Amenazas al Estado de derecho en la UE: los países podrán perder dinero europeo 

Notas de prensa 
 
 

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  • Nuevo mecanismo para proteger el dinero comunitario y defender los valores europeos 
  • Suspensión o reducción de los pagos 
  • El Parlamento y el Consejo pueden bloquear y desbloquear los fondos 
  • Garantías para los beneficiarios finales del dinero 

Los países que pongan en riesgo la separación de poderes o no combatan el fraude y la corrupción podrán ver congelados pagos procedentes del presupuesto comunitario.

El pleno del Parlamento respaldó el jueves un proyecto legislativo que ahora deberá ser negociado con los ministros de la UE, una vez los Estados miembros fijen una posición común. El texto fue aprobado con 397 votos a favor, 158 en contra y 69 abstenciones.

La Comisión Europea, asistida por un panel de expertos independientes, deberá determina la existencia en un país de “deficiencias generalizadas en lo relativo al Estado de derecho” que amenazan la gestión del dinero europeo. Podrá entonces decidir suspender algún pago, o reducir la prefinanciación de proyectos aprobados. La medida sólo se ejecutará tras recibir el visto bueno del Parlamento y el Consejo. Los pagos podrán desbloquearse, también previa luz verde de la Cámara y los ministros, si se remedia la situación.

Expertos independientes para asistir a la Comisión Europea

La Comisión podrá determinar que existe una amenaza para el Estado de derecho en caso de riesgos en alguno o varios de los siguientes ámbitos:

  • los organismos responsables de la gestión del presupuesto comunitario en el país;
  • los organismos encargados del control financiero, la supervisión y las auditorías internas y externas;
  • la persecución del fraude, incluido el fraude fiscal, la corrupción u otras infracciones legales que afecten al presupuesto de la Unión;
  • el control jurisdiccional efectivo por órganos jurisdiccionales independientes;
  • la recuperación de fondos pagados indebidamente;
  • la prevención y sanción de la evasión fiscal y la competencia fiscal, y
  • la cooperación con la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude y, si procede, con la Fiscalía Europea.

La Comisión creará un grupo de expertos independientes, especialistas en Derecho Constitucional y asuntos financieros y presupuestarios, con un representante designado por cada parlamento nacional y cinco por el Parlamento Europeo. Se encargarán de evaluar la situación en todos los Estados miembros anualmente, y publicarán un informe con sus conclusiones.

Protección de los beneficiarios finales

En función del tipo de deficiencia detectada en la gestión del presupuesto, la Comisión puede inclinarse por una o varias medidas, como:

  • suspensión de compromisos de pago,
  • interrupción de los plazos de pago,
  • reducción de la prefinanciación, y
  • suspensión de pagos

A no ser que se establezca lo contrario, el gobierno afectado seguirá obligado a desarrollar el programa o proyecto, y deberá por tanto pagar a los beneficiarios finales, como investigadores u organizaciones de la sociedad civil. La Comisión ofrecerá ayuda a los intereses para garantizar que reciben las cantidades debidas.

La Comisión también enviará al Parlamento y los ministros una propuesta para transferir la cantidad afectada a la reserva presupuestaria. Esta decisión entrará en vigor a las cuatro semanas, a no ser que el Parlamento por mayoría de los votos emitidos, o el Consejo por mayoría cualificada (que supone que un sólo país no podrá bloquear) modifique la propuesta o la rechace. El mismo procedimiento se aplicará para el desbloqueo de los fondos.

Declaraciones de los ponentes

La ponente de la comisión de Presupuestos, Eider Gardiazábal Rubial (S&D, España) subrayó que “el respeto al Estado de derecho y los valores fundamentales son los principios sobre los que se construye el proyecto europeo. Ningún gobierno debe vulnerar esos valores sin sufrir las consecuencias”.

El ponente de la comisión de Control Presupuestario, Petri Sarvamaa (PPE, Finlandia) hizo hincapié en las garantías para los beneficiarios, reforzadas por el Parlamento respecto a la propuesta de la Comisión. “También hemos incluido a la Cámara en el proceso de toma de decisiones, para potenciar la rendición democrática de cuentas”, agregó.