Resolución del Parlamento Europeo, de 23 de noviembre de 2016, sobre la aplicación de la política común de seguridad y defensa (sobre la base del Informe anual del Consejo al Parlamento Europeo sobre la política exterior y de seguridad común) (2016/2067(INI))
El Parlamento Europeo,
– Vista la aplicación de la política común de seguridad y defensa (sobre la base del Informe anual del Consejo al Parlamento Europeo sobre la política exterior y de seguridad común),
– Vistos los artículos 42, apartado 6, y 46 del Tratado de la Unión Europea (TUE) sobre el establecimiento de una cooperación estructurada permanente,
– Visto el Informe anual de la Vicepresidenta de la Comisión / Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad (VP/AR) al Parlamento Europeo sobre la política exterior y de seguridad común (PESC) (13026/2016) y, en particular, las partes concernientes a la política común de seguridad y defensa (PCSD),
– Vistos los artículos 2 y 3 y el título V del Tratado de la Unión Europea y, en particular, sus artículos 21, 36 y 42, apartados 2, 3 y 7,
– Vistas las conclusiones del Consejo sobre la política común de seguridad y defensa de 25 de noviembre de 2013, 18 de noviembre de 2014, 18 de mayo de 2015, 27 de junio de 2016 y 17 de octubre de 2016,
– Vistas las conclusiones del Consejo Europeo de 20 de diciembre de 2013 y 26 de junio de 2015,
– Vistas sus Resoluciones de 21 de mayo de 2015 sobre la aplicación de la política común de seguridad y defensa(1), de 21 de mayo de 2015 sobre el impacto de los cambios en el mercado europeo de defensa sobre las capacidades de seguridad y defensa en Europa(2), de 11 de junio de 2015 sobre la situación militar estratégica en la cuenca del mar Negro tras la anexión ilegal de Crimea por Rusia(3), de 13 de abril de 2016 sobre la Unión en un entorno mundial en mutación: un mundo más conectado, disputado y complejo(4), y de 7 de junio de 2016 sobre las operaciones de apoyo a la paz - compromiso de la UE con las Naciones Unidas y la Unión Africana(5),
– Visto el documento titulado «Una visión común, una actuación conjunta: una Europa más fuerte – Estrategia Global sobre Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea» presentado por VP/AR Federica Mogherini el 28 de junio de 2016,
– Visto el plan de aplicación en materia de seguridad y defensa presentado por la VP/AR, Federica Mogherini, el 14 de noviembre de 2016, y las Conclusiones del Consejo sobre la aplicación de la Estrategia Global de la UE en materia de Seguridad y Defensa, de 14 de noviembre de 2016,
– Vista la Comunicación conjunta de la Alta Representante y la Comisión, de 6 de abril de 2016, sobre la lucha contra las amenazas híbridas (JOIN(2016)0018), así como las correspondientes conclusiones del Consejo, de 19 de abril de 2016,
– Vista la Comunicación conjunta de la Alta Representante y la Comisión, de 28 de abril de 2015, sobre el desarrollo de capacidades en apoyo de la seguridad y el desarrollo (JOIN(2015)0017) y la propuesta de la Comisión, de 5 de julio de 2016, de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo que modifica el Reglamento (UE) n.° 230/2014 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de marzo de 2014, por el que se establece un instrumento en pro de la estabilidad y la paz (COM(2016)0447),
– Vista la Comunicación conjunta de la Alta Representante y la Comisión, de 5 de julio de 2016, sobre los elementos para un marco estratégico a escala de la Unión para apoyar la reforma del sector de la seguridad (JOIN(2016)0031),
– Vistas las conclusiones del Consejo, de 18 de abril de 2016, sobre la plataforma de apoyo a las misiones,
– Vista la Comunicación de la Comisión, de 28 de abril de 2015, titulada «Agenda Europea de Seguridad» (COM(2015)0185),
– Vista la estrategia renovada de seguridad interior de la Unión Europea para el periodo 2015-2020, así como las correspondientes conclusiones del Consejo, de los días 15 y 16 de junio de 2015,
– Vista la Comunicación de la Comisión, de 20 de abril de 2016, titulada «Aplicación de la Agenda Europea de Seguridad para luchar contra el terrorismo y allanar el camino hacia una Unión de la Seguridad genuina y efectiva» (COM(2016)0230),
