La política energética: principios generales
Entre los retos a que se enfrenta la Unión en el ámbito de la energía figuran su dependencia cada vez mayor con respecto a las importaciones, una diversificación limitada, los precios elevados y volátiles de la energía, la creciente demanda mundial de energía, los riesgos de seguridad que afectan a los países productores y de tránsito, las amenazas crecientes derivadas del cambio climático, los lentos progresos realizados en materia de eficiencia energética o los desafíos que plantea el aumento de la cuota de las energías renovables, así como la necesidad de una mayor transparencia y de una mejor integración e interconexión de los mercados de la energía. El núcleo de la política energética europea está constituido por una serie de medidas destinadas a lograr un mercado de la energía integrado, la seguridad del suministro energético y la sostenibilidad del sector energético.
Base jurídica
Artículo 194 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE).
Disposiciones específicas:
- seguridad del abastecimiento: artículo 122 del TFUE;
- redes energéticas: artículos 170 a 172 del TFUE;
- carbón: el Protocolo n.o 37 explica las consecuencias financieras de la expiración del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero en 2002;
- energía nuclear: el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Tratado Euratom) constituye la base jurídica de la mayoría de las acciones europeas en el ámbito de la energía nuclear.
Otras disposiciones que afectan a la política energética:
- mercado interior de la energía: artículo 114 del TFUE;
- política exterior de la energía: artículos 216-218 del TFUE.
Objetivos
De conformidad con la Unión de la Energía (2015), los cinco objetivos principales de la política energética de la Unión son:
- diversificar las fuentes de energía europeas y garantizar la seguridad energética a través de la solidaridad y la cooperación entre los Estados miembros;
- garantizar el funcionamiento de un mercado interior de la energía plenamente integrado, propiciando el libre flujo de energía a través de la Unión mediante una infraestructura adecuada y sin barreras técnicas o reglamentarias;
- mejorar la eficiencia energética y reducir la dependencia de las importaciones de energía, reducir las emisiones e impulsar el empleo y el crecimiento;
- descarbonizar la economía y avanzar hacia una economía hipocarbónica en consonancia con el Acuerdo de París;
- promover la investigación en tecnologías de energías limpias y con bajas emisiones de carbono, y priorizar la investigación y la innovación para impulsar la transición energética y mejorar la competitividad.
En virtud del artículo 194 del TFUE, algunos ámbitos de la política energética pasan a ser una competencia compartida, lo que supone un paso hacia una política energética común. Cada Estado miembro mantiene, no obstante, su derecho «a determinar las condiciones de explotación de sus recursos energéticos, sus posibilidades de elegir entre distintas fuentes de energía y la estructura general de su abastecimiento energético» (artículo 194, apartado 2).
Resultados
A. Marco político general
La agenda política actual está impulsada por la adaptación de los objetivos energéticos de la UE a los objetivos climáticos del nuevo paquete de medidas «Objetivo 55», propuesto en julio de 2021, en particular:
- una reducción de, al menos, un 55 % de las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2030 con respecto a los niveles de 1990;
- una reducción a cero emisiones netas de gases de efecto invernadero de aquí a 2050.
La política integrada de carácter general en materia de clima y energía adoptada por el Consejo Europeo el 24 de octubre de 2014 y revisada en diciembre de 2018 tiene el propósito de alcanzar estos objetivos para 2030:
- un incremento hasta el 32 % de la cuota de las energías renovables en el consumo de energía;
- una mejora de la eficiencia energética de un 32,5 %;
- la interconexión de al menos el 15 % de los sistemas eléctricos de la Unión.
Los nuevos objetivos energéticos de la UE se están negociando actualmente. Estos objetivos se propondrán para 2030:
- un incremento de la cuota de las energías renovables en el consumo de energía al 42-45 %;
- una reducción del 40-42 % del consumo de energía primaria de la UE y del 36-40 % del consumo de energía final.
