PROPUESTA DE RESOLUCIÓN COMÚN sobre los recientes actos de violencia en Irak
9.10.2013 - (2013/2874(RSP))
para sustituir a las propuestas de resolución presentadas por los siguientes grupos:
Verts/ALE (B7‑0446/2013)
ECR (B7‑0447/2013)
S&D (B7‑0458/2013)
PPE (B7‑0459/2013)
ALDE (B7‑0462/2013)
José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, Cristian Dan Preda, Alejo Vidal‑Quadras, Bernd Posselt, Mariya Gabriel, Tunne Kelam, Eduard Kukan, Roberta Angelilli, Laima Liucija Andrikienė, Andrzej Grzyb, Petri Sarvamaa, Monica Luisa Macovei, Eija-Riitta Korhola, Philippe Boulland, Jean Roatta, Sergio Paolo Francesco Silvestris, Giovanni La Via, Sari Essayah, Krzysztof Lisek, Tokia Saïfi, Martin Kastler, Bogusław Sonik en nombre del Grupo PPE
Véronique De Keyser, Ana Gomes, Silvia Costa, Maria Eleni Koppa, Pino Arlacchi, Corina Creţu, Joanna Senyszyn, Liisa Jaakonsaari, Lidia Joanna Geringer de Oedenberg, Mitro Repo, Marc Tarabella, Antigoni Papadopoulou, María Muñiz De Urquiza en nombre del Grupo S&D
Jelko Kacin, Louis Michel, Alexander Graf Lambsdorff, Marietje Schaake en nombre del Grupo ALDE
Tarja Cronberg, Barbara Lochbihler, Nicole Kiil-Nielsen, Raül Romeva i Rueda en nombre del Grupo Verts/ALE
Charles Tannock, Struan Stevenson, Ryszard Antoni Legutko, Tomasz Piotr Poręba, Ryszard Czarnecki, en nombre del Grupo ECR
Jaroslav Paška
Resolución del Parlamento Europeo sobre los recientes actos de violencia en Irak
El Parlamento Europeo,
– Vistas sus anteriores resoluciones sobre Irak y, en particular, la de 14 de marzo de 2013 sobre Irak: la difícil situación de los grupos minoritarios, en particular de los turcomanos iraquíes[1],
– Vistos el Acuerdo de Asociación y Cooperación entre la Unión Europea y sus Estados miembros, por una parte, y la República de Irak, por otra parte, y su Resolución, de 17 de enero de 2013, sobre el Acuerdo de Asociación y Cooperación entre la UE e Irak[2],
– Visto el documento estratégico conjunto para Irak (2011-2013) de la Comisión Europea,
– Visto el Informe sobre los derechos humanos en Irak: enero a junio de 2012, presentado conjuntamente por la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Irak (UNAMI) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos el 19 de diciembre de 2012,
– Visto el Informe nº 144 del Grupo Internacional de Crisis sobre Oriente Próximo, de 14 de agosto de 2013, titulado «Make or Break: Iraq’s Sunnis and the State»,
– Vistos los datos de las Naciones Unidas sobre el número de víctimas registradas en septiembre, publicadas el 1 de octubre de 2013,
– Vista la declaración del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, de 29 de julio de 2013, en la que insta a los dirigentes a que alejen a Irak del abismo,
– Vista la declaración del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, de 1 de septiembre de 2013, sobre los trágicos acontecimientos ocurridos en el campo de Ashraf, que costaron la vida a 52 personas,
– Vista la Declaración de 1981 de las Naciones Unidas sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones,
– Visto el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966, ratificado por Irak,
– Vista la declaración, de 5 de septiembre de 2013, de la Vicepresidenta de la Comisión / Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Catherine Ashton, sobre los recientes actos de violencia en Irak,
– Vistos el artículo 122, apartado 5, y el artículo 110, apartado 4, de su Reglamento,
A. Considerando que Irak sigue enfrentándose a difíciles retos políticos, de seguridad y socioeconómicos, y que su escenario político está extremadamente fragmentado y azotado por la violencia y la política sectaria, lo que menoscaba seriamente las legítimas aspiraciones del pueblo iraquí a la paz, la prosperidad y una verdadera transición a la democracia;
B. Considerando que, según los datos sobre el número de víctimas publicados por la UNAMI, en los diversos atentados terroristas perpetrados en septiembre de 2013 murieron 979 ciudadanos iraquíes y resultaron heridos otros 2 133; que Bagdad fue la gobernación más afectada en septiembre de 2013, con 1 429 víctimas civiles (418 muertos y 1 011 heridos), seguida de Ninawa, Diala, Saladino y Ambar; que también se registraron víctimas en Kirkuk, Erbil, Babilonia, Wasit, Di Car y Basora;
C. Considerando que el impacto de la violencia sobre la población civil se sigue situando en niveles preocupantes y no cesa de aumentar, con cerca de 5 000 civiles muertos y de 10 000 heridos desde principios de 2013, las cifras más altas de los cinco últimos años;
D. Considerando que los graves problemas sociales y económicos, como la pobreza generalizada, la elevada tasa de desempleo, el estancamiento económico, la degradación del medio ambiente y la inexistencia de servicios públicos básicos, siguen afectando a una gran parte de la población; que las numerosas manifestaciones pacíficas en las que se piden más derechos sociales, económicos y políticos se siguen saldando con la represión sistemática que ejercen impunemente las fuerzas de seguridad;
E. Considerando que la Constitución iraquí garantiza la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, así como los derechos administrativos, políticos, culturales y educativos de las distintas nacionalidades;
F. Considerando que el Acuerdo de Asociación y Cooperación UE-Irak y, en particular, su cláusula de derechos humanos hacen hincapié en que el diálogo político UE-Irak debe centrarse en los derechos humanos y en el refuerzo de las instituciones democráticas;