– Vista la Comunicación conjunta de la Alta Representante y la Comisión, de 11 de diciembre de 2013, sobre el enfoque integral adoptado por la UE en relación con los conflictos y las crisis exteriores (JOIN(2013)0030), así como las correspondientes conclusiones del Consejo, de 12 de mayo de 2014,
– Vista su Resolución, de 22 de noviembre de 2012, sobre ciberseguridad y defensa(6); vista la Comunicación Conjunta de la Alta Representante y de la Comisión, de 7 de febrero de 2013, titulada «Estrategia de ciberseguridad de la Unión Europea: Un ciberespacio abierto, protegido y seguro» (JOIN(2013)0001); visto el marco político de ciberdefensa de la Unión adoptado por el Consejo el 18 de noviembre de 2014,
– Vista la Comunicación de la Comisión, de 5 de julio de 2016, titulada «Reforzar el sistema de ciberresiliencia de Europa y promover una industria de la ciberseguridad competitiva e innovadora» (COM(2016)0410),
– Visto el acuerdo técnico entre el equipo de Capacidad de respuesta ante incidentes informáticos de la OTAN (NCIRC) y el equipo de respuesta a emergencias informáticas de la Unión Europea (CERT-UE), celebrado el 10 de febrero de 2016, que facilita el intercambio de información mejorado sobre incidentes informáticos,
– Vista la Declaración conjunta de la Unión y la OTAN, firmada el 8 de julio de 2016, en el marco de la Cumbre de Varsovia de 2016 de la OTAN (Declaración conjunta del presidente del Consejo Europeo, el presidente de la Comisión Europea y el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte),
– Visto el Comunicado de la Cumbre de Varsovia realizado por los jefes de Estado y de Gobierno participantes en la reunión del Consejo del Atlántico Norte celebrada en Varsovia los días 8 y 9 de julio de 2016,
– Vistos los resultados del Eurobarómetro 85.1 de junio de 2016,
– Visto el artículo 132, apartado 1, de su Reglamento,
– Visto el Informe de la Comisión de Asuntos Exteriores (A8-0317/2016),
El contexto estratégico
1. Señala que el entorno de seguridad europeo se ha deteriorado considerablemente y se ha vuelto más fluido, más complejo, más peligroso y menos predecible; señala que las amenazas son tanto convencionales como híbridas, generadas por agentes tanto estatales como no estatales, que provienen del sur y del este, y que afectan a los Estados miembros de manera diferente;
2. Recuerda que la seguridad de los Estados miembros de la Unión está estrechamente interconectada y señala que reaccionan ante amenazas y riesgos comunes de manera descoordinada y fragmentada, complicando con ello la adopción de un enfoque más común y a menudo impidiéndola; insiste en que la falta de coordinación es uno de los puntos vulnerables de la acción de la Unión; señala que Europa carece de la resiliencia necesaria para atajar eficazmente amenazas híbridas, que a menudo tienen una dimensión transfronteriza;
3. Considera que Europa ahora se ve obligada a reaccionar ante un arco de crisis cada vez más complejas: desde África Occidental, pasando por el Sahel, el Cuerno de África y Oriente Próximo y el este de Ucrania, hasta el Cáucaso; considera que la Unión debería intensificar el diálogo y la cooperación con terceros países de la región así como con organizaciones regionales y subregionales; destaca que la Unión debe prepararse para hacer frente a cambios estructurales en el panorama internacional de seguridad y a desafíos como conflictos entre Estados, el hundimiento de Estados y ciberataques, así como a las consecuencias del cambio climático en términos de seguridad;
4. Observa con preocupación que el terrorismo practicado por organizaciones e individuos islamistas radicales está tomando a Europa por objetivo a una escala sin precedentes, y presiona sobre el modo de vida europeo; subraya que, a consecuencia de ello, la seguridad de la personas ha adquirido la mayor importancia y se ha ido difuminando la distinción tradicional entre sus dimensiones externas e internas;
5. Pide a la Unión que se adapte a estos desafíos en materia de seguridad, en particular haciendo un uso más eficaz de los instrumentos de la PCSD ya existentes y empleándolos de manera coherente con otros instrumentos externos e internos; pide una cooperación y una coordinación mejores entre los Estados miembros, en especial en la lucha contra el terrorismo;
