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Procedimiento : 2020/2113(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A9-0256/2022

Textos presentados :

A9-0256/2022

Debates :

PV 22/11/2022 - 22
CRE 22/11/2022 - 22

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PV 23/11/2022 - 4.7
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P9_TA(2022)0408

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Miércoles 23 de noviembre de 2022 - Estrasburgo
Promoción de la estabilidad y la seguridad en la región de Oriente Próximo en sentido amplio
P9_TA(2022)0408A9-0256/2022

Resolución del Parlamento Europeo, de 23 de noviembre de 2022, sobre la promoción de la estabilidad y la seguridad en la región de Oriente Próximo en sentido amplio (2020/2113(INI))

El Parlamento Europeo,

–  Visto el Tratado de la Unión Europea, y en particular sus artículos 8 y 21,

–  Vista la Posición Común 2008/944/PESC del Consejo, de 8 de diciembre de 2008, por la que se definen las normas comunes que rigen el control de las exportaciones de tecnología y equipos militares(1),

–  Vista su Resolución, de 17 de febrero de 2022, sobre la aplicación de la política común de seguridad y defensa – Informe anual 2021(2),

–  Visto el informe del alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, de 16 de junio de 2021, titulado «Informe sobre la PESC – Nuestras prioridades para 2021»,

–  Vista la Declaración conjunta entre la Unión Europea y el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (OOPS), de 17 de noviembre de 2021, sobre la ayuda europea al OOPS (2021-2024),

–  Vistas la Comunicación conjunta del alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y de la Comisión, de 18 de mayo de 2022, sobre una asociación estratégica con el Golfo (JOIN(2022)0013), y las Conclusiones del Consejo, de 20 de junio de 2022, al respecto,

–  Vista la Resolución 66/290 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de 10 de septiembre de 2012, titulada «Seguimiento del párrafo 143, relativo a la seguridad humana, del Documento Final de la Cumbre Mundial 2005»,

–  Vista la Resolución 1325 (2000) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, de 31 de octubre de 2000, sobre las mujeres, la paz y la seguridad,

–  Vista la Resolución 70/1 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de 25 de septiembre de 2015, titulada «Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible»,

–  Vistos los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas,

–  Vista su Resolución, de 23 de octubre de 2020, sobre la igualdad de género en la política exterior y de seguridad de la Unión(3),

–  Visto el artículo 54 de su Reglamento interno,

–  Visto el informe de la Comisión de Asuntos Exteriores (A9-0256/2022),

A.  Considerando la gran heterogeneidad de los países de la región de Oriente Próximo en sentido amplio a la que se hace referencia en el presente informe, que abarca la zona situada entre el mar Mediterráneo y el golfo Pérsico; que esta región resulta estratégica para la Unión dada su posición geográfica y sus vínculos comunes y requiere un enfoque a largo plazo y una política coordinada, teniendo en cuenta los objetivos de la Unión de promover los valores de paz, seguridad y protección de los derechos humanos en estricto cumplimiento del Derecho internacional; que la estabilidad y la seguridad de Europa y de la región de Oriente Próximo en sentido amplio son interdependientes, y que la situación respecto a la seguridad en la región se caracteriza actualmente por conflictos en curso con una marcada dimensión tanto regional como extrarregional, y es frágil y muy preocupante;

B.  Considerando que en la región de Oriente Próximo se han extendido estallidos de inestabilidad, que son consecuencia de tensiones geopolíticas estructurales y de persistentes factores internos, como los retos en materia de desarrollo socioeconómico, la deficiente gobernanza y el radicalismo religioso; que numerosos países en la región de Oriente Próximo en sentido amplio se han enfrentado a guerras, inestabilidad y crisis sociales y financieras; que las organizaciones terroristas se han aprovechado de la inestabilidad y de la situación en materia de seguridad y han provocado la muerte de numerosos civiles; que, en este convulso contexto, y en vista de las relaciones históricas y de vecindad, la Unión puede desempeñar un papel clave a la hora de contribuir a la estabilización de esta región; que la Unión, como actor internacional, debe poder autoafirmarse como socio constructivo, apoyándose en sus capacidades de mediación para contribuir a la estabilización y la prosperidad de los países de Oriente Próximo;

C.  Considerando que la influencia y el papel de los distintos Estados miembros de la Unión en la región son muy dispares, debido a sus vínculos históricos, culturales y socioeconómicos específicos; que todos los Estados miembros de la Unión comparten los objetivos comunes de seguridad y estabilidad, además de promover los derechos humanos y la democracia; que estas diferencias a veces pueden dar lugar a percepciones contradictorias o en conflicto en los países de la región, así como a estrategias contrapuestas enormemente perjudiciales de cara al logro, por parte de la Unión, de un enfoque más coherente y eficaz; que la política de la Unión se ha centrado cada vez más en las cuestiones de la migración y el asilo, así como en la lucha contra el terrorismo; que, asimismo, es necesario centrarse en las causas subyacentes de la inestabilidad para ofrecer estrategias y soluciones a largo plazo para los retos comunes;

D.  Considerando que numerosas rivalidades estatales, étnicas y religiosas intensas presentes en el golfo Pérsico probablemente no solo perpetuarán crisis actuales, como la de Yemen, sino que también pueden extender la inestabilidad por toda la región;

E.  Considerando que los conflictos no resueltos en Libia y Siria constituyen un motivo de gran preocupación y obstaculizan la estabilidad de toda la región; que terceros actores, como Irán y Rusia, así como Turquía en el caso de Siria, están presentes en estos países y que están implicados en estos conflictos grupos militares y paramilitares, como el Grupo Wagner de Rusia; que Yemen se encuentra en plena crisis política y humanitaria prolongada, que se ha visto agravada por la guerra, y que ha habido un flujo constante de armas hacia el país; que el 80 % de la población, 24,1 millones de personas, necesita ayuda humanitaria y protección; que la guerra de Yemen constituye actualmente la mayor crisis humanitaria del mundo; que en Irak y el Líbano hay conflictos sociales y políticos en curso en el marco de los cuales diversas potencias regionales están tratando de influir en la población local para aumentar el alcance de su control; que estos conflictos pueden seguir intensificándose; que la actual ocupación israelí de territorios palestinos sigue siendo fuente de inestabilidad; que los conflictos en la región han afectado a las vidas de millones de refugiados que se han visto obligados a abandonar sus países, entre ellos unos catorce millones de palestinos(4), siete millones de sirios(5), dos millones de iraquíes(6) y 1,7 millones de yemeníes(7);

F.  Considerando que el OOPS sigue contribuyendo a la estabilidad y la paz regionales; que su financiación no es suficiente para cumplir su mandato, que es fundamental para el desarrollo humano de algunos de los refugiados más vulnerables del mundo y la ayuda humanitaria para estos, y que, por tanto, el apoyo continuado de la Unión al OOPS constituye un elemento clave de la estrategia de la Unión para contribuir a promover la seguridad, la estabilidad y el desarrollo en la región;

G.  Considerando que los Estados Unidos, a pesar de darle baja prioridad a la región, siguen desempeñando un papel importante, en particular a través de una presencia militar y de seguridad directa, que se ha ido reduciendo, pero sigue teniendo un papel determinante en varios países; que Rusia ha surgido como actor militar en la región a raíz de su intervención en 2015 en apoyo del régimen de Siria;

