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Procedimiento : 2021/2604(RSP)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : B9-0263/2021

Textos presentados :

B9-0263/2021

Debates :

PV 17/05/2021 - 23
CRE 17/05/2021 - 23

Votaciones :

PV 19/05/2021 - 12
PV 20/05/2021 - 4

Textos aprobados :

P9_TA(2021)0250

Textos aprobados
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Jueves 20 de mayo de 2021 - Bruselas
Aceleración de los avances y lucha contra las desigualdades para que el sida deje de ser una amenaza para la salud pública de aquí a 2030
P9_TA(2021)0250B9-0263/2021

Resolución del Parlamento Europeo, de 20 de mayo de 2021, sobre la aceleración de los avances y la lucha contra las desigualdades para que el sida deje de ser una amenaza para la salud pública de aquí a 2030 (2021/2604(RSP))

El Parlamento Europeo,

–  Vista la reunión de alto nivel de la Asamblea General de la Naciones Unidas sobre el VIH/sida, cuya celebración está prevista en Nueva York del 8 al 10 de junio de 2021,

–  Vista la «Declaración Política sobre el VIH y el SIDA: en la vía rápida para acelerar la lucha contra el VIH y poner fin a la epidemia del SIDA para 2030», aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 8 de junio de 2016,

–  Vista la Declaración política de la reunión de alto nivel sobre la cobertura sanitaria universal, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 18 de octubre de 2019,

–  Visto el informe 2020 de ONUSIDA titulado «Seizing the Moment – Tackling entrenched inequalities to end epidemics» (Aprovechando el momento: abordar las desigualdades arraigadas para poner fin a la epidemia),

–  Visto el informe anual de 2019 del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos titulado «Los derechos humanos en la respuesta al VIH»,

–  Vista la Declaración de Abuja, de 27 de abril de 2001, sobre el VIH/SIDA, la tuberculosis y otras enfermedades infecciosas relacionadas, la Posición Común Africana presentada en la Reunión de Alto Nivel de 2016 y el Marco Catalítico de 2016 para poner fin al sida, la tuberculosis y eliminar la malaria en África para 2030,

–  Vista la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobada en Nueva York en septiembre de 2015,

–  Vistos la Plataforma de Acción de Pekín, el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, y los resultados de las respectivas conferencias de revisión,

–  Vistas las Conclusiones del Consejo, de 26 de mayo de 2015, sobre igualdad de género en el desarrollo,

–  Visto el Plan de acción en materia de género de la UE (GAP) III para 2021--2025,

–  Visto el Plan de Acción de la Unión sobre Derechos Humanos y Democracia para 2020‑2024,

–  Visto el Consenso Europeo sobre Desarrollo: «Nuestro mundo, nuestra dignidad, nuestro futuro»,

–  Vistas sus Resoluciones, de 8 de julio de 2010, sobre un enfoque basado en los derechos en relación con la respuesta de la UE ante el VIH/sida(1) y, de 5 de julio de 2017, sobre la respuesta de la UE al VIH/sida, la tuberculosis y la hepatitis C(2),

–  Vista la pregunta a la Comisión sobre la aceleración de los avances y la lucha contra las desigualdades para que el sida deje de ser una amenaza para la salud pública de aquí a 2030 (O-000027/2021 – B9‑0015/2021),

–  Vistos el artículo 136, apartado 5, y el artículo 132, apartado 2, de su Reglamento interno,

–  Vista la propuesta de Resolución de la Comisión de Desarrollo,

A.  Considerando que casi 76 millones de personas se han infectado y casi 33 millones han muerto por causas relacionadas con el sida desde el inicio de la epidemia en 1981; que la epidemia de sida sigue siendo una crisis mundial y que un total de 38 millones de personas viven con el VIH; que 1,7 millones de personas contrajeron el VIH en 2019;

B.  Considerando que, en 2019, doce millones de personas que vivían con el VIH no tenían acceso a los tratamientos antirretrovirales que salvan vidas y casi 700 000 fallecieron en el mundo por causas relacionadas con el sida;