6. Pide una política de prevención sólida basada en programas globales de desradicalización; observa que es esencial asumir un papel más activo en la lucha contra la radicalización y la propaganda terrorista, tanto en el interior de la Unión como en sus relaciones exteriores; pide a la Comisión que adopte medidas para atajar la difusión en línea de contenidos extremistas y que promueva una cooperación judicial más activa entre los sistemas de justicia penal, incluido Eurojust, en la lucha contra la radicalización y el terrorismo en todos los Estados miembros;
7. Señala que, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, han cambiado fronteras en Europa por la fuerza; subraya el impacto perjudicial de la ocupación militar para la seguridad de Europa en su conjunto; reitera que todo cambio de fronteras por la fuerza en Ucrania es incompatible con los principios del Acta Final de Helsinki y la Carta de las Naciones Unidas;
8. Destaca que según el Eurobarómetro 85.1, publicado en junio de 2016, aproximadamente dos tercios de los ciudadanos de la Unión desearían un mayor compromiso de la Unión con los asuntos relativos a la política de seguridad y defensa;
9. Considera que una política exterior y de seguridad europea más unificada y por tanto más efectiva puede contribuir decisivamente a aminorar la intensidad de los choques armados en Irak y Siria, así como a eliminar al autodenominado Estado Islámico;
Una PCSD revisada y más sólida
10. Está firmemente convencido de que, como consecuencia, es necesario revisar a fondo la PCSD con el fin de que la Unión y sus Estados miembros puedan contribuir de modo decisivo a la seguridad de la Unión, la gestión de las crisis internacionales y la afirmación de su autonomía estratégica; Recuerda que ningún país puede hacer frente a los actuales retos de seguridad por sí mismo;
11. Opina que para que tenga éxito la revisión de la PCSD es necesario integrar plenamente en el proceso a los Estados miembros de la Unión desde su inicio con el fin de evitar riesgos de bloqueos en el futuro; hace hincapié en las ventajas prácticas y financieras de una mayor integración de las capacidades de defensa europeas y señala las iniciativas en curso, a las que debe seguir la adopción de medidas concretas en el Consejo Europeo sobre defensa que se celebrará en diciembre de 2016; pide asimismo a los Estados miembros y a la Unión una inversión del nivel adecuado en seguridad y defensa;
12. Subraya que la puesta en marcha de una cooperación estructurada permanente (artículo 42, apartado 6, del TUE) permitirá desarrollar una defensa propia o una estructura permanente de defensa propia que puede servir para reforzar las operaciones de gestión de crisis;
13. Subraya que, al no tener ya Europa el pleno control de su entorno de seguridad y no ser quien elige el momento y el lugar de acción, la Unión, a través de misiones de la PCSD y de operaciones y otros instrumentos pertinentes, debe ser capaz de intervenir en todos los ámbitos de la gestión de crisis, en particular la prevención y la resolución de crisis, abarcando todas las etapas del ciclo de conflicto, tomando parte plenamente en el mantenimiento de la seguridad de Europa y garantizando la seguridad y la defensa comunes de todo el espacio de libertad, seguridad y justicia; alienta al Consejo Europeo a que comience a desarrollar la política común de seguridad y defensa para transformarla en una defensa común, según lo previsto en el artículo 42, apartado 2, del TUE; considera que uno de los objetivos principales de la PCSD debe ser reforzar la resiliencia de la Unión;
14. Acoge con satisfacción la hoja de ruta sobre la PCSD presentada por la VP/AR y que establecerá un calendario y medidas concretos; acoge con satisfacción que esta hoja de ruta complemente el futuro Plan de Acción Europeo de Defensa; subraya la necesidad de reforzar el componente militar de la PCSD; Apoya firmemente que los Estados miembros coordinen sus inversiones en seguridad y defensa y aumenten el apoyo financiero destinado a la investigación en el ámbito de la defensa a escala europea;
