Resolución del Parlamento Europeo, de 27 de octubre de 2015, sobre la crisis del virus del Ébola: lecciones a largo plazo y maneras de reforzar los sistemas sanitarios de los países en desarrollo para prevenir futuras crisis (2014/2204(INI))
El Parlamento Europeo,
– Vista la Resolución 2177(2014) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, de 18 de septiembre de 2014, sobre la paz y la seguridad en África,
– Vista la Resolución 69/1 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de 19 de septiembre de 2014, sobre las medidas para contener y combatir el reciente brote del ébola en África Occidental,
– Vista la Decisión del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, de constituir la primera misión sanitaria de emergencia de las Naciones Unidas hasta la fecha, a saber, la Misión de las Naciones Unidas para la Respuesta de Emergencia al Ébola (UNMEER), tras la adopción de la Resolución 69/1 de la Asamblea General y la Resolución 2177(2014) del Consejo de Seguridad sobre la epidemia del ébola,
– Vistos los Reglamentos Sanitarios Internacionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2005 (WA 32.1),
– Vistas las recomendaciones derivadas de la consulta de la OMS sobre zoonosis, de 5 de mayo de 2004,
– Vista la declaración de la OMS, de 8 de agosto de 2014, en la que se describía la epidemia del ébola como una emergencia de salud pública de importancia internacional,
– Vistas la hoja de ruta para la respuesta al virus del Ébola publicada por la OMS el 28 de agosto de 2014 y sus actualizaciones,
– Visto el informe de la directora general de la OMS presentado en la sesión extraordinaria del Consejo Ejecutivo dedicada al ébola que se celebró en Ginebra el 25 de enero de 2015,
– Vistas las declaraciones de la OMS, de 9 de mayo de 2015, sobre el final de la epidemia del virus del Ébola en Liberia,
– Vistas las orientaciones relativas a los programas de inmunización en la Región de África dentro del contexto del virus del Ébola, publicadas por la OMS,
– Vista la declaración con motivo de la reunión de primavera 2015 del Grupo del Banco Mundial – FMI celebrada en Washington D.C. del 17 al 19 de abril de 2015,
– Vista la Conferencia internacional sobre el virus del Ébola: de la emergencia a la reconstrucción, organizada en Bruselas el 3 de marzo de 2015,
– Vista la misión de la Unión Africana para contener el avance del ébola en África Occidental (ASEOWA), creada el 21 de agosto de 2014,
– Visto el Reglamento (UE) n.° 1291/2013, de 11 de diciembre de 2013, por el que se establece Horizonte 2020, Programa Marco de Investigación e Innovación (2014-2020),
– Vistos la Comunicación de la Comisión COM(2010)0128 y los documentos de trabajo SEC(2010)0380, 0381 y 0382 sobre el papel de la UE en la salud mundial,
– Vistas las conclusiones del Consejo Europeo de 24 de octubre de 2014,
– Vistas las conclusiones del Consejo sobre el papel de la UE en la salud mundial adoptadas en la 3011ª sesión del Consejo de Asuntos Exteriores, celebrada en Bruselas el 10 de mayo de 2010,
– Vistas las conclusiones del Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea de 15 de agosto de 2014, 20 de octubre de 2014, 17 de noviembre de 2014, 12 de diciembre de 2014 y 16 de marzo de 2015 sobre la crisis del virus del Ébola en África Occidental,
– Vistos los informes para el Consejo Europeo elaborados en noviembre de 2014 y marzo de 2015 por Christos Stylianides, comisario europeo y coordinador de la UE para el ébola,
– Visto el marco de respuesta global de la UE ante la epidemia del virus del Ébola en África Occidental elaborado por el Servicio Europeo de Acción Exterior y la Comisión,
– Vistos la Iniciativa para la transparencia de las industrias extractivas (ITIE) y el informe de evolución 2011 de la ITIE sobre Sierra Leona, el informe de evolución 2012 de la ITIE sobre Liberia y el informe de evolución 2012 de la ITIE sobre Guinea,
– Visto el programa francés RIPOST «Red de Institutos de Salud Pública de África Occidental»,
– Vista la Resolución sobre la epidemia del ébola aprobada por la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE en Estrasburgo (Francia) el 3 de diciembre de 2014,
– Vista su Resolución, de 18 de septiembre de 2014, sobre la respuesta de la UE al brote de ébola(1),
– Visto el artículo 52 de su Reglamento,