H.  Considerando que, el 15 de septiembre de 2020, los Emiratos Árabes Unidos y Baréin acordaron normalizar sus relaciones diplomáticas con Israel firmando los denominados Acuerdos de Abraham;

I.  Considerando que la cumbre celebrada el 27 y el 28 de marzo de 2022 entre Israel, los Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Egipto y Marruecos, con el objetivo de crear un nuevo enfoque regional en materia de seguridad y reforzar su cooperación, a la que también asistió el secretario de Estado de los Estados Unidos, allanó el camino para un nuevo enfoque regional en materia de seguridad; que, desde 2011, Irán ha ganado influencia en la región de forma considerable; que, en la cumbre anual del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) celebrada en Al-Ula en 2021, Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Baréin pusieron fin a su boicot a Qatar tras casi cuatro años; que, en 2021, las negociaciones entre Arabia Saudí e Irán y los diálogos de alto nivel entre Irán y los Emiratos Árabes Unidos contribuyeron a la desescalada en la región;

J.  Considerando que tanto Ucrania como Rusia se encuentran entre los principales exportadores de cereales y fertilizantes para productos agrícolas para numerosos países en la región que son muy dependientes y vulnerables; que la guerra de Rusia en Ucrania y su bloqueo del cereal de Ucrania está causando escasez de trigo y cereales, y podría empujar a hasta 49 millones de personas a condiciones similares a la hambruna; que las perturbaciones relacionadas con la guerra están disparando los precios de los alimentos, que ya iban en aumento, y agravando la pobreza;

K.  Considerando que los Estados miembros de la Unión siguen exportando armas a países de la región; que la Unión ha fijado una posición común que establece normas comunes que rigen el control de las exportaciones de tecnología y equipos militares(8);

L.  Considerando que los países de la región son socios comerciales clave para la Unión y que hay importantes vínculos económicos entre ambas partes; que la crisis energética mundial actual, agravada por la guerra de Rusia en Ucrania, ha dado lugar a un mayor contacto con el CCG y otros países de la región en relación con la importación de recursos energéticos a la Unión; que hay potencial para reforzar la cooperación en otros ámbitos, como la transición ecológica, la mitigación del cambio climático y la adaptación a este, el turismo, la mejora de la gobernanza, la educación, la cultura y los derechos humanos; que la Comunicación conjunta sobre una asociación estratégica con el Golfo esbozó múltiples ámbitos de interés común entre la Unión, el CCG y otros países del Golfo; que los países árabes del Golfo han aumentado su ayuda internacional humanitaria y al desarrollo;

M.  Considerando que la región de Oriente Próximo en sentido amplio se encuentra entre las regiones del mundo más afectadas por el cambio climático, con un aumento de temperaturas con un ritmo el doble de rápido que la media mundial; que los países de la región se enfrentan a múltiples retos medioambientales, como la desertización, la pérdida de biodiversidad, la contaminación en las zonas marinas y costeras, la contaminación atmosférica y problemas de escasez de agua y de su calidad, que se agravarán con el cambio climático; que la frecuencia e intensidad de las tormentas de arena están aumentando sin tregua en la región; que la escasez de agua, la desertización y la inseguridad alimentaria provocadas por el clima ponen en peligro la seguridad humana y pueden agravar los conflictos existentes o desencadenar otros nuevos en la región; que es necesario un contacto más estrecho con los socios en la región en el contexto de la actual crisis energética mundial y de la guerra de agresión rusa contra Ucrania; que hay potencial para reforzar la cooperación en otros ámbitos, como la transición ecológica, la mejora de la gobernanza y los derechos humanos; que el Pacto Verde Europeo puede crear canales de cooperación constructiva entre la Unión y los países de la región; que la Unión tendrá que importar energía renovable para cumplir sus objetivos climáticos; que, en el contexto de los esfuerzos a escala mundial por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y desinvertir en los combustibles fósiles, los países de la región de Oriente Próximo en sentido amplio deben diversificar sus economías, que dependen en gran medida de la extracción y el comercio de hidrocarburos; que, en octubre de 2021, los Emiratos Árabes Unidos se comprometieron a alcanzar la neutralidad climática para 2050, Arabia Saudí se comprometió a alcanzar la neutralidad climática a nivel nacional para 2060 y Qatar se comprometió a lograr una reducción del 25 % de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030;

N.  Considerando que los problemas asociados a una gobernanza no inclusiva y las violaciones del Estado de Derecho, los derechos humanos y las libertades fundamentales, así como el terrorismo, la corrupción y la injerencia extranjera en la región, son preocupantes y constituyen fuentes importantes de inestabilidad e inseguridad; que el encarcelamiento o la tortura de representantes pacíficos de la oposición política, defensores de los derechos humanos y activistas sociales en una serie de países en toda la región se ha multiplicado en respuesta a aspiraciones democráticas legítimas y está allanando el camino para un recrudecimiento del conflicto; que, según una serie de informes, en 2021 se registraron 520 ejecuciones en siete países (Arabia Saudí, Egipto, los Emiratos Árabes Unidos, Irán, Irak, Siria y Yemen), lo que representa un incremento del 19 % con respecto a 2020; que la corrupción profundamente arraigada repercute negativamente en el empleo, el crecimiento y el desarrollo y pone en riesgo la capacidad de los Estados para cumplir su obligación de promover, respetar y proteger los derechos humanos de las personas en sus jurisdicciones; que los índices más elevados de desempleo juvenil en el mundo y el encarcelamiento o la tortura de representantes de la oposición política y activistas sociales en toda la región dan pábulo a la tensión y el conflicto;

O.  Considerando que las definiciones de estabilidad y seguridad están directamente relacionadas con el desarrollo democrático y el respeto del Estado de Derecho; que investigaciones recientes(9) sobre economía política confirman que existe un efecto positivo de la democracia, significativo desde el punto de vista económico y estadístico, en el futuro PIB per cápita, y sugieren que el PIB a largo plazo aumenta en torno a un 20-25 % en los veinticinco años siguientes a un proceso de democratización; que la restricción del pluralismo de los medios de comunicación y de la libertad de prensa ha desestabilizado aún más la región al aumentar el fomento de la violencia y demonizar todas las voces de la oposición;

P.  Considerando que, según UNICEF, los niños y los jóvenes (de 0 a 24 años) en la región de Oriente Próximo y Norte de África representan actualmente casi la mitad de la población de dicha región; que, según la Arab Youth Survey (encuesta sobre la juventud árabe) de 2021, se considera que el aumento del coste de la vida y otras cuestiones relacionadas con la vida cotidiana se encuentran entre los principales obstáculos a los que se enfrenta la región, ya que más de un tercio de los jóvenes árabes tienen dificultades económicas para salir adelante; que cientos de niños europeos llevan más de cuatro años retenidos en los campos de detención de Al-Hol y Al-Roj;