15. Asimismo, subraya que la PCSD debe basarse en un principio de defensa colectiva fuerte y en una financiación eficiente y que debe implementarse en plena coordinación con las instituciones internacionales del ámbito de la seguridad y la defensa y en plena complementariedad con la OTAN; considera que la Unión debe animar a los Estados miembros a que cumplan los objetivos fijados por la OTAN en materia de capacidad, para lo que es necesario un gasto en defensa del 2 % del PIB como mínimo, como reiteraron las cumbres de Gales y Varsovia;
16. Recuerda que se están produciendo conflictos y crisis en Europa y su vecindad tanto en el espacio físico como en el ciberespacio y subraya que, por consiguiente, deben integrarse la ciberseguridad y la ciberdefensa como elementos clave de la PCSD e incorporarse plenamente a todas las políticas interiores y exteriores de la Unión;
17. Acoge con satisfacción la presentación por la VP/AR de la Estrategia Global sobre Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea (EGUE) como evolución necesaria y positiva del marco institucional en el que operarán y se desarrollarán la PESC y la PCSD; lamenta la escasa participación de los Estados miembros en la elaboración de la EGUE;
18. Destaca que el compromiso, la identificación y el apoyo firmes de los Estados miembros y los Parlamentos nacionales, en estrecha cooperación con los órganos pertinentes de la Unión, son necesarios para garantizar una plasmación rápida y eficaz del nivel político de ambición de la EGUE, sus prioridades y su enfoque global en forma de Libro Blanco de la Unión en materia de seguridad y defensa, precedido por el plan de aplicación en materia de seguridad y defensa; destaca la estrecha relación del plan de aplicación con la aplicación más amplia de la EGUE, el futuro Plan de Acción Europeo de Defensa de la Comisión y la aplicación de la declaración conjunta firmada por la Unión y la OTAN en Varsovia; acoge con satisfacción la labor actual de la VP/AR y de los Estados miembros en el proceso de puesta en práctica; subraya que deben asignarse los recursos adecuados necesarios para la puesta en práctica de esta estrategia y para una PCSD más eficaz y más robusta;
19. Apoya el desarrollo, como seguimiento necesario de la EGUE, de una estrategia sectorial que deberá ser aprobada por el Consejo y que debe definir más detalladamente los niveles de ambición civil y militar, las funciones, los requisitos y las prioridades de capacitación; reitera sus peticiones anteriores de que se elabore un Libro Blanco sobre la Defensa Europea e insta al Consejo a que prepare este documento sin demora; manifiesta su preocupación por que el plan de aplicación propuesto en materia de seguridad y defensa esté muy por debajo de las expectativas parlamentarias y ciudadanas; reitera la indivisibilidad de la seguridad de todos los Estados miembros de la Unión Europea;
20. Se congratula del pacto de seguridad europea propuesto por los ministros de Asuntos Exteriores de Alemania y Francia y apoya, entre otras, la idea de un análisis común del entorno estratégico de Europa, haciendo de la evaluación de la amenaza una actividad periódica común, para llegar de este modo a respetar las preocupaciones de todos y apoyar las capacidades y las medidas comunes; celebra asimismo otras iniciativas recientes de los Estados miembros sobre el desarrollo de la PCSD; lamenta, no obstante, su falta de autocrítica por su inacción a la hora de aplicar compromisos europeos anteriores en el ámbito de la defensa;
21. Observa que, para ello, es necesaria la cooperación con actividades similares de la OTAN; destaca que son indispensables un compromiso firme y un intercambio de inteligencia e información mayor y más eficiente entre los Estados miembros;
22. Señala que, a la vez que se van integrando más la seguridad interior y exterior y se difumina la distinción entre el espacio físico y el ciberespacio, también se está haciendo necesaria la integración de sus respectivos inventarios con miras a capacitar a la Unión para actuar a lo largo de todo el espectro de instrumentos, hasta el nivel del artículo 42, apartado 7, del TUE;
La PCSD y el enfoque integrado en materia de crisis