– Vistos el informe de la Comisión de Desarrollo y las opiniones de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria y de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género (A8-0281/2015),
A. Considerando que los sistemas de salud de Liberia, Sierra Leona y Guinea tienen grandes deficiencias y que los tres países, ya antes del brote, se encontraban entre los países con menor índice de desarrollo humano según la clasificación del PNUD, con el 80 % de sus ciudadanos viviendo en la extrema pobreza, y presentaban las tasas más elevadas del mundo de mortalidad prematura en adultos y en niños menores de cinco años, principalmente debido a enfermedades que pueden tratarse;
B. Considerando que la crisis del virus del Ébola es sistémica a escala local y regional, pero que también es sistémica por lo que se refiere a la gobernanza nacional y mundial;
C. Considerando que la magnitud de la catástrofe puede atribuirse a diversos factores, como por ejemplo: la negligencia política por parte de los países afectados a la hora de hacer sonar la alarma, la reacción inadecuada de la comunidad internacional, los efectos devastadores del cierre de las fronteras y de las restricciones impuestas a los individuos, la ineficacia de la vigilancia y los mecanismos de alerta, la respuesta lenta y mal adaptada una vez movilizada la ayuda, la ausencia notable de un papel dirigente por parte de la OMS, y la falta de investigación y desarrollo de medicamentos, diagnósticos y vacunas;
D. Considerando que se registraron tres nuevos casos confirmados de la enfermedad del virus del Ébola en la semana que finaliza el 18 de octubre de 2015, todos en Guinea; que el país había comunicado cero casos en las dos semanas anteriores; que Sierra Leona informó de cero casos por quinta semana consecutiva; que la OMS declaró Liberia libre de transmisión del virus del Ébola en la población humana, el 3 de septiembre de 2015; que se ha habido 28 512 casos confirmados, incluidas 11 313 muertes confirmadas;
E. Considerando que todavía se sabe muy poco de la prevalencia, la transmisión y el potencial de mutación del virus del Ébola; que la confusión generalizada y el desconocimiento predominante de las causas y consecuencias de la enfermedad por el virus del Ébola han perpetuado su propagación; que la investigación etnográfica es útil para comprender cómo trabajan las comunidades y cómo llegar a personas de culturas diferentes;
F. Considerando que se ha encontrado la enfermedad por el virus del Ébola en el semen y el fluido ocular de personas convalecientes; que existen casos evidentes de transmisión sexual, lo que indica la dificultad para erradicar el virus y determinar el momento en el que los países realmente pueden ser considerados libres de ébola;
G. Considerando que, en un gran número de países africanos, los sistemas de salud y educación se han deteriorado a lo largo de los programas de ajuste estructural impuestos por el FMI y el Banco Mundial, que han requerido recortes presupuestarios en el sector público;
H. Considerando que el brote de ébola en África Occidental ha mostrado que los sistemas de salud locales y nacionales en países de bajos ingresos no tienen los medios o la capacidad de resistencia para hacer frente a un brote de enfermedad infecciosa como el del ébola; que el fortalecimiento de los sistemas mundiales de salud se ha convertido por lo tanto en parte integrante de la gobernanza de la salud mundial;
I. Considerando la importancia que han tenido la cultura y las costumbres tradicionales en la gestión de la crisis del virus del Ébola(2);
J. Considerando que los niños, las niñas adolescentes y las jóvenes constituyen uno de los grupos más marginalizados y vulnerables durante esta crisis, que supone una grave amenaza para la participación de las mujeres en actividades económicas y que ha aumentado las diferencias de género en lo que respecta a la educación; que los huérfanos corren el riesgo de ser repudiados y estigmatizados;
K. Considerando que la epidemia del ébola que ha azotado a África Occidental es la más importante y más compleja desde que esta enfermedad existe; que la OMS fue avisada por primera vez del brote del ébola el 23 de marzo de 2014, pero que hasta el 8 de agosto de 2014 el Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional no declaró que constituía una emergencia de salud pública de importancia internacional; que, antes de este brote, el ébola no era considerado como un gran desafío para la salud pública;