C.  Considerando que el acceso universal a los tratamientos antirretrovirales contra el VIH y la atención sanitaria reducen significativamente el riesgo de transmisión y han proporcionado a las personas que viven con el VIH una esperanza de vida casi normal y una calidad de vida comparable a la normal;

D.  Considerando que las desigualdades que favorecen la epidemia de VIH, incluida la violación de los derechos humanos y de la salud y los derechos sexuales y reproductivos, reconocidos en el contexto de la Plataforma de Acción de Pekín y el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, así como en los resultados de sus conferencias de revisión, han aumentado y se han agravado aún más por la COVID-19, lo mismo que la estigmatización y la discriminación;

E.  Considerando que los hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres, las personas transgénero, las que se inyectan drogas, los trabajadores del sexo y sus clientes y los presos (poblaciones clave) corren un mayor riesgo de exposición al VIH que otros grupos; que su participación es esencial en la respuesta al VIH;

F.  Considerando que 159 países tienen al menos una ley discriminatoria o punitiva que obstaculiza la respuesta al VIH; que la criminalización de las personas que viven con el VIH o que corren riesgo de contraerlo alimenta la estigmatización y la discriminación, lo que reduce la aceptación de los servicios de prevención y tratamiento y aumenta la incidencia del VIH;

G.  Considerando que la desigualdad de género, el acceso desigual a la educación y a los servicios y la información de salud sexual y reproductiva, así como la violencia sexual y de género, aumentan la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas al VIH, siendo las enfermedades relacionadas con el sida una de las principales causas de muerte entre las mujeres en edad reproductiva a escala mundial;

H.  Considerando que los métodos de prevención existentes no han hecho lo suficiente para detener la propagación del VIH, en particular entre las mujeres, que soportan una carga desproporcionada de la epidemia, sobre todo en el África subsahariana; que existe una necesidad de inversión en investigación e innovación para obtener nuevos y mejores instrumentos para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento del VIH y el sida, que incluyan herramientas sensibles a las cuestiones de género, y conseguir nuevas opciones de tratamiento para abordar la aparición de una resistencia del VIH a los medicamentos;

I.  Considerando que los jóvenes entre 15 y 27 años representan más de un tercio de todas las nuevas infecciones entre los adultos y que las muertes relacionadas con el sida están aumentando entre los adolescentes; que muchos jóvenes tienen un acceso limitado a la protección social, a la atención sanitaria sexual y reproductiva y a programas que les capaciten para protegerse del VIH;

J.  Considerando que una educación sexual integral y obligatoria en los sistemas escolares es esencial para prevenir la propagación del sida y de otras infecciones de transmisión sexual;

K.  Considerando que las personas en situaciones humanitarias difíciles y de entornos informales y frágiles, las personas con discapacidad, las poblaciones indígenas, las personas LGBTIQ+ y las poblaciones migrantes y móviles son vulnerables a la infección por el VIH y se enfrentan a retos únicos para acceder a los servicios relacionados con el VIH;

L.  Considerando que el África subsahariana sigue siendo la región más afectada, ya que representa el 57 % de todas las nuevas infecciones por VIH y el 84 % de las infecciones en niños (hasta los 14 años), con mucha mayor prevalencia en niñas que en niños y 4 500 niñas y jóvenes (entre 15 y 24 años) infectadas con VIH cada semana, así como 25,6 millones de personas que viven con el VIH;

M.  Considerando que la pandemia de COVID-19 plantea nuevos desafíos para la respuesta al sida y ha revertido algunos de los logros conseguidos hasta la fecha, ya que varios países no han alcanzado sus objetivos para 2020; que esto pone en peligro el logro del ODS de acabar con el sida como amenaza para la salud pública de aquí a 2030;

N.  Considerando que existe una necesidad de reforzar unos sistemas de salud resilientes y sostenibles como parte de la cobertura sanitaria universal, al tiempo que se preservan los beneficios de la respuesta al sida;

O.  Considerando que el logro del derecho a la salud necesita que se aborde la desigualdad en el acceso a los servicios y promover la calidad de vida y el bienestar de las personas que viven con el VIH o en riesgo de contraerlo a lo largo de toda la vida;

