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Procedimiento : 2024/2988(RSP)
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RC-B10-0074/2025

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Votaciones :

PV 23/01/2025 - 8.4
CRE 23/01/2025 - 8.4

Textos aprobados :

P10_TA(2025)0006

Textos aprobados
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Jueves 23 de enero de 2025 - Estrasburgo
Desinformación y falsificación de la historia por parte de Rusia para justificar su guerra de agresión contra Ucrania
P10_TA(2025)0006RC-B10-0074/2025

Resolución del Parlamento Europeo, de 23 de enero de 2025, sobre la desinformación y la falsificación de la historia por parte de Rusia para justificar su guerra de agresión contra Ucrania (2024/2988(RSP))

El Parlamento Europeo,

–  Vistas sus anteriores Resoluciones sobre la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania,

–  Vistas sus anteriores Resoluciones sobre la memoria histórica,

–  Vista la Carta de las Naciones Unidas,

–  Visto el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI),

–  Vistos los Convenios de Ginebra,

–  Visto el artículo 136, apartados 2 y 4, de su Reglamento interno,

A.  Considerando que, el 24 de febrero de 2022, el régimen ruso declaró el inicio de una «operación militar especial» en Ucrania sobre la base de afirmaciones falsas de que era necesario para proteger a los civiles;

B.  Considerando que, desde el 24 de febrero de 2022, la Federación de Rusia está librando una guerra de agresión no provocada, injustificada e ilegal contra Ucrania como continuación de anteriores agresiones que llevan sucediéndose desde 2014, sigue violando de forma persistente los principios de la Carta de las Naciones Unidas a través de sus acciones agresivas contra la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Ucrania y continúa violando grave y flagrantemente el Derecho internacional humanitario, tal como se establece en los Convenios de Ginebra de 1949, en particular mediante el uso masivo de ataques dirigidos contra la población civil, áreas residenciales e infraestructuras civiles;

C.  Considerando que la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su Resolución de 2 de marzo de 2022, calificó inmediatamente la guerra de Rusia contra Ucrania como un acto de agresión que infringe el artículo 2, apartado 4, de la Carta de las Naciones Unidas y que, en su Resolución de 14 de noviembre de 2022, reconoció la necesidad de exigir responsabilidades a la Federación de Rusia por su guerra de agresión, además de responsabilidad jurídica y financiera por hechos internacionalmente ilícitos, y que Rusia debía pagar reparaciones por los daños y perjuicios causados;

D.  Considerando que la agresión de Rusia contra Ucrania no es un acto aislado, sino una continuación de su política imperialista, que comprende una guerra contra Chechenia y la agresión militar contra Georgia en 2008, la ocupación de Crimea y el inicio de la guerra en Dombás en 2014;

E.  Considerando que el inicio de la guerra de agresión a gran escala de Rusia contra la vecina Ucrania estuvo precedido por varias declaraciones públicas del presidente de la Federación de Rusia que pretendían justificar el uso de la fuerza a través del revisionismo histórico, alegaciones falsas y peticiones ilícitas para que se reconozcan sus intereses exclusivos en Ucrania y otros países vecinos;

F.  Considerando que el régimen ruso ha estado haciendo un uso generalizado de la desinformación (incluida la basada en argumentos históricos distorsionados) y la manipulación de la información y las injerencias extranjeras en un intento de justificar su crimen de agresión para incitar a la población rusa a apoyar su régimen ilegal y su guerra de agresión ilegal contra Ucrania, para interferir en los procesos democráticos de otros países y para reducir el apoyo entre sus poblaciones a la asistencia internacional continuada y al respaldo a Ucrania contra la guerra de agresión de Rusia; que el régimen ruso niega una identidad nacional diferenciada a Ucrania, y afirma falsamente que forma parte del mundo ruso («Russki mir»), una narrativa arraigada en la ideología imperialista; que Rusia está demoliendo monumentos en recuerdo del Holodomor y restaurando en los territorios de Ucrania ocupados estatuas de Lenin que habían sido demolidas;