L. Considerando que cerca de 500 profesionales de la salud han muerto a causa del ébola en Guinea, Liberia y Sierra Leona, países que sufrían ya una grave penuria de personal antes del estallido de la crisis del virus del Ébola; que los hospitales y el personal sanitario carecían de la capacidad para tratar otras enfermedades debido a que los recursos se movilizaron para luchar contra la epidemia del ébola; que es necesario proteger los establecimientos sanitarios y a los profesionales de la salud para permitir la prestación sostenible de cuidados médicos;
M. Considerando que muchos pacientes curados han estado expuestos a la estigmatización tanto de sus familiares como de la sociedad en general; que esta situación afecta especialmente a los niños que han perdido a uno o los dos padres, y que muchos de estos niños han sido rechazados por sus familiares sobrevivientes por miedo a la infección;
N. Considerando que existe la necesidad de integrar la epidemiología, la salud pública y las ciencias sociales para extraer las lecciones apropiadas de la epidemia del Ébola;
O. Considerando que en los primeros meses de la crisis del virus del Ébola las ONG humanitarias y, en particular, Médicos Sin Fronteras y la Cruz Roja, fueron los actores más eficaces, mejor informados y más experimentados, por lo que han desempeñado un papel de importancia primordial en esa fase de la lucha contra el virus;
P. Considerando que el cierre de escuelas y la tendencia de los niños huérfanos a convertirse en cuidadores en hogares entrañan el peligro de crear una «generación perdida» de niños privados de educación formal durante largos periodos de tiempo;
Q. Considerando que, con su buen hacer, así como con su capacidad para actuar en red, los trabajadores humanitarios demostraron al comienzo de la crisis que, llegado el caso, pueden ser más competentes y eficaces que los «institucionales»;
R. Considerando que la gestión de la crisis del ébola ha originado otro fenómeno que Médicos Sin Fronteras ha calificado de «crisis dentro de la crisis» y que ha provocado que las personas con enfermedades distintas del ébola hayan dejado de acudir a los hospitales por temor a contagiarse del virus;
S. Considerando que la Unión Europea, junto con sus Estados miembros, es el mayor donante de ayuda al desarrollo del mundo y ha puesto a disposición más de 1 390 millones de euros para ayudar a contener el brote de la enfermedad por el virus del Ébola en África Occidental; que esta cantidad permite a la UE negociar con países socios y otros donantes para apoyar el desarrollo de un sistema de salud nacional completo, basado en una estrategia coherente, integradora y adecuada a las necesidades;
T. Considerando la capacidad probada del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas para desplegar una logística eficaz, que podrá resultar útil asimismo en el futuro en materia de alerta y respuesta;
U. Considerando que la seguridad del personal sanitario es un elemento indispensable para la movilización internacional de los profesionales de la salud;
V. Considerando que el 23 de octubre de 2014 el Consejo Europeo nombró un coordinador de la UE para el ébola, a saber, Christos Stylianides, comisario de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis; que, desde el 12 de noviembre de 2014, este ha visitado los países más afectados acompañado por Vytenis Andriukaitis, comisario de Salud y Seguridad Alimentaria;
W. Considerando que las Naciones Unidas, la OMS y la Comisión Europea han iniciado procesos de evaluación sobre la gestión de la epidemia;
X. Considerando que la OMS, en una declaración de abril de 2015, admitió que el mundo y la propia organización estaban mal preparados para una epidemia de larga duración;
Y. Considerando que es imprescindible mejorar la gobernanza internacional en materia de gestión de crisis sanitarias;
Z. Considerando que el acceso a los medicamentos es un elemento esencial del derecho a la salud;
AA. Considerando que 2 000 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a las vacunas o a los tratamientos que necesitan para seguir viviendo y con salud;
AB. Considerando que el acceso a los medicamentos y la investigación y el desarrollo en la materia deben responder prioritariamente a las necesidades de los enfermos, con independencia de si viven entre nosotros o en los países en desarrollo;