P.  Considerando que las comunidades y las respuestas dirigidas por las comunidades, que son fundamentales en la respuesta al VIH, siguen viéndose socavadas por una grave escasez de financiación, la reducción del espacio de la sociedad civil y la falta de un compromiso y una integración plenos en las respuestas nacionales;

Q.  Considerando que varios países en desarrollo de renta media tienen dificultades para importar o producir localmente versiones genéricas de medicamentos antirretrovirales debido a la protección de las patentes; que las empresas farmacéuticas multinacionales cada vez más excluyen a los países en desarrollo de renta media de las donaciones, los precios reducidos y las licencias voluntarias, lo que dificulta su capacidad para acceder a medicamentos genéricos asequibles;

R.  Considerando que el derecho humano a la salud prevalece sobre las normas relativas a los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio (ADPIC); que la Declaración de DOHA sobre el Acuerdo sobre los ADPIC y la salud pública afirma el derecho de los países en desarrollo a hacer un uso pleno de las disposiciones sobre flexibilidad del Acuerdo sobre los ADPIC para proteger la salud pública y, en particular, proporcionar acceso a los medicamentos para todos;

S.  Considerando que el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, creado a raíz de la emergencia mundial del VIH/sida, ha desempeñado un papel importante en el contexto de la lucha contra el VIH/sida;

1.  Subraya la importancia de llegar a un resultado positivo en la reunión de alto nivel sobre el VIH/sida en las Naciones Unidas que se celebrará del 8 al 10 de junio de 2021; pide que el Consejo contribuya a la adopción de un conjunto de compromisos ambiciosos y con visión de futuro en la declaración política;

2.  Reafirma que toda persona tiene derecho a disfrutar del más alto nivel posible de salud, así como a la igualdad que propicie una vida digna;

3.  Elogia el papel de la Unión en la respuesta multisectorial mundial al sida y pide a la Comisión que aborde el sida como una crisis de salud pública mundial y acelere todos los esfuerzos para alcanzar los objetivos de 2025, también aumentando las inversiones en ONUSIDA y en el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria;

4.  Insiste en que es esencial dotar al Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria de medios suficientes para que pueda realizar aportaciones decisivas a la lucha contra el VIH/sida;

5.  Subraya que la respuesta mundial al sida requiere un enfoque multisectorial y una cooperación multinivel que demuestren ser oportunos, equilibrados, inclusivos, colaborativos e innovadores;

6.  Pide a la Comisión que garantice que la programación del IVDCI respalde los esfuerzos de los países socios para crear sistemas de salud sólidos y resilientes, con investigación sanitaria y sistemas reguladores y sistemas comunitarios de salud, capaces de ofrecer una cobertura sanitaria universal sensible al VIH;

7.  Pide que el Servicio Europeo de Acción Exterior, la Comisión y los Estados miembros utilicen la ejecución del Plan de Acción de la Unión sobre Derechos Humanos y el Plan de acción en materia de género III para abordar los factores de derechos humanos y desigualdad de género del VIH/sida, dando prioridad a la lucha contra la estigmatización y la discriminación, la violencia sexual y de género, la criminalización de las relaciones homosexuales y otras leyes y políticas punitivas y discriminatorias, con el fin de contribuir a establecer un acceso universal a la salud y los derechos sexuales y reproductivos, el acceso a una educación de calidad, incluida una educación sexual integral, un acceso equitativo y asequible a la atención sanitaria, un acceso al mercado de trabajo y la participación de las comunidades afectadas en todos los ámbitos de la vida pública;

8.  Pide a la Comisión y a los Estados miembros que trabajen con los países socios para integrar la educación sexual integral obligatoria en sus planes nacionales de educación, con el fin de impedir la propagación del sida y de otras enfermedades de transmisión sexual, especialmente en países con altas tasas de infección;

