El mercado único cumple 30 años: beneficios y retos (infografía)
El mercado único ha contribuido a la integración europea y ha ofrecido nuevas oportunidades a los europeos.
Los eurodiputados creen que debe adaptarse aún más para responder a los retos actuales. El pleno de enero analizará cómo el mercado único ha transformado Europa desde su puesta en marcha en 1993 y cuáles son los pasos a seguir para exprimir su potencial.
El mercado único acerca a los europeos
El mercado único, una de las piedras angulares de la integración de la UE, permite que bienes, servicios, personas y capitales circulen libremente por el territorio comunitario como lo harían dentro de un país. En la actualidad, el mercado único está compuesto por los veintisiete Estados miembros, así como Islandia, Liechtenstein y Noruega, y Suiza tiene acceso parcial.
La armonización y el reconocimiento mutuo de las normas permiten a las empresas vender sus productos a un mercado de más de 450 millones.
La eliminación de obstáculos ha dado lugar a un aumento significativo del comercio dentro de la UE: mientras que las exportaciones de bienes a otros países de la UE ascendieron a 671.000 millones de euros en 1993, en 2021 superaron los 3,4 billones de euros.
El mercado único ha contribuido a convertir a la UE en uno de los mayores bloques comerciales del mundo, a la altura de otras potencias comerciales mundiales como EEUU y China.
Los ciudadanos de la UE se benefician de normas estrictas de seguridad de los productos y pueden estudiar, vivir, trabajar y jubilarse en cualquier país de la UE.
El futuro del mercado único
Treinta años después de su puesta en marcha, el mercado único sigue desarrollándose en distintos ámbitos. La UE trabaja para eliminar los obstáculos a la libre circulación que aún persisten y adaptar el mercado a los nuevos avances, como la transformación digital y la transición a una economía menos intensiva en carbono y más sostenible.
El Parlamento Europeo aprobó en 2022 la Ley de Mercados Digitales y la Ley de Servicios Digitales, que imponen un conjunto común de requisitos a las plataformas digitales de toda la UE, con el fin de crear un entorno en línea más seguro, justo y transparente.
Los eurodiputados trabajan para establecer un "derecho a reparar" para atajar las dificultades a las que se enfrentan los consumidores para arreglar sus productos y disminuir los residuos.
El Parlamento también quiere que el mercado único sea más resistente a crisis como la pandemia de Covid-19, que corren el riesgo de causar interrupciones temporales en la libre circulación de mercancías o personas.
En una declaración con motivo del trigésimo aniversario del mercado único, la presidenta de la comisión parlamentaria de Mercado Interior, Anna Cavazzini (Los Verdes/ALE, Alemania), instó a seguir desarrollando las normas en las que se basa el mercado único.
"El mercado único tiene que convertirse en una herramienta para poner en práctica nuestros objetivos y valores políticos, desde la lucha contra la crisis climática hasta la defensa de nuestra democracia en línea. Unas normas sociales, medioambientales y de consumo exigentes es lo que hace que nuestro mercado sea tan atractivo a escala mundial. Las empresas se beneficiarán de unas normas europeas que se convertirán en un criterio mundial", declaró Cavazzini.