23. Destaca la importancia de establecer un cuartel general permanente de la Unión para las misiones y operaciones civiles y militares de la PCSD desde donde el personal operativo integrado pueda brindar apoyo a todo el ciclo de planificación, desde el concepto político inicial hasta los planes en detalle; subraya que ello no será un remedo de las estructuras de la OTAN, sino que constituirá un mecanismo institucional necesario para reforzar las capacidades de planificación y ejecución de las misiones y operaciones de la PCSD;
24. Destaca la importante contribución de las misiones y operaciones de la PCSD, en particular la asistencia fronteriza, la creación de capacidad, las misiones de formación militar y las operaciones navales, a la paz y la estabilidad internacionales;
25. Considera lamentable que las misiones y operaciones de la PCSD sigan adoleciendo de deficiencias estructurales que amenazan su eficacia; considera que deberían ser auténticos instrumentos y que podrían integrarse mejor en la EGUE;
26. Señala, a este respecto, el nivel de ambición política fijado por la EGUE para un enfoque integrado en relación con conflictos y crisis por lo que se refiere al compromiso de la Unión en todas las fases del ciclo de los conflictos a través de la prevención, la resolución y la estabilización, así como el compromiso de evitar la desmovilización prematura; considera que la Unión debe ser coherente en su apoyo a los Estados miembros que participan en la coalición contra el sedicente Estado Islámico y establecer una operación de la PCSD en Irak centrada en la formación;
27. Acoge con satisfacción el concepto de las misiones «regionalizadas» de la PCSD en el Sahel, especialmente teniendo en cuenta que refleja la voluntad de los países de la subregión de intensificar la cooperación en el ámbito de la seguridad a través de la plataforma del G-5 del Sahel; tiene el convencimiento de que esto puede ser una oportunidad para reforzar la eficacia y la pertinencia de las misiones de la PCSD (EUCAP Sahel Mali y EUCAP Sahel Níger) que están sobre el terreno; cree firmemente que este concepto de la «regionalización» debe basarse en el conocimiento profundo del terreno, unos objetivos claramente definidos y medios para alcanzarlos, y no definirse únicamente a impulsos de consideraciones políticas;
28. Subraya que todas las decisiones del Consejo sobre futuras misiones y operaciones deben dar prioridad a la participación en conflictos que afecten directamente la seguridad de la Unión o a la seguridad de los socios y las regiones en las que la Unión desempeñe el papel de proveedora de seguridad; considera que la decisión de intervenir debe basarse en un análisis y una comprensión común del entorno estratégico y en intereses estratégicos comunes de los Estados miembros, y tener en cuenta las acciones de otros aliados y organizaciones, como las Naciones Unidas o la OTAN; considera que las misiones de creación de capacidad de la PCSD tiene que coordinarlas la Comisión con la reforma del sector de la seguridad y el de la construcción del Estado de Derecho;
29. Toma nota de la propuesta de la Comisión de modificación del Reglamento (UE) n.º 230/2014 por el que se establece un instrumento en pro de la estabilidad y la paz con el fin de ampliar la ayuda de la Unión para equipar a los agentes militares en los países socios, y la considera como una contribución indispensable a su capacidad resiliencia que reducirá las posibilidades de que, una vez más, sean presa de conflictos y se conviertan en santuarios de posibles actividades hostiles contra la Unión; destaca que ello debe hacerse en circunstancias excepcionales como las descritas en el artículo 3 bis de dicha propuesta de modificación del Reglamento (UE) n.º 230/2014 con el fin de contribuir al desarrollo sostenible, la buena gobernanza y el Estado de Derecho; anima, en este contexto, al SEAE y a la Comisión a que impriman un ritmo más intenso a la aplicación de la iniciativa «Capacitación en apoyo de la seguridad y el desarrollo (CASD)» con miras a mejorar la eficacia y la sostenibilidad de las misiones de la PCSD;
30. Subraya la necesidad de encontrar otros instrumentos financieros para reforzar la creación de capacidad de los socios en el ámbito de la seguridad y la defensa; pide al SEAE y a la Comisión que velen por la plena coherencia y coordinación a fin de obtener unos resultados óptimos y evitar repeticiones innecesarias sobre el terreno;