Q.  Considerando que las directrices de la Unión sobre derechos humanos, incluidas las directrices de la Unión sobre la violencia contra la mujer y la promoción de los derechos de la mujer y la igualdad de género, deben reforzarse y ocupar un lugar central en la estrategia de la Unión para la región; que se están violando sistemáticamente los derechos humanos de las mujeres y que se sigue acosando, intimidando, deteniendo y encarcelando en la región a activistas por los derechos de la mujer, o bien se les está prohibiendo viajar; que todavía prevalecen los asesinatos «por cuestiones de honor» en numerosos países de la región de Oriente Próximo en sentido amplio, y numerosas mujeres siguen cautivas en sus matrimonios; que la inclusión plena de las mujeres en la prevención y resolución de conflictos ha demostrado ser beneficiosa para promover la seguridad y la estabilidad a nivel mundial; que, en los últimos años, en el CCG se ha dedicado especial atención a aumentar la representación de las mujeres en la población activa, así como en los municipios y los Parlamentos;

R.  Considerando que las personas LGBTI siguen siendo víctimas de represión y violencia en toda la región y que la pena de muerte todavía está vigente en numerosos países de la región;

S.  Considerando que las minorías religiosas y étnicas, incluidos los cristianos, siguen siendo perseguidas en muchos países de Oriente Próximo y que debe garantizarse su pleno disfrute de sus derechos y libertades;

T.  Considerando que los recientes acontecimientos en Irán han provocado un agravamiento de la crisis de derechos humanos ya existente; que, tras la muerte de Mahsa Amini, se han producido protestas masivas en todo el país y que las autoridades iraníes han reaccionado con medidas represivas inaceptables, en particular dirigidas a las mujeres que protestan contra los abusos y la discriminación sistémica;

Situación actual

1.  Recalca que la situación actual en la región de Oriente Próximo en sentido amplio se caracteriza por la persistencia de los conflictos en curso, incluidos los devastadores conflictos sustitutivos con una dimensión regional y las crisis con múltiples orígenes, lo que hace que el desarrollo de una estrategia europea global sea especialmente complejo, ya que toda contribución debe ser multidimensional y adaptarse a las especificidades de cada situación, manteniendo al mismo tiempo una dimensión regional e internacional coherente; subraya que toda intervención de los Estados miembros de la Unión o de otras partes exteriores, en particular Rusia, debe tener como objetivo la resolución de los conflictos y el aumento de la seguridad y la estabilidad; observa que, además de los conflictos en curso, existen otros latentes que la Unión debe tener en cuenta a la hora de definir su estrategia a largo plazo para abordar las causas subyacentes de la inestabilidad en la región;

2.  Acoge con satisfacción los esfuerzos de la Unión por promover la democracia, el Estado de Derecho, los derechos humanos, el desarrollo económico y las libertades fundamentales en la región de Oriente Próximo y pide a la Unión que siga alentando el emprendimiento de reformas políticas y económicas por cada país;

3.  Recalca que la Unión promueve una agenda para la paz y la estabilidad, y está dispuesta a cooperar estrechamente y a poner en común métodos, experiencias y buenas prácticas en materia de prevención de conflictos, mediación y lucha contra el terrorismo, tanto a nivel bilateral como regional;

4.  Subraya que la Unión tiene sus propios intereses en relación con Oriente Próximo como región que merece especial atención por lo que concierne a la seguridad de la Unión y de sus ciudadanos, a saber: promover la paz, la estabilidad y la desescalada de las tensiones en la región en sentido amplio, luchar contra el cambio climático, cooperar en la producción de energía limpia, promover y aplicar el multilateralismo, promover el respeto de los derechos humanos, el Estado de Derecho y la buena gobernanza, favorecer la prosperidad, satisfacer las crecientes necesidades en materia humanitaria y de desarrollo mundial, y promover la salud mundial; subraya que la seguridad en la Unión es interdependiente con la seguridad en Oriente Próximo y que los instrumentos de financiación de la Unión, como el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz y el Instrumento de Vecindad, Cooperación al Desarrollo y Cooperación Internacional – Europa Global, así como la ayuda humanitaria y las operaciones dirigidas a la región, deben suponer una importante contribución a la estabilidad y la prosperidad de la región; destaca la responsabilidad de las autoridades competentes de la Unión a la hora de seguir garantizando la rendición de cuentas y la transparencia financieras sobre la base de la metodología para la gestión del rendimiento y el sistema de información existentes, y que no puede desviarse financiación de la Unión hacia organizaciones o actividades terroristas;

5.  Subraya que los actores mundiales o regionales, algunos de los cuales no supeditan su ayuda a los principios de buena gobernanza que promueve la Unión, están redoblando sus esfuerzos cada vez más, en particular en la esfera militar de sus relaciones con los países africanos, y están socavando los mecanismos multilaterales que son indispensable para mantener la paz;

6.  Observa que la región ha experimentado cambios históricos desde la Primavera Árabe de 2011; subraya, no obstante, que la inestabilidad posterior a esta se ha debido, entre otras cosas, a la decisión de determinados regímenes autoritarios de recurrir a la violencia contra las protestas pacíficas y las críticas; considera que el aumento de la polarización es contraproducente para los objetivos de la Unión en materia de estabilidad y seguridad; pide a la Unión que fomente el multilateralismo y la integración regional en la región de Oriente Próximo en sentido amplio a través de la asociación institucional entre la Unión y el CCG y de la colaboración euromediterránea, y en particular unas sólidas relaciones interparlamentarias; anima a la Unión, al mismo tiempo, a que intensifique sus negociaciones y asociaciones bilaterales con todas las partes interesadas firmemente comprometidas con llevar a la región la paz y la estabilidad;

7.  Destaca el importante papel que podría desempeñar la Unión a la hora de cooperar estrechamente con los socios en la región, en particular la sociedad civil, las voces pacíficas de la oposición, los sindicatos y la comunidad empresarial, a nivel bilateral, regional e internacional, a fin de contribuir a dar una respuesta colectiva para lograr la estabilización y el desarrollo, lo que es fundamental para fomentar la estabilidad; elogia, en este sentido, los esfuerzos de los actores regionales, como Irak, Kuwait, Omán y Qatar, encaminados a promover un compromiso diplomático intrarregional constructivo, también a través de iniciativas como la Conferencia de Bagdad de 2021 para la Cooperación y la Asociación y las negociaciones para la normalización de las relaciones entre Irán y Arabia Saudí auspiciadas por Irak; pide a la Unión que apoye en lo posible estos esfuerzos diplomáticos y que fomente la responsabilización y la responsabilidad regionales orientadas a la desescalada de las tensiones; pide, por tanto, que se refuerce la cooperación con las organizaciones regionales, como el CCG y la Liga Árabe;