G.  Considerando que Rusia no solo no ha reconocido el imperdonable papel inicial de la Unión Soviética en las primeras fases de la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, a través del Tratado de No Agresión de 1939 entre la Alemania nazi y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (Unión Soviética) y sus protocolos secretos, comúnmente conocido como el Pacto Mólotov‑Ribbentrop de 1939, en el que ambos regímenes totalitarios conspiraron para dividir Europa en esferas exclusivas de influencia, sino que tampoco ha asumido su responsabilidad por las muchas atrocidades y los crímenes masivos cometidos en territorios ocupados por la Unión Soviética y que, además, el actual régimen ruso ha instrumentalizado su historia y ha creado un culto de la «victoria» en torno a la Segunda Guerra Mundial con el fin de movilizar ideológicamente a los ciudadanos y manipularlos para que apoyen una guerra de agresión ilegal;

H.  Considerando que Rusia ha desarrollado una creciente campaña de desinformación basada en el revisionismo histórico con el fin de negar a Ucrania su identidad nacional, su condición de Estado y su propia existencia y con el objetivo de intentar justificar sus reivindicaciones sobre esferas de influencia exclusivas, lo que recuerda a cómo la Unión Soviética acordó con la Alemania nazi invadir y ocupar partes de Polonia y Rumanía, así como Estonia, Letonia, Lituania y Ucrania en el Pacto Mólotov‑Ribbentrop; que, en la actualidad, Rusia representa una amenaza en particular para Polonia y los Estados bálticos, así como para su soberanía, debido a este tipo de revisionismo histórico;

I.  Considerando que el actual régimen ruso ha convertido el Día de la Victoria, celebrado cada año el 9 de mayo, en una herramienta de propaganda de guerra en Rusia, aprovechando el relato de la «liberación de Europa del nazismo» e ignorando así la posterior ocupación soviética de los Estados bálticos y la subyugación de Europa Central; que el relato de la «liberación del nazismo» se está utilizando de nuevo en la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania;

J.  Considerando que, en algunos Estados miembros, los símbolos comunistas, así como los símbolos de la agresión que Rusia está llevando a cabo actualmente, están prohibidos por la legislación; que, desde 2009, el 23 de agosto es el Día Europeo de Conmemoración de las Víctimas de todos los Regímenes Totalitarios y Autoritarios en toda la Unión; que, desde 2003, el Parlamento celebra una conmemoración anual de las víctimas de deportaciones masivas soviéticas;

1.  Reitera con la mayor firmeza posible su condena a la guerra de agresión no provocada, ilegal e injustificada de Rusia contra Ucrania; pide a Rusia que detenga de inmediato todas sus actividades militares en Ucrania y retire total e incondicionalmente todas sus fuerzas, agentes subsidiarios y material militar de todo el territorio de Ucrania reconocido internacionalmente, que ponga fin a sus deportaciones forzosas de civiles ucranianos y que libere a todos los ucranianos detenidos y deportados, en particular a los menores;

2.  Rechaza las diversas alegaciones formuladas por el régimen ruso como intentos vanos de justificar una guerra de agresión ilegal que constituye una flagrante violación de la Carta de las Naciones Unidas y de la responsabilidad de la Federación de Rusia como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de mantener la paz y la estabilidad y que fue reconocida inmediatamente como tal por los demás miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, así como por una abrumadora mayoría en la Asamblea General de las Naciones Unidas; recuerda que ninguna consideración de naturaleza alguna, ya sea política, económica, militar, histórica o de otro tipo, puede servir como justificación de la agresión de Rusia contra Ucrania;