9.  Recuerda que la salud es una condición necesaria para el desarrollo humano; pide que la Comisión dé prioridad a la salud como parte de la Estrategia de la UE para África, lo que implica movilizar fondos públicos adicionales para garantizar una cobertura sanitaria universal, incluidos la salud y los derechos sexuales y reproductivos, el VIH, la tuberculosis y la malaria, así como centrarse en la investigación y el desarrollo en materia de salud a nivel mundial, el refuerzo de la colaboración entre la Unión y África para la investigación y la innovación en materia de salud, y el impulso conjunto de la capacidad de producción de productos y equipos sanitarios, así como de medicamentos en África y Europa; subraya que la ayuda al desarrollo debe dedicarse ante todo a prestar una cobertura universal transversal del sistema sanitario mediante un enfoque integral y basado en los derechos, lo que supone abordar plenamente el carácter multidimensional de la salud (estrechamente relacionada con el género, la seguridad alimentaria y la nutrición, el agua y el saneamiento, la educación y la pobreza) en consonancia con el concepto «Una sola salud»; pide, en particular, la promoción de inversiones en derechos integrados relacionados con el VIH y en salud y derechos sexuales y reproductivos, con especial atención a las mujeres y las niñas, los trabajadores del sexo, las personas transgénero, las personas que se inyectan drogas, los presos y otros grupos vulnerables;

10.  Pide a la Comisión que aborde la cobertura lamentablemente baja del tratamiento para los menores que viven con el VIH, así como que garantice el acceso a los servicios relacionados con el VIH para las mujeres embarazadas y las madres lactantes, con el fin de evitar la transmisión del VIH entre madre e hijo;

11.  Pide a los Estados miembros y a la Comisión que garanticen el nivel de gasto y la movilización de recursos necesarios para alcanzar los objetivos de 2025 en todos los Estados miembros;

12.  Pide a la Comisión que trabaje con los Estados miembros y los socios para dar prioridad a un enfoque integrado de la seguridad sanitaria mundial que incorpore la lucha contra las pandemias existentes, como el VIH, y contra las emergentes como parte de una agenda de cobertura sanitaria universal;

13.  Pide a la Comisión y a los Estados miembros que asuman un protagonismo decidido en el diálogo con los países en desarrollo socios de la Unión, incluidos los países vecinos, asegurando la puesta en práctica de planes para una transición sostenible hacia modelos de financiación nacionales a fin de garantizar la eficacia, la continuidad y la posibilidad de ampliación de los programas de lucha contra el VIH tras la retirada del apoyo de los donantes internacionales; pide a la Comisión y al Consejo que sigan colaborando estrechamente con estos países para velar por que se responsabilicen de su respuesta al VIH y la asuman como propia;

14.  Pide que la Unión establezca una estrategia global de la Unión de vacunación contra la COVID-19, clara y coherente, centrada en garantizar un acceso equitativo, asequible y oportuno a la vacunación para la población de los países en desarrollo, en particular para las personas pertenecientes a grupos vulnerables y de alto riesgo, incluidas las personas infectadas con el VIH/sida; pide, por tanto, a la Unión que apoye la iniciativa presentada por India y Sudáfrica ante la Organización Mundial del Comercio sobre una exención temporal de los derechos de propiedad intelectual sobre las vacunas, los equipos y los tratamientos destinados a la lucha contra la COVID-19, e insta a las empresas farmacéuticas a que intercambien sus conocimientos y datos a través del Acceso Mancomunado a Tecnología contra la COVID-19 (C-TAP) de la Organización Mundial de la Salud;

15.  Pide a la Comisión y a los Estados miembros que garanticen que la respuesta mundial a la COVID-19 incluya las lecciones aprendidas de la lucha contra el VIH, entre ellas: proteger los derechos humanos y abordar la estigmatización y la discriminación, en particular entre las poblaciones clave y otras poblaciones vulnerables; luchar contra las barreras de género en la salud; apoyar a los profesionales e investigadores sanitarios, especialmente en entornos con escasos recursos; implicar a las comunidades en la respuesta; y asignar equitativamente los recursos limitados y los nuevos instrumentos de modo que no se deje a nadie atrás;