31. Señala, a tal efecto, que deben revisarse las misiones de Petersberg y que los grupos de combate deben convertirse lo antes posible en un instrumento militar utilizable mediante un incremento de la modularidad y una financiación más funcional; observa que la falta de una actitud constructiva entre los Estados miembros sigue suponiendo un impedimento político y operativo para el despliegue de los grupos de combate; insta al Consejo a que emprenda la constitución de un fondo inicial (previsto en el artículo 41, apartado 3, del TUE) con miras a la financiación urgente de las fases iniciales de las operaciones militares;
32. Pide una mayor flexibilidad en las normas financieras de la Unión con el fin de apoyar su capacidad para reaccionar ante crisis y en aras de la aplicación de las disposiciones vigentes del Tratado de Lisboa; pide que se proceda a reformar el mecanismo de Atenas para ampliar su ámbito de aplicación a todos los costes afines, en primer lugar a las operaciones de reacción rápida y al despliegue de los grupos de combate de la Unión, y seguidamente a todas las operaciones militares;
Colaboración con la OTAN y otros socios
33. Recuerda que la OTAN y la Unión tienen los mismos intereses estratégicos y se enfrentan a los mismos retos en el este y en el sur; señala la importancia de la cláusula de defensa mutua (artículo 42, apartado 7) para los Estados miembros de la Unión, independientemente de que pertenezcan o no a la OTAN; observa que la Unión debe ser capaz, con sus propios medios, de ofrecer el mismo nivel de protección a los miembros de la Unión que no pertenecen a la OTAN; señala el objetivo de la EGUE de lograr un nivel adecuado de autonomía estratégica de la Unión y subraya que entre las dos organizaciones debe haber complementariedad en los medios; considera que la «autonomía estratégica» de la Unión debe reforzar la capacidad de Europa para promover la seguridad dentro y fuera de sus fronteras, así como reforzar la asociación con la OTAN y las relaciones transatlánticas;
34. Considera que la piedra angular de una cooperación estrecha y eficaz entre la Unión y la OTAN es la complementariedad y la compatibilidad de sus misiones y, por consiguiente, de sus inventarios de instrumentos; hace hincapié en que las relaciones entre las dos organizaciones deben seguir siendo cooperativas y no competitivas; opina que la Unión debe animar a los Estados miembros a que cumplan los objetivos fijados por la OTAN en materia de capacidad, para lo que es necesario un gasto para la defensa del 2 % del PIB como mínimo;
35. Subraya que la OTAN está mejor equipada para la disuasión y la defensa, y está preparada para la aplicación de la defensa colectiva (artículo 5 del Tratado de Washington) en caso de agresión contra uno de sus miembros, mientras que la PCSD se centra en estos momentos en el mantenimiento de la paz, la prevención de conflictos y el fortalecimiento de la seguridad internacional (artículo 42 del TUE) y la Unión dispone de medios adicionales para afrontar desafíos a la seguridad interna de los Estados miembros, incluida la subversión, que no están contemplados en el artículo 5; insiste, en este sentido, en que la cláusula de solidaridad del artículo 222 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea pretende garantizar la protección de las instituciones democráticas y la población civil en caso de ataque terrorista;
36. Acoge con satisfacción la reciente Declaración conjunta firmada por la Unión y la OTAN en Varsovia y apoya plenamente los ámbitos de colaboración mencionados en ella; lamenta que la Declaración se refiera a prácticas informales perfectamente establecidas, en lugar conferir una nueva dimensión a la cooperación entre la Unión Europea y la OTAN; subraya la necesidad de profundizar especialmente en la cooperación y de seguir complementando la creación de capacidades en relación con las amenazas híbridas y cibernéticas; acoge con satisfacción el objetivo declarado en la Hoja de Ruta de Bratislava de comenzar de inmediato a llevar a la práctica la Declaración;