3.  Condena la falsificación sistemática y el uso de relatos históricos distorsionados por parte del régimen ruso, como los relacionados con el Pacto Mólotov‑Ribbentrop, en su intento de manipular la opinión pública rusa para que apoye acciones delictivas como la guerra ilegal de agresión contra la vecina Ucrania, socavar el respaldo y la asistencia internacionales a Ucrania y eliminar la identidad cultural e histórica diferenciada de Ucrania; denuncia la reivindicación de Rusia de que tiene derecho a zonas de interés exclusivo a expensas de la soberanía y la integridad territorial de otros Estados, por ser incompatible con el Derecho internacional;

4.  Condena el hecho de que la Federación de Rusia no haya determinado responsabilidades por los crímenes soviéticos y su obstrucción deliberada a la investigación histórica al denegar el acceso a los archivos soviéticos y cerrarlos, así como que haya promulgado legislación que penaliza la representación veraz de los crímenes soviéticos y rusos y haya perseguido a organizaciones de la sociedad civil que investigan crímenes soviéticos, y que haya glorificado el totalitarismo estalinista y recreado sus métodos; sostiene que la impunidad y la falta de un debate y una educación históricos y públicos objetivamente precisos han contribuido a la capacidad del actual régimen ruso de reactivar las políticas imperialistas e instrumentalizar la historia con fines delictivos; condena la persecución de organizaciones de la sociedad civil que investigan crímenes soviéticos o los perpetrados por el régimen actual, entre los que se encuentran la disolución de Memorial Internacional, del Centro de Defensa de los Derechos Humanos Memorial y del Grupo Helsinki de Moscú, así como el cierre forzoso del Centro Sájarov;

5.  Reitera que los ataques deliberados de la Federación de Rusia contra la población civil de Ucrania, la destrucción de infraestructuras civiles, el uso de la tortura, la violencia sexual y la violación como armas de guerra, la deportación de miles de ciudadanos ucranianos al territorio de la Federación de Rusia, el traslado y la adopción forzosos de menores ucranianos y otras violaciones graves del Derecho internacional humanitario y de los derechos humanos constituyen crímenes de guerra por los que todos los autores deben rendir cuentas;

6.  Manifiesta, por tanto, su pleno apoyo a la investigación en curso del fiscal de la CPI sobre la situación en Ucrania basada en presuntos crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio; acoge con satisfacción la adhesión formal de Ucrania a la CPI a partir del 1 de enero de 2025 como una contribución significativa a los esfuerzos internacionales para determinar las responsabilidades por estos graves crímenes internacionales; pide a la Unión que redoble sus esfuerzos diplomáticos para fomentar la ratificación del Estatuto de Roma y de todas sus enmiendas a escala mundial;

7.  Reitera, asimismo, su llamamiento en favor de la creación de un tribunal especial para investigar y enjuiciar el crimen de agresión cometido por los dirigentes de la Federación de Rusia contra Ucrania; sigue instando a la Comisión, al Consejo y al Servicio Europeo de Acción Exterior a que presten todo el apoyo político, financiero y práctico necesario para la creación de un tribunal especial; expresa su pleno respaldo al Centro Internacional para el Enjuiciamiento del Crimen de Agresión contra Ucrania, con sede en La Haya, que apoya los esfuerzos en curso del equipo conjunto de investigación, como primer paso concreto hacia la creación del tribunal especial;

8.  Pide encarecidamente a la Unión y a sus Estados miembros que redoblen y coordinen sus esfuerzos, conjuntamente con socios afines, para contrarrestar con rapidez y firmeza la desinformación y la manipulación de la información y las injerencias extranjeras por parte de Rusia a fin de proteger la integridad de sus procesos democráticos y reforzar la resiliencia de las sociedades europeas, entre otras cosas promoviendo activamente la alfabetización mediática y apoyando a los medios de comunicación y al periodismo profesional de calidad, en particular al periodismo de investigación que destapa la propaganda rusa, sus métodos y sus redes, así como apoyando la investigación sobre las nuevas tecnologías de influencia híbrida;