El 25 de febrero de 2015, la Comisión publicó la estrategia de la Unión de la Energía (COM(2015)0080) con el objetivo de construir una unión de la energía que proporcione a los hogares y las empresas de la Unión un suministro de energía seguro, sostenible, competitivo y asequible. El 30 de noviembre de 2016, la Comisión propuso el paquete de medidas «Energía limpia para todos los europeos» (COM(2016)0860). Consta de ocho propuestas legislativas que abarcan la gobernanza (Reglamento sobre la gobernanza de la Unión de la Energía (UE) 2018/1999), el diseño del mercado eléctrico (Directiva sobre la electricidad (UE) 2019/944, Reglamento sobre la electricidad (UE) 2019/943 y Reglamento sobre la preparación frente a los riesgos (UE) 2019/941), la eficiencia energética (Directiva sobre eficiencia energética (UE) 2018/2002, Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios (UE) 2018/844), la energía renovable (Directiva sobre energías renovables (UE) 2018/2001), y las normas para el regulador, la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación de los Reguladores de la Energía (Reglamento (UE) 2019/942 por el que se crea la ACER). El último elemento del paquete de medidas, el Reglamento sobre la gobernanza de la Unión de la Energía, se adoptó finalmente el 4 de diciembre de 2019. De conformidad con el Reglamento, los Estados miembros de la Unión deben establecer planes nacionales integrados de energía y clima (PNEC) a 10 años para el período 2021-2030, presentar un informe de situación cada dos años, y desarrollar estrategias nacionales coherentes a largo plazo para cumplir los objetivos del Acuerdo de París.
La Decisión (UE) 2019/504 introdujo cambios en la política de eficiencia energética de la Unión y en la gobernanza de la Unión de la Energía como consecuencia de la retirada del Reino Unido de la Unión. Dio lugar a varios ajustes técnicos en las cifras previstas de consumo de energía en 2030, para tener en cuenta que ahora la Unión la conforman 27 Estados miembros.
El 14 de julio y el 15 de diciembre de 2021, la Comisión publicó el paquete de medidas «Objetivo 55», con el objetivo de reducir las emisiones al menos en un 55 % de aquí a 2030, en comparación con los niveles de 1990, y lograr que la UE sea neutral en materia de emisiones de carbono de aquí a 2050. Este gran paquete de propuestas consiste en una revisión de todas las leyes vigentes de la UE en materia de clima y energía, a saber, la Directiva sobre energías renovables (COM(2021)0557), la Directiva sobre eficiencia energética (COM(2021)0558), la Directiva sobre fiscalidad de la energía (COM(2021)0563), la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios (COM(2021)802), y la Directiva (COM(2021)803) y el Reglamento sobre el gas (COM(2021)804). También incluye nuevas propuestas, como el Reglamento relativo a la implantación de una infraestructura para los combustibles alternativos (COM(2021)0559), la iniciativa ReFuelEU Aviation (COM(2021)0561) y la Iniciativa FuelEU Maritime (COM(2021)0562).
El 18 de mayo de 2022, la Comisión Europea presentó su plan REPowerEU (COM(2022)0230) como respuesta a las dificultades y a la perturbación del mercado mundial de la energía causada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia. El plan tiene por objeto poner fin a la dependencia de la UE de los combustibles fósiles rusos y seguir avanzando en la lucha contra la crisis climática.
B. Realización del mercado interior de la energía
Un mercado interior de la energía plenamente integrado y que funcione correctamente garantiza unos precios de la energía asequibles, proporciona las señales de precio necesarias para las inversiones en energía verde, garantiza el suministro energético, y abre la vía menos costosa hacia la neutralidad climática.