AC. Considerando que la Iniciativa sobre Medicamentos Innovadores es la mayor asociación público-privada del mundo en el ámbito de las ciencias de la vida, con un presupuesto para el periodo 2014-2024 de 3 300 millones de euros, de los cuales 1 638 millones proceden de Horizonte 2020;
AD. Considerando que el trauma del ébola ha hecho que la gente desconfíe de las estructuras sanitarias y que los profesionales de la salud tengan miedo de reanudar su trabajo, y ha dejado a las comunidades empobrecidas y desconfiadas; que es urgente una reanudación básica de los servicios sanitarios; que es asimismo indispensable implantar un sistema sanitario sólido y eficaz, que incluya la mutualización de los riesgos, en todos los países en desarrollo, lo que también conlleva una formación sólida del personal médico local;
AE. Considerando que la crisis del virus del Ébola ha arrastrado aún más a la recesión a los países de la zona afectada por el virus y que, según el Banco Mundial, el impacto en el PIB de los tres países más afectados podría representar, tan solo en 2015, 2 000 millones de dólares;
AF. Considerando que los tres países han solicitado al FMI y al Banco Mundial un «plan Marshall» por valor de 7 500 millones de euros para ayudarlos a salir de la crisis económica;
AG. Considerando que ciertas ONG han hecho un llamamiento al Banco Mundial para que destine unos 1 700 millones de dólares a ayudar a los países afectados a reforzar de manera duradera sus infraestructuras sanitarias;
AH. Considerando que la comunidad internacional debe permanecer alerta y que el objetivo es llegar a una fase post-ébola, en la que no se produzca ningún contagio durante un largo período;
AI. Considerando que las buenas prácticas de higiene son indispensables; que, no obstante, los tres países carecen de sistemas de agua y saneamiento suficientes;
AJ. Considerando que cabe temer que, en el caso de un nuevo brote, el número de fallecimientos sea similar;
AK. Considerando que la Vicepresidenta / Alta Representante Federica Mogherini, el comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis y coordinador de la UE para el ébola Christos Stylianides, el comisario europeo de Cooperación Internacional y Desarrollo Neven Mimica, diputados al Parlamento Europeo, Gobiernos y parlamentarios de los Estados miembros han pedido reiteradamente una mejora del sistema de salud;
AL. Considerando que, en el 11º Fondo Europeo para el Desarrollo, la mejora del sistema de salud y de los servicios de agua y saneamiento solo figura entre los sectores prioritarios en el caso de Guinea, pero no en el de Liberia y Sierra Leona;
AM. Considerando que la Comunicación de la Comisión sobre el papel de la UE en la salud mundial (COM(2010)0128) presenta una estrategia global de salud general, holística y basada en las necesidades que fue respaldada por los Estados miembros;
AN. Considerando que no todos los Estados han aplicado plenamente el RSI; que el RSI debe revisarse tras la experiencia obtenida durante la última epidemia de ébola;
AO. Considerando que se sabe poco sobre zoonosis potencialmente peligrosas; que las prácticas alimentarias y agrícolas, la deforestación y el comercio de animales o de productos animales pueden dar lugar a la aparición de enfermedades zoonóticas de evolución reciente como la gripe aviar, el ébola y el VIH;
AP. Considerando que la OMS recomienda la coordinación entre el sector de salud pública y el sector veterinario;
AQ. Considerando que una delegación de la Comisión de Desarrollo visitará Sierra Leona en noviembre de 2015;
1. Lamenta la lenta respuesta internacional a la crisis en los primeros meses; destaca, no obstante, la movilización y el compromiso de la UE y de sus Estados miembros, desde marzo de 2014, para ayudar a contener la propagación del virus del Ébola; toma nota del aumento del compromiso de la UE y de sus Estados miembros en los ámbitos de la ayuda humanitaria y la ayuda al desarrollo, la logística y la investigación para responder a la crisis;
2. Acoge con satisfacción la elaboración en tiempo récord de una nueva vacuna que se lleva administrando en Guinea desde el 23 de marzo de 2015 y ha resultado ser eficaz al 100 %, y pide un acceso urgente y garantizado a dicha vacuna, que sea asequible para todos en Liberia y Sierra Leona;