8.  Acoge con satisfacción la Comunicación conjunta sobre una asociación estratégica con el Golfo para promover una amplia cooperación con los países del CCG en diferentes ámbitos; considera que la Comunicación constituye un paso importante hacia el reconocimiento del papel de los países árabes del Golfo en la región y para sentar nuevas bases para las relaciones interregionales entre la Unión y el Golfo; considera que la Comunicación se habría beneficiado del desarrollo de políticas destinadas a superar la actual falta de confianza entre las distintas partes interesadas en el Golfo, incluidos el CCG, Irak e Irán; considera que la Unión debe respaldar una cooperación entre los actores regionales orientada a abordar problemas concretos en lo que respecta a los retos comunes, como el cambio climático, las catástrofes naturales, el comercio y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, como medio para reforzar la confianza en la región; elogia el esencial papel de la cooperación en materia de transición ecológica, pero lamenta la falta de un compromiso más crítico en vista del pobre historial en materia de derechos humanos y la problemática política exterior y de seguridad de los países en cuestión; invita a la Unión y a sus Estados miembros a que insistan en que una asociación más estrecha con los países del Golfo debe estar vinculada a índices de referencia claros en materia de derechos humanos para el progreso, en particular relativos a la rendición de cuentas por los crímenes de guerra en Yemen, los derechos de las mujeres, la libertad de expresión y de asociación, la puesta en libertad de los defensores de los derechos humanos, una moratoria de la pena de muerte, los derechos de los trabajadores migrantes y la armonización en los foros internacionales; acoge con satisfacción la propuesta de la Comunicación conjunta de intensificar la colaboración de la Unión con los países del Golfo en lo que respecta a la financiación de la ayuda internacional humanitaria y al desarrollo; pide a la Comisión que anime a los donantes del Golfo a destinar una parte mayor de su ayuda humanitaria y al desarrollo a través de instituciones multilaterales(10), ya que su ayuda es principalmente bilateral y únicamente se destina entre el 1 % y el 6 % de la ayuda a instituciones multilaterales; recomienda a la Comisión que ofrezca a los países correspondientes asistencia a la hora de reconsiderar sus objetivos de ayuda, así como que mejoren la cooperación y la coordinación tanto entre ellos como entre ellos y la Unión;

9.  Condena los violentos ataques que se están perpetrando contra el pueblo de Yemen desde 2015, causantes de miles de muertes, la destrucción de infraestructuras civiles clave y la hambruna generalizada; recuerda que el conflicto de Yemen no se puede dirimir con una solución militar y que la crisis solo puede resolverse de manera sostenible mediante un proceso de negociación integrador dirigido por Yemen y desarrollado bajo su responsabilidad en el que participen todas las partes de la sociedad yemení y todas las partes en el conflicto; pide a los Estados miembros de la Unión que suspendan la exportación de armas utilizadas en la guerra de Yemen, habida cuenta del grave riesgo de violaciones del Derecho internacional humanitario o del Derecho humanitario; condena el suministro de importantes volúmenes de armas y componentes por parte de personas y entidades iraníes al movimiento hutí; acoge con satisfacción el anuncio de tregua auspiciado por las Naciones Unidas de abril de 2022 en Yemen entre la coalición liderada por Arabia Saudí y los rebeldes hutíes respaldados por Irán, así como su renovación de junio de 2022; insiste en que la tregua debe constituir el primer paso en la preparación del terreno para unas negociaciones de paz creíbles entre las partes yemeníes, que deberían conducir al fin de la guerra y de una de las mayores catástrofes humanitarias del mundo; destaca que el conflicto no puede resolverse verdaderamente sin la rendición de cuentas por los presuntos crímenes de guerra; pide a todas las partes que respeten la tregua y entablen negociaciones de buena fe para alcanzar acuerdos políticos y de seguridad viables, en consonancia con la Resolución 2216 (2015) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, los mecanismos de aplicación conjunta de la Misión de las Naciones Unidas en apoyo del Acuerdo sobre Al-Hudayda y el alto el fuego mundial solicitado en la Resolución 2532 (2020) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas; llama la atención sobre la catástrofe humanitaria causada por la guerra de Yemen, que se está librando desde 2016; pide a todas las partes que respeten el Derecho internacional humanitario y participen plenamente en las negociaciones de paz dirigidas por las Naciones Unidas;

10.  Expresa su profunda preocupación por la escalada de las tensiones en Irak, y en particular la injerencia extranjera, que suponen una amenaza para la labor de instituciones estatales cruciales en el país; pide a todas las partes que actúen con la máxima moderación y mantengan la calma, ya que es fundamental que todos los actores eviten cualquier acción que pueda conducir a un aumento de la violencia; reitera el apoyo inquebrantable de la Unión a la seguridad, la estabilidad y la soberanía de Irak; manifiesta su preocupación por la situación en Irak y subraya la profunda frustración popular por la persistente corrupción en el país; anima a la Unión y a sus Estados miembros a que contribuyan a la estabilidad en Irak prestando apoyo para la reconstrucción y la reconciliación tras el conflicto, así como para un desarrollo institucional responsable, con el fin de proteger el país de las rivalidades geopolíticas y de salvar las brechas sociales, cada vez más acusadas; subraya que es preciso abordar la destrucción de patrimonio cultural y el saqueo de obras de arte y otros bienes culturales durante los conflictos armados, en términos tanto de reconstrucción como de restitución, a fin de proteger y garantizar la integridad del patrimonio cultural y la identidad de las sociedades, las comunidades, los grupos y las personas; señala la importancia de la misión asesora de la Unión en Irak; subraya, no obstante, que debe reformarse para aumentar su impacto sobre el terreno, en cooperación con las autoridades iraquíes;

11.  Recuerda que el conflicto en el Líbano es consecuencia del clientelismo de los actores políticos, combinado con una corrupción endémica, y que toda ayuda financiera de la Unión debe supeditarse a un Gobierno democrático e inclusivo que adopte una postura clara contra la corrupción; expresa su profunda preocupación por la prolongación de la crisis política, económica, financiera y social en el Líbano, que sigue generando sufrimiento entre toda la población; acoge con satisfacción las elecciones parlamentarias celebradas en el Líbano el 15 de mayo de 2022 y pide una formación rápida e inclusiva de un nuevo Gobierno que esté guiado por misiones, que sea creíble y que rinda cuentas, además de estar libre de injerencias extranjeras; pide al alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión, al Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) y a los Estados miembros que sigan presionando con firmeza en pro de una reforma a los representantes políticos del Líbano, en particular supeditando el apoyo estructural a gran escala a la introducción de un verdadero cambio; pide, al mismo tiempo, a la Unión y a sus Estados miembros que aumenten la ayuda humanitaria para el pueblo libanés, en combinación con apoyo a los servicios públicos básicos, así como a las organizaciones de base y a la sociedad civil;