16.  Insta a la Unión a que establezca una estrategia mundial integral y una hoja de ruta para la consecución de los ODS, incluidos los relacionados con la salud y los objetivos de reducción del VIH/sida; señala que esta estrategia debe tener especialmente en cuenta el impacto de la COVID-19, ya que la consecución de los ODS es esencial para garantizar nuestra preparación para futuras pandemias y otras perturbaciones, también para los sistemas sanitarios; pide una estrategia global de salud de la Unión, eficaz y a largo plazo; insiste en que la Comisión debe redoblar sus esfuerzos e intensificar su trabajo para contar con programas sanitarios mundiales dirigidos a los sistemas sanitarios de los países en desarrollo;

17.  Pide a la Comisión que trabaje con los Estados miembros y los socios para respaldar servicios que respondan a las necesidades de las poblaciones clave y otras poblaciones prioritarias que se enfrentan a desafíos particulares para acceder a los servicios relacionados con el VIH, también prestando a los jóvenes servicios de salud sexual y reproductiva adaptados para ellos;

18.  Pide a la Comisión que trabaje con los Estados miembros y los socios para facilitar y favorecer un mayor compromiso con la prestación de tratamientos contra el VIH en todas las zonas de conflicto y la eliminación de la discriminación contra los refugiados relacionada con el VIH, especialmente en lo que se refiere a la igualdad en el acceso a tratamientos antirretrovirales y servicios de salud en los países de acogida;

19.  Pide a la Comisión que trabaje con los Estados miembros y los socios para aumentar el apoyo a la protección social, incluida la seguridad alimentaria y la nutrición para las poblaciones vulnerables, en particular la personas con discapacidad, las personas mayores que viven con el VIH y los huérfanos a causa del sida;

20.  Pide a la Comisión que trabaje con los Estados miembros y los socios para apoyar e invertir en el compromiso de la comunidad y en respuestas comunitarias como elementos clave de una respuesta eficaz al VIH/sida y de la lucha contra la estigmatización y la discriminación relacionadas con el VIH/sida, así como para integrar la prevención y el tratamiento del VIH en otras ofertas locales de servicios sanitarios como punto de entrada para la información, la comunicación y la formación sobre el VIH;

21.  Pide a la Comisión y a los Estados miembros que promuevan inversiones en la recogida de datos en tiempo real y una base de datos sólida de candidatos para un diagnóstico con perspectiva de género, terapias y vacunación asequibles y accesibles contra el VIH y otras enfermedades infecciosas relacionadas con la pobreza y desatendidas, y que refuercen las capacidades y la cooperación interregional en ciencia, investigación e innovación; insta a la Unión a que ofrezca un apoyo particular a los países en desarrollo, especialmente a los menos desarrollados, para la aplicación efectiva de las flexibilidades que ofrece el Acuerdo sobre los ADPIC para la protección de la salud pública, en particular en materia de licencias obligatorias e importaciones paralelas, y a que optimice la utilización de mecanismos voluntarios de concesión de licencias y de intercambio de tecnología para cumplir los objetivos de salud pública, insistiendo en que las empresas farmacéuticas multinacionales incluyan a los países en desarrollo de renta media en dichos mecanismos y ofrezcan tratamientos asequibles contra el VIH en esos países; alienta, en términos más generales, la disociación entre el gasto en investigación y desarrollo y el precio de los medicamentos, por ejemplo, mediante el uso de consorcios de patentes, investigación de código abierto, subvenciones y ayudas, con objeto de garantizar una accesibilidad sostenida, la asequibilidad, la disponibilidad y el acceso al tratamiento para todos los que lo necesiten;

22.  Pide a la Comisión que se oponga a la inclusión de medidas ADPIC-plus en los acuerdos de libre comercio con países en desarrollo de renta media, a fin de garantizar que todos los tratamientos antirretrovirales del VIH sean asequibles, respetando plenamente la Declaración de Doha sobre los ADPIC y la salud pública;

23.  Encarga a su presidente que transmita la presente Resolución al Consejo, a la Comisión, a los Gobiernos y a los Parlamentos de los Estados miembros, al presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas y a ONUSIDA.

(1) DO C 351 E de 2.12.2011, p. 95.
(2) DO C 334 de 19.9.2018, p. 106.

Última actualización: 9 de septiembre de 2021Aviso jurídico - Política de privacidad