3. Considera que no procede bajar la guardia a la vista de algunos nuevos casos de Ébola cuyo modo de transmisión sigue suscitando dudas;
4. Pide a todas las partes interesadas, en particular los gobiernos de los países en desarrollo, las instituciones europeas y las organizaciones internacionales, que extraigan las enseñanzas pertinente de esta crisis, también por lo que respecta a los efectos negativos de las condiciones de los instrumentos de ajuste estructural del FMI y del Banco Mundial sobre el sector sanitario de los países en desarrollo, y que desarrollen medios para luchar eficazmente contra las crisis sanitarias internacionales;
5. Toma nota, en este contexto, de la reforma anunciada por la directora de la OMS el 18 de mayo de 2015, en particular por lo que respecta a la creación de un nuevo programa de emergencia y una reserva mundial de personal que pueda desplegarse rápidamente sobre el terreno, así como la creación de un nuevo fondo de reserva de 100 millones de dólares destinado específicamente a las emergencias; acoge con satisfacción el compromiso de aumentar el presupuesto de la OMS en un 10 % en dos años, de manera que ascienda a 4 500 millones de dólares;
6. Pide a la comunidad internacional que promueva campañas informativas y educativas en los países afectados; hace hincapié en la importancia fundamental que revisten las campañas de prevención e información en la gestión de la crisis, en particular para limitar los contagios y sensibilizar sobre las prácticas de riesgo que deben evitarse; destaca la importancia de los medios alternativos de difusión de la información;
7. Hace especial hincapié en la importancia de combatir las crecientes tensiones entre grupos a raíz del brote de ébola, dado que la creación de mitos podría suponer que se culpe a determinados grupos étnicos de dicho brote;
8. Considera que, una vez que ya no es necesaria la ayuda de emergencia, la respuesta a largo plazo de la Unión Europea debe centrarse en primer lugar en la ayuda al desarrollo, que deberá incluir inversiones en el sector sanitario para fomentar la capacidad de recuperación, en particular por lo que respecta a la organización y la gestión de los sistemas sanitarios, la supervisión e información sanitarias, los sistemas de suministro de medicamentos, la gobernanza nacional y la creación de un Estado, y, en segundo lugar, en la ayuda indispensable para la recuperación económica de estos tres países;
9. Pide a las autoridades que tengan en cuenta las lecciones aprendidas en relación con el fenómeno de la estigmatización y que las apliquen en crisis humanitarias similares que se puedan producir;
10. Recuerda la importancia de la prevención de conflictos, ya que los conflictos y la fragilidad tienen un impacto muy negativo en los sistemas sanitarios;
11. Pide la creación de un equipo europeo permanente de acción rápida compuesto por expertos, personal de apoyo en laboratorio, epidemiólogos e infraestructuras logísticas, que incluya laboratorios móviles, que pueda desplegarse con suma rapidez; subraya, en particular, la contribución que puede prestar la UE a la detección en las fronteras terrestres y marítimas, así como el hecho de que la Unión podría intentar emular y beneficiarse del nivel de excelencia alcanzado por las autoridades sanitarias estadounidenses en la detección ejercida en los aeropuertos;
12. Insta asimismo a la UE a que respalde la creación de una red de puntos de control en los países en desarrollo que permita detectar cuanto antes los nuevos casos de enfermedades infecciosas que puedan convertirse en epidemias, con objeto de crear una red de vigilancia en estos países;
13. Reconoce la necesidad de apoyar el inicio de una cooperación entre la Unión Europea y sus Estados miembros y los países en desarrollo, en particular los de África occidental, en lo tocante a la formación del personal médico;
14. Destaca la importancia de reforzar los sistemas de protección y evacuación rápida de los profesionales sanitarios internacionales;