12.  Hace hincapié en la especial responsabilidad del régimen sirio; subraya la especial responsabilidad de Rusia, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, al haber vetado resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que pretendían encontrar una solución política para la crisis siria dieciocho veces desde 2011; acoge con satisfacción la decisión adoptada en abril de 2021 por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas de cesar a los miembros de Siria en la organización; recuerda que la guerra civil siria representa uno de los conflictos más sangrientos de la región en décadas, al haber causado la muerte de medio millón de personas y el desplazamiento forzoso de catorce millones de sirios; recuerda la tragedia humana provocada por el desplazamiento de más de la mitad de la población de Siria en el interior del país y como refugiados en toda la región y Europa; subraya la necesidad de poner fin a la actual ocupación de distintas partes de Siria por parte de actores regionales; hace hincapié en la necesidad de una resolución del actual conflicto en Siria, basada en la democracia y la soberanía e integridad territorial del país; subraya que tal resolución debe lograrse mediante el diálogo; celebra todos los esfuerzos realizados por la Unión, sus Estados miembros y la sociedad civil dirigidos a documentar y perseguir los crímenes contra la humanidad y pide a la Unión que redoble sus esfuerzos por poner fin a la impunidad; observa que, desde el inicio del conflicto, no se ha resuelto ninguno de los principales factores que lo fomentan, mientras que han aumentado las tensiones regionales y se ha agravado la crisis económica en Siria, provocando un terrible sufrimiento entre la población civil; acoge con satisfacción el apoyo financiero que la Unión presta a Turquía, el Líbano y Jordania para acoger a los refugiados sirios; recuerda que Siria no es un país de retorno seguro para los siete millones de refugiados que han huido de la represión y el conflicto desde 2011; subraya que garantizar la derrota del Dáesh/EIIL sigue siendo una prioridad absoluta para la coalición global contra el Dáesh/EIIL, ya que, a pesar de los importantes reveses sufridos por sus dirigentes en el pasado reciente, el Dáesh/EIIL sigue perpetrando ataques y representa una amenaza regional y mundial que continúa;

13.  Pide a los Estados miembros de la Unión que cumplan su obligación de repatriar inmediatamente a sus nacionales, tanto a los menores como a sus madres, que llevan más de cuatro años detenidos en los campos de detención de Al-Hol y Al-Roj, en la administración autónoma del norte y el este de Siria; considera que las madres o los padres deben rendir cuentas al regresar al Estado miembro de que se trate en el caso de que tengan alguna responsabilidad penal;

14.  Subraya que una Libia estable, segura, unida y próspera constituye una prioridad para la Unión; recomienda, en este sentido, que la Unión se mantenga neutral en las actuales luchas por el poder en el país, especialmente tras los enfrentamientos recientes; hace hincapié en que la Unión debe apoyar proyectos encaminados a aumentar la creación de empleo, especialmente en la región de Fezzan, lo que desempeñaría un papel importante en la estabilización del país;

15.  Destaca el prolongado compromiso de la Unión con las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas y la anterior Resolución del Parlamento, de 17 de febrero de 2022, sobre la aplicación de la política exterior y de seguridad común como posición de la Unión en el conflicto palestino-israelí, así como su prolongado compromiso en favor de una solución justa y global basada en dos Estados; recalca asimismo que, de conformidad con el Derecho internacional, los asentamientos ilegales impiden el establecimiento de la solución de dos Estados como política establecida de la Unión Europea; recuerda que las negociaciones de paz entre Israel y la Autoridad Palestina encaminadas a lograr la resolución definitiva del conflicto sobre la base de una solución que permita a ambos países convivir en paz y seguridad, con arreglo a las demarcaciones de 1967, constituyen, entre otras cosas, un requisito indispensable para la estabilidad; expresa de nuevo su profunda preocupación por el rápido deterioro de la situación humanitaria en la Franja de Gaza y pide que se levanten todas las medidas restrictivas para la circulación de personas y mercancías impuestas por Israel en el territorio, que están teniendo un impacto devastador en la población; pide a la Comisión y al Consejo que desincentiven todas las actividades de ambas partes que socaven la solución de dos Estados, como la expansión de los asentamientos; lamenta profundamente la continuación de la violencia, los actos de terrorismo y la incitación a la violencia, que son esencialmente incompatibles con el avance hacia una solución pacífica de dos Estados; hace hincapié en la importancia de celebrar elecciones palestinas; pide a la Unión que preste especial atención al conflicto palestino-israelí debido a su excepcional duración y a las perspectivas actuales que no dejan prever un camino realista hacia la estabilidad en todo Oriente Próximo;

16.  Reconoce la normalización de las relaciones entre los Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Marruecos y Sudán, por una parte, e Israel, por otra; alienta la cooperación regional y apoya la normalización de las relaciones entre Israel y los Estados árabes, promoviendo la plena inclusión de la Autoridad Nacional Palestina, en consonancia con los esfuerzos de la Unión y los Estados Unidos por lograr la paz, la seguridad y la estabilidad en la región y de conformidad con el marco de las Naciones Unidas, la Iniciativa Árabe de Paz y los Acuerdos de Oslo; pide que se aproveche este impulso para hacer avanzar el diálogo y la cooperación en la región en apoyo del proceso de paz en Oriente Próximo y la solución de los dos Estados, así como el respeto del Derecho internacional; observa que los Acuerdos de Abraham constituyen uno de los elementos de la reorganización de las relaciones entre los Estados de la región y que deben tenerse en cuenta a la hora de elaborar una estrategia europea que contribuya a la estabilización de la región; pide a la Comisión y al Consejo que estudien con los países árabes correspondientes el modo en que sus acuerdos de normalización de sus respectivas relaciones con Israel pueden impulsar la solución de los dos Estados;

17.  Reafirma la contribución fundamental del OOPS a la estabilidad y la seguridad en un contexto difícil de incremento de las necesidades humanitarias y de desarrollo y pide a la Unión y a la comunidad internacional en general que garanticen un apoyo adecuado al OOPS, tanto en el ámbito político como en el financiero, a fin de velar por el cumplimiento de su mandato y en vista de la renovación de dicho mandato por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2022; subraya que no debe suspenderse la financiación de la Unión sin pruebas de uso indebido;

18.  Pide a la Unión y a sus Estados miembros que hagan frente a las repercusiones de la agresión rusa contra Ucrania sobre el suministro mundial de alimentos y los precios en aras de la estabilidad de la región; pide a la Comisión que aborde, con carácter prioritario, el impacto de la agresión rusa contra Ucrania en determinados países de la región de Oriente Próximo en sentido amplio en lo que respecta a la seguridad alimentaria, dando prioridad a los países que sean más vulnerables debido a la elevada dependencia de las importaciones y a la falta de seguridad social y velando por que el apoyo financiero beneficie directamente a los grupos más vulnerables; destaca que el conflicto en Ucrania podría agravar las presiones inflacionistas que ya desencadenó la pandemia de COVID-19 y, de este modo, aumentar la crisis alimentaria y humanitaria de los países más dependientes de Oriente Próximo;

Opciones de estabilidad y seguridad

19.  Subraya que cualquier forma de cooperación debe basarse en un enfoque de seguridad humana y en el respeto del Derecho internacional, un orden mundial basado en reglas y los objetivos compartidos de promover los derechos humanos y la democracia;

20.  Pide a todos los Estados miembros de la Unión que eviten verse arrastrados por las rivalidades regionales; destaca que, en vista de los conflictos abiertos y de las denuncias de represión interna, las exportaciones de armas a determinados países de la región de Oriente Próximo pueden ser contrarias a la posición de la Unión establecida en la Posición Común 2008/944/PESC del Consejo; pide que se garantice el seguimiento de las exportaciones de armas a la región a través de un mecanismo de consulta entre los Estados miembros;