9.  Solicita a la Unión que amplíe sus sanciones contra los medios de comunicación rusos que promueven campañas de desinformación y manipulación de la información, apoyando y justificando la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, y pide a los Estados miembros que apliquen sin demora y en su totalidad estas sanciones y que asignen recursos suficientes para abordar eficazmente esta guerra híbrida; pide a la Unión y a los Estados miembros que intensifiquen su apoyo a los medios de comunicación rusos independientes en el exilio para permitir así opiniones diversas en los medios de comunicación en lengua rusa;

10.  Expresa su profunda preocupación por los recientes anuncios de directores de empresas de redes sociales sobre la relajación de sus normas con respecto a la verificación de datos y la moderación, y por el modo en que esto favorecerá aún más la campaña de desinformación de Rusia en todo el mundo; pide a la Comisión y a los Estados miembros que apliquen estrictamente el Reglamento de Servicios Digitales en respuesta a estos anuncios de Meta, y anteriormente de X, también como una parte importante de la lucha contra la desinformación rusa;

11.  Pide a los ciudadanos de la Unión que evalúen la información de manera crítica cuestionando sus orígenes e intenciones, en especial cuando se refiere a relatos relacionados con Rusia, y que comprueben los datos utilizando fuentes diversas y fiables para resistir los intentos de manipulación por parte de agentes malintencionados extranjeros;

12.  Condena la explotación de la religión ortodoxa por parte de Moscú con fines geopolíticos, en particular mediante la instrumentalización de la Iglesia ortodoxa rusa (Patriarcado de Moscú) como herramienta para influir y ejercer control sobre las poblaciones ortodoxas ubicadas en Ucrania, Georgia, Moldavia, Serbia y otros países;

13.  Responde a la declaración de la Rada Suprema de Ucrania de 2 de mayo de 2023 relativa a la ideología denominada «ruscismo», condenando la ideología, la política y las prácticas imperialistas nacionalistas del actual régimen ruso; hace hincapié en la incompatibilidad de esta ideología, esta política y estas prácticas con el Derecho internacional y los valores europeos;

14.  Considera que los intentos de Rusia de tergiversar, revisar y distorsionar la historia de Ucrania socavan la memoria y la identidad colectivas de Europa en su conjunto y representan una amenaza para la verdad histórica, los valores democráticos y la paz en Europa; pide, por tanto, a los Estados miembros que inviertan más en educación e investigación sobre la historia común y la memoria histórica de Europa y que apoyen proyectos que promuevan una mejor comprensión del impacto de la división de Europa durante la Guerra Fría; expresa su apoyo a la construcción en Bruselas de un monumento paneuropeo a las víctimas de los regímenes totalitarios del siglo XX; lamenta que se sigan utilizando símbolos de regímenes totalitarios en espacios públicos y pide que se prohíba en toda la Unión el uso de símbolos tanto nazis como comunistas soviéticos, así como de símbolos relacionados con la actual agresión de Rusia contra Ucrania;

15.  Expresa su deseo de que la Unión y sus Estados miembros promuevan un mejor conocimiento y comprensión del sufrimiento humano infligido por el régimen soviético a los europeos durante el siglo XX; pide, en este sentido, que se recuerde y respete a las víctimas de crímenes soviéticos, como las deportaciones masivas, incluidas las de los tártaros de Crimea y de los países bálticos, el sistema del Gulag, el Holodomor, masacres como la de Katyn y la tragedia de la Alta Silesia;

16.  Encarga a su presidenta que transmita la presente Resolución a la vicepresidenta de la Comisión / alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, al Consejo, a la Comisión, a los Gobiernos y los Parlamentos de los Estados miembros, al Consejo de Europa, a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, al presidente, al Gobierno y al Parlamento de Ucrania y a las instituciones rusas.

Última actualización: 10 de marzo de 2025Aviso jurídico - Política de privacidad