15. Lamenta que los ajustes y reformas realizados en el pasado así como las injustas políticas de desarrollo han contribuido a la ineficacia de los sistemas sanitarios; urge a la Comisión a que ayude a los tres países a desarrollar su propio sistema público de salud con objeto de que puedan satisfacer sus necesidades sanitarias básicas y dotarse de infraestructuras capaces de garantizar el acceso de todos los ciudadanos a la asistencia sanitaria pública; opina, en particular, que la construcción de un sistema de salud sólido a largo plazo requiere, en particular, i) invertir recursos en servicios de salud pública básicos, ii) garantizar una asistencia segura y de calidad aumentando los recursos para formar, supervisar y remunerar de forma adecuada a los trabajadores sanitarios, así como proporcionar acceso a medicamentos seguros, iii) asociar a las partes interesadas y las comunidades locales en la respuesta a las crisis y la planificación del desarrollo; insta a los donantes internacionales a que incrementen la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) a esos países mediante sistemas nacionales como el apoyo presupuestario; exhorta a la Comisión a que elabore, en cooperación con países socios, la OMS, el Banco Mundial y otros donantes, planes de salud coherentes basados en las necesidades y procedimientos de control;
16. Considera que la respuesta debe abordar las lagunas subyacentes en la representación de las mujeres y el acceso a la salud y los servicios, así como los problemas relacionados con los medios de subsistencia; destaca, en particular, la necesidad de ofrecer servicios básicos y de cuidados de calidad, especialmente en relación con la asistencia a las madres y los servicios de obstetricia y ginecología;
17. Acoge con satisfacción la Comunicación de la Comisión sobre el papel de la UE en la salud mundial (COM(2010)0128) y su visión holística sobre sistemas generales de salud, su enfoque horizontal y su empeño en una cobertura sanitaria universal; anima a la Comisión a que revise su comunicación teniendo en cuenta los nuevos conocimientos adquiridos durante la crisis del ébola, pero manteniendo el enfoque general y horizontal, y que presente y ejecute un programa de acción a su debido tiempo;
18. Destaca, en general, la necesidad de que los países en desarrollo den prioridad en sus presupuestos a la creación de sistemas públicos sanitarios y de seguridad social sólidos y resistentes, la construcción de un número suficiente de infraestructuras sanitarias duraderas y bien equipadas (en especial, laboratorios e instalaciones de agua y saneamiento) y la prestación de servicios básicos y de asistencia sanitaria de gran calidad; hace hincapié en la necesidad de contar con un número suficiente de profesionales sanitarios en proporción a la población, y pide a los Gobiernos de los países afectados que velen por que los profesionales sanitarios reciban su salario y que el dinero destinado a la sanidad llegue a la población; reconoce, no obstante, que solo los sistemas sanitarios no pueden resolver crisis como las actuales y que es necesario un enfoque general, que englobe distintos sectores como la educación y la formación, las infraestructuras de saneamiento, la seguridad alimentaria y el agua potable, para abordar los déficits críticos en todos los servicios esenciales; subraya al mismo tiempo que la educación, incluidas la dimensión cultural y las creencias, también es clave en la recuperación;
19. Recuerda que las inversiones en el sector sanitario constituyen un factor crucial para el desarrollo económico y contribuyen a reducir la pobreza en los países en desarrollo; acoge favorablemente la inclusión del objetivo 3, «Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades», en la propuesta de futuros Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS);
20. Subraya que los planes presupuestados a largo plazo necesarios para erigir sistemas de salud resistentes y completos deben incluir además un número adecuado de profesionales sanitarios capacitados, el acceso a suministros médicos suficientes y unos sistemas sólidos de información sanitaria;
21. Pide que se refuercen las infraestructuras de investigación mediante la creación de un centro público regional de investigación sobre enfermedades infecciosas en África occidental y que se establezca una cooperación interuniversitaria en la que participen la UE y sus Estados miembros;