21.  Lamenta que los Estados de la región se entrometan de manera recíproca y con demasiada frecuencia en las crisis internas de los países vecinos y que dichas injerencias —políticas o incluso militares— sean perjudiciales, contribuyan al deterioro a largo plazo de las relaciones entre los Estados de la región e impidan la resolución de los conflictos; pide a los países de la región que no sean parte en los conflictos que se abstengan de exportar armas a países afectados por conflictos internos o combatientes y de intervenir militarmente en otros países en conflicto por medio de grupos regulares o paramilitares, ya que estas intervenciones contribuyen a la desestabilización regional, socavan las estructuras estatales y patrocinan a un conjunto de combatientes con diferentes orientaciones ideológicas; condena, a este respecto, las actuales violaciones de la soberanía y la integridad territorial de Irak por parte de Turquía; condena, asimismo, el reciente uso por parte de Irán de misiles balísticos y ataques con drones contra la región iraquí del Kurdistán como una violación injustificada de la soberanía y la integridad territorial iraquíes; se opone firmemente al uso de drones en las ejecuciones extrajudiciales y extraterritoriales y pide un compromiso de que en los foros internacionales pertinentes se trabajará en pos del establecimiento de una prohibición mundial al respecto; destaca, en particular, los peligros que entraña el uso de sistemas autónomos y teledirigidos para este tipo de operaciones;

22.  Pide a la Unión que aproveche al máximo sus nuevas formas de cooperación y apoyo financiero, como el Instrumento de Vecindad, Cooperación al Desarrollo y Cooperación Internacional – Europa Global y el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, actuando en consonancia con los principios rectores ya establecidos y de forma que se promuevan la estabilidad y el desarrollo humano;

23.  Acoge positivamente el compromiso de la Unión de establecer una zona libre de armas de destrucción masiva en Oriente Próximo, de conformidad con la Resolución sobre Oriente Próximo adoptada en la Conferencia de las Partes encargada del Examen y la Prórroga del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares de 1995, y el fomento por parte de la Unión de medidas de creación de confianza en apoyo de ese proceso de manera completa, verificable e irreversible; expresa su profunda preocupación ante la posible proliferación nuclear en la región y pide a la Unión y a sus Estados miembros que activen y redoblen todos los esfuerzos diplomáticos para evitarla y poner fin a este fenómeno; señala que Israel, como país no parte del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares, ha mantenido durante mucho tiempo una posición ambigua respecto a su situación nuclear; pide a Israel que firme el Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares;

24.  Condena, en los términos más enérgicos, la represión generalizada ejercida por Irán contra manifestantes pacíficos tras el asesinato, por parte de las autoridades iraníes, de Mahsa Amini, de 21 años, por no cumplir con el código de vestimenta impuesto por el régimen; expresa su máxima admiración, respeto y apoyo a las mujeres y los hombres que han protestado pacíficamente por los derechos y libertades fundamentales, como el derecho de una mujer a no llevar velo; acoge con satisfacción las nuevas sanciones selectivas del Consejo contra altos funcionarios del régimen iraní implicados en la represión, incluido el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, la policía de moralidad y, a la luz del aumento de la censura en línea, el ministro de Información; sostiene que el Parlamento debe dejar de celebrar reuniones oficiales con funcionarios iraníes mientras seis de sus diputados estén sujetos a sanciones selectivas de Irán; reitera su apoyo al Plan de Acción Integral Conjunto, al tiempo que pide un acuerdo más global sobre el programa de misiles de Irán; lamenta profundamente el apoyo constante de Irán al régimen represivo en Siria y a Hizbulá en el Líbano, así como su exportación de drones y misiles militares a Rusia, a pesar de su guerra de agresión contra Ucrania;

25.  Toma nota de la dimensión estratégica de la cooperación energética con la región de Oriente Próximo; subraya la necesidad de diversificar las fuentes de energía de la Unión y pide al SEAE y a la Comisión que lleven a cabo una evaluación de las implicaciones en materia de seguridad de cualquier acuerdo para importar petróleo, gas o hidrógeno a la Unión; subraya que la estabilidad y la prosperidad regionales constituyen un objetivo fundamental de la Unión, dada la importancia de la región para la diversificación de las fuentes de energía de la Unión; pide a la Unión que no se limite a sustituir sus importaciones de gas y petróleo de Rusia por el suministro de hidrocarburos de la región de Oriente Próximo en sentido amplio, sino que aproveche la oportunidad de reducir la dependencia del gas ruso en dos tercios antes de 2022 para disminuir la dependencia general de la Unión de los combustibles fósiles e impulsar la inversión en la generación de energía a partir de fuentes renovables, así como la interconexión eléctrica; pide, asimismo, a la Unión que aumente su colaboración con los países de la región de Oriente Próximo en sentido amplio en lo que respecta al Pacto Verde Europeo; pide, además, a la Unión que aliente y apoye a los países de la región para que alcancen sus objetivos climáticos, especialmente mediante el aprovechamiento de su gran capacidad para la energía renovable; considera que la dependencia de la región de la extracción y el comercio de hidrocarburos supone una amenaza para su estabilidad futura; pide a la Unión que destaque los beneficios mutuos de la cooperación en el ámbito de la transición ecológica, en particular las ventajas del crecimiento sostenible, ante sus interlocutores de la región; pide, asimismo, a la Unión que estudie la posibilidad de establecer una asociación en materia de energías renovables con los países de la región de Oriente Próximo en sentido amplio;

26.  Destaca la necesidad de luchar contra la financiación de las organizaciones y las actividades terroristas; subraya que la Unión debe contribuir a detener el blanqueo de capitales y cortar de raíz los flujos financieros ilícitos mediante la adopción de una estrategia clara para corregir las deficiencias en el control de este tipo de fondos por parte de varios Estados de la región; lamenta que los Emiratos Árabes Unidos hayan dado cobijo a oligarcas rusos que huyen de las sanciones impuestas por la Unión a Rusia; subraya que la asociación avanzada e histórica en materia de seguridad que se mantiene con la región exige un enfoque conjunto con respecto a la agresión de Rusia contra Ucrania y los intereses europeos fundamentales; lamenta asimismo que las sanciones de la Unión al régimen sirio hayan sido eludidas a través del Líbano, Irán y Rusia desde 2011;

27.  Condena enérgicamente los atentados terroristas perpetrados por grupos terroristas en la región; pide, por tanto, a la Unión y a sus Estados miembros que se comprometan con los Gobiernos legítimos que luchan contra las redes yihadistas; acoge con satisfacción los esfuerzos de la Comisión y del SEAE por establecer una red de expertos en materia de lucha contra el terrorismo en las delegaciones de la Unión ubicadas en varios países de la región y por proporcionar la asistencia adaptada solicitada por distintos Gobiernos; insta a que se sistematice la cooperación en materia de prevención y de lucha contra la radicalización, así como la lucha contra el terrorismo por medio de programas civiles específicos, hechos a medida y que se evalúen con regularidad; felicita a la Comisión y, en particular, al Servicio de Instrumentos de Política Exterior, por sus esfuerzos a la hora de establecer programas destinados a desarrollar una asociación con varios países de la región en materia de lucha contra la radicalización y contra el terrorismo; considera que este tipo de programas hechos a medida y respaldados por los recursos materiales y financieros correspondientes a las necesidades específicas de los Estados beneficiarios pueden constituir instrumentos eficaces de cooperación en materia de seguridad; pide, sin embargo, que se lleve a cabo una evaluación detallada de la eficacia de estos proyectos y que se garantice que los proveedores de servicios, a menudo procedentes de los organismos de los Estados miembros, impartan, sobre la base de conocimientos profesionales reales, formaciones adecuadas y adaptadas a las necesidades que manifiestan los países de acogida;

