Schengen: la zona sin fronteras interiores
El espacio de libre circulación sin pasaporte de Schengen es uno de los logros más tangibles de la integración europea. Consulte nuestra guía explicativa.
¿Qué es Schengen?
El espacio Schengen es uno de los pilares del proyecto europeo. Desde su creación en 1995, cuando se abolieron los controles de pasaportes dentro de esta zona, el derecho a la libertad de circulación se materializó para los ciudadanos de la UE. Esto significa que pueden vivir, estudiar, trabajar y jubilarse en cualquier lugar de la Unión. Los turistas y las empresas también se benefician de la libre circulación.
Países de Schengen
Todos los estados de la UE son parte de Schengen, excepto Irlanda, que tiene una cláusula de exclusión voluntaria, así Chipre que se supone que se unirá a Schengen.
Los países de la UE acordaron suprimir los controles fronteras aéreas y marítimas para las personas que viajen desde y hacia Bulgaria y Rumanía a partir del 31 de marzo de 2024.
Además, cuatro países no pertenecientes a la UE también forman parte del espacio Schengen: Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein.
Schengen: ampliación del espacio europeo sin fronteras interiores
Propósito y beneficios de Schengen
Millones de personas viajan a través de una frontera interna de la UE todos los días. En la práctica, la libre circulación puede conllevar diferentes derechos para diferentes categorías de personas, desde turistas hasta familias.
Todos los ciudadanos de la UE pueden permanecer en otro Estado miembro como turista durante un máximo de tres meses con un pasaporte o documento de identidad válido.
También pueden vivir en otro Estado miembro para trabajar, con el derecho a ser tratados de la misma manera que los nacionales de ese país. Los empresarios se benefician de la libertad de establecimiento y los estudiantes tienen derecho a estudiar en cualquier Estado miembro.
Cerrar las fronteras internas de la UE nuevamente podría tener un coste alto e impedir el desplazamiento transfronterizo para 1,7 millones de personas.
Garantizar la seguridad dentro del área de Schengen
Las reglas de Schengen eliminan los controles de las fronteras internas, a la vez que armonizan y refuerzan la protección de las fronteras exteriores de la zona. Una vez dentro del área Schengen, las personas pueden viajar de un Estado miembro a otro sin ser sometidas a controles fronterizos (como regla general). Sin embargo, las autoridades nacionales competentes pueden realizar controles en las fronteras internas o cerca de ellas si la experiencia y la información de la policía justifican una vigilancia temporal.
Schengen también incluye una política común de visados para estancias cortas de ciudadanos no pertenecientes a la UE y ayuda a los estados participantes a cooperar en la lucha contra el crimen con la ayuda de la policía y la cooperación judicial.
El Sistema de Información de Schengen se ha reforzado para ofrecer más seguridad a los europeos. Descubre las mejoras en nuestras infografías sobre Schengen.
Más información sobre cómo Europol está más capacitada para luchar contra la delincuencia y el terrorismo.
Fronteras externas e internas
El aumento de los flujos migratorios en la UE registrados en 2015 y la creciente preocupación por la seguridad, incluidas las actividades terroristas y las actividades delictivas transfronterizas graves, afectaron el funcionamiento de las normas de Schengen, lo que llevó a la reintroducción de controles fronterizos internos en varios Estados miembros. La pandemia de Covid-19 en 2020 también provocó que algunos países de la UE activaran este tipo de controles para intentar limitar la prograpación del virus.
El Parlamento ha condenado en diversas ocasiones la continuación de los controles fronterizos internos en el área Schengen y quiere que se introduzcan solo como medida de último recurso. En una resolución del 17 de abril de 2020 sobre la acción coordinada de la UE para combatir la pandemia, los eurodiputados instaron a los Estados miembros a adoptar solo medidas necesarias y proporcionadas al introducir y prolongar los controles en las fronteras interiores. Además, subrayaron que la necesidad de volver a un espacio Schengen en pleno funcionamiento como parte de la estrategia para la salida de la crisis.
En diciembre de 2021, la Comisión Europea propuso una actualización de las normas que rigen el espacio Schengen, con el objetivo de garantizar que la reintroducción de los controles en las fronteras interiores siga siendo una medida de último recurso y promover el uso de medidas alternativas en su lugar, como los controles policiales específicos y la cooperación policial reforzada. Los eurodiputados se han opuesto en varias ocasiones a la frecuente reintroducción de controles, que dificultan la libre circulación de personas en la UE.
El Parlamento aprobó la actualización de las normas de Schengen en abril de 2024, estableciendo plazos claros para los controles en las fronteras interiores. El Consejo dio su visto bueno en mayo de 2024.
Retos y respuestas de la UE
La gestión de la migración y la seguridad de las fronteras exteriores es un desafío para Europa. En 2015 se detectaron hasta 1,83 millones de cruces ilegales en las fronteras exteriores de la UE. Aunque esta cifra se redujo a 355.300 en 2023, según los datos de Frontex, la UE intenta fortalecer los controles de las fronteras externas y tratar más eficientemente las solicitudes de asilo.
Estos desafíos han provocado desarrollos considerables en la política de gestión de fronteras. La creación de instrumentos y agencias como el Sistema de Información de Schengen, el Sistema de Información de Visados, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex), o un sistema de registro de entrada y salida en las fronteras externas de la zona de Schengen, por ejemplo.
En una resolución aprobada en julio de 2021, el Parlamento respaldó el presupuesto del nuevo Fondo de Asilo, Migración e Integración para 2021-2027, que se incrementó a 9.880 millones de euros. El fondo contribuye a reforzar la política común de asilo, apoyará la migración legal en línea con las necesidades de los países de la UE así como la integración de personas de terceros países, y lucha contra la migración irregular. Los fondos también potencian el reparto equitativo de la responsabilidad para acoger a refugiados entre los Estados miembros.
Los eurodiputados respaldaron la creación de un nuevo Fondo para la Gestión Integrada de las Fronteras que contará con un presupuesto de 6.240 millones de euros. El objetivo del fondo es ayudar a los Estados miembros a reforzar su capacidad de gestión de las fronteras y asegurar que se respetan los derechos fundamentales. Además, contribuirá a una política armonizada sobre los visados e introducirá medidas para proteger a personas vulnerables que lleguen a Europa, como los menores no acompañados.
El fondo trabaja en estrecha colaboración con el nuevo Fondo de Seguridad Interior, centrándose en la lucha contra las amenazas transfronterizas, como el terrorismo, la delincuencia organizada y la ciberdelincuencia. El FSI también fue aprobado por el Parlamento en julio de 2021 con un presupuesto de 1.900 millones de euros.
Para detectar delincuentes, terroristas o cualquier otra persona que represente un riesgo antes de que lleguen a la UE, los viajeros que no necesiten un visados serán examinados en el futuro antes de llegar a la Unión mediante el Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (Etias). Se prevé que este sistema esté operativo a partir de mediados de 2025.
Paralelamente, los eurodiputados han aprobado otorgar a la Agencia de la Guardia de Fronteras y Costas de la UE un cuerpo permanente de 10.000 guardias de fronteras para 2027 para impulsar la seguridad de Europa.
Este artículo se publicó por primera vez en junio de 2019 y se actualizó por última vez en junio de 2024.