22. Destaca la necesidad de abordar la desigualdad social para crear un sistema de salud público resistente y sostenible; apoya, a este fin, la introducción de una cobertura sanitaria universal pública y gratuita, e insta a la Comisión a que, junto con los países socios y otros donantes, presente lo antes posible un programa destinado a la implantación de una cobertura sanitaria universal que garantice la mutualización de los riesgos sanitarios;
23. Pide a todos los países que se comprometan a establecer una cobertura sanitaria universal y que desarrollen un plan para localizar recursos nacionales y una posible financiación internacional a fin de alcanzar este objetivo; apoya el objetivo de incrementar el gasto sanitario en todos los países hasta el mínimo reconocido de 86 dólares por persona para servicios de salud básicos;
24. Acoge con satisfacción la Conferencia internacional de alto nivel sobre el ébola celebrada el 3 de marzo de 2015 bajo los auspicios de la UE y otros actores principales con objeto de erradicar esta enfermedad, pero también de valorar sus repercusiones en los países afectados, a fin de garantizar que la ayuda al desarrollo se base en acciones humanitarias;
25. Respalda la idea de poner en marcha un «Plan Marshall» para reactivar la economía de estos países; sugiere ofrecer apoyo técnico a la administración para aumentar sus capacidades y velar por que el dinero llegue a la población y no se pierda debido a la corrupción u otros fines;
26. Se congratula por los esfuerzos internacionales desplegados para reducir la carga internacional de la deuda de los países afectados por el virus del Ébola;
27. Considera que las asociaciones entre la UE y la zona afectada por la crisis solo serán eficaces si Liberia, Guinea y Sierra Leona son capaces de apropiarse de su propio desarrollo lo antes posible;
28. Opina que debe revisarse la programación del 11º Fondo Europeo de Desarrollo con objeto de que las inversiones en los ámbitos de la salud y la buena gobernanza se conviertan en áreas prioritarias para todos los demás países cuyas infraestructuras públicas son frágiles; manifiesta su preocupación por el hecho de que la salud, el agua y el saneamiento no se encuentren entre los sectores prioritarios de los Programas Indicativos Nacionales de Liberia y Sierra Leona; insta a la Comisión a que establezca mecanismos para seguir más de cerca la ayuda;
29. Considera que la revisión intermedia del marco financiero plurianual no podrá seguir ignorando el riesgo de déficit estructural de financiación de las acciones humanitarias de la Unión Europea;
30. Felicita a los agentes humanitarios y al personal médico sobre el terreno, quienes han puesto en peligro sus vidas en sus esfuerzos por contener esta grave crisis sanitaria;
31. Felicita a la Misión de las Naciones Unidas para la Respuesta de Emergencia al Ébola (UNMEER), a las organizaciones asociadas y a las organizaciones humanitarias no gubernamentales, como Médicos Sin Fronteras, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Emergencia y otras, por su trabajo sobre el terreno, y acoge con gran satisfacción su importante contribución y ayuda en las tareas de control de este brote; lamenta los casos de maltrato del personal médico y otros trabajadores implicados en la lucha contra el brote de ébola tras su regreso de África;
32. Considera que, como principio, el acceso a los medicamentos no debería seguir dependiendo del poder adquisitivo de los pacientes, sino responder a las necesidades de estos, y que el mercado no debería ser el único que decide qué medicamentos han de producirse;
33. Pide a la UE y a sus Estados miembros que cumplan el principio de la UE de coherencia de las políticas en favor del desarrollo, establecido en el artículo 208 del TFUE, mediante la promoción de un comercio internacional justo y equitativo, la investigación médica y políticas de innovación que fomenten y faciliten el acceso universal a los medicamentos;
34. Insta a la Comisión a que estudie modelos alternativos a los basados en el monopolio de patentes cuando se trata del desarrollo de medicamentos o vacunas producidos por asociaciones público-privadas, como la Iniciativa sobre medicamentos innovadores, que pueden garantizar la accesibilidad de los pacientes a los tratamientos, la sostenibilidad de los presupuestos sanitarios y una respuesta eficaz a crisis como la provocada por el virus del Ébola o amenazas similares;