28.  Acoge con satisfacción la adopción por parte del Consejo del régimen de sanciones de la UE de alcance mundial en materia de derechos humanos como un importante instrumento de la Unión para sancionar a quienes violen los derechos humanos; pide que se elaboren medidas restrictivas contra los funcionarios iraníes implicados en las graves violaciones de los derechos humanos cometidas contra los presos de conciencia y los defensores de los derechos humanos iraníes y quienes protestan pacíficamente en el país;

Ciudadanía y derechos humanos

29.  Destaca que los contactos interpersonales y la cooperación en ámbitos como el comercio, la educación, la ciencia y la cultura revisten gran importancia en la región y pueden contribuir de manera decisiva a la estabilidad regional y a la superación de las diferencias tanto con la Unión como entre los distintos Estados; acoge con satisfacción, en este contexto, la propuesta de exención de visado para los ciudadanos de Kuwait y Qatar presentada por la Comisión; pide a la Comisión que entable rápidamente debates técnicos orientados a garantizar el cumplimiento de los criterios pertinentes con vistas a lograr finalmente la exención de visado para los ciudadanos de Kuwait y Qatar; pide a la Comisión que facilite el acceso al programa Erasmus + a los estudiantes de la región;

30.  Subraya la importancia de una presencia política y diplomática constante y creciente de la Unión en la región para promover el diálogo político estratégico y fomentar los intercambios entre los países de la región con el fin de impulsar la estabilidad; pide a la Unión y a sus Estados miembros que incrementen las relaciones diplomáticas y políticas en favor de la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho, tal y como exigen los movimientos populares pacíficos en toda la región de Oriente Próximo y África del Norte;

31.  Observa que la Unión Europea y sus Estados miembros participan actualmente en varios tipos de operaciones y formas de cooperación militares en la región: la operación Atalanta de la Fuerza Naval de la Unión Europea (EUNAVFOR) en Somalia, destinada a proteger a los buques del Programa Mundial de Alimentos y a otros buques vulnerables y a disuadir, prevenir y reprimir la piratería y el robo a mano armada en el mar, la operación militar IRINI de la Unión Europea en el Mediterráneo (EUNAVFOR MED IRINI), la operación Inherent Resolve de los Estados Unidos que tiene por objeto apoyar a las fuerzas asociadas hasta que puedan derrotar de forma independiente al Dáesh/EIIL en zonas designadas de Irak y Siria, la operación Sea Guardian de la OTAN para el desarrollo de capacidades en el ámbito de la seguridad marítima, el apoyo a la conciencia situacional marítima y la lucha contra el terrorismo en el mar y la conciencia situacional marítima europea en la misión de vigilancia en el estrecho de Ormuz; opina que estos compromisos responden a los peligros colectivos ratificados por el Derecho internacional y que, de este modo, Europa contribuye de manera significativa a la seguridad de la región; observa, sin embargo, que la participación individual de determinados Estados miembros en las crisis o los conflictos locales no forma parte de las medidas coordinadas de manera más estrecha a escala europea, como, por ejemplo, en Siria y Libia; destaca la necesidad de hacer seguimiento de la presencia de la Unión desde la perspectiva de los derechos humanos y evaluarla, así como de tener en cuenta los criterios de seguridad humana;

32.  Lamenta que los dirigentes de la región hayan respondido con una restauración del autoritarismo a las protestas callejeras generalizadas que pedían reformas democráticas en numerosos países árabes en 2010, 2011 y en los años posteriores, restringiendo aún más la libertad de expresión, la libertad de asociación, la libertad de reunión y la libertad de prensa de los ciudadanos y residentes; pone de relieve que el Estado de Derecho y los derechos humanos, la buena gobernanza y la lucha contra la corrupción benefician a la población y fomentan la estabilidad en la región; destaca que la perspectiva de sufrir detenciones y torturas arbitrarias constituye una forma inaceptable de inseguridad para todos los ciudadanos de la región e incrementa el malestar social, la desconfianza y el resentimiento hacia las instituciones nacionales;

33.  Condena que los defensores de los derechos humanos, los activistas, los periodistas y aquellos considerados opositores sigan sufriendo una represión estatal grave y generalizada en toda la región; pide a las delegaciones de la Unión y de los Estados miembros sobre el terreno que prioricen las cuestiones relacionadas con los derechos humanos en su interacción con las autoridades locales y que garanticen la aplicación plena y escrupulosa de todas las directrices de la Unión, incluidas las Directrices de la UE sobre Defensores de los Derechos Humanos y el Plan de Acción de la UE para los Derechos Humanos y la Democracia; pide a la Unión que promueva la tolerancia y la libertad de religión en la región; pide, asimismo, a la Comisión que garantice la aplicación efectiva de la cláusula democrática de nuestros acuerdos de asociación con terceros países cuando se produzcan claras violaciones de los derechos humanos; pide, además, a la Unión y a sus Estados miembros que utilicen todos los foros multilaterales a su disposición, incluidas las Naciones Unidas, para renovar o establecer mecanismos internacionales independientes de investigación y de notificación con el fin de combatir las violaciones más graves del Derecho humanitario internacional y del Derecho internacional de los derechos humanos en Oriente Próximo, en particular la tortura, las desapariciones forzadas y las ejecuciones extrajudiciales; pide, a tal efecto, que se reconstituya el Grupo de Expertos Eminentes sobre Yemen de las Naciones Unidas, que se cree un mecanismo de seguimiento e información de las Naciones Unidas sobre las violaciones de los derechos humanos en Egipto y que se renueve el mandato de la Misión independiente de determinación de los hechos en Libia;

34.  Expresa su profunda preocupación por el impacto en los derechos humanos de la venta, la exportación, la actualización y el mantenimiento de las tecnologías de vigilancia masiva en la región, dada su lamentable trayectoria de uso indebido de la tecnología para la represión interna; condena el uso abusivo en la región de la técnica de programas espía, como el programa espía Pegasus del grupo israelí NSO; subraya que todo uso indebido de programas informáticos de vigilancia dirigido a dirigentes políticos, periodistas, activistas o la sociedad civil constituye una grave violación de los derechos y libertades fundamentales; destaca la particular amenaza que representan las nuevas técnicas digitales para los defensores de los derechos humanos, las personalidades destacadas de la oposición, los periodistas y otros objetivos al servir para controlar, coartar y socavar sus actividades; pide a la Unión que tome la iniciativa de impulsar una moratoria mundial inmediata de la venta, transferencia y utilización de la técnica de programas espía hasta la adopción de un marco normativo sólido en este ámbito; pide, asimismo, a la Unión y a los Estados miembros que garanticen una plena diligencia debida en materia de derechos humanos y un veto adecuado de cualquier exportación futura de tecnología y asistencia técnica conexa de vigilancia europeas; pide, además, a la Unión y a los Estados miembros que colaboren con los Gobiernos de terceros países para poner fin a las prácticas y la legislación represivas en materia de ciberseguridad y lucha contra el terrorismo; pide a las autoridades pertinentes que liberen a todos los presos de conciencia, incluidos los periodistas tanto profesionales como ciudadanos, y que permitan que se desarrolle un panorama de medios de comunicación libres, independientes y diversos, lo que redundará a largo plazo en su propia estabilidad y seguridad; subraya la importancia de hacer frente a la desinformación y a la difusión de noticias falsas en la región y pide a la Unión que adopte las medidas adecuadas, en particular apoyando a los medios de comunicación independientes y las iniciativas cívicas educativas;

