunidades llevan cientos de años conviviendo en total armonía con la naturaleza.
Lo que realmente hay detrás de estos desplazamientos es la construcción de una reserva de caza de lujo para impulsar el turismo de élite, ese en el que las grandes fortunas y monarquías europeas van a cazar elefantes. Este es su modelo real de conservación de la naturaleza.
El derecho a una consulta libre, previa, informada, no puede ser vulnerado. Los intereses de las grandes fortunas no pueden sustituir nunca los derechos del pueblo masái. No hay desarrollo económico, social y sostenible sin respetar el derecho de los pueblos al disfrute de sus tierras y recursos naturales.
No quería terminar esta intervención sin recordar, justamente, a la compañera Michèle Rivasi, que tanto luchó, entre otras cosas, precisamente por los derechos del pueblo masái.