35. Recuerda la importancia de reforzar la capacidad de investigación en la lucha epidemiológica mundial, desarrollar «pruebas de diagnóstico rápidas» y garantizar el acceso a vacunas; celebra, a este respecto, que se hayan movilizado numerosos fondos de investigación de la UE para luchar contra el virus del Ébola, en particular a través de la Iniciativa sobre Medicamentos Innovadores, el programa Horizonte 2020 y el programa Cooperación de los países europeos y de los países en desarrollo sobre ensayos clínicos (EDCTP); subraya que, aunque nos congratulemos por las vacunas, probablemente estas no sean adecuadas para erradicar el ébola, ya que el virus está mutando; destaca, por tanto, que la financiación debe concederse prioritariamente al refuerzo general de los sistemas sanitarios, la higiene, la contención, las pruebas de detección rápidas y fiables en condiciones tropicales y los medicamentos destinados a combatir el virus y los síntomas que provoca;
36. Insta a todas las partes implicadas a que promuevan la formación de los ciudadanos en materia de salud insistiendo en la cuestión de las costumbres tradicionales que son incompatibles con la lucha contra la propagación de la enfermedad en la población;
37. Destaca que la UE debe fomentar una financiación eficaz y justa de la investigación, que redunde en beneficio de la salud de todos y garantice que las innovaciones e intervenciones comporten soluciones asequibles y accesibles; reitera, en especial, que deben estudiarse modelos que disocien los costes de investigación y desarrollo de los precios de los medicamentos, incluyendo las posibilidades de transferencia tecnológica a los países en desarrollo;
38. Reitera la necesidad de invertir en las enfermedades desatendidas; pide, en este contexto, a la Comisión que continúe el debate a este respecto y ponga en marcha una gran cooperación pública-privada siempre que se adopten salvaguardas para evitar que la asociación público-privada perjudique a las personas vulnerables en un mercado no regulado, con el objetivo de reforzar los sistemas de salud nacionales y facilitar la transferencia de resultados a la población interesada; acoge con satisfacción, a este respecto, el hecho de que, para abordar la urgente necesidad de investigar nuevos tratamientos, la UE ha destinado 138 millones de euros a proyectos de desarrollo de ensayos clínicos para nuevas vacunas, pruebas de diagnóstico rápidas y tratamientos en el marco de Horizonte 2020 y la Iniciativa sobre medicamentos innovadores; alaba a la industria farmacéutica europea, que también ha destinado importantes recursos a apoyar la labor de investigación;
39. Subraya que el ébola y otras epidemias constituyen amenazas transnacionales que requieren la cooperación internacional; insta a la OMS a que revise el RSI para establecer la responsabilidad interdependiente y ofrecer apoyo financiero, también para abordar las causas profundas,
40. Acoge con satisfacción, en vista de la aplicación superficial del RSI y de la falta de supervisión epidemiológica, el programa francés RIPOST «Red de institutos de salud en África occidental»;
41. Destaca que, ahora que el brote está en declive, si bien el virus permanece en las gónadas durante meses tras la recuperación, se deben ofrecer servicios de asesoramiento sexual y planificación familiar en el marco de los sistemas sanitarios y las medidas educativas;
42. Subraya que cada vez parece más probable que a una epidemia que ha hecho estragos entre los pequeños agricultores le siga una crisis alimentaria; insta a los Estados miembros, a la Comisión y a la comunidad internacional a invertir en su desarrollo a largo plazo a fin de conjurar el riesgo al que ahora están expuestas las explotaciones agrícolas y la futura seguridad alimentaria de África occidental;
43. Pide a su comisión competente que supervise las medidas de gestión de la crisis que se están adoptando, en estrecha colaboración con el Coordinador de la UE para el Ébola y después de la misión del Parlamento a Sierra Leona, antes de presentar una evaluación definitiva basada en criterios claramente definidos;
44. Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Consejo, a la Comisión, a la Vicepresidenta de la Comisión / Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, a los Gobiernos y Parlamentos de los Estados miembros, a los Gobiernos y Parlamentos de la Unión Africana, al Secretario General de las Naciones Unidas y a la Organización Mundial de la Salud.