La legislación sobre el mercado interior de la energía se introdujo por primera vez en el tercer paquete energético (2009-2014), abarcando cinco ámbitos: desagregación; organismos reguladores nacionales independientes; cooperación; ACER; y mercados minoristas justos. Con el fin de mejorar la cooperación transfronteriza, el paquete creó las Redes Europeas de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (REGRT de Electricidad) y Redes Europeas de Gestores de Redes de Transporte de Gas (REGRT de Gas). El paquete incluía, entre otros instrumentos, el Reglamento (UE) n. sobre la integridad y la transparencia del mercado mayorista de la energía, y la política sobre redes transeuropeas de energía (RTE-E), basada en el Reglamento (UE) n. relativo a las orientaciones sobre las infraestructuras energéticas transeuropeas.
El cuarto paquete energético (2015-2020), titulado «Energía limpia para todos los europeos», se centraba en la configuración del mercado de la electricidad (Directiva sobre la electricidad, Reglamento sobre la electricidad, Reglamento sobre la preparación frente a los riesgos, Reglamento ACER). Introdujo nuevas normas sobre el almacenamiento de energía, incentivos para los consumidores destinados a contribuir a un mejor funcionamiento del mercado interior de la energía, planes nacionales de energía y clima (PNEC) a 10 años para el período 2021-2030 y un papel reforzado de la ACER. En sus últimos años, también abordó el Brexit (véase la ficha 2.1.9 sobre el mercado interior de la energía).
El quinto paquete energético, titulado «Objetivo 55», se publicó en dos partes el 14 de julio y el 15 de diciembre de 2021 y actualmente se está debatiendo. Su objetivo es adecuar los objetivos en materia de energía a la nueva ambición climática europea de reducir las emisiones en un 55 % como mínimo de aquí a 2030 con respecto a los niveles de 1990 y de alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono de aquí a 2050. Se centra fundamentalmente en las energías renovables, la eficiencia energética, la fiscalidad de la energía, el transporte aéreo y marítimo y los edificios.
En diciembre de 2021, la Comisión propuso una revisión (COM(2021)0803, COM(2021)0804) de la Directiva sobre el gas (2009/73/CE) y del Reglamento (CE) n.. Esta revisión también propone un marco regulador para unos mercados del gas descarbonizados competitivos, incluido el diseño y el desarrollo del nuevo mercado del hidrógeno de la UE.
El 18 de mayo de 2022, como parte de su plan REPowerEU (COM(2022)0230), la Comisión propuso un objetivo de 10 millones de toneladas de producción nacional de hidrógeno renovable y 10 millones de toneladas de importaciones de aquí a 2030 para sustituir el gas natural, el carbón y el petróleo en las industrias y los sectores del transporte difíciles de descarbonizar. El 14 de septiembre de 2022, la Comisión propuso una intervención de emergencia en los mercados europeos de la energía (COM(2022)473) para hacer frente a las recientes y dramáticas subidas de precios. Consiste en medidas excepcionales de reducción de la demanda de electricidad y medidas para redistribuir los ingresos excedentarios del sector de la energía a los clientes finales.
C. Eficiencia en el uso de energía
La piedra angular de la política de eficiencia energética de la Unión es la Directiva 2012/27/UE relativa a la eficiencia energética, que establece un conjunto de medidas vinculantes para ayudar a la Unión a alcanzar su objetivo del 20 % en materia de eficiencia energética en 2020. La Directiva también introdujo objetivos de ahorro energético y numerosas políticas de eficiencia energética, incluidas las relativas a las renovaciones y los certificados energéticos obligatorios para los edificios, las normas mínimas de eficiencia energética para diversos productos, las etiquetas de eficiencia energética y los contadores inteligentes, así como el establecimiento de los derechos de los consumidores. En diciembre de 2018, la Directiva/2018/2002/UE relativa a la eficiencia energética revisada elevó el objetivo general de la eficiencia energética de la Unión para 2030 a, al menos, el 32,5 % (respecto a las proyecciones de referencia de 2007).