37. Apoya plenamente una cooperación más reforzada en el ámbito de la seguridad y la defensa con otros socios institucionales, entre otros las Naciones Unidas, la Unión Africana y la OSCE, así como con los socios bilaterales estratégicos, en particular los Estados Unidos, en ámbitos como las amenazas híbridas, la seguridad marítima, la reacción rápida, la lucha contra el terrorismo y la seguridad cibernética;
Cooperación europea en materia de defensa
38. Considera que el desarrollo de una industria de defensa más sólida reforzaría la autonomía estratégica y la independencia tecnológica de la Unión; está convencido de que, para mejorar la posición de la Unión como proveedora de seguridad en la vecindad europea, son necesarias capacidades suficientes y adecuadas y una industria de defensa competitiva, eficiente y transparente que garantice una cadena de suministro sostenible; señala que el sector de la defensa europea se caracteriza por su fragmentación y duplicación, que deben corregirse gradualmente a través de un proceso que ofrezca incentivos y recompensas a todos los componentes nacionales y tenga en cuenta la perspectiva a largo plazo de un mercado de defensa integrado;
39. Lamenta que los Estados miembros no apliquen aún con el necesario compromiso el Marco de actuación para la cooperación sistemática y a largo plazo en materia de defensa, y que la iniciativa destinada a poner en común y compartir las capacidades no haya redundado en resultados tangibles; pide al Consejo que introduzca, con una periodicidad bianual, debates regulares en materia de defensa, con el fin de ofrecer una orientación estratégica e insuflar un impulso político a la cooperación entre la PCSD y la defensa europea;
40. Destaca la necesidad de seguir reforzando la cooperación en materia de ciberdefensa y de garantizar una plena resiliencia cibernética de las misiones de la PCSD; insta al Consejo a que incorpore la ciberdefensa como una parte integrante de sus debates en materia de defensa; considera que hay una gran necesidad de estrategias de ciberdefensa nacional; pide a los Estados miembros que hagan pleno uso de las medidas de creación de capacidades cibernéticas bajo la responsabilidad de la Agencia Europea de Defensa (AED), y que recurran a los servicios del Centro de Excelencia para la Ciberdefensa Cooperativa (CCDCOE) de la OTAN;
41. Señala que todos los Estados miembros tienen dificultades para mantener una gama amplia de capacidades de defensa plenamente operativas, especialmente a causa de las restricciones financieras; pide, por tanto, una mayor coordinación y opciones más claras acerca de las capacidades que podrían mantenerse, de tal manera que los Estados miembros puedan especializarse en unas capacidades determinadas;
42. Considera que la interoperabilidad es clave si se pretende que las fuerzas de los Estados miembros sean más compatibles y estén más integradas; destaca, por tanto, que los Estados miembros deben explorar la posibilidad de practicar la contratación conjunta de recursos de defensa; señala que el carácter proteccionista y cerrado de los mercados de defensa de la Unión lo hace más difícil;
43. Recuerda que una base tecnológica e industrial sólida de la defensa europea, que ofrezca facilidades para las pymes, es un puntal fundamental de la PCSD y un requisito indispensable para un mercado común que haría posible que la Unión Europea siga desarrollando su autonomía estratégica;
44. Lamenta constatar que los Estados miembros aplican en grados totalmente distintos la Directiva 2009/81/CE relativa a la contratación pública en los ámbitos de la defensa y la seguridad y la Directiva 2009/43/CE sobre la simplificación de los términos y las condiciones de las transferencias de productos relacionados con la defensa; pide, por consiguiente, a la Comisión Europea que aplique la nota de orientación sobre el artículo 346 y que asuma su función de guardiana de los Tratados iniciando procedimientos de infracción cuando se vulneren las directivas; insta a los Estados miembros a que mejoren los esfuerzos multinacionales en el lado de la demanda de la contratación de material de defensa, y pide a las industrias europeas, en el lado de la oferta, que refuercen su posición en el mercado global mejorando la coordinación y la consolidación industrial;