1. Condena firmemente los recientes atentados terroristas y la creciente violencia sectaria, que pueden hacer que el país recaiga en los conflictos sectarios y suscitan temor ante una posible generalización de los conflictos sectarios en la región; señala que, si bien la violencia se manifiesta de forma sectaria, sus causas son más políticas que religiosas;
2. Transmite sus condolencias a los familiares y amigos de los fallecidos y los heridos;
3. Condena los recientes atentados de 3 de septiembre de 2013, en el que murieron al menos 60 personas en distritos de Bagdad de mayoría chií; de 15 de septiembre de 2013, en el que murieron más de 40 personas en explosiones registradas en todo el país, la mayoría de ellas dirigidas contra zonas chiíes; de 21 de septiembre de 2013, en el que murieron al menos 60 personas en un funeral en Sadr City, Bagdad; de 30 de septiembre de 2013, en el que murieron al menos 54 personas en explosiones de coches bomba en zonas de mayoría chií de Bagdad; de 5 de octubre de 2013, en el que murieron al menos 51 personas y más de 70 resultaron heridas en un atentado perpetrado en Bagdad por un terrorista suicida contra los peregrinos chiíes en el distrito de Adhamiya, mientras que al menos 12 personas murieron y al menos otras 25 personas resultaron heridas cuando otro terrorista suicida atentó contra un café en Balad, al norte de Bagdad, ese mismo día; de 6 de octubre de 2013, en el que murieron al menos 12 niños de edades comprendidas entre los 6 y los 12 años y resultaron heridos muchos otros, en un atentado suicida en las proximidades de una escuela primaria en el pueblo turcomano chií de Qabak; de 7 de octubre de 2013, en el que murieron al menos 22 personas en una nueva ola de explosiones en Bagdad; y de 8 de octubre de 2013, en el que murieron al menos 9 personas en un atentado con coche bomba en Bagdad y en atentados contra las fuerzas de seguridad en el norte del país;
4. Condena enérgicamente el ataque perpetrado el 1 de septiembre de 2013 por las fuerzas iraquíes contra el campo de Ashraf, en el que murieron 52 refugiados iraníes y fueron secuestrados siete residentes, entre ellos seis mujeres que, según la Vicepresidenta / Alta Representante, Catherine Ashton, están retenidas presumiblemente en Bagdad, y solicita su puesta en libertad inmediata e incondicional; expresa su apoyo a la labor de la UNAMI, que está intentando reubicar a aproximadamente 3 000 residentes fuera de Irak;
5. Manifiesta su honda preocupación ante esta nueva oleada de inestabilidad, y pide a todos los dirigentes políticos iraquíes, independientemente de su etnia y religión, que cooperen con el fin de poner fin a la violencia sectaria y a la desconfianza y de reunir al pueblo iraquí;
6. Pide tanto al Gobierno de Irak como a los Gobiernos regionales que condenen los atentados y lleven a cabo una investigación completa, rápida e independiente de los atentados terroristas perpetrados recientemente en la región, e insta al Gobierno de Irak a que coopere plenamente con esa investigación con el fin de llevar a sus responsables ante la justicia;
7. Manifiesta su preocupación ante la propagación de la violencia del conflicto de Siria a Irak, donde han ganado relevancia los rebeldes yihadistas vinculados al Estado Islámico de Irak, un grupo militante suní que comprende, junto con otras organizaciones, a Al Qaeda;
8. Insta, con carácter de urgencia, a los dirigentes políticos, religiosos y civiles y a las fuerzas de seguridad a que comiencen a cooperar para poner fin al baño de sangre y garantizar que todos los ciudadanos iraquíes se sientan protegidos por igual;
9. Pide al Gobierno iraquí y a todos los dirigentes políticos que adopten las medidas necesarias para ofrecer seguridad y protección a todas las personas en Irak, y en particular a los miembros de minorías vulnerables; pide al Gobierno iraquí que vele por que las fuerzas de seguridad respeten el Estado de Derecho y las normas internacionales;
10. Pide a la comunidad internacional y a la UE que apoyen al Gobierno iraquí promoviendo iniciativas de diálogo nacional, consolidación del Estado de Derecho y prestación de servicios básicos, con objeto de crear un Irak seguro, estable, unificado, próspero y democrático, en el que se protejan los derechos humanos y políticos de todas las personas;
11. Pide a las autoridades iraquíes que, habida cuenta de que la situación de la seguridad ha agravado los problemas para los grupos más vulnerables, como las mujeres, los jóvenes y los defensores de los derechos fundamentales, incluidos los sindicalistas, adopten medidas urgentes para destinar más recursos a los programas concebidos para mejorar la situación;
12. Aboga por el diálogo religioso entre los clérigos suníes y chiíes como instrumento necesario para la resolución del conflicto; considera que las recientes conversaciones entre los Estados Unidos e Irán también ofrecen a Irak la oportunidad de actuar como puente, dado que es uno de los pocos países que tiene fuertes vínculos con ambas partes; pide a los dirigentes iraníes que participen constructivamente en la estabilización de la región;
13. Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución a la Vicepresidenta de la Comisión / Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, al Consejo, a la Comisión, al Representante Especial de la UE para los Derechos Humanos, a los Gobiernos y los Parlamentos de los Estados miembros, al Gobierno y al Consejo de Representantes de Irak, al Gobierno regional del Kurdistán, al Secretario General de las Naciones Unidas y al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.