En julio de 2021, la Comisión propuso una Directiva revisada sobre eficiencia energética (COM(2021)558), que eleva los objetivos de eficiencia energética para 2030 al 39 % para el consumo de energía primaria y al 36 % para el consumo de energía final, medidos con respecto a las previsiones de referencia de 2007. También establece obligaciones de ahorro energético anuales de los Estados miembros en el 1,5 % de su consumo final de energía entre 2024 y 2030.
Como parte de su plan REPowerEU (COM(2022)0230), en mayo de 2022 la Comisión propuso revisar los objetivos de eficiencia energética (COM(2022)222) con el fin de eliminar gradualmente las importaciones de combustibles fósiles rusos mediante una reducción del consumo de energía de al menos un 13 % en 2030 con respecto a las previsiones de referencia de 2007 (en términos absolutos, hasta no más de 750 millones de toneladas equivalentes de petróleo (Mtep) y 980 Mtep del consumo de energía final y primaria de la UE de aquí a 2030). La propuesta, actualmente en fase de negociación, incluye una serie de objetivos de reducción del 40-42 % y del 36-40 % para el consumo de energía primaria y final de la UE.
La Directiva modificada relativa a la eficiencia energética de los edificios (Directiva (UE) 2018/844) establece hojas de ruta con hitos indicativos para 2030, 2040 y 2050, así como estrategias a largo plazo para que los Estados miembros apoyen la renovación del parque inmobiliario nacional de edificios residenciales y no residenciales, tanto públicos como privados, con el fin de lograr un parque inmobiliario descarbonizado y altamente eficiente desde el punto de vista energético de aquí a 2050. En octubre de 2020, la Comisión publicó la nueva estrategia sobre la oleada de renovación (COM(2020)0662), cuyo objetivo es duplicar las tasas anuales de renovación energética en los próximos diez años.
En julio de 2021, la Comisión propuso una revisión de la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios (COM(2021)0802), aumentando la tasa de renovación, en particular para los edificios con peor rendimiento en cada país, sustituyendo las estrategias de renovación a largo plazo por planes nacionales de renovación de edificios e introduciendo normas mínimas de eficiencia a escala de la UE.
La Directiva sobre diseño ecológico de la Unión (Directiva 2009/125/CE) y el Reglamento por el que se establece un marco para el etiquetado energético (Reglamento (UE) 2017/1369) definen los requisitos en materia de diseño ecológico y etiquetado energético para cada grupo de productos (véase la ficha 2.4.8 sobre la eficiencia energética).
D. Energías renovables
La energía solar, la energía eólica, oceánica e hidroeléctrica terrestre y marina, la biomasa y los biocombustibles y el hidrógeno son fuentes de energía renovables. Los mercados energéticos por sí solos no pueden ofrecer el nivel deseado de energías renovables en la Unión, lo que significa que pueden resultar necesarios sistemas nacionales de apoyo y regímenes de financiación de la Unión. Una de las prioridades acordadas en el Consejo Europeo de mayo de 2013 fue intensificar la diversificación del suministro energético de la Unión y desarrollar recursos energéticos locales a fin de garantizar la seguridad del abastecimiento y reducir la dependencia energética respecto del exterior. En lo que atañe a las fuentes de energía renovables, la Directiva 2009/28/CE, de 23 de abril de 2009, introdujo un objetivo del 20 % para su consecución en 2020.
En diciembre de 2018, la nueva Directiva sobre energías renovables (Directiva (UE) 2018/2001) fijó el objetivo global vinculante de la Unión en materia de energías renovables para 2030 en al menos un 32 %. El 19 de noviembre de 2020, la Comisión dio a conocer la estrategia de la Unión Europea sobre la energía renovable marina (COM(2020)0741), intensificando sus esfuerzos para lograr que la Unión sea climáticamente neutra de aquí a 2050. La estrategia propone aumentar la capacidad de energía eólica marina de Europa de su nivel actual de 12 GW a al menos 60 GW para 2030 y 300 GW para 2050. Existen diferentes estrategias para impulsar la adopción de cada fuente de energía renovable (véase la ficha 2.4.9 sobre la energía renovable).
En julio de 2021, en una propuesta (COM(2021)0557) relativa a una nueva Directiva sobre energías renovables se formuló la aspiración de elevar el objetivo global en materia de energías renovables al 40 % de aquí a 2030. En mayo de 2022, en consonancia con el plan REPowerEU (COM(2022)0230), cuyo objetivo es abandonar progresivamente los combustibles fósiles rusos, la Comisión propuso aumentar el objetivo de energías renovables actualmente en fase de negociación hasta el 45 % de aquí a 2030. Más concretamente, la Comisión ha presentado una estrategia solar (COM(2022)0221) para duplicar la capacidad solar fotovoltaica de aquí a 2025 mediante la instalación de 600 GW de aquí a 2030. También establece objetivos para la producción de hidrógeno renovable que deben alcanzarse de aquí a 2030 (10 millones de toneladas para la producción nacional y 10 millones de toneladas de importaciones), propone un Plan de Acción sobre el Biometano para aumentar la producción a 35 000 millones de metros cúbicos de aquí a 2030 y procesos de concesión de permisos abreviados y simplificados.
E. Intensificar las relaciones exteriores en el sector de la energía
En 2012, la Unión estableció un mecanismo de intercambio de información para facilitar la coordinación entre los países de la Unión y los no pertenecientes a la Unión, y garantizar el cumplimiento del Derecho de la Unión (Decisión 994/2012/UE). Exige a los países de la Unión que presenten todos los acuerdos internacionales existentes sobre energía a la Comisión para su evaluación, y requiere cierto nivel de intercambio de información entre los Estados miembros de la Unión.
La Comisión respondió a la invasión rusa de Ucrania en su Comunicación REPowerEU (COM(2022)0108), de 8 de marzo de 2022, proponiendo reducciones del uso de gas fósil en al menos 155 millones de metros cúbicos, lo que equivale al volumen importado de Rusia en 2021, con el objetivo de lograr casi dos tercios de la reducción en el plazo de un año.
En mayo de 2022, en consonancia con el plan REPowerEU (COM(2022)0230), cuyo objetivo es abandonar progresivamente los combustibles fósiles rusos, la Comisión colaboró con socios internacionales para diversificar los suministros y garantizar las importaciones de gas natural licuado (GNL) y el suministro de gas por gasoducto de los socios internacionales. Creó una Plataforma Energética de la UE, un mecanismo voluntario de coordinación para apoyar la compra de gas e hidrógeno para la UE y publicó una Estrategia Exterior en materia de Energía (JOIN/2022/23) en apoyo de Ucrania, Moldavia, los Balcanes Occidentales y los países de la Asociación Oriental, así como de los socios más vulnerables de la UE.
F. Mejorar la seguridad del suministro energético
Como parte del paquete de medidas «Energía limpia para todos los europeos», el Reglamento (UE) 2019/941 sobre la preparación frente a los riesgos en el sector de la electricidad exige que los Estados miembros de la Unión cooperen entre sí para garantizar que, en caso de crisis eléctrica, la electricidad se dirija allí donde más se necesita. El Reglamento garantiza que los Estados miembros establezcan las herramientas adecuadas para prevenir, preparar y gestionar posibles crisis eléctricas con un espíritu de solidaridad y transparencia.
Dada la importancia crucial del gas y del petróleo para la seguridad del suministro energético de la Unión, esta ha adoptado varias medidas para asegurarse de que se llevan a cabo evaluaciones de riesgo y se desarrollan planes de acción preventivos y planes de emergencia adecuados. En 2017, el Reglamento sobre la seguridad del suministro de gas (Reglamento (UE) 2017/1938) introdujo salvaguardas de seguridad en lo que atañe al gas, y reforzó los mecanismos de prevención, solidaridad y respuesta a las crisis. Con arreglo a la Directiva sobre reservas de petróleo de la Unión (Directiva 2009/119/CE), los Estados miembros están obligados a mantener unas reservas mínimas de petróleo correspondientes a 90 días de importaciones netas diarias medias, o a 61 días de consumo interno diario medio, en función de la cantidad que resulte mayor. La Comisión ha propuesto ampliar el ámbito de aplicación de la Directiva sobre el gas (Directiva 2009/73/CE) a los gasoductos con destino y procedencia en terceros países, tanto existentes como futuros (COM(2017)0660). La Directiva sobre el gas fue modificada en 2019 por la Directiva (UE) 2019/692, que garantiza que las normas que rigen el mercado interior del gas de la Unión se aplican a los gasoductos de transporte entre un Estado miembro y un tercer país, con excepciones relativas a los gasoductos existentes. Existen disposiciones especiales en virtud de la Directiva sobre la seguridad de las operaciones relativas al petróleo y al gas mar adentro (Directiva 2013/30/UE). En respuesta a la crisis en Ucrania, el Reglamento (UE) 2017/1938 prevé una mayor cooperación regional, planes de acción preventivos y planes de emergencia, así como un mecanismo de solidaridad para garantizar la seguridad del suministro de gas.
La prioridad de la seguridad del suministro en el mercado de la energía de la UE aumentó drásticamente tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. El 8 de marzo de 2022, mediante la Comunicación REPowerEU de la UE (COM(2022)0108) se propusieron varias medidas para abordar la utilización del petróleo y el gas rusos como armas, como las interrupciones del suministro de gas a varios Estados miembros de la UE. El 23 de marzo de 2022, la Comisión publicó una Comunicación sobre seguridad del suministro y precios asequibles de la energía (COM(2022)0138) y una propuesta de nuevo Reglamento sobre el almacenamiento de gas (COM(2022)0135). La propuesta de Reglamento sobre el almacenamiento de gas introdujo la obligación de un nivel mínimo del 80 % de almacenamiento de gas antes del 1 de noviembre de 2022, aumentando los niveles de almacenamiento de gas hasta el 90 % para los años siguientes, objetivos intermedios y un nuevo proceso de certificación para reducir los riesgos de interferencias externas. El 18 de mayo de 2022, el plan REPowerEU (COM(2022)0230) puso en práctica el fin de la dependencia de la UE de los combustibles fósiles rusos mediante el ahorro de energía, la diversificación del suministro de energía y la aceleración del despliegue de las energías renovables. El 27 de junio de 2022, se adoptó en un tiempo récord el Reglamento (UE) 2022/1032 sobre el almacenamiento de gas, que introduce obligaciones en materia de niveles mínimos de almacenamiento de gas.
Habida cuenta del riesgo de nuevos recortes en el suministro de gas procedente de Rusia, en julio de 2022 la Comisión propuso un nuevo Reglamento del Consejo sobre medidas coordinadas de reducción de la demanda de gas (COM(2022)0361) para reducir el uso de gas en Europa en un 15 % para la primavera de 2023. También publicó la Comunicación de la UE sobre ahorro energético (COM(2022)0240), con numerosas opciones de ahorro a corto plazo, como la reducción selectiva de la calefacción y la refrigeración en los edificios públicos.
Como parte del Pacto Verde Europeo, el Fondo de Transición Justa propuesto (COM(2020)0022) apoya a las regiones intensivas en carbón y carbono en la transición a fuentes de energía con bajas emisiones de carbono.
De la infraestructura energética de los países de la Unión se ocupa la política sobre las RTE-E (Reglamento (UE) n.), que se centra en enlazar la infraestructura de energía de los países de la UE y ha determinado nueve corredores prioritarios (cuatro corredores eléctricos, cuatro corredores de gas y un corredor de petróleo) y tres áreas temáticas prioritarias (redes inteligentes, autopistas eléctricas, redes transfronterizas de dióxido de carbono) para desarrollar unas redes energéticas de la Unión mejor conectadas. La RTE-E se financia con cargo a la parte energética del Mecanismo «Conectar Europa» 2021-2027 (Reglamento (UE) 2021/1153).
El Reglamento relativo a la gobernanza de la Unión de la Energía (2018/1999) estableció un objetivo de interconexión de al menos el 15 % de aquí a 2030 para animar a los países de la UE a interconectar su capacidad instalada de producción de electricidad. El coeficiente de capacidad transfronteriza del 15 % se calculó dividiendo la capacidad de importación por la capacidad de generación instalada de los países de la UE.
En abril de 2022, los colegisladores adoptaron el nuevo Reglamento (UE) 2022/869 relativo a las RTE-E, en consonancia con los objetivos de la Unión en materia de energía y clima para 2030 y 2050. El Reglamento identificó los proyectos de interés común de la UE (5.) y los proyectos de interés mutuo, que conectan la UE con terceros países, puso fin al apoyo a nuevos proyectos de gas natural y petróleo e introdujo criterios de sostenibilidad obligatorios para todos los proyectos.
G. Proyectos de investigación, desarrollo y demostración
Horizonte Europa (Reglamento (UE) 2021/695) es el programa marco que va de 2021 a 2027. Es el principal instrumento de la UE de promoción de la investigación sobre energía, y cuenta con un presupuesto de 95 500 millones EUR (a precios de 2018), incluidos 5 400 millones EUR del programa NextGenerationEU.
El Plan estratégico europeo de tecnología energética (Plan EETE), adoptado por la Comisión el 22 de noviembre de 2007, tiene por objeto acelerar la introducción en el mercado y la asimilación por este de un sistema energético climáticamente neutro mediante la adopción de tecnologías con bajas emisiones de carbono. Identifica diez acciones para la investigación y la innovación (tecnologías renovables, reducción de los costes de las tecnologías, nuevas tecnologías y servicios para los consumidores, resiliencia y seguridad de los sistemas energéticos, nuevos materiales y tecnologías para los edificios, eficiencia energética para la industria, competitividad en el sector global de las baterías y movilidad electrónica, combustibles renovables y bioenergía, captura y almacenamiento de carbono y seguridad nuclear), abarca toda la cadena de innovación, incluida la financiación y el marco regulador, y cuenta con una estructura de gobernanza general.
Debido al importante papel de la electricidad en la descarbonización, se ha identificado a las baterías, en su condición de dispositivos de almacenamiento de electricidad, como tecnologías facilitadoras esenciales de una economía hipocarbónica. La legislación de la UE sobre residuos de pilas y baterías se recoge en la Directiva relativa a las pilas y baterías (Directiva 2006/66/CE). El plan de acción estratégico para las baterías (COM(2018)0293) tiene por objeto crear una base industrial integrada a escala mundial, sostenible y competitiva para este tipo de equipos.
El 10 de diciembre de 2020, la Comisión propuso (COM(2020)0798) un nuevo Reglamento sobre pilas y baterías para garantizar que las pilas y baterías que acceden al mercado de la UE sean sostenibles y seguras a lo largo de todo su ciclo de vida. Están actualmente en curso las negociaciones interinstitucionales sobre el Reglamento sobre pilas y baterías.
Papel del Parlamento Europeo
El Parlamento siempre ha manifestado su firme respaldo a una política energética común que aborde las cuestiones de la descarbonización, la competitividad, la seguridad y la sostenibilidad. Ha apelado en numerosas ocasiones a la coherencia, a la determinación y a la cooperación y solidaridad entre los Estados miembros al afrontar los desafíos actuales y los retos futuros en el mercado interior, así como al compromiso político de todos ellos, y ha solicitado una iniciativa sólida de la Comisión Europea para avanzar hacia los objetivos de 2030 y 2050.
El Parlamento ha luchado por lograr una mayor integración del mercado de la energía y la adopción de objetivos ambiciosos jurídicamente vinculantes en materia de energías renovables, eficiencia energética y reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. En este contexto, el Parlamento apoya la adopción de un mayor compromiso con los objetivos propios de la Unión, y subraya que la nueva política energética debe apoyar el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión y alcanzar la neutralidad climática de aquí a 2050.
Las últimas Resoluciones del Parlamento en el ámbito de la energía muestran un aumento de la importancia de todos los objetivos climáticos y medioambientales que sustentan la política energética de la Unión: el 28 de noviembre de 2019, declaró la emergencia climática y medioambiental en Europa[1]; el 15 de enero de 2020 confirmó el Pacto Verde Europeo como fundamento climático respecto a la consecución de los objetivos de la Unión de la Energía[2]; el 10 de julio de 2020 instó a la Comisión a actualizar las orientaciones sobre las infraestructuras energéticas transeuropeas, procurando su adecuación a la nueva política climática de la UE[3]. El 8 de octubre de 2020, el Parlamento votó a favor de entablar negociaciones con el Consejo para fijar un objetivo general de reducción del 60 % de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y la eliminación gradual de todas las subvenciones directas e indirectas a los combustibles fósiles de aquí a 2025 a más tardar[4]. Como reacción a la pandemia de COVID-19, las estrategias verde y digital se reafirman como los pilares fundamentales de una Unión de la Energía más integrada, sólida y eficiente.
El Parlamento ha adoptado las siguientes posiciones clave sobre la invasión rusa de Ucrania y la consiguiente crisis energética:
- El 1 de marzo de 2022, el Parlamento condenó la agresión militar ilegal, no provocada e injustificada de Rusia contra Ucrania y la invasión rusa de Ucrania[5].
- El 7 de abril de 2022, pidió el embargo total inmediato de las importaciones rusas de petróleo, carbón, combustible nuclear y gas[6].
También ha adoptado otras Resoluciones sobre aspectos específicos del conflicto: para expresar su satisfacción ante la recomendación formal de la Comisión de conceder a Ucrania el estatuto de país candidato a la UE; sobre Moldavia y una perspectiva europea para Georgia; sobre la protección por parte de la Unión de los niños y jóvenes que huyen de la guerra contra Ucrania; sobre el impacto de la guerra para las mujeres.
El Parlamento ha adoptado las siguientes posiciones sobre el actual paquete de medidas «Objetivo 55»:
- El 14 de septiembre de 2022, el Parlamento apoyó objetivos de eficiencia energética más ambiciosos que la propuesta original de la Comisión de julio de 2021[7], equivalentes a una reducción del 40 % del consumo de energía final y del 42,5 % del consumo de energía primaria, lo que corresponde a los límites máximos absolutos de 740 Mtep y 960 Mtep, respectivamente. Son algo más ambiciosos que los objetivos revisados propuestos en mayo de 2022 por la Comisión en su plan REPowerEU.
- El 14 de septiembre de 2022, el Parlamento apoyó un objetivo de energías renovables más ambicioso de un 45 % de fuentes de energía renovables en el consumo final de energía para 2030[8]. Esto es coherente con el plan REPowerEU de eliminar gradualmente las importaciones de energía procedentes de Rusia y acelerar el despliegue de las energías renovables.
El Parlamento también apoya la diversificación de las fuentes de energía y las rutas de suministro. Ha destacado la importancia de las interconexiones de gas y electricidad a través de Europa central y suroriental a lo largo de un eje norte-sur de cara a la creación de más interconexiones, la diversificación de las terminales de gas natural licuado y el desarrollo de gasoductos, abriendo de esta manera el mercado interior.
Al tiempo que subraya el significativo papel de la investigación para garantizar un suministro energético sostenible, el Parlamento Europeo ha hecho hincapié en la necesidad de desplegar esfuerzos comunes en el ámbito de las nuevas tecnologías energéticas, tanto en energías renovables como en tecnologías sostenibles de combustibles fósiles, así como en relación con una financiación pública y privada adicional para asegurar la aplicación con éxito del Plan.
Matteo Ciucci