PROPUESTA DE RESOLUCIÓN COMÚN
6.9.2006
- –Geoffrey Van Orden, Charles Tannock y Bernd Posselt, en nombre del Grupo del PPE-DE
- –Pasqualina Napoletano y Glenys Kinnock, en nombre del Grupo del PSE
- –Johan Van Hecke, Marios Matsakis y Jan Mulder, en nombre del Grupo ALDE
- –Raül Romeva i Rueda y Margrete Auken, en nombre del Grupo Verts/ALE
- –Ģirts Valdis Kristovskis y Eoin Ryan, en nombre del Grupo UEN
- –PPE-DE (B6‑0495/2006)
- –PSE (B6‑0497/2006)
- –Verts/ALE (B6‑0499/2006)
- –UEN (B6‑0500/2006)
- –ALDE (B6‑0502/2006)
Resolución del Parlamento Europeo sobre la situación en Zimbabue
El Parlamento Europeo,
– Vistas sus anteriores resoluciones de 15 de diciembre de 2003, 16 de diciembre de 2004 y 7 de julio de 2005,
– Vista la Posición Común del Consejo 2006/51/CFSP, de 30 de enero de 2006, por la que se prorroga la Posición Común 2004/161/CFSP, así como la aplicación de medidas restrictivas contra Zimbabue hasta el 20 de febrero de 2007,
– Visto el Reglamento (CE) n° 898/2005 de la Comisión, de 15 de junio de 2005, por el que se modifica el Reglamento (CE) n° 314/2004 del Consejo, relativo a la adopción de determinadas medidas restrictivas respecto de Zimbabue,
– Visto el Informe titulado «Zimbabwe: An Opposition Strategy», publicado por el International Crisis Group (ICG) el 24 de agosto de 2006,
– Visto el apartado 5 del artículo 115 de su Reglamento,
A. Considerando que sigue deteriorándose la horrible situación humanitaria, política y económica en Zimbabue, con la llamada «Operación Limpieza» («Murambatsvina»), que ha desposeído a 700 000 personas y ha dejado a cuatro millones de ciudadanos de Zimbabue al borde de la inanición, sobreviviendo gracias a la ayuda alimentaria, al tiempo que continúa la represión política,
B Considerando que el gobierno de Zimbabue ha presentado una propuesta legislativa sobre la interceptación de las comunicaciones que prevé que los militares, los servicios de información, la policía y el Gabinete del Presidente puedan controlar la correspondencia electrónica, el acceso a Internet y las conversaciones telefónicas,
C. Considerando que las elecciones al Senado de 26 de noviembre 2005 constituyeron un acto de cinismo y clientelismo político dirigido a consolidar el control autoritario sobre Zimbabue por parte del ZANU-PF,
D. Considerando que, lamentablemente, la principal oposición política en Zimbabue, el Movimiento por el Cambio Democrático (MCD), se escindió en dos facciones en octubre de 2005,
E. Considerando que el desarrollo de África constituye una prioridad para las democracias occidentales, y reconociendo al mismo tiempo que sólo con la ayuda no pueden realizarse grandes avances y que se espera de los gobiernos africanos que aporten su contribución mediante un compromiso en favor de la democracia, el Estado de derecho y el respeto de los derechos humanos,
F. Considerando que Zimbabue tiene una tasa de desempleo de más del 70 % y la mayor tasa de inflación del mundo,
G. Considerando con preocupación los informes de las organizaciones de defensa de los derechos humanos según los cuales los emigrantes de Zimbabue corren el riesgo de ser objeto de actos de violencia y malos tratos en Sudáfrica,
H. Considerando que la Unión Africana (UA), la Comunidad de Desarrollo del África Austral (SADC) y, en particular, Sudáfrica han sido incapaces de adoptar una actitud suficientemente resuelta frente al execrable régimen de Mugabe,
1. Condena la dictadura de Mugabe por su despiadada opresión del pueblo de Zimbabue y expresa su profunda decepción por el hecho de que importantes agentes regionales como la UA, la SADC y Sudáfrica hayan eludido adoptar una actitud más decidida contra los excesos del régimen y no hayan insistido en que el gobierno de Mugabe se retracte de su actual línea política y restablezca la democracia y el Estado de derecho;
2. Insta al régimen de Mugabe a que cumpla su compromiso de ofrecer viviendas suficientes a todos los ciudadanos desplazados de sus hogares durante la atroz campaña denominada «Operación Limpieza» («Murambatsvina»);
3. Lamenta que los progresos de Zimbabue en la lucha contra el VIH-SIDA se vean socavados por las prácticas abusivas del gobierno, como el programa de expulsiones, que ha perturbado el acceso a los servicios de salud, y unas políticas sociales insuficientes, que han tenido como consecuencia el aumento de la vulnerabilidad de los pacientes del sida;
4. Observa con gran preocupación que Zimbabue sufre actualmente una de las mayores epidemias de VIH-SIDA en el mundo, con más de 3 200 víctimas semanales como consecuencia de esta enfermedad; insta al gobierno de Zimbabue a que tome medidas urgentes para mejorar el acceso al tratamiento antirretroviral, que actualmente reciben sólo el 8 % de las personas infectadas;
5. Se niega a reconocer la legitimidad del «Senado» de Zimbabue recientemente elegido, dado que sólo participó en el desacreditado proceso electoral el 15 % de los ciudadanos de Zimbabue y que el resultado del escrutinio se manipuló de antemano para favorecer al ZANU-PF;