35.  Pide a la Unión que siga promoviendo el desarrollo de una sociedad civil fuerte e independiente en la región, especialmente a través de la colaboración con los sindicatos, las organizaciones de mujeres y las organizaciones medioambientales; señala que la Unión tiene interés en colaborar con las organizaciones locales de la sociedad civil con el objeto de informar mejor, evaluar y diversificar sus políticas respecto de los países de la región; destaca que la reducción del espacio de acción de la sociedad civil en varios países supone una amenaza para la estabilidad regional; lamenta profundamente el drástico deterioro de la libertad de asociación y los ataques contra las organizaciones de la sociedad civil, mediante represión e intimidación legales o de facto, en varios países en la última década; reafirma enérgicamente que la defensa de los derechos y las libertades civiles y políticos básicos constituye un ámbito de trabajo legítimo para las organizaciones de la sociedad civil, también en Oriente Próximo;

36.  Resalta la gravedad de la violencia contra las mujeres en la región, especialmente en situaciones de conflicto; pide a la Unión y a sus Estados miembros que insten a sus interlocutores en la región a aumentar la participación de las mujeres en la prevención y resolución de los conflictos, en las negociaciones de paz, en la consolidación de la paz, en el mantenimiento de la paz, en la respuesta humanitaria y en la reconstrucción posterior a los conflictos; pide a la Unión, en este sentido, que predique con el ejemplo y garantice una representación justa de las mujeres en sus propias delegaciones y misiones; pide , asimismo, a la Unión y a sus Estados miembros que incorporen la Resolución 1325 (2000) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la mujer, la paz y la seguridad en todos sus esfuerzos encaminados a la resolución de conflictos en la región de Oriente Próximo en sentido amplio; reitera su llamamiento en favor de la plena aplicación y priorización del Plan de Acción en materia de Género III de la UE en todos los aspectos de la acción exterior de la Unión; pide a la Unión y a sus Estados miembros que insten a todas las partes en conflicto de la región a que adopten medidas especiales que protejan a las mujeres y las niñas de la violencia de género, en particular de las violaciones y otras formas de abuso sexual, en situaciones de conflicto armado; destaca la importancia de prestar apoyo a las organizaciones locales de mujeres como instrumento de empoderamiento;

37.  Solicita a las autoridades de la región que respeten la prohibición de la tortura en cualquier circunstancia, consagrada, en particular, en la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, que la mayoría de ellas ha firmado y ratificado; pide la abolición de la pena de muerte en toda la región; lamenta que la Comunicación conjunta sobre una asociación estratégica con el Golfo no haya introducido ninguna salvaguardia en materia de derechos humanos en la cooperación antiterrorista con los Estados del Golfo e insiste en que cualquier cooperación en este ámbito con los países del Golfo y de Oriente Próximo se someta a la aplicación estricta de dichas salvaguardias; observa con profunda preocupación el patrón persistente en los países de la región de adoptar leyes «antiterroristas» vagamente redactadas cuya aplicación en la práctica conduce a la criminalización de la disidencia legítima y pacífica; acoge con satisfacción la celebración de diálogos bilaterales sobre derechos humanos con los países árabes del Golfo, así como con Israel, Jordania y el Líbano; pone de relieve, no obstante, que estos diálogos no deben ser ejercicios de comprobación rutinaria, sino que, por el contrario, deben tener como objetivo la obtención de compromisos y resultados concretos para lograr progresos específicos en materia de derechos humanos en los países socios; hace hincapié, además, en que los diálogos anuales sobre derechos humanos no deben ser la única ocasión en que se entablen conversaciones sobre derechos humanos con los respectivos países; insta a los dirigentes de la Unión y de los Estados miembros a que se hagan eco de las preocupaciones y formulen las recomendaciones expresadas en los diálogos durante todas las interacciones de alto nivel con sus homólogos de los Estados miembros del Consejo de Cooperación del Golfo; expresa su profunda preocupación por el deterioro constante de la situación de los derechos humanos en Arabia Saudí, que se pone de manifiesto en el aumento de las ejecuciones en 2022 y en la condena de ciudadanos saudíes, como Salma al-Shehab, a 45 años de prisión por utilizar las redes sociales; expresa su profunda preocupación por que no haya tenido lugar una rendición de cuentas significativa por el asesinato del periodista de The Washington Post Yamal Jashogui;

38.  Destaca la importancia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, establecidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, como promotores clave de estabilidad en la región; destaca la necesidad de seguir reforzando la cooperación entre la Unión y los países de la región con el fin de cumplir todos estos objetivos, en particular los relativos a los retos que requieren una cooperación mundial, como el cambio climático, estableciendo estrategias, calendarios y metas claros en estos ámbitos; destaca que la mejor manera de que la Unión promueva la seguridad y la estabilidad en la región es abordando las causas subyacentes;

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39.  Encarga a su presidenta que transmita la presente Resolución al Consejo y a la Comisión, así como al vicepresidente de la Comisión / alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, a los Gobiernos y los Parlamentos de los Estados miembros, a los secretarios generales de la Liga de Estados Árabes, de la Unión por el Mediterráneo y del Consejo de Cooperación del Golfo, y a los Gobiernos y Parlamentos de sus Estados miembros.

(1) DO L 335 de 13.12.2008, p. 99.
(2) DO C 342 de 6.9.2022, p. 167.
(3) DO C 404 de 6.10.2021, p. 202.
(4) Martin Griffiths (secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia), Filippo Grandi (alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) y Achim Steiner (administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo): «Mensaje de líderes de las Naciones Unidas –en materia humanitaria, de refugiados y de desarrollo– con respecto a la situación en Siria y la región», 10 de mayo de 2022.
(5) Alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, «Syria emergency» (Emergencia en Siria), actualizado el 15 de marzo de 2021.
(6) Alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, «Irak Refugee Crisis Explained» (La crisis de refugiados de Irak, explicada), 7 de noviembre de 2019.
(7) Alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, «Yemen Crisis Explained» (La crisis de Yemen, explicada), 14 de julio de 2022.
(8) Posición Común 2008/944/PESC del Consejo.
(9) Acemoglu, D. et al., «Democracy Does Cause Growth» (La democracia sí estimula el crecimiento), Journal of Political Economy, vol. 127, n.° 1, 2019, pp. 47-100.
(10) AlMezaini, K., «Humanitarian Foreign Aid of Gulf States – Background and Orientations», (Ayuda exterior humanitaria de los Estados del Golfo: antecedentes y orientaciones), Fundación Konrad Adenauer, informe sobre política n.º 20, enero de 2021.

Última actualización: 1 de marzo de 2023Aviso jurídico - Política de privacidad