En junio de 2013, el Ministerio de Sanidad británico introdujo un sistema voluntario de etiquetado de alimentos, denominado etiquetado de semáforo, que clasifica los productos en tres categorías distintas (verde, amarilla y roja) según la cantidad de sal, azúcar, grasa y grasa saturada que contengan.
Un estudio reciente analizó los datos de ventas de una muestra de tres productos que participan en este sistema (el jamón de Parma, el queso parmigiano reggiano y el queso brie francés), registrados entre 2013 y 2015 por el distribuidor más importante del Reino Unido. A pesar de que los productos sin etiquetado de semáforo registraron un incremento general en su volumen de ventas, se observaron pérdidas importantes en las ventas y en la cuota de mercado de los mismos productos en presencia de luz amarilla y, en especial, de luz roja.
Estos resultados confirman la influencia que puede tener el sistema en los consumidores, impidiendo que compren los productos sin brindar información correcta y transparente en la etiqueta.
Ante esta situación, ¿considera la Comisión que es necesario explorar más a fondo los resultados del estudio antes mencionado a través de la evaluación económica y comercial global del impacto que tiene el uso del etiquetado de semáforo por parte de los distribuidores británicos?