6. Pide la retirada de la Ley de Interceptación de las Comunicaciones, de la Ley contra el Terrorismo y de la Ley sobre Organizaciones No Gubernamentales, puesto que todas ellas van a utilizarse como pretexto para una represión aún más dura contra cualquier posible opositor al régimen de Mugabe;
7. Expresa su profunda consternación por los intentos encubiertos del régimen de Mugabe de hacerse con el control de Cruz Roja de Zimbabue (ZRCS), forzando la contratación de personas pertenecientes o afectas al régimen; constata que los mayores donantes de la ZRCS son Dinamarca, el Reino Unido y otros Estados miembros de la Unión Europea; teme que esta política del régimen sea el presagio del uso de la ayuda alimentaria de la ZRCS como arma política, privándose con ello a muchos zimbabuenses necesitados de una ayuda vital;
8. Insiste en que el régimen de Mugabe no debe en modo alguno obtener beneficios económicos o propagandísticos de la celebración del campeonato mundial de fútbol en Sudáfrica; pide a este país, así como a la FIFA, que excluyan a Zimbabue de la fase eliminatoria del Mundial y que le impidan organizar partidos internacionales amistosos o acoger a selecciones nacionales participantes en el campeonato;
9. Pide a Robert Mugabe que cumpla, cuanto antes mejor, con su promesa de abandonar el poder, lo que sería el mayor paso hacia la recuperación de la sociedad, política y economía zimbabuenses y el inicio de una negociación positiva de transición entre el ZANU-PF y el MDC y otros movimientos de oposición;
10. Se congratula de la reunión que tuvo lugar entre las dos facciones del MDC el pasado 26 de agosto en Sudáfrica y pide a toda la oposición al calamitoso régimen de Mugabe que se unan y se aseguren de que su acción proporcione al pueblo de Zimbabue una oposición sólidamente democrática, representativa y unida, preparada en todos los sentidos para asumir responsabilidades de gobierno y protagonizar el cambio político y económico para mejor en Zimbabue;
11. Aplaude al Congreso Zimbabuense de Sindicatos por sus inminentes manifestaciones contra las atroces condiciones de vida impuestas al pueblo de Zimbabue por el régimen de Mugabe e insiste en que estas protestas deberían ser permitidas y tener lugar sin acoso policial;
12. Reconoce que las sanciones selectivas de la UE contra Zimbabue y contra determinadas personas del país no han tenido el efecto esperado en los responsables directos del empobrecimiento de Zimbabue y de las penalidades que padecen sus ciudadanos; pide al Consejo que se asegure de que todos los Estados miembros apliquen rigurosamente las medidas restrictivas vigentes, incluido el embargo de armamento y la prohibición de viajar, siendo preferible pecar por exceso en la exclusión que por permisividad;
13. Pide asimismo al Consejo que amplíe el alcance de las sanciones y que amplíe la lista de personas ―actualmente son 120― de manera que incluya muchos más ministros, diputados y gobernadores, así como afiliados, trabajadores y simpatizantes del ZANU-PF ―y sus familiares―, y también los hombres de negocios y demás personas relevantes asociadas a dicho partido;
14. Pide a China y a otros países que continúan todavía suministrando armamento y otros apoyos al régimen de Mugabe que se abstengan de hacerlo y se sumen a la comunidad internacional en sus esfuerzos por lograr un cambio a mejor en Zimbabue;
15. Lamenta que al mismo tiempo que las Naciones Unidas están solicitando ayuda humanitaria para Zimbabue por valor de 257 millones de dólares estadounidenses, el régimen de Mugabe haya ultimado la contratación, por valor de 240 millones, de doce aeronaves militares K-8 chinas; constata asimismo que el ejército de Zimbabue ha anunciado la compra de 127 vehículos para altos mandos y la próxima adquisición de otros 194;
16. Insta al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a que informe urgentemente sobre la situación política y de los derechos humanos en Zimbabue;
17. Pide una vez más a la SADC que cierre su centro regional de formación en defensa de la paz de Harare y lo traslade al territorio de otro de sus Estados miembros;
18. Insiste en que todas las ayudas destinadas a Zimbabue deben ser entregadas a través de auténticas ONG y llegar a las personas a las que están destinadas, con la mínima intervención posible del régimen de Mugabe; expresa su inquietud por los siete proyectos financiados por la UE en Zimbabue en 2005, con un coste total de 70 millones de euros, y por otros nuevos proyectos en 2006, incluida una instalación de suministro de agua, por valor de 3,7 millones de euros; pide a la Comisión que dé garantías de que ninguna de estas ayudas ha beneficiado al régimen de Mugabe;
19. Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Consejo, a la Comisión, a los Gobiernos de los Estados miembros, a los Gobiernos de los países del G8, al Gobierno y al Parlamento de Zimbabue, al Gobierno y al Parlamento de Sudáfrica, al Secretario General de la Commonwealth, al Secretario General de las Naciones Unidas, a los Presidentes de la Comisión y del Consejo Ejecutivo de la Unión Africana, al Secretario General de la Comunidad de Desarrollo del África Austral y al Presidente de la FIFA.