45. Manifiesta su inquietud ante el declive constante de los créditos para la investigación en el ámbito de la defensa en todos los Estados miembros, que supone un riesgo para la base industrial y tecnológica y, por ende, para la autonomía estratégica europea; pide a los Estados miembros que doten a sus ejércitos de equipamientos producidos por la industria europea de defensa y no por industrias competidoras;
46. Está convencido de que la mejora del cometido de la AED en la coordinación de programas, proyectos y actividades orientados en función de las capacidades redundaría en beneficio de una PCSD eficaz; considera que debe apoyarse plenamente a la AED en la realización de sus objetivos, en particular en relación con sus futuras prioridades y funciones en el contexto del plan de acción europeo de defensa y del programa europeo de investigación en materia de defensa; pide, por consiguiente, a los Estados miembros que revisen la organización, los procedimientos y las actividades de la Agencia, abriendo otras opciones de cooperación e integración; pide a los Estados miembros que impartan directrices a la AED para coordinar la revisión del Plan de Desarrollo de Capacidades, en línea con la EGUE y con la estrategia sectorial;
47. Destaca que la ciberseguridad es, por su propia naturaleza, un ámbito político en el que son fundamentales la cooperación y la integración, no solo entre los Estados miembros de la Unión, los principales socios y la OTAN, sino también entre los diferentes agentes de la sociedad, dado que no se trata únicamente de una responsabilidad militar; reclama directrices más claras sobre las modalidades de utilización de las capacidades defensivas y ofensivas de la Unión y los contextos en que se utilizarán; recuerda que el Parlamento Europeo ha pedido reiteradamente la revisión minuciosa de la reglamentación de la Unión relativa a las exportaciones de productos de doble uso para evitar que caigan en malas manos programas informáticos y otros sistemas que puedan utilizarse contra la infraestructura digital de la Unión y para violar los derechos humanos; pide a la Unión que defienda en los foros internacionales —incluidos, entre otros, los foros de gobernanza de internet— el principio de que la infraestructura central de internet debe ser una zona neutral en la que esté prohibida la injerencia de los gobiernos, que persiguen sus propios intereses nacionales;
48. Apoya las iniciativas de la Comisión relacionadas con la defensa, tales como el Plan de Acción de Defensa y la política industrial de defensa, que deberían emprenderse tan pronto como se haya presentado un Libro Blanco de la Unión Europea sobre seguridad y defensa; apoya una mayor participación de la Comisión en la defensa, a través de investigación, planificación y aplicación amplias y bien dirigidas; acoge con satisfacción la acción preparatoria para la investigación relacionada con la PCSD y pide la financiación adecuada del periodo restante del marco financiero plurianual actual (MFP); apoya el desarrollo de un programa de investigación de la Unión en materia de defensa dentro del próximo MFP (2021-2027);
49. Considera que un futuro programa de investigación en materia de defensa financiado por la Unión debería financiar proyectos de investigación de ámbitos prioritarios que habrán de acordar los Estados miembros, y que un fondo europeo de defensa podría apoyar la financiación de capacidades acordadas por los Estados miembros con un valor añadido de la UE reconocido;
50. Hace un llamamiento en favor de la reforma del Derecho europeo para que las industrias del ámbito de la defensa puedan beneficiarse de las mismas ayudas estatales que las industrias estadounidenses;
o o o
51. Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Presidente del Consejo Europeo, a la Vicepresidenta de la Comisión / Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, al Consejo, a la Comisión, a los Gobiernos y Parlamentos de los Estados miembros, al Secretario General de la OTAN, al Presidente de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, al Secretario General de las Naciones Unidas, al Presidente en ejercicio de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y al Presidente de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE.