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La Delegación socialista española ha sido determinante en el impulso de la Ley de Vigilancia del Suelo, pues fue la primera delegación del Parlamento que pidió a la Comisión Europea una propuesta legislativa para la protección y uso sostenible del suelo.
El suelo es un recurso muy frágil, no renovable y finito, sometido a una presión cada vez mayor. Su salud se ve afectada por la gestión insostenible, la erosión, las inundaciones, las sequías, los incendios y la contaminación, entre otros. En la legislación vigente, la mayoría de esos procesos de degradación no se abordan adecuadamente o no se abordan.
Unos suelos sanos son fundamentales para garantizar una economía y un medio ambiente sostenibles y resistentes, ya que aumentan la capacidad de recuperación ante el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos, y son la base de una producción sostenible de alimentos. La Ley de Vigilancia del Suelo es un paso importante para proteger los suelos de la degradación y restaurar la tierra a un estado más natural y sostenible.
Por ello, he votado en contra de la enmienda de rechazo de la propuesta, para permitir la adopción de esta Ley que es una reivindicación histórica de los socialistas españoles.

Los socialdemócratas hemos votado a favor de la resolución que fija la posición del Parlamento de cara a la celebración de la 20ª Conferencia de las Partes de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Los socialistas queremos poner fin al comercio de marfil con normas vinculantes en la UE, abordar la delincuencia organizada, la ciberdelincuencia y los animales confiscados, reforzar el enfoque una sola salud y las enfermedades zoonóticas, incluir nuevas especies en los apéndices I y II, mejorar la transparencia y la presentación de informes y también el cumplimiento y aplicación de la Convención. A su vez pedimos una mayor protección de los grandes felinos, de los elefantes y de otras especies, como los rinocerontes, el oso polar, los corales, la anguila europea y la totoaba y la vaquita.
Asimismo, los socialdemócratas pedimos a la Comisión que presente una lista positiva de especies permitidas como animales de compañía en la UE, así como una propuesta legislativa para criminalizar todo el comercio de fauna silvestre de origen ilegal, tal como se contempla en el Plan de Acción de la UE contra el Tráfico de Especies Silvestres.